Partida Rol por web

Tianjin es una importante ciudad portuaria en el noreste de China. Después del Tratado de Tianjin de 1858, varios países occidentales establecieron concesiones en Tianjin. Las casas de estilo europeo, los edificios municipales y las iglesias de Wudadao (Cinco Grandes Avenidas) son legados de ese período. Con esto contrastan los numerosos rascacielos modernos de la ciudad, incluida la icónica Torre de Radio y Televisión de Tianjin, de 415 m de altura.

Tianjin es una de las cinco ciudades centrales nacionales, de gran relevancia histórica. La ciudad amurallada de Tianjin fue construida en 1404. Como puerto de tratado desde 1860, Tianjin ha sido un importante puerto marítimo y puerta de entrada a Beijing.

Sus lanzaderas descienden en una explanada al norte de la ciudad desde la cual pueden vigilar toda la bahía de Tianjin.

Sin embargo, su posición pese a ser bastante beneficiosa para una emboscada, resulta ser un tanto ineficiente contra su enemigo, pues el poderoso kaijuu emerge del agua justo en el extremo opuesto de la bahía, seguido por varios kaijuus categoría cero.

De pronto la voz del capitán Khumalo resuena en sus comunicadores.

Categoría tres, nombre clave Orzul, cuerpo adaptado para combate submarino, recomiendo alejarlo del agua para facilitar su neutralización.

Al descender en la bahía de Tianjin, Tanya observó fascinada la ciudad portuaria, la cual nunca había tenido la oportunidad de visitar anteriormente. En ese momento, pensó que sería una pena los kaijuus destruyeran semejante lugar tan bello. Lamentablemente, no hubo mucho tiempo para apreciar aquel sitio, teniendo en cuenta que los kaijuus no tardaron en emerger del agua con la intención de destruir lo que estaba detrás del escuadrón. Algunos hubieran pensado que la enorme criatura era el mayor problema, si bien, aquello no era verdad. Los pequeños podrían ser una molestia, sabiendo que estos podrían escabullirse mientras el escuadrón luchaba contra quien parecía ser su líder. Sin embargo, tampoco podían ignorar al que podría provocar un gran daño en ellos si le subestimaban.

- Si, no será bueno que se regrese al agua. Lo mejor sería permitir que avance un poco, para cortar su escape en el caso de que quiera retirarse en algún momento. - Aconsejó la rusa, considerando la posibilidad de que la criatura deseara escapar a la seguridad del agua, en el caso de que ésta se viera en peligro. Por otro lado, Tanya estaba más preocupada por el hecho de que nada le sucediera a Eliza, teniendo en cuenta que había dicho que cubriría su espalda siempre que ésta lo necesitara. Por suerte, eran tres, por lo que no deberían de tener mucho problema con el kaijuu, por más que tuvieran que también preocuparse de los categoría cero.

- Líder, ¿ordenes? - Preguntó al final, esperando las indicaciones de la persona en la que había decidido confiar. En la simulación, había demostrado ser más que capaz para esa posición, dejando de lado la atracción que la rubia podía sentir por ella. Esta vez, no atacaría como una adicta al conflicto, sino que esperaría las ordenes necesarias antes  de actuar.

Eliza estaba consciente de que esto ya no era una simple simulación, así que estaba enfocada al 100% en pasar con vida esta misión, solo debía tratar esto como la final de una competencia de videojuegos.

-Estoy de acuerdo, Tanya-su tono era serio, aunque no ocultaba la tensión que tenía.

-Intentemos atraerlo un poco pero si la ciudad, las personas o nuestras vidas corren peligro no me importa perderlo en el mar.

Usando sus conocimientos previos de esta máquina, maniobró para quedar de frente en la costa de donde llegaría el kaiju y por el intercomunicador les dijo a sus compañeras.

-Una a la izquierda y otra a la derecha. Intentemos rodearlo formando un cerco para evitar que escape o avance. Solo nos moveremos cuando lo tengamos.

Solo no hagas nada imprudente, Tanya. Quiso decirle a su compañera pelirubia, pero se contuvo para evitar dejar llevarse por sus emociones.

“Por fin frente a frente, y esta vez de verdad”.

