Partida Rol por web

Aullidos en el Bosque de Velar

[06] La Tensa Calma antes de la Violenta Tempestad

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30/07/2022, 09:03
Narrador

Aleera, Berenice, Garm, Rya y Sésperis fueron los encargados de escoltar a los prisioneros de los malaritas hasta el Calvero de Sombraltos. Aleera encabezaba la marcha con el lobo de tres patas siempre cerca de ella. Os guiaba por senderos secretos en ocasiones, mientras que otras abría camino en la maleza para que pudierais pasar con mayor comodidad. Había pasado aproximadamente una hora de viaje bosque a través, sin más incidentes que lamentar que una caída y trescientos trastabillados, cuando lythari y lobo se detuvieron, venteando el aire.

Se acerca alguien. Por el olor, Doncellas.

Las elfas drow emergieron de entre los árboles apenas un minuto más tarde. Guardaban silencio, pero en un sus rostros se veía la sorpresa, la consternación... y brillaba el reconocimiento. A una se le inundaron los ojos de lágrimas, otro se llevó las manos a la cabeza. Todos esperaban a que dierais una explicación del lamentable estado en el que estaban los prisioneros, muchos de ellos amigos suyos de la manada de la luna.

- Tiradas (1)
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30/07/2022, 09:04
Narrador

Ascalon, Galatea, Mara, y Savinian se dirigieron a Velarburgo. Galatea encabezaba la marcha con el lobo albino siempre cerca de ella. Os guiaba por senderos secretos en ocasiones, mientras que otras abría camino en la maleza para que pudierais pasar con mayor comodidad. Había pasado aproximadamente una hora y media de viaje bosque a través, en la que Savinian no despegó ni un momento las manos de las caderas de Mara1, cuando la floresta empezó a ralear y visteis la familiar silueta de Velarburgo en el horizonte. Savinian suspiró aliviado al ver a Velarburgo respirar una completa normalidad a aquella temprana hora del medio día, ajeno a las profundas sombras que se cernían por sobre todo el valle. Podíais incluso oír el sonido de la música procedente del festival de la primavera, y el aire traía un agradable aroma a leña.

Era el momento de decidir a dónde os ibais a dirigir, exactamente2.

1: la seguridad es lo primero, uno puede hacerse mucho daño si se cae de un caballo. Y todo el mundo sabe que los elfos son de huesos finos.

2: a diferencia de Harrowdale Town, Velarburgo carece de establos propiamente dichos. Os he pegado el plano del pueblo en el que tenéis todas las localizaciones. Tendréis que abrir la imagen en pestaña nueva para distinguir algo.

- Tiradas (1)
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30/07/2022, 13:52
Mara

El camino hasta Valarburgo había sido más fácil de lo que había sido a la ida, gracias a las habilidades de Galatea. Y aún así se le había hecho eterno. Cada inconveniencia, por pequeña que fuera, era tiempo perdido en evitar el ataque sobre Harrowdale. Y además, aunque tenía que centrarse en su otra misión, su mente no podía evitar vagar hacia lo que estaría pasando con los miembros de los Escudos que llevaban a Caden y los demás prisioneros, y en el recibimiento que tendrían en el Calvero, si es que llegaban sin percances por el camino.

Pero sobre eso no podía hacer nada, así que le tocaba hacer lo que sí podía.

-Creo que deberíamos ir al templo de Khauntea. Mi amigo Elaven estaba allí, y podremos informar a la Madre Segadora de lo que está pasando. Podrían ayudarnos a conseguir caballos, y a dar la alerta aquí, quizás la Madre Segadora pueda mandar un mensaje a Harrowdale. Cuando llegué había dos Jinetes Grises a la entrada del pueblo, podemos ponerlos también sobre aviso.

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30/07/2022, 22:26
Savinian

Savinian desmontó del caballo y escuchó a Mara. Se quedó un momento quieto, mirándola con los brazos en jarras a través de sus anteojos esmerilados, esperando algo que no llegó. Suspiró hondamente y negó enérgicamente con la cabeza.

