Partida Rol por web

Asamblea de Bestias

Última Noche - La Llegada

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30/06/2014, 01:58
Ian

Viktor, el hombre apoyado en aquella barandilla no se movió, pero con tu entrada si lo hizo el anciano que le flanqueaba. Dio un paso al frente, y aunque no te miró, se hizo evidente que era un gesto para hacerse ver, y que no te movieras de allí hasta que terminara lo que Dios sabe que estuviera haciendo.

Susurró algo al hombre que tenía a su lado, y este afirmó con la cabeza, clavando la mirada en ti. El mas joven de los dos, te siguió con la mirada, sin decir nada, sin hacer nada. Y no fue hasta pasado varios segndos, que afirmó con la cabeza, dandole el visto bueno a Ian. Entonces, el anciano, se dio al vuelta, y se perdió por la espalda de Viktor.

Solo le hicieron falta veinte segundos, para aparecer en el mismo hall donde te encontrabas, con ese porte elgante y tranquilo, dandote alcance. Miró al hombre que te acompañaba, Corey y no le dijo nada. Pero este pareció entender algo, pues agachó la cabeza y se marchó de vuelta a la entrada, sin decir nada. - Cristine. Llegué a pensar que no vendrías. No sabes cuanto me alegra verte esta noche, aquí. Y que hayas cumplido con tu palabra. - Acabó por decir.

- Por favor, acompañame. Me gustaría que hablasemos en un lugar más tranquilo... además... quiero presentarte a alguien. - Y esta vez, fue el quien miró hacia arriba, cruzandola con la del otro hombre que le acompañaba.

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30/06/2014, 01:58
Rachel

Rachel correspondio el saludo del segurata, con aquella inquietante sonrisilla y un "Buenas noches" a juego con ella.  Reuben parecia ocupado, hablando en el oido de Erika, mientras señalaba a los dos tipos de la escalera.

-Oh, este Reuben... Menuda prisa se da. Si no les dice quien son, revienta. - rio Rachel, agarrada a tu cintura, como si fuerais una pareja de novios que llevan años juntos. No parecia cohibida, ni cortada por aquel gesto, mas bien todo lo contrario- Bueno, tendré que decirtelo yo tambien, no vayamos a meter la pata... - dijo la mujer, señalando entonces al tipo mas joven de los dos- ¿Ves al rubio de alli? Pues ese es Viktor, el hombre más influyente en toda esta ciudad, y dueño del edificio, dicho sea de paso. Es el quien organiza la fiesta... - comenzó a explicarle, para despues señalar discretamente al mayor, el tipo del pelo canoso- Y ese otro es Ian... Es... el hombre de confianza de Viktor. Alguien importante, muy importante tambien. - le comento, para acto seguido volver a verlo- Digamos que, si te ganas su simpatia, podras llegar practicamente a donde quieras... Algo que, desde luego, no dudo que acabaras haciendo... ¿Verdad? - añadio, mirandolo de reojo, con una sonrisilla complice, mientras esperaba una reaccion por su parte ante la majestuosidad de todo aquello.

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30/06/2014, 11:56
Sandro Rosselly

Tras franquear la barrera de los dos gorilas, me encuentro con la primera gran sorpresa de la velada. Lo último que esperaba yo es encontrarme dentro de un lugar que evoca en sus formas a un palacio de la vieja Europa, de esos que alguna vez he visitado durante mis vacaciones. Mientras busco en mi memoria a cuál de ellos me recuerda más, observo con atención los detalles. No me pasan por alto las dos figuras que, desde lo alto de la escalinata, se fijan en los que vamos entrando. ¿Será alguno de ellos el misterioso Mr. Carroll?

Veo diferentes grupillos en la sala. Me acerco a ellos, sobre todo a los que, en su apariencia, parecen casar más con mis preferencias de etiqueta, buscando alguna cara conocida, sin que realmente me importe demasiado el que la haya o no.

Me hago con una copa y continuo deambulando hasta pasar frente a la puerta de la izquierda; la poca gente que alberga el vestíbulo me invita a pensar que debe haber otras salas que amplíen la fiesta.

Notas de juego

Me imagino las puertas abiertas. Si la puerta de la izquierda lo está, chafardeo a ver qué veo. Si no, haré lo mismo en las otras dos. Si, finalmente, todas están cerradas, me quedo en el vestíbulo.

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30/06/2014, 15:33
Isabella Black

Mi gesto no se inmutó cuando aquel gorila me cerró el paso. Por el contrario, me quedé mirándolo, y la comisura de mis labios se arqueó ligeramente hacia arriba, con una expresión que dejaba claro que hasta la suela de mis zapatos estaba por encima de él.

