- ¿Tu jefe? -intervino el cartógrafo- ¿qué ibais a hacer? ¿qué hacíais aquí? ¡Contesta!
Alice miró a Cath
Quédate con ella. Ahora vuelvo
Alice se incorporó lentamente, mirando al cielo. El agua limpiaría el vómito de su ropa, aunque eso no parecía importarle. Si hubiera estado en otro lugar, quizás habría maldecido su suerte, pero no aquí. En un lugar como este, era solo un aderezo más sobre la capa de barro y sudor que ya llevaban todos encima. Pero las gotas seguían cayendo a su alrededor, besando su rostro, sus labios, su alma... Y dicen que la lluvia lo limpia todo
Ojalá fuera verdad
Sin decir una palabra, se encaminó hacia el carro y comenzó a rebuscar, sin pronunciar una palabra en el proceso. Parecía que el bandido le importaba bien poco: Sus compañeros de viaje ya se estaban encargando de intimidarle, de forma más o menos aceptable, así que no pensaba intervenir a menos que la cosa se torciera demasiado. Y, por el bien del tal Curro, esperaba que no fuera necesario llegar a ese punto
Tras unos segundos, salió con una manta y volvió al lado de la niña y Catherine, agachándose para arropar a la primera y que no cogiera frío. Acto seguido miró a la hechicera
Quizás deberíamos deshacernos de los cadáveres. Puede que no vayan solos
Me parto con el nombre del pnj XD
He supuesto que Alice encuentra alguna mísera manta o algo similar en el carruaje para agilizar. Si no hay, coge una de las cortinas de las ventanas, la que esté más seca. Si no es ese tipo de carruajes... Yo que sé, desnuda a uno de los muertos
Pd: El comentario de Alice va dirigido a Catherine
-yo... no tenemos nada... íbamos a robar ese carro... era fácil, estaba a tiro, la lluvia nos ocultaba... ¡no me maten por favor!¡déjenme ir! Les juro que no diré nada...terror.
El terror se veía en su mirada.
-Si, claro, por supuesto.
Cath abrazó a la chiquilla mientras Alice cogió una manta de dentro del carro. Una vez llegó, se apartó para que pudiera arroparla bien.
-Creo que tendríamos que llevárnosla...
La lluvia, por su parte, dejó de apretar tanto. Seguían cayendo gotas, eso era cierto pero gradualmente se notaba que no descargaba con tanta violencia sobre el terreno ahora embarrado.
Era un consuelo, al fin y al cabo.
me he cansado de la lluvia xD
Faliar miró al ladrón con indiferencia
- Imagino que un grupo de bandidos tendrá alguna guarida por aquí cerca, ¿no? Si nos dices donde está, te dejaremos tranquilo.
No es prudente Miró a la niña, en silencio Nada es lo que parece, y tenemos demasiados enemigos. No podemos hacernos cargo de una boca más, y eso sin tener en cuenta la opción de que no sea tan inocente como parece
Sonrió, divertida, mientras volvía a mirar a Cath
Pero ya sé cuál va a ser tu respuesta, así que te ahorraré saliva. Y, siendo sinceros, a mí tampoco me hacia gracia la idea de abandonarla sin más. Siento una extraña debilidad por las huérfanas
Lo que pasa es que quieres que Alice huela a vómito, cabrón XD
La mirada enfadada que Cath envió a Xerine antes de continuar de hablar pareció convencerla de terminar su parlamento. Pero una sonrisa surgió tras las palabras de Alice. No sabía dónde, pero esa mujer tenía un corazón.
-Sea entonces. Aunque tenga que cargarla yo en brazos, la llevaré. No me gusta la idea de abandonarla a su suerte... Y mirad el carro, quizá haya algo más de provecho.
-No tenemos guarida, venimos de Koven, estábamos de paso cuando escuchamos la noticia de que la hija del alcalde se marchaba de la ciudad. Pensamos que podríamos asaltarla en este lugar, y la lluvia nos ha venido de perlas... como mucho puedo dirigiros a nuestro campamento...
Vendrá con nosotros pues Murmuró Alice, de forma algo indiferente, mientras se levantaba y se dirigía al carro para inspeccionarlo a conciencia Pero no serás tú quien la lleve. Lo último que necesitamos es que te salga el niño tonto por hacer esfuerzos innecesarios. O que no te salga, directamente
Alice registra el carro*
* Todavía no se ha quitado la idea de que todo sea una bonita obra de teatro bien orquestada para pillarles desprevenidos, así que ya se sabe: Con los ojos bien abiertos y las dagas bien a mano
Al oír al bandido, Conrad alzó una ceja.
