Partida Rol por web

Ars Diavoli Et Literari

La casa de las muertes

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11/04/2010, 22:31
Alvaro del Monzón y Rodriguez

- Maldición amigos: ¡aguanten tan sólo un poco más!

Tras acabar con mi matasiete me abalanzo sobre el más cercano. Tanto Emilio como Ambrosio tienen verdaderos problemas así que por desgracia sólo el azar determina los motivos de ayudar primero al joven Emilio. ¡Si lograse acabar con él con la misma rapidez aún tendremos alguna oportunidad!

- Tiradas (5)

Notas de juego

Ataque completo al Embozado 2 y defensa adicional. Me acabo de fijar que en el asalto anterior tiré 2d en vez de 3d para la parada... Al final no hizo falta parar nada pero que conste en acta que despiste y no trampa ;D

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12/04/2010, 12:10
Emilio de Vizuete y Olmedo

Con el semblante demudado el habla de Emilio se pierde con sus fuerzas. La pálida máscara cerúlea en que se está tornando su rostro falto de sangre mantiene sin embargo la sonrisa, rictus cercano a la ironía de la Parca que conserva el tinte cálido e inagotable de su confianza.

Si bien menguado, más de lo que en ocasión anterior se hubiera visto, sigue tentando las carnes del siniestro embozado que continúa empeñado en ensartarle cual lechal al espetón. El primer arreo va a morderle el pecho con buen golpe oblicuo, más el segundo no alcanza tanta certeza. A poco que valga, servirá para dar facilidades a Álvaro y problemas a su adversario.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Asumo que con Voluntad (que no encuentro en la ficha) te refieres a Espíritu. Si te referías a Fortaleza mi puntuación de dificultad baja de 13 a 11, por lo que si también se reducen a la mitad me causarán ciertos problemas.

¿La mitad de 13 es 6 ó 7 para mi ropera? He hecho las tiradas sobre 6 de todas formas.

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12/04/2010, 14:10
Ambrosio de Casares

Mal galardón me has dado, amigo... - boqueo, falto de aliento, llevando por un momento mi mano al vientre, que duele insoportablemente - Casi privas al femenino género de las joyas de la familia...

Resistiendo la tentación de desmayarme y descansar de este sufrimiento, levanto la ropera tratando de detener el envite de mi oponente.

Apenas tengo fuerzas para sostener mi acero, y tropiezo al tratar de retroceder un paso, por lo que la guardia queda abierta al ataque del embozado.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Ambrosio trata de hacer una defensa completa sin éxito. He tirado además otra parada por si es necesario, ya que tiene la dote de parada adicional, también sin éxito.

Al menos, está consciente para asistir a su propia muerte, algo es algo.

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12/04/2010, 23:02
Rodrigo de Rivas

¡No, no, no! ¡Hideputa!

Tajando y atacando de punta en un esfuerzo por mantener alejado a mi contrincante he optado por acuchillarlo más y mejor, antes de que sea él quien me madrugue. Así aprovechando mi mayor presteza, lanzo un tajo y una puntada, ambos con funestas intenciones. Aportando mi dosis de acero al combate. Mal movimiento que me deja completamente expuesto a sus aceros, pero que tal vez le tenga en respeto e incluso acabe con él. Vana esperanza.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Dos ataques. Aquí éste se va a morir antes de que se me ventile él. Veamos qué dice la Fortuna...dice que bien, pero que no le hago daño. 

Ha sido un placer amigos míos.

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13/04/2010, 19:17
Fray Juan de la Rosa

El noble caballero de Santiago arma rápidamente su brazo y tira dos certeras estocadas de su blanca con afán de acabar por la vía rápida con el matasiete que tiene en su contra. El destino nuevamente se pone en vuestra contra pues el embozado demuestra ser buen duelista y consigue bloquear las dos mojadas de Don Rodrigo. En un despiste del noble la mano que sostiene la daga se alza rápida haciendo un tajo en la cabeza del de Rivas que comienza a sangrar por la sien.

