Partida Rol por web

Munro se ríe un poco cuando te ve nervioso por asuntos tan triviales como el dinero.

 Bárbara ¿cómo van los papeles del señor Witt? Me imagino que estará ansioso por verlos y olvidarse de esa clase de problemas.

 Están casi listos, sólo falta que el gestor valide el código de la cláusula.

 Bien, haz que sea realidad hoy mismo. ¿Tienes suficiente para empezar a trabajar ahora? —pregunta a Dominic mientras empieza a hacer unos pasos—. Ven, te enseñaré el despacho. Está bastante apartado, eso sí, pero si no es molestia úsalo como te convenga.

Camináis por los pasillos cambiando de área, viendo como científicos apuntan datos de seguimiento o realizan pruebas. Por el camino también veis los estanques para el cultivo de homúnculos y el señor Jenkins se asegura de que los has visto, aunque al ver que es así nisiquiera se molesta en presentártelos.

 Todavía tiene cosas de su antiguo dueño —dice mientras saca las llaves para abrir la puerta del despacho y dobláis la esquina.

Estáis en la parte más exterior del edificio, hay una hilera entera de despachos, y más allá todavía hay más taquillas para los que no tienen. Munro se acerca un poco más a una de las puertas, y mete la llave. El despacho elegido no es de los más grandes, pero si que tiene un tamaño mayor al común.

 No pongas nada por ahí ni ahí, mañana se llevarán todo lo que esté ahí. No cierres con llave o no podrán llevárselo —dice mientras te extiende la llave—. No la pierdas, han dejado de hacer estos paños y todavía son todos iguales. Preferiría no tener que cambiarlo. Por cierto... —Munro respira hondo y expira, se le ve ¿nervioso?—. Si te quedas un buen rato, ¿por qué no te quedas a cenar? Aparte de firmar, podemos celebrar que estés aquí con nosotros y te presento a alguno más. Probablemente luego me olvide de todo lo que no sea trabajar y es una buena oportunidad.

¿Tienes suficiente para empezar a trabajar ahora?

-Podría empezar si tenéis algún animal de los que he mencionado. Creo que he visto una sala con animales, mmm ¿quizá podría echar un vistazo para ver si alguno podría servirme? Solo necesitare unas pocas células, pelo o piel, no importa. 

Todavía tiene cosas de su antiguo dueño

Dom tiene curiosidad. - "¿Antiguo dueño? ¿Habrá sido despedido?" - Echa un vistazo rápido a lo que aún queda del antiguo dueño ya que luego podrá verlo detenidamente cuando Munro no esté en el despacho.

No la pierdas, han dejado de hacer estos paños y todavía son todos iguales. Preferiría no tener que cambiarlo. Por cierto... 

 Dominic empieza a adentrarse en la sala, camniando mientras mira el despacho de arriba a abajo, con total parsimonia. Es mucho más grande de lo que esperaba, y todo eso iba a ser suyo. Solo suyo. Siente como si ese siempre hubiera sido su lugar, como si regresara a casa después de un largo viaje. No puede evitar sentir algo en el estómago, después de todo lo que ha pasado en su infancia, por fin todo le está dando sus frutos.

 Si te quedas un buen rato, ¿por qué no te quedas a cenar? Aparte de firmar, podemos celebrar que estés aquí con nosotros y te presento a alguno más. Probablemente luego me olvide de todo lo que no sea trabajar y es una buena oportunidad.

 - Ah, si claro. Me parece bien. - Dice un poco sorprendido por como ha notado a Munro al decir esas palabras.

 Claro, ve a ver si encuentras algo —dice mientras tratas de discernir si hay algo interesante sobre aquél que estuviera antes en el despacho.

No parece que haya nada concreto interesante a primera vista, pero hay archivos llenos de papeles que podrás leerte si van a quedarse a tu merced.

 Iré avisando al resto, cualquier cosa que necesites ven a verme o avisa a Bárbara para que me llame, todavía no tienes un teléfono aquí, tienen que montarlo. Siéntete como en casa.

Munro cierra la puerta después de salir y se marcha.

 Iré avisando al resto, cualquier cosa que necesites ven a verme o avisa a Bárbara para que me llame, todavía no tienes un teléfono aquí, tienen que montarlo. Siéntete como en casa.

 - Gracias. - dice Dom sonriendo y asintiendo un poco con la cabeza. Una vez cierra la puerta se gira para ver el resto del despacho. Se queda un rato mirando a su alrededor para ver de qué cosas dispone, pero no le dedica mucho tiempo. Finalmente decide ir a mirar la sala de animales, así que sale del despacho, cierra con llave y se la guarda en un bolsillo de su pantalón; no quiere perderla el primer día.

Revisas algunas cosas del despacho a ojo rapido y enseguida encuentras algo muy interesante.

Polímeros Auto-reparables, por Sven Roth

Los polímeros auto-reparables y los compuestos de polímeros reforzados con fibra poseen la capacidad de curarse en respuesta al daño donde sea y cuando ocurra en el material. Este comportamiento material fenomenal está inspirado en sistemas biológicos en los que la auto-curación es común.

Hasta la fecha, la autocuración ha sido demostrada por tres enfoques conceptuales: sistemas de curación basados en cápsulas, sistemas de curación vascular y polímeros de curación intrínsecos. La auto-curación puede ser autónoma, automática sin intervención humana, o puede requerir algo de energía o presión externa. Todas las clases de polímeros, desde termoestables hasta termoplásticos y elastómeros, tienen potencial de auto-curación. La mayoría de las investigaciones hasta la fecha se han centrado en la recuperación de la integridad mecánica después de una fractura cuasiestática. Este artículo también revisa la auto-curación durante la fatiga y en respuesta al daño por impacto, punción y corrosión.