- ¿Venís de Koven, dices? Hm...tal vez nos pueda ayudar a llegar hasta allí -sugirió volviéndose a Faliar- Al fin y al cabo, conocerá bien el terreno.
Faliar se distrajo un momento con el comentario de Xerine; no le gustó nada esa última frase. Pero luego miró a Conrad y asintió.
- Si, es buena idea. Yo tenía pensado dejarlo aquí atado, pero de la otra manera puede sernos más útil.
-¿Koven? ¡NO! ¡Allí me matarán! Joder... acabamos de matar a ese hombre..
Trató de removerse en el sitio. Gateando hasta alejarse. Inútil... quizá.
Tirada oculta
Motivo: fuerza
Tirada: 1d10
Dificultad: 14+
Resultado: 8(+6)=14 (Exito)
Al arrastrarse por el suelo las ataduras de Curro cedieron ligéramente, lo que aprovechó el bandido para romperlas y trató de ponerse en pie.
Una reacción antes de que se levante?
Dentro de lo que cabe, el carro era bastante lujoso. Asientos de madera forrados con cojines de terciopelo, y cortinas bordadas con símbología trival, como espirales, trísqueles y tetrásqueles. Dentro había comida, un poco aplastada tras volcar; algunas joyas de no mucho valor y varias mantas y vestidos, todos del tamaño de la pequeña. También había una suma de veinte monedas de oro en un pequeño fardo.
El carruaje en sí, estaba en buenas condiciones, si exceptuábamos las riendas rotas y la rueda destrozada. En su interior podrían caber sin apretujones cuatro personas, seis si se prescindía de cierta comodidad y en el pescante podrían viajar dos personas con soltura.
De los caballos no había ni rastro.
- Yo que tu me quedaba donde estás
El brujo cargó Zeon y sus ojos se iluminaron en aquella fantasmagórica luz verde. Tres esferas de fuego verde aparecieron flotando a su alrededor, listas para salir disparadas contra el bandido si se le ocurría moverse un palmo.
- Tu eliges: o nos llevas cerca de Koven y te dejamos correr para que puedas arrastrarte a otro agujero, o aquí se acaba tu historia.
Acumulo Zeon, y si se pone tonto, Esfera de destrucción a nivel avanzado (que son cinco; las tres primeras son para acojonar xD)
El bandido se tiró a la tierra y comenzó a clamar por su vida. Mientras enterraba su cabeza entre los brazos y se hacía tan pequeño como una bola, chillaba.
-¡NO!¡No, por favor! nonononono...
Catherine acariciaba los negros cabellos de la niña inconsciente y la mirada como si fuera su propia hija. La sola idea de dejarla allí a su suerte la atormentaba tanto como tener que quedarse ella misma. Esa cara inocente, esas ropas rasgadas... no, esa niña se merecía un futuro mejor.
Mientras su marido se encargaba de intimidar al bandido, ella se encargó de comprobar si la chiquilla tenía alguna herida que no fuera visible a simple vista. A ella no le costaría mucho curarla, y quizá, con su toque curativo, hasta recuperaba la consciencia.
- Buena elección
Faliar disipó las bolas de energía con un gesto e indicó a Conrad y Quint que lo atasen. Luego se fue junto a Cath para interesarse por el estado de la pequeña.
Mmmm huele a caquita
El cartógrafo apoyó la punta de su bastón en el hombro del desdichado hombre, instándole a levantarse.
- No vuelvas a intentar algo así. Si intentas escapar, bueno, digamos que mi amigo -hizo un gesto con la cabeza hacia Faliar- no tiene ganas ni humor para estarse con tonterías. Así que sé buen chico, ayúdanos a llegar a Koven, y en cuanto tengamos el pueblo a la vista, te podrás escabullir como una rata, y olvidarte de nosotros, por tu bien.
Mientras hablaba como quien está explicando una lección de historia, el rostro del cartógrafo no parecía reflejar emociones, ni siquiera sorna o burla, a excepción de un leve alzamiento de ceja en la última frase.
Pisoteadooo