Partida Rol por web

Estábamos a salvo, pero...¿por cuanto tiempo?

Aun estaba sorprendido por la aparición de dos tíos cargándose a los mutantes, que no me di cuenta que tiraba inconscientemente de la mano de Fae. De hecho, había interpuesto mi cuerpo entre ella y la violencia de allí fuera, en un intento de protección algo torpe.

Fue cuando me sentí mas relajado al ver que aquellos hombres se presentaban y no parecían violento con la especie humana, que me separé de Fae mirándola algo mas relajado.- ¿Estas bien?- Pregunté susurrando antes de dejarla tranquila y acercarme al resto.

- Tranquilo, Phil- una de mis mano tocaron con fuerza el hombro de mi compañero a modo de apoyo moral.- Les encontraremos.- Miré hacia el interior del refugio e hice un gesto con la cabeza para invitar a entrar y no seguir allí expuestos.- Yo te acompañaré, pero  antes debemos descansar.-

Víveres. Bueno, estaba en pleno Ramadán, así que eso del comer no era demasiado problema, durante el día al menos. Mientras hubiera bebida que poder tomar por la noche...

- Rashid.- Dije sonriendo con una leve e inconsciente reverencia. A los americanos les gustaba que los moros, como nos llamaban, nos inclináramos o mostráramos algún tipo de agradecimiento o respeto continuamente. Era algo inherente y, como Taxista de esta jungla de metal y asfalto, ahora escombrosa, un deje que había adquirido con los clientes.

Morito bueno. Morito servicial. Si ellos supieran que entrenaba al baloncesto a los chavales negros que ellos mismos despreciaban... Wellcome to América. La tierra de la libertad y ahora.. de los putos mutantes.

Que Alá nos proteja.

Eh... sí, gracias.

Miento descaradamente mientras sacudo un poco mi muñeca roja, mirando a aquel que había intentando protegerme. Miento porque la alternativa podría haber sido peor. Voy a decirle algo cuando se marcha y suspiro. Supongo que carecía de importancia, ya estábamos atrapados allí dentro.

Miro entonces a mi compañero de gafas con cierta incredulidad y debo contener una risita.

Claro que hay niños. Con nosotros viene uno. O tres, según a quién preguntes.

Señalo con la cabeza la silla de ruedas. Y momento de las presentaciones.

Fae. Nadie importante y siento no ser muy útil en una situación tan convencional.

Me esfuerzo por sonreír, sin demasiado éxito.

- Todo estará bien - Sonríe a Alia, aunque no queda claro si es por los suministros médicos, por el hermano al que no conocía pero que podría molestar o por aquello de buscar comida.

- No debe quedar mucho para que ... Bueno, se solucione. Estaremos bien. Si. Todo estará bien.

Aunque tal vez podamos hacer algo para que sepan que estamos aquí. - ríe un poco - Perdona. Pienso en voz alta. Los problemas de uno en uno.

Entonces sí, se dirige al interior de la habitación junto a los niños. Estaban activos y se los veía animados, lo suficiente incluso como para ser desafiantes. En fin, eso no era tan bueno para su energía, pero sí para que sientan que podían hacer algo, aunque ese algo solo fuera plantar cara a los desconocidos. 

- Gracias, Nathan. Es un alivio saber que no están heridos. Pero ya sabes. A las enfermeras nos gusta tener a alguien a quien cuidar. Y si están bien solo será un momento, y nuestra anfitriona estará feliz - Al fin y al cabo, era ella quien lo había pedido - Yo estoy muy agradecida de que me trajeran ¿sabes? cuando me encontraron estaba perdida, pero ahora estoy contenta. Y me han pedido que les revise. - Palabras sencillas, mensajes sencillos para que no solo el adolescente, sino los niños más pequeños pudieran entenderlo y colaborar. Extiende una mano hacia él, amistosa - ¿Quieres ser el primer valiente?

