Partida Rol por web

Asamblea de Bestias

El Puente de los Suspiros (Prólogo de Alice)(Terminado)

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15/03/2014, 01:06
El Libro de Nod

15 de diciembre de 1999

Holy Cross Cemetery, San Francisco

10:04

 


 

Habían pasado tres meses desde que se fue. Y allí estabas tú, como cada miércoles, desde aquel fatídico miércoles en el que Megan murió. No habías faltado a tu cita ni una sola semana desde entonces.

Recorriste la distancia que separaba aquella enorme verja de hierro de su tumba, en la parte más alta del cementerio, a media colina. Y, como siempre que atravesabas aquellas puertas, te embargaban dos emociones muy distintas, contrarias entre sí. Por un lado estaba la paz que emanaba aquel lugar, aquella calma que hacía las veces de sobrenatural sedante, amortiguando aquella punzada de dolor que, por otra parte, no podías evitar sentir cada vez que recordabas que Megan ya no volvería nunca más.

Subiste aquella colina y, finalmente, acabaste por detenerte frente a aquella sencilla tumba, aún reciente, en la que estaba el nombre de tu amiga. Después de tres meses la hierba ya estaba bastante crecida y no se notaban prácticamente las marcas del nicho. ¿Cómo era posible que si la naturaleza borraba las huellas tan rápidamente, aquello siguiera doliéndote como el primer día?

Allí estabas tu, en silencio, con aquella brisa matutina revoloteando a tu alrededor, meciendo tu pelo a intervalos irregulares, contemplando aquella tumba, con una vorágine de pensamientos recorriendo tu mente. Hacía frío, aquello era innegable, pero eso quizás era precisamente lo que hacía que siguieras sintiéndote viva.

Y, de repente, allí, frente a aquella lápida de mármol, te diste cuenta de algo: que ahora estabas sola. Completamente sola.

Lo que aún estaba por decidir era si aquello era buena o mala cosa.

 

 

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16/03/2014, 17:27
Alice Richardson

Como siempre que llegaba leía el nombre en la lapida y dejaba una flor sobre ella, una distinta cada día. Me cerré la cazadora por la brisa que corroa y termine sentandome en el suelo, sobre la hierba que comenzaba a crecer, a poca distancia de la lapida, abrazaba mis piernas apoyando mi mentón en mis rodillas.

Tu fuiste mi madre... la única que siempre me cuido y estuvo a mi lado... tu siempre me apoyabas...

Y ahora... ahora sentía que no podía mas, que no podía seguir con aquello, era una chica que había echo muchos amigos de niña, si, todos los que pasaron por el orfanato y se fueron, pero después... no era capaz de confiar en la gente, tenia miedo a que me rechazaran como mi familia o a que me dejaran como mis padres, a sufrir por perderlos, y ahora... ahora había perdido a la única persona que tenia.

Las lagrimas volvieron a mojar mis mejillas mientras notaba como aquello se me estaba quedando bastante grande, mis estudios estaban sufriendo los estragos de aquello, las noches eran eternas pues apenas dormía un par de horas, no tenia ganas de nada, y la comida me sabia a ceniza...

La brisa movía mi pelo y yo me sentía morir en aquel lugar, me sentía sola y perdida, sin rumbo, sin saber que camino seguir...

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20/03/2014, 00:47
El Libro de Nod

Quizás fue aquel gesto, aquella perspectiva lo que hizo que, de repente, notaras que, aunque todo seguía estando como siempre, había algo fuera de lugar, algo que no pertenecía a aquel sitio o que, al menos, ni siquiera te habías percatado de que estaba allí.

La brisa erizó el pelo de tu nuca, haciéndote sentir un escalofrío que casi se convirtió en una punzada de terror, aunque no tuvieras muy claro exactamente a qué. Ya conocías aquella sensación: tenías la impresión de que alguna vez, hace tiempo, fuiste capaz de experimentar algo parecido, de sentir aquel mismo miedo irracional que sentías ahora mismo. Aquella sensación de ser observada, de que habia alguien más allí, en medio de toda aquella quietud, de aquella calma antinatural.

Y, sin embargo, lo único que encontraste cuando abriste los ojos, aquellos ojos borrosos y empañados en lágrimas fue un sobre. Un pequeño sobre encajado en el lateral de la lápida. ¿Estaba alli cuando habias llegado? No podrías decirlo. En cualquier caso, alli estaba, ligeramente mecido por aquella brisa.