Escúchame, Mara. Llevo unos cuantos años trabajando con tipas duras y estoicas —dijo, haciendo un gesto vago en dirección a Galatea—. Te he oído fruncir el ceño durante el viaje. ¡No lo niegues! Lo he oído.

»El caso es que ellas tienen la suficiente confianza para desahogarse cuando no pueden más. Pero tú no, porque es la primera vez que trabajas con nosotros. Así que permite que te diga esto: puede ser que nosotros no tengamos una magia lo suficientemente poderosa como para curar a Cadem. Pero tenemos aliados que sí. Cuando libremos al Valle de esta amenaza, y date cuenta de que digo cuando y no si lo conseguimos, le curaremos y podrás volver a disfrutar de su compañía.

Muy serio, colocó una mano en el hombro de Mara.

En definitiva, lo que quiero decir es que: todo va a salir bien. ¿Vale?

En opinión de Savinian, era una frase que la gente decía muy poco a menudo a los seres queridos que necesitaban oírla.

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30/07/2022, 22:38
Galatea

Galatea le dirigió una mirada entornada a Savinian por el rabillo del ojo durante varios segundos. ¿Por qué tenía que ser tan sobón a veces?

No obstante, enseguida desvió la vista hacia Áscalon que andaba revoloteando a su alrededor pidiendo atención. El lobo sentía la tensión de las personas que lo rodeaban y o bien quería calmarla o "informarla de ello" independientemente de que fuese obvio o no. En aquella ocasión bien podían ser ambas cosas.

Acarició la cabeza de su compañero el cual se sentó y pegó el morro a su pierna mirando hacia arriba para verla mientras movía ligeramente la plumosa cola. De fondo escuchaba a Savinian y de algún modo aquello la hizo sentir un poco mal; ella definitivamente no se había desahogado con el resto del grupo, de hecho, se había estado esforzando por ocultar cualquier emoción, por angustiosa que fuera, desde que habían puesto un pie en el Círculo de los Cedros. Sólo se había atrevido a dejarlas ir un poco cuando se había quedado sola con su lobo... ¿en qué la convertía eso? ¿No confiaba en ellos lo suficiente?

«¿Y por qué demonios pienso esto ahora?»

Sacudió la cabeza y se cruzó de brazos. Aquella era una de esas ocasiones en las que sentía que pertenecía a un mundo totalmente distinto al de sus amigos de ciudad y no sabía cómo sentirse cuando pasaba. Con los animales siempre era muy fácil saber qué decir o qué hacer pero con la gente... con la gente era complicado. Se sentía rara. Las personas carecían de esa inocencia primordial que nunca juzga, que siempre la hacía sentir segura. Incluso cuando técnicamente eran amigos suyos, era incapaz de evitarlo.

Carraspeó y forzó a sus pensamientos a volver a la realidad; no era momento de ponderar aquello, tenían cosas más importantes entre manos.

—Sí, aunque para hablar con los jinetes quizá mejor cuando vayamos a salir que nos pilla de paso. Busca a ese amigo tuyo, Mara. Yo... —suspiró y se masajeó la sien—. Dioses, quería hablar de nuevo con Yvonna al salir de Velar pero nunca pensé que le traería semejantes noticias.

Definitivamente nadie se habría imaginado hasta donde escalaría "un puñado de lobos".

Al venir lo hicimos con caballo para Savi, lo que no sé es dónde se supone que podríamos haberlo dejado. ¿Atado en algún sitio a la vera del templo? Ahí que le den un fajito de heno como buenos agricultores...

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31/07/2022, 22:29
Mara

-Yo no he estado frunciendo el ceño-Dijo Mara, frunciendo el ceño.

Suspiró. De acuerdo, era cierto que la situación con Caden no abandonaba su mente. El chico debía tener un gran oído, o un tacto increíble para notar sus sentimientos a través de sus caderas. Y también era cierto que las promesas sobre los medios que tenían a su disposición sí le daban algo de esperanza, y aliviaban un poco el peso que llevaba. Un poco, porque no estaría tranquila hasta que volviese a verlo sano y entero, pero ayudaba. Puso una mano en el hombro del chaval.

