Áviva reconoció el lugar como uno por el cual ya había pasado. Así que tenía que hacer distintas elecciones o salir de la cueva. Lo segundo no le parecía bueno porque sería como haber hecho todo para nada. Lo primero tenía sus peligros pero la chica ya sabía eso cuando se metió en la misión de salvar a ese pobre hombre.
Así que, intentando no pensar demasiado, pero sí seguir orientándose, enfiló hacia la parte occidental.
“Bueno, si allí no hay nada, y veo que la cosa se hace demasiado larga… tal vez vuelva. Tal vez aquí no hay nada que pueda salvar a mi pobre campesino…”
a) A la parte occidental (5)
La galería avanza zigzagueando durante un centenar de varas hasta desembocar en un enorme pozo. Del fondo emana un hedor insoportable, tanto es así que te ves obligada a cubrirte la nariz para no vomitar. Alumbras su interior y quedas paralizada al ver miles de huesos y restos humanos amontonados por toda su extensión. Retrocedes asqueada. Ahora tienes el convencimiento de que esta cueva es el hogar de una bestia antropófaga.
- Haz una tirada de templanza.
Si fallas, te invade un miedo atroz: Mientres estés dentro de la cueva tienes un penalizador de -10% a todas tus tiradas de competencias.
Luego retrocedemos a 83.
Las sombras le parecían hablar, como si los recodos de la cueva tomaran forma. De pronto siente un ruido, quizás sea un murciélago o alguna criatura así pero para la chica son fantasmas. No le es fácil concentrarse ahora en la misión, aunque la vida de Tobías penda de un hilo. Sombras, sombras por todos lados mirándola.
-¡Dejadme sola! –grita, y su propia voz la aterroriza. Desesperada se sienta en el suelo e intenta recuperar la cordura.
“Sombras… ojos… ojos negros por todos lados…”
Motivo: Templanza
Tirada: 1d100
Dificultad: 20-
Resultado: 42 (Fracaso)
Finalmente decides ponerte en pie y retroceder, mientras sigas en esa cueva, es imposible que te recuperes. ¡Tienes que darte prisa y terminar lo que tuvieras que hacer allí!
Llegas a una inmensa cámara aún mucho más grande y sorprendente que la de la entrada, de forma semiesférica, con el techo plagado de estalactitas. Las rocas surgen por todo el suelo de la cámara prolongándose muchos metros por encima de tu cabeza y formando un pequeño laberinto.
Mientras estés dentro de la cueva tienes un penalizador de -10% a todas tus tiradas de competencias.
- Haz una tirada de Conocimiento Mineral en oculto.
Éxito (77)
Fracaso (131)
La cámara ante la que se encuentra Áviva es desconocida. Las partes de piedra que sobresalen por distintas zonas parecen crear un laberinto. Se da cuenta de que con el tiempo sus chances de salir son cada vez menores. El miedo se convierte en terror y se queda, sentada en el suelo, sus ojos parecen brillar. Mira a todos lados y siente como si el aire se le escapara de los pulmones.
“Voy a morir aquí… Tobías… voy a morir aquí igual que tú morirás pronto en una celda o en tu ejecución…”
-Voy a morir aquí –se repite; su corazón se parte de pena. Se obliga a levantarse pero no entiende por dónde ir… camina sin rumbo ninguno.
Motivo: Conocimiento Mineral
Tirada: 1d100
Resultado: 84(+15)=99
Tiré mal pero igual me salió un 84 así que es fracaso
Vagas durante un buen rato entre las enormes plataformas de piedra sin encontrar ninguna salida. Ni siquiera encuentras el camino de vuelta. Tu antorcha comienza a apagarse.
Si tienes otra antorcha, enciéndela rápidamente con la yesca y pasamos a 70
Si no tienes más antorchas, 105.
El fuego de la antorcha se fue apagando. Temblorosa, con la yesca, la chica encendió la segunda y última que le quedaba. A esta altura su rostro era un río de lágrimas y estaba casi segura de que no saldría viva de aquí. Eso no la mortificaba, sino el no poder servir a Tobías. Ella creía en la otra vida, pero lamentaba ser tan inútil en ésta.
