Partida Rol por web

Asesinato en Puerta de Baldur

Aventura | 3. La propuesta ducal

Cargando editor
26/01/2017, 16:55
Rotryn

Repentinamente aparece un niño (o algo asi) que, descalzo como se ve, mas parece que viene de una gresca con sus compañeros de 9 años, en esta ciudad de caos.

Rotryn en un principio no le dió una segunda mirada, pero al ver el desplante con el cual este se presentaba, enarqueó la misma ceja que Zhork.

Lo oyó presentarse y una sonrisa se torció en sus labios... UN MEDIANO!

Pues claro, como el mítico Melvin el pirata, el mediano que se decía les había ganado su barco espectral a un grupo de Githyankis!

Mmm, estos medianos aparecen en los lugares mas infrecuentes - pensó el tiflino.

Aunque la aparecida lo tomó un poco de improviso, el tiflino hizo una disque reverencia sutil y comentó:

"Ehm...bienvenido, supongo... señor CuernosAltos, que lo trae por puerta de Baldur?".

Su carácter gentil rápidamente desapareció cuando recordó en la misión en la que andaban...

"Cierto, mis disculpas, mi nombre es Rotryn, de los mares occidentales, pero creo después tendremos mas tiempos para conversar una cerveza y una historia..."

Luego se dió vuelta hacia Caedwyr y le dice:

"Bueno bueno, creo que hablaremos efectivamente bien de Jacen Kallar" - le guiña un ojo al segundo.

"...pero creo que estamos armando un alboroto, mejor vamos a un lugar mas tranquilo".

Cargando editor
26/01/2017, 20:00
Ciudad Alta, día

¡En que otro lugar os podríais reencontrar, Rees y Caedwyr, si no en la gran Puerta de Baldur, el nudo de todos los caminos de la Costa!

Mientras Rees se une al cuarteto, el cabo Kallar se despide escuetamente y se dirige hacia su otro guardia. Pronto, ambos han desaparecido de la escena. También el hombre al que tirasteis al suelo se aleja, acompañado por un par de personas. Sólo el dueño de la peluca permanece -mucho menos gallito ahora que la Guardia ya no está-. Parece dudar entre volver a exigiros su posesión o largarse. La orden de Caedwyr disipa esa duda. El tráfico normal de la calle hace que charléis pegados a un pilar de un soportal.

Aishël parece tan fastidiada por el desenlace de la persecución como el enano. No saluda al recién llegado.

Aishël —saluda lacónicamente al mediano, sin perder más tiempo—. Debemos largarnos —gruñe disgustada, mientras el enano desgrana toda su descendencia y el tiflino («¡Rotryn de los Mares Occidentales!») se presentaba—. A la posada, o a donde queráis, pero aquí no pintamos nada.

Ehm... —oís decir una voz a vuestras espaldas—. ¿Pueden devolverme ya mi peluca...? Les agradezco que... Creí que ya no la encontraría... ejem...

Es el patricio, obviamente: no parece que esté mintiendo. Por lo demás, falta aún un rato para que lleguen las cosas que le pedisteis a Escudoargénteo.

Notas de juego

Si quisierais ir a la posada, os adelanto que no pasaría nada de camino: si queréis conversar y no tenéis más que hacer en la calle, podríais seguir la conversación ya allí. Si quisierais, eh.

Cargando editor
29/01/2017, 22:16
Zhork

Parecía que el mediano no quería presentarse, pero bueno... después de todo ya había escuchado su nombre de boca del clérigo, así que no necesitaba más.

Ress Cuernoalto. Hum... curioso apellido.

En cuanto a qué hacer en la plaza... por una vez estaba de acuerdo con Aishël.

—Sí, vayámonos de aquí — dije aún ligeramente malhumorado —. Y, ¡por los dioses!, olvidémonos de esa dichosa peluca y de toda esta persecución infame.

Lo peor era no entender nada... Había gato encerrado, sin duda... pero ya no podíamos hacer nada y eso me hacía sentir realmente impotente. Por mucho que dijera, y quisiera, olvidarme de esto, sabía que no iba a ser capaz al menos durante unos cuantos días.

Cargando editor
30/01/2017, 16:33
Caedwyr

Me quedo mirando fijamente al patricio. Sopeso la estrujada mata de pelo que sostengo en la mano y se la doy, como haciéndole un favor.