-Gracias, Savinian. Sé que no nos conocemos mucho, pero lo que dices me sirve de mucho. Galatea, creo que Elaven debe estar en el templo, así que es allí donde voy a ir y podemos ir juntos, si no vais a buscar caballos primero.

Cojió las riendas del caballo, ya sin jinetes encima, y le dió unas palmadas agradecidas en el cuello por su trabajo. El pobre debía de estar ya bastante cansado, pero pronto iba a poder descansar. Para la otra parte del viaje necesitarían caballos frescos, si no querían desfondar a los caballos.

Guiando al caballo a su lado por las riendas, se dirigió al templo, con la intención de dejarlo fuera cuando entrase.

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01/08/2022, 02:59
Galatea

—Lo que quiero decir es que lo busques tú, que le conoces. Y luego se lo contemos a ambos a la vez—dijo Galatea—. Vamos.

Se puso en marcha hacia el templo sin plantearse lo de los caballos aún; prefería ir en orden. Áscalon por su parte, al quedarse sin caricias, emitió un "wuuu" y la siguió como si de una nube a la deriva se tratase.

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02/08/2022, 14:03
Narrador

Emergisteis del Velar por el viejo templo en ruinas, bordeando el muro de ladrillos que cercaba el melancólico camposanto de Velarburgo hasta llegar a una plaza presidida por una fuente, con una estatua que conmemoraba la victoria de los rastreños sobre el antiguo tirano del Valle, el temible Halvan el oscuro. Giraba alrededor de la escultura un gigante, no de los que arrojaban piedras, sino uno mucho más mundano, vestido con un traje de abigarrados colores y encaramado a unos zancos de madera que lo levantaban por encima de las casas. Delante de él corrían no incautos aventureros que trataban de atravesar sus dominios en las colinas, sino mocosos de todas las edades desde los cuatro hasta los doce años, chillando a voz en grito, tan excitados por la algarabía del festival de la primavera que estaban prácticamente fuera de control.

Dejasteis atrás al gigante y a los chiquillos y bajasteis por la típica calle velarguesa llena de enseñas. Entre otros había letreros que anunciaban la posada, el barbero, el sastre y el zapatero. Los pequeños comercios tenían sus puertas abiertas, pero nadie tenía mucho trabajo durante el festival. Fumaban en pipa, hacían corrillos, conversaban y cotilleaban con ánimos más sombríos que festivos. Bajaban la voz a vuestro paso, lanzando graves miradas a Ascalon y a Galatea, culpando a la druida por sus pesares y haciendo gestos apotropaicos para alejar los malos espíritus. Ajeno a cómo lo miraban a él también, Savinian se despidió de vosotras para ir a buscar a su montura, que había dejado en el Viejo Tocón.

La centelleante luna de cobre anunció, a su vez, la entrada al templo de Khauntea. La alegre música del festival era sustituida aquí por los gemidos y lamentos de los heridos. El olor a comida, por el de las infusiones medicinales y los emplastos. Elaven estaba cambiando un vendaje en el pasillo que daba al claustro, mientras que La Madre Segadora descansaba después de un largo día. Os despedisteis, yendo cada una a hablar con cada cual.

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02/08/2022, 14:03
Elaven

La túnica blanca de Elaven estaba manchada de sangre ajena y sudor propio. El sacerdote se cocía bajo la máscara de hierro en aquel mediodía primaveral, a juzgar por el pelo apelmazado pero no se la quitaba por vergüenza y pudor. Más de una vez había expresado el selûnita que no soportaba ver los gestos de espanto de la gente cuando se descubría el rostro. En los últimos años solo lo hacía en presencia de amigos y gente de la mayor confianza.

Se levantó como un resorte en cuanto te vio aparecer.

¡Mara, qué pronto has vuelto! ¿Has encontrado a Caden?

