Partida Rol por web

Arcane defenders: Pesadillas

Capítulo 1 - Escena 3 - El hogar de Martha

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17/11/2014, 09:22
Magma

La mujer se lleva las manos a la cabeza y está a punto de tirarse de los pelos.

- Tio, ¡no te has enterado de nada!

Te miró con una mirada desesperada.

- Ben dice que los poderes se los dio Morpheo, y ese Dokter está también metido en el meollo de Morpheo, pero Ben y Dokter se pelearon. Yo dejé la nota con la dirección en la escuela y os vi entrar, pero me estaban esperando así que tenía que irme. Yo no maté a ese hombre. Fue este loco. - Dijo señalando al nazi musculoso. - Que querías que hiciera, si de repente aparece mi ex convertido en un monstruo y me empieza a decir que ahora es un dios y que nos va a hacer dioses a todos y que vayamos a por Martha, todo ello con mala hostia. ¡Me dio un miedo espantoso, yo soy una chica normal, mierda!

Después se giró hacia Sora.

- Tu sabes que es verdad, cuando os vi os dije que estaban todos locos y que saliérais corriendo de aquí. Oh venga, díselo, ¡no me cree!

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17/11/2014, 11:54
Malik Oke

Levanto las manos en gesto conciliador.

- Vale, vale, tranquilízate. Tótem, ¿tú le crees?

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18/11/2014, 23:21
Shazael

El día no puede ser menos aburrido e inoportuno. Pensaba quedarme hasta las tantas en la cama, aprovechando el comienzo de mis vacaciones, pero parece que eso no es posible cuando tienes una maldita voz en la cabeza quejándose de que se aburre. Me levanto de mal humor, con esa desagradable sensación a la que no he logrado acostumbrarme, la de saber que mi cuerpo no es completamente mío, que hay otro ser en mi interior. Uno al que detesto. Y es cierto que ha hecho progresos. No es tan violento como era, ni tan inmoral. Debo reconocer que no es TAN malo como era antes de la intervención de Extraño. La cosa ha mejorado, algo. Al menos ahora puedo controlar la situación, mantenerle bajo control. Lo malo es que tengo que escucharle a todas horas, por debajo de mi subconsciente, gritando con su engreída voz.

Me dirijo a la cocina, aún en ropa interior y descalzo. Necesito un café, despejarme un poco. Cuando estoy tan adormilado tengo la sensación de poder perder el control y que él escape. Ya se que no es posible, el Doctor Extraño lo dejó claro, que es la voluntad conjunta de ambos lo que desencadena la transformación, el cambio, la suplantación como lo llamo yo. Aún así, a veces tengo esa desagradable sensación. Suena el teléfono, con número oculto. Dudo si cogerlo o no, pero si es del curro van listos. Estoy de vacaciones, y eso es sagrado, así que lo llevan claro si creen que voy a ir a sacarles las castañas del fuego.

Además, me prometiste algo de emoción. Empiezo a hartarme de esa aburrida rutina tuya...

La voz de Shazael me recuerda mi triste condición. Cojo el teléfono de mal humor, pero éste desaparece cuando oigo la voz al otro lado. Percibo los libidinosos instintos de Shazael, los que despiertan en él ante cualquier mujer, y trato de mantenerle a un lado mientras hablo. Es Clea, la mujer de Extraño. Bueno, ex mujer. Me la presentó hace tiempo, en una de esas reuniones en su casa. Una mujer agradable. Me explica algo de un problema en el que está el doctor, de un modo ligeramente más apresurado de lo que necesito para enterarme de todo. Pesadilla, que por lo visto es una especie de entidad súper poderosa, unos elegidos, una “singularidad”, sea lo que eso sea. Extraño está viajando por diversas dimensiones, y ella está protegiendo su cuerpo. Todo muy normal, como a mí me gusta.

Esto pinta interesante...

