Partida Rol por web

Arquitectos de Voluntad. Libro-5.I: Residuos del Dolor

Pabellón C (Arokham)

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05/08/2017, 20:53
Salahadín

-¡Hologor!- Grito desde atrás -Déjame al del alfanjón. Si lo haces te regalaré el arma cuando le venza- salgo de la multitud mirando al quisashi seguro de que reconocerá a un miembro de los enemigos de Quisam. El lagarto me mira y, para mi disfrute, asiente con una amplia sonrisa.

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06/08/2017, 00:10
Nickar

Miró y escuchó, demasiadas palabras, y más tras escuchar que no pueden iniciar una pelea.

La Tiflin se sentó en el aire sonriendo, y giró sin estirar las piernas hacia el que había hablado - supongo que esa información es de agradecer - aunque tampoco iba a dar las gracias sin más, se conformara con que mostrara interés por lo que había dicho - por curiosidad ¿que pasa si inician una pelea esos brutos? - dijo sin señalar a nadie.

Según mencionó a esos supuestos respetables, sonrió, al parecer ya conocían a uno, pero para que negarlo, otro fue el nombre que hizo ensanchar la sonrisa de la Tiflin "el envenenador", algo profundo tenía la muchacha con la ponzoña, le gustaba utilizarla sin duda.

- Hernst, me gusta ese nombre, supongo que no me molestaría conocerle, aun y así - miró a Yzlin y voló a su lado sin llegar a posar sus pies - voy contigo, ¿quieres visitar el sitio que menciona, o prefieres otra cosa.

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06/08/2017, 00:50
Socar Fonn'Aster

    Roriarkas finalmente accedió a unírsenos, en cuanto lo hizo, retrocedí un paso para quedar ligeramente tras él con los brazos cruzados alzando la mirada mientras asentía en silencio a sus explicaciones y observaba las reacciones de los recién llegados, no tardaríamos en ver si de allí pudiera salir algún aliado. Mientras el mensaje era transmitido, los que habían decidido internarse en La Grosería no tardaron en sumarse también para poder escuchar la parte final. Desgraciadamente, aquello no era todo, tras ellos empezaron a surgir más y más presos, un selecto grupo de porquería y mugre andante en busca de pelea. Dispersarlos habría sido sencillo y de manera casi inconsciente mis brazos iniciaron un breve descenso y mi cuerpo reaccionó para ponerse en guardia, al menos hasta que caía en cuenta de algo. Aquella sería la perfecta prueba de temple para ver que decidían los novatos.

    La diablesa fue la primera en reaccionar, pero solo se fue a palabras, su tono burlón me resultó irritante, pero seguía siendo poco más que una gallina entre lobos, su comentario me hizo pensar que podría haber oído mi conversación inicial con Roriarkas, me mantuve firme y recobré una posición más neutra, prefería contar solo con los humanos aunque aún no tenía claro como posicionarme con respecto a ellos.

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06/08/2017, 01:15
Serge Leblanc

Ya se imaginaba que el trato no iba a ser educado o amable, pero ser rápidamente rodeado y sacado de la taberna junto a los demás iba un poco más allá de sus previsiones. En apenas un parpadeo ya había al menos cinco presos de diferentes tamaños soltando diversas amenazas hacia él y sus compañeros.

Sin embargo, algo llamó poderosamente la atención del ladrón. Los presos estaban ladrando mucho, pero ninguno se lanzaba a morder. Y por el aspecto que ofrecían, estaba claro que no eran el tipo de personas que esperaban educadamente a que tú hicieras el primer movimiento antes de machacarte la cara. Si no estaban atacando, tenía que ser por una razón.

 -Monsieurs, no nos malinterpreten. No deseamos causar problèmes. Ahora, si nos disculpan, buscaremos otro place en el que descansar un rato.

