Partida Rol por web

Aquelarre et confidentis

* Isaac Benwalid, judío del Reino de Navarra, Zapatero, hijo de un Siervo de la Corte

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07/08/2014, 01:33
Aquelarre

Se te cae el alma al suelo cuando ves a Tobías siendo arrastrado por los soldados camino arriba. Esos brutos deben haberle dado una paliza, ya que no ofrece ninguna resistencia y parece incapaz de caminar por sí solo. Su mujer y sus hijos, así como varios campesinos, van detrás de ellos, increpando a los soldados. Corres al encuentro de la mujer para que te explique qué ha pasado.

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07/08/2014, 01:33
Señora de Tobías

¡Por favor! Solloza ¡Ayuda a mi marido! Se lo llevan preso acusado de matar a Fernando, el hijo del conde. ¡Pero él no ha hecho nada! Grita, rompiendo a llorar desconsoladamente. Le preguntas el porqué de la acusación. ¡Han encontrado en nuestra casa una daga que pertenecía a Fernando te explica pero no sabemos cómo ha llegado hasta allí, debes creerme! ¡Dios mío, ayúdanos! Se lamenta, agarrándose a tus ropas.

Sabes que ni Gonzalo ni don Pedro tendrán contemplaciones con Tobías. Lo ahorcarán casi con total seguridad. Te ves en la obligación de ayudar a este pobre hombre que tan bien te ha tratado.

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22/08/2014, 01:43
Isaac Benwalid

Isaac se quedó con la boca bien abierta cuando vio que era Tobías el hombre a quien llevaban preso a las mazmorras, más como un fardo lleno de patatas que como una persona llena de huesos y tripas y todo lo que una persona llevara por dentro, que él no era médico y no lo sabía bien. Triste ironía que el hombre que le había hablado de lo que estaba ocurriendo en el pueblo con los que eran así detenidos, iba a encontrarse con el mismo destino.

A Isaac que le flagelaran las carnes a otro no le hacía daño, y que le colgaran de una cuerda por el cuello no le cortaba la respiración ni le provocaba la muerte. Meterse en asuntos que no le incumbían podía cambiar las cosas, y ponerle en la senda de la mazmorras, los golpes y la horca.

Aun así, cuando vio a la mujer el campesino, su espíritu de alparcera le obligó a acercarse a ella para cuestionarle qué había sucedido.

No esperaba que la pobre mujer le montara allí un espectáculo, gritando, llorando y casi arrancándole las ropas. Antes de que la buena señora llamara demasiado la atención sobre él, Isaac trató de calmarla con suaves palabras y le aseguró que él se encargaría.

Y es que el destino de Tobías, por buen hombre que fuera, le incumbía solo en la medida en que la fe pedía la compasión y la justicia. Pero descubrir al verdadero asesino del hijo de Don Pedro —pues estaba más que claro que un pobre desgraciado como Tobías no habia tenido nada que ver, y no necesitaba pruebas para saberlo— era cosa mejor. Ganarse el favor del conde era la mejor manera de asegurarse su nueva vida, mucho más que hacer bien su trabajo, que ahora era joven, pero ya estaba cojo, y cualquier día no podría andar y se lo quitarían de encima como a un caballo lisiado.

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15/09/2014, 04:19
Aquelarre

Te asomas por la puerta del castillo para ver cómo los soldados le entregan la daga a su capitán. Éste les ordena que encierren a Tobías en las mazmorras y entra en la torre del homenaje. Poco después sae de ella don Pedro, con la daga en la mano y dando largas zancadas hacia el edificio de entrada a las mazmorras, seguido del capitán y del mayordomo.

Se le ve furioso, y temes seriamente por la vida de tu antiguo anfitrión. Al cabo de un rato, los tres regresan al patio de armas. Al ver a tanta gente congregada en la puerta del castillo, el conde se dirige hacia ellos. Un sonoro murmullo se extiende entre los campesinos, que retroceden unos pasos, pues temen la terrible ira de su señor. Pero éste se detiene bajo el umbral del gran portón de entrada y les habla en voz alta, con gran desprecio y rabia.

