Partida Rol por web

Ayudé a Dominic a levantarse, mientras explicaba su situación y la de Shazael, y como había sido Extraño quien procuró esa unión, aunque de forma experimental. Solté su mano cuando se puso en pié, aunque si por mí hubiese sido hubiera continuado prendida a él. Me fijé en como miraba el portal, visiblemente agobiado, exponiendo los temores de ambos.

Docenas de preguntas pasaron por mi cabeza, pero seguramente fueran cuestiones que ellos mismos ya se habían preguntado, asi que no quise aumentar la desazón de Dom. Me resultaba increíble pensar en que pudiera desaparecer, pero igual de increíble era que humano y demonio compartieran existencia. Me disponía a insuflarle algo de esperanza cuando clavó sus ojos en los míos, contagiándome la tristeza que estos desprendían, hasta que terminó de hablar.

Le gusto... Pero también al demonio...

Me quedé paralizada un par de segundos, sorprendida, sin saber como reaccionar. Esto no debía haber sido así. Agaché la cabeza, mirando mis manos, que ahora se agarraban la una a la otra. Entonces di un paso al frente, decidida, volviendo a mirar a Dom y cogiendo una de sus manos con las dos mías.

Confío en el Dr. Extraño, él... Él me salvó, le dió sentido a mi vida.- apreté su mano entre las mías. -Seguro que podrá ayudaros, y yo también lo haré, te ayudaré... Lo prometo. - acerqué su mano a mis labios y la besé mientras cerraba mis ojos, volviendo a liberarla con delicadeza.

Tras hacerle a Prometheus la señal del pajarito, traspaso el portal agradeciendo el cambio a un entorno más terrestre. Asiento a las palabras de Malik tras que el trasponga el portal.
- Tienes razón, no perdamos más tiempo con este "looser". Tiene lo que se merece... por ahora - subrayo mirando elocuentemente a Sónica.
Señalo la puerta más "mundana", obviando el reluciente portal.
- He tenido suficientes viajes dimensionales por ahora, espero que nuestra alternativa pase por ahí - comento mientras me dirijo a la puerta, la cual traspaso, aún flotando, inconscientemente continúo levitando.

Clea acudió a recogeros, esta vez en carne y hueso.

- Venid conmigo, hemos de prepararnos para actuar. Ya he avisado a vuestros compañeros para que se reunan con nosotros.

Hizo un gesto para que la siguiérais y no tardó en llevaros a otra sala.

Al regresar al Sanctum Sanctorum, Wong, el criado del doctor os abrió la puerta y os instó inmediatamente a entrar.

- Me alegro de verles de vuelta, señores.

Comentó y os hizo un gesto para que le acompañárais. Cruzásteis el pasillo y subísteis unas escaleras hasta una nueva sala.

Subísteis dos pisos hasta entrar en el ático de la mansión del Doctor Estraño. El símbolo de Cyttorak dominaba la sala. En el suelo habían varios cojines y diferentes velas creaban un ambiente relajante gracias a la mezcla de varios inciensos.

Clea se colocó de rodillas, rodeada por los cojines y os invitó a sentaros.

- Dejadme ver esa esfera que encontrásteis.

Comentó y Malik pareció satisfecho porque por fín se acordaba de eso. La sacó con cuidado y la dejó en el suelo, frente a ella. La esfera pasó a elevarse y Clea movió las manos a su alrededor.

- Sí, es evidente que es una pequeña prisión. A pesar de su aspecto frágil no lo es y tendréis que aplicar una gran fuerza para romperla, liberando así al cautivo, o bien traerla para realizar un simple ritual que anule su poder.

Malik hizo un gesto rechazando cogerla de nuevo.

- Os la podéis quedar y añadirla a la colección de objetos maléficos.

Clea simplemente la dejó ahí, en el aire. Ya tendría tiempo de cogerla.

- Esto es lo que os puedo decir. Pienso que Stephen está dando batalla a Pesadilla y éste precipita sus planes. Ese tal dokter no consiguió el apoyo de Ben. Es muy buena noticia que lo tengamos preso y quizás incluso intente rescatarlo, pero no podemos darlo por hecho. 

Miró a Sónica entonces.