-Buenas noches. - me limité a decir. En mi tono no habia amabilidad, sino cinismo e ironía. No eran mis modales lo que quería desplegar, sino dar a aquel chimpancé una lección express sobre educacion y buenos modales.

Sin embargo, no tuve tiempo siquiera de decidir cómo obrar a continuación: antes de que pudiera añadir nada más, aquel tipo me miró, y parecio reconocerme de inmediato. Mi amago de sonrisa se ladeo, creciendo ligeramente, con un gesto satisfecho.

Viktor... esto es cosa tuya...

Claro que tenia que ser cosa de el. Habia sido él quien me habia invitado a aquella fiesta, quien me habia elegido para acompañarlo durante aquella noche. Y, por supuesto que, de la misma forma en que no se habia conformado con asistir acompañado con cualquier modelo barriobajera de curvas de vértigo y cerebro de pena, suponía que ahora tampoco permitiría que entrara a aquel lugar como una cualquiera.

-Gracias.-dije, con una sencillo cabeceo, sin perder mucho mas tiempo en hablar con aquel tipo. Lo acompañe al interior, divertida al ver como, al saber quien era, se habia molestado incluso en dejar a su compañero solo en la puerta. Eso ya está mucho mejor. Pensé, mientras me adentraba en aquella torre.

Lo que vi al entrar me sorprendio. Y gratamente ademas, he de decir. Jamás habria esperado todo ese clasicismo, toda esa suntuosidad, propias de los césares y emperadores. O mejor dicho, si, si que lo esperaba. Si todo aquello, como suponia, pertenecia a Viktor, no hubiera esperado otra cosa. Nada más habria estado a su altura.

Hice el amago de quitarme aquel abrigo de piel blanca, esperando que aquel gorila tuviera al menos la deferencia de ayudarme y llevárselo de alli. Desde luego, no pensaba estar toda la noche cargando con él, y mucho menos hacer cola delante de un guardarropa, como si fuera parte de esa chusma adolescente.

Fue entonces cuando lo vi, nada más mirar al frente de la sala, con los hombros descubiertos y el abrigo aun a medio quitar. Viktor estaba en aquel balcon, junto a otro hombre a quien no habia visto nunca.

Eres demasiado para mezclarte con esa chusma... -me dije, mientras mi mirada se clavaba en la de el, dibujando una sonrisa en los labios. Sincera, auténtica. Una de esas que solo el habia sido capaz de arrancarme.

Y continue mirandolo, durante los segundos que duró su caminata hacia el lugar en el que yo estaba. No sé cuántos fueron; solo se que el tiempo pareció dilatarse, que, por un instante, todo parecia ralentizarse y aquel enorme jaleo se silenció en mis oidos.

Para cuando llegó, el segurata ya habia cogido mi abrigo; al menos para eso fue eficiente y aquel sensual vestido rojo quedó al descubierto ante sus ojos, los unicos para los que estaba dedicado aquella noche, a pesar de que el simple gesto de deshacerme del abrigo ya habia suscitado alguna mirada a mi alrededor.

-Viktor...  - susurré, sin desdibujar la sonrisa, y sin apartar la mirada- Gracias. Es un placer estar aqui, creeme. - añadi, sin caer en la mas absoluta falsedad por primera vez en mi vida. -Espero no haberte hecho esperar demasiado. - fue la cortesia en mi caso. Sabia que habia sido puntual, demasiado incluso, a juzgar por el comentario del segurata. Y, desde luego, no pude evitar que mi sonrisa se afilara al escuchar que aquello era, en gran parte, para mi- ¿Por mi? - pregunté, con cierta sorpresa, y un deje de orgullo en el rostro y en mi voz- ¿Entonces esta es otra de esas cosas que a saber cuanto tiempo llevas organizando a mi espaldas por un motivo que solo tu conoces, pero que estás seguro de que me encantará? - pregunté, con cierto humor, mirando un instante a mi alrededor, antes de agarrar aquel brazo que me ofrecia, con una sonrisa, y aquel porte elegante y unico que me acompañaba alla donde fuera.

Sonrei ante su cumplido, aprovechando la nueva proximidad para acercar mis labios a su oido, con una sonrisilla poco inocente- Tu también estás radiante. -le respondi, de nuevo sincera. La verdad es que nunca, jamás, en mi vida, habia visto un traje que quedara tan bien a alguien, tan perfectamente. Y rei brevemente, al escuchar la siguiente frase, una risa breve y melodiosa que no sobresalio del tono de voz que estabamos manteniendo- Creeme, no hay nada que desee más que estar aqui esta noche. - le respondi, con un nuevo susurro, asintiendo ante su propuesta.

