Partida Rol por web

Ars Diavoli Et Literari

Otro cadaver al desayuno...

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14/01/2010, 21:24
Director

La noche ha sido de descanso placentero. El ruido de la lluvia contra las contraventanas de la hostería os acompañaba en un principio hasta que el sueño venció al ruido.

Temprano en la mañana el criado de Don Rodrigo despierta a su señor con nuevas de la guardia. Todos sois avisados por el joven sirviente de que un corchete del corregidor reclama vuestra presencia en uno de los reservados de la planta baja de la hostería.

El enviado dice venir de parte del teniente de alguaciles Rodrigo Castro, que los convoca frente al Palacio de las Cuatro Torres -el palacio de Fermoselle- para un asunto que ha de interesarles.

El joven corchete no dice más que ha habido otra muerte y que debieran apremiar.

 

Notas de juego

Actualizado el mapa con el Palacio de Fermoselle

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14/01/2010, 23:42
Alvaro del Monzón y Rodriguez

- Mal augurio me parece que nos despierte la representación de la justicia.- comento con gesto torvo - Aunque sea como invitados no deja de parecerme incómoda la invitación de un corchete.

Ser un espadachín pendenciero de lengua vivaracha y toledana ligerana no es el mejor historial para presentar en un cuartel. Mis encuentros con la justicia siempre han sido, cuanto menos, problemáticos. Sin embargo mis compañeros, al menos Don Rodrigo, han de tener mejores tratos con los vigilantes del orden.

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14/01/2010, 23:31
Rodrigo de Rivas

Malos sueños, la visión del demonio me ha obligado a despertarme dos veces durante la noche. Pesadillas y encuentros con seres infernales, casi encuentro descanso en ser depertado por el criado.

¿Qué sucede Diego?

¿Tanta popularidad hemos ganado que los corchetes ya saben a quién buscar cuando alguien ha muerto? Mal asunto es este...

Tráeme la camisa blanca y límpiame las botas. No, déjalo. Ve a despertar a los demás, diles lo que sucede. Especialmente al páter.

El criado se marcha y yo mismo me visto, casi la misma ropa que ayer, aunque cambio la camisa, que tiene un pequeño rastro de sangre, del matarife de la noche anterior. Adecentado el aspecto y con la cara aseada, excepto por la barba algo descuidada, bajo con los corchetes, confiando en que los demás no tarden mucho en desperezarse.

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15/01/2010, 00:32
Emilio de Vizuete y Olmedo

- ¡Pardiez que no son horas!- farfulla Emilio desde debajo de la manta al llegarse a despertarlo Diego, el criado de don Rodrigo para darle las nuevas. - Iré al poco, dejad que me despeje la cabeza y vacíe la vejiga, hombre.- le pide agitando la mano para que se vaya.

Cuando el criado se marcha, Emilio asoma el rostro de debajo de la mal llamada almohada. La herida ya en costra fresca le ha dado la noche, pues en mitad del sueño debido al cansancio han debido visitarle fiebres, mas la juventud ha hecho valer su fuerza. Algo ojeroso y deseando pasar unas horas más en el catre, Emilio se apresta con prontitud, y presta especial atención de cubrir el tajo con el cabello, no sea que el alguacil tenga buena vista y juzgue que sus asuntos y la pendencia de anoche estuviesen relacionados.

Una vez abajo la suerte parece acompañarles de mañana, pues el corchete no demuestra tener conocimiento de su persona. Tanto mejor. Sin embargo asiente al comentario de Álvaro.

- ¿Hasta que punto mostráronse vuestras mercedes interesados ayer al inquirir por el muerto? Espero que el alguacil tan solo haya decidido tomaros la palabra y esté tratando de impresionaros, don Rodrigo.

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15/01/2010, 15:09
Ambrosio de Casares

Con un gruñido ronco, hago ver a Diego que me doy por enterado del mensaje. Me encuentro terriblemente cansado, y me quedaría todo el día en la cama, pero me obligo a levantarme y camino con dificultad hasta la palangana, donde refresco las legañas y los enmarañados cabellos. Tras oler la camisa, decido que aún no es momento de lavarla, y me la pongo con algo de prisa pues el día ha amanecido frío.

Me dirijo al reservado, y en la planta baja encuentro a mis compañeros, a los que saludo con un asentimiento de cabeza.

Esperemos que como asesores, y no como acusados, nos convoque la corchetería... - comento por lo bajo, cuando el mensajero se ha ido - Extraño si es, pero no creo que tengamos razón para preocuparnos, por el momento. Vayamos a ver lo que pueda ser visto, otro muerto a la cuenta del demonio, por lo que parece. Pero no antes de desayunar, si no les importa a vuestras mercedes. Ya ni siquiera me quita el apetito el olorcillo a fiambre... - añado

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19/01/2010, 15:08
Rodrigo Castro

Tras tomar desayuno, como manda Don Ambrosio, con más prisa que otra cosa, os dirigís hacia el palacio de Fermoselle, lugar donde os ha citado Rodrigo Castro, el teniente de alguaciles.

