Partida Rol por web

Los comunicadores tampoco funcionaban, el ruido de la estática, muy similar a las interferencias emitidas al aire por dispositivos militares fue a la única conclusión que pudisteis llegar.

La mano de Tayra rodeó la que tenía en su cintura, mientras bajaba la cabeza y cerraba los ojos con fuerza. Su respiración rápida se fue relajando mientras asentia.

Antes de alzar el rostro miró de reojo a Bones. Tyler tenía razón y ella estaba siendo egoísta pensando solo en lo que sentia ella

- Entiendo. Que hacemos entonces para llegar lo antes posible? Lock, puedes tu arreglar la comunicación? -

Caminando tras de Bones, llegasteis a la azotea, Bones parecía conocer el lugar, y la gente parecía conocerle a él, por que se apartaban al ver su cara. No parecía presagiar nada bueno para quien se interpusiera en su camino.
Al abrir una puerta contra incendios llegáis a un helipuerto donde no había nada, tras un segundo de maldiciones internas y desesperación por el tiempo perdido, por lo que vais a tardar en llegar, un deslizador aéreo comienza a descender sobre el helipuerto.

Con el zumbido de las turbinas levantando un vendaval a vuestro alrededor el vehículo descendió lento pero sin pausa, era más grande de lo que os había parecido en un principio, probablemente pudiera trasportar a 20 mercenarios ciberimplantados con comodidad, y todo el equipo requiriesen. al final la puerta del vehículo se abrió. Al otro lado una mujer, con todo el porte de mercenaria. Outfit, masa muscular, armas, hasta la forma de mirar.
Os aguanto un instante las miradas sin inmutarse.
Masanori me ha enviado para llevaros a vuestro territorio dijo levantando la voz. Subid os hizo un gesto haciéndose a un lado. En su voz podíais oír un marcado acento ruso.
La corpulencia de la mujer, con la metal gear* era equiparable al de Bones, sin nada. La mujer además llevaba un visor inteligente, a modo de máscara, que probablemente le ayudara a apuntar, a ver en la oscuridad y a dios sabe que mas. El pelo, rosa fuxia que cambiaba de color como si estuviera latiendo a un rosa claro cada algunos segundos**, le sobresalía por encima del visor y este le dejaba libre la boca. Todo lo demás que podíais ver de ella era kevlar y fibra de carbono, a excepción de la mano del arma.

Aquello era mucho más de lo que esperaba, así que no dijo nada y subió al vehículo. Parece que Masanori se cubría bien el culo. Allí había mucha pasta, muchísima, invertida. ¿Quién pagaba las facturas?

Durante el trayecto a pie Tayra se había apresurado para ponerse al lado de Bones y mirarlo. Una mirada que decia muchas cosas, pero ninguna era pena o lástima. Era comprensión, compañerismo, orgullo de manada y un ligero tinte de disculpa. Al llegar afuera se quedó flipando con toda la floritura que llevaba implicita aquel despliegue de "recogida de paquete". Pero esa sensación de asombro se desdibujaba con la sensación de que todo aquello acarreaba otras cosas que seguro no le harían ni un puto pelo de gracia.

- Se agradece - dijo escueta intentando sonar amable lo justo. Después de todo fue el mismo que les enviaba el vehículo quien le había organizado la encerrona a Tyler y Bones. Se acomodó al lado del jefe. En ese momento necesitaba más que nunca el consuelo de su cercania pues las palabras que pudieran decirse entre ellos sobraban. Ahora había que estar listos para la pelea que se avecinaba. Desde luego ella estaba preparada.