Los conceptos incorporados por los polímeros de auto-curación actuales ofrecen una nueva ruta hacia productos y componentes más seguros, duraderos y tolerantes a fallas en una amplia sección transversal de industrias que incluyen recubrimientos, electrónica, transporte y energía.

 Continúas hasta las estancias con los animales y buscas entre todos ellos. Sólamente encuentras la mitad de lo que necesitas para hacer todo lo necesario ya que la mayoría de animales son marinos, pero tal vez puedas comenzar con lo que hayas encontrado. Pasas la tarde en el lugar, la calma es extrema y el sol se cuela por las grandes paredes de cristal tintado que dan a los despachos (sólo se ve de dentro a fuera).

El sol se está por poner y continúas trabajando.

 ¿tampoco descansas mucho verdad? —dice Bárbara sesgando la continuidad de tu soledad—. ¿No tienes hambre siquiera? 

Como siempre Bárbara sonríe con una naturalidad fraternal, de alguna manera se hace muy cercana y además presientes que te admira mucho.

 Los demás empezarán a subir pronto —dice mientras se sienta, probablemente entiende que la faena tiene que dejarse en un punto en el que se pueda continuar de forma fácil—. Acabo de hacer el pedido de la cena. ¿A ti te queda mucho? 

Le resulta sumamente interesante ese articulo y se fija en el nombre del autor: Sven Roth. Lo busca por internet para ver qué será de ese científico. Cuando termina se va directo a la sala de animales.

Aunque solo encuentra la mitad de lo que necesita, Dom se pone rápidamente a trabajar. Las pruebas son dentro de poco, y no tiene tiempo que perder.

La calma que se respira desde luego le ayuda a concentrarse y trabajar de forma muy eficiente. No solo el ambiente, todos los instrumentos que podría desear están a su disposición, cosa que le facilita mucho el trabajo. Lleva solamente unas horas y ya siente que puede hacer cualquier cosa en esos laboratorios, se siente como pez en el agua.

 ¿tampoco descansas mucho verdad? —dice Bárbara sesgando la continuidad de tu soledad—. ¿No tienes hambre siquiera? 

Dom levanta la mirada para ver quién está en la puerta, aunque con la voz ya sabe de quién se trata. Mira la hora en su móvil, ya es casi la hora de cenar. - No me he dado cuenta de la hora. - "Tampoco me había enterado que había entrado Bárbara" piensa Dom. Justo recuerda lo que dijo Bárbara al mediodía y se aclara la garganta. - Hola Bárbara. - dice bajando la mirada hacia lo que estaba haciendo. Le cuesta un poco mantener el contacto visual con ella, no sabe muy bien porqué. Sigue con su investigación. -No te he escuchado entrar. Estaba muy metido en la decodificación del ADN de este espécimen. Este fenotipo... se me resiste..., quizá si pruebo con otras enzimas... - Empieza a hablar para sus adentros, pensando en alto. Enseguida se da cuenta que a vuelto a quedarse absorto con sus experimentos. - Ah, perdona. Se trabaja demasiado bien aquí, no estoy acostumbrado. - Dice al mismo tiempo que deja completamente lo que estaba haciendo para poner toda su atención en Bárbara. - ¿Querías algo?

 Los demás empezarán a subir pronto —dice mientras se sienta, probablemente entiende que la faena tiene que dejarse en un punto en el que se pueda continuar de forma fácil—. Acabo de hacer el pedido de la cena. ¿A ti te queda mucho? 

 - Uhmm - se rasca la nuca mientras tuerce un poco el cuello para desperezarse. Empieza a notar todos sus sentidos y los músculos engarrotados. - No creo que descifre ahora mismo el genotipo, puedo seguir en otro momento. La verdad es que empiezo a notar la garganta un poco seca y a tener un poco de hambre. Creo que si fuera por mi, ya hubiera muerto de inanición involuntaria. - Sonríe un poco con su broma.

Se da cuenta de que acaba de hacer una broma sobre morirse a una persona que se esta muriendo. No sabe donde meterse, empieza a ponerse un poco nervioso. Pregunta cualquier cosa para romper el hielo - Uhm, ¿dónde cenamos? O sea, no tu y yo, bueno, sí, quiero decir, la empresa - "Por dios, cállate lo estás empeorando."

Sven ha ido teniendo su estancia en Debert y Kender la mayoría del tiempo, pero como buscas con empeño logras ver que se ha trasladado a Drobbex quién ha invertido en sus estudios para que pueda desarrollarlos en su totalidad logrando ir un paso más allá.

Enlaces de Disulfuro (Materiales biosintéticos autocurativos para máquinas blandas)

El científico nacido en Drobbex Sven Roth, desarrollado un material sintético blando que puede curarse a sí mismo en un segundo después de un daño. Las moléculas de los anteriores materiales auto-curativos deformables tardan varias horas o incluso días en volver a unirse, a menudo con poca fuerza en el punto en que se perforan o cortan. Sin embargo, este nuevo material estirable recupera completamente su estructura y propiedades en un abrir y cerrar de ojos, y puede hacer esto una y otra vez. 

El calamar tarda más tiempo en curarse porque la estructura molecular de las proteínas dentro de sus tentáculos no está perfectamente entrelazada. Con el material inspirado en el calamar desarrollado en el laboratorio, los científicos cambiaron la nano-estructura de las moléculas hasta que crearon enlaces cruzados entre todas ellas. "Una red en la que sólo se conectan unos pocos puntos tendrá defectos, y sus propiedades no serán tan buenas. Conectamos todos los puntos y mejoramos el material más allá de lo que se encuentra en la naturaleza" 

Una red supra-molecular con propiedades de auto-curación sin precedentes no sólo abre un vasto terreno inexplorado de posibles aplicaciones en la robótica. "Los materiales blandos físicamente inteligentes que se auto-reparan son esenciales para construir robots y actuadores blandos robustos y tolerantes a los fallos en un futuro próximo"

Encuentras sus redes sociales y numero de contacto, aunque después del gran hallazgo baja el ritmo de actualizaciones de forma dramática dando pequeños detalles de mejorías en el ya perfeccionado sintético.