Porque al menos él no pensaba meterse en brete alguno si podía evitarlo. Serge Leblanc nunca había sido de los que emplean el músculo para salir de los apuros. Y al parecer Nickar pensaba parecido a él, ya que estaba ignorando bastante a los camorristas de turno. Y entonces el hombre de la armadura enorme entró en su campo de visión. Ya le había visto antes, charlando con un amigo suyo mientras ellos llegaban. ¿Querría pelea también? ¿O era un mero espectador que no quería perderse detalle? Parecía estar más que listo para el combate, aunque no estaba soltando ninguna de las amenazas que sus compañeros vociferaban. Y eso le hacía parecer más peligroso que los demás.

 -Nickar, Yzlin, si me esperáis os acompaño a donde vayáis a ir. Lisa, ma petite cherie, ¿vienes tú también s'il vous plaît?

En lo que al ladrón respectaba, evadir la pelea era la mejor estrategia. No le apetecía nada medir sus fuerzas con aquellos mastuerzos...

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06/08/2017, 02:46
Nickar

Sonrió a Serve, acercándose y ayudándole a separarse de aquel fétido lugar, voló a su lado y le dio un suave empujoncito en los hombros en pro a la medusa, para a continuación ofrecer su mano a la diminuta Lisa, estaba claro que varios la napreciaban bastante, ella por su lado seguía sin haberla tratado y creyó que si iba a estar con el resto, tocaría cambiar eso, no le gustaba estar con alguien con quien no hubiera tratado, tal vez por eso no confiaba en la pequeña, o en Pain, hasta con Amok había tratado más que con los dos últimos, Ishad tampoco le caería demasiado bien, si no fuera porque parecía escoltar la, y aunque estaba segura de nmo acabar de agradarme, le parecía de algún modo incesante.

Ver a perros ladrar era intimidante y siendo sincera a punto estuvo de mojar su estoque en veneno y ponerlo entre el buscador de peleas e Yzlin, tal vez por ello le gustó escuchar que no podían empezar una pelea, le ahorró un problema innecesario y le aportaba algo entretenido, saber hasta que punto estaban dispuestos a vociferar, y saber que les pasaría si iniciaban la pelea ellos cansados de que los nuevos les ignoraran.

Por supuesto, añadió en sus bazas la posibilidad de que Amok no aguantara tanta decrépita palabra. Y consideró en masajear sus hombros para calmarle, aunque de relajar su estado ya se ocupaba la medusa. Por otro lado Hernst, aunque le llamaba la atención, algo le decía a la Tiflin que a Yzlin le desagradaría, tal vez pensó Nickar en el interesante Urgeus como en un posible completo del mismo, y era consciente de que la naturaleza de ese no-muerto y de la medusa no acababan de encajar.

Se debía a su capricho más que a su voluntad la tiflin, si bien el veneno llamaba a toda su alma, una medusa y tener la ocasión en un futuro de recibir un poco de su veneno petrifcante, hacía que su mente volara encantada, además no quería que sintiera que la Tiflin le debía una, pues si bien se arriesgó por su caballero draconiano, fue por voluntad propia, pero no deseaba tampoco que su "mata demonios" le debiera una. Tantos los motivos para jugar cerca de la medusa, que su mente deliraba tal vez en alguna especie de placer. Aspecto que hizo que al dar la sensación de que Roriarkas ignoraba a su medusa, ni siquiera se replanteara por un segundo unirse a él.

Quien ignoraba al aparentemente más débil o marcado, no disponía del punto interesante de jugar con estrategia.

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06/08/2017, 12:11
Lythrai Fonn'Aster

Con su encanto serpentino Yzlin diligentemente sacó a Amok de allí. Un problema menos del que preocuparse. Lythrai se despidió de Hazir con un gesto antes de que saliera, y esperó pacientemente a que Esderian y Serge terminaran de hablar con el barman para acompañarlos fuera de la taberna con ellos. La conversación no duró ni un par de segundos, siendo que el barman les despachó poco menos que casi escupiéndoles en las caras. Bah, una basura de local con una basura de servicio. Casi de esperar, pero al menos lo habían intentado.