Pensé al ver con mis propios ojos a ese monstruoso kaiju y la oportunidad de parar con mi propia fuerza la destrucción que acarreaba consigo.

Nuestras órdenes eran claras y no veía pero alguno en el plan de Torres, troté a mi mecha a la izquierda de la líder dispuesta a formar el cerco y no dejar escapar a ese maldito y su prole.

-Entendido, ¿pero qué hacemos con los pequeños?-dejando salir un poco mi aspecto vengativo, propuse-. Sugiero acabarlos con nuestros ataques más básicos, si los acabamos tal vez podamos provocar al grandote.

Mis manos jugaban con los mandos de disparo esperando por fin desquitar toda esa ira acumulada desde el orfanato.

- Bueno, si se mete al mar, lo mejor sería no acercarse demasiado. No sabemos cómo podría reaccionar el kaijuu. - Respondió a su líder, mientras evaluaba un poco la situación, a pesar de que ese no fuera el fuerte de la rubia. Ella era más de dejar las decisiones al resto para dedicarse a lo que sabía hacer mejor. No obstante, era verdad que no podían permitir que los atacantes pasaran el perímetro. Después de todo, esa había sido una de las ordenes por parte de sus superiores. La ciudad tenía prioridad. Aún así, la rusa dudaba que el kaijuu fuera a escapar cuando tenía como objetivo la ciudad. Probablemente aprovecharía para prepararse para un nuevo ataque mientras estuviera en el agua.

- Bien, yo iré a la derecha. No dejaré que pase por mi lado. - Parecía un buen plan, de ese modo, la criatura tendría una cierta dificultad para pasarlas, y a la vez podrían atacar a los categoría cero cuando estos intentaran pasar también. Sólo debían de mantenerse lo suficientemente atentas a todas las posibilidades, y dándole la misma importancia al categoría tres como a sus pequeños compañeros. No podía pasar ninguno de ellos, de lo contrario tendrían problemas. Por otro lado, era preciso que se deshicieran, lo más rápido posible, del líder, para poder limpiar al resto con cierta facilidad. Tanya no dudaría en usar su mejor ataque para erradicar por completo a su oponente. Deseaba redimirse de su anterior fracaso, y demostrarle a la pelirroja que no cometería los mismos errores. Sería un muro impenetrable.

- Pues les matamos al igual que a su líder. Tenemos que estar atentas a estos también. Eso te lo dejaré a ti. Cuando el líder se acerque lo suficiente, yo podría asestarle un buen corte a su cuerpo. ¿De acuerdo, Eliza? - Les explicó a ambas, esperando que su líder de escuadrón estuviera a favor del plan. Después de todo, lo suyo era más el combate cuerpo a cuerpo, lo que debería de ser de utilidad contra la enorme criatura. Mientras ella atacaba, de su lado, al kaijuu, su compañera rusa podría encargarse de los pequeños. De cualquier manera, daba igual quién lo hacía, lo que importaba era terminar con aquello cuanto antes y que la misión resultara un éxito. A pesar, de que la rubia habría deseado una buena pelea, no quería ser un estorbo para su equipo, ni mucho menos decepcionar a Eliza.

En el momento en el que posicionó, se preparó para la llegada de los kaijuus, atenta a la oportunidad para dedicarle un daño considerable al líder de estos.

Rápida como una verdadera felina, Eliza avanzo hasta ponerse frente al trayecto del Kaiju, tener tal bestia acercándose, aunque fuese bastante la distancia entre ambos le hacía temblar de miedo. Pero al no estar sola podía soportar esa terrible impresión y enfocarse en pasar esta misión.

Se por todos los juegos que este no es un ataque aleatorio.

La pelirroja miro las pantallas que le mostraban la ciudad a sus espaldas, ya que los otros puntos eran como mínimo blancos obvios.

¿Qué oculta la ciudad?

Guardando sus dudas para después asintió a sus compañeras.

-Ambas tienen razón, pero los pequeños no son nuestra prioridad, acabarlos es un bono. Pero nuestra meta es Orcus, si te ataca Natasha, te dará la espalda Tanya, y viceversa, a cualquiera que ataque, las demás podrán dañarlo por los costados.

Una vez que todas estuvieron en posición dio la siguiente orden.

