Partida Rol por web

Ánima:Más allá del bien y del Mal II, Un reino de Pesadillas

1. La fiesta.

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08/04/2012, 22:06
Faliar

Faliar asintió a Nahia; se sentía algo mareado, y no le vendría mal algo de compañía

- Si me disculpas... Vuelvo enseguida, y entonces hablaremos más tranquilamente -dijo refiriéndose a Beatrice. Luego se dirigió al jardín

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08/04/2012, 22:30
Aaron

Aaron andaba distraído por la fiesta como un alma en pena. No paraba de dar vueltas por el salón sólo para salirse al patio y volver a entrar. Estaba comiendo como nunca lo había hecho, pero no era el hambre la que  le impulsaba a hacerlo, sino la ansiedad. No podía con aquella situación, todo tenía que estar perfectamente calibrado, no podía dejar ningún cabo suelto, y eso era algo que Aaron ni sabía ni estaba acostumbrado a hacer.

Además, había otra cosa. Ese tal Faliar había insistido en que le conocía, y no era tan perturbador el hecho de que le hubiese invitado a contarle cómo había perdido el ojo como que conociese su nombre. Aunque claro-Se dijo-Esa no era una tarea complicada.

Casi sin darse cuenta, sus pies comenzaron a moverse al ritmo de la música que la bella intérprete estaba tocando. Con movimientos torpes y entrecortados se desplazó por la sala hasta que decidió que lo mejor sería sentarse en una silla y no desentonar. A esas alturas unas antiestéticas manchas de sudor habían aparecido en las axilas de su camisa. Quizás debería refrescarse…

Terminándose apresuradamente un panecillo, se limpió las manos y la boca lo más finamente que pudo-A pesar de que odiaba tanta pompa-y se dirigió hacia los servicios.

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09/04/2012, 01:41
Alice
Sólo para el director

¡Perfecto!

Beatrice habría estrangulado a Faliar allí mismo, en aquel mismo momento, de no haber estado rodeada de gente. Tendría que habérselo olido: Llegaba a una fiesta en un país extraño para conseguir un salvoconducto de una persona a la que ni siquiera conocía, y justo se encontraba con otras personas a las que hacía mucho tiempo creía muertas. Y lo único que se le había ocurrido era acercarse a ellas, darse a conocer para ver qué hacían allí. Pensándolo fríamente, lo raro es que a esas alturas aún no hubiera pasado algo trágico

Lo que estaba claro es que esos tres eran una fuente de problemas, no digamos ya Aaron. Lo habían sido en el pasado... ¿Cómo se le había podido ocurrir que aquello hubiera cambiado? Atraían las desgracias como la miel a las moscas, y lo peor de todo es que ella había sido tan tonta de meterse en la boca del lobo a pesar de lo que ya sabía. Tonta, tonta, tonta Alice. ¿En qué estabas pensando?

Haciendo una lista de todas las cosas que se le ocurría que podrían haber salido mal, aquella era una de las menos preocupantes, la verdad. Que Faliar tuviera un desmayo y llamara la atención era algo bastante preferible a que comenzara a cagar bolas de rayos mientras recitaba textos en algún lenguaje arcano olvidado, por poner un ejemplo. Lo peor era que, a esas alturas, ya no había marcha atrás... Y no se refería a la escenita de hacía unos segundos

¿Quién le aseguraba que pudiera fiarse de ellos? Había estado a punto de contarles la verdad, no podía engañarse a sí misma. Bueno, no toda la verdad, pero sí más de lo que habría contado a cualquier extraño en otras circunstancias. Había estado a punto de relatarles lo ocurrido tras el naufragio... ¡Como si fueran viejos amigos charlando sobre el "viaje de placer" que hicieron hacía tres años! ¿Cómo había llegado a ese punto? ¿Tan obcecada estaba con dejarse llevar que estaba olvidando sus reglas más básicas? O... ¿O era que, en realidad, se había sentido bien al reencontrarse con ellos?

Pensamientos peligrosos, Alice. Despierta

Por lo que sabía, Faliar y su familia podrían incluso estar aliados con el conde de Monteglione. La historia era ya un clásico entre los clichés: Hombre rico se encuentra a personas pobres que pasan hambre, y les propone traicionar a un viejo compañero a cambio de dinero o protección... O quién sabe qué. O puede que sirvieran a ese extraño encapuchado y a su señor. ¿No había trabajado Faliar con el príncipe de los cuervos? ¿O era con Seline? Tendría que hacer memoria...