Mientras caminábamos a toda leche por los corredores he intentado trastear el comunicador a ver si era posible alguna conexión para concluir que nada podía hacer. Si la señal estaba siendo interferida la única solución era detener la fuente de interferencia, y eso era imposible desde este maldito lugar. Una vez en el transporte, me acomodo dándole vueltas a establecer algún tipo de comunicación con nuestro garito... como medida desesperada por averiguar lo que nos espera al llegar. En esto que se me ocurre intentar hackear con mi computadora de bolsillo las comunicaciones de este cacharro ultramoderno volador... que deben ser la pera limonera. Y desde dentro de ellas intentar establecer contacto con los nuestros. Con suerte el cacharro éste usará conexión láser por satélite para estar enganchado a la matriz. Si yo tuviese una máquina que costase lo que ésta me aseguraría de poder tenerla localizada en cualquier parte y poder hacerla volver a casa en caso de ser necesario. La verdad que pilotar desde abordo es algo totalmente obsoleto. Tecleo como un loco en mi pequeña pantalla táctil intentando establecer contacto con nuestro sistema de seguridad, cámaras, sensores, etc... al menos para tener una idea de qué nos espera al llegar. Ya sé que el estilo de la casa es llegar como un elefante en una chatarrería, pero si no quiero que nos lancen en la boca del lobo como un  aperitivo tal como el Barracuda ese quiere necesitaré algún argumento irrebatible para hacer entrar en razón a la banda. Hay demasiada testosterona en este transporte, y eso tiene las consecuencias  habituales... un puto desastre.

Los pilotos, separados por vosotros por una pared de algún material transparente, con pinta de ser grueso y probablemente antibalas se hicieron gestos entre ellos y activaron conmutadores. Las turbinas cogieron fuerza.
Mientras milenka se acercaba a la puerta para cerrar, se detuvo a mitad del gesto mientras subía alguien más al aparato. Luego cerró la puerta.
El cacharro no esperó a que el nuevo o Milenka se sentaran antes de despegar.

Sin conocer el sistema te lanzaste a hacer ataques informáticos ya conocidos, buscar puertas traseras detectadas. Te han puesto en cuarentena, la red de deslizador te excluye activamente previniendo que te conectes a ninguna interfaz.

¿Este autobus para en chinatown? bromeó mirando a Milenka, quien le ignoró.

Siéntate capullo le dijo un tanto brusca Si te haces daño seré yo quien tenga que escuchar las quejas dijo de una forma peculiarmente cariñosa, os recordó un tanto a Lizzie

La joven se inclinó ligeramente hacia delante para poder mirar a Peter - ¿Como va eso? ¿Hay suerte? - de reojo miró a los dos desconocido.

- Bueno, ya que compartimos viaje... Yo soy Tayra - se guardó la pistola, que aún llevaba en la mano, en la chaqueta y se  acomodó la prenda sintiendo el peso extra en ella. - Asi que trabajais para Masaroni... ¿o sois de su banda? Bueno, yo no tengo ni puta idea de quien era él hasta hace un momento, ¿verdad chicos? - su tono sonaba despreocupado, pues no queria que se evidenciara la mala leche que sentia delante de desconocidos, pero no podia evitar soltar el tirito. Miró a Forst, que fue quien mencionó a un chinorris en casa pero que decidió que era mejor guardarse info, como hacian todos los allí presentes.

Forst está de muy mala leche. A estas alturas de la vida le jode sobremanera que le mamoneen. Si hubiera querido eso para él no habría dejado la comodidad de la vida corporativa.

La pregunta de Tayra le arranca de sus gruñonas ensoñaciones.

¿Mmmm...? Sí, desde luego. Menudo chasco. Tanta reputación para esto. Prefería no haberlo conocido nunca. Odio tener la razón... Remata, mirando fugazmente a Tyler, recordando lo que le dijo en su momento sobre el puto Masanori.

Ignoró al listillo chistoso que había entrado a última hora. No sabía qué hacía allí y malditas las ganas que tenía de saberlo. Un punto para Milenka por haberlo ignorado.

El hombre sonrió tras lanzarle un besito a Milenka mientras le enseñaba como se abrochaba el cinturón de seguridad.
Me llamo John, aunque me suelen conocer por silverhand dijo el hombre ignorando los gruñidos de Forst, a quien mirá por un instante pensando que habla de él o con él, pero se nota que desecha ese pensamiento en el acto. Pero lo que dice después Taira le hace reír. No trabajamos para Masanori, pero nos ha pedido que os llevemos y francamente, después de la que montaste anoche tenía curiosidad por conocerte. admitió el hombre, refiriéndose en exclusiva a Tayra. El japo me debe un favor, os conozco de paso... todos salíamos ganando; pero después de lo de anoche, esperaba que estuvierais eufóricos. admitió su desconcierto echando una mirada general a los presentes.
Espero que la seguridad de este cacharro valga lo que pagué por él, no hagas que nos estrellemos mientras vamos a bordo, eh? dijo de buen humor mirando a Lock y dejando os estar, por ahora, la verdad es que todos estabais con caras que decían que era mejor dejaros solos.