*~*~*

 Este fenotipo... se me resiste..., quizá si pruebo con otras enzimas...

Bárbara no parece molestarse por tus divagaciones sino todo lo contrario. Es diferente cuando hablas de la muerte, parece triste, o incluso algo más. El rato se estropea, incluso a pesar de tratar de romper el hielo ya nada es lo que había sido hasta ése momento.

  Lo haremos en el despacho de Munro, no son tantos los invitados, normalmente prefiere que sea en la mesita donde todo empezó.

«¡Pipipi...!» Suena una pequeña alarma en un reloj que lleva bárbara, al ver en la pantalla puede ver como llega alguien a recepción. Probablemente por eso nunca está donde toca.

 ¿Vienes? Me irá bien ayuda.

Los os dirigís en silencio a la puerta de recepción donde espera el repartidor.

 Saludos... —mira a Dominic con cara de pocos amigos, notablemente nervioso e incómodo—. Aquí tienen su pedido. Está pagado, que aproveche. 

 Gracias, qué vaya bien.

En éste momento recuerdas como ha ido evolucionando Bárbara desde el primer momento en que la conociste, siempre ha tenido un toque alegre en torno a ti, pero cuando trata con los demás es en la mayoría de casos simplemente cordial. Os encamináis hacia el ascensor con las bolsas, pero antes de entrar oyes un «¡Pipipi...!» con desplome de cartones y sientes que algo hala tu camiseta reteniéndote fuera del ascensor. Cuando miras al espejo del ascensor ves a Bárbara cabizbaja sujetándola con las bolsas al suelo. Puedes notar que le tiembla la mano desmesuradamente y sin control, parece que va a decir algo importante relacionado con el malestar de antes, pero al final te suelta y mira el móvil.

 Ése repartidor ha pateado la puerta del jardín al salir —dice adoptando una actitud de disimulo—. Como sea, me alegro que estés cómodo aquí.

 ¿Vienes? Me irá bien ayuda.

-Sí, claro. - Se levanta y acompaña a Bárbara hasta la recepción. Camina ligeramente detrás suyo, no solo porque es la segunda vez que camina por esos pasillos y podría perderse, sino por las situaciones un tanto incomodas que ha tenido con ella, que hacen que no se sienta cómodo del todo.

A veces la mira para ver como está, ya que desde que hizo esa broma ha cambiado un poco su tono al hablar. Al mirarla recuerda el primer día que estuvo en las instalaciones, caminando delante de él, indicándole el camino. También recuerda en las primeras impresiones de ella - "¿Cómo en un solo día puede haber cambiado tanto mi visión de ella?" - se pregunta. Le imponía mucho, casi le daba un poco de miedo. Quizá el ambiente en aquel momento favorecieron esas falsas impresiones. Y ahora... parece conocerla bastante más, aunque todavía sea una total desconocida. Se da cuenta de que lleva un rato mirándola y gira la cara inmediatamente. No quiere parecer un mirón o un rarito.

 Saludos... —mira a Dominic con cara de pocos amigos, notablemente nervioso e incómodo—. Aquí tienen su pedido. Está pagado, que aproveche. 

Dom se limita a mirar a Fallon, sin decir ni hacer nada. Una vez se va, ve todas las bolsas que le ha dado y se dirige a Bárbara, con las manos abiertas. - Puedo llevar unas cuantas.

Van directos al ascensor, esta vez se pone a su misma altura. 

pero antes de entrar oyes un «¡Pipipi...!» con desplome de cartones y sientes que algo hala tu camiseta reteniéndote fuera del ascensor.

A Dom le pilla por sorpresa. Se queda inmóvil durante lo que serían unos segundos, pero le parece una eternidad. Se limita a agarrar las bolsas con fuerza y a mirar a través del espejo.

Cuando miras al espejo del ascensor ves a Bárbara cabizbaja sujetándola con las bolsas al suelo. Puedes notar que le tiembla la mano desmesuradamente y sin control, parece que va a decir algo importante relacionado con el malestar de antes, pero al final te suelta y mira el móvil.

 Se gira una vez le suelta. - ¿Estás bien...? - Coge las bolsas del suelo.

 Ése repartidor ha pateado la puerta del jardín al salir —dice adoptando una actitud de disimulo—. Como sea, me alegro que estés cómodo aquí.

Dom no sabe muy bien que decir. Sospecha un poco que esa no es la razón real por la que se ha puesto así, pero tampoco puede estar seguro. Teme que podría haberle pasado algo relacionado con su enfermedad. Un mareo o algún efecto secundario de la medicación. O quizá se ha asustado de verdad, ¿quizá tiene aprensión por los sonidos fuertes? - Puedo llevar estas bolsas yo solo si necesitas descansar o alguna cosa... 

 Ah, gracias... —dice tan sorprendida como avergonzada—. De todas formas vas cargado, y estoy bien. No me acordaba del repartidor. 

Finalmente subís al ascensor que asciende una vez que Bárbara pasa la llave. Mientras alcanzáis vuestra planta se hace un silencio casi tétrico, no parece que ninguno de los dos sepa como romper con el momento anterior y pasar al siguiente. Una vez que se detiene el ascensor a Bárbara no le queda más remedio que hacer un esfuerzo extra.

 Pues ya llegamos, ¿Tienes ganas de conocer a todos? —Bárbara sonríe a Dominic con la misma ternura de siempre, logrando cambiar el momento y devolverlo parcialmente a la normalidad—. No te preocupes, sólo estarán los más importantes.

La puerta se abre, y ves que hay algunos cambios en el salón.

_{Imagen del  salón de Munro el ultimo día que lo viste}

El sillón de Munro está puesto en la punta de la mesa donde os reunisteis y ahora hay además de Munro, cuatro personas más. Sólo quedan dos espacios disponibles y Bárbara se adelanta a dejarlo todo en la mesa y empezar a organizar.