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02/08/2022, 14:03
Yvonna Oakenstave

Los Hermanos Pastorales te condujeron al pequeño despacho de la Madre Segadora, aunque un observador que desconociera su función lo calificaría de invernadero. Era una estancia brillante, cálida y cubierta de verdor. No había ni un lugar de toda la sala donde no creciera una planta. Unas semillas germinadas por aquí, una enredadera subiendo por allá… Aunque la mayoría de las plantas estaban en algún tipo de maceta, algunas habían crecido directamente del suelo. Estas plantas estaban tan cuidadas como todas las de la estancia.

Yvonna caminaba entre las plantas sonriendo a cada una de ellas. Se detuvo junto a una, tocó una hoja y la levantó para observarla por debajo. Después la frotó suavemente con los dedos. Cogió un puñado de la tierra que la alimentaba y la aplastó entre sus dedos. Satisfecha, volvió a dejar la tierra en la maceta y pasó a la siguiente planta.

Tarareaba una melodía alegre mientras iba recorriendo las plantas y en ocasiones se detenía para entornarle unas notas a una de ellas. Por fin, llegó a a la puerta tras haber visitado todas las plantas de la estancia. Se dio la vuelta para mirarlas de nuevo con placer sereno. Después, se dio la vuelta y te miró directamente a los ojos. Sonrió y alzó un dedo. 

Las noticias son solo noticias, porque nunca son del todo ni buenas ni malas —dijo en un tono que parecía sugerir una respuesta a algo que no habías dicho todavía. 

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02/08/2022, 17:53
Berenice

La travesía fue un suplicio para todos. Berenice estaba aquí y allá cuidando que los que caían se volvían a levantar. Aplicaba cuidados para todo el que se tropezaba y caía, los animaba a volver a levantarse y seguía convocando toda el agua de la que disponía para que pudieran beber. También les daba un poco de carne seca para que mataran el apetito. Si alguno lloraba, ahí estaba la selunita para calmar su pena. Si alguien se desvíaba, Berenice trataba de que no tirase demasiado de la cuerda y empujase al resto. Le dolía verlos así, pero lo que más la espantaba era haber acabado sus días así, cuando era la chiflada del pueblo y la gente la apartaba de una patada del camino. Tenía un brazo roto por ese motivo, porque un jinete no tuvo paciencia para apartarla y la arrolló con su montura.

Esas gentes eran conscientes de lo que les pasaba, sus mentes habían colapsado y no podían valerse por sí mismas; pero los momentos de lucidez les hacían ser conscientes de su situación. Y eso tenía que causarles un terror que Berenice entendía muy bien. Porque ella había estado allí. Tenía que sacar a esas personas de ese trance. Y salvar al valle. Y encontrar a Aedelwulf. Notaba una presión en el pecho y falta de aire, todo causado por el estrés de la situación.

-Bendita Dama de Plata, dame fuerzas para superar esto. Por favor.

Cuando se acercaron a su destino, las selunitas se hicieron ver y detuvieron la marcha.

-Hola, otra vez -saludó-. Que Selûne os guarde, necesitamos ayuda. Hemos encontrado a estas personas prisioneras en Colina Aullante. Han sido... envenenadas con unos hongos que han trastornado sus mentes. Su curación está más allá de mi poder, pero el tratamiento es posible. El problema es más grave, hemos descubierto que Vakenis ha enviado licántropos a infiltrarse entre los aldeados de Harrowdale, y por aldeas y pueblos del Valle. Esos hongos, alterados mágicamente, causan que la mordedura de un licántropo transforme a la víctima en cuestión de horas en otro licántropo. Necesitamos ayuda con estas personas, nosotras volaremos a Harrowdale cuando estén seguros. ¿Podeis cuidar de ellos mientras tanto? Necesitan comer y beber.

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03/08/2022, 21:24
Mara

Por supuesto, encontró a Elaven dando su ayuda a otros. Teniendo en cuenta cómo lo trataban a veces hubiese estado en su derecho de mandar a todo el mundo al cuerno y dedicarse a vivir su vida y cultivar un jardín o algo. Pero no sería Elaven si iciera eso. Se acercó a él y enlazó su brazo con el suyo para apartarlo a un sitio algo más discreto, en que al menos pudiesen permitirse algo de privacidad si hablaban en voz baja. Tenía muchas cosas que su amigo necesitaba saber, pero no quería que extender rumores y pánico antes de tiempo.