70, ahora me saco las antorchas como que me queda la que uso nomás. Pongo cero o pongo 1? Tenía 2
Enciendes con alivio la antorcha y te dispones a buscar una salida.
Pon que te quedan 0. Porque esta se considera ya gastada.
Haz una tirada por tu Suerte Inicial.
Si tienes éxito, encuentras el camino de vuelta (39)
Si fallas, se te agota otra antorcha y debes repetir la tirada de Suerte Inicial hasta que te quedes sin ellas.
La mujer está temblando cuando ve apagarse el fuego de su última antorcha. Pero, por la protección de Yehová o pura suerte, encuentra el camino de salida. Sin pensárselo dos veces comienza a enfilar hacia allí mientras tropieza y solloza. No sabe qué hacer a continuación pero si no sale de esta cueva lo único que le queda es la muerte segura.
Motivo: Suerte
Tirada: 1d100
Dificultad: 43-
Resultado: 42 (Exito)
39
Listo, restadas las antorchas, me quedan 0.
Empiezas a estar en una situación complicada, porque no te quedan muchas opciones. Solo que quizá haya algo que se te haya pasado desapercibido:
Sabiendo todo esto puedes hacer varias cosas:
a) Ir a ver a Gregorio, el sepulturero (6)
b) Ir a la Cueva de los Murciélagos (66)
c) Ir al castillo (si no fuiste expulsado anteriormente) (79)
d) Necesitas algo de equipo y los campesinos te lo pueden dejar a buen precio (38)
La chica se está quedando sin opciones. Con el tema de la cueva y los peligros que pudo haber pasado, decide que debe volver a visitar al sepulturero, y tratar de hacerlo hablar... Volver a la cueva es de locos y, antes de rendirse, hay que tratar de conseguir algo: por la vida de ese hombre.
6
Gregorio vive en una cabaña al lado del cementerio, construido tras un amplio recodo a los pes de la sierra. Cuando llegas al lugar, ves que el Camposanto no se encuentra ni siquiera vallado. Un tipo alto, delgado, de piel morena y oscuros cabellos está cavando una fosa cerca de unas tumbas.
a) Te aproximas a él (64)
b) Si quieres echar antes un vistazo dentro de su cabaña (95)
Áviva ya había revisado con anterioridad la cabaña de ese hombre, así que decide que lo mejor que podía hacer ahora era enfrentarlo. Toda su experiencia pasada le había dado sino un poco de valor, al menos quitado algo de miedo. Nunca antes ella pensaría que hubiera tenido las agallas de haber ido a la cueva como hizo, así que ahora... ¿qué era un simple hombre? Nada. Tenía que hacerlo por el bien de Tobías.
64
En vista de que no encuentras nada, decides dirigirte hacia el tipo alto y delgado que estaba cavando una fosa cerca de las tumbas.
Gregorio se sobresalta al verte llegar. Deja de cavar y se dirige a tu encuentro, sosteniendo su pico. ¿Otra vez estás por aquí? Inquiere molesto.
Le dices que han acusado a un hombre de un delito que no ha cometido y que crees que puede ayudarte a demostrar su inocencia. Gregorio queda a la expectativa, observándote con sus profundos ojos negros.
Tirada oculta
Motivo: Descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 10-
Resultado: 23 (Fracaso)
Me olvidé de pedirte una tirada de Descubrir. Así que la hago por ti.
Cuando termines de hablar con él, abandonas el cementerio (74)
Áviva comprende el mal humor del sepulturero, para colmo de males aun no ha hablado con los soldados sobre la acusación de Tobías, ni lo ha visto en las mazmorras.
“Quizá debiera hacer eso primero… pero ya que estoy aquí.”
-Mire, si estoy de nuevo delante de vos es que se me cierran los caminos. Mi amigo va a morir por un crimen que no cometió. Usted parece un hombre probo, alguien decente que vive de su faena… también alguien pobre, como él. Necesito toda la ayuda que pueda obtener, aunque sea una guía de cómo seguir adelante.