 Ya lo hago yo, no te preocupes. Puedes sentarte.

 Por fin habéis llegado, aquí todos tenemos hambre. Cuando no trabajamos tenemos hambre, y cuando no comemos tenemos hambre de saber ¿verdad? —todos ríen en grupo en la pausa de Munro—. Ven, ven, te presento. Aquí tenéis a Dominic Witt.

Munro empieza a señalar con el brazo a todos mientras habla de ellos.

 Al fondo a la izquierda tienes a Lucas Chambers, es el consejero externo al laboratorio. Él es de gran ayuda para mantener el éxito;

 Encantado Sr Witt —mantiene una media sonrisa mientras lo miras.

En frente tienes a Elise Boyle, es la directora de estudios de física del prana aplicados a la biología;

 Bienvenido Witt —sonríe con cariño—. Por fin alguien que sabe algo de prana, será un alivio tu llegada

A su lado, Jessica Probs, experta y directora del area de bio-technología;

 Encantada. —apaga el cigarro en un cenicero de agua, con lo que no sale más humo tal cual lo deja caer.

Al otro lado, Kazune Shigeki, experto en el área de las relaciones neuronales con el alma.

 Ah... bienvenido —dice como tímido.

_{La mesa del despacho en éste momento, con el sillón de Munro en su punta}

Justamente tu lugar está al lado de Jessica, quién aparte de parecer la más insocial fuma un tabaco bien duro.

A Dom se le hace eterna la subida en ascensor.

 -Pues ya llegamos, ¿Tienes ganas de conocer a todos?

- Sí, pero no se me da muy bien socializar. Me preocupa un poco.

 -No te preocupes, sólo estarán los más importantes.

Dom no sabe si le tranquiliza que hayan pocas personas o le pone aun mas nervioso que sean las mas importantes. De repente se da cuenta de que esta cogiendo las bolsas con demasiada fuerza. Al relajar los músculos, nota un ligero alivio.

Una vez se abren las puertas del ascensor, Dom ve a los asistentes y su primera reacción es apartar la mirada. Se fuerza a mirarlos y saluda con la cabeza con un gesto hacia abajo, en modo de pequeña reverencia, mientras van saliendo del ascensor. Acompaña a Bárbara allá donde va ella para dejar las bolsas. 

 -Ya lo hago yo, no te preocupes. Puedes sentarte.

Se dirige hacia la mesa justo cuando Munro lo llama. 

 -Ven, ven, te presento. Aquí tenéis a Dominic Witt.

- Hola, encantado de conocerlos. - dice con sinceridad pero un poco nervioso.

Se queda de pie, delante de la mesa. No sabe si sentarse o permanecer de pie hasta que le indiquen su sitio. Finalmente pregunta donde se puede sentar. Mira a Munro y pregunta bajito - ...Uhmm, donde...? - Y mira a los asientos.

A cada persona que Munro presenta, Dom tiende su mano para dar un apretón de manos a cada uno mientras va diciendo: encantado, un placer, etc.

En todo momento Jessica se comporta muy indiferente, y es reacia a aceptar los halagos que Dominic recibe por parte de Munro sin que sean demostrados con hechos concretos que Munro no tarda en empezar a desvelar, como los planes de Dominic para hacer sus homúnculos y su participación en las pruebas de la CPP. Finalmente Jessica se consigue relajar a medida que todos termináis hablando de proyectos interesantes dejando un poco de lado el hecho de que Dominic es nuevo, además Elise también se ha encargado de que Dominic esté cómodo defendiéndolo de tanta duda. 

Bárbara tiene una posición privilegiada en la mesa, al igual que tu. Ambos estáis al costado de Munro, y si bien podría esperarse que Bárbara fuera la encargada de servir, cuando se desea algo Munro avisa a otra persona que le ayuda, o lo hace él personalmente.

Parece que Elise es vegana, pero Bárbara ha pedido para todos los gustos y eso también la incluye a ella. Llegado el momento Munro saca una botella que se ve todavía más imponente que «Calmana», la que Dominic probó el otro día. Además algunos han estado bebiendo champagne ya toda la velada y Jessica ha perdido del todo su actitud rígida. Kazune que parecía el más sereno también está más que contentillo, pero no son los únicos que se animan a las rondas de chupitos, además da toda la sensación de ser un «tramite» imprescindible de la celebración.

Dom intenta rebajar las palabras de Munro para no crear unas expectativas falsas. Tampoco quiere parecer engreído ante los demás. De todas formas, nunca ha sentido que fuera especial en ningún sentido, las cosas que ha ido logrando en su vida han surgido de forma muy natural en él. Nunca le ha costado estudiar o sacar notas altas en prácticas y exámenes, por eso nunca lo considera como una gran hazaña.

Dom intenta beber lo mínimo posible, no quiere montar una escena. La única vez que bebió en su vida fue con Munro, y no fue más que un vaso. Da pequeños sorbos frecuentemente para que el resto vea que bebe, pero sin acabarse el vaso para que no se lo rellenen. No tiene la confianza suficiente como para emborracharse delante de ellos, cosa que ellos parecen estar acostumbrados. - "Quizá hagan este tipo de cenas a menudo" - Piensa Dom mientras ve al resto beber y relajarse sin problema.

Bebe algún chupito cuando lo hace el resto, pero no tarda en rechazar alguno que otro, quejándose de tener la barriga llena.

En algún momento, al ver que no acepta las facilidades de Munro sin rechistar, Jessica cambia de bando y empieza a animarlo a que se lo pase bien, así que rellena los chupitos de Dominic para que beba cuando quiera, aunque no le insiste de más. 

 Pásalo bien hombre, es tu día —dice mientras rellena el chupito.