¿Sería una carta para ella? ¿O sería para ti?

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20/03/2014, 14:37
Alice Richardson

Había estado mil veces allí y pensé que esa sensación de miedo podía ser por estar en un cementerio, habia gente que no entraba en ellos por lo mucho que le aterraban, pero a mi no me habían dado miedo, hasta ahora... ¿Era por eso? ¿Aquella sensación se debía a eso?

Abrí los ojos frotandolos y mirando a un lado y a otro, sentía a alguien mas allí, era normal, no solo yo visitaba aquel lugar, pero... no, no era solo eso.

No había nadie.

Entonces vi aquel sobre y volví a buscar con la mirada, pero nada. ¿Quien dejaría una carta al lado de una tumba? Estaba claro que Meg no la podría leer. El pensamiento de que podía ser para mi paso por mi mente, una idea estúpida, quizás para disculpar el echo de que mi curiosidad me hiciera alargar el brazo y abrir el sobre.

¿Que habría dentro?

Finalmente mis dedos despegaron el sobre y lo abrieron.

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24/03/2014, 13:30
El Libro de Nod

No estás sola.

El mensaje en el interior del sobre estaba manuscrito en negro, sobre aquel fondo blanco. Ni una firma, ni una señal, nada que pudiera delatar al remitente de aquel mensaje.  Sin embargo, el sobre no estaba vacío. En su interior, habia algo más. Un objeto, de plástico.

 

Parecía una de esas tarjetas de acceso de los hoteles aunque, para desgracia de Alice, no habia dirección. Tan solo aquellas frases sin sentido escritas en verde, y algo escrito a boli en el reverso.

GH 401

 

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24/03/2014, 14:27
Alice Richardson

Vale, aquello era aun mas raro de lo que esperaba... me quede mirando la tarjeta y el sobre completamente alucinada. Pase aun unos minutos allí dandole vueltas aquello y termine por incorporarme y marcharme.

Al llegar a casa abrí el portátil y accedí a google, primero buscando hoteles en la ciudad con las iniciales GH, Grand Hotel, Green hotel, Greimond Hotel... había bastantes, así que después hice una búsqueda en imágenes para ver las tarjetas de ellos y ver si así alguna coincidía con la que yo tenia ahora en mis manos.

Tras ello me dedique a buscar diferentes dialectos antiguos, para ver si alguno se parecía al que había allí escrito.

Debo parecer una loca buscando a un psicópata que deja notas en tumbas...

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30/03/2014, 01:02
El Libro de Nod

Tu búsqueda, en un principio, resultó infructuosa. GH. Unas siglas demasiado comunes como para delimitar demasiado tu campo de búsqueda. Tampoco tuvo resultado tu búsqueda de antiguos dialectos ya que el texto escrito en la tarjeta no era ni más ni menos que frases inconexas en inglés, carentes de aparente sentido. Nada, en cualquier caso, que pudiera serte de utilidad.

Sin embargo, la que quizás pudiera parecer la búsqueda más absurda fue, por el contrario, la que mejor resultado obtuvo. Al buscar tarjetas de hoteles en internet, no tardó en aparecer la misteriosa tarjeta de letras verdes. Y un simple clic te llevó entonces hasta la página web del hotel en cuestión.

Alli estaba el lugar que estabas buscando. El Good Hotel de San Francisco.  Y, por suerte, y aunque la página solo estaba compuesta por un montón de fotos, la dirección aparecía arriba, en la pestaña del navegador:

Good Hotel, 112 7th Street, SoMa, San Francisco.

Estaba claro. Aquel parecía ser tu próximo destino.

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30/03/2014, 13:14
Alice Richardson

- ¡Te encontré! - Dije satisfecha de al fin encontrar lo que estaba buscando, pues ya estaba al borde de dejarlo.

Anote la calle en un papel y cogiendo mi bolso tras cerrar el portátil me prepare para salir, yo no conocía mucho aquella zona y aquel hotel no lo había escuchado en mi vida.

¿Y si te encuentras un psicópata o algo asi? La gente normal no deja cartas en una tumba poniendo que no estas sola ¿Porque no llamas a la policia? Ves, si tuvieras amigos podrías llamar a alguien...