-Supongo que te refieres al caballero que estaba contigo en la escalera, ¿me equivoco? - pregunté entonces. Deformacion profesional. O aquella mania mia de controlar la situacion, de saber quien me rodeaba, a que se dedicaba, que posicion ostentaba y como dirigirme a el. No, yo no era de las que metia la pata en un acto, o de las que no sabia cómo dirigirse a alguien, o que trato darle.

Yo tambien era observadora. Habia visto aquel gesto de Viktor en la escalera, aquel comentario del hombre en su oido, cuando Viktor habia posado su mirada en mi. Aquella negacion de Viktor, seguida de aquellas dos afectuosas palmadas en el hombro a aquel desconocido. Estaba segura de que sí, aquel tipo gozaba de su confianza. Ahora necesitaba saber hasta qué punto y si tambien gozaba de algun tipo de influencia, como Viktor, en la ciudad. 

-Por cierto, un lugar fascinante, lo reconozco. - añadi, mientras recorria con el aquella sala que poco a poco se iba llenando de gente, con aquel gesto altivo, orgullosa, por primera vez en mi vida, de ir del brazo de un hombre.

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02/07/2014, 01:05
Alice Richardson
Sólo para el director

Ya estaba dentro, y ahora tenia que cumplir con mi objetivo, encontrar aquel engreído de Dimitri y darle con la invitación en la cara, y por el camino podía tomarme una copa quizás.

Suspire observando a la gente y comencé a caminar con tranquilidad, buscando algún camarero con bandeja o alguna barra en la que poder coger algo de beber mientras buscaba, pues ya tendría narices de hacer todo el jueguito de las notas y el hotel, ademas de tener la desfachatez de dejarmela después en el buzón de mi casa y no venir después.

Una parte de mi se dio cuenta de que se sentía cómoda allí dentro cosa que era extraña, normalmente solo me sentía cómoda en mi casa, pero en aquel lugar me sentía... ¿Segura? No se si esa era la palabra, pero era lo que mas se acercaba y no entendía muy bien porque, tenia claro que no encontraría ningún conocido allí dentro.

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02/07/2014, 16:45
Cristine Stark
Sólo para el director

Cristine iba a empezar a sacar la invitación cuando el gorila de la puerta cambió su actitud por otra mucho más amable y civilizada y la acompañó hacia el interior, aquello fue del todo extraordinario y le pilló tan de sorpresa que simplemente no supo ni que decir ni que hacer, tan sólo dejarse acompañar para ver de que iba todo aquello.

 Pero las sorpresas no terminaban allí, cuando la señorita Stark entró en el recibidor no pudo evitar mirar a su alrededor con una ligera mueca de extrañeza, jamás hubiera pensado que existiera un edificio como aquel, por fuera parecía el culmen de la manufactura más vanguardista pero por dentro era como retroceder a un estilo mucho más clásico y añejo pero no por ello menos impresionante.

Entonces la atención de la joven volvió a centrarse en otro objetivo, el grupo de personas que se encontraban allí no revestían de mayor importancia, pero Ian... el misterioso Ian con su mera presencia logró hacer que sus ojos lo enfocaran con atención. Para la inquisitiva mirada de la bibliotecaria ninguno de los gestos le pasó desapercibido y se preguntó como es que ella, precisamente ella, una triste trabajadora pública, había llamado la atención de una persona como aquel anciano, que con todo lo friki que le parecía, de lo que no cabía duda era de que se trataba de alguien influyente.

- Buenas noches Sir Ian...- saludó cuando el portero se hubo marchado y se encontró con la compañía de Ian- veo que se ha decidido a llamarme por mi nombre de pila- apuntó Cristine con una ligera sonrisa mientras apoyaba su mano en el brazo ofrecido por Ian y se cogía ligeramente la falda para no tropezar con los escalones- He estado a punto de no venir, tengo que reconocerlo, en todo esto tiempo no he vuelto a verlo y pensé que me había convertido en un objeto de broma- no pudo evitar reprenderlo mientras se dejaba guiar por el anciano hacia aquel lugar más tranquilo para hablar... por supuesto que debían hablar y mucho...

De camino hacia donde fuere que la conducía el caballero, Cristine volvió a mirar al hombre que había estado junto a Ian, le sonaba aquella cara, arrugó el ceño tratando de recordar. Entonces tras unos segundos de reflexión comentó en voz baja.

- Se parece a Brad Pitt...