Dominic no tarda en notar que ella y Kazune chocan bastante, por las bromas de Kazune hablando de su intimidad, tiene toda la pinta de que tuvieron algo en algún momento. Mientras piensa en ello siente como el muslo de la directora de bio-tecnología entra en contacto con él ¿Se habrá dado cuenta? no parece molestarle.

Lucas Chambers no se entromete mucho en la conversación que hay entre Elise y Bárbara hablando de su estado de salud, aunque Bárbara parece que no te quita el ojo de encima y trata con dificultades de hablar contigo preguntándote cosas más bien personales, finalmente consigue que Elise acabe interesada en ti también y entre las dos tratan de conocerte más. 

 Eres muy guapo Witt, seguro que tienes muchas admiradoras ¿no?

 ¿Tienes novia? —pregunta animada abriendo los ojos, muy expresiva y jovial— ¿Te gusta alguna compañera de las pruebas?

 No me imagino que tipo de chica le gustará —mira a Munro pensando en algo.

Te das cuenta de que han empezado a preguntar directamente en vez de hacer indirectas, parece que Bárbara había estado haciendo acopio de preguntas para éste momento.

 ¿Tienes que venir desde muy lejos cada día?

 ¿Vives por aquí Kendra? ¿Sólo? Eres muy joven digo, no pregunto por nada raro eh —jijiji.

De hecho parece sospechosa la actitud de Elise con Bárbara, pero parece que se han sincronizado durante el avasallamiento, las preguntas de Elise parecen una traducción de las de Bárbara. En medio de todo esto suena una notificación en tu movil, que pasa totalmente desapercibida por todos excepto Jessica que tiene el muslo pegadito al movil, y te sonríe. Parece que has olvidado el bloqueo ésta vez.

 Elise es la más joven de nosotros — dice taimada, con su amable calma característica— No llega a los treinta años.

 ¿Él? —dice entendiendo por donde va Bárbara—. Bueno si es responsable sería válido, pero eso ya lo vemos otro día eh, para eso estamos conociéndonos ¿Verdad? —dice con la cara roja como un tomate, ahora muchísimo más tímida que al preguntar antes.

Munro de mientras se divierte explicando anécdotas de científicos en expediciones donde convivió con Kazune, Jessica y Bárbara durante la juventud, se lo pasa pipa, parece que su historia es la más duradera entre toda la empresa y han levantado esto...¿entre los tres?

Llega un momento en el que Lucas se levanta de súbito, con su media sonrisa.

 Es suficiente —suena con convicción, y todos se callan al instante—. Me iré ya que mañana viajo a Drobbex y se hace tarde.

 Bien —dice con serenidad absoluta, como si pudiera controlar a la perfección la reacción del alchol—. Te acompaño Lucas, bien visto, el tiempo pasa rápido pero mañana no es día libre. Os quiero a todos despejados, así que...

Los dos se adelantan hacia el ascensor y Lucas le comenta algo en tono bajo a Munro, después hace una mirada a Dominic y los dos entran al ascensor.

 Bárbara «cariño», te encargas ¿vale? 

  Buenas noches, nos vemos.

 Claro, claro —sonríe a Munro con cariño mientras se levanta—. Queréis quedaros un rato más o ... ¿necesitais algo?

Parecen dispuestas en que Dominic decida, pues se lo piensan bastante.

Lucas Chambers no se entromete mucho en la conversación que hay entre Elise y Bárbara hablando de su estado de salud

A Dom parece interesarle bastante el tema, y aunque no se mete en la conversación, está escuchando qué dicen. Hoy está especialmente pendiente de Bárbara, no solo por encontrarla de esa forma al mediodía y descubrir sobre su enfermedad, sino también por el momento previo a subirse al ascensor. A Dom le fascinan los misterios, y Bárbara era uno, cosa que le intrigaba mucho. Pensando en ello, toma un sorbo de su copa.

 - Eres muy guapo Witt, seguro que tienes muchas admiradoras ¿no?

 Casi se atraganta con su propia bebida. Nunca nadie le había dicho algo así de directo y le ha pillado de sorpresa. Nota como si desde su interior emanara muchísimo calor y se pone bastante rojo. Mirando el vaso responde:

- Uhm... no creo. - Irremediablemente piensa en sus contactos mas cercanos y se le pasa por la cabeza Dora. Un pensamiento rápido cruza ambos conceptos: Dora, siendo su admiradora. Se estremece hasta el punto de darle un escalofrío por toda la espalda. Con lo que le gusta a Dora conseguir todo lo que quiere, es un alivio que no sea su admiradora. Seguro que pasaría de la admiración al mismísimo infierno si la rechaza. Aunque es un pensamiento desafortunado, consigue salir de la vergüenza que tenía y que no le permitía actuar con normalidad.

 - ¿Tienes novia?

- No... no tendría tiempo para ella igualmente. - Más bien Dom no quiere emplear tiempo en ese tipo de cosas, pero decir algo así de tajante podría sonar extraño ante desconocidos.

 -No me imagino que tipo de chica le gustará 

Dom, pese a escucharlo, no responde y se limita a dar otro pequeño sorbo. Así tiene la boca ocupada en otra cosa que no sea responder. La verdad es que no le gusta hablar de si mismo, y menos ser el centro de conversación de un grupo.

 -¿Tienes que venir desde muy lejos cada día?

Al fin un tema menos personal. Le alivia tanto que responde sin problema - No, en realidad vivo bastante cerca, en el sector 4.

 -¿Vives por aquí Kendra? ¿Sólo? Eres muy joven digo, no pregunto por nada raro eh

- Si, tengo una beca para poder estudiar en la universidad, me permite lo justo para tener alojamiento y comer. No es nada del otro mundo el apartamento, pero para dormir y poco más ya está bien. ¿Vosotros vivís cerca también?

En medio de todo esto suena una notificación en tu movil.