-Me refería a que hay más niños, en la planta superior para ser más exactos - Aclaró primero Max a Fae acerca de los niños - Aunque también es verdad que tenemos a este pequeño malherido... Igual deberiamos trazar un plan para ir al hospital y curarle. Estamos bastante mal de suministros medicos. Solo tenemos lo básico - Dijo sin saber realmente lo que ocurría en el hospital del que acababais de salir.

Miró después a Philip y asintió - Claro, siempre podemos acompañarte alguno para ver si siguen en tu casa y... o bien te quedas con ellos o puedes traerlos aquí para sobrevivir. Aunque de ir siendo más supervivientes igual deberiamos buscar un refugio más solido. Hay una comisaría cerca que debería valer. Tiene vallas y todo. Pero claro, con las comunicaciones cortadas no sabremos si recibiremos ayuda o no. - dijo mostrando su movil el cual estaba sin cobertura, somo si la linea se hubiera caido.

-Por ahora poneros comodos. Si quereis podeis subir y conocer el resto. La primera planta suele ser más segura ya que esos bichos no suelen subir escaleras de mano, o al menos yo no he visto ninguno que lo haga. - terminó diciendo rascandose la nuca. - Aunque si teneis alguna duda de todo lo que tenemos aquí no tengais miedo en preguntar.

Nathan se ofreció el primero, aunque luego uno a uno, todos los niños empezaron a ir detrás un poco removidos por el valor de Nathan, siendo la primera Abril, luego Sarah, Marcos y Claire, y el más problematico que huyó durante todo el tiempo hasta que le cazasteis entre unos cuantos. William. En mitad de los examenes, más o menos con Marcos ya viendo que estaba bien, apareció Alia con el botiquin y empezó ayudar en lo que podía siguiendo las instrucciones de Pam

Al final de todo Steve se llevó una mano a la nuca después del trabajado que había dado William - ¿Y bien doctora? - Se equivocó de titulo - ¿Cual es su diagnostico? ¿Todos bien? - Estaba cansado, pero su voz se notaba tensa.

Al final si es cierto que todos parecían estar bien, sin embargo había algo extraño que denotabas en los examanes que hiciste a todos. Aunque solo se remarcaron en dos: Nathan y Abril. Ambos tenían una fiebre extraña que no repercutía en ningún sintoma externo. Si bien la fiebre de Nathan era más bien estable con algunas decimás, la de Abril ya estaba por encima de 38 y casi en 39. Sin embargo, Abril no tenía la cara roja, ni parecía cansada. Al contrario solo parecía tener energías para dar y tomar.

Era extraño e igual debrías tomar precauciones y que no se extendiera este extraño fenomeno de fiebre sin sintomas. Eso o revelarlo y mirar a los demás del hotel, como Steve, Alia y Max

- Si, están bien - Aunque un ligero gesto de ansiedad apretando los labios delata un "casi" antes del "bien". Un momento después se esfuerza en suavizar el gesto - Es un alivio ver que ninguno tiene heridas. Muchísimas gracias por dejarme confirmarlo. Todos han sido muy valientes - Sonríe especialmente a Nathan, quien se había ofrecido el primero y había conseguido romper el hielo y normalizar algo que para niños tan pequeños podría haber sido muy violento, viniendo de desconocidos. 

- De verdad, gracias. Ahora me siento mucho más tranquila. Solo hay una cosa que me preocupa - Y aquí hace un esfuerzo importante en escoger bien las palabras. - A veces, cuando nos esforzamos mucho mucho, nuestro cuerpo se enferma. Por cansancio. Y por ese cansancio a veces podemos empezar a tener fiebre. Y después de esa fiebre, si no descansamos, nos ponemos malos. Muy malitos. Y si nos ponemos malitos, a veces se lo podemos pegar a otras personas. 

¿Alguna vez han tenido un amiguito en clase que se ha puesto malito, y a los dos días la mitad de la clase estaba también enferma? - hace una pausa para permitirles hacer memoria - Pues esto es igual.

