Partida Rol por web

Non seria fiel et leal en lo mucho si abandono de serlo en lo poco. Retemosnos por un barril de vino, a primera sangre y sin armas embotadas, y que ese sea el premio y las condiciones del desafiamiento.

- sea pues.

Piensan vuesas mercedes, iuvenes caballeros, retar a alguien a algún duelo, o con atravesarme con una lanza, vos, mirando a Sir Cadwallon, ya sus dais por saciados?

Cadwallon no había prestado demasiada atención a la charla de los caballeros a su alrededor, concentrado como estaba en los lances de la contienda. Pero cuando el caballero al que había herido se dirigió a él, el joven caballero de Catterick le observó antes de responder. - Voto a Dios que mi sed de combate no se ha visto saciada. Un mal traspiés me sacó de la contienda, pero pienso participar en los desafíos y batirme en duelo por amor a la lucha. Con quien sea, incluso con vos, aunque no vería cortés enfrentarme a alguien herido y debilitado para la lucha.

- ¡¿Duelos?! - Levanto la voz en grito junto a mis brazos clamando al cielo. - ¿Porque no me enteraré de los eventos que acontecen en los torneos que participo? ¿Será el vino? - Le pregunto al Sir Eccen con una sonrisa. - ¿Quién querría retarse con un caballero francés diestro en la espada como nadie? - Pienso en voz alta, desde luego lo más propio sería retar a uno de esos indeseables de Cornualles que tanto están molestando, pero... no quería un duelo personal, quería un duelo por amor a la lucha, y por supuesto, con una apuesta que pueda saldar. 

Mi mirada se dirige a cada uno de los presentes, buscando un objetivo propio para demostrar mi valía. Ni demasiado fuerte, ni demasiado débil. 

-Por San Jorge...- dijo Breunís dejando la jarra con violencia sobre la valla. -Yo mesmo occitano. Veamos si puedo aprender algo nuevo de vos, a parte de beber.-

- ¡Será un honor cruzar las espadas con vos! ¡Pues le tengo mucho aprecio por lo poco que le he conocido!

Ya tenía duelo y nada más y nada menos que contra Sir Breunis. Por un momento, desvié la mirada al campo de batalla para luego volverla sobre mi adversario. Erar evidente que era mejor que yo. Y eso me daba miedo, pero también me llenaba de adrenalina el cuerpo. ¡Tenía que ganar el duelo y demostrar lo que valía!

La contienda vio su fin y vosotros visteis ese fin.

Sir Bast, caballero celta, fue elegido vencedor de la contienda. 

En no tardar, darian comienzo los desafiamientos.

Todos los caballeros participantes  en el torneo se congregaron en la misma zona donde hizose la presentación de los yelmos.De ahi fueron pronunciandose una lista no corta de desafios. Normalmente todos eran aceptados, y algunos matizados en cuanto a sus maneras detalles.

De entre los que os interesan a vosotros, destacaria  el de Sir Gwilherm*, que  fue desafiado por el córnico de sir Irabasl

Se escucha una voz aguda de entre los caballeros. Parece se sir Paibol con ganas de desafiar.

-Sir Paibol de la muy magna ciudad de Exeter reta al sir Breunisl por ruin et cobarde, et por maltratar a indefensos escuderos non suyos, por de  tratar a la sangre noble con más desprecio que si fuere la más vil de la sangre plebeyaca et por sucio descortés et  poco caballeroso”.

Retole a muerte,  hasta la su rendición o la mi rendición a cambio de la su espada et escudo, armadura  et el su caballo de monta para el mi escudero  afrentado.

De entre la zona noble sorprende el movimiento de uno de los allá aposentados.

De caballero frances a caballero frances, retole a espada et a rendición suya o mia, por el tesoro que él quiera apostar, a Sir Loren Leblanc. Que sirva el mi reto para rendir homenaje al mi señor franco et a la mayor gallardia de este frente al suyo.

- Retus habemus, mio versus suyo, contra Sir Cadwallon de Catterick. Mostró éste destreza con lanza atravesando romanos, veamus pues, si est  tan digno cuan espada como peritus cum lanza.