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02/07/2014, 16:52
Patrick Dempsey
Sólo para el director

Estaba perdido, muy perdido, sin saber muy bien qué hacer o cómo actuar. La única pista que me quedaba era aquella extraña invitación así que sólo me quedaba una opción: asistir a aquella fiesta e intentar averiguar qué estaba pasando. Me estaba empezando a obsesionar con averiguar la de verdad con todo aquello y la verdad... empezaba a temer por mi integridad mental. A este paso voy a terminar como una puta cabra. Aunque... también puede ser que yo sea el cuerdo y el resto esté loco... uhmmm.

Me vestí con un elegante esmoquin de corte clásico que llevaba con ganas de estrenar desde hacía tiempo y me dirigí hacia la dirección acordada, dándole vueltas a todo lo que me había sucedido en apenas dos semanas. 

Tienes que mantener la calma... te estás obsesionando y eso no es bueno. Averigua qué hacía esta invitación en tu chaqueta e intenta recuperar el control de la situación y de tu vida. Poco a poco...

Iba a averiguar que estaba pasando, averiguaría quien había sido el que me había drogado y el que había destrozado mi negocio. Y le haría pagar las consecuencias con sangre, sudor y lágrimas.
 

Notas de juego

no señalé a nadie porque no sabía si querías que fuera en privado... tu dirás. 

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02/07/2014, 20:06
Omicron
Sólo para el director

Tras pagar al taxista, me acerqué al gentío que se amontonaba frente a la puerta de aquel rascacielos que parecía haber resucitado de un letargo. El carácter variopinto de aquella concentración de gente hizo que cuando me integré en ella para acceder al edificio con mi invitación intentase captar alguna conversación de pasada para ver si conseguía alguna pieza que encajar en este rompecabezas que me estaba chupando la vida.

Cuando me hallé satisfecho traté de acceder al edificio, siendo lo más invisible posible a todos excepto al hombre que debía darme acceso a la estructura y por ende a la fiesta.

Notas de juego

siento haber tardado tanto para tan poco, pero con mi traslado a madrid me ha sido imposible prestarle la atencion que se merece a la partida, pero ya voy a full ^^

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04/07/2014, 00:15
Rick Anderson

Curiosamente, tuviste que esperar menos de lo que habrias esperado. La cola fluia con bastante rapidez y, tan solo un par de veces, aquel tipo que habia en la puerta habia tenido que indicar a un par de espabilados dónde estaba la salida para los que no tenian aquella tarjeta.

- Invitación. - Dijo el enorme hombre. Era un hombre alto, de gran musculatura y fuertes brazos. Tenía cara de pocos amigos, y permanecía cruzado de brazos, girando únicamente la cabeza hacia ti, mirandote fijamente a traves de sus gafas de sol. Y las llevaba a pesar de ser de noche, y aun así tienes claro que estaba mirandote.

Te sorprendio por un lado lo mecánico de sus gestos, de su tono.

Podías ver ahora, desde ese punto de vista, lo bello, caro, lujoso y perfecto del interior del edificio. Sin duda, un lugar único.

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04/07/2014, 00:39
El Libro de Nod

42. 42 escalones exactamente era lo que te separaban de aquellos dos tipos con pinta de manejar el cotarro que habias visto. Sólo 42. Y, sin embargo, en cuanto comenzaste a subir aquella escalera pudiste ver como se producía un cambio en la actitud de aquellos dos hombres, que ni siquiera habian gastado un segundo de sus vidas en desviar la mirada hacia tí.

El primero en reaccionar fue el más joven. De repente, mientras miraba hacia la puerta, algo se activó en él, algo capaz de provocar una ligera sonrisa en sus labios. Intercambio un par de palabras y un par de palmadas con el más anciano, y ambos miraron hacia la entrada de aquel lugar.  Entonces, te quedo más que claro cuál era el objeto de la mirada del hombre: una despampanante joven rubia con pintas de ricachona, con un espectacular vestido rojo, a juego con su lapiz de labios, y un abrigo de piel blanco, que en ese momento se estaba encargando de retirar el Segurata de la puerta.

El hombre se dirigio hacia ella, bajando por la otra parte de la escalera, aquella en la que no estabas tu. Como si, sencillamente, no estuvieras ahi.

El otro hombre, el mayor, tambien hizo lo propio algunos segundos despues, cuando una joven morena que, como minimo, podia ser su hija, y que llevaba un elegante vestido verde con una vertiginosa raja a un lado aparecio en la sala. Tras intercambiar una mirada con ella, abandono tambien su posicion en aquel balcon, acudiendo al encuentro de la chica, perdiendose con ella, como hiciera el otro hombre, entre la multitud.

