Partida Rol por web

Escucho la conversación entre Magnus y Crotar, y el cómo este se recuesta y finje un ronquido. No puedo evitar esbozar una sonrisa, lo encontraba divertido. No puedo evitar pensar los problemas que habrá sufrido el semiorco, por el hecho de ser un mestizo.

"A veces la gente es injusta..." pienso, serio.

La noche estrellada invitaba a contemplar el firmamento, tal y como Arshade estaba haciendo. Así pues, decido sentarme a su lado y unirme, no sin echar un vistazo de vez en cuando a los alrededores y cumplir con mi vigilancia.

- Hace una noche perfecta para observar las estrellas, ¿no creéis? - comento a Arshade, sonriendo - Cuando era un niño, durante los veranos me sentaba a ver las estrellas con mi primo Vash... era de mi edad, ¿sabes?

-Hermosa noche, hace mucho que no veía una así-dije mirándolo a los ojos un instante.-¿Era dices? Mmmm, ahora tendrás que contarme la historia.

Me volví hacia él, doblando las piernas y mirándolo con sinceridad y atención, quería conocer esa historia.

-Si quieres, claro...-sonreí.

- ¿Eh? Era y es... bueno, lo somos por adopción, ya sabes... Vash es el hijo de la hermana de mi padre adoptivo - me quedo pensativo unos instantes, no quería volver a meter la gamba pues di a entender que a Vash le había pasado algo - Actualmente es clérigo de Lathander, se dedica a viajar con otros para difundir la fé de Lathander, y a luchar contra los muertos vivientes... cualquiera diría que acabaría así, con los follones que armaba junto a Arthur, un amigo en común. ¡Toda la aldea creía que terminarían siendo un par de pícaros de cuidado! Y, la verdad, con Arthur no se equivocaron...

Sonrío a Arshade, mirándola a los ojos.

- Ahora se ha establecido en Aguas Profundas, ayudando en un templo de Lathander. Le va bastante bien, e incluso tiene muchas admiradoras. Supongo que iré un día de esos a visitarle. Ah... menudas aventuras vivimos de críos los 3...

-Ah, perdón, pensé que... Entendí mal pero me alegro que tu primo esté bien. Yo la verdad no tengo muchos recuerdos familiares, recuerdo poco de mi madre o quizás quiera hacerlo así. Quizás es que no hay grandes cosas que recordar-bromeé.-Ya sabes, una pocilga, un pueblo que te odia, es mejor olvidarse hasta de su ubicación en el mapa. Pero debe ser bueno cuando tienes tantos recuerdos buenos que contarle a una maga con el pelo rojo en una noche como esta... Espero que esto termine pronto, así podrás volver a cosas más agradables, si no, mira el grupo que somos.

Las conversaciones que se estaban dando no llamaron mi atencion, luego de preparar el terreno con algunas precauciones rudimentarias encontre un buen lugar donde descansar. No era muy quisquillosa con los lujos, aunque algo de comodidad en la noche es fundamental... ya sea de una buena almohada o una buena compañia, y en este caso no parecia haber ninguna de las dos.

Esbozo una amplia sonrisa, tratando de animar a Arshade.

- Ellos no saben lo que han perdido. Te trataron injustamente... pero lo mejor es no mirar atrás hacia malos recuerdos. Y este grupo no me parece tan malo, es peculiar... ¿pero qué grupo formado fortuitamente no lo es? Así son las aventuras, y tú vas a poder contar muchas. Yo solo puedo contar anécdotas y pillerías, pero son cosas normales... bueno, lo del dragón amigo de mi padre es excepcional, cierto - ahí no puedo evitar soltar una risotada en voz baja, procurando no molestar a nadie.

-Si, supongo que semejante belleza e inteligencia son demasiado para ellos-me reí con fuerza y luego callé por los que dormían.-Yo tengo fuerza de sobra pero tú deberías descansar un poco porque no planeo cargarte por muy fuerte que sea, aunque me dejes entrever que tienen un amigo dragón en la familia... Ahora tendrás que contarme que se siente cuando estás frente a uno de esos... ¿Monstruos?

Me gustaba hablar con Nathan, era algo sencillo.

- La verdad... me impresionó mucho. Impone mucho respeto, y no solo por su tamaño... Pese a que sabía que los dragones dorados suelen estar del lado de la justicia, no pude evitar sentir algo de miedo en cuanto me miró de cerca y con curiosidad tras intercambiar unas palabras con mi padre. Créame, imponen hasta al más valiente. Sólo un loco no sentiría eso... - carraspeo un poco - Permítame darle un consejo que me dio aquel dragón ese día: "si queréis sobrevivir a un dragón no empecéis llamándole monstruo, pues os devorará de un bocado sin pensárselo. Si queréis evitar una batalla contra una sierpe y ésta tiene ganas de hablar, intentad hacerle la pelota, siendo respetuoso pero sin lamerle demasiado los pies. Y tampoco intentéis robarle su tesoro, pues es bien sabido que los dragones son posesivos y vanidosos, y cualquier atentado contra su propiedad les cabrea enormemente".

Me levanto para estirar un poco las piernas.

- Aunque mi padre me dio otro consejo poco después: "si no se te ha perdido nada en la cueva de un dragón, no entres"

Durante toda la marcha mantienes atento el ojo sobre cualquier objeto de valor que tus contingentes compañeros pudieran estar cargando. Varios parecen haber sufrido algún tropezón en Faerum a lo largo de sus vidas, y notas lo cuidadosos para resguardar sus propiedades que son.

