Partida Rol por web

Sin que le sorprendiese, el bullicio de la gente despertando y preparando sus quehaceres le confirmó a Sir Breunís que ya había salido el sol. Decidió no obstante permanecer con los ojos cerrados un rato más con la esperanza de que le fuera suficiente ese pequeño descanso al sueño.

Sin embargo pronto comprobó que era imposible descansar ya con tanto trajín y comenzó a vestirse para el día...aunque estaba casi seguro de no haberse inscrito para esta prueba.
 

Se situaron los caballeros participantes enfrentados cara a cara, en la explanada de la contienda. Los caballeros celtas estaban en su mayor parte en el lado local, habiendo en  el bando ocupado por los visitantes, mayoría de caballeros romanos, córnicos y occitanos. La lanza era la arma mayoritaria, embotada para marcar y no herir. 

Se situó el Heraldo en el centro de las dos largas filas que los caballeros habian construidos  y dijo asi:

En agora habemus contienda.

Esto es habemus caballeros locales et visitantes a ambosdos lados.  Visitantes portan pues, pañuelo negro, et locales pañuelo blanco, ambos en los sus brazos.

Usense armas a pie et no espadas, todas embotadas para dañar poco. 

El que caiga al suelo, fuera.

El que sangre, fuera.

El que los alguaciles de la contienda aconsejen, por mal luchar, o por tener daño en mucho, fuera también.

Que Dios todo poderoso et eterno, ayudennos et protegannos, er más a los aquí luchantes.

El elegido como más mejor llevase de manos del conde Roderick, bolsa de monedas de plata et caballo corcel,

Con un acento marcadamente irlandes, se escucha en vuestras filas:

- ¡ Demosles duro compaña!.

Vuestro grupo responde con más gritos y animos.

Cadwallon sabía que la batalla no era real, pero el grito de sus compañeros le resultó inspirador. Agitó su lanza y se arrojó al combate con el resto de caballeros. Podía enfrentarse a cualquiera, no era necesario tener un cuidado excesivo, así que pensó que sería interesante enfrentarse a un occitano; nunca había luchado con un caballero del continente. 

A tal efecto, intentó distinguir entre el gentío a algún caballero con armas que le parecieran de occitania. Mientras corría hacia sus oponentes trató de escoger un objetivo, pero pronto fue alguien quien le encontró a él: cuando ambos grupos estaban a punto de chocar, un enemigo se arrojó contra él, pillándole desprevenido.

Presto se puso Sir Breunís del lado no celta e igual de presto desechó la lanza por una daga embotada, en la que tenía, si puede decirse, más entrenamiento.

-Vamos al combate caballeros, no nos amilanemos.-

Temiendo que la noche pasase factura a mi habilidad con la lanza, me asusté y maldije la idea de estar en el campo de batalla. Pero el grito que escuché me recorrió el sistema nervioso y me empujó, sin querer a correr con mis compañeros a enfrentarme a una supuesta muerte o victoria. Cierto es que la lanza estaba embotada, y más cierto aún era que no mi habilidad con tal arma era nula.  Pero eso no quitó que corriese como nadie, dejando mover la adrenalina por mi cuerpo, y enfrentarme al primer oponente que se me pusiera delante.

Corrió sir Loren y topose con un occitano en su frente. Afortunadamente no parecía muy ducho con esa arma y no os llegasteis a tocar a consecuencia de que los dos os esquivasteis sin mucho esfuerzo.

No escogió rival aparentemente sir Breunis, y corrio hacia la muralla rival. Al parecer su rival si que le escogió a él y enfrentose a uno de Cornualles.

Tuvo  destreza con su daga, tanto que ganó en la pendencia  a la lanza del de Cornuales,

Observó el caballero movimiento en las filas rivales. Todo parece indicar que se estan posicionando en tu contra, y en el próximo combate lucharas contra 2 rivales. No te sorprende que ambos sean cornicos.

No acertó sir Cadwallon a la hora de elegir a su rival Occitano. Posicionose en la fila enfrentado a la zona de occitanos, pero la carrera previa a la embestida, rompió y desordenó las filas,   marchandode  a dar de bruces contra  otro rival.

Al parecer la carrera dejo con pocas fuerzas a ambos combatientes, puesto que no se llegaron ni a tocar.

En el fragor del combate, había ido a darse de bruces con un caballero rival que, por pura suerte, había fallado también al atacarle. Aprovechó el instante de confusión de su adversario para afianzarse en su posición y golpear a su enemigo.

Me alivié saber que la pericia con la lanza que tenía, era igual a la que tenían mis adversarios. O al menos, eso quería pensar. Esquivé el ataque del occitano a la vez que él esquivaba el mío. O más bien se podría decir que fallamos, pues apenas nos movimos de nuestro sitio. Sin esperar a encontrar otro contrincante, arremetí contra él nuevamente, esperando a que él hiciera lo propio conmigo. 

Tenia trazas de alargarse  en el tiempo la pugna entre estos dos lanceros tan inexpertos. Tampoco aqui se habian tocado. 

Acertaron ambos con la lanza,  pero mejor fue el córnico. La pericia la gastó toda en destreza y punteria, dejando un golpe con muy poca fuerza, que apenas notó el gigantón de Catterick.

Muy decidido a vengar afrenta venía el Córnico hacia Brenuís, pero asestole este tal puya en los hijares con la daga que tambaleose el Córnico mientras maldecía en lengua pagana. Aprovechó entonces Sir Breunís por la retirada hasta el borde de la arena, donde sin necesidad de pedirlo, su hermano y escudero arrojole una lanza paramedirse con ambos caballeros.

Vamos a repetir las tiradas porque no me expliqué correctamente.

En el siguiente asalto vas a tener 2 rivales y puedes o no, repartir el total de tu ataque con lanza. Tienes 15, puedes atacar a uno con 10 y a otro con 5( total 15), o 12+3, 15+0....

tieniendo esto en cuenta repite las tiradas, y dime a que rival a tacas y con que cantidad.

El caballero de Cornualles había conseguido impactarle aunque, por suerte, su golpe no había sido lo suficientemente duro como derribarle. Cadwallon replicó tratando de derribar a su adversario con un tremendo golpe en el que puso toda su fuerza. En cualquier caso, tuvo buen cuidado para mantener una posición firme y no ser tirado al suelo a su vez.

Demostró ser Sir Muneyd, un duro rival para el grandón. Volvio a acertarle, pero el escudo y la armadura impidieron el daño de su arma embotada. Además fue capaz nuestro sir de mantener el equilibrio.

Cadwallon comenzaba a preocuparse: el córnico parecía un rival diestro, que ya le había alcanzado en varias ocasiones. La segunda estuvo a punto de tirarle al suelo, lo que hizo que el caballero de Catterick se diera cuenta de que iba a tener bastante complicado vencer en esta lucha. Siguió atacando con una buena serie de golpes mientras se protegía con el escudo, siendo consciente de que estaba muy cerca de no poder vencer en esta batalla. Si al menos lograra lanzar un buen golpe que derribara a su adversario...

El de Cornualles le estaba dando de lo lindo al de Catterick, pero solo le marcaba, no le dañaba.

la cosa se alargaba.

Muy decidido a vengar afrenta venía el Córnico hacia Brenuís, pero asestole este tal puya en los hijares con la daga que tambaleose el Córnico mientras maldecía en lengua pagana. Aprovechó entonces Sir Breunís por la retirada hasta el borde de la arena, donde sin necesidad de pedirlo, su hermano y escudero arrojole una lanza paramedirse con ambos caballeros.