En cuestion de segundos, tu objetivo de habia esfumado.
 

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04/07/2014, 12:51
Arthur McLaurens
Sólo para el director

La repentina desaparición de su objetivo no le provocó más que una irónica sonrisa de conformidad. La noche es joven. Pensó en honor a la rubia vestida de escarlata, que sin ningún motivo aparente le recordó a Claire a quien, por otra parte llevaba días sin llamar y, siendo final de año seguro le había dado por muerto o estaba en camino de San Francisco para aleccionarle al respeto.

 42, 42 escalones se habían interpuesto en su destino, pero no pensaba dar la vuelta, si algo había aprendido los últimos años era a aprovechar las oportunidades, y ahora mismo le habían cedido el palco, qué menos que aprovecharlo.

Fue directo hasta el punto exacto, o el punto que él creía ser el punto exacto, donde su presunto anfitrión había apoyado las manos y adoptó su misma posición.

Desde esa altura tenía una agradable vista, no únicamente por el buen ángulo que ofrecía  respecto de algunos escotes, sino por el gran control que permitía ejercer sobre todos los presentes. Esa posición le permitía cotillear y observar cómo se desenvolvían esos estirados en sociedad sin parecer un entrometido, esa posición le legitimaba como el mayor de los engreídos.

A pesar de sus intenciones son pudo evitar echar de nuevo un ojo a la infraestructura del lugar, aquel lugar era magnifico, comprobó la rigidez de la barandilla, las piedras parecían bien sujetas y el dibujo de los barrotes permitían tensar finos cables fin erosionarla demasiado y sin que dichos cables sufrieran roces peligrosos.

¡Joder! Hasta podría montar uno de levitaciones. Empezó a maquinar antes de que Mat Martin volviera a instalarse en su cabeza “No babees tanto capullin, no has traído los trastos, tampoco tienes el tiempo de prepararlo, ni la exper…”

Arthur entornó los ojos expulsando de su mente esas ideas y volvió a centrarse en el joven anfitrión y su interés en esa mujer, quizás podría observar algo que le fuera de utilidad para cuando se dignara a presentarse.

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05/07/2014, 01:52
Dex

Cruzas la mirada con aquellos dos hombres que parecen controlar desde su posición, quien entra en su morada y hogar. Apartas la mirada, durante unos segundos, y cuando vuelves a mirarlos, descubres que siguen allí, observándote en silencio, como si estuvieran evaluando algo. De reojo, puedes ver como Dex también los está mirando, sin decir nada.

Aquellos dos hombres, en lo alto, miraron a Dex un solo segundo, y luego volvieron a clavar sus ojos en ti. Te llamó la atención de que, sin decir nada, sin gesto, sin nada, ambos parecieran moverse de forma sincronizada, algo extraño y fascinante a partes iguales.

Fue entonces cuando Dex, que parecía esperar algo, te miró de reojo. Aun no te dio tiempo a devolverle la mirada, cuando viste que los ojos de aquellos dos hombres se desviaron desde tu persona, hasta la puerta. Algo había captado su atención.

A tu espalda, acababa de entrar una mujer rubia, alta y de porte elegante. Estaba acompañada por uno de aquellos seguratas que habías visto en la puerta. Cuando fuiste consciente una vez más de lo que estaban haciendo aquellos dos, viste que él más joven le susurró algo al otro. Pero el otro no contestó, y simplemente se hizo a un lado, mientras el joven retrocedía y se perdía por alguna escalera que debía estar detrás de él, pero que desde tu posición no podías ver.

Aquel lugar, aquella recepción comenzó a llenarse lentamente. Pero el tiempo volvió a su curso normal, cuando sentiste la mano de Dex recorrer tu cuello, en una suave caricia. Cuando lo miraste, pudiste ver que volvías a tener toda su atención, con una pequeña sonrisa.

- Les has gustado, mi pequeña. - Te anunció, sin borrar aquella sonrisa. - Y eso quiere decir que ya nada podrá separarte de mi... - Acabó por decir, apartando la mano de tu cuello, rozando el dorso de su mano con tu piel, recorriendo el cuello a la mandíbula, y de esta hasta el mentón. Todo acabó con una suave caricia que podría arrancarle un escalofrío al más entero. 

- ¿Te gustaría que fuéramos a un lugar más tranquilo? -

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05/07/2014, 02:50
Thomas Wilson

Cruzas la mirada con aquellos dos hombres que parecen controlar desde su posición, quien entra en su morada y hogar. Apartas la mirada, durante unos segundos, y cuando vuelves a mirarlos, descubres que siguen allí, observándote en silencio, como si estuvieran evaluando algo. De reojo, puedes ver como tu padre también los está mirando, sin decir nada.