-Lo he encontrado, pero no está bien.-Le dijo.

Y luego explicó tan brevemente como pudo todo lo que había visto que estaba ocurriendo, y de lo que se había enterado gracias a lo que los Escudos le habían contado de sus propias investigaciones. Lo que había ocurrido en la cueva y los experimentos con aquellos extraños hongos, y lo que le habían hecho a Caden. El plan para atacar Harrowdale. Cómo lo había dejado a él y a los otros prisioneros con los Escudo para llevarlo al Calvero, mientras Galatea, Savinian y ella corrían hacia Harrowdale. Y lo que había pasado con los licántropos y los druídas, y lo que le habían dicho de los elistreítas, los magos desaparecidos, Kazok, la aliada misteriosa... Eran tantas cosas, y había tenido tan poco tiempo para asimilarlo, que no estaba segura de estar contando todo. O de no haber contado algunas varias veces.

-Necesitamos ayuda para llegar a Harrowdale cuanto antes. Si sabes de alguien que nos pueda prestar unos caballos, nos harán falta. Y hace falta poner sobre avisa al pueblo y la gente de los alrededores, y organizarlos para que se protejan entre sí y no entren en pánico. Y Caden...debería estar seguro por el momento, pero cuando todo esto termine...yo no soy una sanadora, Elaven, no puedo hacer mucho más por él. Me han dicho que puede curarse, pero no cualquier sanador tiene capacidad de hacerlo.

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06/08/2022, 13:56
Narrador

La máscara de hierro ocultó las emociones de Elaven, hasta que la zozobra se manifestó en la búsqueda de un asiento. El selûnita se retiró la capucha y se enjugó el sudor de los cabellos con una mano temblorosa.

Gracias a la Dama de Plata, que me guió al mandarte esa carta. Sospechaba desde hace tiempo que una sombra se cernía sobre el Valle, pero ni en mis peores pesadillas esperaba que fuera tan profunda. Os podéis llevar mi caballo, claro. Y podemos comprar alguno en el festival si necesitáis más monturas, aunque salgan caros. Ni qué decir tiene que la urgencia de la situación lo amerita.

»Cuando llegues a Harrowdale Town dirígete a la Casa del Arpa Cantora —dijo, e hizo una pausa. Las palabras “si no es demasiado tarde” flotaban en el aire, pero Elaven no parecía capaz de pronunciarlas—. Si el peligro es tan grande como nos tememos, Aquel que Ata todo lo Conocido podría enviarnos una profecía que nos ayude a través de una canción. Berenice es una afamada profetisa y está acostumbrada a interpretarlas. Si estoy en lo cierto, ella podría ser de ayuda.

»Y soy perfectamente consciente del pasado que tenemos con los drow, pero puedes confiar en las Doncellas Oscuras. Los Eilistreítas son de fiar. Si ellas no pueden curar a Caden, la Madre Segadora lo hará. Puede parecer una anciana inofensiva, pero es la sacerdotisa más poderosa de todo el Valle. Khauntea la favorece tanto como para concederle plegarias de la séptima esfera, tengo entendido. 

»Que hablando de ella, deberíamos informarla inmediatamente de las novedades. A ella y a los Jinetes Grises. Quizá ellos tengan un modo de contactar con los Burgueses. Yo me uniré a la defensa aquí  y… —dijo, y se detuvo—. Oye, ¿tú cómo estás? ¿Cómo llevas todo esto? Lo mismo lamentas el momento en que te saqué de Tantras, y no te culparía por ello.

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05/08/2022, 07:28
Galatea

Galatea sentía una punzada mezcla de resignación comprensiva y amargura cada vez que alguna de aquellas miradas caía sobre ella y Áscalon. Resignación porque comprendía que no era más que una reacción producto del miedo, la gente necesita algo a lo que culpar cuando las cosas escapan de su control, y aquellos eran comerciantes y granjeros; personas sencillas que cuando las cosas escapaban de su control poco podían hacer para sobreponerse a ello.

