Partida Rol por web

- Parece que Wolfy se ha levantado de buen humor. - Comenta Elena, que también debía de haber observado dicha escena. A pesar de que había una chispa de sarcasmo en su tono, era evidente que estaba algo asustada. - Nunca pierde una oportunidad para demostrar su poder... Sólo espero que con ese desgraciado haya agotado su sed de sangre diaria.

Karoi se había detenido, sorprendido ante aquel devenir de circunstancias. Apenas tuvo tiempo de volver a levantar la vista para mira a Amadeus, que el mismo volvió a intervenir. 

- ¿Por qué te detienes, Karoi? No tenemos todo el día. - Tras eso, vuelve a entrar en el despacho, dejando la puerta abierta. Karoi puede ver cómo se sienta detrás de su escritorio, a la espera. 

"Supongo que la vida significa tan poco para Wolf. Aún así todas estas defensas no me confieren la seguridad de alguien que tiene el poder sobre su vida. Las bayonetas son útiles, hasta que te intentas sentar en ellas. " 

Me acerco a su despacho. 

"Pero es la vida que me ha tocado. Aunque al menos prefiero que dispararan de frente. "

- He venido mostrar mis respetos. Preguntar también si hay alguna misión que sea de especial importancia para la Perla. - No me fio que esté de buen humor. Voy a asegurarme que parezca útil antes de pedir mas tiempo para mi corazón.

- Ya veo. - Responde Amadeus, con su característica sonrisa. Nunca podían preverse sus intenciones si juzgabas sólo a través de sus expresiones. - Por favor, toma asiento. - Dice al tiempo que lo invita a sentarse con la mano. Una vez que Karoi ha obedecido, continúa. - ¿Te apetece tomar algo? - Señala con la cabeza a una cristalera que tenía en su despacho con todo tipo de bebidas importadas por todos los rincones del mundo. Llamaba especialmente la atención una que se suponía que venía de Khillisia, y destacaba por encima de las otras debido a que el contenedor era de madera, hecho a mano. ¿Cómo se conseguía algo así?

Me interesaría decir que sí pero una mezcla de que no me fio de mi sistema digestivo y del animo de Wolf hace que diga simplemente. - Agradezco la oferta pero no hace falta. -

La sonrisa de Amadeus se refuerza un poco tras la respuesta de Karoi. 

- Está bien. - Comenta con naturalidad.

Tras eso chasquea los dedos y un pequeño robot flotante con más que un solo ojos y cuatro brazos surge de un agujero de la pared y la cristalera de las botellas se abre para darle paso. Coge una de las botellas a pesar de que Amadeus no ha especificado ninguna y un sólo vaso. Lleva ambos objetos a la mesa y llena la mitad del vaso. Tras eso se encarga de guardar la botella y volver a su posición. Amadeus había estado observando el proceso, en silencio, pero al terminar deja el vaso sobre la mesa. Fuera cómo fuera, aquella pausa no hacía más que poner en mayor tensión a Karoi. 

- Bueno, Karoi. - Vuelve a mirar a Karoi. - Se que no es propio de ti venir a visitarme por pura cortesía... ¿Cuántas baterías necesitas? 

Lo digo tranquilo. Sé que hace lo pregunta para que lo tenga que decir, aunque siempre es igual. Y simplemente podría mandarla al piso de Elena. La primera vez me sorprendio un poco pero al final me acabe a acostumbrando a Wolf. - Como siempre. 4. -

Amadeus asiente, en cierto sentido parecía que se regodeara. 

- De acuerdo. - Destapa una pantalla que tenía instalada sobre el escritorio y escribe algo en un teclado. Tras eso, la vuelve a cerrar. - Te estarán esperando en recepción en cuanto terminemos. - Ahora si que coge el vaso y bebé, saboreando el contenido del mismo cómo si se tratase del néctar de los dioses. Suelta el aire, satisfecho. - Ahora si podemos hablar... - Se acomoda en su asiento. - ¿Cómo va todo? ¿Está Elena contenta con el la última actualización de su equipo? - Señala con la copa el casco de Karoi, dejando claro que era consciente de que lo estaba escuchando. - Es una lástima que no se suela pasar por aquí, también la echo de menos a ella, ¿Sabes?

- Este hombre tiene un talento natural para ponerme los pelos de punta. - Comentaba Elena, frustrada, a través del altavoz. Suspira. - Ahora me tocará ir a mí la próxima vez.

- Animo, te acompaño la proxima vez. A ver si para entonces podemos pedir unas copas. - Susurro a Elena para quitarle hierro al asunto.

- El equipo nos va a ayudar mucho. Es útil para poder analizar cada detalle de ls situaciones a la que nos enfrentamos. 

- Ya veo. - De nuevo, le da un trago a su vaso, alargando el silencio. - ¿No necesitáis ninguna clase de mejora? 

- No me gusta la dirección que está tomando esto. - Comenta Elena, ahora más nervioso aún. 