Le dan ganas de cogerlo para ver que es, pero no sería educado por su parte hacerlo en medio de una cena. Así que decide esperar a verlo más tarde.

Bueno si es responsable sería válido, pero eso ya lo vemos otro día eh, para eso estamos conociéndonos ¿Verdad? 

Sonríe por educación y asiente ligeramente, realmente no sabe a que se refiere con eso. Vuelve a echar otro trago. Si sigue así la conversación, acabará como una cuba en poco tiempo. Por suerte Munro explica sus anécdotas y hace que la conversación deje de estar enfocada en él.

Cuando Lucas decide irse, Dom se levanta de su asiento, y le tiende la mano otra vez. - Un placer haberlo conocido. - Quizá esté siento demasiado formal, pero prefiere pecar de formal que de maleducado.

Lucas le comenta algo en tono bajo a Munro

Dom intenta escuchar lo que dicen.

  -Buenas noches, nos vemos.

- Buenas noches! - dice alegre. Quizá se le esta subiendo un poquito el alcohol. 

 Parecen dispuestas en que Dominic decida, pues se lo piensan bastante.

- Mmm que hora es... - saca el móvil para ver la hora, pero no es más que una excusa para ver la notificación que le había llegado. - Quizá me debería ir yendo yo también. Mañana empiezan las clases previas a las pruebas y no quisiera llegar tarde... - Dice con un tono poco convencido. Si le insisten en quedarse un rato más, seguramente accedería. Pese a todo, se lo esta pasando bastante bien. Quizá socializar no sea tan mala idea al fin y al cabo.

- No... no tendría tiempo para ella igualmente. - Más bien Dom no quiere emplear tiempo en ese tipo de cosas, pero decir algo así de tajante podría sonar extraño ante desconocidos.

  ¡¿Qué!? No puedo creer eso, además... —Jessica se apoya en su mano para verte dando la espalda a Elise, quién por cierto no sueles poder ver facilmente al conversar ya que Jessica está en medio—. Aqui ninguno tiene tiempo, trabajamos en el mismo sitio —dice mientras dominic siente como unos tacones se ponen accidentalmente en sus zapatos—. Pero de vez en cuando siempre está bien sentir un poco de afecto y calor humano ¿no?

 Estoy totalmente de acuerdo Jessie —sonríe pícaro ante una mirada asesina de Jessica.

Jessica decide rodear con el brazo a Dominic con gran elegancia por detrás del cuello, pero en vez de eso le mete la mano en la oreja primero y lo consigue después. Entonces se le acerca al oído.

 No le hagas caso, ha bebido demasiado —se ríe un poco de Kazue y retira el brazo después de contar el secreto. Mira desafiante a Kazue, quién también ha perdido la timidez.

 Ésta mujer es un maltrato constante. Solía ser divertida, a veces maldigo nuestro trabajo —alza la copa hacia Dom, brindando por él—. Por que nunca nos cambie el trabajo —dice poco conocedor de lo soso que pudiera llegar a ser Dominic.

¿Vosotros vivís cerca también?

 Bueno «nosotros» vivimos en Debert, pero vamos viajando en función del proyecto. Y como Elise estaba cerca de éste laboratorio hemos venido aquí por el tema del tratamiento, sus conocimientos son una pieza clave que nos falta en Debert...

 Yo sí, pero la casa está en las afueras y es un poco solitaria. Estoy buscando a alguien que quiera venir, pero o creen lo que no es o son un desmadre. Yo sólo me agobio de la soledad —hincha los mofletes—. Pero nadie entiende eso ... Sólo de pensar en volver sola me viene una depre horrible — dice apartando a Jessica que está un poco pesada y no controla encima de quién se mete, de hecho al ser apartada pone su mano sobre la pierna de Dominic, casi provoca una castración prematura.

La velada se va cerrando y sólo consigues leer los labios de Lucas preguntándole a Munro si «está seguro», pero no sabes acerca de qué habla.

Sacas el movil para ver la hora y revisar el mensaje:

Mensaje de Cassimir de hace 1 hora:
 

¡Ey Dom!, siento no haberte preguntado, pensé que estarías genial en GENKings ¿Qué tal todo? Dora dice que has tenido un rendimiento horrible en el laboratorio y quería saber si estás bien. Ya veremos como arreglamos el problema con los ensayos perdidos, ni te preocupes que os ayudaré, pero me preocupa que estés pasando un mal momento.

Hacemos un café mañana si te parece y solucionamos el mundo 

En éste momento Dom no sabe de que habla Cassimir, nisiquiera de que ensayos. Cuando vuelve a alzar la mirada ve a Kazune y Jessie besándose esperando el ascensor.

 Imaginaba que acabarían así —se encoge de hombros. 

 Así es siempre que beben, pero normalmente les pillamos en el coche

Elise y Bárbara se sonríen entre sí.

 Tengo que cerrar el laboratorio e irme, Munro pensará que me ha pasado algo si no le alcanzo. Lo siento Elise.

Todos vais saliendo y notas como Elise se deprime con la idea de dejar la cena, pero que remedio. Bárbara envia a Jessie y Kazune a la planta baja con el ascensor, hasta para deshacerse de ellos los mete con dulzura cuidándose de que no se hagan daño mientras demasiado ocupados son incapaces de tener cuidado por si mismos.

 Lo siento, los siguientes somos nosotros —dice mirando a cada uno—. Oh, por cierto. Aquí tienes el contrato.

Bárbara saca el contrato del bolso y te lo entrega.

 Son dos copias, si firmas hazlo en las dos. Consultanos cualquier problema sin remordimientos... en resumen es un horario completo flexible con 3.800₱ mensuales mientras no seas profesian, y la clausula dice que cuando seas profesian ascenderá al mismo nivel que el de Elise, que es profesian también y son 4.700₱ mensuales también.

 Bueno, pues ya se ha terminado... ¿o quieres ir a por un helado Dominic? Ni siquiera es medianoche —dice mirando el reloj, todavía quedan quince minutos.