Voy directo al grano, porque no me agrada que me anden con rodeos, y le pregunto qué quiere de mí, exactamente. Me habla de lo mucho que Extraño me valora, de lo orgulloso que se siente de cómo he llevado todo el tema de Shazael, y empiezo a ponerme nervioso. Con toda educación, corto su discurso pelota sentimental. No porque esté en contra de ello, yo mismo soy bastante sentimental a veces, pero está claro que con ello está buscando algo, y prefiero que lo diga directamente. Quiere que vaya a Harlem, encuentre a esos elegidos, y les eche una mano.

Oh, sí. Esto va a ser divertido. No creerás que te lo pide por tus capacidades sobrehumanas de reparto de material ¿verdad? ¡Admítelo! La dama quiere que el capitán dirija el barco...

Me froto la frente, molesto, pero incapaz de negarme. Extraño me necesita, y cuando le necesité estuvo ahí para mí. Y lo cierto es que Sazael lleva razón. Ayudar a esos tipos supone emplear el poder del demonio, algo que me disgusta, pero sin lo que sólo soy un tipo normal y corriente. Acepto, aún a sabiendas de que encontrar a alguien en un barrio como Harlem no es tarea sencilla. También de que es ella quien me ha llamado, no Extraño, y eso debe significar algo. El hechicero confía en esos tipos para esta misión, cree que son ellos quienes deben cumplirla. Es Cloe la que no está tan segura de ello, y por ello busca refuerzos. ¿Me estaré metiendo en una disputa de ex-pareja? Parece que tendré que arriesgarme. Me pongo a toda prisa un chándal verde que saco del armario, y mis zapatillas deportivas más cómodas, con una camiseta negra ajustada, y cojo las llaves de la furgo. Salgo de casa bajando las escaleras de dos en dos, y me dirijo al barrio en cuestión, con una molesta sensación rondando mi mente.

Al llegar al barrio de Harlem, en seguida veo concurrencia alrededor de un instituto, ambulancias y policía. Aparco por la zona y me acerco a ver lo que puedo descubrir. Shazael se agita nervioso, consciente de que tiene muchas posibilidades de disfrutar hoy de un poco de libertad. Algo que me hace temer. Comienzo a caminar por la zona, consciente de que esos tipos, esos elegidos, no seguirán en la zona donde está toda la policía. Entonces, a un par de calles de distancia, veo algo que me hace creer que estoy en el camino correcto. Una ventana abierta, ceniza que parece querer salir, y un torbellino de viento que se arremolina y lleva la ceniza de nuevo para dentro.

¡¡Acción!! ¡¡Déjame salir, esa ventana no está tan lejos para mí!!

Reniego de su petición, y él lo sabe. No lo aceptaré hasta que no quede otro remedio. Calculo la situación del piso y me acerco a la puerta de entrada, justo cuando está saliendo una señora mayor. Antes de que se cierre, accedo al portal y subo por las escaleras. Al llegar a la altura correcta, compruebo que hay una puerta entreabierta. Me acerco y oigo voces, de modo que avanzo con cautela hasta asomar el rostro por el quicio. Hay unas cuantas personas aquí, y no quiero irrumpir de un modo demasiado brusco, así que golpeo un par de veces la madera de la puerta para atraer su atención.

Ejem, buenos días ¿Se puede?

Notas de juego

Os dejo la intro que ha hecho Dominic.

Estais dentro del salón y lo veis aparecer.

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20/11/2014, 09:49
Malik Oke

- ¿Pero que coño...?

Me levanto a toda velocidad, y le apunto con la pistola directamente al pecho.

- ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? ¿Os suena a alguna de vosotras?

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20/11/2014, 09:54
Shazael

¡Un arma! Déjame salir, se va a enterar ese idiota...

No, es uno de los elegidos de Extraño. Está nervioso y es comprensible, yo también lo estaría si apareciera un desconocido de improviso en medio de una delicada misión. Levanto las manos con las palmas hacia delante, dejando claro que no soy un peligro, aunque no puedo evitar ponerme nervioso. Shazael es un loco y le encanta el peligro, pero a mí me acojona que me apunten con una pistola.