Al escuchar mi nombre miro de reojo por si es algo realmente importante... pero en un instante devuelvo la mirada a la pequeña pantalla donde tecleo como un maníaco entre murmullos.

Puta mierda de software japonés, ¿qué mierda de símbolos son esos? ¿es que no podéis programar código en un puto lenguaje comprensible?¿que mi traductor-compilador multilingüe no compila esta mierda? ¿introducción de código inapropiada?... ¿pero qué coño? peligro de alerta de activación de contramedidas antipersona... intento de acceso denegado... compromiso de seguridad detectado... la ostia que os daba si tuviese un equipo decente. Joder, esto es como hacer un bypass arterial de corazón con unos palillos chinos de plástico. - finalmente exclamo - ¡ A la mierda!

Por un segundo parece que voy a estrellar la computadora de bolsillo lanzándola contra el suelo. Pero justo me detengo en el instante y guardo el aparato en el bolsillo lateral de mis pantalones militares. Me palpo la chaqueta buscando el encendedor y finalmente consigo encenderme un cigarrillo. Por fin regreso al mundo real y mi mirada repasa a los pasajeros.

Por el precio que pagaste imagino que ahora va a salir una azafata por algún lado y me traerá una almohada y una copa de champagne.... A pesar de mi tono irónico la expresión de la comisura de mis labios indica claramente que llevo fatal el fracaso en mi intento de anticipar información a nuestra llegada a... casa?

El tipo sonrió a Peter
Nunca es culpa de la guitarra, Peter, sino del guitarrista dijo el hombre encaminándose hacia atràs una vez el vehículo se estabilizó en altura y habriò un armario para rebuscar en el
¿En serio no me vais a contar que pasa? escuchasteis como iba pasando perchas, por como sonaba aquello lo que estaba colgado era pesado.
Sin más preámbulos se tapo con la puerta de modo que no lo vierais y empezó a cambiarse. Cosa qe quedo patente cuando su ropa cayó de lado.Bueno, sino me lo decís tendré que acompañaros.

Nos pillas en una mala noche fueron las primeras palabras que decía en un rato Bones y sonaron subrayadas por tono sombrío y funesto. Sus ojos no parecían ver lo que había alrededor, no parecía deslumbrado ni asombrado por aquel despliegue. Era como si no estuviera allí. Están asaltando a los nuestros, un viejo enemigo. fue toda la explicación que proporcionó. Cuando lleguemos no habrá tiempo para pompa, ni para hacerse notar ni para lo que sea que creas que va a pasar, vamos a ir a por ellos y los vamos a matar. sentenció sin miramientos, cosa que no era propia en él, siempre era más calmado, esta vez parecía ciego por la rabia.

Tyler levantó la cabeza volviendo de su mundo y miró preocupado en dirección a Bones, pero no dijo nada. Sencillamente cambio de posición en su asiento.

¡Joder! Que intenso, me has acojonado Bones dijo desde el otro lado de la puerta Sí, se como te llamas, por que tenemos muchos amigos en común y todos hablan maravillas de ti, que tienes la sangre fría y algo entre las orejas. No peleas solo, chico, la rabia solo te vale a ti para pelear, a tus compañeros no les servirá de nada, si acaso les privara de un compañero valioso. Pero lo achacaré a que estáis estresados y por eso hablas así, y por eso mismo no os habéis presentado ninguno, salvo Tayra(está claro quien es la alegría del grupo). recalcó cambiando de tema.

Hubo un segundo tenso en que Bones miró endirección a aquella puerta y se inclinó hacia adelante como un depredador.
Estoy harto de jueguecitos ¿Qué amigos son esos? no sonó a interrogante, sonó a orden y a amenaza.