Partida Rol por web

-Aclárame una cosa… ¿Es la primera vez que ves a esas dos?

Lo que no solía decir Zev es que Chafee tenía la rara habilidad de poner su dedito en la llaga.

Y hurgar.

-Entiendo el concepto básico de enajenación mental, milady. Quizás no lo provoque de modo natural como vos, pero sí percibo el peligro de tener como heredero al trono a un ser débil y vulgar. 

-Observa al legendario León de piedra, una leyenda en los campos de batalla. No tuve que pronunciar ni 3 frases completas para tenerlo pálido y temblando. El hecho es, Querido Cecil: Todos son débiles y vulgares. Solamente hay que saber que botón presionar.

-En vuestra estricta opinión teórica… ¿Qué podría ser peor?

-La pregunta está mal formulada. No se trata de que podría ser peor para Pallisade, sino más bien, Que trato es más beneficioso. Estás viendo una alianza con un reino a través del matrimonio de Megania que daría la posibilidad de armar un ejército que disuadiría al Gran Conquistador de atacar Pallisade, yo en cambio, estoy formulando la posibildad de una alianza con 2 reinos al mismo tiempo que lograrían unir una fuerza capaz de eliminar de raíz el problema del Gran Conquistador.

-Sin desmerecer el trabajo que has hecho. Has elegido la mejor opción para Pallisade un mes atrás, pero ahora, con los nuevos sucesos, el tablero ha cambiado y con el movimiento de fichas, se han despejado otras opciones que no existían cuando orquestaste el casamiento con Megania. Parece que el casamiento se ha arraigado tanto en tu..... bueno no se, digamosle mente, que no ves estas nuevas opciones.

-Es mi turno. No negaré que vuestro estilo de interrogatorio me ha seducido. Sea. Mi pregunta, milady, será una disyuntiva… Ser Autumnshield. Si tuvieseis que elegir entre él y el éxito de la misión, ¿qué escogeríais?

A modo chistoso, y aprovechando la cercanía a la que Cécil se había colocado, Mikeala estiro su cuello y dio un beso donde un hombre normal tendría labios. 

-¿Ese fue tu primer beso Cécil?, Rió

-En cuanto a esa pregunta. Veo que estás bien informado, no me sorprende, y tampoco es tan secreto. La verdad es que, no puedo respondértela. No porque no quiera, sino porque cualquier respuesta que te de, sería mentira y verdad al mismo tiempo. 

Mikeala se alejó un paso y volvió a mirar al interrogatorio

-Deberíamos tener estas conversaciones más seguido, son divertidas

Efrain escuchó a Comadreja con atención, acercándose a ella cuando bajó la voz de forma que pudiera oirla bien.

Uno a uno, le fue hablando de sus compañeros de celda aunque en principio no dijo nada que no supiera o intuyera ya… excepto por el número cinco.

Es extraño, por cómo habla de él diría que tampoco lo conoce demasiado, aunque confía en él. Interesante…

Entonces la conversación tomó un giro inesperado.

- Imagino que es justo que quiera saber dónde se mete, aunque no puedo decirle nada al respecto hasta que la haya aceptado en la misión pues se trata de información confidencial. Muy confidencial. 

Miró a la joven de hito en hito. Realmente parecía querer saberlo y él quería establecer un círculo de confianza. Era un buen momento para empezar. Tras tomar la decisión, relajó su rostro (le había pillado por sorpresa) y le dedicó una sonrisa de concesión que esperaba supiera leer.

- Aunque, ¿Princesa?*- Efrain se llevó la mano al mentón, pensativo.- Me temo que no he empleado esa palabra para nada. Mmm. No, estoy seguro.- Miró con un falso y mal disimulado rostro serio a la joven.- Igual que estoy seguro de no haber empleado las palabras gigante ni Harry. Si lo hubiera hecho me habría dado cuenta- le guiñó un ojo de espaldas a la puerta. Entonces se acercó más a ella.