Abril, Nathan.  Ambos tienen un poquito de fiebre. Pero es poca. Lo más seguro es que a los dos se les pase con tan solo descansar. Aún no tienen muchos síntomas, así que es el momento ideal par aprevenir. 

Mi consejo es que vayan a una habitación separada a dormir - Busca con los ojos a Alia en una pregunta no formulada. No era su casa, y la disponibilidad de las habitaciones estaba enteramente en la mano de los hermanos dueños - ¿Sería posible? - Tras escuchar la confirmación o no de la dueña, pasa a mirar a Nathan, que parecía bastante sensato. Fuese en aquella sala o en otra, tenían que descansar - ¿me harías el inmensísimo favor de cuidar de que Abril descanse, y descansar tú también un poco?

Espera unos segundos por su respuesta, antes de mirar nuevamente a los otros adultos en la sala - Quizás también quieran que examine a los demás. Para asegurarnos de que están bien. No es momento para una epidemia de resfriados - Termina intentando bromear. 

Se esforzaba en ponerse en lo mejor, aún cuando una vocecilla alarmada de su "yo" que había visto demasiadas películas de ficción insistía en ponerse en lo peor. Desde la explosión ya había visto al menos a un enfermo que no respondía adecuadamente a los tratamientos, pero eso... no, eso sin duda fue solo por alguna clase de hiper-sensibilidad que nada tendría que ver con la explosión, el supuesto experimento y... todo aquello en lo que intentaba no pensar.

Aquellos muchachos tenían fiebre sin mostrar los síntomas típicos de dolor en las articulaciones, agotamiento y rojez o sudoración asociados, así que aún podría no ser nada más que una inocua hiperactividad provocada por el miedo y la situación. O eso quería pensar. Con los medios en su mano poco más podía hacer.

El hospital más cercano está abandonado -aclaro- y contaminado. Al menos hasta donde hemos podido revisar.

Me gustan las cosas claras y el chocolate espeso. Dios, me apetece chocolate. Miro hacia arriba, hacia donde nos indica y, a su vez, pensando en las posibilidades que puede dar todo esto.

No me gustaría quedarme a comprobar si aprenden a subir escaleras, así que sí: sería una buena idea buscar una comisaría o una estación de bomberos. Eso mismo dije antes. Aunque si vamos con niños...

... será un desastre. Me callo. Está claro que la gente que me rodea piensa diferente, pero las probabilidades de supervivencia juegan en nuestra contra. Y lo peor de todo es que aún no entiendo qué está pasando.

Comienzo a caminar hacia arriba pero le lanzo una mirada a Rashid, una mirada que pide, en silencio, que me acompañe. Las cosas a veces no son lo que parecen.

Bueno, al menos la cosa ha salido bien.

Y hay mas gente viva! Eso llena mi corazón de esperanza y sonrío al mirar hacia arriba, cuando menciona que hay niños allí también. Aunque la zona no es segura y como todo, los suministros se acaban.

-Yo voy a lo de la comisaría. Creo saber donde está* - Dije mirando a todos- Pero primero necesito descansar un poco.

Todo el camino y la tensión acumulada nos iban a pasar factura, y en esos momentos, si nos daban un respiro, había que tomarlo. Dios, necesitaba beber algo!! Esperaba que llegara pronto la noche y poder comer y beber como Alá manda en el Ramadán.

 Miro a Fae y noto su gesto cansado sobre mi. Puede que necesite ayuda o simplemente sentirse protegida. En cualquier caso hago un gesto al resto para indicar que voy a subir, y me pongo al lado de ella, subiendo las escaleras.

- ¿Estas bien?- pregunto por... ¿tercera vez? cuando llego a su lado, separado del resto - Lo siento... quizá me preocupa demasiado la gente y soy así de pesado.- Me quito el turbante para rascarme por debajo y lo pongo debajo del brazo. Este calor...- Cuesta no hacerlo con todas esas cosas por ahí rondando y...esta situación.

