Partida Rol por web

Ánima, Rebelión de Lucanor

Pasado Lexa, Kaela y Dante: Alas Negras

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21/01/2011, 08:37
Director
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1 de Noviembre del 987 después de Cristo.

La travesía por el bosque estaba siendo tranquila. Los sonidos de los animales acompañaban a la comitiva durante su camino. El propio bosque parecía agradecerles su entrada, pues la belleza en los alrededores del camino era grandiosa. Pequeños pájaros bajaban temerosos a comer las pocas migas de pan que, de ven en cuando, alguno de los integrantes de la caravana dejaba atrás. El sonido de las ardillas saltando de árbol en árbol, así como su fugaz visión era constante en el bosque. Incluso, los asustadizos ciervos, tímidos ante cualquier humano, eran fáciles de ver aquel día. El tiempo también acompañaba. Un sol radiante coronaba el cielo. Haciendo que su luz diera unos matices sorprendentes a las hojas de los árboles cercanos. Todo el bosque en ese momento era un espectáculo de luces y sombras, de colores ocres, calurosos a la vista.

La caravana está compuesta por tres carromatos. El tercero, cuya confección deja bastante que desear, está pintado en un color rojo vivo, y su capota, de color amarillento posee bastantes agujeros. En ella viaja un hombre con su familia, una mujer y dos hijos, además de las mercancías que tiene que vender cuando llegue. La segunda, que parece un poco más lujosa es propiedad de una familia aposentada de la zona. Un color azul verdoso cubre la madera de la que está hecha, y dos caballos negros tiran de ella con brío. En ese carro viaja una familia noble, que poco le importa lo que quieran hacer los demás. Casi no hablan con nadie en la acampadas, por la noche. Y el primer carruaje, como es de esperar, es el más lujoso de todos. Su bello color negro contrasta con el bosque. La capota de cuero negro no tiene ninguna imperfección. No es que los demás carruajes sean pequeños, pero es que este es realmente espacioso. Pueden viajar hasta 6 personas en su interior sin estrecheces, aunque ahora solo está ocupado por dos bellas mujeres. Este carro es para las visitas, para los invitados que traten de cruzar el bosque.

Esta vez la caravana se ha adelantado un poco, normalmente no cruzan el bosque en estas fechas, pero han hecho una excepción. La aparición de las dos mujeres, desconocidas entre ellas, portando suficiente dinero para que la travesía fuera rentable hizo cambiar de idea a los cocheros. A la familia noble tampoco le preocupaba, cuanto antes llegaran a Tiberias, antes resolverán sus asuntos.

La caravana avanza por el camino abierto en el bosque, y mientras tanto, en cada uno de los carruajes cada viajero está a sus menesteres.

 

 

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21/01/2011, 08:41
Director
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 Como era de esperar, Kaela está viajando en el primero de los carruajes. Su intención no es otra que llegar a Súrea. Una pequeña ciudad amurallada cercana al Rango de la Cicatriz, en la encrucijada de los principados de Kanon, Togarini y Abel. Aún es una simple iniciada en su orden y la tienen casi de mera mensajera. Ésta vez su misión en Súrea es proteger, escoltar y servir a su alcalde en una misión que él en persona les comentará cuando lleguen allí. Esa es la versión oficial. En secreto, su orden le ha encomendado el espionaje de este sujeto, pues piensan que algo oscuro esconde.

En el mismo carruaje que Kaela viaja otra bella mujer, de cabello púrpura, sumida en sus pensamientos. Realmente su carruaje perdió una rueda con un bache del camino y quedó inservible tras el accidente, por lo que la han trasladado al tuyo. 

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21/01/2011, 08:48
Director
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 Como era de esperar, Lexa está viajando en el primero de los carruajes, aunque ha sido el destino el que así lo ha decidido. Un día antes su carruaje se accidentó en el camino y ha habido que trasladarla a otro. Por suerte, éste es más lujoso.