Pero aunque no estuvieran compinchados, lo cuál resultaba una idea algo paranoica incluso para Alice, nada le hacía pensar que no pudieran llegar a estarlo más adelante. Alguno de sus enemigos podría llegar a descubrir su ubicación si luego confesaban, o al escuchar como hablaban de ella más adelante en alguna taberna dejada de la mano de Dios. Ninguno de los tres destacaba por su sutileza, desde luego

No, no eran amigos. Nunca lo habían sido, y no comprendía como había podido llegar siquiera a replantearse la idea de que estuviera comenzando a sentir algo como la alegría al reunirse con ellos. Ella era Innominatum Domina, la muñeca vacía, con ojos de cristal y piel de porcelana. Alguien sin nombre no tiene amigos. Y no podía considerar a nadie como tal

¿Ni siquiera a esa chica que te dio el colgante?

No. Era una desconocida, una simple viajera ocasional

¿Y Aramis?

Una asesina como ella. No puedes fiarte de un asesino

Y entonces... ¿Por qué evitas pensar en Nahia?

Sintió ganas de estrangularse a sí misma al encontrarse sin respuestas. Aquellas tendencias masoquistas acabarían con ella tarde o temprano. Lo mejor sería calmarse y pensar con cabeza

Vale, lo hecho, hecho estaba. La familia de los "tres brujos felices" ya la habían reconocido, y sabían que estaba allí. Peor aún: Ella aún no sabía la razón por la cuál ellos habían asistido a la fiesta. Faliar había llamado la atención, y ahora muchos miraban en su dirección, asociándola con esa panda de impresentables. Era posible, aunque no probable, que el conde, y en menor medida Selene, tuvieran ojos en esa fiesta, y la opción de que alguien la hubiera reconocido era dolorosamente factible. La situación no pintaba bien, desde luego que no

Bueno, sería mejor ir pensando en algo para enderezarla

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09/04/2012, 02:12
Alice

Beatrice observó a Faliar con una mezcla entre sorpresa, preocupación... Y, porque no, quizás algo de fastidio. En su expresión había cierto deje de resignación, como si una parte de ella se hubiera esperado algo similar desde el principio. Era fácil darse cuenta de que, probablemente, la idea de llamar tanto la atención no era algo que fuera con ella

Cuando Faliar se excusó para tomar el aire, sin embargo, su dura mueca se suavizó un poco

Claro. No me iré lejos

No dijo nada más, pero dejó espacio para que tanto Catherine como Nahia acompañaran al mago si así lo deseaban

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09/04/2012, 02:52
Catherine Absolom

Sin dar tiempo a Nahia a decir nada, Catherine acompañó a su marido a los servicios. Pensaba que tendría que darse un poco de agua en la cabeza, o algo parecido. Y ahora no era ella la que necesitaba cuidados.

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09/04/2012, 02:58
Faliar

Faliar entró en los baños, se enjuagó la cara con agua, y permaneció apoyado en la pared, tratando de recuperar un pulso y una respiración normales.

- Tengo un mal presentimiento de todo esto...

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09/04/2012, 03:01
Catherine Absolom

Catherine entró en los baños con él, dejando al estirado mayordomo que les había acompañado hasta allí en la puerta. Acarició la espalda de su marido con dulzura y añadió.

-¿Mal presentimiento?¿Por qué?

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09/04/2012, 03:03
Faliar

Faliar se dio la vuelta y cogió las manos de Catherine. Su mirada reflejaba preocupación.

- Las... coincidencias. Volvemos a encontrarnos con Xerine y con Aaron, y de repente vuelven los desvanecimientos y los flashbacks. No sé decirte... La última vez que estuvimos todos juntos y que yo tuve desvanecimientos ya sabes lo que ocurrió... Creo que se avecina algo... Algo grande.

Mentalmente, estaba revisando las últimas palabras y encuentros. Los primeros desvanecimientos que había tenido en Corvinus los había sufrido en presencia de Nahia, quizás reaccionando inconscientemente a los recuerdos enterrados de su hija. Y luego aquella piedra... Siempre la llevaba colgada del cuello, pero casi nunca notaba su presencia; con el tiempo se había ido olvidando, hasta pasar a ser una parte de él de la que apenas se acordaba. Pero ahora... Ahora era como un enorme peso helado en su pecho.

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09/04/2012, 03:38
Director

Chandra y Pierre eran ya los últimos que quedaban en la pista de baile. La última pieza empezaba a sonar a la vez que los pasos de los dos bailarines cubrían la pista. Movimientos arriesgados, giros bruscos, y piruetas complicadas. El tango es un baile que exige mucho de los intérpretes. No vale solo con tener coordinación, necesitas fuerza, orgullo, vigor, valentía y porte.