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15/09/2014, 04:19
Conde don Pedro

- Al fin ha sido hallado el culpable de la muerte de mi hijo. Esta noche será ejecutado en la horca por su crimen. Quien no acuda a presenciar la ejecución será duramente castigado. Y preparaos, porque si averiguo que alguno de vosotros ha estado encubriendo este delito, se las verá conmigo.

¡Y ahora, largo de aquí!

Dicha estas últimas palabras el conde se da la vuelta y ordena a su capitán que despeje la entrada. Los campesinos comienzan a correr hacia sus casas perseguidos por los soldados. Más de uno tropieza por los golpes de las lanzas y es apaleado in situ por los sádicos hombres del capitán.

Mientras tanto, acompañas a la mujer y a los hijos de Tobías hasta su casa, apartándolos del peligro a escondidas. Allí intentas tranquilizarles diciéndoles que harás lo posible por ayudar a Tobías.

Notas de juego

Por favor, narra tus impresiones, pero no tomes aún ninguna decisión.

Pasa a 74
 

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20/09/2014, 00:20
Isaac Benwalid

Cágome en todo lo que no sea del señor, que si es del señor me suelta a sus mastuerzos y me llevan del pelo pa la celda a hacer compañía al Tobías.

Don Pedro había dictado sentencia como quien se limpia el trasero sin mirar se ha dejado rastro en el trapo. Que fuera Tobías o no el culpable, e Isaac estaba bastante convencido de que no, carecía de importancia. O puede que no, pero el Conde, como buen ejemplar de noble castizo y con menos luces que el trasero de un mulo, era de tal arrogancia que ni contemplaba la posibilidad de estar equivocado. Y la idea que del judío de encontrar al verdadero culpable y ganarse el favor señorial seguía así inbstalada con seguridad en su cabeza.

Allá que se llevó casi a rastras al pobre guiñapo de mujer, que parecía al punto de tornarse gata en celo o cerdo en manos de matarife de los berridos que se mandaba. Y detrás iban los hijos, gimiendo los coros con aullidos que se metían por las orejas y jugaban a la pelota con los sesos.

Tal alivio sintió al desembocar la plañidera procesión tras los muros de la casa de Tobías, que le fue necesario apretar los muslos alrededor del miembro para sujetarse los orines que trataban de abrirla puerta.

—Ro, ro —trató de consolar a la señora como si fuera un bebé de pecho, y bien podía serlo por capacidad verbal si no por tamaño—, buena señora. No se me desmorone, que tiene usted aún de qué cuidar y por lo que vivir. Que no es la primera a la que la vida le hace mal. Y mire usted que es afortunada aún, que yo creo inocente al Tobías, y haré lo que en mi mano esté para que no se lo mate el Conde.

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22/09/2014, 04:12
Aquelarre

Pero, ¿qué puedes hacer? No tienes ninguna prueba que exculpe a Tobías. Comienzas preguntándole a su mujer si les ocurrió algo fuera de lo común durante los últimos días. Ella se pone a pensar durante un rato, y entonces te dice que ayer vino a su casa Gregorio, el sepulturero, para comprarle unos nabos a su marido; Gregorio nunca antes le había comprado nada.

A continuación le preguntas si sabe algo del asesinato de Fernando, pero sólo sabe que hallaron su cuerpo cerca de la Cueva de los Murciélagos, que se encuentra en la sierra que está detrás del castillo. Fueron los soldados de Don Pedro quienes lo encontraron.

Los campesinos están convencidos de que fue atacado por bandidos, porque le faltaban todos sus objetos de valor: su daga, su espada, y su anillo de oro. Pero el conde les culpa a ellos, pues sabía de los excesos cometidos por su hijo y piensa que se han cobrado venganza por ello. Don Pedro lo enterró en la capilla que hay dentro del castillo.

Notas de juego

Sabiendo todo esto puedes hacer varias cosas:

a) Ir a ver a Gregorio, el sepulturero (6)
b) Ir a la Cueva de los Murciélagos (66)
c) Ir al castillo (si no fuiste expulsado anteriormente) (79)
d) Necesitas algo de equipo y los campesinos te lo pueden dejar a buen precio (38)

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25/09/2014, 00:50
Isaac Benwalid

La señora consiguió aguantar las ganas de deshidratarse por los ojos y le contó algunos detalles sobre lo ocurrido. Nada definitivo, pero suficiente para ir tirando.

