Ignorando completamente las palabras del noble que acababa de trascender de la realidad Chandra voló hacia Ghost. Parecía que sus pasos eran mucho más rápidos que los que pudiera dar cualquier humano. Su pelo y su ropa la seguía de cerca, levantada por la repentina aceleración del cuerpo de la asesina.
Las tiras de tela que colgaban de su cintura parecían tener vida propia, se movían alrededor de Chandra, creando pantallas contra posibles ataques enemigos y se colocaban a modo de afiladas espadas delante de ella, listas para abatir a su enemiga. Pero Beatrice no era tampoco una principiante.
El combate se convirtió en un baile, en el cual la que llevaba la voz cantante era la peliverde. Movimientos bruscos, seguidos de barridos con su extraña arma hacían que Xerine se tuviera que contorsionar para evitar los tajos asesinos que la joven lanzaba con su misma ropa. Las dagas de la atacada tampoco estaban quietas, buscaban el cuerpo de Chandra como una serpiente busca a su enemigo, dispuestas a dejar su infecta huella. Pero ninguna llegaba a dañar a la otra, era un baile mortal, con contrincantes demasiado igualados.
Sin embargo, la ventaja artística era para Chandra, y con una finta que Alice no esperaba fue atacada por dos frentes a la vez, dos colas distintas se acercaban por dos flancos mientras la asesina la miraba con una sonrisa críptica.
-Ya eres mía.
Xerine estaba en un apuro, pero una voltereta hacia atrás la liberó de su posición comprometida, pero el tajo se llevó por delante la falda rosa de la dama de los mil nombres mostrando sus bellas piernas en el proceso. Una pequeña herida, que no era más que una rozadura surgió en su muslo derecho cuando recuperó la compostura.
El combate no había hecho más que comenzar.
Motivo: Ataque Chandra
Tirada: 1d100
Resultado: 19(+150)=169
Motivo: Defensa Alice
Tirada: 1d100
Dificultad: 169+
Resultado: 43(+100)=143 (Fracaso)
Seguimos con la banda sonora.
Beatrice, te dejo a tí soltar la frase Badass :P
Cath comenzó a acumular magia casi de modo inconsciente, por si era necesaria una defensa rápida. No se había parado a pensar las consecuencias de sus actos, había actuado sólo por acción de su adrenalina.
El zeón comenzaba a arremolinarse, pero Cath todavía no le daba ningún uso. ¿Qué pretendía hacer?
Turno de Beatrice (está a la defensiva, realmente... por lo que sólo el post interpretativo is required ^^)
Beatrice se detuvo un momento a coger aliento, y entonces notó como algo resbalaba por su muslo. Llevó una mano a la herida, y la alzó para ver el resultado: El dedo índice y el corazón estaban tintados de rojo carmesí. Sin embargo, esto no la amedrentó, sino todo lo contrario: Una sonrisa burlona escapó por su rostro mientras se llevaba los dedos a los labios y lamía la dulce savia de sus propias venas
Creo que en una lista de los errores que has cometido hasta el momento, ESTE se encuentra de los primeros
Sus dagas volvieron a colocarse en posición para indicar que no había bajado la guardia
Primera oportunidad: Date la vuelta y desaparece. Planea otra emboscada, o vete a llorarle a tus hermanas. Diles que apenas pudiste herirme, que escapé. Invéntate una excusa original, seguro que algo se te ocurre
Sé que es mucho texto para un solo asalto, pero bueno, tiro de licencias dramáticas, si al máster le parece bien
Draken, tu turno, Nahia va a acumular Zeón. ^^
Faliar permaneció junto a Catherine y Nahia, expectante. Ambas oponentes parecían igualadas, y lo cierto es que parecía un asunto personal, y no sabía si debía intervenir o no. Colocó el estoque en posición perpendicular al suelo, y apoyó ambas manos sobre el pomo. Aunque aparentemente permanecía quieto y a la espera de que el combate entre Xerine y la desconocida se resolviese, Faliar se estaba concentrando.
Acumulo Zeon
-Yo... eh, sí... te ayudaré. ¿Pero qué pasa?
La hija del barón estaba realmente conmocionada, no sabía lo que hacer, si llorar, gritar ayudar a alguien o caer desmayada. Por suerte el chico rubio tenía la intención de ayudar a su padre. Y eso podría ser una cosa principal...
-¿Pero... no están atacando a esa mujer? Tienes armas, seguro que sabes luchar...
