El camino era poco definido, y veíais la típica estepa de la murcia castellana, ilegítima para Aragón y para el de la Cerda, hijo del Sabio, que apelaba a que estaba infestada de los últimos restos castellanos... Y un ejemplo de ello era el señor de Montepenares, y su vasallo fiel, don Fulgencio, que no dejaba de mirar al moro y al crío, a la Xisca y al rocambolesco ladronzuelo, pensando para sí que aqueste grupo tenía más peligro y malicia que el propio enclave, lleno de misterio y dudas, que al parecer era ese tal "Pericullo".
Y caminábais.
Y paseando por la estepa murciana, sin salirte del poco camino definido que había, el caballo entonces te relinchó, aún no logrando tu observar nada más allá que lo que le paisaje te ofrecía. Hubo un momento en que poco a poco la estepa se cerraba, y pareciera aquello una especie de "bosquezuelo", aunque no muy frondoso. La montura volvió a estar inquieta, hasta el punto que, habiéndose como adentrado en la linde de los árboles, pegó un brinco y por poco caes al suelo por la siniestra, de nuevo, aunque pareciera que estaba ya harto preparado.
Fue entonces cuando aquello te vio, y tu le viste a él.
Era aquello.
Lo era.
Pero...
..... ¿Qué? Un ser con temible aspecto devoraba lo que pareciera carne, ojos, piernas, huesos y manos, junto al camino.
Tu garganta tragó saliva, y tu corazón dio un vuelco: no era hombre, sino como demonio (pues tampoco era lobo u oso); de piel negruzca como el azabache y fauces inverosímiles, comía y comía, y el hocico llenábasele de rojo sangre. Fue entonces cuando te vió, ¡Y el caballo relinchó por tercera vez! Entonces no pudiste hacer nada para evitarle, pues levantó su cabeza, dejó de comer, y comenzó a correr hacia tí.. ¡¡¡VENÍA!!!:
Tirada oculta
Motivo: Cabalgar
Tirada: 1d100
Dificultad: 51-
Resultado: 24 (Exito)
Tira iniciativa (1d10+AGI)
El caballero frenó en seco e intentó controlar a su caballo. Aquella cosa, aquella persona de piel grisácea lo había impresionado. Que clase de trato se debía llegar con el Diablo para convertirte en aquella criatura caníbal era algo que el caballero no podía ni imaginar. Observó los restos que estaban a su lado... si, sin lugar a duda aquello había sido una persona. Sin perder ni un instante el caballero se abalanzó sobre la criatura dispuesto a desterrarlo del mundo.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d10
Resultado: 6(+15)=21
Iniciativa 21
Ataco y ataco.
Tírame por IRR. Si no la superas, tira 1d10 y será lo que ganes en IRR (y pierdas en RAC)
Motivo: IRR
Tirada: 1d100
Dificultad: 18-
Resultado: 83 (Fracaso)
Motivo: Perdida
Tirada: 1d10
Resultado: 10
Alaaaa... pierdo 10 puntazos. ¿Puedo seguir haciendo rituales de primus ordo con 72 de RAC?
Ente esquiva y ataca (Mordisco).
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Ni tan siquiera el ente pudo acertar a Pelayo, y tan sólo tuvo que moverse ligeramente para esquivar sus embistes...
Motivo: Ini
Tirada: 1d10
Resultado: 10(+25)=35
Motivo: Esquiva
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 13 (Exito)
Motivo: Mordisco
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 91 (Fracaso)
50% - 70% Todos los Rituales de Primus Ordo
71% - 85% Todos los Rituales de Secundus Ordo
Por supuesto, incluso de Secundus
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El turno más rápido de la historia. Vuelve a tirar Iniciativa ;)
Motivo: Ini
Tirada: 1d10
Resultado: 8(+15)=23
Iniciativas:
Ente: 34
Pelayo: 23
Ente comienza a dar vueltas sobre tí, en círculos... (no ataca, no defiendo, nada... tan sólo gasta 2 acciones de movimiento)
Motivo: INI Ente
Tirada: 1d10
Resultado: 9(+25)=34
Tu turno, declara y actúa.
Pelayo giró el caballo y se lanzó sobre la criatura dispuesto a separar la cabeza de los hombros de un golpe.
Motivo: Ataque1
Tirada: 1d100
Dificultad: 51-
Resultado: 11 (Exito)
Motivo: Ataque2
Tirada: 1d100
Dificultad: 51-
Resultado: 48 (Exito)
Motivo: Localización1
Tirada: 1d10
Resultado: 9
Motivo: Localización2
Tirada: 1d10
Resultado: 10
Motivo: Daño1
Tirada: 1d8
Resultado: 8(+1)=9
Motivo: Daño2
Tirada: 1d8
Resultado: 1(+1)=2
Ataques en las extremidades(piernas, aunque supongo que será en los brazos por la altura).
Daño 9/2=4.5=5
Daño 2/2=1
No he sumado nada de modificador por ir a caballo ni nada.
Damián andaba de morros, pues le habían cogido en mal comentario con lo de Fulgencio, pensando éste que todavía estaba en el piso de arriba cuando al parecer estaba justo detrás de Tariq. Así que limitose a caminar raudo junto al caballo, como acostumbrado que estaba con su Señor Pelayo.
Mas aún, no dejaba de mirar a la bella moza, temiendo por la chica puesto que las palabras de Fulgencio habían sido más que agoreras, y pronosticaban una segura muerte sobre la chica. Y eso no le gustaba nada.