Sí -respondo al muchacho, mucho más aliviada sabiendo que me acompaña-. Estoy viva ¿no? Parece que es más de lo que puede decir toda la gente que ha... ¿desaparecido?

Niego, sin comprender bien qué está pasando. Sin evitarlo me acerco medio paso más a él.

No te disculpes, pero no quiero quedarme con estos desconocidos a solas. Prefiero acompañarte a la comisaría. Además... -¿cómo decirlo sin parecer una enferma?- He... ¿visto? demasiado terror apocalíptico. Las comunidades que parecen agradables son más peligrosas que las que no. Es por eso que... Gracias.

Le sonrío y mi paso se torna más confiado.

Al ver por la ventana la escena en directo primero me sentí asombrado, por el hecho de que todo lo que habían dicho era cierto, y que algo así fuese cierto. Luego sentí miedo, mucho miedo. ¿Qué se supone que podíamos hacer en una situación así? Ya lo había visto en videojuegos y películas, esas cosas nunca acababan bien. Tampoco sabía si sería capaz de hacer lo que Max y Jackson, y matar a aquellas personas infectadas. Después de todo, eran personas.

Me senté en el suelo dejando caer el cuerpo y asimilando por primera vez todo lo que estaba pasando. Ahora necesitábamos ayuda, no era algo que pudiese manejar enteramente solo, debía proteger a Abril y tendría que hacer caso a los adultos, por el momento. Hasta que pudiese contactar con nuestros padres y salir a buscarles. Me alegraba que mi hermana no hubiese visto aquella escena y por no asustarla no dejé que mis emociones se notasen demasiado.

La enfermera seguía empeñada en hacernos un chequeo y después de Nathan acabé aceptando lo que dijo. Ya de por sí era vergonzoso que me inspeccionaran en el hospital, pero si se trataba de una chica joven y en una habitación cualquiera la cosa era bastante peor.

Cuando ya todos habíamos acabado agradecí que Pam hablase un poco, tenía la mente nublada con todo lo que estaba pasando y no podía pensar con claridad. Por desgracia esa alegría se esfumó cuando dijo que mi hermana estaba enferma. - ¿Fiebre? ¿Es grave? - Pregunté extrañado, yo no había notado nada. - Quizás pasó mucho tiempo en el suelo tras la explosión, no sé cuanto tardamos en despertarnos... - Enterarme de aquello no hizo sino preocuparme más de lo que ya estaba, y hacer que me enfadase conmigo mismo por no haber podido evitar aquello.

Ahora Abril debía quedarse con Nathan y, aunque ya sabía que estaba harto de cuidarla, odiaba aceptar que tuviese que quedarse con ella. - Pero estará en una habitación cercana, ¿No? Quiero poder ir a verla de vez en cuando. - Dije acercándome a ella para poner mi mano en su frente y notar su temperatura. Hubiese dicho que quería quedarme con ella, deseaba hacerlo, pero si enfermaba éramos dos obstáculos para el grupo. Si solo era ella y yo trabajaba lo suficiente, no les importaría cargar con una chica enferma, pero si éramos dos podrían abandonarnos.

— Yo también estoy buscando a mi familia, podría ayudar a Philip a buscar la suya y traerlo hasta aquí, a no ser que fijéis como objetivo otro lugar al que ir. Comisaría… Hospital, lo que sea, pero si os vais, dejar por escrito donde os vais para los que lleguen sepan dónde encontrar al resto de supervivientes.  — El ex presidiario sentía bastante empatía por el hombre de mediana edad que buscaba a su familia. Sentía su mismo miedo y preocupación, por ello se ofreció para ayudarle en su búsqueda pero no por ello quería que perdieran la oportunidad de reunirse en un lugar seguro.

— Tomemos descanso mientras decidimos donde ir. — También fue hacia arriba.