Y amargura porque a la vez se sentía injusto... si ellos supieran lo que en verdad había sucedido con el Círculo. Los druidas siempre habían tratado de defender el bosque y el equilibrio, ella misma había ayudado en múltiples ocasiones a los cultivos y los animales de Velarbnurgo. Eran guardianes, no enemigos. Pero en cuanto pasaba una cosa extraña, todo aquello se evaporaba como el humo y pasaban a ser sospechosos de lo peor.

Era triste.

Y era injusto.

Con aquel humor medio gris, murmuró una despedida a sus compañeros cuando éstos se separaron para ir a atender cada uno una cosa y se dirigió a buscar a la Madre Segadora. En un principio sólo observó en silencio desde la puerta cómo esta cuidaba las plantas. Era siempre agradable ver humanos que tenían empatía y amabilidad que ofrecer al resto de seres vivos con los que compartían la creación, aunque no fueran como ellos.

Cuando la miró a ella y le habló, sin embargo, no respondió inmediatamente. Sólo se la quedó mirando en silencio. Odiaba dar malas noticias a gente buena. Porque para ella eran malas noticias; la aniquilación de su otra familia no eran "sólo noticias".

Cada vez que recordaba la hermosa estatua de Sylvanus profanada, el remanso de serenidad que era el círculo de piedras druídicas salpicado de sangre y cadáveres, el bello estanque lleno de huesos y lo que había hecho la enredadera de Almizcle Amarillo, los rostros de sus semejantes corrompidos en el sacrilegio contra la vida que era la no-muerte... Una parte de ella tenía ganas de llorar, la otra estaba furiosa. Pero sobre todo, estaba preocupada.

Aunque de lo último que tenía ganas en aquel momento era de filosofar así que no objetó nada. Y de todos modos los nubarrones grises que cubrían el normalmente cielo azul de sus ojos probablemente ya estuvieran delatando que no venía lo que se dice con intención de contar chistes así que se limitó a cerrar los ojos y coger aire con lentitud. 

El Círculo de los Cedros ha sido arrasado, Yvonna—soltó sin más. Al oírlo de si misma puesto en palabras tuvo que morderse ligeramente el labio inferior. Por nada del mundo quería que le fallase la voz en aquel momento. Volvió a abrir los ojos con el ceño ligeramente fruncido en un gesto grave.

Y no es lo único que he averiguado. Harrowdale y el valle entero están en peligro.

En ese momento Áscalon se adelantó a saludar a la Madre Segadora con sus orejas enhiestas como si fuera una especie de paréntesis peludo. Galatea lo miró un instante y esbozó media sonrisa lánguida.

—Aunque si tienes algo de agua mientras te lo cuento... Creo que tengo la garganta como el esparto.

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07/08/2022, 19:35
Rya Shaleel-Balthus

Lo que siguió fue una hora de un tenso avance a través del bosque. Sésperis olfateaba el aire, desconfiada, aguardando sin duda la llegada de una emboscada de licántropos, o de trolls menos amistosos que los que habían conocido la jornada previa, o de los mercenarios de Aedelwulf, o drows hostiles, u cualquier otra amenaza; Velar era un bosque peligroso incluso cuando se encontaba bajo la protección del Círculo de los Cedros.

Si Berenice trataba de estar en todas partes para ayudar a los prisioneros liberados, Rya lo hacía para que siguiesen avanzando tras los pasos de Galatea sin detenerse. Si hubiera podido permitirse la compasión, nunca habrían salido de Colina Aullante. Lo mejor que podía hacer por ellos era forzarles a continuar la marcha. Y estar preparada; cargó todo el camino con el garrote en la mano, lista para cargar contra quienquiera que osase asaltar al grupo.

El temprano encuentro fue un alivio. Uno pequeño, pues sus problemas eran todavía múltiples, y de honda gravedad.