La intención de esta bella dama no es otra que llegar a Súrea. Una pequeña ciudad amurallada cercana al Rango de la Cicatriz, en la encrucijada de los principados de Kanon, Togarini y Abel. Aún es una simple iniciada en su orden y la tienen casi de mera mensajera. Ésta vez su misión en Súrea es proteger, escoltar y servir a su alcalde en una misión que él en persona les comentará cuando lleguen allí. Esa es la versión oficial. En secreto, su orden le ha encomendado el espionaje de este sujeto, pues piensan que algo oscuro esconde. Tiene carta blanca para acabar con él si es estrictamente necesario, pero sus superioras le han pedido que se contenga, puede serles útil en el futuro. Lexa no entendió bien ese último punto, pero está decidida a obedecerlas.

En el mismo carruaje que Lexa viaja otra bella mujer, sumida en sus pensamientos. Una mujer realmente preciosa, con un traje muy volátil de colores oscuros. Es la que estaba viajando en el carruaje antes de que el tuyo perdiera una rueda con un bache del camino y quedara inservible tras el accidente.

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24/01/2011, 21:18
Kaela
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¡ Al fin una misión importante! Eso es buena señal, parece que ya empiezo a tener cierta relevancia en la organización...poco a poco..

Kaela está nerviosa y emocionada al mismo tiempoa. Este nuevo encargo es una gran oportunidad para ella, para demostrar lo que vale. Por eso mismo es tan importante que todo salga a pedir de boca... si falla quizás quede relegada a ser una simple mensajera para siempre y, sinceramente, no está dispuesta a permitirlo.

Debo ser cauta, pensar las cosas. He de hacer lo que sea necesario... esto va a salir bien, seguro.

Intenta convencerse a sí misma dándose fuerzas para que su timidez no arruine la misión, dado que ¿dónde se ha visto un espía tímido? No podía callarse preguntas importantes porque pensase que quizás molestaran... ¡ridículo! Absorta en sus pensamientos, Kaela juguetea con su colgante intentando tranquilizar su mente.

Entonces sale de su ensimismamiento. En frente viaja junto a ella otra mujer de cabellos púrpuras. Es lo único que llega a advertir de la misteriosa dama, pues una blanquísima capa le cubre casi por completo. Era la misma joven que había visto al inicio del viaje subirse a otro de los carruajes que formaban la compañía. Se les había roto una rueda y ahora su tripulante había sido tasladada al carruaje de Kaela. Hasta ese momento ninguna de las dos habían mediado palabra y apenas sí se habian percatado de la presencia de la otra. Mas ahora que Kaela ha reparado en ella siente como un silencio incómodo, al menos para Ka, lo llena todo. Está tentada a comenzar una conversación, preguntarle quién era, a dónde iba, de dónde venía, cuál era su nombre, a qué se dedicaba... pero eso parecería un interrogatorio, además podía no ser tan simpática como Kaela creía y que le mandase a la mierda en cuanto abriese la boca. Entonces el viaje se haría aún más pesado, aunque siempre la podría tirar del carruaje por ser tan irrespetuosa y desagradecida. Era una idea que le hacía gracia y una leve sonrisa se reflejó en su rostro. Pero después de tantos devaneos de cabeza, se dio cuenta, ¡eso es lo que temia! ¡lo que tenía que erradicar de ella, al menos en aquella misión: su timidez! Le estaba privando de respuestas, de información, y aunque ahora no era muy relevante en Súrea sí lo sería. Así que ya decidida comenzó de la manera más inofensiva que se le ocurrió para comenzar la conversacion.


 

 

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27/01/2011, 00:11
Kaela
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 -Hola! soy Ka -No le iba a decir aún su nombre completo, no la conocía de nada, ni sabía si podía confiar en ella. Bastante sí le habia dicho su inicial- ¿y tú? Qué mala suerte que se os haya roto el carruaje.Bueno, al menos no fue difícil reubicarle en otro, además, así converso con alguien mientras llegamos. Se hace mas ameno el viaje- sonríe amablemente- Por cierto, si me lo permitis, ¿podría preguntaros los motivos de vuestro viaje?

En verdad Kaela hubiese preferido pasar el viaje sin más compañía que ella misma, pero el destino había querido que su soledad fuese compartida con aquella mujer. Se lo tomó bastante bien, en realidad le sería de utilidad, distraería su mente durante el camino y quizás así calmase su nerviosismo, además podría practicar eso de ser sociable.