Queriendo quitarle hierro al asunto y para distraerla un poco, se acercó a la chica, y le preguntó.- ¿Qué tiene de especial el Pericullo? ¿Porqué lo teme la gente?.-
Escupe y dice
- ¡Bah! esas mismas supercherías las hay en todos los rincones de Castilla. Que si el río de tal o la cueval de cual... que si en no sé qué sitio hay fantasmas que si una amante despechada se aparece en no sé dónde, que si el espectro de un alquimista poderoso , que si un hombre lobo que aúlla. Es lo mismo en todas partes, yo por experiencia sé que no debemos temer a nada pues de lo que hay que temer no podemos defendernos así que nada podríamos hacer con lo cual, mas nos vale vivir con alegría hasta el día en que dejemos este cochino mundo -y bien que se lo aplicaba a sí mismo.
El joven Damián preguntaba y la Xisca mirose con Fulgencio un instante, pues ambos, que compartíantierras y mandatos bajo la mano del señor don Ramiro, habían escuchado alguna que otra vez laas historias que contábanse del Pericullo. Tragó saliva y la chica comenzó a hablar.
El Pericullo es un pequeño salto de agua, que luego va a morir en una charca. Nadie atrévese a acercarse allí... -sin embargo, la joven no atrevíase a dar claras razones, y es que el pópulo muchas veces temían cosas que era inexplicables o poco razonadas, a priori-. Sin ir mas lejos, cualesquier mercader que conozca un poco las tierras del señor y haya de marchar más al sur da gran vuelta por Montepenares para no adentrarse en los caminos que conducen al Peri...
¡MALDAD! -interrumpió el de Salete al ver que la mujer daba un rodeo-. Hombre que entra, hombre que muere, o más bien... ¡desaparece! Nadie ha vuelto para contar qué acontece allí...
Y escuchó atentamente el razonamiento de Potencio:
...yo por experiencia sé que no debemos temer a nada pues de lo que hay que temer no podemos defendernos así que nada podríamos hacer...
Efectivamente -dijo con seguridad Fulgencio, asintiendo a lo de Potencio-. Por eso no debemos hacer más de lo debido. Encontrar a Brisco y huir, ¡y volver! Si tras perder a la esposa, perdemos a su sobrino, don Ramiro se nos muere de la pena -ciertamente, veíais lealtad para con el amo de Montepenares, y bien que se notaba en sus palabras que era así. Belicoso, furioso y aún desconfiado, Fulgencio era vasallo como pocos quedaban ya en toda Castilla o Aragón-.
Resumen turno 2:
Torcióse el caballo para así encarar a la criatura, que girando corría como a cuatro patas (ni como hombre ni como perro); el de Arbás alanceó su espada y dió dos remates a las partes más bajas, precisas pero no muy graves (sobre todo la segunda).
Daño1: 9 (/2 por pierna) (sin armadura): 5 puntos de daño
Daño2: 2 (/2 por pierna) (sin armadura): 1 puntos de daño
La criatura gruñó y trastabillóse un poco cuando tu espada le hizo sangrar con dolor, mas la criatura parecía ceñirse a correr en círculos. Algo tramaba.
Ente: -6 Pv.
Tira iniciativa
Motivo: Ini
Tirada: 1d10
Resultado: 2(+15)=17
Que tiradas de mierda... 17.
- Adelante pues. Cuanto antes lleguemos antes nos vamos - los mercaderes eran bastante lerdos, todo el mundo lo sabía. Eran más cagaos que una doncella quinceañera en medio de una taberna de la mismísima Sodoma.
Damián, previendo la futura batalla, sacose pecho como pavo emplumado y díjole a la chica.- Muchacha, puede que te parezca joven, pero soy diestro en espada. Si hay peligro, ponte detrás de mi.- Y continuó a paso ligero en dirección a la charca que les guiaba Fulgencio.
Ah! La adolescencia… que bella etapa de la vida. El amor, los granos, las hormonas...
Escuché atentamente lo que decían sobre el Pericullo. Antes no creía en esas cosas y me parecían zarandajas, pero desde mi encuentro con el Aoun, y aún más desde nuestra reciente lucha contra aquel engendro de Vencemoza, andaba muy cauto en estas cuestiones. No había que temer, pero tampoco había que ser temerario. El tiempo y la edad me habían enseñado aquella lección, aprendida a costa de recibir heridas y perder botines y posesiones; aún me escocía la pérdida de mi barco y mi tripulación. Y con lo poco que había afanado en la mansión no me llegaría más que para sobrevivir un poco más con los muertos de hambre que tenía por compañeros.
Permanecí en silencio, observando atentamente a la moza y a Fulgencio, y con una mano cerca de mis cuchillos, por si acaso.
Iniciativas:
Ente: 29
Pelayo: 17
La criatura sigue corriendo en círculos. Ya ha dado una vuelta y media alrededor de tí...
Motivo: Ini Ente
Tirada: 1d10
Resultado: 4(+25)=29
Declara y actúa
Ninguna apreciación dijo la joven Xisca, aunque no negó a encomendarse a la espalda del escudero Damián para cualesquier caso de peligro. Hubo un momento en que poco a poco la estepa se cerraba, y apareciera a menos de media milla de distancia una especie de "bosquezuelo", aunque no muy frondoso.
En aquel linde... un poco más adentro... -habló Fulgencio-. En su interior se encuentra el desnivel del salto del Pericullo.
Nada se veía a izquierda y derecha nada más que campo de oro solar, y a aquella distancia el cerramiento de árboles en la base del leve cerrín que presentaba.
Haced los tres una tirada de Descubrir (PER)