Se dispusieron a salir de la taberna, pero al parecer la comitiva de presos del bar tenía otros planes en mente. Nada más empezaron a cercarlos en semicírculo, Lythrai se puso delante de Yz, y por extensión de Amok. Reafirmó el agarre de su lanza mientras miraba a los presos que les cercaban, enseñando los dientes en una mueca molesta. Si pretendían hacerle nada a su amiga solo por tener una estúpida marca en la frente... Se las verían, como mínimo, con ella, Esderian, y muy probablemente Serge también. Si buscaban pelea, la tendrían. Se fijó en que les miraban también, vigilantes, los compañeros que estaban fuera del semicírculo, hablando con dos presos que destacaban entre los demás. Uno de esos dos era un humano con gabardina, y el otro parecía casi un golem de metal, portando una portaba una enorme armadura de la cabeza a los pies que bien le recordaba a la suya propia, la que por fortuna o por desgracia había dejado arriba junto con su espada.

Sin embargo, para 637, Lythrai Fonn'Aster, la comitiva que les rodeaba dejó de ser tan viciosa y perniciosa. '¿Quién es el primero o la primera? No somos salvajes. Esto es a uno contra uno.' A sus ojos, aquello era poco menos que amistoso. ¡Una maldita pelea de tú a tú! ¿Cómo iba a negarse a ello? Una sonrisa divertida empezó a asomar por su rostro. "Je..." reposó el puño izquierdo sobre la cadera. ¡Aquello era una bienvenida tan cálida! Se sentía prácticamente como en casa. ¿Pero, por qué sus compañeros no compartían su entusiasmo? Entendía que no todos eran camorristas como ella, pero es que ni siquiera Hazir allí a lo lejos parecía demasiado agradado. Nickar voló hacia ellos, ignorando por completo al semicírculo y hablando tranquilamente con la medusa, diciendo que la acompañaría a donde quisiera ir. ¡Oh, venga ya! ¡Como si no estuvieran! ¿Había algo que se le escapaba, o qué? Si no fuera porque acababa de pedirle a Yz que convenciera a Amok de que esto no valía la pena, se habría lanzado a pelear sin dudarlo. 

"Humph." mientras Serge les decía que no querían problemas, se cruzó de brazos, medio molesta consigo misma por CASI haber necesitado, igual que Amok, que la contuvieran antes de ponerse a pegar puñetazos por ahí. ¿Dónde quedaba la cautela que ella misma había tenido para proteger al ogro y la medusa? Había estado a puntito, a puntito de caer en el juego de los clientes de La Grosería. Lo último que quería era causarles problemas a sus compañeros.

Así pues, ayudados por Nickar, se apartaron de la comitiva. Se acercó a Socar, Hazir y Roriarkas, y los miró con curiosidad. ¿De qué estarían hablando? "Buenas. Soy la reo 637. Hasta que gane el derecho a recuperar mi apellido, supongo que podéis llamarme Lythrai a secas. Él es Esderian, mi hermano." dijo, señalando de un gwsto de cabeza al reo 601. Miró de arriba a abajo a Socar, y no tardó en comentárle. "Bonita armadura, por cierto. Seguro que tiene una historia interesante."

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06/08/2017, 20:25
Ishrad Corlav

Seguía escuchando con tranquilidad lo que nos explicaban los dos presos a los que nos habíamos acercado, yo sin interés alguno, excepto el de mantener a la Tiflin con vida. En realidad me importaba una mierda si vivía o no, pero eso no era lo que era importante, no por ahora, con lo cual, me limitaría a hacer mi trabajo de la mejor forma posible.

Dentro de la taberna, un montón de presos empezaron a picar a Amok y los otros, lo cual rompió mi atención de la conversación y me hizo acercarme a la puerta de esa.

Mis ojos de clavaron en los del semiogro. El sabía que clase de hombre era yo, y yo lo que el era capaz y ahora no era el momento.