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27/01/2011, 00:11
Director
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Notas de juego

 realmente el post era mucho más largo... pero me ha pedido que lo oculte para no dar mucha información... a lo que voy, escribe el post con bastante narración. Al fin y al cabo es el primero. Dí como te sientes al venir, con el percance... que esperas... esas cosas

Si quieres di todo eso en privado y luego en público la contestación (o ausencia de ella a Ka).

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27/01/2011, 00:05
Lexa
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 ¿Por qué me dirige la palabra? Y yo que esperaba tener un viaje tranquilo... sin duda lo peor de este trabajo es tener que ocultar constantemente quién eres... así no hay forma de llegar a conocer a nadie.. en fin...

Me temo que son demasiadas preguntas de momento, aunque agradezco tu interés. Digamos que mi trabajo me lleva donde tengo que ir. No preguntaré acerca de ti... resultaría bastante hipócrita... aunque me has causado buena impresión, he de decir.- intenta una sonrisa de medio lado, no quiere parecer una amenaza a nadie o levantar sospechas sobre sus objetivos.

Gira la cabeza hacia la ventana del carruaje y mira el paisaje pasar. Vuelve la mirada hacia la tal Ka (seguro que no es su nombre de verdad, ¿Quien demonios llamaría a su hija por una inicial?). La mujer es bastante guapa, aunque no le transmite ninguna seguridad. Parece coartada por algo, no del todo cómoda con la situación. No obstante, No la encuentra amenazadora, más bien buena que otra cosa. Baraja la opción de seguir el hilo de la conversación con ella o sumirse en sus propios pensamientos. Dado su interés por el alcalde que tiene que proteger, decide intentar sacar de la muchacha alguna información que pueda resultar útil.

-¿Hoy hace buen día, no crees?

Siempre había sido buena en las conversaciones insustanciales.

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27/01/2011, 20:01
Kaela
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¡Que forma más educada de mandarme a la mierda! Bueno, se ve que no debía ser un buen momento para preguntar, aunque creo que con esta mujer ningún momento sería bueno. ¡Pero si yo sólo intentaba ser simpática! Menos mal que le caí bien, no quisiera saber cómo es cuando alguien le cae mal.

Las primeras palabras de la misteriosa dama no habían sido muy amables. Claramente no le apetecía hablar, así que Ka no iba a insistir más, bastante le había costado dar el primer paso de una conversacion que apenas había durado un par de miradas. La joven volvió la cara hacia la ventana, admirando el paisaje (supuso Kaela) y viendo que su intento de ser sociable había sido todo un fracaso, Ka decidió hacer lo mismo. Se entretendría observando los árboles, tratando de adivinar si  la silueta de algun animal salvaje se escondía entre las ramas, hojas y troncos que  dominaban el paisaje. Mas la muchacha de cabellos púrpuras repentinamente había decidido cambiar de opinión: la conversación iba a durar más de lo que en un principio había parecido y una pregunta irrelevante salió de entre sus labios.

eeeeeeeeeehhh...O_O!!

-Mmmmm..sí , la verdad, hoy parece que vamos a tener un día espléndido, espero que no le de por estropearse antes de llegar a la ciudad, sería una lástima desaprovechar un tiempo como éste...

Kaela se forzaba a seguir hablando, no sabía como iba a llegar a sacar nada sustancial con una pregunta cuya respuesta podría haberse resumido con  una simple sonrisa de cortesía (que seguramente es lo que habría hecho después de la actitud que la joven había mostrado en un primer momento, si no se estuviese obligando a deshacerse de su timidez).

-Quizás sea un poco repetitiva en mi pregunta, pero... no se a quién me estoy dirigiendo, ¿podría preguntarle nuevamente por su nombre?¿o prefiere quedar en el anonimato? Sé que no nos conocemos de nada, pero por eso mismo. Si no le molesta, claro..

¡Madre mía! ¿voy a ser yo quien saque la conversación todo el tiempo? Espero que al menos ahora no me vuelva a dar otro desplante, fue ella quien decidió volver a dirigirme la palabra.

Kaela le mira, inquieta por saber cuál será ahora su reacción ante, al menos para Ka, tan inofensiva pregunta... ¿Volvería a evadir la pregunta?  Si era así, ¿por qué tanto misterio en un nombre? ¿Qué era lo que escondía?