 -Pero de vez en cuando siempre está bien sentir un poco de afecto y calor humano ¿no?

 - Eh... - Por suerte, antes de responder, Kazue interviene.

 -Estoy totalmente de acuerdo Jessie

 Dom nunca ha sentido nada de eso. No tiene noción de qué es siquiera el afecto de unos padres. ¿Cómo podría desear tener algo que ni siquiera sabe qué es?. Dom se siente bien así y no tiene intención de cambiarlo.

Jessica decide rodear con el brazo a Dominic con gran elegancia por detrás del cuello, pero en vez de eso le mete la mano en la oreja primero y lo consigue después. Entonces se le acerca al oído.

Dom no sabe muy bien cómo reaccionar ante las acciones de Jessica. Enrigidece su cuerpo y se queda inmóvil, con el vaso aún en la mano. 

alza la copa hacia Dom, brindando por él—. Por que nunca nos cambie el trabajo

Sonríe por educación otra vez y hace un pequeño gesto con el vaso, alzándolo mínimamente para acompañar su brindis, pero no toma nada.

Al acabar la velada y ver a Jessica y Kazue liarse, se extraña pero no se sorprende mucho. No comprende porqué hay gente tan complicada - "Se llevaban a matar hace unos minutos y ahora están así. Supongo que es lo que tiene necesitar calor humano. Prefiero no estar así, la verdad, que tontería." - Aún así no para de mirarlos como un niño a un escaparate de chuches. Pese a no querer estar en esa situación de necesidad, un poco de curiosidad sí que le provoca.

Cuando recibe el contrato y ve el dinero, intenta controlarse un poco para que el resto no se den cuenta de su sorpresa. - "Es mucho más de lo que pensaba... No pensaba que me fueran a pagar, pensaba que serían como unas practicas los primeros meses o algo así." - Si, si, mañana mismo os lo entrego firmado.

 Bueno, pues ya se ha terminado... ¿o quieres ir a por un helado Dominic? Ni siquiera es medianoche

Dom piensa en lo que ha mencionado antes, que solo de pensar en irse sola a casa se deprime. Por su parte, Dom se lo estaba pasando bien dentro de lo que cabe, y todavía le está afectando un poco el alcohol, así que no es mala idea alargar un poco más la noche. - Hm, estaría bien. 

 ¡¿De verdad?! —dice emocionada—, creí que era el momento de tirar la toalla. Tu si que vales —dice mirando mal a Bárbara, quién se limita a sonreír aceptando su papel encogiéndose de un hombro con su carismática simpatía.

Bárbara mira a Elise mientras os estáis despidiendo en la entrada.

 Cuida de Witt ¿vale? Y tened cuidado «con todo» —recalca a la muchacha, luego se despide de Dominic—. Pasadlo bien, os veo mañana ¿vale? Procurad descansar un poco, aunque yo no diré nada —os sonríe.

Hace un poco de fresco en la calle, mas por el viento y la hora que es que por otra cosa, pues el día sí ha sido caluroso. Avanzáis junto a la brisa por la calle, sintiéndola en vuestros cogotes que se erizan facilmente por la sensibilidad que os da el alchol. Pasais por el lado de L'Atelier, el encargado está al fondo de la calle dirigiéndose a la misma estación a la que os dirigiís vosotros después de haber cerrado el local.

 Ya que has aceptado te llevaré a un sitio especial, no encontraremos ningún helado aquí ya —mientras camina lo hace dejando que sea su propio peso el que haga cada paso, resultando en una sensación de que camina balanceándose o saltando un poco. Se ve bastante alegre, como durante toda la cena—. ¿Por qué has aceptado? no pensaba que fueras a querer venir —te mira intrigadísima, si Bárbara es misteriosa... Elise es totalmente clara y transparente.

Mientras habláis vais entrando en el metro en dirección al distrito uno, ella se sienta en un sitio donde hay dos espacios... de hecho el vagón no tiene muchos espacios libres a pesar de la hora, eso también es distinto en Debert, donde el ferroviario parece desierto a según que horas y en cambio aquí no dejan nunca de circular.

 Cuida de Witt ¿vale? Y tened cuidado «con todo» —recalca a la muchacha, luego se despide de Dominic—. Pasadlo bien, os veo mañana ¿vale? Procurad descansar un poco, aunque yo no diré nada —os sonríe.

Dom se extraña de esa especificación. - "¿Con todo?" - Nos vemos mañana. - Dice a Barbara para despedirse. Cuando dan un par o tres de pasos Dom pregunta curioso e ingenuo a Elise - ¿Que ha querido decir «con todo»?

 ¿Por qué has aceptado? no pensaba que fueras a querer venir 

 - Bueno... - se rasca un poco la nuca. Es una manía que tiene cuando habla sobre si mismo o cuando esta algo incomodo o nervioso. - Aun me está afectando un poco el alcohol, prefiero que baje un poco antes de irme a dormir. - En el fondo, tenía la esperanza que Bárbara también se uniese, y ahora que lo piensa un poco en frío quizá ha sido un poco raro haber aceptado ir a tomar algo con ella, los dos solos. Pero no le da muchas vueltas.

Al llegar al tren, Dom se sienta junto a Elise. Dom no es muy de empezar conversaciones así que no dice nada.

Cuando Bárbara advierte que tengan cuidado «con todo» Elise ya se pone roja, pero cuando Dominic le pregunta qué ha querido decir lo hace muchísimo más y tose. 

 Bueno, pues... Es que Bárbara está un poco confundida. —no parece que vaya a profundizar.

Elise no tiene problemas para la iniciativa al hablar, además parece bastante empática y ha podido entrever los pensamientos de Dominic con facilidad.