—Está bien, caballero. Pero de ahora en adelante, vigile mejor su coronilla. ¡Tenga un buen día y que la Luz guíe su camino!

Había pensado en interrogarle, por si podía darnos algún detalle, pero no creo que sea de ayuda y además ya henos perdido demasiado tiempo.

—Pues regresemos a la posada. Allí seguiremos ultimando detalles y recogeremos el equipo —señalo a Rees—. Y creo que, al menos por ahora, Jess puede venir con nosotros. Confío en él y sus habilidades nos podrían ser útiles...¡que digo, utilísimas!. Aunque habrá que dar parte de su presencia a nuestro eh, ejem,...«patrón». 

Miro directamente a Jess Cuernoalto.

—¿Que te parece? Si mis camaradas te aceptan —señalo a los demás—, ¿estás dispuesto a alcanzar fama y radiante gloria en nuestra compañía, o tal vez a hundirte en las más miserables cloacas del fracaso más absoluto?

Hum, quizá un poco dramático de más.

 

Cargando editor
31/01/2017, 10:10
[X] Rees

Rees alzó el puño de manera cómica y aceptó la proposición.

- ¡ Por la gloria de Torm ! - dijo irónicamente para picar - Claro que acepto, por la fama y la gloria, siempre está dispuesto un mediano. Lo de las cloacas.. ya lo hablaremos - y se rió, en su semblante risueño.

Luego miró al resto del grupo, cuando había aparecido no tenia claro quien era parte del grupo y quien formaba parte del jaleo, pero ahora que se había diluido todo quedaba mas claro.

- Saludos camaradas. Rees Cuernoalto, un placer conocerles! Y ahora dirijámonos a conocer al patrón y en la posada me contáis de que va todo esto.

Cargando editor
01/02/2017, 02:01
Ciudad Alta, día

En cuanto devolvéis la peluca a quien afirma ser su propietario, éste se larga: visto vuestro aspecto intimidante y que podéis despachar incluso a la Guardia, quizás ha decidido que recuperar la peluca y conservar el pellejo es una salida plenamente satisfactoria. De este modo, los cinco os largáis de allí. En vuestro camino -Rees se deja conducir-, salís sin problemas de la calle en la que estáis, la de la Puerta Vieja, lo que os deja en la plaza de la Gran Casa. La plaza está llena de gente, incluidos un grupito de frailes vestidos de amarillo a los que veis, a lo lejos, predicando sobre su dios.

Al poco, llegáis una elegante posada en los márgenes de la plaza. Es El Yelmo y la Capa, como señala un cartel. En el interior, un hombre os saluda con acento de Cormyr y pregunta qué ha pasado para que salierais disparados. Menos Rees, todos le conocéis: ¡es Vendren, el propietario! ¿Quién si no? Vendren también se presenta ante Rees con la cortesía propia de un posadero de categoría y os informa también de que tengáis cuidado: «El pasillo -dice señalando una puerta en el recibidor- aún está húmedo».

Halesta espega una disculpa de ustedes —os confiesa con seriedad, mirando al enano, al brujo y a la elfa.

Al margen de lo que le contestáis, tiene algo para Caedwyr, Aishël y Zhork: las tres llaves que no cogisteis al marcharos. Todos menos Rees sabéis que si siguieseis por el pasillo que Vendren ha señalado llegaríais al salón de La Capa. Lo que no sabéis ni siquiera los cuatro que ya habéis estado aquí es que no os encontraríais a Halesta inmediatamente, pues está haciendo ciertas tareas por el edificio. Aparecería al cabo de un rato. Mientras tanto, Vendren os serviría sin problema lo que le pidierais. Por lo demás, encontraríais que la taberna esta vacía ahora mismo.

Notas de juego

Vosotros decidís si vais al salón o a alguna de vuestras habitaciones. En cualquier caso, podéis hablar cuanto os apetezca -mucho, poco, resumirlo todo en una elipsis- y sobre lo que os apetezca -explicarle a Rees algo o hacer planes, p. e.-. Si habláis durante varias rondas de escritura, yo escribiré en mi turno para describir brevemente el ambiente o resolver lo que sea, si es que hacéis algo que lo requiera -hablar con un PNJ, p. e.-. Cuando decidáis que habéis hablado suficiente, me lo indicáis y hacemos avance rápido hasta el momento en el que llegan vuestro equipo y os dejo listos para seguir hacia donde queráis.