Amok, marchémonos, no vale la pena entrar en sus juegos, no ganarás nada aplastándolos, volveremos cuando sea el momento y yo estaré contigo.

Mi tono denostaba confianza, como la misma que le había dado al combatir las dos veces a su lado. 

Una vez dicho eso, y esperando que el semiogro entrara en razón por mis palabras, me dirijí al que decía ser un respetable.

Y como conseguimos esa influencia para salir de aquí? No es realizando las misiones que se nos asignen?

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07/08/2017, 01:28
Hazir Al-Tamsa

Pocas opciones viables de conseguir comida había allí, y Hazir notaba cada vez más pesada la piedra que se le había formado en el estómago. Parecía que allí había que conseguir la protección de un respetable, y por fortuna ya conocían a uno, el capitán Virming. Hazir esperaba que no tardara mucho en aparecer. 

Mantuvo la mano en la empuñadura del alfanjón, pero se cuidó con esmero de que su pose fuese relajada y distendida, que no pareciera en absoluto que iba a desenvainar. La información de Roriarkas era buena y muy útil: los presos no podían iniciar una pelea, estaba prohibido atacar a los nuevos. Lo que significaba que, mientras no atacaran a nadie, eran intocables. Nadie podía atacarles en absoluto, lo más que podían hacer era quedarse ahí diciendo bravuconadas. Hazir sonrió, casi olvidando su hambre. Su sonrisa se extendió de un lado al otro de la cara, amplia y brillante, de pura diversión. Miró al desfile de monstruosidades que salió de la taberna con algo de decepción, parecía que la época en la que todo eran mujeres hermosas había quedado atrás. Sin embargo, ni eso enturbió su buen humor. Resultaba tan tremendamente entretenido ver a aquellos engendros deformes soltar bravuconadas sabiendo que no podían pasar de las palabras, que casi rió a carcajadas. 

Paseó su mirada por todos ellos, sin reconocer la especie de ninguno, y manteniendo su sonrisa. Mantuvo una postura relajada, sin dar ni un paso en esa dirección. Nada que pudiera interpretarse ni por asomo como una aceptación. Nickar se sentó en el aire sobre ellos, majestuosa como una reina. Había conocido princesas en los palacios de Quisan, envueltas en sedas y fragancias, que habrían dado su alma por tener solo la mitad de su gracia natural, de su elegancia. Estuvo seguro de que su sofisticada forma de ignorarles estaba poniendo de los nervios a los matones, y eso hacía que la risa volviera a su pecho, cabrioleando en sus ojos. ¿Cómo de impotentes se sentirían cuando todos les ignoraran? 

Miró de reojo a la Fonn'Aster (ella había renunciado a su apellido, o eso parecía, pero él no pensaba hacerlo) y se dio cuenta de que estaba a punto de iniciar la pelea. Eso sería problemático, porque no sabía con certeza cuántos de su grupo se unirían, y sin duda alguno de aquellos bichos era peligroso en una pelea. 

Sin embargo, se controló. Por suerte, pareció recordar que no les convenía aquella pelea, y Hazir ya iba a relajarse de nuevo cuando de pronto su mirada se cruzó con el único del grupo de los matones que no parecía una monstruosidad deforme. Todo su cuerpo se tensó, y apretó las mandíbulas. Por supuesto el hombre sabía que le reconocería, y la sonrisa de Hazir se volvió agresiva y peligrosa. 