Por dentro, sin embargo, su mente era una marabunta de ideas. La situación no iba tan bien como lo presentaba, ni mucho menos: Su enemiga era más rápida y más hábil que ella, eso había quedado claro. Su peculiar estilo de combate superaba claramente al suyo, y una confrontación directa sería contraproducente a la larga. No, no ganaría a esa condenada asesina confiando en sus habilidades con el filo. Esperaba que Faliar y su familia la echaran un cable, y ese noble parecía haberse puesto de su parte, pero ni así estaba segura de contar con todas las ventajas a su favor. Sería absurdo que la tal Chandra no tuviera algún plan alternativo o as en la manga. Debía ponerse en el peor de los casos
¿Qué hacer, sin embargo? La habían cogido totalmente por sorpresa, eso era un hecho. Ni siquiera había llegado a aplicar el veneno de forma correcta. Su estupidez casi le costaba la vida, pero no era momento de lamentarse. Ya habría tiempo después para reflexionar y extraer alguna conclusión de sus fallos, si salía viva de allí. Ahora lo que importaba era arreglar el enredo. Pero... ¿Qué podía hacer?
Piensa, Ghost, piensa
No pudo evitar sonreír tras darse cuenta de que volvía a referirse a sí misma por su antiguo nombre. Y, sin embargo, hacía tiempo que había dejado atrás esa identidad. Puede que su subconsciente le estuviera jugando una mala pasada, o puede que las palabras de Chandra le hubieran traído viejos recuerdos. Demasiado nostálgica se había vuelto, al fin y al cabo. Sin embargo, era hora de pensar como Innominatum, y no como Ghost. Ghost Note habría intentado escapar, pero Innominatum sabía que dejar a esa arpía viva solo serviría para ofrecerle una vía más fácil de asaltarla de ahí en adelante. No, debía acabar con ella esa misma noche, y antes de que fuera al revés
¿Pero qué utilizar a su favor? Había mucha parafernalia en el salón de baile, pero nada realmente útil. ¿Cortinas, quizás? ¿O puede que algo de tierra en el jardín? Fuera como fuese, tendría que llevarla a su terreno, aunque esa parte no la veía demasiado difícil. Al fin y al cabo, era Chandra la que estaba intentando acercarse a ella, y no al revés. Si retrocedía de forma disimulada, puede que llegara a tiempo a esas cristaleras, para... ¿Para qué?
No pierdas el norte, ratoncita. Piensa con la cabeza. Abstrae tu mente, intenta ver el ángulo oculto
Las palabras de "El Pintor" resonaban en su cabeza, pero sonaban vacías y carentes de sentido. ¿Cómo encontrar el ángulo oculto, si debía centrar todas sus atenciones en defenderse de los mortíferos ataques de su enemiga?
Quint se limitó a hacer lo que le habían enseñado: decir falsas verdades para conseguir su objetivo. Mientras, levantaba el cuerpo del anfitrión del suelo y se pasaba uno de sus brazos sobre los hombros, instando a Marianna a hacer lo mismo.
-No soy solo comerciante, señorita. Mi misión ahora es protegeros a vuestro padre y a vos de cualquier peligro, y esas mujeres son un peligro inmediato. Confíe en mí.
Aaron gritó asustado cuando las dos mujeres entraron en combate. ¡Eran nobles! ¡Los nobles no hacían esas cosas!
Mirando a su alrededor, descubrió que el panorama tampoco estaba mucho mejor. Un hombre que acababa de sacar un arma de un bastón, otro que enarbolaba lo que parecía una aguja larga, una niña y una embarazada casi al lado del combate…el mundo se estaba volviendo loco.
De refilón, vio cómo un chico rubio y la hija de Frederic intentaban ayudar al noble. Sin dudarlo dos veces, se dirigió hacia ellos.
-¿Cómo está?-Gritó, haciéndose oír por encima del choque de aceros. ¿Beatrice estaba sangrando? No estaba seguro-Saquémosle de aquí.
Aaron ayudó a levantar el cuerpo y trasladarlo.
-¿Errores? Quizá este haya sido mi mejor acierto.
Chandra seguía con su baile infernal, su cuerpo se movía más rápido que la vista y sólo un guerrero verdaderamente talentoso podría ser capaz de seguir los movimientos que la peliverde parecía realizar sin esfuerzo. Sus curvas eran mortales trampas para cualquier guerrero y las sinuosas formas de su vestido encerraban muchos más secretos de los que se veían a simple vista.
Los ataques eran contínuos, y Xerine tenía que evitar los cuerpos de los nobles para no caer al suelo en su retroceso. Varias veces pateó estoques y sombreros, copas de vino y adornos en el camino de su contrincante, si no para lograr una herida, sí para entorpecer su avalancha de ataques. Alice luchaba con algo más que sus dagas, con mucho más que un filo cortante y una velocidad innata. La dama luchaba con el entorno, veía los posibles caminos a seguir y buscaba el más favorable.