 También pensaba que iba a venir Bárbara, pero por lo visto se refería explicitamente a nosotros cuando hablaba de continuar. Ella es todo un misterio ¿eh? Quiero pensar que somos amigas, pero cuando más confio en ello, de repente pasa algo como ésto y no se que pensar. Supongo que su vida está mucho más programada que la nuestra.

Dominic no parece que quiera beber más alchol, cuando lo dice Elise se queda pensativa por un segundo.

 Vamos —dice de repente y toma la mano de Dominic después de levantarse a toda prisa, ya que las puertas están abriéndose ya en la parada—, bajaremos antes de lo previsto. ¡Corre!

Las puertas se cierran detrás de vosotros pero por los pelos.

 ¡Ay, ay, ay! —sopla agitando las manos cerca de su cara para rebajar el nivel de tensión y ves que se sujeta el cabello para arrancar un par de ellos que están atrapados por la puerta—. ¡Por los pelos! casi nos vamos a la siguiente parada. Bueno, es por aquí, tu eres del sector tres ¿no? A ver si conoces éste lugar.

Paseáis un poco por el sector tres, hay muchas influencias de otros lugares como un dôjo de Nabiit, centros estéticos de Rejaxxar, cosméticos de Ontare, tiendas artesanales de Pasaresia, sedas de Tayan, tiendas de armas de Berinia... termináis en unas calles estrechas que nunca habías visto ya que Elise se ha confundido con tu número de distrito. Finalmente llegáis a una calle asfaltada con piedrecitas redondeadas con un embalse entre dos edificios con unas luces bien pintorescas. Las plantas bajas de los dos edificios resultan ser parte del bar-restaurant y entre medio, en el embalse flota una balsa de madera atada con cadenas donde están algunas de las mesas decoradas alegremente, igual que la música.

_{Emblema del bar-restaurant "El Saresiano"*}

Cuando ves el lugar, sientes que encaja a la perfección con el caracter animado de Elise. Todo el mundo habla de forma deshinibida y el ambiente es tan pacífico como alegre.

 A ver qué te parece —dice mientras te separa la silla con ímpetu—. Tienen la selección perfecta para tu ocasión. 

Cuando te sientas y miras la carta puedes ver el por qué cambió de opinión. Tienen muchas bebidas exóticas sin alchol.

Cuando se acerca el camarero le recuerdas de la cola de las subscripciones a la CPP.

 Ostia... Buenas, qué coincidencia —se ríe amigable mientras te ve—. Parece que soy el único que no va mucho de fiesta —continúa simpático mirando a los dos—. Te has hecho amiga de mi compañero de clase, Elise —dice a Elise que parece sorprendida por el hecho de que os conozcáis.

 ¿Uh? Pero si empezaste ayer, no me digas que...—os mira a los dos sin entender nada, hasta que se destapa que sois compañeros de clase—. Ah, me cachis —se queda toda avergonzada—. Ahora sabe que vengo cada día, gracias.

 Bueno, ¿qué tiene de malo? es que vienes realmente CADA día —la chincha—. Bueno, ¿qué os pongo? Os recomiendo la Piña colada, el Mai Tai de mango, que seguro que se llevará Elise...y el Twist Saresiano. Si tenéis hambre hoy tenemos Piña, Pao dulce y Malasadas.

En la carta podéis ver los productos que dice, parece que algunos varian cada día.

_{Piña colada, Mai Tai de mango y Twist Saresiano}

_{Piña, Pao dulce y Malasadas}

 MAN-GO —dice con estrellitas en los ojos—... Y Malasadas también.

 Marchando...

Cuando Elise empieza a hablar sobre Bárbara y su amistad se pregunta desde cuando se conocen. - ¿Hace mucho que estás en estos laboratorios?

toma la mano de Dominic después de levantarse a toda prisa

 A Dom le pilla totalmente por sorpresa, pero, ya sea por el efecto del alcohol o porque esa noche han habido muchas otras situaciones de contacto físico, no le da mucha importancia y lo empieza a tratar un poco con naturalidad.

Bueno, es por aquí, tu eres del sector tres ¿no? A ver si conoces éste lugar.

- El 4 en realidad, pero está bien, así conozco otras zonas. No suelo salir mucho fuera de las zonas a las que necesariamente tengo que ir.

Todo el mundo habla de forma deshinibida y el ambiente es tan pacífico como alegre.

Dom en cambio se siente completamente fuera de lugar. Él es más de sitios más silenciosos, con poca gente. Pero no por ello quiere decir que lo esté pasando mal. Tampoco es un ambiente agresivo en el que sentirse incomodo, simplemente se nota que no encaja mucho en esa zona ya que es una persona muy reservada y callada. Elise todo lo contrario, piensa Dom. "Somos muy diferentes, casi como el día y la noche".

 Ostia... Buenas, qué coincidencia 

Se sorprende un poco, lo último que esperaba encontrarse era a alguien de las inscripciones. -Ah.. Hola. - Dice sin mucho entusiasmo, solo lo conoce de vista después de todo. Le sorprende que se hayan fijado en él, siempre le ha parecido que pasaba desapercibido en todos lados.

 Ahora sabe que vengo cada día, gracias.

En realidad Dom siente un poco de halago al enterarse que Elise viene cada día ahí. De alguna forma esta compartiendo aquello que le gusta con él, como quien recomienda con ilusión una película o libro a otra persona. Eso le añade mucho mas valor que simplemente ir a un bar o heladería cualquiera.

Dom mira la carta y espera que Elise escoja. Al ver que Elise lo tiene tan claro con la bebida de mango, decide escoger lo mismo: - Parece que lo tienes muy claro - dice medio sonriendo - Otro de mango para mí, por favor. - No iba a pedir nada para comer, ya que ha acabado bastante lleno de la cena, pero piensa que si Elise es la única que come algo quizá se siente avergonzada de alguna forma, y Dom, como es muy precavido decide acompañarla también. - Y, uhm, un Pao dulce también. -  dice mirando al camarero.