- Volviendo al tema principal…- clavó una rodilla a su lado, adoptando una pose formal. Su rostro ahora sí era serio.- No solo quiero que esté con la manada, señorita. La manada necesita que usted sea parte de ella, no solo que esté ahí. Quiero que usted nos guíe hasta nuestro objetivo y quiero que nos evite encuentros innecesarios. Quiero que nos mantenga a salvo de los peligros del entorno y que luche con nosotros cuando toque desenvainar los aceros. Quiero que me diga cuándo me estoy arriesgando demasiado y cuándo me estoy quedando corto…- Por primera vez desde que hablaran, el caballero tomó con gesto formal la mano derecha de la exploradora entre las suyas.- Quiero, en definitiva, su Saber, su Instinto y su Espíritu. Sin ellos, no lo lograremos.

Miró fijamente a los ojos a la que esperara fuera la nueva miembro del equipo. Había llegado el momento definitivo. O todo o nada.

- ¿Puedo contar con usted hasta el final? Si no está dispuesta, de corazón… puede marcharse.

Desde que a Mikeala le llegaron los rumores sobre el secuestro, su mente había vagado entre las implicancias que tendría eso para el reino. Claramente la valoración de la mujer no era la misma que la que había hecho Cécil.

Si Megania llegara a, bueno, morir, podrían pasar muchas cosas. Casarse ella misma con Harry.... suena bien, pero nah. Mejor manipularlo tras bambalinas.

Sin embargo, eso dejaría a Harry nuevamente soltero y en posición de aceptar una nueva esposa. Lo mas seguro es que el Sultán, en caso de que no se generaran rencores por la muerte de su hija(con 36 hijas seguro que ni recuerda el nombre de la niña), proponga el casamiento con otra. Ahí es donde empieza el plan de Mikeala.

Paso 1- Convencer al sultán que El gran conquistador está detrás del asesinato (lo cual es creíble y hasta probable, fácil, un par de pruebas falsas y listo). Luego convencerlo de que hay que tomar represalias en venganza de la muerte de su amada hija. Esa es la parte difícil, a quien se le ocurriría plantarle cara al gran conquistador, ahí es donde entra el paso 2.

Paso 2- Hacerle entender al sultán, que para derrotar al conquistador es necesario más aliados. Aliados como el Rey del castillo de las nubes. (Esos si son guerreros, y qué cuerpos tienen uff...). Pero, para aliarse con el Rey del Castillo de las Nubes, Harry debe casarse con Kalia (seguro que al príncipe no le va a molestar taaaanto). Por supuesto, el sultán sería compensado por la ruptura del acuerdo nupcial. Alguna promesa se les ocurrirá a los burócratas.

Paso 3- Acordar con el Rey del castillo de las nubes un nuevo casamiento de Harry con su hija, a cambio de que mueva su ejército para luchar contra el conquistador. Después de todo el rey también se beneficiaba por la unión con el reino de Pallisade. El tiene su posición estratégica, nosotros su ejército por 1 guerra.... Todos ganan.

1 Casamiento, una alianza con dos Reinos, tal como Mikeala se lo comentó a Cécil. Así, con las fuerzas unidas de los 3 Reinos, Podrían borrar al conquistador de la Faz de Faerun

El plan era rebuscado, y había que manipular mucha gente(La especialidad de Mikeala). Pero a grandes riesgos grandes recompensas.

Lo único que faltaba por idear es como entraba Mikeala en ese plan, que tajada lograría sacar de todo eso, como haría para garantizar que todas esas acciones le dejaran ganancia. No lo sabía, aún, por eso no es momento de discutirlo con Cécil. Pero, en algún momento vendrán esas respuesta, y en ese momento habrá que decidir si el autómata puede ser un gran aliado, o un gran riesgo que hay que eliminar. Por ahora, solo había que tentar la curiosidad del espía

¿Puedo contar con usted hasta el final? Si no está dispuesta, de corazón… puede marcharse.

Comadreja estudió con detalle el rostro de Efrain durante su discurso. Terminó por concederle al paladín una rara prerrogativa en una desconfiada nata como ella: el beneficio de la duda.

