Partida Rol por web

Ánima: Más allá del Bien y del Mal.

Desvelando el Misterio II

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16/12/2011, 22:17
Director

No pretenderás abrir la tumba.

Las palabras de Faliar quedaron suspendidas en el ambiente. Quint parecía decidido a hacerlo, algo había aparecido en su cabeza, algo que sólo el sabía y que el mago solo no parecía intuir. Catherine en cambio, solo abrió la boca sorprendida, con una mezcla a partes iguales entre desprecio por la idea del rubio, e interés por lo que el cazabrujas había intuído. La idea de desenterrar al padre no le parecía del todo decorosa, pero la curiosidad por saber la razón por lo que lo había dicho Quint era también poderosa.

Catherine miró a Quint, y tratando de medir sus palabras, dijo en dos susurros.

-Si quieres hacer eso, espero que tengas una buena razón para perturbar el descanso eterno del Padre.

Le miró inquisitivamente, antes de continuar:

-¿Podrías contárnosla antes de proceder?

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17/12/2011, 09:36
Quint

Bueno, hay que reconocer que se lo han tomado mejor de lo que esperaba...

El cúmulo de ideas qeu agolpaban la cabeza de Quint le hizo demorarse unos instantes en contestar, mientras trataba de encontrar la mejor forma de contárselas a los demás.

-Vamos a ver, estaréis conmigo en que el padre quería darnos un mensaje. Pero por alguna razón, no fue lo que se dice muy explícito. Así que os voy a dar tres razones para sacar su cuerpo de ahí.

-La primera es la más simple, las almas están muy unidas al cuerpo en el que nacen, así que si desenterramos su cuerpo es posible que el padre vuelva a visitarnos, y entonces podríamos intentar sacarle algo más.

-La segunda es que el padre no deja de ser un alma en pena. Creo que quemar sus restos podría darle el descanso que necesita para ir al otro mundo en paz.

El cazador hizo una pausa esperando una retahíla de reproches antes de continuar.

-Y la tercera, por la que me ha decantado a tomar la decisión, fueron las últimas palabras de Scott. -Imitando al espectro, cruzó los brazos sobre su pecho como si fuera un cadáver antes de repetirlas.- La verdad... las tinieblas... Todo. Todo está aferrado por estas manos...

-¿Y si todo lo que quería decir es que había sido enterrado con una pista?

 

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17/12/2011, 11:53
Faliar Eldwen

- Es plausible. Aunque dudo que quemar los restos sea suficiente para liberar el alma del sacerdote; quizás haya que arreglar aquello por lo que se siente tan culpable.

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17/12/2011, 17:43
Director

Tengo que ir a ver a Catherine.

Esa era la idea que circulaba por la mente de la pequeña Nahia, una pequeña niña de unos 15 años, que vivía en Corvinus. Su padre se había ido hacía ya 10 años dejando a Nahia y a su madre solas en casa. Esto había sido un duro varapalo para la familia, en especial para su madre, que vio como su padre se marchaba en el barco que partía de la pequeña isla con la promesa de volver. Promesa que nunca se llegó a realizar. 

Esto sumió a la madre en una profunda depresión de la que nunca ha podido librarse, y también dio a Nahia unas responsabilidades añadidas para una niña de su edad. Sin embargo esta pequeña niña ha conseguido salir adelante en el pueblo, y no perder el carácter afable y risueño, propio de la infancia.

De hecho, Gracias a esto es una de las mejores amigas, si no la única, de Catherine en la isla. Y precisamente por ello, tenía que ir a contarle su última ilusión, algo de lo que ella misma estaba sorprendida pero que no había podido evitar.

 

Nahia no se despidió esa mañana de su madre, y salió trepando por el árbol que flanqueaba su casita, se descolgó con mucho cuidado por sus ramas hasta llegar al suelo sin un solo rasguño. No era la primera vez que lo hacía, ni sería la última. Al girarse miró su hogar antes de partir, lo único que se veía era una columna de humo salir de la chimenea, al parecer su madre había encendido el fuego.

Lo único que había cogido de su habitación, era una pequeña flauta que ella misma se fabricó hacía dos o tres años. Catherine, al igual que ella, adoraba la música, y les encantaba pasar tardes enteras cantando y tocando, dejando pasar el tiempo como si no hubiera obligaciones. Y, la verdad, con lo tranquilo que era Corvinus, era bastante real ese pensamiento.