Y al parecer, a ninguno de los dos le faltaba.

De hecho, estaban enfrascados en un duelo silencioso, un acuerdo clarísimo que ninguno de los dos había comentado. El baile, la música, hablaban por encima de ellos. Y eran capaces de comprenderla.

Primero Chandra deleitó a los presentes con un paso complicado, su pie se movía frente a Pierre a tal velocidad, describiendo figuras exóticas, que casi era imposible percibir que realmente era la bailarina la que dibujaba en el aire, y no el dibujo apareciendo de la nada en el vacío. Pierre trató de seguirla, dando varios giros sobre sí mismo, pero no quedó tan lucido.

uno cero.

Pero el noble no era un recién salido del cascarón y contratacó con un paso en el cual usaba su bastón como eje y llevaba a Chandra por los lugares que él quería, girando, saltando y describiendo figuras inimaginables. Sólo que Chandra tampoco iba a darse por vencida y acompañó todos los movimientos de Pierre con otros propios, sin deslucir a su contrincante pero sin quedar eclipsada. Empate en esta ronda.

Uno cero.

Esta vez tomó la iniciativa Chandra, pero Pierre logró eclipsarla con su baile. La chica trató de realizar un paso sencillo, vistoso, arrastrando los pies hasta quedarse junto a su pareja, desafiándole con la mirada, pero Pierre comprendió lo que estaba haciendo, y contraatacó con un gesto de desdén, y un paseo a su alrededor dejando escapar todo su arte en él. Todo el mundo empezó a aplaudir en ese momento.

uno uno.

Chandra mandó callar al público cuando decidió terminar con aquel improvisado combate. Su habilidad mejoró increíblemente en ese momento, como si antes no hubiera estado haciendo otra cosa que enmascarar su verdadero potencial para dar más juego al "combate". Deslumbró a todos con unos movimientos artísticos en grado sumo, complicados como ninguno, y bellos como la luna llena. A esto, se sumó el hecho de que Pierre se quedó a un lado, embelesado por el baile, sin saber exactamente qué hacer.

La música terminó, y Chandra quedó en una pose final espectacular, mientras Pierre la miraba con cara de tonto.

La chica del pelo esmeralda había ganado.

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09/04/2012, 03:38
Director

El público que contemplaba el baile estalló en aplausos cuando terminó de escuchar la ejecución de la pieza por parte de violinista y el duelo de habilidad que habían realizado los dos nobles. El bullicio empezó a crecer de nuevo, y la pista de baile se llenó de nuevo de parejas. 

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09/04/2012, 03:39
Chandra

-No bailas mal, cariño, pero aún te queda mucho por aprender.

Chandra susurró unas palabras en el oído de Pierre antes de que este decidiera librarse de ella. Tenía el presentimiento de que quería volver con su protegida, y si esa era su intención no volvería a molestarle. Pero, si continuaba bailando con ella, la conversación podría llegar a un punto interesante.

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09/04/2012, 03:48
Pierre Conrad
Sólo para el director

Conrad se acercó a la mujer, pero no siguió bailando. Cualquier movimiento resultaría ridículo después del desfile de ambos, y especialmente de la última ejecución de ella, con la que Pierre había quedado estupefacto.

- Todavía no me has dicho tu nombre, aunque tú el mío sí. No nos hemos acabado de presentar....

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09/04/2012, 03:52
Chandra

-¿Acaso crees que te has ganado saber mi nombre?

Dijo Chandra con voz juguetona, mientras acariciaba el pecho de Conrad con la mano derecha.

-¿Por qué quieres saberlo? Lo olvidarás en dos minutos... todos lo hacen.

Notas de juego

A la cama! :P

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09/04/2012, 12:54
Pierre Conrad
Sólo para el director

- No creo que pudiera olvidarte...nunca.

Pierre seguía el juego de ella con voz sugerente, susurrando.

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09/04/2012, 12:48
Nahia

La escena parecía estar ya perfecta sin que Nahia acompañase a la pareja. Solo se limito a preguntar aunque tampoco  esperaba ninguna respuesta por su parte.

- Si me necesitais estaré por aquí.

Luego miró a Beatrice, le costaba tener que llamarla asi, en su mente automáticamente salía su antiguo nombre.

-Creo que nos hemos quedado solas.

Esperó unos segundos por si ella quería decir algo.

Notas de juego

Y sí, Nahia lleva el violín encima, bien agarrado. Tampoco lo intenta mostrar mucho, la verdad.

