Partida Rol por web

En un acto de sangre fría o quizá porque su mente se había ido momentáneamente, Samuel  se encargó de aplastar la cabeza de Jerry con el extintor que ya estaba lleno de sangre y trozos de carne. Era difícil saber cuando parar, cuando sería suficiente para que no tuviera oportunidad de 'renacer'... si es que lo iba a hacer.

Justo en ese instante las puertas de la cocina se abrieron de par en par dejando paso a Ronald que venía con un atizador de brasas en una mano y su impresionante pistola en la otra. Parecía que avanzaba con cuidado y sin intención de hacer demasiado ruido.

De fondo se seguía escuchando el maldito motor antiguo del generador eléctrico en un traqueteo infinito.

La visión de Jerry, su compañero de trabajo desde hacia años, siendo destrozado de esa manera fue la gota que colmó el vaso de la cordura tan frágil de Carla.

— ¡N-no.. n-nooo! Je-jerry! ¡N-noooo! — se levantó de golpe mirándoos con miedo, como si fuerais un grupo mas de esos seres que estaban apareciendo por todos lados.

Con una expresión mezcla de terror absoluto y enajenación, Carla empezó a correr en dirección al parking, atravesando el agujero del accidente y seguramente dañándose las suelas de sus pies desnudos con los restos de cristales, aunque eso último no pareció importarle en ese momento.

Siguiendo con vuestra mirada a Carla, que se estaba yendo a la zona de estacionamiento, pudisteis ver en uno de esos parpadeos de la farola mas alejada, varias figuras que salían de la carretera y de los campos de maíz que rodeaban la bolera.

Al principio visteis un par de figuras, que avanzaban de una manera errática, pero poco a poco, en el horizonte de vuestra visión se le iban sumando, hasta que dejasteis de contar. Parecían polillas que avanzaban atraídas por el ruido de aquel generador eléctrico.

Gruñidos, gritos apagados y extrañas respiraciones empezaban a ser audibles por encima del traqueteo del motor.

Poco a poco Kate se fue tranquilizando, al menos todo lo que una podía tranquilizarse en aquel sitio rodeada de sangre y muertos que vuelven a la vida.

Busco las botellas de mayor graduación, pero dudaba que sirviese de algo, pero al menos le daba mayor sensación de limpieza y cualquier cosa era agradecida en ese momento.

Ayuda a Samuel a limpiarse echándole el tequila por brazos y cuerpo mientras este se limpiaba -Muchas gracias por venir a ayudarnos- le dijo con voz apenada y temblorosa.

Levanto una mano para de forma absurda tratar de impedir que Karla se fuese corriendo, pero cuando la iba a decir que se calmara vio aquel ejercicio de figuras tambaleándose y su voz se ahogo en un grito sordo.

-No puede ser, no puede ser- comenzó a decir, en cuanto hubo aceptado su situación comenzó a hablar para sus compañeros de citas y apocalipsis

Es imposible no podemos hacer nada por ella, tenemos que salvarnos esperaba que la entendiesen Arriba hay otra planta con cámara de seguridad, quizás podríamos quedarnos arriba y bloquear la entrada planteo su sugerencia sin estar muy convencida de si era mejor huir a no se sabe muy bien donde o quedarse todos allí.

No era mala propuesta la de Kate. Parapetarnos arriba. Acumular comida, bedida… ¿Y luego? ¿Podríamos aguantar la posición hasta que llegase alguien al rescate? ¿Pero es que iba a venir alguna fuerza de seguridad a salvarnos?

Mi mente no estaba como ara pensar demasiado en posibilidades. Pero quedarse no lo veía claro. En realidad no veía nada claro mientras también usaba el alcohol de las botellas para desinfectarme. ¿Nos habíamos contagiado? Menos mal que no miré más en dirección a Samuel y al chico…muerto…No pude hacerlo después del primer golpe en la cabeza con el extintor.

Y Carla desaparecía, histérica…Se la comerían…Y se transformaría…Tuve el primer impuso de salir corriendo a por ella, pero, una vez más, el grito de Kate me detuvo. Era una insensatez.

No tenía idea de qué hacer. Mi mirada turbia buscó en las neveras, me abrí una birra y bebí a grandes tragos de la botella. Comida, pensé, hay que llenar la mochila de comida y agua. Pero era como un pensamiento lejano dentro del zumbido que inundaba mi cabeza.