Aquellos dos hombres, en lo alto, miraron a tu padre un solo segundo, y luego volvieron a clavar sus ojos en ti. Te llamó la atención de que, sin decir nada, sin gesto, sin nada, ambos parecieran moverse de forma sincronizada, algo extraño y fascinante a partes iguales.

Fue entonces cuando Thomas, que parecía esperar algo, te miró de reojo. Aun no te dio tiempo a devolverle la mirada, cuando viste que los ojos de aquellos dos hombres se desviaron desde tu persona, hasta la puerta. Algo había captado su atención.

A tu espalda, acababa de entrar una mujer rubia, alta y de porte elegante. Estaba acompañada por uno de aquellos seguratas que habías visto en la puerta. Cuando fuiste consciente una vez más de lo que estaban haciendo aquellos dos, viste que él más joven le susurró algo al otro. Pero el otro no contestó, y simplemente se hizo a un lado, mientras el joven retrocedía y se perdía por alguna escalera que debía estar detrás de él, pero que desde tu posición no podías ver.

El lugar comenzaba a llenarse de gente, aquellos grupos comenzaron a crecer, a la par que crecía aquel rumor que resonaba en las paredes y ahogaba el silencio rápidamente. - No estamos aquí por lo que ellos busquen, sino por lo que nosotros buscamos. - Contestó, acabando por mirar al anciano que aun estaba allí, cual ave rapaz, observándoos.

- ¿Y cuál de todas estas personas crees que podría tener una interesante conversación? - Te acabó por preguntar. - El tipo del casco. El gorila que no nos quitó ojo desde que entramos. El guardaespaldas de la Fallecida Señora Quarian. La rubia que acaba de entrar. O quizás...  nuevos objetivos que no se hayan quedado en la recepción a hablar? - Te miró, para luego lanzar una fugaz mirada a una de las escaleras laterales del lugar.

Y en aquel momento, aquel hombre que habías visto desaparecer en cuanto entró la mujer rubia, apareció por una de las escaleras que daban a la recepción.

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05/07/2014, 03:40
Magdalena Montero

           Ellos fijaron sus vista en mí. Ambos. Me sentí congelada por un momento mientras sus ojos se cruzaban con los míos. Sin embargo no noté un gesto específico.

           Dex los mira, ellos lo miran, luego sus pupilas se vuelven a enfocar en mí. Suelo estar acostumbrada a ser el centro de atención, ¡vamos que me dedico a eso!, pero en ese instante me sentí tan distinta. Era como cuando ibas a dar un examen, en el colegio, y el docente sólo con sus ojos ya estaba sacando conclusiones sobre ti.

            Entonces su atención recayó en alguien más. Busqué a la persona y era una chica rubia. Ellos ahora estaban “¿evalúandola? No comprendo. ¿Qué buscan precisamente? No parecen productores, aunque… sí semejan tener dinero, y poder.” Miré a la chica yo también, vi que ellos se susurraron algo: el más joven le dijo algo al oído al otro. Desparecieron por las escaleras.

            “Hay algo en cómo se mueven que no es total…. Wwwwwwwooooooooow” corté mi pensamiento en seco cuando sentí sus dedos acariciar mi cuello. Lo miré. Sus pozos azules parecían estar felices.

            Les has gustado, mi pequeña.  Y eso quiere decir que ya nada podrá separarte de mí.

           Tenía una sonrisa que me dejaba sin aire. Entonces retomó su caricia. Tuve que apretar mis rodillas porque me sentía acariciada en lo más íntimo aunque solamente trazaba una línea desde mi cuello a mi mandíbula. Presioné los labios en una sonrisa aunque estaba explotando con su roce. En un momento me los mordí, presa de mi excitación. Estaba rogando que se detenga... y a la vez que no.

           “Control, control, control………!!!!!” Me costó no gemir, era ridículo, por Dios. Pero en parte agradecí cuando se detuvo. No iba a ser “aprobada” si me ponía a hacer ruidos íntimos en medio de una fiesta. Al momento dijo algo que sonaba demasiado bueno para ser verdad. Ir a un lugar más íntimo.

           “Aaahhhhhhhhhhh………… santo-cielo-de-mi-corazón!!!” Apreté de nuevo las rodillas. Me sentía una niña adolescente que se enamora por primera vez. Era tan intenso que no podía hacer nada para resistirme.

             -Claro… yo… sí.