Cargando editor
01/02/2017, 02:06
Ciudad Alta, día

La plaza que cruzas antes de llegar a la posada es la de la Gran Casa, llamada así por el edificio que la domina: la Gran Casa de las Maravillas, templo de Gond. Mientras cruzáis la plaza, llena de gente que entra y sale del templo cargada con herramientas y planos enrollados -algo no tan sorprende siendo Gond dios de la invención y del trabajo-, contemplas este vasto y magnífico edificio, tan grande y ostentoso como cualquier templo que hayas visto nunca, o más.

En cuanto a El Yelmo y la Capa, se trata de una posada de varios pisos y fachada acorde al resto de la plaza. Su nombre sin duda se debe al colosal yelmo de acero que se ve encastrado en la pared sobre la puerta, tan grande que hace de tejadillo para la misma -por el lado de fuera- y su parte trasera es visible en el recibidor -desde dentro-. Se nota que es un lugar para gente de privilegio, no para pelanas como tú... o como tus compañeros. A su derecha se abre la calle del Conjuro del Viento.

El recibidor es antiguo pero decente, construido en buenos materiales y estupendamente mantenido. Una escaleras suben a -supuestamente- las habitaciones. Una puerta da acceso a lo que parece una cómoda y tranquila sala común, donde descansar. No hay indicios de un comedor o unas cocinas, pero hay un par de puertas más, una de ellas detrás del mostrador. Vendren, por su parte, es grandullón, con el pelo moreno canoso y una espesa barba rizada. Su cara es plebeya -nariz rota, piel curtida- y viste con sobriedad, pero las ropas son de calidad.

En cuanto a La Capa, que en estos momentos aún no conoces, es una taberna no muy grande -un amplio salón, más que nada-, limpia, ordenada y refinada, en un estilo clásico, pero también cálida, confortable y acogedora. Una capa bordada cuelga sobre la puerta, al otro lado de la estancia, y recuerdos de viajes -banderolas, escudos, espadas, prendas- decoran las paredes. El residuo de un olor a estofado aún flota en el aire, ya apenas perceptible. Ahora mismo, el único sonido allí es el del ajetreo de las calles, que llega atenuado por las ventanas.

Notas de juego

Encontrarás más información sobre la Gran Casa en la escena de ambientación.

Cargando editor
01/02/2017, 21:28
[X] Rees

Era difícil no haber pasado por delante de la Gran Casa, y Rees lo había hecho varias veces durante sus andaduras por la ciudad. ¡Que increíble edificio! Tenía que reprimir su curiosidad nata de entrar ahí y poder admirar las maravillas que habría su interior, pero sabía que no podía entrar.

Rees seguía a sus nuevos compañeros, manteniendo una charla distendida pero sin demasiada profundidad. Sabía que en esa ciudad había muchos oídos curiosos - muchas veces había trabajado con ellos - y prefería tratar cualquier asunto en privado.

Sentía interés por aquella elfa misteriosa - ¿sería una elfa oscura? -, el demonio - ¿desde cuando a la gente le parecía normal cruzarse con uno por la calle?, y el enano. Menudos compañeros se había buscado el bueno de Caedwyr.

Al llegar a la posada, espero su turno para hablar. Tenía sed y le apetecía tomar algo.

- Posadero, pongame un Negro Amargo... No mejor no, muy fuerte para estas horas. ¿Tiene algún vino de Thethyr? Nah.. dejelo. Pongame una buena Cerveza de las Arenas Doradas, seguro que tiene ¿eh? ¡ Gracias ! - dijo, sin dejar hablar al hombre.

- Bueno Caedwyr.. y los demás. Explicadme que estamos buscando? ¿De qué iba todo eso de la peluca? Vamos.. vamos, ahora tengo tiempo para vosotros. Dejad que el bueno de Rees Cuernoalto os ayude.

Cargando editor
02/02/2017, 07:51
Rotryn

Rotryn siguiò todo el tiempo de vuelta a la posada un poco más atrás que los demas.

Miraba al mediano con una mezcla de asombro y de seriedad.

Hacía demasiado tiempo que no se encontraba con alguien tan ..."espontáneo, alegre y natural". Por un segundo se recordó de el mismo por alla, por las tierras dejadas atrás para siempre.