Eh, tranquilo tío, soy amigo. -Trato de aclarar, luchando por controlar al demonio. Lo último que quisiera es dejarle salir ahora mismo- Me manda Clea ¿Vale? Soy amigo del Doctor Extraño, o más bien alguien que le debe mucho. -Trato de explicarme con cara de circunstancia- Clea pensaba que podríais necesitar ayuda, y me ha pedido que os busque y os eche una mano.

Demasiadas explicaciones, idiota. Nunca lo confieses todo a alguien que te apunta con una ballesta de esas. Si me lo hiciera a mí ya le habría cortado las manos.

¿Puedo... -Trato de ignorar a Shazael, aunque no es sencillo. Sus comentarios me recuerdan que no está rehabilitado del todo, como el Doctor dijo que pasaría con el tiempo, por la influencia de mi alma en la suya. Sigue siendo un peligro- ...bajar los brazos?

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21/11/2014, 20:39
Carrie Carlson

Carrie tenía el ceño fruncido y se mantenía un tanto al margen. Se sentía algo mejor al ver que la chica pelirroja estaba hablando y que ella era la artífice de haberla traído. Seguía pensando que el grupo le debía una disculpa por atacar su forma de hacer las cosas.

Entonces apareció otra persona más. Tornado respondió amenazando, mientras que ella se quedó pensando un instante, buscando algo divertido que decir.

- Puedo intentar leer su mente. Se me da realmente mal, ya lo advierto, pero quizá encuentre algún pensamiento revelador.

Sabía que aquello iba a levantar ampollas, ¿pero qué problema había en aprovechar las ventajas de cada uno? Le reventaba que no aceptaran eso.

- Ahora que recuerdo, la última vez que lo intenté en un hombre me encontré con algo bastante repugnante. - Comentó pensando en aquellas fantasías retorcidas de aquél tipo en las que aparecía ella misma.

- Leer la mente de un hombre es como mirar una playboy. Patético.

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21/11/2014, 20:49
Aiden Byrne

Dawn por su parte trató de colocar algunas de las cosas del salón en su lugar. Había caído en el mutismo desde que perdió su máscara y todo el grupo pudo ver su rostro.

- Veamos, si te envió Clea, algo te debió decir sobre nosotros para que demostraras que era cierto.

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21/11/2014, 20:52
Magma

La pelirroja bufó y miró a los presentes, pasando su peso de una pierna a la otra con asiduidad, demostrando así su nerviosismo.

- Si no os importa yo me largo, así podéis charlar con vuestro nuevo amigo.

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21/11/2014, 22:55
Sora Ahawi

Justo en el momento en el que Tornado me preguntaba sobre la pelirroja, un tipo que ninguno de los presentes conocíamos tocó el marco de la puerta y saludó como si tal cosa. Tal y como era de esperar, Tornado reaccionó amenazándolo con su arma, pero en seguida el desconocido se amilanó y nos explicó de quién se trataba, aunque realmente todo lo que nos contó no me decía absolutamente nada, no es que Extraño compartiera ese tipo de cosas.

Ante su pregunta sobre si podía bajar las manos, estiré mi brazo para bajar los de Tornado, haciendo que dejara de apuntar al tipo.

- ¿Cómo te llamas? - le pregunté algo seca, fruto de mi malestar.

Lo que nos había contado no me había hecho ninguna gracia. Nos habían encargado aquella misión, ¿Y ya necesitábamos ayuda extra? No le había mandado el Doctor, pero aún así... ¿Él está de acuerdo?, ¿Es que ya no confían en nosotros? Miré entonces a mi alrededor, a este grupo que no era un grupo, y suspiré. Vale, puede que si necesitáramos a alguien externo, pero aquello no hizo mas que hundirme la moral.