-Mientras ataquemos a distancia, aunque sea poco, daño es daño. Y no se aproximen al agua, sospecho que esa cosa puede saltar y arrastrarnos.

Los mechas se posicionan rápidamente alrededor de Orcus, ignorando a los kaijuus categoría cero que se abren paso hacia la ciudad.

Un certero disparo de Eliza basta para desatar la ira de Orcus que carga contra Nyx, lanzándole un potente puñetazo haciendolo retroceder unos 100 metros, para luego centrar su atención en Eliza, al tiempo que Tanya lanza una feroz carga contra el kaijuu propinándole un potente golpe de espada, el cual, pese a no lograr cortar la gruesa piel del kaijuu, termina por desestabilizarlo dejándole una enorme quemadura en la zona donde impactó el arma.

Tras el intercambio de golpes entre Nyx y el kaijuu, se pone en evidencia que este kaijuu no era un adversario que pudiera ser confrontado a corta distancia, pues su piel era en extremo resistente y su fuerza bastante brutal.

Al ver que el enorme kaijuu optaba por atacarla a ella, Tanya suspiró aliviada, prefiriendo ser ella quien recibiera el ataque antes que Eliza, que era quien había realizado el disparo. No obstante, habría pensado que podría evadirlo, si bien, la velocidad de la criatura fue tan impresionante que no pudo hacer mucho al respecto, antes de sentir aquel poderoso puñetazo por parte del despreciable ser, al punto de hacer que toda su cabina vibrara y varias alarmas sonaran a su alrededor, alertando el estado crítico, que aquel ataque, había dejado a Nyx. No había hecho más que recibir un ataque que su robot ya se encontraba casi fuera de combate. Ese kaijuu era un verdadero problema, debían eliminarle cuanto antes, de lo contrario, sería una amenaza para las tres, no debían de andarse con cosas pequeñas. Tenían que usar sus mejores ataques.

Por suerte, la rubia aprovechó aquel ataque por parte de la criatura, para asestarle un poderoso ataque, que si bien, no tuvo demasiado éxito debido a la resistente piel de Orcus, aún así, sirvió lo suficiente como para crear cierto daño en él y desestabilizarle, dejándole preparado para que la otra rusa le atacara con todo lo que tenía preparado y buscar terminar con aquello cuanto antes. Sin dudarlo, Tanya optó por elevarse en el cielo con el sistema de vuelo de Nyx, ya que, de lo contrario, si se quedaba cerca de este, era probable que no pudiera resistir otro poderoso ataque del enorme kaijuu. Además, parecía que era muy resistente a los ataque cuerpo a cuerpo, por lo que mejor era permitir que Eliza o Natasha le dieran el golpe final. En el caso de que la situación fuera a empeorar, la rubia no dudaría en caer encima de la criatura con una poderosa estocada desde el cielo.

- Los ataques cuerpo a cuerpo no son muy eficaces con este... usen lo mejor que tengan a distancia. No puedo continuar peleando con él, dañó demasiado a Nyx. - Expresó antes de intentar elevarse en el cielo con su capacidad de vuelo. No obstante, no dudaría en proteger a Eliza si era necesario. Se lo había prometido, que le cuidaría la espalda, sin importar qué tuviera que hacer. El kaijuu podrá ser muy poderoso, pero si las tres atacaban con todo lo que tenían, no tendrían problema en derrotarle. Sólo debían de actuar con cautela, ya que su oponente era bastante resistente, al menos a los ataques de Tanya. En aquel momento, habría deseado tener un arma a distancia con la cual poder hacer frente desde el cielo a la criatura, brindándole apoyo a sus compañeras.

Ahora es mi oportunidad.

No desaprovecho esta oportunidad, así que no debo fallar mi mejor golpe.

¡Apártense si no quieren salir lastimadas!

Sé que Tanya no está al rango, pero no importa. Ha llegado el momento de luchar y por la que tanto he esperado.

¡Muere, maldito insecto!

Debí escuchar esa frase de alguna vieja serie.

Eliza se preocupó al ver a Tanya y su Nyx recibir tal daño, por un momento que le pareció una eternidad se congeló y no pudo responder, hasta que una nueva serie de sacudidas la regresó a la realidad.