Sólo que, contra una enemiga que te gana en velocidad y en técnica, hay que esforzarse en extremo.
La ex-música sudaba, estaba dándolo todo. Un giro de muñeca para trabar con su daga el misterioso filo de la ropa de Chandra, un empujón al cuerpo de un infeliz durmiente para que el siguiente paso de la peliverde fuera comprometido, y hasta varios saltos por detrás de estatuas y fuentes, consiguiendo que las armas de aquel torbellino esmeralda se toparan con elementos rígidos.
Esta danza mortal continuó durante segundos, tiempo suficiente para que llegaran al lado de una de la mesas de bebidas, sin pensarlo dos veces, Alice saltó detrás y la volcó, llenando el suelo de agua, vino, diversos jugos y licores... y cristales. Sería más complicado acercarse a ella.
Tomó como parapeto la mesa y, ya vertical la empujó contra Chandra, esperaba embestirla y ganar de nuevo la posición, pero la sorpresa de Xerine fue monumental cuando de dos largos tajos, la mesa desapareció en cachitos. Parpadeó un par de veces. Gracias a sus reflejos y a que en parte se lo esperaba no había recibido daños pues un astuto salto hacia atrás cuando comenzó a ver astillas le libró del golpe.
De pronto, un hilo de sangre comenzó a correr por la mejilla derecha de Beatrice. Volvía a ser un corte sin importancia, ni siquiera era doloroso, pero Chandra la estaba alcanzando. Y defenderse de algo así era agotador.
-Además, esto está siendo muy divertido.
Motivo: Turno CHandra
Tirada: 1d100
Resultado: 66(+135)=201
Motivo: Turno BEatrice
Tirada: 1d100
Resultado: 74(+100)=174
Motivo: Turno Faloiar (sólo magia)
Tirada: 1d100
Resultado: 72(+80)=152
Tirada oculta
Motivo: Phoebe
Tirada: 1d100
Resultado: 1(+185)=186
Motivo: Cath
Tirada: 1d100
Resultado: 2(+90)=92
Motivo: Nahia
Tirada: 1d100
Resultado: 76(+90)=166
Motivo: Pierre
Tirada: 1d100
Resultado: 62(+95)=157
Motivo: Quint
Tirada: 1d100
Resultado: 68(+115)=183
Motivo: Aaron
Tirada: 1d100
Resultado: 65(+10)=75
Motivo: Ataque Chandra
Tirada: 1d100
Resultado: 58(+150)=208
Motivo: Defensa Beatrice
Tirada: 1d100
Dificultad: 208+
Resultado: 56(+130)=186 (Fracaso)
Turnos:
Chandra > Quint > Beatrice (a la defensiva) puedes poner post interpretativo > Nahia > Pierre > Faliar > Aaron > Cath
-Gracias.-Contestó al nuevo e inesperado ayudante tras un segundo de duda.
Quint levantó el cuerpo de Frederic con la ayuda de su hija, de forma que ellos iban delante con un brazo del anfitrión por encima del hombro cada uno, y el voluntarioso Aaron le levantó los pies para poder ir más rápido. De esta forma, Quint podía llevar una mano libre por si había que abrir una puerta o alguien se acercaba demasiado.
-Usted nos guía, señorita.
Pues ala, si nadie se opone (y por oponerse me refiero a que se pone en medio de la daga de Quint y su destino) nosotros tres nos vamos con el saco de los pasaportes.
Marianna ahogó un grito cuando vio que la mujer de pelo verde estuvo a punto de cercenar en dos partes a la chica del vestido rosa, pero el chaval de cabellos rubios continuaba insistiendo en que tenían que salir de allí.
-Sí, claro. Vamos.
Avanzando con paso ligero, y gracias a la ayuda del chico con el parche en el ojo llegaron casi al lado de una puerta, por allí es por donde Frederic había salido del jardín con anterioridad.
La cosa es no decir nombres :P
Aaron, por si se te ocurre, no puedes abrirla, el post tuyo sería en el camino ;)
Phoebe empezó a correr en dirección a Chandra. En su cara se adivinaba un cierto grado de temor, mezclado con una inseguridad clara. Pero, para su desgracia, se trastabilló con el sombrero floreado de una de las invitadas a la fiesta, y eso, sumado a que la pista de baile era ligéramente resbaladiza consiguió que la violinista diera con sus huesos en el suelo, con un sonoro golpe.
Yo lo comento, porsiaca :P
Y la chica de pelo morado no fue la única que tuvo un contratiempo. Catherine estaba concentrada, extrayendo el zeón del ambiente y enviándolo a su alma. Pero había alguien que no estaba conforme con esa decisión, o al menos había elegido ese momento para estar revoltoso.