-Una misión confidencial que involucra a una princesa…

Por primera vez, una sonrisa vulpina se dibujó en su rostro aniñado y jovial.

-Tengo un oído agudo. Cada uno emplea sus armas, supongo.

La sonrisa desapareció tan rápidamente como había amanecido en su cara.

-¿Ha dicho gigantes...?-. Su rostro mutó a una expresión indescifrable. Podía ser terror. Podía ser desconcierto. Podían ser ambas.

Se quedó pensativa un instante, mirando a Efrain fijamente. Recordó que estaba imbuida de aquel halo cálido que invitaba a la sinceridad y pensó con calma lo que decir a continuación. Claramente, no tenía acceso a toda la información que Cécil le había facilitado al caballero.

-Me pide un salto de fe…-, murmuró casi para sí misma, apreciando la ironía de aquella frase cuando se le decía a un paladín.

Un tenso silencio recorrió la estancia. Los ojos de Comadreja descendieron al frío suelo de la celda y pareció debatirse en su interior un largo instante. En realidad, no había opción. Le ofrecían una posibilidad de salir de aquella lúgubre y oscura celda. Existían riesgos, estaba claro. El paladín sabía jugar a su juego y no mostraba cartas de más. No aún. Quería compromiso, y lo quería ahora.

Se escuchó a sí misma mascullar en sus pensamientos. "Estás a punto de conseguirlo, idiota. Como dice Chafee: ¡Coge el dinero y corre! ¡Acepta!".

-De acuerdo.

Volvió a alzar sus ojos pardos. Parecían latir en llamas.

-Seré su guía. Puedo hacerlo… Hasta el final. Después, no quiero saber nada más de usted ni de Pallisade. Ese es el trato, ¿no? Bien...-.

La joven se escupió en la palma de su mano derecha y la tendió a Efrain con firmeza.

-Prométamelo.

-Aclárame una cosa… ¿Es la primera vez que ves a esas dos?

Otra vez la sonrisa irónica se dibuja en mi rostro.

-  Fíjate bien Chafee. Llevo años dando tumbos por el mundo y he escuchado historias de todo tipo. Pero hay una que en los último tiempos ha corrido como la pólvora. Sólo hay que sumar 2+2: La sacerdotisa de cabellos de oro, la noble de mirada penetrante y el paladín de porte impecable. O me estoy confundiendo o són la viva imagen de los protagonistas de la "Epopeya contra un Tirano". Aquí el amigo Cecil no ha reparado en gastos para traer a parte del equipo que ha logrado la hazaña más importante de nuestros tiempos. Le falta la monje cocinera y el cronista para tener el equipo al completo, pero de la primera se dice que ahora se dedica a los hornos y el segundo hace tiempo que está desaparecido. - Mi mirada bajo el ala de mi sombrero es elocuente y un poco paternalista.- No me hace falta haberlas visto antes para comparar las descripciones del relato con lo que tengo delante, tengo una memoria etupenda para el arte, ya lo sabes. Por eso te recomiendo que me hagas caso cuando te digo que te andes con cuidado con la gente que tenemos delante. Si son quienes creo que son, no van a caer en tus artimañas tan fácilmente como te piensas, y olvídate de salir indemne de su ira.

Lanzo una mirada furtiva hacia la celda dónde está Efrain interrogando a Comadreja. Llevan mucho rato ahí dentro, talvez Comadreja le esté dando conversación para ver si logra que el tiempo del conjuro termine. Chica lista.

Efrain observaba atentamente a la joven apodada Comadreja. Mientras pudo, mantuvo la mirada fija en sus ojos lobunos, alentándola a unirse a él.

- No le pido un salto de fe: Le pido que saltemos juntos- respondió el caballero en voz queda para no interrumpir sus pensamientos. Ella desvió la mirada, meditabunda.

Finalmente alzó la cabeza mostrando un billante fuego en la mirada, justo la clase de fuego que el paladín había buscado desde el principio. Y sonrió al verlo. Lentamente, se despojó de la armadura y el guante que cubrían su mano derecha, escupió en ella y estrechó sonoramente la mano que su nueva rastreadora le ofrecía.