Don Emilio os guía por las callejas de Salamanca y pronto estáis frente al citado palacio. Ahora veis a las claras el motivo por el que habéis sido llamados ya que la escena os resulta familiar, muy similar a la de la mañana anterior en el claustro de la universidad.

En los escalones del palacio, justo debajo de una de las caras de la torre se encuentra el cadáver de un hombre de unos 50 años, envuelto en los harapos de lo que una vez fueron ropas de calidad, propias de un comerciante enriquecido. La forma de actuación es a todas luces la misma de la mañana anterior, también se aprecian parecidas mutilaciones en rostro, brazos, piernas y tórax. Sin embargo esta vez se observan dos diferencias... la primera de ellas es que esta vez no fue extirpado el ojo izquierdo sino el derecho; y la segunda es la cruz de hierro invertida clavada en el pecho abierto de la víctima.

Fray Juan se arrodilla frente a la victima y comienza a llorar sobre él mientras reza unos salmos en su favor.

El cuerpo lo encontró un labrador que venía de vender su mercancía muy temprano en la mañana —dice Rodrigo Castro dirigiendose a Don Rodrigo—. Asustado, se acercó a la casa más cercana para dar el aviso y desde allí vinieron a buscarnos.

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19/01/2010, 18:55
Alvaro del Monzón y Rodriguez

Observo la escena intentando conservar toda mi presencia. La verdad es que en los campos de batalla he visto a pobres tipos arrastrando lo poco que les quedaba de vida mientras se aguantaban las tripas con las manos pero un ensañamiento tan brutal como el que estamos viendo... eso pocos hombres civilizados lo han visto.

Aguardo silencioso sin poder apartar los ojos del cadaver a que Don Rodrigo haga los comentarios pertinentes.

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19/01/2010, 19:15
Ambrosio de Casares

Trago saliva y me persigno rápidamente. Noto frío, calor y me concentro en mi estómago esperando su previsible reacción. Se  diría que se está acostumbrando a la escena, pues sólo me envía hacia arriba sus verdosos ácidos, pero no me obliga a expulsarlos.

Me acerco con cuidado al cadáver y lo examino meticulosamente, tratando de encontrar semejanzas y diferencias con el otro infeliz, más allá de las evidentes como el ojo arrancado, la metálica cruz y los caros ropajes. Trato de buscar restos de láudano, por si hubiera intervenido también en el desenlace.

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20/01/2010, 00:43
Emilio de Vizuete y Olmedo

- Santa madre de Dios- murmura quedamente Emilio con la boca abierta de espanto. No son maneras de acabar uno sus días, y quien sabe donde andaría el alma del pobre diablo que estaban viendo.

- Parece personaje de importancia, ¿de quién se trataba?- Emilio habla con palabras medidas. Diríase que pretende no llamar demasiada atención resultando parco en sus palabras. Acercándose a Fray Juan recita por lo bajo un breve salmo que aprendiera en su infancia del que en tiempos fuera su tutor.

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20/01/2010, 10:12
Rodrigo Castro

El teniente de alguaciles asiente y responde a Emilio.

Ha sido identificado como un próspero comerciante de telas salmantino de nombre Julián Fernández, sin parientes conocidos. Su hogar ya ha sido registrado en busca de pruebas relacionadas con el crimen pero no se ha podido hallar relación aparente.

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20/01/2010, 10:21
Director

Revisas el cadaver encontrando esas hojas resecas que encontrasteis la otra vez, el láudano. Además, una mano afectada por el rigor mortis aferra una hoja de buen papel arrugada y manchada parcialmente con su propia sangre.

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20/01/2010, 11:03
Ambrosio de Casares
Sólo para el director

Notas de juego

Ambrosio intenta coger la nota sin que le vea el alguacil, interponiendo su cuerpo entre el corchete y el de la víctima, y si puede, coge también el láudano, esta vez sin usar la capa como protección ya que sabe que no hay peligro alguno en tocarlo.

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20/01/2010, 13:08
Rodrigo de Rivas

Dios mío don Rodrigo, ¿qué está sucediendo en esta ciudad? Yo esperaba disfrutar de breves lecciones de los más ilustres sabios y me encuentro con dos cadáveres vilmente ejecutados y marcados con lo que aparentan símbolos del demonio. -digo señalando al curz invertida en el pecho, que me pone los pelos de punta y me altera el pulso.

Si esto sigue así muy pronto habrá una serie de cadáveres por la ciudad, tal vez en puntos localizados de la misma, lugares emblemáticos o con algún significao particular. Algo que tal vez el cura sepa, y no haya querido compartir.