- Gracias.. le dijo Samuel a Kate mientras veía de nuevo algo apurado como Carla se marchó pensando en lo peor, pero ya se le congeló el alma cuando vio lo que había fuera.

Luego vio a Roland, apareciendo como un furtivo alocado con una pistola y un atizador. Al menos él estaba bien, Sam no tardó en ponerse manos a la obra como esperando a donde tendría que correr.

- ¿Entonces que hacemos? ¿Intentamos salir por otra parte de la bolera, vamos arriba? ya ni se preocupó por Michael y el hecho de que había "matado" a tres personas ya lo insensibilizó un poco tanto con el hecho de que Carla saliera corriendo como de que Michael no se mostrara, su voz sonaba algo alterada, además ahora olía a alcohol y sangre, una mezcla la mar de agradable.

-¡Joder, Sargento!- Dijo Charlie al entrar al restaurante y ver a Samuel partiendo la cabeza de Jerry. -¡Buen trabajo!- Creí que solo Allison podría ocuparse de esto, parece que hay gente competente en la Unidad Paraíso después de todo...

-La parte de máquinas detrás de las pistas está infectada de estos bichos, mate a varios antes de irme... ¡Parece que los idiotas no saben manipular un picaporte, Jaaa! - Dijo, exagerando un poco las cosas. -Pero no encontré al panzón de mierda...- Haciendo referencia a Michael. -...Creo que ya va camino a ser materia fecal de varios de estos demonios.-  Putos zombies, me ganaron de mano en matar a ese imbécil. Aunque tampoco estaba del todo seguro de que estuviera muerto, no se quedó demasiado tiempo allí, Charlie podía estar loco, pero no era estúpido.

-¿Y que pasó aquí? ¿Encontraron las llaves de la 4x4 en alguno de los cuerpos estos?- Miró en la sala, encontró a Kate y a Paul. 

-¡SINGLETON!- Se acercó al muchacho que le había desobedecido en ir al rescate de Carla, al menos ahora, ¿Tomaría más en serio a Charlie? Lo miró a los ojos fijamente mientras se puso frente a frente -Desde que te he visto por primera vez he pensado que eres un hombrecillo pequeño, débil y sin agallas.- Le dijo calmadamente con el rostro serio, pero entonces una pequeña sonrisa de dibujo en el rostro del marine. -Pero si estás vivo, es que me equivoqué. Dime, ¿Te unirás a la Unidad Paraíso?- Samuel y Destiny ya habían mostrado lealtad al llamarle Capitán en el momento de la verdad, en el que la protección de un grupo hacía falta. -¿Y tu, Kate?-

Después de unos segundos en los que aguardó una respuesta, vió la fiesta de zombies que había en el exterior.

-Me cago en la puta virgen, tendríamos que habernos ido cuando lo dije.- Musitó para sí mientras algunos sugerían ideas. -Oh, no. Este puto local es un ataúd, nos iremos... Creo que podría intentar disparar al tanque de uno de los autos del fondo para generar una distracción mientras subimos a los que están cerca.- Joder... La camioneta de Ronald quedó lejos de cuando atropellé a esa pequeña perra para salvar a Allison.

Se acercó a la doctora Cameron y le susurró algo.

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-¿Se portó bien el perro, doctora?- Acarició a Bobby. -Entonces, ¿Qué pasó aquí? Esa perra de Carla, ¿Fue mordida? ¿Y los demás?-

Todo pasaba demasiado deprisa en mi cabeza. Vi como Sam no dubaba en evitar que aquel chico se levantase. Al final acabaría igual en cuanto cogiese fuerza o aprendiese a usar un arma. No tendría escrúpulos. Carla huyó, no se le podría reprochar nada y al mirar vi lo que venía... - Se que es una crueldad pero... al menos ella les distraerá un rato.

Y Charlie apareció por la cocina, vivo y bien. Por un segundo vi a Ronald y casi me lanzo a sus  brazos, hasta que recordé quien era. - El chico... tenía un juego de llaves... - Volví a el cuerpo y las cogí, luego se las lancé a Charlie. - No sé si a parte de llaves de casa, tendrá alguna de algún coche. - Y miré el cuerpo con el craneo roto. Con los guantes aún puestos me acerqué a él.