Al Khayim. Los Traidores. Ladrones, bandidos, conspiradores, el azote de las arenas. Él y todo su maldito pueblo escupía en el legado del Fundador cada vez que vivían, cada vez que respiraban. Destrozaban el país como la carcoma, desde dentro, lenta pero insidiosamente como asquerosos insectos. No eran nada, y sin embargo podían estropearlo todo. No aceptaban el gobierno, ni el del Gran Sultán ni el de las familias nobles, y hacían todo lo posible para destruir, minar, sabotear todo cuanto construían. Todos y cada uno de los guardias de todas y cada una de las ciudades, hasta del pueblo más insignificante, tenían órdenes estrictas de acabar con ellos en cuanto les vieran, sin que mediara provocación y sin hablar siquiera con ellos. En Quisan, ayudar, dar refugio o, simplemente, no matar a uno de aquellos canallas en cuanto se les veía era un delito penado con ejecución sumaria. Aquella gente no tenía redención, ni a ojos de la justicia, ni a ojos del Señor de las Arenas. Herejes, traidores e impíos, ni siquiera observaban las tradiciones más sagradas y antiguas de su pueblo. El Señor de las Arenas llora cada vez que ve en lo que se han convertido sus hijos. Peores que hienas, peores que bestias. Con ellos solo se podía actuar como con la gangrena: cortándolos. 

Hazir casi les había olvidado ya, y le sorprendió ver que la vieja ira ardía con tanta intensidad de repente, como si simplemente su rencor hubiera estado esperando agazapado el momento de salir. Veía como miraba su alfanjón, el arma destinada a cortar los cuellos de la escoria como él. Casi lo echó por la borda todo, casi se abalanzó hacia él, para cortarle la cabeza sin importarle lo que le pasara luego. 

Pero no. Se mantuvo en el sitio, y se obligó a relajarse de nuevo. Si no respondía a la provocación de aquel perro sarnoso, no podría hacer nada, y se vería impotente como los demás. Cualquier acción que obstaculizara o frustrara los planes de esa escoria conspiradora y manipuladora le hacía feliz. 

Por lo tanto, se relajó de nuevo, sonriendo, y se dio la vuelta, dejándoles de prestar atención e ignorando a los matones todo lo groseramente que pudo. Quedó atento a la respuesta a la pregunta que había hecho Ishrad, les vendría bien saber cómo conseguir prestigio. 

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07/08/2017, 21:56
Socar Fonn'Aster

    Dejando de lado la actuación de aquella especie de súcubo no pude dejar de observar al resto, si todos tenían dos dedos de frente difícilmente se iniciaría una pelea en aquel lugar, Roriarkas les había revelado aquel secreto y ahora no tenían motivos para pelearse. Aún con todo más de uno del grupo pareció ponerse en guardia y tensar sus músculos de manera similar a... la mía. Aquel pensamiento me hizo dudar, pero lo borre de mi mente casi tan rápido como había llegado, especialmente en cuanto caí en que la mujer se había puesto ante mi y me había hablado, bajé la mirada por unos momentos pero algo me hizo volver a otro punto anterior.

    El joven de aspecto noble, Hazir, parecía haber tenido una reacción mucho más marcada ante las provocaciones aunque no pronunció palabra alguna estaba claro que algo le había afectado de manera distinta a la del resto hasta que logró volver a tomar las riendas de sus pensamientos. En otros puntos otros miembros del grupo parecían alinearse para partir en una dirección o ir a buscar a los miembros más susceptibles de aceptar los envites de los presos más veteranos. Entonces volví hacia quien me había hablado.

    Era una chica, también de aspecto joven, quizás algo deslenguada. De haber sido otro tiempo quizás la reacción hubiera sido diferente, pero en ese momento y tras aquella pregunta su interés por ella era casi nulo. -Saludos, Lythrai, como ya comente a vuestro compañero soy Socar y no tengo intención alguna de usar los números dados por... ellos. Así que disculpad si no os doy el mío. En cuanto a la armadura, no considero que sea la ocasión.- Mi voz sonó fría, acompañada de nuevo por aquel eco metálico. -Vuestro hermano y vos haríais bien en alejaros de esas sabandijas, confiar en que no se la jueguen a infringir el pacto mientras nadie mire es complicado de creer, seguramente hasta sean demasiado estúpidos para entender los riesgos... El ogro y el hobgoblin... ¿Son vuestros aliados?-