La melancolía anidó en su memoria mientras caminaba silencioso.

Al llegar a la posada, y luego de fijarse que nadie los oye, le explica la misión al que, al parecer es un amigo de confianza de Caedwyr.

Luego, con voz baja y cómplice, le dice al mediano: "Asi que ya sabes, hay que evitar hacer escándalo".

Acto seguido, se pone a discutir con los demás cual pueda ser el mejor objetivo para recabar información.

Notas de juego

 

Cargando editor
03/02/2017, 11:47
Caedwyr

 Ya en la posada, y ya que Rees quiere tomarse algo de beber, me siento en la mesa con él, pido también algo de vino y me dispongo a ponerle en antecedentes.

Bueno, amigo, lo cierto es que tenemos una misión por delante. Te lo resumiré:

>>hace unos días, en plena plaza del mercado, el Duque Abdel Adrian se ha visto afectado por algún tipo de maldición que lo ha transformado en un monstruo sanguinario. Ha sido terrible de ver, créeme, y más aun porque nosotros estábamos allí y nos vimos envueltos en la pelea por derrotar al Duque transformado y en unos misteriosos secuaces que parecían tener algo que ver con todo el asunto.

Bebo un trago y miro a mis compañeros, por si alguien quiere tomar la palabra.

>>Los derrotamos a todos, por supuesto —no puedo evitar que se me note el orgullo— pero por desgracia el Duque ha caído y eso ha causado una conmoción en la ciudad, y en mí persona, para qué negarlo. Después de eso, hemos sido contactados pooorrr….varias facciones que querían de nuestros servicios, sin duda al vernos tan eficientes en el combate de la plaza. Después de eso, pues bueno…*ejem ejjjemmm*… tras un estúpido malentendido en una de las puertas, hemos pasado unos días en los calabozos, hasta que un benefactor nos ha sacado y, pese a nuestro desliz en las puertas, ha requerido de nuestros servicios de nuevo.

Otro trago, tanto hablar me deja sediento. De nuevo espero a ver si alguien añade algo, pero termino.

>>El caso es que —aquí bajo la voz y casi le susurro a Rees— el mismísimo Torlin Escudioargénteo, ¡el duque en persona!, nos ha contratado para descubrir la presencia de agentes enemigos de la ciudad, personajes afectos a cultos siniestros o relacionados con la cofradía, cuya misión sea menoscabar el poder establecido en la ciudad. Cuando sepamos algo, tenemos que informarle…como le informaré también de tu presencia, ahora que te has unido a nosotros. Responderé por ti ante él, pues creo que serás de gran ayuda, y yo estoy dispuesto a todo por mi Ciudad.

Cargando editor
03/02/2017, 20:20
Zhork

Al llegar a la posada, y tras las palabras del posadero... asentí totalmente serio.

—Ni que lo diga, se merece una disculpa...

Habíamos formado un caos después de todo en la posada; y, sin embargo, nos volvían a atender de manera fenomenal. En otros sitios nos hubieran echado a patadas, o... simplemente cancelarían la reserva de habitaciones. Pero, por el contrario... ellos seguían ofreciéndonos su hospitalidad.

—¿Dónde está su mujer, buen hombre? — dije finalmente —. No pienso postergar más mi obligación.

Pensaba disculparme antes de nada, e incluso ayudarla en la tarea que estuviese haciendo. ¡Qué menos! Era un enano con honor después de todo... y eso que la tentación de quedarme a beber alcohol era bien alta. Pero...

No, no... el alcohol puede esperar, Zhork. Lo primero es lo primero... T.T

Cargando editor
04/02/2017, 18:01
[X] Rees

Al escuchar toda la historia, Rees cambió su semblante risueño por uno mas adusto.

- La verdad que me cuesta creer.. aunque algo había oído sobre éste asunto. Obviamente toda la ciudad habla de ello, pero no sabía hasta que punto era cierto - dijo, asombrado por las palabras de su compañero.

Se mesó la poco poblada barba y se quedo pensativo.

- Bien, pues podéis contar conmigo, todo sea para ayudar a ésta gran ciudad y por participar en la recompensa que os habrá prometido Torlin - dijo nombrándolo como si lo conociera de toda la vida.