          “Claro, yo sí, digo… y estoy nominada a varios premios por actuación… Dios. Otra vez siento esa cosa, como cuando apareció por primera vez…” Eso que sentí en la cocina cuando él entró, eso cuando lo vi en la puerta, eso que me atraía con una intensidad desconocida. Ya era suya, ¿qué sentido tenía hacerme la difícil? Mi cuerpo respondía a cada cosa que él hacía.

            “Estoy perdida… y me gusta…”

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05/07/2014, 04:03
Logan Wilson
Sólo para el director

Notoriamente la conducta de esos hombres era particular, moverse de esa forma despertaba completamente la curiosidad de Logan ¿Que los lleva a hacer eso? De repente dejo de verlos como personas, y comenzó a considerarlos potenciales objetos de estudio con facultades mentales interesantes.Ellos también lo observaban a el, a el y a su padre, pero por alguna razón prestaban mucha mas atención a su persona que a su padre.Pensó rápidamente, que era por que quizá no lo habían visto antes, y sus miradas evaluadoras parecían ponerlo a prueba.En cambio, era probable que ya conocieran a su padre, y una pintura que no has visto antes llama mucho mas la atención que una que ya has visto repetidas veces.

Los hombres se movieron ante la llegada de una mujer rubia.Claro que, el también se tomo el tiempo de analizar a aquella persona de arriba a abajo con la mirada, buscando cualquier detalle interesante que pudiera notar con su mirada analítica.También se mantenía al tanto de el comportamiento de su padre "Lo que buscamos..." Sonrió ante las preguntas de su padre, sin contestar -Dejame conservar la posicion de observador un poco mas, pero ya que pareces conocer o saber algo de estas personas ¿Por que no me cuentas? ¿Y que es exactamente lo que buscamos aqui? Sea lo que sea, sabes que si estoy bien informado estaré mejor preparado, y hasta el momento siento que estas ocultando algo.-

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07/07/2014, 00:01
Erika Ilieva

A punto estuve de decirle que, en más de una ocasión, me había planteado no acudir a la fiesta, pero quizás ahora no era el momento para ello. No me pasó desapercibida la deferencia que aquel tipo con pinta de matón, el que recogía las invitaciones, trataba a Reuben y su hermana, lo que me hizo comprender que debían ser bastante importantes. Aunque también me di cuenta que ni siquiera les dirigió una mirada. Todo me resultaba tan extraño...

Me quedé con la boca abierta, aguantando la respiración, al entrar en el edificio. Era increíble, sorprendente, nunca antes había estado en un sitio parecido, era como entrar en un mundo completamente distinto al que, hacía sólo un segundo, habíamos dejado en el exterior. No dejaba de admirar los techos con sus exquisitas pinturas, las columnas bellamente labradas, el mármol y las maderas nobles,... Y lo más extraño de todo era que, a pesar de no haber ni una sola ventana, el aire en el interior no estaba cargado, con toda probabilidad el sistema de ventilación debía ser increíble y, como todo allí, carísimo.

Por raro que pareciera me sentía a gusto ya que, al contrario de lo que había pensado al ver tanta gente arremolinada en el exterior, dentro apenas se veían pequeños grupos muy repartidos por las diferentes salas. Desde luego el edificio tenía que ser enorme.

Mientras observaba todos los detalles, principalmente de la decoración y de la impresionante escalera, mis ojos se posaron en dos hombres que, apoyados en la balaustrada, contemplaban a la gente que iba entrando y, a pesar de mi descaro al mirarlos, ellos ni siquiera parecieron inmutarse, tal vez no estaban mirando para mí aunque, en mi interior, algo me decía que ninguno de los presentes quedábamos libres de su escrutinio. Fue en ese momento cuando fui consciente de que Reuben me estaba hablando.

- Tiene que ser un hombre muy rico y poderoso ¿verdad? Pero... Sigo sin saber el motivo de la invitación, ¿por qué nosotros?

Sabía que Reuben seguiría sin contestar a la pregunta que llevaba días haciéndome, así que, intentando sonreír, dejé de observar a los dos hombres, en especial al más joven, para centrarme de nuevo en mi acompañante.

- El lugar es increíble, enorme, no creo que podamos ver todas las salas si nos queremos divertir. Pero... parece un museo.

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07/07/2014, 01:58
Sacha Kenver

Tras entrar se me pasó la curiosidad por la deferencia que mostraba el segurata de la puerta, sustituida por la impresión de la magnificencia del edificio.

Era impresionante, con una decoración que sin duda costaría más de lo que yo podía soñar con ganar en toda mi vida. Sin embargo ahí estaba yo, que la verdad es que no pegaba ni con cola en un lugar así. Si tan importantes eran Reuben y Rachel ¿qué les hizo pasarse por ese garito de mierda en el que yo tocaba? La idea me pareció completamente absurda, pero hacía aumentar mi curiosidad.