 

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31/01/2011, 08:40
Lexa
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 -Mi nombre es Lexa. Me dirijo a Súrea donde ejerceré mi función de guardaespaldas y protectora de su alcalde. Disculpa si antes he parecido distante, pero no es de mi agrado presentarme ante desconocidos.

Zas, directa al grano. No le gustaba mentir. Además, no había forma de que la chica pudiese perjudicarla conociendo esa información, y había conseguido inspirarle cierta confianza al decirle sus datos, o al menos, eso esperaba. Lo que no saldría de su boca eran sus sospechas internas y el mundo del que procedía. Eso jamás.

-Ahora tendrás que decirme algo más de información sobre ti. ¿Qué te trae por aquí?

Esto está hecho. Si consigo caerle bien e inspirarle confianza, pronto tendré más información de la que necesito.

Lexa se reclinó en su asiento y clavó su mirada gris en los ojos de Ka, la notó ciertamente tensa ante su presencia. La travesía no había hecho más que empezar.

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31/01/2011, 11:14
Kaela
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Durante unas décimas de segundo Kaela no supo como responder, se había quedado sin palabras, repentinamente esa mujer tan distante y cortante se comportaba de forma amable y cercana. No era ni de lejos la respuesta que había esparado de ella, ni mucho menos había supuesto que le fuese a responder a todas las preguntas que instantes antes habían hecho que se pusiese tan a la defensiva, cerrándose herméticamente a revelar nada que pudiera definir su persona o aportar algo de información útil.

Cuando Kaela ya reaccionó escuchó una de las últimas frases de la joven "Me dirijo a Súrea donde ejerceré mi función de guarda espaldas y protectora de su alcalde"

¿Cómo? ¿Entonces se supone que vamos a ser compañeras en esta misión? Creí que esto iba a ser sólo cosa mía, ¡Vaya! Parece que a alguien se le olvidó informar de este pequeño detalle, o simplemente.... Mmmm, quizás no sea nada, y simplemente este hombre sea tan importante como para que le manden dos protectoras para salvaguardarle, a parte de los guardias de la propia ciudad. Por si acaso será mejor saber quien es realmente esta mujer.

Em..¿En serio? ¿Vas a Súrea como guardaespaldas del alcalde? ¡Increíble! ¡Yo también!-  Mientras hablaba el rostro de Ka se iluminaba, parecía emocionada, como un niño abriendo los regalos de navidad, intentaba parecer feliz de la coincidencia, y realmente lo hubiese estado si no fuera tan desconfiada, lo que hizo que esa ilusión de niño se viera algo mermada. Su voz y su rostro aperentaban una alegría que su cuerpo no mostraba. Apenas se movió de como estaba sentada, sólo se giró algo más hacia la joven.

Me dirijía a Súrea porque debía proteger, escoltar y servir a su alcalde en una misión que él en persona me comentaría cuando llegue allí. Entonces, me parece que vamos a trabajar juntas en esta ocasión, ¿no es asombroso? Bueno en ese caso me apetece saber mas de ti, ya que vamos a ser un equipo será mejor que nos conozcamos algo más, no sólo el nombre ¿No te parece?- Kaela sonríe amablemente, - Y dime, si no te incomoda, ¿De dónde eres? Por cierto, quizás tengas tus motivos pero, ¿Te importaría retirarte la capa? Es preciosa, en serio, pero aún no te vi la cara y me agradaría ver el rostro de la que será mi próxima compañera - Ka sigue sonríendo, parece que la noticia de que no hará sola su misón le ha entusiasmado.

 

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31/01/2011, 13:41
Lexa
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 Bueno, pues sí que se ha entusiasmado... en fin, tendré que esforzarme al máximo para que no averigüe de donde he salido y el verdadero objetivo detrás de la vigilancia del alcalde. De todas formas, ¿qué hace ella aquí? ¿No se suponía que conmigo bastaba para esto? Me pregunto de donde viene, ¿quizá de otra asociación como la mía? no, eso no es posible... lo sabría, alguien me lo habría comunicado... ¿entonces qué demonios hace aquí? ¿Puede tratarse de una vigilante sin más que han mandado para disimular? La verdad es que parece bastante inocente, pero no quiero fiarme demasiado de su apariencia de persona honrada. Parece que ahora tengo más cosas que investigar...