- La cosa es.. tenemos alguna pista por dónde empezar a buscar los causantes de todo ésto? Esos secuaces.. decían o exclamaban algo? Improperios de algún dios o dirigente malvado?

Cargando editor
06/02/2017, 23:26
Ciudad Alta, día

Mientras Zhork busca a la posadera para pedirle disculpas, los demás os habéis sentado en una mesa del salón. En ella se acumulan ahora vuestras bebidas, ninguna de las cuales es una jarra de Arenas Doradas.

¿Aguenas Dogadas? ¿La segvesa calishite? —preguntó Vendren cuando se la pediste, Rees—. Pues… Me temo que no tenemos, señog, pego podemos conseguígsela paga otgo día... —Y pensó unos instantes, tras lo cual añadió:— ...o puede conseguigla ustet mismo, si tiene muchas ganas. ¿Conosen Pequenio Calimshan? —A todos os suena o lo conocéis: es el barrio calishita que hay en extramuros. Un lugar que no da la bienvenida a los foráneos.— Todas las manianas, dugante unas hogas, pegmiten el paso a los no-calishite, paga vendegles sus pgoductos. Hay un local aií… —Trató de hacer memoria.— Ahg... No guecuegdo el nombge, lo siento… Pego le tgaegué un vino de Tethyg que… Ia vegá: squisit!

Notas de juego

Como Zhork quiere disculparse con la mujer, vamos a excluirle por ahora de esta conversación. Cuando terminemos él y yo (no tardará), se une a vosotros.

Cargando editor
06/02/2017, 23:32
Aishël

Mientras Caedwyr da el parte, Aishël permanece callada, asintiendo de vez en cuando, apostillando en otros momentos y reaccionando en general. Ella, por ejemplo, mira a Caedwyr con extrañeza cuando este menciona el interés de «varias facciones» y arruga el hocico cuando se menciona al duque Torlin Escudoargénteo, mostrando que aquel hombre no le ha gustado. Además, enarca una ceja con sorpresa cuando el clérigo habla del «pequeño problema» que dijo tener en una de las puertas. La elfa también come mientras tanto, pues a parte de su bebida -vino, como los demás-, ha pedido fruta fresca.

No me suena que dijeran nada. Nada de nada —responde secamente a la pregunta de Rees—. Aunque apenas me fijé en ellos: yo me estaba ocupando del duque cuando se convirtió en aquella cosa —explica para el mediano—. Tuve que hacerlo, claro.

Cargando editor
07/02/2017, 00:07
Ciudad Alta, día

Tal y como te indica Vendren, Halesta está en cierta habitación de servicio de los pisos superiores escurriendo y tendiendo las sábanas recién lavadas. La criada a la que asustasteis la ayuda. Cuando llegas, la mujer madura indica a la criada que se ocupe de los paños de menor tamaño, sale contigo al pasillo y escucha tus disculpas y tus ofertas de ayuda.

¡Oh, no! ¡No, señog! No hase falta que nos aiude —exclama, espantada pero también divertida por tu oferta. Una mirada suya a tu aspecto te ayuda a entenderla: estás bastante sucio.— Pego asepto sus disculpas, y Kala también —añade sonriente, lanzando un vistazo a la habitación donde está la criada—. De hechio… —Piensa algo unos instantes.— Se lo contagué, pogque paguesen ustedes buena hente… Vegá: mi maguido y yo no siempre tuvimos esta posada. Nosotgos también nos pateamos los caminos —te explica con complicidad—. Nos ocupamos de algunos pielesvegdes, ¿entiende? —Sonríe con orgullo, mientras se pone con los brazos en jarras.— Y aún podguíamos haserlo... Sabemos bien que a veses uno tiene que reacsionar… ¡Aunque deba tigag algún cubo de agua susia por el camino! —añade, riendo y dándote una palmada en tu polvoriento hombro. Tiene fuerza.

Notas de juego

He hecho que no seas destinatario de los mensajes que los demás pongan mientras estás con esto. Si quieres añadir algo...

Cargando editor
09/02/2017, 09:56
Caedwyr

Durante un rato me concentro en Rees, para ponerle al día en la medida de lo posible. 

—Has de saber —le digo con tono conspirador—, que también hay un intermediario, un patricio llamado Imbralyn Skoond, que es el que nos ha introducido en este asunto. Está al servicio de Torlin, pero seguro que tiene sus propias ideas.