- Prometido- respondió con igual intensidad y sin dudar.

A continuación se levantó, ayudando a la joven a hacerlo, y la acompañó a la puerta. 

- Muchas gracias por todo. ¿Puede ahora pedirle al señor Banjo que entre? Por desgracia para todos, no le he visto muy dispuesto a colaborar desde el principio…- se lamentó.

Un instante antes de que Comadreja abandonase la "sala de interrogatorios", el hombre rata llamado Chafee escuchaba atentamente la explicación de Billy.

-Epopeya... Billy, no te pega decir palabrotas. Veo que sabes mucho de leyendas locales. Demasiado. 

El roedor hizo ademán de cubrir sus ojillos malignos tras sus gafas y el músico creyó que había pasado el peligro. Sólo que el rátido detuvo su gesto un instante, manteniendo aún el contacto visual.

Fue en ese preciso instante cuando Billy supo que, con Chafee, nunca se acaba el peligro. 

Chafee sacó de su gabardina un sombrero tipo fedora y se lo puso sobre la capucha. Oh, no. Había entrado en modo "Detective Chafee"...

-Largas bien, Billy...-. Hasta fingía una voz rasposa. ¿Esa rata no tenía fin? -Pero como decía mi muy querido tío Chuck antes de morir a la avanzada edad de seis años... Algo huele a podrido en Villa Banjo... Eres el único de los cinco que no pega en esta cárcel... He conocido moscas muertas más culpables que tú... Ni siquiera tocas mal ese instrumento tuyo. No pueden encerrarte por tocar el banjo. No pueden, ¿verdad, Zev?

Zev era el consultor legal de Chafee. Era bien sabido.

Zev negó con la cabeza.

-Nanai. Billy es el mejor de nosotros. Con mucho. Y además es mi colega.

Zevran estiró su segunda diestra mostrando la palma a Billy. Toda una declaración de intenciones. Quería un palmeo SALVAJE.

-Tal y como sospechaba...

Chafee empezó a rodear a Billy, paseando a su alrededor con las manitas a la espalda.

-Estás demasiado limpio para estar aquí. Hablo en sentido metafórico. Hueles que apestas, pero tú ya me entiendes, Billy. Sin rencor. De profesional a profesional. Venga, chaval. Canta. Si hasta has tardado meses en decir un taco como "Epoplastia". ¿O era "Eponimia"? Bah, es igual.

Chafee le plantó la trufa de su hocico a Billy en el pecho, casi a la altura de la nuez.

-¿Qué ocultas a tus colegas, Billy? ¿Acaso no somos dignos de tu confianza?

Zev vio que Chafee estaba siendo demasiado incisivo y fue a apartarle de Billy.

-Espera, espera, Zev. En serio, Billy. Quiero saberlo.

Comadreja apareció en ese preciso instante.

-Eh, Billy... Te toca. Quiere hablar contigo.

Sus ojos se posaron en el músico con un sentimiento difícil de calibrar.

-Me ha aceptado en el grupo. Zev, gracias. Tenías razón.

Miró a Chafee con dureza.

-Déjalo en paz. No todos somos tan extrovertidos como tú. Siempre hablas por los codos y nunca nos has preguntado si nos interesaba saber cómo tu hermano Wilbur fornicó con tu hermana Wanda. Y te adelanto la respuesta: no.

Chafee se pasó la lengua por sus dientecillos hasta mostrar sus grandes paletas. No replicó a Comadreja. Notó que Zev le hacía gestos pidiéndole calma.

-Salvado por la campana...-, siseó a Billy.

Se alejó guardando su sombrerito en su gabán y recolocándose sus gafas. 

No iba a dejarlo estar.

