Partida Rol por web

Pienso durante un instante y respondo. - Podría conseguir pruebas, pero mi objetivo era pasar desaparecibido, no puedo demostrarte quien soy. - Me quedo un momento en silencio y añado. - Era una actuación espectacular pero estoy seguro que te superaras. No creo que te sirva de consuelo, pero el caos que provoqué fue también una derrota por mi parte. El PABOT que viste derribando un dron era especialmente peligroso, Si no hubiera estado, nadie se hubiera dado cuenta de nada más que de tu actuación. - Añado bromeando. - Quizás entonces sí me hubieras visto, cuando intentara pedirte un autografo.

Se escucha una leve risa nasal.

- Creó que el mayor problema fue el apagón y la desaparición de los Bots de seguridad... El PABOT modificado te causó problemas a ti. - Le dice divertida en falso tono de reproche. - Aunque incluso sin todo aquello mi actuación ya había sido anulada al encargarte de que los asistentes de la fiesta estuviesen demasiado "atontados" como para reaccionar. Dudo que ninguno recuerde mi actuación.- Dice con un rastro entristecido en su voz.

- También me di cuenta de ese detalle, pero te puedo prometer que durante tu actuación no hice ninguna acción. Fue otro actor quien drogó a los asistentes. Sin relación alguna conmigo. - 

Hago una pequeña pausa. 

Mientras hablo con Undine, vierto lentamente un vaso de agua sobre la frente de Elena. Esperando que se despierte. 

- Y insisto, tendrás más oportunidades de superarte. Había muchos asistentes que estaban hipnotizados por tu actuación. Independiente de ningún agente externo. - 

- Vaya. - Dice algo sorprendida.- Cuantos interesados en estropear una sola noche. - Hace una pequeña pausa.

- Aunque a decir verdad, despierta mi curiosidad. Tan importante era tu bolsa como para arriesgar tu vida subiendo en un dron de transporte y luchando contra un BOT de combate? - Pregunta curiosa. - ¿O acaso se la robaste a su dueño?- Pregunta curiosa, no parecía que le horrorizase esa idea.

De pronto, desde el otro lado del altavoz, Undine puede escuchar a una mujer a la que tampoco reconocía tosiendo de forma forzada. Acto seguido, habla alterada. 

- ¡¿P-pero se puede saber que te pasa?! ¿¡A que ha venido...!? - Se calla de pronto. Y tras un silencio vuelve a hablar, nerviosa. -  ¿E-estás hablando con quien creo que estás hablando? 

Pongo el telefono en altavoz y digo. - Undine, te presento a mi compañera de desdichas. Ya me he disculpado por el caos que provoqué.  -Parece que digo a la otra persona en la habitación. - Estoy seguro que mi compañera también quiere felicitarte por la superba actuación. - 

- Que sepas que después de esto voy a matarte... - Comenta la mujer, parece que dirigiéndose al hombre. Tras eso, acercándose más al altavoz, vuelve. - ¿U-u-undine, eres tú? - Dice con una tímida y nerviosa voz. 

- Buenos días. - Dice con amabilidad, casi que se podía ver su sonrisa al otro lado del dispositivo. - ¿Hay algún nombre o apodo por el que pueda llamaros? Así sabré que poner en vuestras dedicatorias. - Bromea volviendo a estar descolocada por esa situación.

- ¿N-nombre? - Responde algo nerviosa. - Me llamo El... - Se detiene. - ¡Elisa! Puedes llamarme Elisa. Es un placer conocerte, Undine. Yo... ¡S-soy una gran admiradora de tú música! Y el concierto de anoche... F-fue espectacular. 

- Hola Elisa. - Saluda con amabilidad.- Me alegra que a ambos os guste mi música. - Dice con sinceridad y dulzura. - Aunque espero que no todos mis admiradores sean tan problemáticos.- Bromea divertida sin ningún tipo de malícia.

- ¿Pudiste ver mi actuación desde la sala de actos? Era desde donde se sentía mejor sincronía.

- Pude verla... - Responde Elisa, algo insegura, ante la pregunta de Undine. Tras unos segundos de silencio, vuelve a hablar, pareciendo un poco incómoda. - Yo... Tu voz es... Excepcional. Creo que es lo que más me gusta... ¿Es cierto que tuviste que operarte la garganta después del ataque de un fan? 

- Es cierto. - Responde con voz suave, aunque con una pizca de amargura. - Aunque no se quién fue. Dudo que fuese un admirador... al contrario.. - Dice con cierta tristeza por ese recordatorio de su pasado.

- Pero no hablemos de eso. - Dice intentando cambiar de tema a algo más alegre.- Tu pareja me estaba hablando sobre su aventura de anoche. - Dice algo más animada.- Ya que se estropeó mi noche, me gustaría escuchar una história emocionante a cambio. - Parecía bastante alegre con la idea de escuchar una história interesante, quizás de aventuras.

- N-no es mi pareja. - Aclara algo nerviosa. - ¿Y dices que te ha estado explicando su... aventura? - Se hace una pausa. Parece que durante unos segundos no vaya a añadir nada más pero finalmente lo hace, algo ida. - Entonces... ¿Que clase de historia quieres oír?

Elena mira a a Karoi con el ceño fruncido y expresión interrogativa. No hacía falta que preguntara algo con palabras para saber que era lo que la mosqueaba. Su situación era bastante delicada cómo para que Karoi se tomara la libertad de ir hablando más de la cuenta. 

Undine se rie dulcemente con la reacción de Elisa a lo de la pareja. Cuando le pregunta que qué história desea se queda pensando.

- Supongo que no me podéis contar la de verdad. Asi quee... humm... - Piensa. - Me gustan las histórias de fantasía, podríais modificar la de verdad para mi? - Pide amablemente.- Quizás me sirve de inspiración y la convierto en canción.

Pongo el silencio en el telefono y digo a Elena. - Le dije que estuve luchando contra el PABOT y en general provocamos caos. No puede rastrear la llamada y no estamos dando nuestros nombres reales. La única información que tiene podría ser completamente falsa y no cambiaría nada. Aunque se lo fuera a decir al líder mismo, no sería la primera en hacer la conexión pero no llegarían más allá. Relajate, simplemente no le des ninguna información que nos pueda conectar a nosotros. He evitado cualquier mención de cual es nuestro objetivo y de quienes somos.

- ¿De verás que no lo cogiste? - Clamaba frustrado llevándose la mano a la cara al tiempo que suspiraba. Croma miraba a Arma con cara de desaprobación y algo de vergüenza en su rostro por no haber podido cumplir su voluntad. Los errores de Arma eran sus errores. - Era lo único que tenías que hacer. De otro modo no tenía sentido dejarse atrapar. - Pequeño grito. - ¡Mierda! ¿En qué puto lío me he metido?

A Marcellette le sentaba infinitamente mal no decirle nada a Gregory, pero era lo mejor. Pero pese a lo extremo de la situación, Marcellette seguía con las gafas puestas. En vista de los acontecimientos, esa cámara podía ser de gran utilidad.

Marcellette pregunta finalmente a Julia.

- ¿A dónde iremos ahora? ¿Cuándo terminará esto?

Pese a que intuía las respuestas, necesitaba hablar. Estaba nerviosa y confiaba en Julia más que en nadie. Bueno, quizá a excepción de su padre.