Bebo un poco y pienso en lo siguiente que decirle a nuestro nuevo compañero.

—Aquí parece que la tienen tomada con la Cofradía, dan por hecho que están detrás de todo y por tanto quieren encontrar pruebas que los involucren —me encojo de hombros—. No importa, de momento nos han dado información sobre tres posibles agentes a investigar: Norold Dlusker, comerciante de lana cuyo puesto podemos encontrar en la plaza del mercado. Ysrra Brackrel, una hechicera y Laraelra Thundreth, propietaria de La Linterna Mortecina, una taberna que quizá te suene, o quizá no. Yo había propuesto ir a husmear en el puesto de Dlusker, por ser el más cercano, y quizá investigar sus almacenes e incluso su casa. Entonces pasó lo del joven patricio, esta absurda persecución y el esquinazo en forma de peluca…¡está claro que nos espiaba (a saber de parte de quien), y nos ha burlado! Ahora, creo que deberíamos hacernos con el equipo que necesitemos, que el Duque tan amablemente nos ha proporcionado, y ponernos inmediatamente a la tarea.

Tengo la boca seca de tanto hablar. Pero ansío ponerme en marcha y obtener algún resultado…no puede acabar el día sin que se nos vea trabajar en el asunto. 

Cargando editor
09/02/2017, 14:06
[X] Rees

Rees escucha a su compañero y se aventura a decir:

- Pues dirijámonos a investigar. Por orden de peligrosidad: el comerciante de lana, la posadera y la hechicera. Creo que deberíamos acercarnos a visitar a ese tal Norold Dusker. - comentó 

¿Qué equipo crees que necesitamos para hacer cuatro preguntas? - preguntó extrañado. Seguramente no entendía la gravedad de toda la situación.

Cargando editor
09/02/2017, 21:46
Zhork

—La entiendo perfectamente, no sabe cuánto...

Todo esto me recordó a cuando perdí a mis padres. No pude evitar que por un momento se apagara el brillo de mis ojos. Pese a todo, traté de no perder la sonrisa.

—Vaya, estoy seguro de que esos pieles verdes deberían temer si alguna vez vuelven a encontrarse con vosotros — solté una carcajada —. Gracias por entendernos, señora. Cuenta con mi gratitud.

Después de eso, esperé si la mujer tenía algo más que decirme. Quería volver a ofrecer mi ayuda pero... viendo mis pintas, creo que más que ayudar lo único que haría sería ensuciar todo, así que me contuve. Si la señora no me decía nada más, volvería con mis compañeros y luego... quizá fuera buena idea tomar un baño.

Ya va tocando, jojo.

Cargando editor
13/02/2017, 22:16
Rotryn

El joven tiflino aun mira con extrañeza al mediano.

No es algo intencional per se, pero los acontecimientos lo han hecho desconfiar de todo el mundo.

Mira al mediano y le dice: "Lo principal de todo es que nos van a abastecer de los pertrechos que perdimos hace un rato, no es que los necesitemos tanto en esta misión de investigación, pero eventualmente se hartarán de ayudarnos creo yo, y ahi perderemos estas regalías"

El tiflino era completamente sincero, y lo demostraba con su hablar, con sus gestos e intenciones, y hasta con su mirada.

Miró a los otros miembros del grupo, como apurado: "Ya deberíamos irnos yendo, debemos mostrar resultados... Estoy de acuerdo con que primero nos vayamos donde el mercader de lana, andando?"

Cargando editor
14/02/2017, 12:06
Caedwyr

Afirmo a lo dicho por Rotryn.

—Además —añado muy serio de cara a Rees—, prefiero deambular por éstas calles equipado como si fuese a la guerra. Ya nos hemos visto envueltos en desagradables incidentes...¿crees que estamos a salvo de un ataque, por el mero hecho de estar intramuros? ¡Nunca, el caos y la destrucción no descansan en ninguna parte!

Doy un puñetazo en la mesa, la vena gloriosa vuelve a dominar mi espíritu. Vuelvo a bajar la voz.

—Vayamos a por nuestro primer objetivo, pues. A ver qué sacamos de ese «comerciante» de doble cara.

En mi fuero interno ya lo estoy acusando, pero...

—¡Pruebas, necesitamos pruebas! 

Lo digo mientras crispo los dedos de las manos, como un caza-tesoros ante un puñado de monedas.