- Mira roedor, si te piensas que te voy a contar mis mierdas por haber compartido celda durante este tiempo, estás muy equivocado. Que este país de estirados no soporte la idea de que alguien se puede ganar la vida al margen de sus prepotentes ideales y eso me haya llevado a estar aquí, encerrado, justifica perfectamente mi maldita mala suerte. Si al escuchar la palabra EPOPEYA, te estalla la cabeza y convierte a quien la pronuncia en alguien en quien desconfiar, allá tu. Que mi aspecto no te engañe, mis habilidades musicales provienen de una vida entera de acumular experiencia en éste y en otros campos del conocimiento. Y soy lo que soy ahora gracias y a pesar de todo ello.

Comadreja aparece para hacerme saltar de la sartén a las brasas. Gracias doña tengo secretos que no quiero revelar. Podrías haberlo entretenido un poco mas... Pienso. Antes de entrar, me giro acercando mi cara lo suficiente al hombre rata para que pueda ver mis ojos de perro viejo como le atraviesan el alma.

- No voy a poner en peligro mi pellejo porque tu te creas más listo que los demás. Si no aceptas mi consejo, no cuentes conmigo para sacarte del aprieto cuando Sor Cegata te parta la crisma por pasarte de la raya. Y ahora, si me disculpas, tengo consulta programada con Sir Perfecto.

Les doy la espalda a los dos alcahuetes y estudio un instante la cara de Comadreja, su expresion bajo esa manta de mugre. - Pareces hasta entusiasmada, no se que te habrá contado Don Honor y Gloria para haberte hecho cambiar de actitud tan rápido...

Acto seguido me dispongo a entrar en la sala, preparándome mentalmente para evadir la siguiente ronda de preguntas mientras le disuado de que me contrate.

-Cago en la leche la que ha liado Chafee en un momento... Venga, Billy, relájate, tío. Ya le conoces. Tiene la curiosidad de un gato y no soporta los misterios. Hablaré con él.

Zevran da una zancada y alcanza a Chafee, con el que empieza a cuchichear algo mientras le echa sus dos brazos izquierdos para apaciguar el fuego.

No es la primera vez que ve en su colega ratonil ese arrebato. Y tampoco es la primera vez que ve a Billy defender su intimidad. El propio Zev puede ver en el músico a un tipo que no desea regresar al pasado. Y le parece bien.

Al fin y al cabo, todos los forajidos viven huyendo de él.

Pareces hasta entusiasmada, no se que te habrá contado Don Honor y Gloria para haberte hecho cambiar de actitud tan rápido...

Aquello no pareció ser del agrado de Comadreja. Sus ojos la delataban.

-...-.

El silencio que siguió las palabras de Billy podía tomarse con un mal augurio.

-Es tu vida, William-, dijo al cabo. No apartó la mirada de él. Si unos ojos pudiesen matar, los de Comadreja estaban muy cerca de conseguirlo.

-Desperdíciala como quieras.

Pasó a su lado, golpeándole el hombro. La conocía demasiado bien como para saber que lo hizo adrede. Pegaba fuerte.

Se detuvo tras dar un par de pasos y se giró hacia Billy. Algo brillaba en sus ojos.

-Ah, y perdóname... Olvidé que te gusta encajar los golpes solo.

Chafee necesitaba un par de palabras para sacarte de quicio.

Comadreja necesitaba un silencio y una sola mirada para hacerte daño.

El titán dorado permanecía cruzado de brazos, separado por unos metros de sus compañeros, observante y silencioso. Sólo la monja ciega parecía interesado en él, lo cual no le importaba demasiado. Bam Bam tenía un propósito. Todo lo demás, era intrascendente.

Contempló la escena entre Chafee y Billy sin entender las palabras exactas, pues sus compañeros de celda hablaban muy bajito. No importaba. Él comprendía. Él escuchaba. Él veía con los ojos del espíritu.

-NINGÚN COPO DE NIEVE CAE EN LUGAR EQUIVOCADO...-, dijo con su vozarrón críptica, digna de un narrador de historias de género negro.

-UN HOMBRE NO ES SU PASADO NI SU FUTURO... SÓLO IMPORTA EL AQUÍ... SÓLO IMPORTA EL AHORA...

Cuánta filosofía en un mastodóndico salvaje.