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09/08/2017, 00:47
Pain

Mi silencio se vio roto, turbado, se desvaneció por culpa de un gruñido insatisfecho que surgió de mi garganta de manera totalmente consciente, amenazadora. Había decidido no intervenir, no decir nada, no molestar, y sin embargo no pude evitar la frustración y el desprecio ante la simple idea de que, incluso allí, los nombres rimbombantes y los títulos que a mi no me importaban en absoluto tenían valor. Incluso allí, en lo más profundo de las entrañas del más apartado de los infiernos, dónde les habían quitado la libertad y les habían dado un número. Incluso allí. Tuve que controlar completamente mi mente para no volver a gruñir, de nuevo, y seguir escuchando.

Lo que oí a continuación, me gustó más, o al menos ocurrió, durante un instante, durante los primeros compases de su intervención. Roriarkas, tal como se presentó, era un hombre decidido, sabía lo que necesitaba de la gente, lo pedía incluso antes de que nadie pudiera intervenir. Me habría parecido un hombre digno, si no hubiera sido por esa mirada, esa mirada que me saltó, como si no existiera, menos que un fantasma al que no pudiera ver; mi marca, estaba seguro, era la culpable de aquél gesto de irrespetuosa indiferencia, era la causa de semejante insulto. Pese a las advertencias, pese a la información que aquellos dos nos estaban regalando, mis ojos se entrecerraron a tiempo justo de sostener la mirada al venerable. Pese al aviso, de nuevo tuve que hacer acopio de voluntad, tuve que recurrir a todo mi entrenamiento y calma, para no iniciar una pelea contra aquél idiota. Y más que mi tenaz control, fue lo que ocurrió a mis espaldas lo que evitó que siguiera adelante con el deseo de matar a alguien.

Me di la vuelta con gesto incrédulo, viendo los seres que, de repente, habían salido de la taberna y se habían destacado de entre la multitud. Eran un montón de fenómenos extraños, grandes, feos y demasiado predecibles. Matones sin gracia ninguna, simples brutos como lo era sin duda Amok; lo suficientemente listos como para mantener el tipo pero a un momento de saltar. Eran perros rabiosos que una vez olían su presa, solo buscaban hincar el diente a algo. En otro momento, tal vez, les habría dado el gusto, habría buscado reafirmar mi posición destrozando a alguno, y sin embargo no ahora. No era contra mi contra quienes iban, y si  algo me había enseñado la vida –y la muerte mucho más recientemente– es que no debía subestimar a mis enemigos. Por muchas ganas que tuviera también el anhelo de saborear el cobrizo sabor de la sangre y escuchar los ahogados gemidos de desesperación de los moribundos, debía controlar mi impulso, debía recuperar mi posición ventajosa con inteligencia.

Oye – dije al respetable, aunque sin mirar a nadie en concreto, y controlando el tono con el que hablaba, aunque sin mostrar el tal vez esperado respeto –. ¿Qué ocurre si uno solo de nosotros inicia una pelea? ¿Podrían atacarnos a todos?

Una sonrisa apareció en mi rostro, de medio lado, con los labios, sin mostrar los dientes, divertida. No me había pasado desapercibida la tensión que se había asentado en la plaza, ni la chispa que hacía falta para que todo prendiera. Un mal gesto, un movimiento en falso, podía poner todo en marcha. Y cuando pasara, que pasaría, quería estar preparado. Tal vez, incluso...

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09/08/2017, 04:02
Lythrai Fonn'Aster

"Sin problema. Socar es más fácil de recordar que un puñado de números." se encogió de hombros. A primera vista, Socar parecía alguien estricto y racional. Sumado al hecho de que llevara armadura, y que su historia sea lo suficientemente importante o larga como para no ser el momento adecuado para contarla (o no tener la suficiente confianza con los recién llegados para contarla), le hacía pensar a Lythrai que era una persona decente, fiable. Dentro de una prisión en la que sin duda alguna moraría escoria traicionera, que un tipo como él y su misterioso amigo de la gabardina se detuvieran a hablar con los recién llegados y a aconsejarles, decía mucho de ambos.