Álvaro llega raudo en ayuda de Don Emilio y consigue parar una certera estocada que iba presta a dar muerte al joven goliardo. El aguerrido duelista aprovecha la inercia de su entrada para mover rápidamente la ropera e intentar dos mojadas sobre el lindo que amenaza la vida de Don Emilio. Una de ellas es desviada por la ropera del embozado pero el rápido movimiento de vuelta de Don Álvaro ha sorprendido a su par tajando su brazo. Don Emilio aprovecha la confusión para, casi forcejeando con la Parca, lanzar su ropera un par de veces consiguiendo herir nuevamente al pisaverde. Éste da un paso atrás cogiendo aire rápidamente, casi intentando evitar que la vida se le vaya con la necesidad de expirar.

Un amplio movimiento de la blanca del emparejado de Don Ambrosio adelanta la casi segura muerte del de Casares que no puede más que rodar por el suelo tratando de confundir en la oscuridad al matasiete que tira a darle muerte. La suerte se alía esta vez con Ambrosio ya que el embozado falla su mortal estocada.

Cerca de la hoguera el fraile Juan de la Rosa es ahora quien tiene sometido al último encapuchado. En un rápido vistazo hacia ese duelo habéis visto el sigiloso movimiento de la muchacha que amordazada se arrastra por la pared en sombras hacia la posición donde se cruzan vuestras espadas. De la Rosa consigue escapar de la presa del encapuchado atizándole un cabezazo gracias a su posición ventajosa y se dirige hacia el atril donde descansa el maldito libro.

Ignis et flamma omnia expurgabunt —profiere nuevamente elevando la mirada hacia el techo con una voz ronca e incluso inhumana por momentos.

En la diestra sostiene el libro y en la siniestra un tizón encendido que ha cogido de la hoguera. Como retomando conciencia con el mundo real lanza el libro a la hoguera y vuelve a gritar en el mismo tono de voz.

Ignis et flamma omnia expurgabunt.

El tizón incandescente que sostenía en la siniestra va a parar al barril solitario que se encuentra cerca del altar donde hace poco rato se encontraba amordazada la muchacha. El chisporroteo y el olor os sugieren más problemas: ¡pólvora!

- Tiradas (9)

Notas de juego

No, no, no. Voluntad es Voluntad, habilidad dependiente de Espíritu así es que, si no se tiene se tira por la mitad de éste redondeando por defecto. Siempre se redondea por defecto salvo que yo diga lo contrario.


Orden de resolución de acciones: Rodrigo, Embozado 2, Álvaro, Embozado, 1 Embozado 3, Ambrosio, Emilio

Rodrigo: 6 puntos de daño - 1 (sombrero) = 5
Embozado 3: Defensa completa (dos defensas) y ataque con la vizcaína.

Embozado 2: Ataque sobre Emilio, parada con la ropera, parada con la vizcaína.
Álvaro: La maniobra "Aumentar número de paradas sólo vale para intentar parar otro ataque distinto del que ya te han hecho no para generar una parada extra ni para repetir una tirada de parada fallida. Sin embargo la Parada instintiva si que te permite generar esa parada extra que citas, con un -3. La conclusión es que tu parada (resultado 9) es justo 3 puntos menor que la puntuación que tienes en parada instintiva: 11 (tu parada) + 1 (espadachin) - 3 (parada instintiva) = 9. Justo para parar el ataque sobre Emilio. Por cierto, recuerda que tienes un +1 con la nueva ropera. Tu daño es (el primer ataque fue parado): 2 + 3 = 5 puntos (en los brazos no tiene protección).
Emilio: Uno de tus ataques entra causando 5 - 2 (coleto de cuero) = 3 puntos de daño

Embozado 1: Ataque completo (+2 daño). No puede atacar con la daga porque no está en combate cerrado.
Ambrosio: Como te hago un ataque completo (+2 al daño) y actúo antes que tú podrías elegir cambiar tus dos defensas por una defensa completa con un +3 a la habilidad. Entiendo que esa es tu elección y de este modo pararías el ataque (bueno, el ataque ha fallado así que olvidalo todo, lo dejo escrito para información de los lectores)

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13/04/2010, 23:54
Alvaro del Monzón y Rodriguez

- ¡Vamos a volar por los aires! ¡Coged a la muchacha y salid de aquí! ¡Corred insensatos!

Ni siquiera en mis momentos más ambiciosos he pretendido nunca batirme con tres duelistas de habilidad constatada de forma simultánea pero estos son tiempos difíciles y no veo sentido que por no morir uno muramos cuatro. Me contrataron por mi acero y voto a brios que mi acero es lo que voy a enseñarles a estos matarifes. Haciendo maniobras más de distracción y contención que de verdadero ataque intento que mis movimientos permitan a los demás salir cuanto antes de la sala mientras entretengo a estos malnacidos.