@Mikeala: -La pregunta está mal formulada. No se trata de que podría ser peor para Pallisade, sino más bien, Que trato es más beneficioso. Estás viendo una alianza con un reino a través del matrimonio de Megania que daría la posibilidad de armar un ejército que disuadiría al Gran Conquistador de atacar Pallisade, yo en cambio, estoy formulando la posibildad de una alianza con 2 reinos al mismo tiempo que lograrían unir una fuerza capaz de eliminar de raíz el problema del Gran Conquistador.

-Sin desmerecer el trabajo que has hecho. Has elegido la mejor opción para Pallisade un mes atrás, pero ahora, con los nuevos sucesos, el tablero ha cambiado y con el movimiento de fichas, se han despejado otras opciones que no existían cuando orquestaste el casamiento con Megania. Parece que el casamiento se ha arraigado tanto en tu..... bueno no se, digamosle mente, que no ves estas nuevas opciones.

-La prole del Sultán Khazim es rica en varones, mas no así en hembras, milady. La tradición de Amnaria dicta que es el Sultán el que propone a sus hijas como esposas. Ofrecerles pretendientes es una invitación a una rápida decapitación. No es el destino que Pallisade desea para su heredero al trono. Habría de tener una notoria influencia con el Sultán para… condicionar, su decisión final. Una notoria influencia que no poseo, lamentablemente…

Cécil golpeó el cabezal de su bastón con un rítmico compás.

-Por mucho que os sorprenda, milady, me he limitado a poner las cartas en juego. Es el Príncipe el que ha elegido a su futura esposa. Y recuperarla sana y salva es imperativo para nosotros. Conocéis bien el temperamento caprichoso y algo visceral de Harry… Dudo que acepte como sustituta a Lady Kaila. Especialmente tras esos molestos e indignos rumores. Y menos aún a Shiang Qui…

Había un matiz siniestro en su última frase.

-¿Ese fue tu primer beso Cécil?, Rió

Sin inmutarse lo más mínimo, el burócrata ladeó ligeramente la cabeza, midiendo su mirada con la de la hechicera.

-Si lo fuese, milady, habéis colocado un listón muy alto para las que os sigan en el futuro-.

Galán hasta el final.

Por supuesto, Cécil Stedman no sintió nada al contacto de los labios de la bella hechicera. Nada. Absolutamente nada.

Y sin embargo, quiso sentir algo. Un pensamiento poco habitual en su programación.

¿Poco habitual? No… Único.

-En cuanto a esa pregunta. Veo que estás bien informado, no me sorprende, y tampoco es tan secreto. La verdad es que, no puedo respondértela. No porque no quiera, sino porque cualquier respuesta que te de, sería mentira y verdad al mismo tiempo. 

Uno podría pensar que la respuesta de Mikeala podría decepcionar a Cécil. Si fue así, era imposible saberlo.

-Interesante respuesta. Muy interesante-, se limitó a decir.

-Deberíamos tener estas conversaciones más seguido, son divertidas

-Siempre que gustéis, milady… A vuestro regreso os estaré esperando.

Comprobó a través de sus sensores de movimiento que Donaldson se aproximaba por el pasillo, su chaqueta negra emanando un intolerable tufillo a sudoración porcina.

-Señor Stedman… Uff… Uff…

-Donaldson. Empezaba a preguntarme si se había perdido por los pasillos. Existen precedentes en su contra, me temo.

-He… He… He…

-¿Sí?

-Aaaaah…. Ah… Ufff… Ufff… Uff…

-Tranquilo, Donaldson. Tenemos tiempo.

-Oooooh… Dioses… Me ahogo…

-Tómeselo con calma. Si se desvanece, procure mantener la distancia de seguridad.

El sarcasmo de Cécil era tan cortante como un cuchillo de carnicero.

Donaldson extrajo de su chaqueta un pañuelo y empezó a enjugarse el sudor que anegaba su rostro barbilampiño. Aunque era de complexión delgada, no estaba en forma a juzgar por su respiración ronca y su forma de boquear buscando aire.