Pero no, al final opte por ir, avisaría al recepcionista que si no bajaba o llamaba en diez minutos llamara a la policía, que me habían dejado esta llave en el buzón pero no sabia nada, tampoco quería asustarlo así que pondría alguna excusa de que era mi cumpleaños y mis amigos podían estar gatandome una broma...

 

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02/04/2014, 23:04
El Libro de Nod

Al llegar al hotel descubriste, sin embargo, que no había recepcionista a quien dejar aquel mensaje.

El hotel era un lugar bastante moderno y original. La propia recepción escapaba a los convencionalismos hoteleros. Sin embargo, ni allí, ni en ningún otro lugar a la vista del hotel, parecía haber nadie. Todo estaba en silencio, tranquilo. Como si el tiempo se hubiera congelado y no hubiera nadie más "despierto" en el mundo.

En cualquier caso, allí estabas tú, con aquella tarjeta-llave. Tan solo cuatro plantas te separaban de aquella habitación y, como si el propio edificio te animara a ir al encuentro de lo que te aguardaba, el ascensor se abrió, repentino, sobresaltándote con aquella inconfundible campanilla que se escuchaba al abrirse.

La decisión era tuya... Aun tenias opciones de echar a correr... o de subir a saciar tu curiosidad.

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02/04/2014, 23:11
Alice Richardson

Tras dar un salto ante el pitido del ascensor mire hacia el.

¡Una mierda! Me he colado en casa de gente y he sido una pequeña terrorista juvenil, me niego a cagarme por esto.

Cogi mi teléfono y deje el teléfono de la policía listo para que solo hiciera falta darle a llamar.

Entre en el ascensor y le di al botón para ir a la planta que me llevaría a la puerta que supuestamente abriría la tarjeta que tenia ya en mi otra mano, todo aquello estaba siendo extremadamente raro pero no podía evitar sentir una adrenalina y una tensión que hacia años que no sentía, y era una sensación que para que negarlo, en parte era excitante y me gustaba, el no saber que sucedería, el "peligro".

Finalmente salí del ascensor y me encontré ante la puerta, la mire unos segundo e intente escuchar algo al otro lado. 

Nada.

Finalmente metí la tarjeta.

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05/04/2014, 19:09
El Libro de Nod

 

Incluso el cartel de aquella habitación parecía darte la bienvenida, como si hubiera estado esperando tu llegada. Efectivamente, no se oia nada tras esa puerta. Ni tras esa puerta, ni en ningún otro lugar del hotel. Todo estaba anormalmente tranquilo, algo demasiado extraño para tratarse de un hotel de una céntrica zona de San Francisco.

En cualquier caso, entraste en la habitación. Una habitación tan original como el resto del hotel, en la que habia una cama de matrimonio decorada con cojines de colores y formas geométricas y una mesita baja, con dos sillones de una plaza a ambos lados de ella. También habia un mueble con una televisión y un minibar y un amplio ventanal que ocupaba casi todo el ancho de la habitación y un baño con bañera y ducha.

Nada parecía fuera de lo común, salvo por un detalle: sobre la cama, había un vestido de color morado, y, junto a la cama, unos zapatos de tacón a juego. Junto a estos había una nota, escrita con la misma letra de quien habia dejado la carta junto a la tumba.

 

Zuni

1658 Market Street

21:30

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05/04/2014, 19:39
Alice Richardson

Aquello cada vez era mas extraño, pero al ver aquella dirección saque mi teléfono y busque de nuevo mientras miraba el precioso vestido de reojo.

¿Se supone que esto es para mi? ¿Por que? ¿De quien?

No entendía nada, pero si  era un lugar publico me sentiría mucho mas relajada pues cada vez aquello era mas escalofriante, me moría de curiosidad pero a la vez no podía  dejar de querer seguir, de saber quien había comenzado aquello, y sobretodo el por que. 

Me sentía como una chica a la que su novio le había preparado una sorpresa por su aniversario, solo que en mi caso no había aniversario, ni novio, ni nada.

El vestido y los zapatos eran de mi talla, la habitación parecía ser tambien para mi... Comence a observar todo, abrir cajones y ver si había algo mas que me sorprendiera, de paso cogí algo de comer del mini bar, y de beber. Cuando faltara un par de horas me prepararía apea ir al siguiente emplazamiento.