MASTER: destinatarios!! :P

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09/04/2012, 14:27
Aaron

Aaron avanzó hasta al baño bajo la atenta mirada de un mayordomo que insistía en acompañarle. Un poco cansado de tanta parafernalia se llenó un cuenco con agua y hundió la cara en él. Al levantarla, con el pelo mojado y la cara chorreante, vio un reflejo muy distorsionado de si mismo. Tenía un aspecto terrible. Ojeras, palidez, cansancio acumulado…todo aquello se acusaba en su rostro, pero lo peor sin duda era el parque de su ojo izquierdo, un parque que ocultaba una cuenca vacía y que ni siquiera se había atrevido a retirar. No sabía cómo lo había perdido, pero ardía de rabia cada vez que se planteaba la posibilidad de que hubiera sido por culpa de Nathaniel.

Repitiendo el proceso una vez más, se frotó detrás de la nuca y dejó el agua a un lado, saliendo de allí. Con el rabillo del ojo pudo entrever como uno de aquellos molestos mayordomos se apresuraba a derramar el agua por lo que parecía una alcantarilla.

Con pocas ganas, volvió a la sala principal y descubrió que la pieza principal había cambiado, así como a varias parejas bailando en el centro de la sala. ¿Por qué el anfitrión de la fiesta se estaba haciendo tanto de rogar? Aaron empezaba a impacientarse y eso no era propio de él.

Con furia creciente originada por el sentimiento de impotencia salió al jardín y se sentó en un sitio que le permitiese ver todo el jardín y parte de la sala principal.

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09/04/2012, 16:17
Chandra

-Créeme que lo harías. Todo el mundo lo hace... Pero dime, ¿Qué has hecho para merecerlo?

Chandra sonreía mientras decía estas palabras diréctamente en el oído de Pierre. Suavemente, casi saboreando cada palabra dejaba que los sonidos llegaran a Conrad como si estuviera acariciándole con seda.

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09/04/2012, 16:33
Pierre Conrad
Sólo para el director

- ¿Es esa la pregunta? ¿o realmente soy yo quien debe preguntarte: "qué hay que hacer para saber tu nombre?

Pierre no iba a rendirse ante los juegos de la mujer del pelo verde. No le gustaban las mujeres fáciles.

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09/04/2012, 19:08
Quint

Gente y más gente llegaba a la fiesta sin parar. Absurdos nombres y títulos, todos ellos embutidos en incómodos y presuntuosos vestidos que valdrían una fortuna y posiblemente usaran solo para esta ocasión. A pesar de su duro entrenamiento, a Quint le costaba en ciertos momentos mantener la máscara.

Cuando llegó a la fiesta, el chico intentó pasar desapercibido tomando algo alejado de la muchedumbre, observando con detenimiento la escena en busca de alguien que pudiera parecerse a su objetivo. Pero pronto se dio cuenta de que esa actitud no era precisamente la esperada en ese tipo de eventos, y muchas personas se acercaron curiosas a preguntar al desconocido que se mantenía al margen. Cansado de responder cada vez a las mismas insulsas preguntas, Quint decidió mover ficha y unirse al juego de los nobles.

Tal vez su atuendo no fuera tan fino como el de la mayoría de los asistentes, ni tampoco portaba tantas joyas como ellos (solo el fino aro dorado sujetándole el pelo y una cadena de plata que le colgaba del cuello por el interior de su ropa), pero su aspecto físico parecía levantar comentarios entre los presentes. Sobre todo entre "las" presentes más jóvenes. Aprovechando esa ventaja, se acercó a un grupo de chicas que miraban embobadas a los excelentes bailarines del centro de la sala y las invitó a salir para romper el hielo. Tal y como había previsto por sus caras, las chicas se negaron tímidamente pero tampoco le echaron, así que se sentó junto a ellas y comenzó una conversación para hacerse pasar por parte del grupo.

Esperemos que nuestro anfitrión haga su aparición rápido. No aguanto ni un minuto más este maldito disfraz de cortesano. Y encima creo que me estoy volviendo un poco paranoico. Tanto mirar a mi alrededor me ha parecido ver... ¡Na, no puede ser! Debo centrarme, no es el momento para empezar a perseguir fantasmas.

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09/04/2012, 22:16
Catherine Absolom

-Tranquilo cariño. No te pongas fatalista. Y además, si esto te ayuda a estar en paz con tu pasado, me da igual los posibles peligros que nos esperen, Fa. Ya sabes, como en los viejos tiempos.

Catherine sonrió tranquilamente a Faliar y le cogió de la mano para devolverle al jardín, lugar donde estaba la mayor parte de la gente.

-No estemos mucho aquí, piensa que puede aparecer el anfitrión en cualquier momento, y nosotros nos lo perderíamos.