Rebusqué en sus bolsillos. Su craneo aplastado no suponía gran cosa para mí. - Escuchad, no sé como se contagia esto. Buscad servilletas limpias y cubríos el rostro. Quien quiera guantes de latex que me los pida. Creo que esta tarde vi en el hospital a un enfermo atado en una cama. Se supone que esto es secreto y no debería contarlo, pero ni ellos mismos saben como se contagia, así que no podemos descartar la sangre, saliva o el aire. El que ví estaba sedado, no podía estar vivo porque no respiraba y eso quiere decir que el cerebro no recibe oxígeno, pero su tensión estaba disparada y había en funcionamiento una pequeña actividad cerebral.

» Por lo que vi con la chica del parking, se levantó con las piernas rotas, por lo tanto el dolor corporal no deben senrirlo y creo que nos queda claro que su único punto débil es su cráneo. - Nadie había dicho nada de si estaba herido o no y eso era un problema, porque podían estar contagiados y no saberlos... al menos no nosotros. Quizás ellos si lo percibiesen.

- No creo que sea buena idea quedarnos aquí. Si vienen es por el ruido del generador y las luces. Seguirán viniendo más y al ejército no le importará matar a cuantro o seis civiles si destruyen a cien de estas cosas con una bomba. Estoy a favor de coger provisiones y marcharnos de aquí cuanto antes. Y si no encontramos las llaves de los coches, haremos un puente... ¿alguien sabe hacerle puentes a los coches? En las películas no es tan difícil... - Y mis pasos me llevaron junto a Charlie, donde, no sabía porque, me sentía segura. Entonces me susurró algo.

- Bobby estuvo conmigo un rato, luego olió algo y se descentró y... dejó de seguirme. Sam se fue al baño con un extintor cuando Carla salió gritando que estaba muerto y se había levantado o algo así. Al poco salieron los tres llenos de sangre. Les he preguntado si están heridos pero ninguno ha respondido. El chico que trabajaba aquí falleció y pedí que le rompiesen la cabeza antes de que se levantase, Sam se hizo cargo... y bueno, unos quieren encerrarse arriba como ves y otros, como yo, prefiero huir de aquí. - Le resumí todo a Charlie como pude.

- De los cuerpos saqué un mechero gastado, pero hace chispa y eso genera fuego, algo de dinero y un móvil  que no podremos desbloquear pero al menos si usar de linterna y no gastar las baterías de los nuestros. - Me guardé lo de la coca. Ya le daría uso médico si correspondía. - Esperaba que tuviesen unas aspirinas o algo, porque de medicamentos llevo lo básico... no para sobrevivir con ellos. Lo justo para pasar la noche y curas de emergencia.

Viendo que Charlie seguía en sus "cabales" dentro de todo, Sam suspiró un poco intentando ordenar sus pensamientos ya que estaba algo aturdido por lo acontecido en el baño.

- Yo he venido en mi camioneta, quizá quede más lejos del 4x4 pero es otra opción.. también sé hacer puentes* luego Sam se agachó a quitarle la chaqueta a uno de los cuerpos, ya totalmente irrespetuoso con cadáveres o similares, se puso a rasgarla o al menos a intentarlo para luego envolverse los brazos con las tiras.

- Si esas cosas muerden, prefiero tener los brazos cubiertos bien si acaban saltándome de frente.. ¿Dónde está el perro? se puso a rasgar la ropa de los cuerpos para que hubiera más en el caso de que otros quisieran hacer lo mismo.

- Sea lo que sea que vayamos a hacer, nos conviene hacerlo juntos, o acabaremos muriendo uno por uno..

Rebuscaste en el cuerpo de Jerry.

Iba con su atuendo de trabajo, así que como te imaginabas no encontrarías gran cosa:

- abre botellas
- 3 sobres de azúcar y 3 de sacarina
- boli y bloc de notas para apuntar

Parecía que Samuel ayudaba a Charlie a reclutar a Paul y Kate con aquellas palabras sobre la unidad. Es un buen Sargento.

-¿Y cuánto lugar libre hay en la caja trasera de tu camioneta, entraremos?* La 4x4 sería lo mejor, maniobrable, resistente y con espacio para siete, pero no sé si tendremos el tiempo necesario para hacerla arrancar. ¿Cuánto demorarías en hacer el puente?- Charlie miró las llaves que Allison le arrojó buscando a ver si el llavero tenía alguna referencia a la Blazer negra estacionada afuera. -Porque si no, tendremos que ir algunos en esa mierda japonesa de Allison, sin ofender.- Miró a la doctora, pero es que Charlie solo confiaba en una buena carrocería americana con un motor poderoso. Pero si no queda otra opción... -Supongo que no estaría mal tampoco, la camioneta de Samuel con su parachoque como cabeza del convoy, seguidos del Honda Civic, hmmm...-

Charlie guardó el atizador  pasando el gancho que tenía en un extremo por sobre el cinto, quedando colgando a un costado de su cintura como si estuviera colgando de la pared de la cocina junto a otros utensilios. 