- Querida, siento que hayas acabado en mitad de esta batalla. Pesadilla es un engendro de otra dimensión que sólo piensa en su propio poder, que obtiene a costa del sufrimiento de los mortales. Yo puedo realizar un ritual sobre tí que te permitirá encontrar a tus seres queridos. Entonces me temo que os tendréis que enfrentar a fuerzas místicas para conseguir rescatarles. Posiblemente Dokter esté realizando un poderoso ritual y en esas condiciones estará debilitado.

La hechicera levantó las dos manos con las palmas hacia arriba.

- Toda la ciudad os necesita ahora y pronto todo el mundo. Si encontráis a Dokter yo lo sabré y me uniré a vosotros en la lucha, ya que estará claro que no vendrá a por Stephen. Haré todo lo posible por coger esas esferas primero. ¿Os parece bien, queridos?

Sora toma mi mano entre las suyas. Mi corazón se acelera, nervioso, pero su voz me tranquiliza. Me muestra su confianza en Extraño, con un retazo de la historia que la unió al mago, e incluso me hace una promesa, besando mi mano antes de soltarla.

Y-yo también confío en él. -¿Cómo no iba a hacerlo? Acudió en mi ayuda cuando nadie más lo hizo. Es sólo que tengo miedo de que esto se escape a sus posibilidades- Y tú... ya me ayudas, Sora.

Sonrío sujetándome la mano con su contraria, con los ojos clavados en Sora.

Wong nos acompaña hasta el ático del Doctor Extraño, donde Sora y yo nos reunimos con los demás. Allí está también Clea, custodiando el cuerpo de Stephen.

La explicación es larga, y hay cosas que no terminan de quedarme claras. Posiblemente porque me uní a esta aventura demasiado tarde. Permanezco en un segundo plano, por detrás de los otros, a la espalda de Sora. La ciudad, el mundo, un ritual, Dokter, fuerzas místicas...

Mataremos a ese Dokter.

El demonio vuelve a hablar, al fin. Le noto serio, malencarado. Aún sigue afectado por lo que ha sucedido. Se olvida de los rehenes, de la importancia de rescatarlos. Puedo sentir su miedo, un miedo doble, dos frentes que le aprisionan. Pero sólo comprendo uno de los dos.

Meto las manos en los bolsillos del pantalón, hundiendo la cabeza entre los hombros, pensativo, preocupado. Derrotar a Prometheus ya fue complicado, y ese Dokter tiene pinta de que será aún más poderoso...

Lo mataremos.

Dominic dijo confiar en Extraño, ante lo que sonreí, pero mi sonrisa se volvió algo tímida al escucharle decir que yo ya le ayudaba. No sólo eran sus palabras, sino también la forma en que clavaba sus ojos en los míos.

Estos no hicieron más que atraerme, haciendo que mis manos se adelantaran rodeando las suyas, que ahora se encontraban juntas.

-Entonces seguiré haciéndolo...  – le respondí, casi en un susurro.

Uno de mis pies avanzó, tratando de acercarme a él, pero cuando el segundo pretendía seguirle, Wong nos interrumpió.

Posé mi pie en el suelo, y solté las manos de Dominic, sorprendida conmigo misma.

¿Qué pensabas hacer? No puedes hacer eso. Definitivamente, NO.

No tardamos en llegar al santuario, y una vez Clea se sentó a presidir la reunión, acepté su invitación y tomé asiento sobre uno de los cojines, sentándome con las piernas cruzadas y cada una de mis manos sobre las rodillas.

Escuché atentamente todo lo que esta decía, pero algunas cosas se me escapaban, estaba claro que en ese mundo acuoso habían descubierto alguna cosa que otra más.

-Si no he entendido mal… ¿Quiere decir que nuestro debes es detener a Dokter? ¿Y qué le encontraremos gracias al ritual que haga sobre Sónica para encontrar a su familia? – me detuve unos segundos, y proseguí. – Lo que no entiendo es lo de las esferas… ¿Hay más por ahí? ¿A qué se refiere?

Malik miró a la nativa. No tenía muy claro el tema de la esfera, pero debía ser normal pues ella no estaba cuando Psiónica relató lo que le había pasado.

- Yo te lo explico... con esa esfera intentaron hacerle algo a Psiónica, seguramente atraparla. Luego el hombre sombra que nos amenazó llevaba dos, con figuras difusas en su interior. Se cree con demasiadas pelotas, pero no le van a durar mucho.