Tres caminos se abrían ante él. Uno, el cuerpo, que debía estar en la capilla del castillo, y al que prefería no acercarse si podía evitarlo. Dos, la cueva de los murciélagos, lugar que sonaba jodidamente mal para ir solo, cuando hablaban de bandidos por la zona. Y tres, el sepulturero, que coincdentemente había estado en la casa el día anterior a pesar de no haberlo hecho nunca antes.

Sin pensarlo ni siquiera unos segundos, Isaac tomó su decisión, y le preguntó a la señora por la casa del tal Gregorio. Mal pintaba la cosa, y bien podía ser ese hombre el asesino. y sobre todo, más seguro que enojar a Don Pedro o salirse a la campiña.

Notas de juego

A visitar al sepulturero.

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29/09/2014, 03:50
Aquelarre

Gregorio vive en una cabaña al lado del cementerio, construido tras un amplio recodo a los pes de la sierra. Cuando llegas al lugar, ves que el Camposanto no se encuentra ni siquiera vallado. Un tipo alto, delgado, de piel morena y oscuros cabellos está cavando una fosa cerca de unas tumbas.

Notas de juego

a) Te aproximas a él (64)
b) Si quieres echar antes un vistazo dentro de su cabaña (95)

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01/10/2014, 22:38
Isaac Benwalid

En cuanto vio al enterrador haciendo su trabajo, es decir, haciendo agujeros en el suelo para meter dentro a gente muerta, Isaac se agazapó, abrazándose las rodillas.

No tardó más que unos instantes en sentirse como un imbécil y volver a ponerse en pie. No iba a ir hasta la cabaña rodando, y de poco o nada le servía quedarse mirándolo en la distancia. Mejor, mucho mejor, dar un rodeo a buena marcha, manteniendo las distancias, y colarse en la cabaña a ver qué tenía por allí.

Notas de juego

/95.

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13/10/2014, 03:44
Aquelarre

La cabaña es muy pequeña. Dentro solo hay un jergón y algunos alimentos guardados en varios muebles pequeños.

Notas de juego

Haz una tirada de Descubrir, en oculto. Recuerda que hay que sacar menos que lo que tengas en dicha competencia, esa será la dificultad.

Éxito (114)
Fracaso (6)

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13/10/2014, 11:58
Isaac Benwalid

Isaac se coló en la miserable cabaña a espaldas del enterrador. En ausencia de mucho donde buscar, esperaba tener tiempo de registrar el lugar a conciencia antes de que el propietario tuviera ocasión de volver.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Descubrir

Tirada: 1d100

Dificultad: 45-

Resultado: 34 (Exito)

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20/10/2014, 03:55
Aquelarre

Lo examinas todo cuidadosamente, pero no encuentras nada fuera de lo común. Entonces te parece percibir un brillo en el jergón. Rebuscas en él y encuentras nada menos que un anillo de oro con las iniciales "F.F." ¡Era el anillo de Fernando! Te lo guardas y sales de la cabaña.

Notas de juego

Apúntate el anillo en tu equipo.

Ahora puedes:

a) Te aproximas a Gregorio (64)
b) Ir a la Cueva de los Murciélagos (66)
c) Ir al castillo (si no fuiste expulsado anteriormente) (79)
d) Necesitas algo de equipo y los campesinos te lo pueden dejar a buen precio (38)

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22/10/2014, 00:23
Isaac Benwalid

—Hijo de una raposa tísica y un batallón de sifilíticos —, murmuró entre dientes el judío.

El muy cobarde, no solo había matado al hijo de Don Pedro, lo que le podía estar hasta bien merecido si había salido al padre, sino que había inculpado al pobre Tobías. le parecía tan obvio lo que había sucedido, aun sin conocer al joputa del enterrador, que se le había olvidado buscar más pruebas. Y hasta el sentido común se le había escondido váyase usted a saber dónde.

Allá que se iba Isaac, henchido de justa ira, una pata recta y la otra torcida, bamboleándose como una balsa empujada por la marejada, hacia el enterrador.

—¡Tú! —le increpaba conforme se iba acercando—, ¡tú!.