Eso estuvo cerca... no debo paralizarme de nuevo. Tenemos que regresar todas a salvo. 

Aprovechando el ataque de Tanya cuerpo a cuerpo y la ráfaga que lanzaba Natasha, Eliza cargó su arma a distancia enfocándose en no fallar, ya que era un disparo casi único.

Aunque sentía que sus nervios la traicionaban, pudo presionar el gatillo en último momento, enfocándose en que al terminar podría distraerse como una chica normal.

Pero el impacto del retroceso no le permitió ver si había fallado en el objetivo, solo podía observar impotente mientras su mecha se aferraba al suelo y esperaba que su disparo hubiese acertado. 

-Chicas, retírense. Podemos acorralarlo si seguimos así... Tanya, no te vuelvas a acercar al kaijuu

Los disparos de Natasha y Eliza pasan algo desviados, lo que permite a Prcus seguir en pie.

La enorme bestia, consciente que el Nyx se encontraba fuera de su alcance, decidió cargar contra el Volk, pues en este momento representaba la mayor amenaza para su vida.

Una veloz arremetida del kaijuu amenaza con sacar de balance al lobo de hierro, el cual podría quedar atrapado entre las poderosas fauces del kaijuu que amenazan con triturarlo como si se tratase de una lata de refresco.

Para empeorar las cosas, reciben una transmisión del Avalon.

Oigan trío de taradas. ¿Qué mierda hacen todavía en la bahía? Les ordené proteger el centro de la ciudad, dense prisa o perderemos nuestras instalaciones de investigación junto con el nuevo generador Epsilon. 

La voz de Drake no dejaba lugar a dudas, el hombre estaba furioso, pues lo que estaba en riesgo era demasiado valioso para la iniciativa como para dejarlo abandonado así sin más.

- Comprendido, Eliza. - Siguiendo las instrucciones de su líder, Tanya optó por remontar vuelo, distanciándose de la colosal criatura para esperar su momento. En el estado en el que se encontraba su mecha, no estaba en condiciones para atacar cuerpo a cuerpo, de manera constante, al kaijuu. Sólo podría atacarle una vez más, y luego correría el riesgo de que Nyx fuera destruido. No tenía otra opción más que atacar a distancia con sus cañones automáticos, a pesar de que estos no le hicieran mucho daño a su oponente, al menos hasta que viera una excelente oportunidad para rematar a Orcus con un poderoso ataque. No podían retirarse, no cuando la ciudad dependía de ellas, y la rusa no pensaba dejar sola a las pelirrojas en esa situación.

En ese momento, el kaijju decidió realizar su siguiente acción, al notar que la rusa se distanciaba de él, concentrando su atención en las otras dos que le estaban atacando. Sin dudarlo, se abalanzó sobre Natasha, la camarada rusa de Tanya, provocando que la rubia se preocupara por ésta, ante el hecho de que la enorme criatura era capaz de destruir a un mecha con tan sólo un ataque, por lo que estaba claro que la pelirroja no estaría segura si ese ataque impactaba sobre su robot. La rusa notó la necesidad de destruir al kaijuu cuanto antes. De lo contrario, no durarían mucho en pie. Lamentablemente, sus compañeras no habían logrado acertar sus ataques, por lo que se encontraban en una condición precaria, en la que podría ponerles en riesgo a ambas.

Lo peor de todo fue cuando Drake les hizo llegar aquella transmisión, bastante molesto con el hecho de que no estuvieran en el centro de la ciudad. La forma en la que este se había dirigido hacia ellas, había realmente molestado a Tanya, quien estuvo a punto de contestarle a base de insultos, si bien, al final, cambió de parecer, porque no quería que luego el cabrón se desquitara con Eliza, quien era la líder del escuadrón. La rusa sabía que debía comportarse, ya que no era sólo ella la que se vería afectada si le respondía de esa manera a un superior, teniendo en cuenta que la pelirroja estaba a cargo de ella. Suspirando, permaneció en silencio, mientras apuntaba sus cañones a Orcus, con la intención de dispararle a la cara. No le haría mucho daño, pero si lo suficiente para molestarle mientras ella se encontraba en el aire. Sólo debía de acertar su disparo, algo difícil, teniendo en cuenta que no tenía muy buena puntería. Encima, el hecho de que Drake les hubiera hablado de esa manera, cuando ellas habían actuado como correspondía, la había cabreado mucho como para dificultar su puntería. ¿Estaba loco? No era buena idea ir al centro de la ciudad, ya que los kaijuus no harían más que desastre allí. Era mejor retenerlos en la bahía.