La mujer espera las palabras del grandulón. El cansancio ya está haciendo mella en su hermoso rostro, y el tiempo parece agotársele.
100
Te das cuenta de que Gregorio no va a ayudarte, ya te diste cuenta hace unas horas, y sigue igual. Así que lo mejor es dar media vuelta, arriesgarte, y dirigirte hacia el patio de armas del castillo.
En vista de que estás entrando en un callejón sin salida, te llevo a una de las pocas salidas que te quedaban, y así no seguimos dando vueltas:
a) Intentar ver a Tobías (18)
b) Indagar entre los soldados (68)
c) Ir a la capilla donde está enterrado Fernando (84)
d) Cualquier otra cosa (74)
Áviva no tiene idea de qué hacer. Al final se decanta por ir a ver a Tobías. La idea es que tal vez él pueda orientarla, sepa algo que le sirva para su defensa o que le dé una guía de dónde buscar. Al fin y al cabo él como acusado puede tener información de por qué fue elegido.
-Lo siento, que tenga un buen día.
Le digo al sepulturero al tiempo que se retiraba para ir a ver a su amigo.
18
Se accede a las mazmorras a través de un edificio adosado a la muralla. Un soldado hace guardia en su interior, junto a la trampilla que conduce al sótano donde están encerrados los presos.
a) Si eres soldado, puedes pasar sin problemas, alegando un cambio de turno. (29)
b) Si eres noble, puedes intentar imponerte al soldado. En este caso lanza una tirada de Mando en oculto. Éxito (29) Fallo (128)
c) Como alternativa, puedes intentar sobornar al soldado, para que te permita pasar. Haz una tirada de Comerciar en oculto y elige la cantidad de maravedíes que ofrecerás al soldado. Éxito (61) Fallo (124).
Por favor, cualquier información sobre el preso Tobías es para mí imperante. Necesito entrar a verlo. Sólo será un momento -dijo Áviva y rebuscó entre sus bolsillos. Lo único que tenía eran cinco maravedíes. No era casi nada pero era mejor que cero. Le mostró el dinero al soldado. Su palma temblaba, necesitaba que las cosas salieran bien. Ya había tenido demasiados problemas con todo lo,anterior. -¿por favor? Es todo lo,que tengo y será solo un momento.
Tirada oculta
Motivo: Comerciar 5 maravedíes
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 12 (Exito)
Le ofrecí 5 que es todo lo que tengo.
Con esa excasa cantidad logras cerrar el trato. El soldado te mete prisa para que acabes cuanto antes, así que le obedeces y sales corriendo hacia el interior.
Coges una antorcha encendida que está apoyada en la pared mediante un soporte metálico y te dispones a descender por las escaleras a las que da paso la trampilla. Comienzas a oler a humedad y a podredumbre conforme desciendes los peldaños. Llegas a un pasillo en el que se abren seis puertas de madera gruesa practicadas en la roca, tres a cada lado.
Cada una está protegida por un fuerte candado. Una pequeña abertura a la altura de la vista permite a duras penas ver el interior de las celdas, o al menos lo poco que ilumina la antorcha. En una de ellas te parece ver un cuerpo inmóvil tirado en el suelo. Llamas a Tobías, pero no se mueve.
Oyes una voz procedente de la celda de al lado. Cuando te asomas a la abertura ves a tu amigo Tobías, que se arrastra por el suelo, implorándote que le saques de allí. Le deben haber partido las piernas. Intentas tranquilizarle diciéndole que estás haciendo todo lo posible por encontrar al verdadero culpable de la muerte de Francisco, pero que necesitas su ayuda. Le dices que sospechas de Gregorio, el sepulturero, y le pides que te cuente al detalle todo lo que ocurrió cuando fue a su casa. Tobías se toma su tiempo para ordenar sus recuerdos y contesta balbiciendo debido al dolor.