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21/11/2014, 23:12
Shazael

Desvío la mirada cuando oigo una segunda voz que interviene, aunque casi lamento hacerlo cuando veo la escultural belleza de la mujer que habla, una rubia despampanante. No es que no me gusten las mujeres, ¡¡coño, claro que me gustan!! Pero se lo que significa tener a una hermosa mujer al lado, ahora mismo, con la nueva condición que me veo obligado a arrastrar.

Oh, sí, al fin miras a donde tienes que mirar, marinero ¿Por qué no habías girado antes?

¿Joder, porque me apuntaban con una pistola y me parecía más urgente?

Y peor aún se pone la cosa cuando la rubia hace una propuesta que resulta aterradora, una que me hace agitar las manos con nerviosismo. ¿Qué pensaría nadie entrando en mi cabeza? ¿”De quién” exactamente extraería los pensamientos?

No creo que eso sea buena idea -Digo, visiblemente afectado por la propuesta- Siento decir que podrías ver cosas desagradables aquí dentro. Todo tiene una explicación, pero...

¡¡Déjame salir!! ¡¡Sabes que no tienes opciones con ella, grumete, deja salir al capitán y te la conseguiré en un santiamén!!

Lo sabía, la voz del demonio me va a dar dolor de cabeza mientras esta chica esté cerca. Sus malditos instintos no se van a ver refrenados tanto como el doctor Extraño dijo, al menos no todavía. Un tipo interviene con bastante acierto, y su pregunta, si lo es, me da pie a explicarme mejor. Al menos, mientras hablo logro que Shazael se calle un poco, aunque se que está observando.

Clea me llamó esta mañana, algo tarde, y me habló de un problema con un tal Pesadilla, una especie de entidad cósmica muy poderosa y tal. Vamos, el tipo de cosa con la que lidiaría Extraño personalmente, no algo en lo que yo pudiera ayudarle. Pero me dijo que había unos "elegidos", o algo así, a los que Extraño les había pedido acudir a este barrio en busca de una ¿"singularidad"? -Sigo sin tener claro lo que eso significa, pero al menos logro recordar el nombre. ¡¡¿A quién le importa?!! ¿Has visto a esa rubia, que cuerpo tiene? ¿Cómo puedes estar pensando en otra cosa que no sea... ¡¡Joder, calla!!- Ella debe quedarse protegiendo el cuerpo del doctor mientras viaja por dimensiones oníricas, o algo así, que tampoco es que yo entienda mucho del tema, y me pidió que viniera a buscaros por si necesitabais ayuda extra. -MI ayuda extra, marinero, no lo olvides... ¿Cómo olvidarlo...?- Así que, me temo que soy vuestros... ¿Refuerzos?

Me encojo de hombros, con una media sonrisa nerviosa. Una chic pelirroja habla de marcharse, y frunzo el ceño extrañado. ¿No es parte del grupo? A ver si he hablado de más delante de extraños... Aunque son ellos los que me han pedido que me explique... Otra chica, de pelo negro brillante y un bellísimo rostro exótico de nativa americana, se interpone entre el hombre armado y yo, haciéndole bajar el arma. ¡¡Maldición, que buena está!! ¿Es que no hay mujeres feas por aquí, para que el hijo de puta que llevo dentro pierda el interés?

¡¡Ole, ole y ole con la india!! A esta también te la consigo, marinero, en serio, siempre se me dieron mejor las indígenas que las damas de alta cuna, ya sabes, son más desinhibidas, jiajajaja...

Entrecierro los ojos mientras bajo los brazos, molesto. La chica es una belleza, como la rubia, y eso significa que va a ser una pesadilla. Suspiro, antes de abrir la boca para responder a su pregunta.

Mi nombre es Dominic Randall, encantado de conoceros... -Dejo la frase abierta, por si tienen a bien presentarse ellos también. Después de todo, parece que debo formar parte del equipo.