Al alzar la mirada vi a dos hombres, de los cuales Rachel no tardó en darme referencias.

No comprendía del todo su comentario ya que, por muchas vueltas que le diera, no era capaz de entender que hacíamos Erika y yo allí.

-Primero debería ganarme las tuyas ¿no crees?- Pregunté a Rachel, de forma retórica, cuando terminó de indicarme quienes eran esos dos hombres. El mayor me parecía extraño, y el otro no me sonaba de nada, claro que yo no era nadie como para que me tuviese que sonar.

-Por cierto, y espero que no suene demasiado extraño ¿pero qué hago yo aquí? Si fuera Mick Jagger aún lo entendería, pero sólo soy un músico con poco éxito.- Me atreví a preguntar lo que me estaba carcomiendo la cabeza, sabía que si no lo hacía no pensaría en otra cosa durante toda la noche.

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07/07/2014, 12:47
April Jackson

Para seguridad seguridad habían puesto algunos gorilas. Seguramente habría algunos más por todo el edificio para evitar cualquier incidente. No recordaba haber estado en ningún sitio así pero eso lo había aprendido de haberlo visto en las películas de Hollywood. Tampoco tenía pensado dar ningún tipo de problema así que no iba a preocuparme por esos tíos enormes con malas pulgas.

Había supuesto que el lugar sería increíble y por supuesto no me había decepcionado. Si fuese en otras condiciones estaría encantada de estar en un lugar tan exclusivo como este pero no había venido a disfrutar. Lo único que quería era resolver el turbio asunto de estas últimas semanas. Aunque una parte de mi sospechaba que iba a tardar en encontrar las respuestas no quería relajarme. Avanzo por el edificio para poder ver que se cuece en esta torre.

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08/07/2014, 00:43
Jennifer McLauren

- Ay.... muchas gracias.... Si estoy tan guapa es por todo esto que me has comprado. Muchísimas gracias. - Acabó por susurrarte las dos últimas palabras, en el oído. Finalmente, acabó por guiñarte el ojo, y agarrándose de tu brazo. Te miró, y miró hacia la entrada, comenzando a caminar de tu brazo a paso lento, hacia la puerta.

- ¿Sabes? Tengo... curiosidad por saber que hay dentro... Dicen que siempre esta cerrada, y que nadie puede entrar... - Comentó, deteniéndose delante del Gorila cuando este salió a vuestro encuentro, dando el alto con un gesto de la mano.

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08/07/2014, 00:52
Austin Russell

Viste claramente cómo la mujer sonreía al hombre, arrebatadora y perfecta. Sí, no habia duda, aquella mujer debia pertenecer a la clase alta, igual que aquel al que habías identificado como el anfitrión. Intercambiaron algunas palabras al oido del otro, en un claro ejercicio de tonteo y, pocos segundos después, la mujer agarró del brazo a aquel tipo y comenzaron a caminar.

Sin embargo, no llegaste a ver su destino. De repente, notaste una mano en tu hombro, una mano contundente que tiró de ti ligeramente hacia atrás.

-Eh, tio, No puedes estar aqui. -aquel tipo pronuncio aquellas palabras con una extraordinaria lentitud, más propia de alguien con cierto retraso mental y que quizás ha consumido drogas durante demasiado tiempo. No, desde luego no parecia demasiado agil mentalmente, pero lo que sí tenia era músculo. Y envergadura. De hecho, mirándolo bien, casi podrias haber dicho que era dos veces tu... incluso puede que algo más. - Venga, va. Baja de aqui. Si el jefe te ve aqui se cabreará mucho. -dijo, con un razonamiento propio de un niño de seis años, pero con la misma claridad y sinceridad que tendría este.

Y entonces, de repente, cuando se disponia a bajar contigo de alli, por las buenas o por las malas, se detuvo, con la mano aun en tu hombro, mirandote con la primera expresion lejanamente astuta que viste en aquel hombre y que puede que no volvieras a ver nunca mas.

-Eh, espera... Tu eres el tipo ese que hace magia, ¿no? Te he visto actuar. Mola mucho lo que haces, tio. -dijo, con la misma exasperante lentitud, dibujando una sonrisa bobalicona en los labios- Ven, va, que te invito a algo. - añadio, mucho mas amable, con aquel deje de ilusion en el rostro propio de alguien que acaba de conocer a una estrella de cine, o a algun famoso, mientras, sin darte apenas cuenta, ya estabas bajando con él de aquella escalera.