-¡¿QUE?! - Preguntó Abril empezando a agitarse después de los resultados - No no no no no no no no, yo no estoy mala, no necesito inyección, si no tengo fiebre, no me la noto - Intentaba poner un montón de excusas para evitar tener que seguir las indicaciones acabando por ponerse la mano en la frente. - Estoy bien de verdad. Nathan, Marcos, decidle que estoy bien - No sabía ni como intentarlo ya, por eso buscaba el apoyo de sus seres queridos. Sin embargo...

-Abril, hay que hacerle caso. No te preocupes, no te pincharán ni nada, y yo estaré a tu lado para cuidarte, a fin de cuentas estamos los dos un tanto febriles. Pero solo vamos a estar un ratito, una siestecita y estaremos como nuevos para ir con los demás a buscar a la gente. ¿Vale? - Dijo ofreciendo su mano. Abril miró a Marcos y un tanto alicaida asintió mientras iba con Nathan hacia fuera - Gracias por ser sincera. Me encargaré e que esté bien. - Dijo asintiendo a Pam y luego mirando a Marcos para que estuviera tranquilo - Puedes encargarte de el mientras tanto. Se supone que soy su canguro.

Alia asintió sacando un conjunto de llaves de su bolsillo - Claro. Hay habitaciones vacías por todo el piso ahora... Así que será facil rehubicarlos y mantenerlos allí. - Miró bien una de las llaves hasta encontrar exactamente una que quería y miró a Marcos - Estarán en la 104. Está al fondo del pasillo a la izquierda ¿Vale? - sonrió al pequeño antes de mirar a Nathan ahora - Tiene baño individual y dos camas individuales. Podreis descansar ahí tranquilos. - Y después de mencionar aquello. Abril y Nathan desaparecieron junto a Alia en el pasillo

Steve suspiró despues de todo ahora que erais tres menos en la habitación, mientras que Sarah trataba de darle animos a marcos poniendo su mano en el hombro y acariciandole la espalda. Will estaba mirando sin más hacia fuera por la ventana como si esperara que algo ocurriera, aunque no parecía ocurrir nada del otro mundo. Claire optó por tumbarse y descansar dejando que esperara el tiempo después de ver como se llevaban a Nathan

-Debería bajar... Max está tardando mucho abajo y parece que se han deshecho de las criaturas. - Dijo mostrando un poco mejor la calle para que Pam se acercara a verlo. Efectivamente había dos cuerpos extraños en la calle y nadie más presente - ¿Es posible que hayan encontrado a otro superviviente? Igual Mat ya volvió... Pensaba que no volvería, tenía pinta de gallina. Sea como sea, debo bajar para ver que ocurre. ¿Quieres venir? - Dijo encogiendose de hombros a la única adulta del lugar que no estaba descansando y haciendo caso omiso a los niños

-Eh Marcos, tranquilo. Seguro que Abril está bien. Se le pasará la fiebre. ¿Acaso nunca la has tenido malita en casa? Pues será igual. Yo le daba mucho la lata a Will, incluso lo tenía medio esclavizado cuando me daba fiebre un simple catarro. - dijo riendo por lo bajo intentando animar a Marcos. Era obvio que a Will no le gustaba para nada aquellas palabras pues había pequeños indicios de que le estaban molestando, pero no decía nada. - ¿Quieres hablar sobre Abril? ¿Sobre su pasado o alguna anecdota graciosa de cuando estuviera enferma? Verás que eso te anima

Max suspiró. - Por mi, está bien que vayais a buscar a vuestras familias. No es mal paso. Pero creo que deberíais saber que de quedarnos aquí es posible que nos vayamos a un refugio más grande y a salvo. Al menos para que sepais de un sitio seguro al que volver. Ya que si somos pocos los humanos vivos, es mejor que estemos unidos. - Dijo antes de que Fae y Rashid se fueran escaleras arriba