Nada hemos podido hacer por ellos, salvo sacarlos de su cautiverio y escoltarlos al lugar seguro más cercano, dijo. Los licántropos no os molestarán por el momento. Apenas encontramos resistencia en Colina Aullante; por lo que hemos descubierto, todos los guerreros jóvenes han marchado con Vakennis.

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08/08/2022, 21:09
Mara
Sólo para el director

-Hubiese lamentado más que Caden se hubiese quedado en aquella cueva, o enterarme de que el Valle ha sido arrasado, que gente que quiero hubiese sido herida o muerta, y que hubiese sido demasiado tarde para hacer nada porque creíais que me importaba más estar cómodamente en mi casa que ayudaros, y jamás os habíais molestado en avisarme.

Se sentía un poco herida de que Elaven creyese que podía estar molesta porque sus amigos le pidiesen ayuda con algo así. Y al mismo tiempo no podía culparlo. Aunque prácticamente familia, había muchas cosas que nunca había querido explicarle. ¿Le decía que pensaba en la muerte de su padre y sus propias heridas como su responsabilidad? Lo hubiese negado, no haría que ella cambiase de opinión, y lo único que haría sería que pensase en sí mismo como una carga para ella.

Y había cosas que eran difíciles de explicar para gente que no había pasado por lo mismo. Elaven había participado en la guerra, había salvado innumerables vidas, había hecho entonces mucho más por el Valle que ella. Pero no habñia combatido en la guerra.

Suspiró. Aunque no fuera capaz de decirle muchas cosas, quizás algunas merecían que se intentasen explicar.

-Dejé la vida de aventureros porque hay demasiada muerte en ella. Estaba cansada de ver morir a buena gente a mi alrededor. Compañeros y amigos, gente con la que había bebido la noche anterior, llegaban al día siguiente al templo intentando que las tripas no se les cayesen porque habían juzgado mal el alcance de un lobo huargo con sus garras, o se habían creído más rápidos que un minotauro. Esa es la razón por la que dejé de relacionarme con la gente que hace su profesión meterse en antiguas mazmorras en la que se han enterrado a magos malignos o que se dedican a intentar sacar tesoro de guaridas de dragones. Eso no quiere decir que no me importe lo que le pase a la gente mientras no tenga que verlo. Al contrario, la gente que me queda, tengo toda la intención de conservarla. Lo siento, pero pienso hacer que seais vosotros quienes me enterréis a mí, y no al revés.-Puso su mano en el hombro de Elaven-. Si necesitas algo, acudes a mí. Y te advierto de que si me entero de alguna vez no lo haces, tendrás que escucharme rezongando sobre ello durante años. Además, la responsable de que haya tenido que venir es Vakennis. Y estoy segura de que me sentiré mucho mejor una vez que le haya cortado la cabeza.-le dijo, con un sonrisa más segura de lo que sentía.

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09/08/2022, 19:08
Narrador

Una eilistreita avanzó en vuestra dirección apoyándose en un bastón rematado en una media luna de bordes afilados. Llevaba una túnica sin mangas, unos brazales de plata labrada con amatistas engarzadas, y una larga y espesa cabellera que casi llegaba al suelo. Miró a una y a otra y después habló con solemnidad en un tono que parecía pertenecer a un discurso pronunciado delante de un centenar de personas.

Soy Azuulae Ravenpride, y hablo en nombre de las Doncellas Oscuras. Si necesitan ayuda, ayuda recibirán. Comida y agua es lo menos que podemos ofrecerles. Si tenemos magia en el Calvero de Sombraltos para sanarlos, también lo haremos. La manada de Colina Aullante, como el tristemente desaparecido Círculo de los Cedros, es nuestra aliada y amiga. Es nuestra responsabilidad ayudarles en su hora más oscura, y con gusto lo haremos.