Sonrió ideando algún tipo de castigo imaginario.

Si no hubiéramos estado tratando un tema tan serio, me hubiera echado a reír con el comentario de Tornado.

¿Demasiadas pelotas? Habla de las esferas o de…

-Es verdad, las esferas del ser aquel, casi lo olvido… - respondí a mi compañero, mirando después a Clea. – Señora, a mí me parece bien, pero si tenemos que enfrentarnos a fuerzas místicas… ¿Hay algo más que pueda decirnos o proporcionarnos que nos sirva de ayuda? Usted es la experta…

No sabía si mencionarlo o no, pero me preguntaba si todo el misterio sobre nuestros lunares tendría que ver algo con todo esto. Me llevé la mano atrás, pensativa.

-Igual le suena absurdo, o le parece que no viene mucho al caso, pero… - comencé a decir, aunque estaba casi convencida de que aquella mujer sabía lo que diría antes de decírselo. – Nuestros lunares, ¿Saben algo más sobre ellos?

La verdad, no tengo ganas de sentarme en la sala de relax/fumeta de Extraño en estos momentos, después de la charla con ese racista asqueroso con poderes, lo que quiero es pillar a Dokter y sacudirle hasta que se quede tonto. Paseo arriba y abajo, hasta que me fijo en el cuerpo en aparente éxtasis del buen Doctor*.

- Oye Clea, ¿y no tienes en la manga algún ritual bizarro - muevo las manos a lo Jack Sparrow** - para comunicarte con el Doctor? El tipo es muy listo, y a lo mejor en el tiempo que lleva dando tumbos dimensionales ha averiguado algo que nos convenga saber, tipo, "metele una barra de incienso del azul a Dokter por el culo y explotará", no se si me explico. -

Antes de que Clea pueda explicarse continuo mi charla - Por cierto, tengo que danos una palmadita a todos. No soy la más indicada para hablar de esto, más que nada porque suelo...ummm... ir a mi aire digamos, pero hemos hecho un buen trabajo con esos nazis con poderes. Hemos actuado hasta casi en equipo, y no nos ha ido mal. No soy una Precog pero os puedo hacer una predicción: Si no afinamos en ese sentido, puede que la próxima vez no tengamos tanta suerte. Creo que ese Dokter es bastante más listo que el cabeza de cerilla que tenemos en el aquario, y no nos lo pondrá tan fácil. Si Prometheus podía crear sicarios con poderes, no quita que Dokter tenga las mismas o mejores habilidades. vamos que o actuamos a una, o nos van a dar pero bien. Pondré mi ladrillo en mi lado de la pared, y os pido que hagáis lo mismo. Sobre todo va por ti Randall, trata de tener al Capitan Capullo con las manos y la lengua quieta, y que haga su trabajo si es que quiere mantener su conexión con este plano viva. Lo digo por el peligro que nos amenaza, por supuesto - termino con una media sonrisa.

- Bueno Clea, aparte de las preguntas que tengamos, creo que estás tardando en poner ese Ritual de "te encontaré allá donde estés" en poder de Sónica. Ella es la que más ansiosa estará de encontrar a su hermana y creo que no debemos hacerle esperar - dirijo una mirada de apoyo a Sónica, mientras me ajusto la chaqueta y los guantes.
 

Mientras comienzan las conversaciones acerca de todo esto, doy unos pasos atrás hasta alcanzar la pared. Sora ha tomado asiento en el suelo, y los demás se han distribuido por la sala, pero yo me sigo sintiendo fuera de lugar en medio de todo esto. Me he unido tarde, no me considero un héroe con poderes como ellos, y lo cierto es que sigo sin enterarme de mucho. Aunque el resumen que ha hecho Sora parece simplificarlo todo mucho. Hasta Shazael parece tener claro lo que hacer, a su manera.

Todo es más sencillo cuando lo dice ella.

Y Shazael... Bueno, después de lo que ha pasado, habrá que ver cómo responde. Porque todo parece siempre un juego para él, uno siniestro y malvado, pero un juego. Pero esto del infierno...

Espera, ahora que caigo...

Atiende, humano, no te despistes con sandeces...

Dijiste que no la pegaste por eso, ¿no es así?

¿De qué me hablas...?

Lo dijiste, dijiste que no intentaste nada con ella, que no ibas a violarla...