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22/11/2014, 10:00
Aiden Byrne

Aiden observó al recién llegado, inmóvil. La máscara impedía que tuvieran algún indicio sobre lo que pensaba.

- Suena convincente por un lado, pero por otro, no tienes aspecto de superhéroe, ni aspecto de mago, que son las dos cosas que se podrían esperar. En fin, tampoco es que nosotros tengamos ese aspecto. Desde luego no parecemos héroes de cómic. Por cierto, yo soy Dawn.

Miró ahora a la joven pelirroja.

- Podríamos dejarte ir. ¿Pero no sabe Ben cómo encontrarte? Estarías en peligro. ¿Es eso lo que quieres?

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22/11/2014, 10:06
Magma

La joven torció el gesto al escuchar las palabras de Dawn y pareció titubear.

- ¿Vosotros creéis que podréis detenerlo? Os puedo decir donde está. Pero quiero irme.

Comentó un poco suspicaz. No quería soltar la información y que luego la engañaran.

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25/11/2014, 00:36
Malik Oke

Me rasco el cuello, mientras que la otra mano guarda la pistola.

- Vale, pelirroja, eso de que te soltamos y nos dices donde está Ben me gusta. Por otro lado, Randall, aquí no nos llamamos con nombres civiles. ¿Quieres que gente como estos...?- señalo a los dos tipos que están en el suelo, el neonazi y el otro- ¿...sepan quién eres y donde están tus seres queridos? ¿O crees que mis padres me llamaron Tornado por alguna razón en particular?

Me giro, intentando aclarar mi mente. Estamos acercándonos al meollo del asunto, lo estoy viendo.

- ¿Ben sabe que os seguimos? ¿Esperará una emboscada?

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25/11/2014, 00:55
Sora Ahawi

Dawn tenía razón, aquel tipo no tenía pinta de superhéroe, e incluso se había presentado son su nombre de pila. No tenía muy claro cómo nos iba a ayudar alguien que ni siquiera tenía cuidado protegiéndose a sí mismo.

- Tótem. - levanté el antebrazo, mostrando la palma de mi mano, cuando Dawn se presentó.

El interrogatorio a la pelirroja continuó, con un tira y afloja en el que tratábamos de dilucidar si debíamos dejarla ir o no. Parecía decidida a marcharse, así que se me ocurrió algo.

- Podría encargarle a Colton que la siga. No será algo inmediato si la atacan, pero si quiere irse... Todo espíritu debe ser libre. - hice una pausa y continué. - Además tenemos que ir a por esos tíos y también encontrar a Martha, no creo que nos hayan enviado a ¿Dom? - dije, a falta de un nombre clave - para que haga de niñera. Lo que nos lleva a...

Me acerqué entonces a él, con las manos en jarra y el ceño fruncido, adelantando la parte superior de mi cuerpo.

¿Cómo se supone que nos vas a ayudar? ¿Qué es lo que haces? – le pregunté mirándole fijamente a los ojos.

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25/11/2014, 09:29
Shazael

En cierto modo, me resulta graciosa la apreciación del enmascarado. No graciosa en el plan de echarse unas risas, sino en plan irónico. Lo cierto es que lleva razón, más de lo que él mismo pueda saber. Sólo soy un tipo normal y corriente, y eso se nota. He venido a ayudar a un grupo de "elegidos", y lo he hecho en chándal y deportivas. Deben de pensar cualquier cosa...

Encantado, Dawn -Respondo con educación- Lo cierto es que llevas razón, no soy un súper héroe ni un mago ni nada por el estilo. Aún así, espero ser de ayuda llegado el momento. -Me encojo de hombros- Soy un tipo normal y corriente, con un trabajo aburrido y problemas para pagar las facturas. Pero... -¿Y cómo explico yo esto?- ...digamos que me he visto aquejado por una especie de maldición -¿La maldición es tuya? Yo más bien diría que es al contrario. Mira que hay gente en este mundo a quien podría haberme unido, y me ha tocado el peor marinero del mundo...- Hay un... -¿Demonio? Realmente quiero que me vean así?- ...ente, encerrado en mi interior. Extraño me ayudó con él, a mantenerlo bajo "cierto" control. Ahora puedo invocarlo si la necesidad aprieta, aunque es de trato difícil y prefiero no hacerlo si no es estrictamente necesario.