-Ufff… Bufff… Tyr maldiga las escaleras… Señor Stedman, el Intendente está listo y aguarda impaciente al equipo. He hablado también con el Profesor. Todo está dispuesto. Y… Y… Aquí tiene.

Sacó de la chaqueta un documento dispuesto para firma.

-El documento que me pidió para Lady Edevane.

Stedman se lo arrebató de las manos y le echó un vistazo rápido.

-Muy eficiente, mi buen Donaldson. Le recomiendo que practique pequeñas dosis de atletismo para asegurarse superar la frontera de los cuarenta años de edad. Milady, he aquí el contrato que usted quería de garantía. No tomaré como una ofensa que quiera formalizar nuestro acuerdo. Es más, alabo su inteligencia. Se preguntará por qué se lo ofrezco ahora… Bien, considero razonable exponerle que saldrán esta misma noche. De hecho, el tiempo escasea si queremos que Megania retorne en algo mejor que un perfecto estado de descomposición. Donaldson, ¿alguien le ha visto extrayendo este documento de mi despacho?

-Errr… No, señor Stedman.

-Percibo un molesto halo de duda en su última intervención. ¿Puede mejorarlo?

-¡Quise decir que no, señor Stedman! ¡Estoy… Estoy seguro de que nadie me h-h-ha visto!

-Empezó bien, Donaldson, pero perdió fuelle.

-Me sentí observado en cierto momento, pero no vi a nadie por los alrededores, señor. He usado el pasadizo secreto, señor…

-…Que gracias a su notable intervención, ya no es tan secreto.

Cécil miró de soslayo a Mikeala, resaltando a su mayordomo lo obvio. Quién sabe si habría sonreído de poder hacerlo.

-Es difícil encontrar buenos profesionales hoy día-, dijo sin acritud. Cécil encaró el patio de reclusos, sus ojos verdes buscando a Efrain.

-¡Ser Autumnshield! ¡El tiempo apremia, Ser! ¡Precisamos de su liderazgo en el puente de mando!-. Dijo aquello con un frío entusiasmo mecánico. Alzó el bastón y golpeó la barra de la pasarela para asegurarse de que el paladín le escuchaba. -¡Le ruego abrevie las presentaciones y reúna a su equipo para poder iniciar la operación de rescate lo antes posible!

Una notoria influencia que no poseo, lamentablemente…

-Una notoria influencia que puede conseguirse- Dijo Mikeala quien estaba segura que podría hacerlo.

-Por mucho que os sorprenda, milady, me he limitado a poner las cartas en juego. Es el Príncipe el que ha elegido a su futura esposa. Y recuperarla sana y salva es imperativo para nosotros. Conocéis bien el temperamento caprichoso y algo visceral de Harry… Dudo que acepte como sustituta a Lady Kaila.

-De nuevo me defraudas Cécil. Dejaste el futuro del Reino en los caprichos de Harry?. Se podría haber hecho mas, te faltó un poco de poder de convencimiento, te estas oxidando?. Pero bueno, lo hecho echo está.

-¿Esta misma noche?, y no dejarás dormir a mis compañeros. Que grosero- "mierda, pensaba hacer revisar el contrato por mis asesores, odio estas cosas", pensaba.

Mikeala aprovechó la distracción de Cécil mientras le hablaba a Efraín, para dirigirle la palabra a Donalson. Por mas que Cécil lo ninguneara, es claro que Donalson está versado en los aspectos legales y jurídicos, después de todo, fue el y no Cécil quien escribió el contrato. Tomándolo suavemente del brazo lo alejo un par de pasos y le dirigió una pregunta no sin antes cargarla de poder mágico.

-¿Dime querido, has puesto alguna clausula confusa, alguna omisión o algún vacío legal que Cécil pudiera aprovechar en su favor?, y de ser así, cuales son?. Me dejarías muy contenta si me respondieras con total sinceridad y las explicaras detalladamente una por una.- La magia de las palabras de Mikeala inundaban la mente de Donalson intentando forzarlo a cooperar aún contra su voluntad.