Se apresuró para llegar a casa de su amiga, pero al llegar se encontró con una pequeña contrariedad. la casa estaba cerrada y no había nadie dentro. Eso no era extraño, Catherine pasaba la mayor parte del tiempo en el cementerio, velando la tumba del padre Scott. La verdad es que su muerte le había afectado mucho, eran muy íntimos. Así que cambió su ruta de nuevo hacia el cementerio.

Cuando llegó, su cuerpo se paralizó. Catherine no estaba sola, estaba acompañada de... él. Y... trató de acercarse... pero le falló la voluntad y no sacó valor para acercarse. Así que su solución fue volver corriendo de nuevo a casa.

 

El humo seguía elevándose por la chimenea, nada había cambiado desde que se había ido. Aunque eso era algo normal, pues su madre no solía moverse demasiado si no era con ayuda. Había pocas cosas que realmente hicieran que ella se emocionara o cambiara de su actitud pesimista habitual.  Siempre estaba allí, sentada en una pequeña butaca que tenían al lado del fuego. Frente a otra de ellas, vacía. Era la que pertenecía a su padre. Llevaba 10 años enteros esperándole, sin aceptar que nunca volvería. 

Nahia corrió hasta la puerta, tenía que preparar la comida, tenía que limpiar la cocina y tenía... bueno, ocuparse de la casa. Así que abrió la puerta lentamente para no molestar. Desde la puerta se veía la chimenea, moldeando con su luz informe la habitación, y creando un juego de sombras muy tétrico. 

También se veía desde ahí el respaldo del sillón en el que su madre reposaba. Una mano en el brazo del asiento, sin movimiento era lo único que podía vislumbrar Nahia desde su posición. 

El fuego seguía realizando su baile en el hogar, haciendo que esa mano proyectara su sombra hasta casi la pared. Era muy hermoso, y escalofriante a la vez.

De pronto, a los oídos de Nahia llegó el sonido de un leve goteo...

glup, glup, glup, glup.................

-¿Mamá?

No hubo respuesta. Que no se moviera no era extraño, al fin y al cabo siempre tenía que ir ella a cogerla y llevarla a los sitios, si no había algo que motivara realmente el alma de dicha apenada mujer, pero... ¿Que no contestara?

Nahia se acercó poco a poco, mientras el sonido del goteo continuaba. Era penetrante, se clavaba en su mente...

glup, glup, glup, glup...............


Cogió la mano de su madre, y esta se resvaló inerte por el lado de la butaba. Nahia ahogó un grito y abrió los ojos como platos. No podía creer lo que estaba viendo...

Había descubierto qué era el goteo...

 

Su madre se había suicidado. Había realizado un tajo en su brazo derecho con un cuchillo y de su brazo brotaba un río de sangre que empapaba su apoyo y goteaba hasta el suelo creando ese desquiciante sonido.

Soltó de pronto la mano de su progenitora y dio un paso hacia atrás, absorta.

Un sonido metálico sonó de pronto, el sonido de un cuchillo rebotando contra el suelo y quedando en silencio tras el repicar de su rebote. El único sonido que quedaba ahora en la habitación era el crepitar del fuego... y la respiración acelerada de la pequeña.

La pequeña huérfana.

 

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17/12/2011, 19:15
Nahia
Sólo para el director

Su mente se colapsó, ¿Cómo había sido capaz? No, no podía ser cierto, su madre siempre iba a estar a su lado. Era cierto que aún no lo había superado, pero algún día saldría de allí, Nahia le ayudaría y volvería a ser como fue y estarían juntas. ¡No,No,No! Ella también le había ¿Abandonado?... 

Otra vez no, no es cierto, ¡No!-Eran las únicas palabras acudían a su mente. 

Agarró a su madre por los hombros y agitándola bruscamente, gritó.

-¡Mamá! ¡Despierta! ¡Despierta! ¡No me puedes dejar sola!

Sin embargo aquel cuerpo inerte y frío se reveló como la cascara vacía de vida que era.

De pronto sus pies tomaron las riendas de la situación y comenzaron a correr,al principio sin un rumo fijo, sólo querían salir de allí, alejarse de esa "farsa". Entonces su cabeza encontró un camino que seguir, un lugar al que dirigirse, ¡Catherine! Necesitaba verla, necesitaba su abrazo, necesitaba ver sus ojos y sentir la calidez de un cuerpo...vivo. 

  

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17/12/2011, 20:17
Director

Nahia salió corriendo, en dirección al cementerio. Las calles no ofrecían ninguna calidez, apenas nadie se cruzó en su camino, y de entre ellas ninguna le preguntó qué pasaba. Dejaron que la pequeña siguiera su camino hasta llegar al cementerio. Allí, las tres figuras continuaban conversando. 