Les aconsejó que se alejaran de la sabandijas de La Grosería, mencionando una especie de pacto que podrían infringir. A juzgar por la pelea que habían andado buscando, y también por las advertencias que recibieron todos arriba de los gnomo-trasgos sobre el llevarse las armas o no, hizo que Lythrai empezase a atacar cabos, comprendiendo la situación. Había una especie de pacto de no agresión que probablemente habían estado explicándole a los primeros del grupo que fueron a hablar con Socar y el tipo de la gabardina.

Socar le preguntó si el hobgoblin y el ogro eran aliados. Lythrai asintió. "Sí, sí, lo son. Más o menos." giró la cabeza para mirarles. "Son compañeros. Hemos viajado juntos, hemos luchado juntos, y más o menos nos conocemos entre nosotros. El hilo que nos une es fino... El grupo mayor está sostenido por grupos más pequeños." negó con la cabeza y volvió la vista hacia Socar. "No estamos tan unidos como me gustaría. Pero lo suficiente como para ayudarnos y no atacarnos entre nosotros. Eso les hace aliados. La unión hace la fuerza ¿no?" sonrió. Luego miró de reojo a Pain tras decir esto, advirtiendo la peligrosa sonrisa que se había formado en los labios del hombre. "Algunos lo tienen más claro que otros, aparentemente." soltó, mirando a Pain directamente, teniendo en cuenta lo que acababa de preguntar. Lythrai recordaba perfectamente que Pain había poco menos que amenazado directamente a su hermano, y que tampoco le caía bien Hazir. No estaría buscando una excusa para poder clavarle una daga a cualquiera de ellos dos ¿verdad que no? Lythrai Fonn'Aster agarró a Pain del hombro con fuerza, obligándole a que la mirara a los ojos.

"Ni. Lo. Intentes."

Y sí, eso era una amenaza.

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09/08/2017, 12:31
-Residuos del Dolor-

Nickar, Yzlin, Serge y Lisa os agrupáis y vuestra intención de avanzar hacia la dirección indicada por Roriarkas es clara. Amok, que ha salido detrás de Yzlin, avanza unos posas pero se detiene y se gira hacia los brutos, escuchando con atención los improperios. Krishnarj salió hacía ya unos minutos, situándose en soledad al cobijo de la sombra de una cornisa. Hazir y Esderian permanecen frente a Socar y Roriarkas mientras Lythrai ha dado un paso hacia Pain y lo sostiene por el hombro bajo la atenta mirada del otro Fonn'Aster.

Ishrad, se encuentra a media distancia entre Pain y Amok. Tiene al hombre lagarto a un par de metros por delante.

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09/08/2017, 12:32
Reo 642

Ishrad me recuerda el combate sobre cubierta junto a Pain. Observo para analizar a los contendientes. -¿Podrían los poderosos puños de Pain tumbar al lagarto?- Sería un combate digno de ver. Por mi parte -vuelvo a acariciar la marca en mi frente- la única forma que conozco de conseguir mis objetivos es con los puños. Ese otro ogro gordo que había increpado a la medusa parece un buen punto de partida. Siendo el conflicto creciendo en mi interior. Nuestras miradas se cruzaron, -sé que tu intención es buena, medusa, pero yendo contigo no voy a quitar este estigma de mi frente- aprieto los puños. Mis pasos giraron y se dirigieron hacia el humano. Vi cómo Ishrad asentía. -La pelea, la agresividad. Es mi forma de resolver los problemas- sentencio con contundencia, pero su me aseguraban una victoria juntos en un futuro cercano. Aprieto los dientes, mis nudillos han perdido el color por la presión. Me contengo para no luchar pero me giro hacia el lagarto y su compañía.