Siguió con el teatro, ocultando su extrañeza cuidadosamente. Se giró más hacia Ka y sonrió, pero no supo si de tan sutil que fue su sonrisa la otra pudo verla. Sin cambiar de expresión se retiró la capucha mostrando su cara y sus largos cabellos que, libres, se desparramaron por sus hombros y cayeron hacia más abajo del pecho. La miró fijamente con naturalidad y dejó la capa a su lado en el asiento. Se acomodó en él, cruzando las piernas y dirigiéndose más directamente hacia su interlocutora.

- Vengo de un pequeño pueblo del principado de Abel- Lexa mintió sin reparo, no deseaba decir su procedencia porque a partir de ese dato podría ligársela con su trabajo y conocer información acerca de ella que no quería divulgar. Además, Ka se sentiría satisfecha con cualquier respuesta, no tenía por qué indagar en eso, y si lo hiciese, Lexa saldría del paso, había dedicado su vida en gran parte a la mentira y era capaz de crear historias falsas en un momento. Pero en realidad no importa mucho, porque me encanta viajar y nunca he permanecido en un lugar durante demasiado tiempo. Me alegro de que no te importe compartir empleo conmigo, lo cierto es que yo no tenía ni idea de que había otra plaza para lo mismo, pero ya que estás aquí, será un placer trabajar contigo. ¿Cómo es que lo has conseguido? ¿El trabajo?

No quiero perder un minuto.

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02/02/2011, 19:40
Kaela
Sólo para el director

Parecía que el cambio de la mujer era ya completo, ahora daba conversación. Aunque más que una conversación amistosa de dos desconocidas, Kaela empezaba a sentir como si eso fuese el principio de una retorcida y más sutil forma de obtener información. Dos animales salvajes atacando y defendiendo a la vez. Kaela había iniciado la charla para prácticar sus dotes consiguiendo lo que deseaba saber de las personas, no pensaba que pudiese sacar nada realmente importante de ella, una simple conversación de prueba, pero al parecer esa inofensiva muchacha resultaba ser más interesante de lo que en un principio había imaginado. Ella también quería obtener información.

Kaela empezó a sentir presión, y comenzó a juguetear sutilmente con su pulsera. Era la mirada de esa mujer, esos ojos que se te clavaban hasta llegar al alma, sus gestos, su voz. La joven había intentado sonreir, era amable y correcta,daba la impresión de ser una persona totalmente normal e incluso agradable, pero a su alrededor existía una extraña atmósfera que incomodaba y ponía aún más a la defensiva a Ka. Era sólo un sentimiento pero Kaela siempre se había dejado llevar por ellos, al menos por aquellos que le aconsejaban alejarse.

Había cosas que no le gustaban, ¿También debía proteger al alcalde?¿ O, al igual que ella, "proteger" al alcalde? Y esas respuestas vacías, tan superfluas que apenas si contestaban al interés de Ka, insustanciales en su totalidad. En el fondo y aunque con ese animado parloteo intentara ocultarlo, seguía siendo hermética.

Pero no podía quedarse más tiempo callada, parecería que la que ahora ocultaba algo era ella. Así que dijo lo primero que se le pasó por la cabeza.

 

 

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03/02/2011, 00:19
Kaela
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Abel? bueno tampoco es que especifique mucho..

De abel? mmmm..Yo soy de Togarinni, países vecinos - Kaela sonríe - Bueno la verdad es que, ésta misión fue un encargo. Soy mercenaria y el proteger a un alcalde es algo que quizás me pueda reportar una buena suma de dinero, ¿Es alguien importante no? -Ka vuelve a sonreir - Pero no te preocupes soy mercenaria pero con principios. Así que como ves yo también me paso la vida viajando,aunque la mayoría de mis encargos son cosas sin más importancia que entregar mensajes o poco más.

Y dime, ¿como conseguiste tú este trabajo?

!Dios! o dejo de sonreir a cada frase que digo o creo que va a pensar que me dan espasmos, quiero que ser amable, pero quizás me esté esforzando demasiado.