Dos de los recién llegados.

El extraño con túnica verde.

El apuesto joven rubio de ojos rojos.

Y Catherine.

Al parecer la chica tenía cara de asombro, algo estaban diciendo en ese momento que era súmamente importante, o al menos... extraño para la chica. 

Catherine se levantó y empezó a caminar hacia ella.

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17/12/2011, 20:20
Catherine Absolom

De pronto, una niña de unos quince años apareció corriendo por los lindes del cementerio. Catherine, que aún seguía asombrada por lo que estaban a punto de realizar, levantó los ojos, miró sorprendida a la niña.

Luego, con una fortaleza en su voz inusitada, le dijo a Faliar:

-Tengo que ver qué quiere. Si queréis, haced esto sin mí. Será incluso menos duro para mis sentimientos. Pero no dudéis en informarme si descubrís algo.

Y empezó a andar hacia ella.

Notas de juego

A partir de ahora, en los post incluís también a Nahia ^^

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17/12/2011, 20:26
Quint

Quint asintió complacido. Desde luego, sería mucho mejor para Catherine no ver el cadáver medio descompuesto al abrir la tumba.

-De acuerdo, nosotros nos encargamos. Antes de irte, ¿sabes si hay palas por aquí?

Notas de juego

Presupongo que Faliar está dispuesto a ayudar para demostrar lo machote que es delante de Catherine XD

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17/12/2011, 21:56
Nahia

Llegó al lugar casi sin aliento, paró un segundo al ver allí a aquellos extranjeros,no se lo esperaba. Ya no recordaba que estaban con Catherine, pero sinceramente, en ese momento no le importó demasiado. Sus caras desaparecieron del plano y su realidad se concentró en el rostro de su amiga, estaba allí. Catherine se acerco hacia ella, y a pesar de que tenía una expresión extraña en el rostro, la de Nahia tampoco debía ser muy normal. Corrió hacia ella con el gesto aún desencajado. Por fin consiguía el abrazo que tanto necesitaba. Nahia apoyó su cabeza sobre el pecho de su amiga del que provenía un rítmico latido que derrumbó totalmente sus murallas e hizo realidad lo que su mente se negaba a creer. El hielo que petrificaba el corazón de la joven huérfana se fue descongelando, dejando que las corrientes de agua que emanaban de él brotasen lentamente por sus ojos. Entonces sus labios se abrieron para dejar paso a un susurro apenas audible que paulatinamente se hizo más fuerte:


Está....muerta. Está...muerta. Esta muerta -Entonces su voz se elevó en un grito mientras su brazos se aferran aun más a su joven amiga- ¡Muerta!¡Se ha suicidado!¡Mi madre se ha suicidado¡¡Me ha abandonado!

Y como un niño cuando le niegan lo que quiere, lloró, lloró intentando que en esas lágrimas se disolviera el dolor que llevaba dentro.

Notas de juego

Vale, pido perdón por las frases tan largas, me faltará alguna coma o punto, pero...ahora mismo no se donde colocarlas.

1- entendí que Catherine venía hacia mí

2-Pienso que Catherine me daría el abrazo

Si alguna de las dos cosas no son realidad, me lo comunicas y lo cambio, que no se como andan las cosas por ahíXDDD

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18/12/2011, 02:36
Faliar Eldwen

- En fin... Preferiría no hacerlo, pero si es la única forma de sacar algo en claro... -miro a Catherine- Y si tu no te opones, claro... Me parece admirable que tengas esa fuerza.

Notas de juego

Por supuesto Quint; no hay nada más romántico y excitante para una mujer que ver como profanas la tumba de su ser más querido. Y si ya coges y escribes su nombre con fuego en su jardín, será tuya para siempre xD

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18/12/2011, 12:50
Director

De pronto el mundo parecía extraño, algo estaba cambiando, los colores de los que permanecían al lado de Faliar estaban cambian totalmente, todo se vuelve en color sepia, y más tarde en blanco y negro. De pronto, mientras el joven de cabellos rubios hablaba, dejó de escuchar su voz... todo empieza a desaparecer... todo...


-No te vayas.

Una voz extraña recorrió su mente, alguien le hablaba y no sabía bien quién era. Era una voz dulce, de mujer, que a pesar de notarse el calor que irradiaba debido al amor, destilaba un sabor a petición, a ruego, a último recurso antes de perderte. A su lado, una niña pequeña correteaba, no tendría más de 5 años, pero le gustaba observar el mundo y siempre tenía los ojos bien abiertos. 

Parecía que no se estaba enterando de nada. 