Que sea a sangre hasta  rendición, y que sea él, quien marque  recompensa.

Podeis aceptar o no los desafios, con las  consecuencias que eso trae, o podeis lanzar los vuestros contra quienes os plazcan.

Se os han adelantado asi que constan estos como primer desafio. Para cambiarlos tendriais que sacar una muy buena tirada en oratoria para convencer al populacho y los caballeros alli presentes, que no aceptais estos por tener apalabrados otros, o roleo similar en esta linea.

- No os conozco, señor. - dijo Cadwallon. - Ni tengo pendencia alguna contra vos. Acepto vuestro desafío, pues sería descortés y cobarde no hacerlo. No quiero recompensa para mí, pero habéis mencionado al caballero romano al que herí. No fue mi intención hacerlo y quiero repararlo: así que aquel que pierda el combate se pondrá al servicio del caballero herido como su fiel compañero hasta que éste se haya recuperado, si él lo acepta.

-Parece Sir Loren, que vos tenéis a quién os reclama, como yo tengo al canalla que me afrenta y, si os place, pospondremos nuestro duelo más caballeroso hasta después de acabar ambos con nuestros rivales.- 

Realmente no le sorprendió que Sir Paibol le desafiara, pues después de la justa, no quedose contento con el resultado. Sin embargo, el honor de Sir Breunís impedía responder al desafío inmediatamente sin antes contar con la aprobación del apalabrado.

Los acontecimientos sucedieron demasiado rápido y me pillaron desprevenido. Me habían desafiado a pesar de tener un acuerdo con Sir Breunís. La situación era difícil de tomar, pero las palabras del caballero, primeramente desafiado, y la posibilidad de enfrentarme a un francés, me hicieron calmar mi ansiedad. Me giré hacia Sir Breunís en primer lugar.

- Sir Breunís, pospondremos pues nuestro duelo caballeroso y por honor a la lucha para más adelante, pues tengo ganas de medir mis capacidades con un caballero de vuestra índole. 

Viendo que el nombrado estaba de acuerdo, me giré hacia el caballero francés. 

- Sir Arnoul, acepto vuestro reto en pos de Francia y todos los caballeros allí presentes. Me gustaría que fuese un desafío a primera sangre y como botín de tal magno enfrentamiento, un mes de asilo en el castillo de vuestro señor, o mi señor en caso de perder, con la consiguiente presentación ante nobles y caballeros. 

-Queda dicho, que después de aquestos desafíos, Sir Loren ha acordado medirse conmigo, por amor al combate, con armas embotadas, caballerosidad y no creo mal decir, amistad. Sed testigos todos caballeros.- Después con una potente voz, Sir Breunís prosiguió. -¿Habéis oído Sir Paibol, el de la muy ruin y cobarde caballerosida?. Aquél que se defiende detrás de los suyos y afrenta a un caballero que por derecho de sangre, nacimiento y espuelas es superior en nobleza a ese escudero vuestro que me afrentó en la dicha taberna delante de testigos. Sea, que nuestro encuentro y el juicio de Dios decida quién tiene razón. Ya va siendo hora de que mi hermano menor y escudero tenga espada y caballo propio.- 

Non soy hombre de tener sirviente, salvus el necesario escudero. Non sabria que facer con el caballero. Soy de servir, non de ser servido.

Mientras sir Breunis se preparaba con su escudero ejerciendo como tal, un caballero castellano irrumpe en su tienda.

-Non queria importunaros, valiente caballero, solo anhelaba darsus suerte y algun consejo.

Ambos compartimos, por lo que veo, desprecio, acaso odio a los córnico de Cornualles. Ego ando más cerca del odio que del desprecio, pero no quisiere fablar deso agora.

Quisiera prevenir a vuesa merced de las pendencias que gastan en Cornualles. Esto es. son muy dados en aquellas tierras a comenzar las luchas con la guardia alta de arriba a abajo. No es aquesta forma muy usada en Logres, y sabedores dello acostumbran a gastar esa arte. Esperad durante un par de asaltos embestidas deste modo, y prepararos para ello.