Sonrío, nervioso e incómodo. Sólo pensar en liberar a Shazael ya me hace sentir así, por todo lo que ha hecho a través de mí, por todo lo que he perdido por su culpa. Observo sus reacciones con cierto temor. Se que estarán habituados a este tipo de cosas, pero a mí me sigue sonando fatal. Espero que no me juzguen demasiado.

La pelirroja habla de detener a alguien y de que quiere marcharse. No digo nada, aunque está claro que tienen algo así como un plan en marcha, y yo no tengo ni pajolera idea de qué va la cosa. Aunque parece evidente que va a haber combate.

¡¡Oh, sí, y el capitán rojo saldrá a repartir estopa!! ¿¿A que sí, marinero?? ¡¡Lo sabes, jiajaja, lo sabes, me necesitas!!

De repente, el tipo de la pistola comienza a echarme la bronca mientras guarda el arma. Parece que me he saltado algún tipo de código de conducta de súper seres. Buen, Dom, cojonudo. Recuerda pedirle el manual a Extraño cuando vuelvas a verle.

Eh, sí claro, lo siento... -Me disculpo- Seres queridos, claro... -Como si esta puta maldición no me los hubiera arrebatado ya. ¡¡Eh, marinero, deja ya de lamentarte por esa Sarah!! Tampoco fue para tanto, y la tía no nos merecía. Te abandonó a la primera de cambio, por un incidente sin importancia. Ya te conseguiré otra concubina, hombre, será que no hay peces en el mar. ¿A cual prefieres, a la rubia o a la indígena? Aunque igual tienes más posibilidades con la pelirroja, porque ¿te has mirado? No eres lo que se dice un gran partido...- Podéis llamarme Rojo, si queréis -Echo de menos un "capitán" en esa frase...- Capitán Rojo.

La india se presenta como Tótem, y se acerca con cara de pocos amigos. Da un poco de miedo, la verdad, con esa actitud de "te rebano la cabellera como me incordies". Me pregunta por mis capacidades, y se queda demasiado cerca, con su dura mirada clavada en la mía.

Eh, marinero, baja la mirada, dale un poco de espectáculo al capitán...

No lo hago, obviamente. Él es el demonio, no yo. Pienso seguir siendo un hombre civilizado y educado, a pesar de él.

Ya aprenderás...

No, tú aprenderás. Lo dijo Extraño, y estoy decidido a hacerlo. Tú te adaptarás a la forma de pensar y comportarse de un humano, no al revés.

Eh... teletransporte -Digo apresuradamente, tratando de sonreír con amabilidad para suavizar la situación- Bueno, y algo de agilidad y combate cuerpo a cuerpo. Le gustan las espadas, jeje. Y creo que tiene algún truco más, pero básicamente es eso. ¿A quién se supone que hay que detener? No quiero sonar estúpido, pero no me estoy enterando de nada...

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27/11/2014, 23:59
Malik Oke

Me acaricio la barbilla, pensativo.

"Capitán Rojo. Me gusta."

- Está bien. Dawn, Tótem, Psionica, ¿qué hacemos ahora? ¿Vamos a emboscar a Ben o buscamos a Martha? Tranquilo, Capitán, ahora te ponemos al día.

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29/11/2014, 11:53
Magma

La mujer observó al grupo, por fin uno parecía decir que la iban a dejar ir, eso alivió ligeramente su nerviosismo. Pensó que era el primer paso para librarse de toda esa locura.

- Driggs Avenue, N7 Street, en Brooklyn. Es un almacén de pan. Una panadería grande, que ya no está funcionando. Estaba con algunos amigos nuestros... suyos... a los que aún no había podido dar poderes.