Notas de juego

/Te aproximas a Gregorio (64)

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27/10/2014, 03:54
Gregorio

Conforme caminas hacia Gregorio, echas un vistazo alrededor. Entonces adviertes que la mayoría de las tumbas parecen haber sido excavadas recientemente. Te das cuenta porque reparas en la tierra removida sobre ellas, que contrasta con el suelo firme y liso delante de algunas de las lápidas.

Gregorio se sobresalta al verte llegar. Deja de cavar y se dirige a tu encuentro, sosteniendo su pico.

¿Quién demonios eres tú y qué haces aquí? Inquiere molesto.

Señalas las tumbas y le preguntas por qué las ha abierto. Notas que comienza a sentirse incómodo, pero te contesta con convicción:

Las abro de vez en cuando para comprobar el estado de los ataúdes. A veces la madera se echa a perder por la humedad, se parte y la caja se llena de tierra.

Notas de juego

Haz una tirada de Empatía.

Éxito (112)
Fallo (118)

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27/10/2014, 10:29
Isaac Benwalid
- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Empatía

Tirada: 1d100

Dificultad: 15-

Resultado: 31 (Fracaso)

Notas de juego

Tirada de empatía.

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10/11/2014, 21:27
Aquelarre

Le dices que han acusado a un hombre de un delito que no ha cometido y que crees que puede ayudarte a demostrar su inocencia. Gregorio queda a la expectativa, observándote con sus profundos ojos negros.

Notas de juego

  • Si hablaste con los soldados acerca de la acusación de Tobías (78)
  • Si has visitado a Tobías en las mazmorras del castillo (91)
  • Si no has hecho nada de lo anterior (100)
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11/11/2014, 00:35
Isaac Benwalid

Por si no estaba ya bastante convencido de lo que creía que había ocurrido, la cara del enterrador se lo dejó claro como una meada después de beberse un barreño de agua. Si esa no era la faz de un cabronazo, no había visto a un macho cabrío en su vida.

—¿Sabes lo que le ha pasado al Tobías? —le preguntó, sacudiendo el brazo como si pretendiera sacarlo del hombro—. Claro que lo sabes, ¿eh? Me han contado que esta mañana has estado en su casa, preguntand por unos nabos. Tantos años en el pueblo, y justo te vas a comprarle nabos un rato antes de que la soldadesca le entre en el hogar y encuentre el anillo de Don Fernando.

Hay que ver qué jodida casualidad.

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17/11/2014, 01:25
Gregorio

Le dices que sabes que ayer por la mañana se acercó a casa de Tobías para comprarle los nabos. Sí. Reconoce. Le compré unos cuantos y me fui. ¿Y qué? Le respondes que la esposa nunca antes le había comprado nada y le preguntas por qué decidió ayer comprar sus nabos. El sepulturero no parecía comprender qué tenía aquello de malo. Llegó a mis oídos que sus nabos son los mejores del pueblo y quise comprobarlo por mi mismo. Y si no fuera porque es un maldito asesino le compraría más. En seguida le gritas que él no lo hizo, y le dices que alguien debió tenderle una trampa. De pronto, el oscuro hombre se pone muy nervioso y te grita:

¡¿Intentas acusarme?! Mira, estúpido, no me hagas perder más el tiempo. No tienes ninguna prueba contra mí. Y ahora fuera de aquí, que estoy trabajando.

En realidad Gregorio tiene razón, no hay ninguna prueba que lo incrimine. Pero se ha puesto tan agresivo que resulta sospechoso...

Notas de juego

- Si le atacas (75)
- Si no, (112)

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20/11/2014, 00:09
Isaac Benwalid

—Qué poca vergüenza tienes, canalla —le espetó el judío, mojándole la cara con diminutas gotas de saliva.

Isaac se sacó el cuchillo del cinto y lo meneó bajo las narices del enterrador.

—A ver si Don Pedro se va a tener que buscar a otro pa dar sepultura a las sus gentes.

Si hubiera pensado en lo que estaba haciendo, se hubiera cagado encima. No sería la primera vez. Se hubiera percatado, además, que de poco servía partirle los higadillos al enterrador cuando si bien sospechaba que el tiparraco estaba detrás de todo, no tenía más evidencia. Mas estaba tan henchido de rabia que no le quedaba espacio en la sesera para razonamientos ni miedos.

Notas de juego

Veamos cómo se pelea en este juego (75)