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08/04/2014, 00:50
El Libro de Nod

Nada ni nadie te molestaron durante todo aquel tiempo. Poco a poco, las horas fueron pasando y el sol fue alzándose en el cielo, para después descender otra vez hacia el horizonte de San Francisco. Era extraño, pues durante todas aquellas horas nada ni nadie te molestó. Tampoco escuchaste nada. Era como si el hotel estuviera total y absolutamente desierto.

Y la noché por fin cayó en San Francisco. Apenas quedaba una hora para tu cita. Era hora de acudir a ella.

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08/04/2014, 11:10
Alice Richardson

Sali del hotel con una sensacion de hormigueo permanente en el cuerpo, no es que estuviera muy cerca el lugar asi que opte por la opcion del taxi.

Durante todo el camino miraba las luces de la ciudad iluminandola, me encantaba la noche, era el momento mas tranquilo del dia y a su vez podia ser el mas despierto, pero no estaba el estres del trabajo, de las clases, solo el salir a tomar algo, el cine, pasear...

No sabia aun si estaba loca o no por seguir aquel juego, pero alli me encontraba con la ropa escogida para mi,y dirigiendome a un lugar a encontrarme con alguien que no conocia, o al menos eso creia.

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13/04/2014, 20:04
El Libro de Nod

Alli estabas tú, en el Zuni. Uno de esos restaurantes a los que no solías ir porque disparaban el presupuesto de tu cartera. Un lugar de moda, frecuentado por gente de éxito y vanguardista, famoso por sus exquisitos platos.

Desde fuera podías ver cómo habia varias mesas ocupadas por gente que charlaba, distraida, disfrutando de sus cenas. Sin embargo, no habia nadie que pareciera ajustarse a tu situación. Nadie, a simple vista, que diera el el perfil de quien estaba buscando.

Nada más llegar, un camarero, muy elegantemente ataviado, salio a tu encuentro:

-Buona sera, signorina... ¿Puedo ayudarla? - preguntó el hombre, con un marcado acento italiano. Una forma muy elegante de decir que no aceptaban a cualquiera dentro de aquel lugar.

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14/04/2014, 16:30
Alice Richardson

Seguia sin saber muy bien que hacia alli y me quede en la puerta parada un momento dudando si entrar o no pero al ver a mas gente decidi que era una estupidez, que si esto era cosa de un sicopata no creo que me hiciera nada con publico ¿No?

Entre y mire al hombre que se acerco...

Va a pensar que estoy como un cencerro...

- Eh... si... bueno, quede con alguien hoy aqui, pero no se con quien, es como una cita a ciegas, mi nombre es Alice... Por si hay algun aviso o mesa a mi nombre... - Pues como que no me iba a sentar, no tenia ni para pagar el agua en un lugar como este...

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22/04/2014, 23:45
El Libro de Nod

Sorprendentemente, el camarero no pareció extrañarse por lo que acababas de decirle. Te dedicó una discreta mirada de arriba abajo cargada de cierta condescendencia, eso sí, pero acabó por sonreirte, amable, haciéndose a un lado para invitarte a pasar.

-La señorita Richardson, ¿verdad? Bienvenida. - dijo, como si llevara toda la noche esperándola- Pase por aquí, permitále que le acompañe... El caballero la está esperando.

El camarero te condujo hasta la planta superior del restaurante en la que, de la decena de mesas para dos que había, solo había una ocupada: una en la que pudiste ver a un tipo de tez morena y pelo largo y rizado, de color negro azabache, como sus ojos, que en aquel momento permanecían fijos en la carta, como si estuvieran estudiando el menú. Tenía una arreglada perilla que le confería cierto parecido con  las imágenes de Jesucristo que llevabas viendo toda tu vida, y una nariz ligeramente pronunciada.  Aquellos rasgos mediterráneos recordaban vagamente a aquellos trileros de feria de origen gitano que solían tentar a los ingenuos que caían en sus redes con falsas promesas sobre el paradero de la dichosa bolita que parecía cobrar vida dentro de aquellos endemoniados vasos.