Después de dar la información echó un vistazo hacia atrás.

- Adios.

No quiso esperar más, le parecía peligroso quedarse allí, así que tenía que optar por marcharse ya. La joven echó a andar, pero no hacia afuera, sino hacia la cocina. Su piel se enrojeció y empezó a emitir calor, de una forma similar a la del tipo que se había convertido en ceniza minutos antes.

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29/11/2014, 12:08
Carrie Carlson

No hizo ningún gesto por impedir la marcha de aquella pelirroja. Más bien sintió envidia porque ella podía marcharse, no como ella, que tenía ese estúpido lunar que la había metido en aquél lio. Trató de olvidarse de aquello y analizar la situación, empezando por el nuevo. "El Capitán Rojo" era un nombre raro... "RedCaptain" tenía otras connotaciones.

- Suena a que eres un Capitán América comunista. No me digas que te posee el espíritu de Stalin.

Comentó con sorna al recién llegado.

- Sólo falta que nos saques una hoz y un martillo. Sería la guinda del pastel.

Dio unos pasos acercándose hacia el grupo.

- Ese Morpheo será en realidad Pesadilla. - Eso era evidente pero quizá ellos no habían caído porque su mente fuera más lenta. - Chicos, la lógica indica que tenemos que ir a un único sitio para correr menos riesgos. Si vamos al almacén tiene que ser pronto, porque no creo que Ben vaya a estar allí todo el día, y si vamos al Hospital por lo que yo he entendido nos encontraremos a ese Dokter, del que no sabemos nada salvo su nombre, pero si se ha codeado con Ben es que tiene poderes también.

Carrie pareció meditar unos segundos.

- Si Ben está dando poderes a sus amigos. ¿No indica la lógica que habría que acabar antes con él?

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29/11/2014, 12:22
Elizabeth Phillips

Elizabeth, que se mantenía un poco al margen por miedo, respondió entonces.

- Señorita, a mi la lógica lo que me indica es que mi sobrina está en peligro. Y si Ben no sabe donde está, lo urgente es saber que Martha está bien. Así que yo en cuanto pueda iré al hospital.

Miró entonces a su perro, Charlie, que seguía dolorido por el violento golpe y al que no quería dejar solo.

- Oh mierda, que venga la policía pronto.

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29/11/2014, 18:07
Aiden Byrne

No me acababa de convencer dejar a esa mujer suelta, ni por su bien ni por el nuestro, pero si no quería nuestra ayuda con vigilarla sería suficiente, y parece que de aquello se podría encargar la chica pájaro.
La rubia sugirió encargarnos en primer lugar del tal Ben, pero en esta ocasión tenía que estar de acuerdo con la señora.

-Iremos a por Martha, corre peligro, y además acabaremos encontrándonos con ese tal Ben si estamos con ella.- Sentencié.

No me olvidaba del nuevo. Si los otros parecían niños a quienes cuidar este lo parecía más aun. Tal y como se había descrito yo solo había entendido una cosa "Bomba de relojería".
Teníamos demasiada prisa como para discutir nada, así que no perdí más tiempo.

-Ven si quieres, pero procura tener cuidado, y no darnos más problemas de los que nos quitas.- Podía sonar borde, pero no quería ni pensar en los problemas que podía darnos aquel "ente", fuera lo que fuese. Entonces me centré en la señora.- Tranquila señora, nosotros nos encargaremos de su sobrina.

Me asomé a la ventana listo para emprender el vuelo hacia el hospital, pero entonces recordé algo.

-Chica pájaro, ten un ojo sobre la pelirroja.

Esperaba que nadie nos demorara más y nos pudiéramos poner en marcha rápido. Aunque para entrar deberíamos construirnos una identidad falsa y dividirnos, sería demasiado cante entrar los 5. Además sabía que no podía entrar al hospital con aquella guisa...