-¡UNIDAD PARAISO! Esto es lo que haremos...- Miró el mechero que Allison había encontrado, y a Kate limpiándose con las botellas de alcohol que había en el bar. -¡Armaremos bombas Molotov para distraer! ¡Coordinaremos nuestra salida! ¡Y le rezaremos a Dios para que nos salve el puto culo en nuestra huida! ¿ENTENDIDO?-

- ¡Eh! Mi mierda japonesa anda y para ciudad es muy cómodo. No necesito un coche que ocupe dos plazas de aparcamiento y tenga que llevar un camión de gasolina detrás cada vez que quiera hacer un viaje. - Repliqué a Charlie. - Que sí, que los coches americanos son los mejores, pero yo no necesito lo mejor, necesito lo que se adapte a mis necesidades y ese coche lo hace.

» Por cierto, Terry o Jerry o como se llamase, no llevaba gran cosa. Un block de notas y un boli, algo de azúcar y sacarina y un abrebotellas. Lo tengo todo en el bolsillo. - Dije golpeando mi chaqueta. - La idea del coctel molotov, no es mala, pero dudo que una chispa encienda eso... necesitaremos fuego de verdad, habrá que buscar en la cocina un mechero... salvo que alguien lleve uno encima... - Dije mirando a los presentes, pendiente también de si querían guantes de latex.

- Si el 4x4 es de alguien del local, quizás las llaves estén en sus taquillas y con esa barra que llevas ahí, dudo que tardemos mucho en abrirlas. Allí habrá ropa limpia.- Que era mejor que usar la que estaba cogiendo Sam, básicamente porque podía estar contaminada y desde luego estaba salpicada de sangre... Sam era un peligro potencial ahora mismo. Tendría que decírselo a Charlie más adelante. - Que nos servirá para hacernos protecciones sin riesgo de contagio y las mechas para los cócteles.

-Me gusta esa idea, en la galería que hay antes de llegar a la bolera ví que la puerta que daba al area restringida del personal estaba entreabierta. ¿Alguien recuerda el nombre de algún empleado que sea un discapacitado? Cuando estuve fuera con Allison ví que la 4x4 había aparcado en uno de esos lugares especiales.- Preguntó, si sabían el nombre de que taquilla buscar, sería mucho más rápido encontrar la llave del coche, si no era así, no estaba seguro si valía la pena intentarlo, perderían mucho tiempo valioso. -Pero a la que tardemos más en encontrarla que en terminar de tener listas las Molotov con el alcohol y la ropa de los muertos de aquí, nos vamos con lo que tenemos, cada minuto cuenta. ¿Alguien aún quiere quedarse en el local? El sector del personal sería un buen lugar para esconderse como rata, mientras nos ayuda a dar con la llave.-

- Ni de coña. - Contesta respecto a lo de quedarse en el local. Por una vez, estaba de acuerdo con Charlie, y en más cosas que en menos, aunque, ¿Era el momento para ponerse a discutir sobre coches? En cualquier caso los cócteles como distracción y preparar un vehículo le parecía la mejor idea, encerrarse arriba sería un suicidio, y no es que pudiera coger un Uber ahora. Se sentía mal por la caña que el cowboy estaba dando al pobre Paul, pero al menos ya no la cuestionaba a ella. 

Apartó la mirada del chico cuando Sam aplastó una cabeza más, igual que quiso ignorar la marcha de la pobre Carla. Allison tenía razón... La marcha de la chica era irreparable, y con suerte les daría algo de tiempo. Con los guantes ya puestos y aprehensión, se acercó a uno de los cadáveres para cogerles algo de ropa y comenzar a desgarrarla para preparar los cócteles mientras otros discutían sobre cómo apañar un vehículo para la huida, pero tampoco podrían tomarse todo el tiempo del mundo en eso. - A unas malas nos apretamos en la camioneta de Sam. No podemos perder mucho tiempo buscando llaves. - 

-¡¿Qué?! ¿La unidad paraíso? -Me alarmé. El tipo estaba como una puta cabra. No, como dos cabras. Aparté la mirada de sus ojos de demente total. -Va...vale...-balbuceé, atemorizado. Lo llevas claro, pensé, mientras afirmaba con la cabeza. 