Notas de juego

¡Siempre quise decir esa frase! :D

Pues eso: lo que intento es entorpecer a los matarifes para que tengan que ocuparse de mí mientras los otros salen del lugar. ¡Siempre he querido ser un héroe! Dejo que el director sea quien haga las tiradas pues no tengo ni idea de lo que puedo hacer... pero por mi parte va desde tirar barriles a usar el candil como una lanza si hace falta.

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14/04/2010, 15:30
Ambrosio de Casares

Notas de juego

¿Alguna tirada para salir rápidos como una instalación o basta con recoger la vergüenza...?

Por cierto:

Cita:

¡Corred insensatos! ¡Siempre quise decir esa frase! :D

Y yo..., aunque la que a mi me gustaba más la variante Huid, insensatos!!Jajajaja, me parto.

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14/04/2010, 16:02
Ambrosio de Casares

¿Qué mejor tumba que una tan sencilla...?, yo que he presumido siempre de que eran los demás los que morían... - pienso absurdamente, arrastrándome como un perro sin cuartos traseros, blandiendo la inútil ropera ante mis ojos a un lado y a otro sin fuerzas para ver de dónde me vendrá el siguiente tajo - Una hermosa flor..., mas mala hora es esta para galanterías... - dicta mi desordenada mente cuando por primera vez vislumbro de cerca a la atada doncella, que parece buscar sin éxito un refugio a nuestro lado.

Inconsciente, cobarde, pateo el suelo hacia la voz de Álvaro, en un último atisbo de aferrarme a alguna esperanza vana, más allá de la razón.

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16/04/2010, 02:28
Emilio de Vizuete y Olmedo

Una sonrisa socarrona asoma en los labios de Emilio cuando acierta en su oponente, merced a las artes de don Álvaro que a buen seguro le ha salvado el pellejo.

No es la primera vez que el aroma de la pólvora ardiendo hiere su olfato, y como no es menester recibir más en el cuerpo opta por seguir las instrucciones que grita el valentón. Iniciando la carrera repara en Ambrosio y la muchacha, apreciando el sentido común en el maltratado músico. ¿quién sabe que cruzaría por el juicio del mozalbete en ese momento? Muy empañado habría de tenerlo, ya de sangre u otros humores, para acercarse a la joven amordazada a cortar las cuerdas que le apresan los pies y le impiden correr, ayudandola a ponerse en pie para salvarle la vida echando juntos a correr, tirando de ella. De salvarse, ya habrá momento para los correspondientes agradecimientos, cuando escaleras arriba o pared de por medio salgan del improvisado polvorín.

Notas de juego

Cortar cuerdas que le aten los pies con la ropera si las hay y no se tarda (es decir, si no se trata de una maroma de tres dedos de grueso).

Si no hay cuerda o la corta, ponerla en pie y echar a correr con ella.

Emilio no puede evitar este tipo de cosas.

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16/04/2010, 08:50
Rodrigo de Rivas

Llevándome la siniestra a la sien noto el cálido líquido de la vida, que se escapa por la herida. Alzo la ropera para tener la guardia alta mas el chisporroteo, los destellos y el grito de "pólvora" aconsejan la retirada. EL terror se marca en mi cara dos veces he visto una galera estallar, con esos cientos de astillas volando sobre el mar. Nadie sobrevive, ni aún a veces los que se tiran al agua. Doy dos pasos hacia atrás alejándome del filo pequeño, y más letal, y rezando a Dios que el otr también se retire prudentemente.

Es un sitio cerrado. ¡Nos va a crujir!

El heroismo de Álvaro me hace dudar, no estaría bien que huyese y sin embargo quedarse es muerte segura, hago lo más sensato y cuando tood estalle pienso volver presto, en busca de lo que quede.

 

Notas de juego

Salir del combate cerrado, completo. ¿O puedo honrar la valentía de Álvaro largándome de ahí?

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19/04/2010, 18:00
Director

El aviso de don Álvaro es claro para todos y no queda menos claro para los matasietes que toman las de Villadiego mucho antes de que puedan soltarse dos pardieces. El único que se queda en la retaguardia, justamente junto al barril de pólvora es el transformado fraile. Su mirada sigue perdida y sigue disparando latinajos.