¡Holly crap! ¡Maldición! ¡Fluch! ¡Tengo que esquivar esto!

Viéndome atacada y además de que a esta bestia maldita no le pasase nada, jalo de los controles a todo lo que dan sin miedo a romper las palancas o cualquier cosa, solo quiero que esto funcione tan rápido como yo le pido.

Y moviéndome junto con Volk me lanzo de un salto hacia atrás esperando que ese monstruo no alcance a tocarme, y aunque siento que podré lograrlo un sudor frío recorre mi espalda al sentir la muerte tan de cerca.

Tanquila, tranquila... si quiero matarlos debo de estar lista para morir también... pero por ninguna maldita broma me iré tan fácil.

Eliza no quería abandonar a nadie, pero igual que en el nivel final el videojuego se encontraba en una encrucijada: acabar con el enemigo al cual apenas podían dominar entre tres o retirarse a la ciudad. La pelirroja intentó escoger un punto medio entre ambas.

-¡Tanya, Natasha! ¡Nos retiramos a la ciudad, así mantendremos la distancia contra el kaijuu mientras  lo atacamos al mismo tiempo!-sin querer ofender a la pelirubia, pero sin querer exponerla al peligro de la batalla, le indicó-. Tanya, tú encárgate del enjambre. ¿Puedes hacerlo desde el aire y sin exponerte al peligro? Además, usa tus sensores para darnos una idea de la situación en la ciudad. 

Sin esperar, decidió tomar distancia al mismo tiempo que perseguía a los pequeños. Para cubrir su retirada, Eliza atacó al monstro en un intento de disminuir su velocidad y además de darle una oportunidad al Volk de Natasha para poder librarse de un combate cercano.

-¡Natasha, aléjate! No debemos exponernos a un combate cuerpo a cuerpo.

Las pilotos se repliegan rápidamente hacia el centro de la ciudad en donde los categoría cero campean a sus anchas aprovechando su menor tamaño, mientras Orcus causa algunos destrozos en la bahía.

Al Volk y al Blade Lion no les cuesta mucho trabajo moverse por la ciudad, pero el Nyx, debido a su tamaño superior debe moverse con cierto cuidado para no causar destrozos mayores.

Al oír la instrucción de su líder, la rusa sonrió, complacida con lo determinada que se mostraba la pelirroja, a pesar de que la rubia considerara de que Orcus continuaba siendo una amenaza importante. Sin embargo, era verdad que no podían ignorar demasiado al idiota de Drake, o de lo contrario Eliza tendría más que un problema al respecto, y, la rubia no deseaba que su compañera tuviera problemas por desoír a ese bastardo. - No tengo tan buena puntería para encargarme desde el aire del enjambre... podría destruir alguna construcción. Lo mio es más el combate cuerpo a cuerpo. - Le explicó a la pelirroja, mientras decidía ir tras el enjambre. Con ayuda de una de las dos, podrían de acabar con el enjambre con un poco de esfuerzo. El problema principal era que Nyx no podía recorrer la ciudad sin riesgo de destruir todo a su paso, por lo que debía de buscar lugares bastante abiertos para aterrizar desde el cielo. Aquello dificultaba un poco la tarea de acabar con los kaijuus.

Sin pensarlo demasiado se adentro en la ciudad volando, con la intención de aterrizar cerca del centro de la misma, donde pudiera desplazarse con cierta libertad, viendo si era posible atacarles con su espada en el caso de que estuvieran lo suficientemente cerca. Al ser pequeños, podían ser bastante escurridizos, en especial, teniendo en cuenta que su objetivo habría de ser otro, cuando no podrían hacerle mucho daño a los mecas. Lo bueno era que Orcus había optado por no ir tras ellas, prefiriendo continuar causando destrucción en la bahía, algo bueno. Luego podrían encargarse de él en cuanto terminaran su asunto con los categoría cero.