Partida Rol por web

Cuando Tanya atacó, una enorme serpiente emergió de la arena y bloqueó el ataque del Nyx con su cuerpo.

La enorme serpiente observo el mecha de la rusa con malicia y exhaló un torrente de llamas sobre sus tres rivales, mientras el kaijuu pequeño lanzó un feroz rugido antes de descargar sendos rayos de luz de la gema de su frente.

Ambos kaijuus fallan la mayoría de sus ataques, sólo conectando aquellos que iban dirigidos hacia Eliza, causando algo de daño a su mecha.

Mientras tanto, Hiroko lanzaba ataques a diestra y siniestra aniquilando a poco más de la mitad del enjambre.

-No!!

Eliza grito al escuchar la tranmisión, su ira era no tanto por la traición, sino porque su amiga y su novia estaban en peligro y ella no podía hacer nada.

Intento de nuevo que su león activase sus armas, pero sin resultado, así que, al estar recibiendo los ataques, solo pudo pensar como una gamer.

Si mis compañeros pueden subir el puntaje de la partida, necesito ganar tiempo.

-Chicas, no se asusten…

Yo estoy asustada… por favor ustedes no…

-Ya nos caía mal, así que Hiroko, disculpa si desobedezco, pero atacare primero. Tanya… confió en ustedes.

El Leon se lanzó a sus órdenes en un ataque sin armamento, como un gato su intención era prenderse del cuerpo del Kaiju para realizar el mayor daño posible.

En la cabina Eliza estaba sudando frio, el movimiento del Liger siendo atacado y realizando saltos para atacar en un baile mortal no era lo suyo.

La transmisión hace que me quede blanca en mi cabina. Todo mi cuerpo tiembla y mi respiración se acelera. Michael... gimo, más que digo.

Pero ahí fuera aún dos personas dependen de mí. Tengo que intentar derrotar a estas cosas, luego veremos.

Chi... cas... mi voz sale temblorosa por los altavoces, sin poder controlarme, concentremos ataques...

Maniobro el mecha de modo que quede entre ambos kaijus, para que si me atacan y Esquivo se golpeen entre ellos.

Tanya maldijo en ruso, su ataúd había sido bloqueado por el segundo kaijuu que, efectivamente, estaba esperando para frustrar sus planes y estrategias.

La siguiente transmisión no hizo nada más que cabrear todavía más a la rusa, que apretó los dientes y cerró los ojos con fuerza.

Los volvió a abrir para asestar un golpe al kaijuu que había aparecido de debajo de tierra.

- ¿Creéis que podremos aguantar? - preguntó al equipo cuando se dio cuenta que un segundo ataque no hacía demasiada mella en la dura piel de la gran sierpe - Deberíamos considerar la retirada, si no pensamos darle la razón al malnacido que nos ha traicionado, no serviremos de mucho fuera de combate.

Miró a los dos mechas de sendas compañeras hacer sus maniobras.

- ¡El objetivo de los kaijuus no sin las instalaciones sino nosotras! - exclamó.

Observo los Kaijus. De momento me quedo entre ellos, buscando que si me disparan y les esquivo el otro pueda llevarse el ataque, y cargo con mi espada contra el débil, dejando a la serpiente para después.

Escapas, iros de aquí. Yo les entretengo digo, a sabiendas que seguramente sea mi fin. Pero mejor solo una que las tres, ¿no?

La serpiente sigue interponiendo su enorme cuerpo entre ustedes y su compañero, las gruesas escamas de la bestia hacían especialmente difícil que sus ataques la dañaran con facilidad, tal vez deberían abordar la situación con otro enfoque, pues estaba claro que su estrategia actual no estaba funcionando.

Lamentablemente para ustedes, la enorme bestia no se limitaba a recibir golpes, sino que también los devolvía, tal como pudo comprobar Hiroko al recibir aquél poderoso coletaso de la bestia que la forzó a retroceder.

Por su parte, Rómulo, el kaijuu león continuó con sus disparos rápidos sobre ustedes, causando severos daños en los mechas de Hiroko y Tanya.

En lo más aciago de la batalla reciben una transmisión del laboratorio mientras un pequeño cohete es disparado al cielo desde las instalaciones seguido de un segundo disparo.

Retrocedan les daremos tiempo la muralla debe bastar para contenerlo mientras Galileo restaura sus máquinas. 

El primer cohete explotó en el aire liberando varios poyectiles que rodearon el laboratorio creando un perímetro de seguridad y el segundo impactó en la arena abriendose como una flor liberando una neblina gris, muy posiblemente nanites

El Lion salto a las ordenes de la pelirroja lejos del Kaiju, sin sus armas era dificil pelear, así que recibir aquella señal de radio era una señal clara de que tenían una oportunidad.

-Hiroko retrocede, no necesitamos que la lider de las Valkyrias tenga alas antes de tiempo ¡Te necesitamos viva!

De ser necesario la llevaría a rastras con su Lion, Eliza no tenia dudas en eso, ademas estaba el asunto de salir vivas todas.

-Tanya... -Sabia que no debía decirlo en plublico.  Te amo.

En frecuencia abierta estaba declarando sus sentimientos, si aquella pelea definia la tracipon de su jefe, entonces ella no necesitaba atarse a esas estupidas reglas. 

Mi respuesta es inmediata. La traición nos ha pillado completamente de sorpresa, y con los mechas tan inutilizados cualquier momento de respiro es bueno. Aunque no me hago ilusiones, sé que lo tenemos difícil para sobrevivir.

Muevo de inmediato mi mecha hacia atrás, mientras gruesas lágrimas silenciosas ruedan por mis mejillas al pensar en Michael. Si yo muero, quisiera que él al menos siguiera vivo.

Miro a mis compañeras. Ellas son seguramente el único motivo por el que no he abandonado mi máquina y he salido corriendo.

El equipo había quedado dañado después de aquel ataque, pero, por el aspecto, el mecha que más daño había sufrido era el de su pareja, Eliza. En un suspiro, Tanya, dejó escapar la tensión que la mantenía en vilo por la seguridad de la pelirroja.

La rusa realiza el mismo movimiento que la jefa de equipo y se posiciona a su lado cubriendo a Eliza.

- ¿Alguna idea? - pregunta a sus compañeras mientras analiza la situación con la mirada, por si puede aportar alguna idea ella misma.

Tanya se sonroja al escuchar la señal de radio de la pelirroja.

- Eliza... - alcanza a decir - mantente a salvo, nosotras ayudaremos a aguantar en la retirada.