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03/02/2011, 20:34
Director
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Su caballo había muerto.

Hace dos días que agonizaba, pero Dante había obligado a su montura a seguir avanzando. Unos lobos habían asaltado a su grupo cuando su caballo fue herido, y él fue el único superviviente, pues trató de escapar. Había vagado por el inmenso bosque tratando de cruzarlo desde hacía un par de días. Los segundos se le hacían eternos, pues le escocían las heridas provocadas por los lobos. No era nada de gravedad, todo sea dicho. Solo algunos rasguños y unas pocas heridas, ya encostradas. Pero ir solo, por el camino que cruzaba el bosque estaba a punto de costarle la vida. Hacía tiempo que no veía un arroyo, y no tenía agua que beber. Sus provisiones eran muy escasas pues en su estado, solo lograba cazar algún conejo furtivo, que, con suerte pasara cerca de él.

Todo por haber aceptado aquella misión. Se había enterado por algunas fuentes que el alcalde de Súrea necesitaba protección, y que iba a pagar una cuantiosa suma a quién se dignara a aparecer ante él, ofreciéndole sus servicios. Allí, el propio alcalde le encomendaría la misión, en el momento en que llegara.

Pero todo se había torcido desde el ataque, una vez muerto su caballo y sin aliento, solo le quedaba esperar a la muerte sentado en las raíces de un árbol. Dante se recostó, y empezó a sentir cómo las hojas caían a su lado. Toda una alegoría sobre su vida. Se apaga, llega a su fin, y no podemos hacer nada para evitarlo. Así como la hoja cae del árbol. Suavemente con un vaivén que retrasa lo inevitable, sentía como sus ojos se cerraban. Respiró un par de veces para comprobar que seguía vivo, más por costumbre que por necesidad. Allí moriría sin ser recordado, una característica de su sangre que ahora le escamaba. Vió pasar su infancia tras sus ojos, y una lágrima resbaló por su faz. No le gustaba llorar, pero sus ojos se inundaron de repente y no pudo parar.

Dante giró la cabeza hacia el costado contrario a su camino. Quería ver lo que había recorrido quería ver la estela que nunca iba a volver a pisar. Pero la suerte se apiadó de él. Hay quién lo llama destino, pero no soy partidario de ese nombre.

Un comboy compuesto por tres carruajes estaba llegando por ese camino. Un brillo de esperanza ante los ojos de Dante. Es seguro que llevarían provisiones, y podrían recuperarle. Esperaba que tuvieran la caridad necesaria para acoger a un asaltado.

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03/02/2011, 21:24
Dante
Sólo para el director

 Una lagrima cayo sobre la mano manchada y herida de Dante, mientras el miraba atónito como esa diligencia se acercaba por el camino.

Estaba bloqueado, no sabia ni que hacer, nunca antes había estado tan cerca de la muerte como para aceptarla y redimirse a ella, pese a la carga que llevaba con el, no sabia si la gente seria capaz de verle o de oírle, temía que le pudieran tomar ya por un cadáver. 

Intentó gritar auxilio pero apenas el mismo podía oírse, no tenia fuerzas casi ni para hablar. Tengo que hacer algo.... si no he muerto hasta ahora, si he luchado por seguir con vida, llegando al extremo de quitar vidas inocentes tan solo por ver la luz del sol un día más, no puedo rendirme aquí ahora que veo algo de esperanza.... 

De un modo u otro, Dante tenía que levantarse, así que saco fuerzas de flaqueza y como ya había hecho otras veces, lucho por sobrevivir, aunque esta vez,no tendría que valerse de su destreza ni de su agilidad, sino de su fuerza de voluntad, de sus ganas de vivir, que esta vez eran igual de grandes que siempre, pero mas fuertes que nunca.

-Juro que si salgo de esta viviré hasta que muera de viejo...

Entonces, con ayuda de una rama que había en el suelo, Dante se ayudo con ella a arrastrarse por el suelo, ya que no podía apenas levantarse hasta llegar al medio del camino, entonces cuando vio que la diligencia estaba lo suficientemente cerca, levantó el brazo todo lo que pudo y con la cabeza oculta tras su pelo y mirando hacia el suelo dijo en un grito ahogado:

-Ayuda.....ayudadme....