Luego resultó que todos daba sus puntos de vista, sus opiniones y...órdenes. La doctora una cosa, el loco del sombrero otra, Samuel se protegía, Destiny iba a dedicarse a los cócteles molotov...Hablaban de marcharse en la furgo o en el 4x4...Me empezaba a marear. Dije que sí con la cabeza, medio atontado, y me puse a buscar botellines de agua y comida, no se, lo que hubiese, sandwiches, o fruta, o...o yo que se, lo que fuese. También busqué un cuchillo que por  la barra de camareros alguno habría.

Total, que sí, que me pensaba pirar, y ayudarles, más o menos, pero con el tejano cuanto más lejos estuviese, mejor. En cuanto pudiera,  intentaría llegar hasta mi coche y largarme. Aproveché algún momento entre la barra recogiendo llenando la mochila para susurrarle a Kate, si tenía ocasión. -Yo me marcho en mi coche. Ese pistolero solo nos quiere de carne de cañón, ¿tú que harás? 

Charlie se acercó a Allison y tomó un par de los guantes que ofrecía.

-Gracias doctora, seguiré sus consejos.- Le dijo, mientras se ponía los guantes de latex. Luego se llevó a la cara un pañuelo rojo y blanco, seguramente con algunos mocos secos, con el cuál se tapó su boca y nariz al atarlo por la nuca. -La salud siempre va primero...-

No sé si esta mierda sirva de algo como dice la doctora... Pero al menos ya no tendré que suprimir mi cara de exitacion cuando esté matando cosas... Jeeeejeeeee.

- Si el coche no es de ninguno de los presentes y es tan grande como dices... será el del dueño del local. Con su ego desmedido, pensará que está por encima de los minusválidos, por no llamarle minusválido mental y ofender a nadie que no sea él, claro. Su local, sus plazas de parking y deja el coche donde quiere... llevará las llaves encima. - Le dije a Charlie, estropeándole la diversión.

- Si nos apañamos con lo que hay, a mí me vale, Charlie. Pero si quieres puedo rebuscar en las taquillas mientras lo preparáis todo aquí. - Le dije al vaquero. - Por lo pronto, voy a buscar un mechero que encienda mientras te decides. Pero si quieres que abra las taquillas necesitaré el atizador que llevas para hacer palanca y tardar lo menos posible.

Era su decisión, no la mía y en aquel lugar debían haber mecheros incluso detrás de la barra. Era lo que tenían los bares y locales como ese, que era lo que más se perdía, lo siguiente solía ser la dignidad después de beber demasiado alcohol. - Decidas lo que decidas, estoy a tu lado. - Le dije con seguridad.

Y en ese momento miré a Bobby. Ronald estaba preocupado por su medicación ¿y si le había enseñado al perro a buscar sus pastillas? Por probar no perdía nada. - Bobby. ¡Busca! - Le ordené, aunque dudaba que me hiciese caso.

Aquellas figuras empezaban a inundar el parking, aunque parecían deambular sin ningún objetivo en concreto, simplemente habían sido atraídas por la luz y el ruido del generador, pero una vez cerca no encontraban de momento ninguna víctima a su alcance.

Vosotros os estabais preparando para vuestro siguiente movimiento, protegiéndoos, empezando a preparar los componentes para unos cócteles Molotov improvisados, discutiendo el mejor plan.

De repente empezasteis a oír un pequeño zumbido y un par de televisores que había colgando de la pared se encendieron. En las pantallas se podía ver un tipo vestido al mas estilo noventero latino, alguno de vosotros lo reconocisteis rápido, otros no teníais ni idea de que iba eso. Estuvo unos segundos reproduciéndose sin sonido.

Pasaron unos segundos y escuchasteis un crepitar de ruido blanco, como de interferencias. Eso fue el antecesor de que varios altavoces repartidos por el restaurante, que no hace mucho reproducían una música de jazz romántica, empezaron a sonar a todo volumen con el videoclip. El sonido estaba completamente distorsionado por los bajos y los altos decibelios.

De repente el restaurante se volvió en una discoteca, las luces parpadeantes y de colores de los televisores ayudaban al ambiente y la música a todo trapo convirtieron eso en una jaula de grillos.

Como si se movieran siguiendo una mente colmena, todos aquellos seres empezaron a andar, a diferentes velocidades, hacia vuestra posición.

Alguien os la había jugado.