Karoi podía entender parte de este nerviosismo, al fin y al cabo una mejora suponía un coste adicional a su deuda, una forma de alargar su sentencia. Pero a parte, era evidente que aquella sugerencia escondía algo más. 

- Vamos bien, los contratos que estamos cumpliendo están no necesitan más equipamiento del que ya tenemos. - Digo esto sin ser confrontacional pero quiero enfatizar la primera parte. Si su intención es que participemos en contratos más grandes puede ser algo que me interese.

"Contratos más grandes significa más peligro. Pero incluso un contrato pequeño puede acabar mal y la deuda no desaparece. Tarde o temprano voy a dejar de tener suerte y acabaré destrozado en una cuneta...".

Amadeus asiente, pareciendo complacido con las palabras de Karoi. Acto seguido, abre un archivador debajo de su escritorio y saca una carpeta. En el margen de la misma aparecía el nombre "Johaness Walter". Saca una foto de su interior. 

- Esto llego ayer. - Se la extiende a Karoi. En ella aparecía él en la localización dónde una de las cámaras le había detectado. Lo curioso de la foto es que a pesar de que llevaba su casco se podía ver parte de su rostro a través de él, seguramente la cámara estaba dotada de algún tipo de sensor específico para atravesar dicho material. - Lo imprimí justo antes de que elimináramos todo rastro de ella en la Red. - Se acomoda en su asiento. - Estoy seguro de que conoces el procedimiento, Karoi, tu ensucias y nosotros limpiamos. Por ello, no nos importa encargarnos de errores menores cómo este. Sin embargo. - A pesar de que seguía sonriendo, su rostro era ahora más severo. - Me gustaría que comprendieras que a nosotros nos resulta mucho más barato encontrar nuevo equipamiento para ti que arreglar estás cosas. - Se vuelve a inclinar hacía adelante. - Así pues, lo volveré a preguntar, ¿crees que vuestro equipamiento necesita alguna clase de mejora?

"Por lo visto el casco no es perfecto. Pero aún lo veo bastante útil. Con Wolf no me puede ver la expresión de la cara. "  Lo digo mientras cierro los ojos con rabia. Aunque imaginaría que aunque Wolf me viera comprendería porqué estoy enfadado. Fue mi ego quien me destruyo la primera vez. Mi situación no es injusta, si quiero volver a ser libre voy a tener que mejorar. 

Después de unos momentos de silencio, en los cuales he conseguido calmarme de nuevo. Respondo. - No lo creo. La misión de ayer no fue ideal. Identifiqué junto con Elena mejoras en nuestro proceso para que estos errores no vuelvan a pasar. Agradezco tu apoyo pero la mejora tengo que integrarla, como me has enseñado las mejoras tecnologicas tienen sus limitaciones.

Amadeus parecía ligeramente sorprendido ante aquella respuesta, la sorpresa era una expresión rara de ver en él. Pero no tarda en cambiarla por su sonrisa, ahora más fiera. 

- Tú eres el experto al fin y al cabo, Karoi, espero que sepas lo que haces y no tengamos que volver a tener esta conversación. - Se levanta. - Espero que me disculpes pero tengo la agenda un tanto ajustada últimamente, aunque estoy seguro de que tú también. -  Se dirige hacía la puerta, la abre e invita a Karoi a salir. - Cómo siempre, ha sido un placer volver a verte. 

Cuando Amadeus abre la puerta, Karoi puede ver que en el pasillo ya no hay rastro ni del cadáver ni de sangre.

- Un placer igualmente. Señor Wolf. - Lo decía por costumbre. Puesto que si no tuviera ya el pelo blanco volvería a casa con unas canas más. 

Me voy del edificio después de recoger la batería. Mi camino hasta la calle es en silencio. Cuando salgo susurro - Elena ¿Todo bien? - No ha dicho nada después de que Amadeus preguntara por ella. La conversación no se volvió menos tensa de ahí en adelante. Puedo entender que este agitada.

Justo mientras que Karoi se alejaba por el pasillo, Amadeus hace un último comentario. 

- Ah, y Karoi. - Dice en tono casual. - Espero grandes cosas de ti, no lo olvides. - Y tras eso cierra la puerta. Durante un instante, esas últimas palabras hacen dudar a Karoi de si debería seguir hacía adelante. Pero no se detiene, Amadeus aún lo necesitaba. No se prescindía de aquella forma de un esclavo que te lo debía todo, había mucho que aprovechar. Y efectivamente, ningún disparo inesperado intercepta a Karoi en su regreso. 

Tal y cómo Amadeus había dicho, un maletín con las baterías lo esperaba en la planta baja. 

Por fin fuera y ligeramente más a salvo, Elena tarda varios segundos en responder a las palabras de Karoi. 

- Si, tranquilo. - Dice con tono cansado. - Simplemente he desconectado un rato, no podía aguantar mucho más esa falsa. Sin duda hay que tener valor para plantarle cara a Wolf de esa forma, Karoi. 

- Valor... - dejo que esa palabra se quede unos momentos en el ambiente antes de añadir. - Más bien es supervivencia. No tenemos muchas más opciones... por ahora. -