La vida que la rubia llevaba en su interior comenzó a agitarse, dando sucesivas patadas a Cath, que tuvo que hincar las rodillas en el suelo, dolorida. No había otro momento para la criatura se moviera tanto...
... o puede que fuera precísamente la adrenalina de Cath lo que le estimulara.
Explicación: menudo pifiote en turno de Catherine ^^
Beatrice apretó los dientes, pero en su expresión no se leía furia o frustración... Solo fastidio. Apartó algunas astillas de lo que antes había sido la mesa con el pie, y luego miró de nuevo a Chandra. Ya no sonreía
Eres molesta, eso te lo concedo. Voy a darte una segunda oportunidad, pero no habrá una tercera: Tus trucos de magia son bonitos, pero hay algo que no has tenido en cuenta. Date la vuelta y corre, y prometo que no te dolerá... Mucho
En cierto momento de la pelea, Beatrice intentó cruzar una mirada con Nahia, Faliar o Cath. Aunque el otro noble se había ofrecido a ayudarla, no estaba segura de que incluso los dos juntos pudieran hacerle frente... Y encima estaba esa violinista. Apestaba a Selene a kilómetros, y más teniendo en cuenta que la primera vez que la atacaron también iban en parejas. Si sus antiguos aliados no la echaban una mano, la situación sería bastante peliaguda...
¿Entenderían lo que estaba intentando decirles, o tendría que echar por tierra su farol y suplicar su ayuda?
La idea es cruzar una mirada con alguno de los tres, breve y concisa. No sé cuanto me dejarás trasmitir con esa mirada, pero la idea es pedir ayuda sin que Chandra se entere. Y cruzo los dedos porque alguno de los tres se dé por aludido XD
Pd: ¿Gastaste los dos puntos de cansancio para la esquiva? Sí, ¿miraste acaso la tirada? :P
Pd2: Ojo con Phoebe. Si me engañas una vez, la culpa es tuya. Si me engañas dos, la culpa es mía ;)
Durante el baile de acero y tela, de kí y velocidad, Beatrice tuvo un segundo de despiste, un segundo en el cual no estaba mirando a los ojos a los movimientos de Chandra. Durante ese preciso segundo, los verdes de la asesina asediada se cruzaron con los verde de Faliar, los de Nahia y los miel de Catherine.
Fue solo un segundo, pero pareció alargarse durante horas.
¿Qué significaba esa mirada?
Motivo: Defensa Chandra
Tirada: 1d100
Dificultad: 180+
Resultado: 57(+30)=87 (Fracaso)
Motivo: Fuerza Lazos
Tirada: 1d10
Resultado: 7(+15)=22
Motivo: Fuerza Chandra
Tirada: 1d10
Dificultad: 22+
Resultado: 3(+6)=9 (Fracaso)
Parálisis Completa para Chandra.
Aún así, seguimos por turnos.
Turno de Pierre
La estrategia de distracción no había funcionado, pero, por suerte, la atacada parecía saber defenderse sola bastante bien. Pero Conrad no iba a quedarse de brazos cruzados. Vio por el rabillo del ojo cómo el tipo de ojos rojos intentaba llevarse al anfitrión con la ayuda de Marianna y de el joven extraño del parche. Maldijo para sus adentros. Pero ahora tenía que acabar con lo que había empezado. Blandiendo su estoque, se lanzó contra la peliverde, que por desgracia ahora estaba más lejos que antes, debido a sus movimiento de ataque. Sin embargo, la jovencita que parecía acompañar al hombretón y a la embarazada, de repente se puso a tocar el violín, y Pierre se quedó estupefacto al observar unas líneas de luz cual si fuesen las mismísimas notas dadas forma, y estas relucientes fibras rodeaban y apresaban a la peliverde.
Conrad se detuvo, ya que no quería alejarse demasiado de Niobe y de François, que yacían a un par de pasos detrás suyo. Aquella gente poseía dones sobrenaturales, y no estaba seguro de que fuesen amigables con él. La bailarina de faldas peligrosas estaba presa, y su objetivo, parecía estar a salvo, así que Pierre se permitíó relajarse levemente.
Sin perder la pose de combate, estando alerta, volvió la cabeza hacia los que cargaban con Andersen. Trataban de salir del jardín.
- Hey, ustedes, ¿Qué demonios creen que están haciendo? -se dirigió a ellos sin tapujos. Aquello había sido todo muy extraño. Y el obstáculo que suponía aquella fiesta, se había convertido en una muralla, que tendría que derribar para seguir su camino.