¿En serio estás perdiendo el tiempo con eso? Olvídala ya, humano, no merece la pena...

Si no fue por eso, ¿por qué fue?

Jajaja, esto es una estupidez...

No lo es. Si no querías forzarla, ¿por qué la golpeaste? Es más, ¿por qué al hablar de ello has sacado inmediatamente el tema de su infidelidad?

Dom, deberías atender a lo que está diciendo la rubia, y no hacerte líos mentales...

¡No, necesito que me lo digas!

¡Te está amenazando!

¿¡Qué!? -Exclamo mucho más alto de lo que pretendía, centrando de nuevo mi atención en Psiónica. Estaba hablando sobre el trabajo en equipo, y de golpe y porrazo me dice que controle a Shazael, como si fuera tan sencillo, como si fuera una cuestión de proponérmelo y ya está- ¿Pero qué dices? Hago todo lo que puedo, ¿vale? ¿O crees que me gustan las cosas que hace? ¡No puedo atarle con una correa! ¿Crees que si pudiera tenerle atado en corto no lo haría?

¿Cómo puede estar tan ciega? No estoy aquí por ser un tío con poderes, sino por ser víctima de una maldición. Qué más quisiera yo que poder controlar al demonio...

Pero te ha amenazado...

¡No lo ha hecho, mentiroso de mierda, te advierte a ti de que tus locuras van a matarnos a ambos!

No te habrás dado cuenta, pero yo sí...

Antes de que Clea me respondiera, Psiónica quiso también apuntar un par de cosas, como siempre en su particular línea. Había comenzado toda esta locura quejándome de la forma en que me hablaba Dawn, pero esto ya… Me parecía increíble. No comprendía la falta de modales, y ya no es que nos hablara a nosotros como fuera, sino que dirigirse de aquella manera a una persona que nos superaba bastante en edad… Era incomprensible.

Aun así logró superarse, hablando de unión, ella. Ella. ¿En serio? Pero ya el colmo fue lo referido a Dominic, quien en seguida le replicó, con toda la razón del mundo. No tardé en volverme al oírle hablar, viendo la impotencia en sus ojos.

-Haya paz… - dije cansada, mirando hacia delante, a Psiónica, mientras me cruzaba de brazos. – Tienes razón, no eres la más indicada para hablar de eso. Y también tienes razón en que más unidos nos será más fácil enfrentar a esa cosa. – comencé a explicarme de manera calmada. - Pero no seas injusta. El Demonio es molesto, un impertinente, todos lo sabemos, pero incluso él nos ha ayudado a vencer a Prometheus. Y eso hubiera sido imposible sin Dominic. Todos hacemos lo que podemos, ¿Podríamos mejorar? Por supuesto. Pero si quieres unión, demuestra unión, no creo que las amenazas sirvan para nada. – miré abajo y suspiré, antes de volver a dirigir mis ojos hacia ella. - Me gustaría ver esa sonrisa fruto de la alegría, tomando algo o yendo a bailar, cuando todo esto acabe… No como un arma de intimidación. Todos estamos aquí por lo mismo, y confío en que todos daremos lo mejor de nosotros; confianza en nosotros y nuestros compañeros, puede que sea todo lo que necesitamos… - me puse en pie, con semblante triste.

Me dirigí a la puerta y me apoyé junto a esta contra la pared, esperando si Clea tenía algo más que añadir para poder salir cuanto antes. Necesitaba aire.

Fuimos guiados por la mujer de cabello blanco hasta la siguiente habitación donde comenzaron a explicarnos lo que estaba pasando. La verdad es que prefería estar al tanto de lo que ocurría por el simple hecho de que afectaba a Martha, sino me habría quedado en mi club tranquilamente cantando. Al final siempre acabo metida en un puto lío. ¿Por qué cojones no me ha tocado a mí tener una vida normal?

Lo mejor fue que me explicaran lo que estaba ocurriendo con mi hermana y lo que podía hacer yo en medio de todo este asunto.  Un engendro… ¿de otra dimensión? Joder…- dije negando con la cabeza. Cosas como esas me quedan grandes, pero tengo que ir a por Martha. Sencillamente asentí al mencionar lo del ritual, sin dudarlo ni un segundo: si esa era la manera de empezar el camino para salvar a mi familia pensaba hacerlo sin dudarlo un segundo. 