»Nada me gustaría más en el mundo que enviar a mis fieras guerreras a defender Harrowdale Town a vuestro lado. Somos conscientes de que esta batalla es tan vuestra como nuestra, pues nuestras espadas y conjuros se han medido con las garras y colmillos de la Sangre Negra en un centenar de ocasiones a lo largo de las últimas dekhanas. Mas diezmadas y como el último de los tres pilares que aseguraban la estabilidad del Velar, tenemos nuestras propias batallas que librar. Las escaramuzas con la Casa Vrana se han recrudecido en los últimos días, y aunque el grueso de la manada de Vakennis se haya trasladado a Harrowdale Town, aún hay incursores hostigando nuestras posiciones cerca de nuestro santuario. Si hay algo más que podamos hacer por vosotras o por ellos, pedidlo y os lo daremos si está en nuestra mano.

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09/08/2022, 20:08
Yvonna Oakenstave

Yvonna no reaccionó ante la noticia, claro que había pocas cosas que parecieran alterarla. Si era por una paz interior alcanzada por la iluminación, o porque realmente sabía de antemano todo lo que le iban a contar, no podía saberse. La Madre Segadora se desplazó por el invernadero, la falda caía en pliegues rectos dando la sensación que flotaba por la habitación. Te invitó a que te sentaras en una mesa de madera bellamente tallada. Velarburgo tenía fama por sus ebanistas y carpinteros.

La sacerdotisa se agachó para coger un botijo de barro y te lo tendió. Cuando bebiste el agua fresca, ella hizo lo propio y se sentó, acomodó su larga trenza y enlazando los dedos largos frente a sí, aguardó a que siguieras hablando.

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09/08/2022, 20:20
Elaven

Elaven, que no leía mentes, levantó las manos como si le hubieras apuntado con una varita de bolas de fuego.

Vale, ¡vale! Te conozco desde hace años, ¿recuerdas? Ya sé que no eres de las que se esconden, o eluden sus responsabilidades. Solo era una forma de preocuparme por ti, mujer. 

Soltó un hondo suspiro, que hizo eco en el interior de su máscara.

Es solo que… bueno, eso. No esperaba que el peligroso fuera tan grande. No porque ello me hubiera detenido a la hora de llamarte. Sino por el bien de todos. ¿Tenéis algún plan para detener a Vakennis? Lo que me has descrito parece difícil de contener, incluso si tuvierais algún modo de detectar a los licántropos infiltrados en las población. Cosa que… no sé cómo ibais a hacerlo.

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11/08/2022, 21:13
Mara
Sólo para el director

-Esa es una buena pregunta. Los Escudos dicen que pueden reconocer a algunos de ellos, así que supongo que usaremos la vieja técnica de patear la calles y hacer preguntas, e intentaremos usar diplomacia con ellos si los encontramos para que nos digan donde están los otros-de la de las palabras o la de los puños. -Y Galatea, la druida dice que puede que se detecten por el olfato, así que veremos si su lobo encuentra alguno-o la propia Galatea, pero no estaba segura de cuanto sabía Elaven de ella, y no iba a ir comentando los asuntos de Galatea sin su permiso.- Y en eso también puedo ayudar un poco. ¿Recuerdas cuando entrenaba para luchar a ciegas? Soy bastante buena usando el olfato para ayudarme cuando quiero. La verdad es que ninguna de las cosas son muy fiables, pero si eso no funciona, sólo se me ocurre tirar una pelota por las calles y ver si alguno de ellos quiere salir a jugar.

Lo cierto es que las cosas no estaban a su favor. Ellos eran más, llevaban más tiempo planeando esto, y estaban escondidos en medio de una ciudad entre otros cientos de personas. Incluso si ganaban, sudaba mucho que no fuesen a pagar un precio.

-Y en cuanto a Vakennis, ¿Es que no crees que sea capaz de acabar con ella yo sola? Ya, yo tampoco.-Pasó los dedos por entre su pelo, en un gesto de frustración- Si hubiésemos tenido más tiempo...No podemos controlar la zona antes de que lleguen, e incluso si la ciudad cuenta con fuerzas suficientes, va a ser un infierno coordinarlas para actuar cuando no tenemos tiempo. Incluso si no hay complicaciones inesperadas, va a ser difícil. Pero siempre he dicho que la suerte es una habilidad, y habilidades nunca me han faltado. Y al menos los Escudos cuentan con gente que recibe las bendiciones de los dioses, así que esperemos que algunos están de su lado.