- Tiradas (1)
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09/08/2017, 12:36
Roriarkas

Comprobar que un ogro elude esa situación no optando por el combate me llenan de admiración. Sin duda en este grupo hay diamantes en bruto que pulir y, con ellos, quizá esté más cerca de...

El grupo compuesto de Nickar, Yzlin, Serge y Lisa avanzan por el recodo indicado, mientras tanto, miro a Ishrad y asiento -La única forma de conseguir prestigio es volviendo victorioso de una empresa realizada fuera. Y sólo los respetables son llamados para dirigir dichas empresas y elegir a los presos que les acompañen. Si no tienes el favor de un respetable, si no formas grupo con él, no habrá forma de conseguir prestigio con esas salidas- y ese era el motivo que me había traído aquí. -Socar, quizá podamos conseguir algo de comer para los nuevos.- Y dirigiéndome hacia ellos -Lyz, Hazir, Esderian...- miré también al humano al que Lythrai sujetó por el hombro -...hablar con marcados desprestigia a los respetables- miro también a Yzlin -En su día, yo también tuve esa marca. Si me acompañáis...- E inicio la marcha para recorrer el mismo camino que ya empezaron Nickar, Yzlin, Serge y la pequeña gnoma no sin antes hacer un gesto a Socar para que nos acompañara.

Pocos segundos después encabezo la marcha con aquellos que quieran acompañarme.

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09/08/2017, 12:40
Reo 641

Me niego rotundamente a acompañar a ese humano pretencioso. Mantengo los pies firmes en el suelo bajo, a la sombra y recurro a mis dones para desaparecer y dar un rodeo.

Necesito estar solo, pensar...

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09/08/2017, 12:42
Cisco

Todo sucedió sin que mediara palabra. Miraba a unos y otros. Me he mantenido junto a Nickar en todo momento y los acontecimientos no han interferido para que este hecho cambie. Camino junto a ella en silencio. Escuchando y, sobre todo, observando los gestos y aprendiendo.

Aún no había visto a ningún miembro de mi antigua banda y eso me sorprendió. Supuse que serían reyes o incluso respetables. Pero me equivoqué. Seguramente se dejaron llevar nada más pisar la prisión y en el primer combate fueron despedazados.

Avanzar por las calles con ese pensamiento me produjo una satisfactoria sensación se superioridad y sonreí.

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09/08/2017, 12:46
Hologor Bane

La mayoría eluden el combate y se marchan. El ogro se queda ahí mirando junto al humano mientras que el hobgoblin se deja llevar por el temor propio de su raza y se esfuma. Mis mandíbulas tiemblan al emitir un rugido en susurros.

Avanzo hasta tener delante al ogro y al humano (Ishrad), tenso los músculos con una sacudida mientras abro las mandíbulas, los rodeo y camino tras la comitiva encabezada por Roriarkas.

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09/08/2017, 12:49
-Residuos del Dolor-

Parecía evidente que no habría lucha. O al menos no tan encarnizada como se imaginaban los clientes de El Grosero, por lo que muchos de los que allí observaban volvieron al hediondo interior. El ogro gordo conocido como Momolock cerró el grupo de regreso mientras Hologor (el hombre lagarto) sigué a los que siguen a Roriarkas.

El Reo 462 se mantiene a la misma distancia de Hazir, caminado hacia donde él camine. Y el enorme cíclope de nariz ausente, avanza también tras la comitiva, detrás del Reo 487 (el hombre lagarto)

Notas de juego

¿Quienes vais tras Roriarkas, al edificio donde se conocen las empresas a realizar y quiénes os quedáis en la plaza delante de la posada El Grosero u os dirigís hacia otro lado?

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09/08/2017, 14:51
Hazir Al-Tamsa

Notas de juego

Luego posteo, yo voy con Roriarkas.

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09/08/2017, 14:59
Lythrai Fonn'Aster

Notas de juego

Voy con Roriarkas también.