En mitad de uno de ellos la pólvora llega a su estado culmen y los cuerpos del fraile, el inconsciente Ayala y el encapuchado son absorbidos por la flameante llama de la explosión.

El ajetreo ha sido fuerte y don Álvaro y don Rodrigo ven como el cuerpo de don Ambrosio reposa inerte sobre el cuerpo de la muchacha. Probablemente el cuerpo del músico ha absorbido parte de la explosión y la muchacha puede contarlo gracias a él. Entre la humareda don Rodrigo puede distinguir el cuerpo también inerte de don Emilio. Los dos muchachos estaban ya muy tullidos y parece que la explosión ha podido con ellos.

En el centro del sótano descansa el cuerpo bastante maltrecho del fraile y, junto al altar descansan los cuerpos de Francisco de Ayala y el ahora descubierto rostro de su mentor, Ricardo Vargas.

El libro arde en la hoguera y ahora podéis oír el crujir de los soportes del techo que comienzan a resquebrajarse. Pronto el techo se vendrá abajo.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Emilio y Ambrosio están inconscientes. Vivos todavía pero inconscientes. A Álvaro le quedan 3 puntos de Brios y a Rodrigo 1

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20/04/2010, 12:32
Alvaro del Monzón y Rodriguez

- ¡Rodrigo! ¡Coja a la muchacha y al fraile si puede!

No lo dudo ni un momento: echo mano de mis dos compadres y haciendo un esfuerzo intento arrastrarlos afuera, colgando a uno de cada hombro y rezándole al altísimo que me de fuerzas para llevármelos al exterior de este infierno.

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20/04/2010, 12:37
Director

Por un instante valoras las palabras de don Álvaro. Un crujido más de la estructura te hace dudar un instante y pronto resuelves que quizá sea demasiado tarde para el joven fraile. Su vida bien puede costarte la tuya. Aunque quizá haya una posibilidad.  No, una entre cien. ¿Demasiado bajo porcentaje?

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20/04/2010, 13:12
Rodrigo de Rivas

Escucho algunas palabras sueltas, son de Álvaro, le veo abrir la boca y señalar con el brazo, supongo qué es lo que el valentón me dice aunque no son mis orejas las que me dan el aviso. Cojeo hasta la muchacha y la agarro, caballeroso, por la cintura intentando cargarla sobre mis brazos, doy algunos pasos más hacia el fraile pero la mujer pesa más de lo que pensaba -o tengo muy mermadas las fuerzas- y considero que sólo será posible que me lleve a uno de los dos. Llegados a este punto no tengo redaños para abandonar ahora a la mujer y sacar al fraile, así que tras un larguísimo segundo de deliberación me doy la vuelta apartando el cuerpo del fraile de mi vista y avanzo todo lo rápido que puedo hacia las escaleras.

¡La explosión le ha sorprendido muy cerca! -grito, como consecuencia de la explosión- ¡Primero salgamos con ellos!

Avanzo unos pasos más, mis rodillas chocan con la vaina ed la espada, que se zarandea en el aire, vacía e inútil. La ropera debe estar por atrás, y sólo llevo una daga encima, así que rezo para que esos rufianes malnacidos no nos estén esperando fuera. Los que sí que deben estar fuera son todos lo vecinos y manolos de los alrededores.

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20/04/2010, 18:29
Rodrigo Castro

Abandonáis el escenario, más o menos maltrechos, arrastrando a los herdiso desde la malhadada casa hacia el exterior, encontrando la calle iluminada por hachones y un creciente grupo de vecinos y curiosos que se han echado a la calle al temer que el Apocalipsis se hubiese desplegado retumbante desde la Casa de las muertes.

Una vez fuera las piernas de don Álvaro y don Rodrigo se vencen a la fatiga y se derrumban con los cuerpos inanimados de sus compadres junto al quicio de la funesta casa. Sólo el primero tiene suficiente consciencia para llegar a ver acercarse al teniente de alguaciles, Rodrigo Castro, acompañado de un hombre que al parecer hará las veces de matasanos.

¿Qué ha ocurrido? ¡Don Rodrigo, don Rodrigo! —dice el de Castro palmeando las mejillas del noble de Santiago.

Pronto la consciencia se acaba y sólo don Álvaro alcanza a ver iniciar al galeno sus labores.

Notas de juego

Finalizamos en la escena: De cómo concluyó todo