Y entonces su brazo cayó desplomado en el suelo.

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03/02/2011, 23:14
John Malkov[cochero]
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 El cochero del primer carruaje detuvo su carreta. Un hombre pedía auxilio en el suelo. Un hombre sin fuerzas rogaba por si vida, e imploraba ayuda. John se bajó del carromato. Detrás de él se oía el relinchar de los caballos, al detenerse tan súbitamente. El hombre estaba medio enterrado por las hojas en el suelo. Con muy poca fuerza.

-Agua. ¡Traed agua para este pobre chico!

Rápidamente, el cochero de la carroza que iba en segunda posición trajo un odre con agua que enjugó los labios de Dante. Las fuerzas, aunque escasas, volvían a su cuerpo. John preguntó hacia el carruaje.

-Espero que no les importune señoras, pero creo que van a tener otro inquilino ahí dentro. No creo que este hombre pueda valerse por sí mismo.

Y, cargándose al chico al hombro, lo introdujo en la carreta.

Notas de juego

 ala... ya tenéis el pie para empezar a conoceros XD

Dante está magullado y con las ropas medio rotas... y vosotras... bueno. Pues describiros ^^

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03/02/2011, 23:52
Dante
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 Dante una vez dentro del carruaje, agradecido por volver a sentir la frescura del agua recorriendo su cuerpo, solo podía distinguir dos figuras borrosas de lo que supuso que serian dos personas, debido a lo exausto que estaba.

-Disculpen las molestias... Espero no causarles mucha molestia.

Entonces se recostó un poco sobre el asiento, mientras intentaba mantener la consciencia y mirar a sus supuestos acompañantes, para ver si conseguía distinguir algo más.

 

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04/02/2011, 00:31
Kaela
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De pronto un hombre moribundo había interrumpido en el carruaje, lo traían por caridad. No podría sobrevivir unas horas más allá sin un alma de buen corazón que lo ayudara en el precario estado en que se encontraba. Resultó que ese buen samaritano iban a ser ellos.

Ka había conseguido evadir la pregunta de Lexa, y ahora le había llegado su turno de atacar, era su oportunidad de conseguir información. Tenía ganas de ver como se las arreglaba para responderle esa vez. Pero todo se había ido al traste con la entrada de aquel desconocido. Lo cierto es que se quedó un poco decepcionada de que esa gran ocasión hubiera sido desperdiciada de aquella manera, pero viendo el estado en el que el nuevo invitado se encontraba tampoco era algo que tuviese mucha relevancia en esos momentos. No sabía si acercarse a él o quedarse allí sentada para dejarle espacio suficiente para respirar, tampoco pretendía agobiarle.

Quiso hablarle, preguntarle que tal se encontraba, que le había ocurrido y si podia hacer cualquier cosa para ayudarle, pero a parte de un ademán de comenzar una conversación, no hizo nada más. De pronto recordó sus clases con Bernid, aquellos libros empolvados, llenos de historia, de nuevos idiomas que aprender,  de ciencia, y...¡Medicina! ¡Exacto! Ella sabía algo de medicina, quizas podría ayudarle.

Pero antes de intentar nada primero debía examinarle. Quizás no fuera tan necesaria su ayuda, y , en verdad, era lo que esperaba, no sabía quien era ese hombre, a quien estaría ayudando. Así que tímidamente se acerco a él, titubeante, sin saber si le iba a molestar o incomodar que se le acercase tanto, además era un joven de gran constitución, podría lanzar a Kaela por los aires sin gran esfuerzo ( quizás no en esos precisos momentos, pero con las fuerzas algo mas renovadas, perfectamente)

Por fin consiguió aproximarse lo suficiente como para ver que su apariencia demacrada se debía más bien a la falta de alimento y bebida, que a las heridas en sí.

Se retiró despacio, intentando no ser casi percibida, no molestar a nadie, pero aún intranquila. Cogió algo de la comida que había en el carruaje y con la mano temblorosa se la ofreció mientras una sonrisa amable y cálida se dibujaba en su cara.

-¿Quiere?, Quizás no tengas muchas fuerzas, pero debería intentar comerselo todo, ya verá como poco a poco su estado irá mejorando. Si quiere algo sólo pídalo.