Psiónica, con su modo de hablar, provocaba que la tensión de todo aquello se redujera, lo cual era algo que debía agradecer en momentos como el que estaba pasando.  Cuenta conmigo, no voy a dejar que nadie haga más daño a mi familia. Acabaré con quien haga falta- respondí, aunque lo cierto es que sentía un cosquilleo en el estómago ante la idea de enfrentarme a algo tan grande.  Por otro lado las palabras de la rubia afectaron al chico que controlaba al demonio, aunque no creía que ella lo hubiera hecho con mala intención.

-Será mejor que nos tranquilicemos. Si vamos a enfrentarnos a algo tan poderoso no podemos estar peleándonos entre nosotros, o acabaremos mal todos.  Nos hacemos cargo de esos cabrones y cada uno con su vida- quise decir para que todos estuvieran más tranquilos, porque si empezábamos con las discusiones la cosa se iba a poner fea en el momento menos oportuno.

Hago un gesto impreciso con la mano, restando importancia a lo hablado.

- Ni peleo, ni intimido, ni amenazo a nadie, me parece que ha quedado claro por lo poco que me conocéis que no necesito ningún subterfugio para hacer esas cosas, ni se me da bien usarlos. Mi sonrisa era un refuerzo para clarificar la desambiguación que podía extrapolarse de mi último comentario, Totem; yo también espero tomar algo y que la veas en mejores circunstancias, de hecho me va haciendo falta un vodka doble. Randall, me pareces un tipo legal, no así tu alter ego, pero entiendo que tienes que vivir con él sí o sí, es una cabronada... sobrevivamos a esto y cada uno con lo suyo, ¿no? - me encojo de hombros finalmente, buscando inconscientemente en la sala alguna bebida de cierta graduación.

- Por cierto, el Capi escucha lo que decimos cuando no está presente? - pregunto mirando de nuevo a Dominic.
 

Me apoyo en la pared mientras las voces de los presentes perpetúan la discusión. Estoy cansado, agotado de lidiar con el demonio, como para ahora tener que aguantar esto. Me dejo caer, resbalando mi espalda por la pared hasta terminar en cuclillas, con los codos en mis rodillas y las manos cerradas en un doble puño tapando mis ojos. Oigo a Sora defenderme, y se lo agradezco. No se si merezco lo buen que se porta siempre conmigo. Sónica trata de lidiar, también. Finalmente, la propia Psiónica trata de explicarse, de dejar por mentiroso al demonio que me susurra maldades desde el interior.

O puede que la mentirosa sea ella...

Escucha... todo lo que oigo... -Trato de explicarme con cansancio- Ve a través de mis ojos... Hurga en mis pensamientos, oigo su voz en mi cabeza a todas horas... -Aparto las manos de mí rostro, mirando a Psiónica- El demonio SIEMPRE está presente...

Ladeo la cabeza, mirando a Sora que está apoyada en la puerta. Me paso una mano por el pelo, suspirando.

Acabemos con todo esto... Y luego ya veremos.

Malik se aproximó a Dominic para pasar su brazo por su hombro.

- Todos cargamos con nuestros propios demonios, amigo, aunque el tuyo es, sin dudarlo, más directo. Si lo piensas, no haber sido dominado por él significa que eres un hombre de gran voluntad.

Le dió un apretón y lo soltó. Malik podía ver que el grupo estaba desestructurado y que sentían aquello como una obligación.

- Nada de terminar esto y cada uno por su lado. Si vencemos, qué menos que el doctor nos invite a una buena cena para celebrarlo, eh.  

Varios de ellos le parecieron bastante decaídos y Malik no era precísamente un tipo jovial, pero dado que nadie trataba de levantar el ánimo, intentó lo que pudo.

- No sé, no sé, Tornado. Tengo el pc jodido en casa y un retraso del copón en cierto foro. Debería de ponerme al día.

Aiden insistía en mantener la máscara en su sitio y eso le daba un aire impersonal a sus palabras.

- Ahora vayamos a terminar este trabajo. Ya sólo nos queda coger a esa mala imitación del doctor y ponerlo en su lugar. Vamos a salvar el mundo, como hacen los grandes. Al final, nos van a llover las ofertas de Los Vengadores. 

Parecía pendiente de Sónica y Clea, que eran las que ahora tenían que intervenir.