Imagino que esta vez sí que ha intervenido el Santo Oficio. Dadas las peculiares circunstancias...lo que me recuerda esas posibles semejanzas entre los dos difuntos, que descansen más en la muerte que en el final de su vida -pues no parece que fuera algo indoloro- ¿Cómo alguien ha podido llevar un cadáver a la Universidad y otro a este palacio sin que nadie le viera, o les viera? ¿No hay acaso criados o guardias por aquí? ¿Nadie puede señalar al culpable de estas atrocidades?

 

Notas de juego

He creido entender que el cuerpo estaba más o menos a la vista del público, ¿no?

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21/01/2010, 00:46
Emilio de Vizuete y Olmedo

- Sea como fuere, el blasfemo que haya perpetrado esto ha dejado su obra bien a la vista. ¿A nadie tienen en común este hombre y el igualmente hallado frente a la puerta de la Universidad? Porque de ser así, aviso realmente macabro le están enviando.

¿Tendría este mercader alguna relación con el libro y de como se lo hicieran traer sus actuales dueños desde Madrid?

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26/01/2010, 12:55
Ambrosio de Casares
Sólo para el director

Notas de juego

Estoy esperando para seguir posteando a que me comentes algo del mensaje solo para el Director anterior. No es para meter prisa, es por si se te ha pasado y me estás esperando o algo, como veo esto algo parado pues..., eso.

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26/01/2010, 13:47
Director

Notas de juego

Vaya, yo había dado por supuesto que lo hacías. Ya me extrañaba a mi que tardaras XD

Efectivamente puedes hacer lo que dices sin problema. En general, si no digo nada es que lo que tratáis de hacer no implica una dificultad añadida que os haga plantearos otra cosa. De todos modos intentaré contestaros siempre que pueda.

Esto está un poco más parado porque estoy empezando en un curro nuevo y no tengo el tiempo que quisiera. Ya he aterrizado (llevo ya dos semanas) y parece que lo tengo todo controlado. Espero volver a la actividad normal en breve (muy breve)

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28/01/2010, 00:52
Ambrosio de Casares

Pertinentes preguntas..., me parecen, y mucha semejanza veo entre la postrera apariencia de éste y el otro desgraciado, para tratarse de una broma urdida para entretenernos por el cruel destino, que ya dijo el sabio que ayuda a quien lo acepta y arrasa a quienes se resisten... - comento pensativo, retirándome un poco del cadáver.

¿Le viera, o les viera, decís...? Don Rodrigo, con todo el respeto de quien bien os ha servido durante tanto tiempo, no hay hombre que pueda hacer lo que nuestros ojos contemplaron en aquel patio, y esto que están percibiendo ahora nuestros sentidos y nuestros corazones, sin ayuda, sin que nadie le oyera ni viera, ni se resistieran sus víctimas siquiera en un último instante de rebelde agonía.

No, señores... - termino con tono solemne - Para mi, o son más de uno, o no es hombre a lo que damos caza...

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28/01/2010, 11:49
Alvaro del Monzón y Rodriguez

- No estoy tan de acuerdo mi querido amigo. Un solo hombre podría haber cometido estos atroces crímenes y, precisamente por ser uno sólo pudo haber pasado desapercibido si sabía moverse rápido y por donde fuera pertinente. Ojalá, sin embargo, hayan sido varios. Entre varios es más complicado mantener un secreto. Pero no descartemos nada de antemano...

Por primera vez me animo a hablarle al alguacil. Quizás después de todo pueda acostumbrarse a ser parte de la solución y no el problema en lo que respecta a la ley.

- Señor Castro: ¿qué camino cree usted que pudo seguir el asesino... o asesinos - atajo rápidamente para que Ambrosio no proteste - para llegar a esos puntos sin ser visto? ¿Hay algún área común entre ambos? - y ya puestos a preguntar me giro hacia Fray Juan -  ¿qué motivación pueden tener estos asesinatos? ¿hay algo que... haya podido averiguar que haga referencia a estos rituales? Evidentemente la blasfemia lo empapa todo pero incluso en eso... tiene que haber algún motivo.

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28/01/2010, 21:53
Rodrigo Castro

El teniente de alguaciles se encogió de hombros mientras trataba de encontrar una respuesta que satisficiera a Don Rodrigo.

Pues verá, aquí no se ha personado miembro alguno del Santo Oficio. Mis hombres han realizado toda la investigación que proponen vuestras mercedes pero esta vez ni hay criados ni indicios de quien pudiere estar detrás de todo esto. Parece muy propicio pensar que se trata de la misma persona pues los mismos actos han sido realizados.

Pronunciadas esas palabras se giró y observó el cuerpo por última vez santiguándose tras la vista.

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28/01/2010, 22:01
Director

En el mismo instante en que Rodrigo Castro gira la cabeza un zagal os reclama la atención. Con un gesto os invita a acercaros hacia él, desapareciendo tras la esquina inmediatamente.