Sin embargo, aquel traje claramente caro y aquellos modales en la mesa dejaban claro que, pese al grueso cordón de oro que colgaba alrededor de su cuello, a juego con sus anillos y con aquella esclava que adornaba su muñeca, y al ligero brillo de su traje, aquel tipo tenía mucha más clase que ellos, que pertenecía a otra esfera muy alejada de aquellos artistas ambulantes, a un mundo al alcance de solo unos pocos.

Y, lo más importante de todo. Habia algo en él, algo que, pese a aquella imagen inicial, pese a los posibles prejuicios raciales, pese a tratarse de un total y absoluto desconocido, lo convertia en alguien de lo más atrayente.

Una rara combinación. Un efecto extraño que, sin duda, ofrecía la más clara de las imágenes.

 

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23/04/2014, 00:02
Alice Richardson

Seguí al camarero con extrema curiosidad, y mas al ver que parecía que había reservado una zona del restaurante, pues solo había una mesa ocupada, aunque hubieran mas en aquella zona.

Mis ojos se posaron en el hombre que miraba la carta, analizando sus accesorios, su ropa, su forma de mirar y pasar las paginas del menú que tendría a su disposición. Pero... ¿De que me conocía? Alguien que claramente tenia mas dinero del que yo reuniría en toda mi vida ¿Que podía querer de mi?

Al llegar a la misa mire al empleado del restaurante con una sonrisa dandole pie a que se marchara, ya había cumplido su misión de guiarme. Coloque ambas manos delante de mi vientre sujetando el pequeño bolso que conjuntaba con la ropa, que habían escogido para mi y pase los primeros segundos allí de pie, observando simplemente y esperando a que nos dejaran solos.

- Buenas noches - ante todo educación, no tendría dinero como el pero si modales - Supongo que lo propio seria que me sentara a cenar pero... como entenderás a la par que halagador es algo escalofriante que me guíen con notas hasta un desconocido, dejando incluso la ropa que debo vestir... - Era una mujer de carácter y aunque aquello era un dulce para mi curiosidad, seguía causándome algo de "miedo" todo aquello. 

Lo adecuado quizás no fuera tutearse, pero si sabían mi talla de ropa y calzado creo que las confianzas iban de la mano de ello.

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29/04/2014, 01:31
Dimitri

El hombre permaneció en silencio durante algunos segundos, aquellos en los que te dedicaste a exponer tus argumentos. Entonces, de repente, una diminuta sonrisa se fue dibujando en sus labios, una sonrisa astuta, con vida propia- Lleva usted razón, señorita Richardson. Yo también me asustaría si alguien supiera mi número de zapato.

¿Hablaba en serio? ¿Se estaba burlando de ella? No podría decirse, a juzgar por sus palabras. Al pronunciar la ultima palabra, el hombre bajó lentamente la carta, hasta acabar apoyándola sobre la mesa, centrando su atención entonces en la chica, a la que dedicó una larga y escrutadora mirada que no pareció molestarse siquiera en ocultar o disimular.

-Sabia que ese color te quedaría bien -te señaló con un dedo en el que lucía un enorme sello dorado, al tiempo que una amplia sonrisa se dibujaba en sus labios. A diferencia de ti, el parecía estar disfrutando con todo aquello- A propósito, mi nombre es Dimitri. ¿Puedes sentarte ya, ahora que ya no soy un desconocido? - le preguntó, ladeando aquella sonrisa en sus labios mientras extendia la mano hacia la silla con los ardiles de un mago o prestidigitador,  en un claro gesto de invitación a sentarse.

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29/04/2014, 15:23
Alice Richardson

- No - Conteste al memento su pregunta sin dudar ni un segundo.

Era una chica con bastante caracter eso estaba claro desde niña, criarse en un orfanato nunca fue fácil.

- Me has dicho tu nombre, y eso no te hace dejar de ser un desconocido, si quieres que me siente empieza a decirme de que me conoces tu a mi, y porque estoy aquí, es decir que quieres - Le dije con total claridad sin moverme un ápice de mi posición de pie al lado de la mesa, lo siento pero no, no iba a sentarme y comer solomillo entre risas con una tío que no conocía de nada y que podía ser un psicópata, de echo tenia muchas posibilidades y boletos de serlo con su forma de citarme.

Lo que deberías hacer es darle las gracias por el vestido nuevo y marcharte, pero no, la señorita curiosa tiene que saber el porque de todo...