Pero de pronto, tu cuerpo se da la vuelta, y empieza a subir a un barco que está parado en el muelle, mientras a su espalda escucha el sonido del llanto de la mujer.

Desconsolada.


 

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18/12/2011, 12:58
Director

Faliar, sin previo aviso, cae desmayado durante unos segundos. Haciendo aún más extraña la situación, sus ojos se mueven a gran velocidad, y un hilo de saliva empieza a caer por su boca, mientras da unos pequeños espasmos. Parece que le está dando un ataque.

Pero... segundos más tarde, vuelve a abrir los ojos. Atónito.

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18/12/2011, 13:01
Catherine Absolom

Catherine abrió los ojos tanto, que si no estuvieran cogidos por músculos se hubieran caído al suelo y se hubieran ido rodando hasta la plaza del pueblo.

No podía creerse lo que estaba ocurriendo. ¿Muerta? ¿Qué significaba eso? Le fue muy complicado abrir la boca, decir unas palabras de ánimo. No sabía que hacer, pero intentó calmar a su amiga. Era lo que tenía que hacer.

-¿Estás segura? ¿Y no has llamado a Frank? Aunque no sea un buen médico puede que pudiera hacer algo... Tranquilizate. No va a pasar nada... ¿vale?

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18/12/2011, 14:14
Nahia

Era curioso, pero apenas escuchaba las palabras de Catherine, ahora sólo podía y quería sentir esa calidez al abrazarla. Era una niña, una niña de 15 años que tras largo tiempo por fin podía comportarse de acuerdo a su edad. Sus grandes ojos verdes apenas se vislumbraban tras la acuosa muralla de lagrimas, su cabello oscuro estaba ahora revuelto tapándole la mayor parte de su rostro casi infantil. Y por su mente sólo se repetía una y otra vez la imagen de su madre sentada en el sillón frente al fuego con las venas cortadas y la sangre empapando la estancia mientas el cuchillo caía al suelo con un sonido agudo.

Parecía que toda la fuerza se le había desvanecido en el grito anterior, porque ahora las palabras de Nahia sonaban más tenues y sombrías,entrecortadas por el llanto.

-No, ya es ...muy tarde, está muerta...había mucha sangre...está muerta. Se ha ido, me ha abandonado. Me ha abandonado... ella también. Estoy sola.

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18/12/2011, 15:46
Quint

-¿Faliar?... ¡Hey!

Al ver como el mago se caía al suelo, Quint se lanzó hacia él para ver qué le había pasado. Le llamó un par de veces por su nombre y al ver que no contestaba, le agarró por los hombros y comenzó a sacudirle.

-¿Estás bien? ¡Si no querías cavar solo tenías que decirlo!

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18/12/2011, 16:44
Faliar Eldwen

Faliar despertó del trance, aturdido

- ¿Eh? ¿Que? ¿Que ha pasado?

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22/12/2011, 08:33
Quint

Con cuidado, Quint ayudó a Faliar a incorporarse poco a poco.

-Eso me gustaría saber a mí también. De pronto te has caído al suelo; parecía que te había dado algo.

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22/12/2011, 12:03
Faliar Eldwen

- No... no es nada... Supongo que será cosa de la amnesia. Sigamos cavando.

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27/12/2011, 14:57
Catherine Absolom

-No estás sola, Nahia, no lo estás. Estoy aquí, ¿recuerdas? Contigo.

Catherine intensificó el abrazo, y juntó su piel con la de la pequeña, para más tarde, separarse, y agacharse un momento. Los ojos de Catherine se cruzaron con los de Nahia y comenzó a hablar de nuevo:

-No quiero que vuelvas a decir que estás sola. Ya sabes que estaré contigo pase lo que pase. Tranquilizate, no vas a ganar nada estando así. Lo hecho hecho está.

Los ojos de Catherine parecía que iban a atravesar a la pequeña, su mirada era tan intensa que era extraño que Nahia no saltara en llamas.

-Sabes que murió Scott hace poco, y que era como mi padre. Se supera Nahia, se puede superar. Además, sé que eres una niña madura, y que podrás salir adelante.

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27/12/2011, 14:57
Director

Quint cogió una pala que estaba tirada al lado de una tumba cercana y empezó a cavar con cuidado. La tierra se iba amontonando al lado de la lápida del padre Scott mientras Faliar se recuperaba de su desmayo. Tras unos minutos, el mago tomó el relevo desalojando cada vez más tierra.

Cuando de pronto un sonido seco llenó el agujero, sonaba a madera. Faliar se apresuró a apartar con sus propias manos la poca tierra que quedaba y ahí apareció el ataúd.