Esta última frase no la decía plenamente convencida, pero era una frase casi obligada.

  Los ojos de Ka intentaban ocultar la total desconfianza que sentía hacia aquel sujeto, pese a la compasión que naturalmente le transmitía, pero cualquiera un poco observador podría haber leído en ellos como en un libro abierto. Evidentemente predominaba abrumadoramente la desconfianza ante la compasión, pero eso nadie tenía por que saberlo.

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04/02/2011, 11:47
Dante
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 La nubosidad de su vista se empezó a ir, cada vez podía distinguir mejor a sus acompañantes, con lo que llego a descubrir que los cuerpos borrosos pertenecían a dos mujeres.

Justo en ese momento, vio como una de ellas se acercaba con comida en la mano con intenciones de ofrecérsela, Dante no sabia que hacer si aceptarla o rechazarla, en cualquier otra situación sin duda la habría rechazado, pero justo en esta, no le estaban ofreciendo solo comida, le estaban ofreciendo facilidades para seguir con vida.

Pese a todo, a Dante le costaba decidirse, ya que nunca antes en su vida había conocido a alguien que ofreciera ayuda sin querer nada a cambio. Entonces Dante miro a aquella mujer y lo único que pudo distinguir fue compasión. Tendré que aceptar esta ayuda al fin y al cabo si me piden algo a cambio...sería justo dárselo, no he de olvidar que me acaban de salvar la vida....

Entonces alargo el brazo y alcanzó la comida, y poco a poco empezó a comer, nunca imaginaria que comer le iba a producir alguna vez semejante placer pero para Dante ese momento significaba mucho mas que comer simple comida, el se estaba comiendo la vida, a cada nuevo mordisco, sentía como recuperaba fuerzas y cada vez pensaba mas en el juramento que había pronunciado antes de que le recogieran.

-Muchísimas gracias. No sabría como agradecérselo, ahora estoy en deuda con vosotros.

No sabia si tendría que haber dicho eso último, ya que le podía salir muy caro, pero era lo único que se le ocurrió en aquel momento. Además, desde que empezó a comer, ya había empezado a pensar en el momento de irse. Tendré que recuperarme pronto para poder irme, no quiero hacer daño a las personas que me han salvado....

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04/02/2011, 17:11
Kaela
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Era extraño, con sólo un par de frases ese desconocido había conseguido calmar más a Kaela que toda la conversación que había sostenido con aquella tal Lexa. Quizás fuese a causa del estado en que éste se encontraba, pero sus palabras habian conseguido que ,aunque aún reticente en creer haber encontrado una persona digna de su confianza, Kaela bajase un poco la guardia. Sentía curiosidad por saber más de él. Le intrigaba que le habría podido pasar, cual sería su nombre y aún más importante; su profesión. Quería comprobar si se trataba realmente de una buena persona como empezaba a creer. Quizás sus sentidos estuviesen totalmente estropeados y le estuviesen llevando ante el más hábil y mortífero depredador de los alli presentes. Pero tampoco se iba a dejar llevar por sus suposiciones, la cautela siempre la había acompañado, y en muchas ocasiones le había resultado vital.

Ante los agradeciemientos del joven Kaela sonrió, pero de verdad, no una de esas muecas finjidas. Esas simples palabras habían hecho que todo ese miedo con el que se acercara momentos antes a examinarle  las heridas se esfumase casi en su totalidad.

- No se preocupe, no hicimos nada del otro mundo- Ka rió internamente al promunciar aquella frase. Le hacía gracia el juego de palabras, "nada del otro mundo", ella si podría  haber hecho algo del otro mundo. Bonita frase hecha- Ni siquiera fuimos nosotras quienes paramos el carruaje para recogerle. Por tanto tampoco creo que nos deba mucho -Ka sonrió, ahora sí, una sonrisa de cortesía - Bueno me presentaré: me llamo Ka..- por un instante quiso decirle su nombre completo, pero seguía tratándose un total desconocido. Además estaba Lexa y en el fondo, en aquella conversación, también le estaba dando información a ella. Eso le hizo volver a su estado anterior- ¿Y  usted?- Al no saber con quien trataba optó por mantener las formas.

Un juego a tres. Veamos que tal se nos da.