Sin embargo, quizá por el poco mundo, quizá por la corta edad, puedes ver que justamente la parejita de parlanchines no presta ningún cuidado en ocultar lo que poseen.

Así, ves que tanto Arshade como Nathan tienen su bolsa de monedas muy a la mano de alguien... Como tu. El paladín, según lo que observas, no tiene un misero cobre, salvo por lo que (a juzgar por el bulto...de su bolsa de dinero!) debe ser le entregara Ra´s como pago por el trabajo... El adelanto al menos. La maga sin embargo, es otra cuestión. Puedes observar como pende de su cuello un rubí de tamaño relativamente mediano, y aparente valor. Claro que, robarle una gema a un mago, por majete que sea, puede ser un hueso duro de roer... Al menos en sus consecuencias...

Despues de escuchar la respuesta del semiorco Magnus calla pensativo. Era una buena cosa que no siguiese los designios de un dios tan caotico y malvado como Grumms, y entendía las razones por las cuales no quería saber de Hexetor. Pero quien más quien menos necesitaba tener al alguien en quien depositar su fe, o por lo menos para echarle las culpas.
No obstante decidió dejarle por ahora, quizás cuando se conociesen un poco más pudiese explicarle los designios del Caballero Rojo.

Ahora lo que le apetecia era descansar. Se quitó su armadura y se preparó un lugar debajo de un arbol para dormir.
Antes de acostarse rezó a sus dios dandole las gracias por lo acontecido y para que le ayudase en el día de mañana. Luego con su espada y escudo bien cerca trató de descansar mientras de fondo se escuchaban los comentarios entre Nathan y Arshade.

Luego de preparar cada uno su lugar todos se van a dormir y yo aparento hacer lo mismo. Luego de un rato y tras verificar que efectivamente todos estan durmiendo, me escabullo sin hacer ruido entre las pertnenecias del Paladin para tomar sus monedas de cobre.

Dejaria la gran gema de la maga para otro momento, ya que eso llamaria demasiado al atencion... si tenia suerte el bonachon del paladin no se fijaria en su dinero hasta que regresaramos de nuestra mision, y eso seria si el lograba regresar... Luego de realizar mi accion guarde el dinero en un bolsillo interno de mis vestimentas separado de mi bolsa de dinero comun, de esa manera me cubria ante posibles sospechas.

Poco más tarde del momento en que se realizara el primer cambio de guardia, el paladín se acuesta a descansar.

Esperas a que la maga se encuentre en algún punto de vista ciega, para aprovechar la ventaja que te brinda el tenue crepitar de las ahora escasas llamas y te escabulles agazapada hasta el sitio en que el paladín se encuentra desplomado cual tronco reseco.

Así pues, puedes observar como a lo lejos la perceptiva maga parece escucharte, y se tensa como la cuerda de un arco antes de vomitar una flecha... Tu misma te tensas, elucubrando ya alguna mentira para justificar tu accionar... Sin embargo, la maga no te ve cuando te agazapas a la par del hombretón (si bien, tenderte a su lado sería algo vergonzoso de explicar luego...). Así pues, tu accionar pasa desapercibido por la volátil centinela.

Ya al lado de Fenders, es un juego de niños. Desatar la mal guardada bolsa del cinto (que dicho sea de paso se encuentra por sobre la armadura que no se sacó para dormir! buff!) es tan simple como aplastar una hormiga para el Terraské. Tanto así que te das el lujo de observar cuanto hay en la bolsa antes de vaciarla, o simplemente mermarla... En su interior puedes ver treinta dánteres, quince taran y diez fandar... De ti depende sacarle toda la bolsa, o parte del contenido.

Una vez terminada la faena, vuelves a tu lecho.

Pasado poco más que el tiempo de la primera guardia, el paladín toma su sitio cerca de la fogata para descansar las horas que quedan de noche. La extraña maga queda observando los alrededores al tiempo que hace lo propio con las estrellas.

El resto del grupo, descansa seguro y plácidamente.

-De todo esto, debo rescatar el consejo de tu padre... Si, me lo conservaré si es que no te molesta...-lo miré con atención.-Es extraño, tienes razón, sólo es la diversidad lo que tiene esta compañía, sin duda algo que deberemos disfrutar o al menos yo porque no estoy muy familiarizada con compartir mi techo de estrellas con tanta gente al mismo tiempo.

Luego de la breve charla, cortadas gracias a los designios del destino*, al fin me dediqué a mirar las estrellas solamente, sin pensar en nada.

Aquella expedicion nocturna habia sido muy arriesgada, pero que es de la vida de un ladron si no hay riesgos en el camino... Mientras me acercaba al paladin no quite mis ojos de la maga que estaba haciendo guardia en el campamento, todo venia bien cuando derepenta una de las ramas secas que habia dejado en los alrededores se puso en mi contra. La emocion y la tension me producian un extasis inexplicable mientras podia notar esa sensacion de nerviosismo y atencion que aquel pequeño ruido habia generado en Arshade. Sin darme cuenta mi reaccion espontanea fue esconderme a la par del cuerpo acostado del Paladin, quedando a escasos centimetros de mi objetivo.

Pobre iluso tenia su bolsa de dinero por fuera de la armadura que no se habia quitado para dormir, tomar su dinero fue cosa de niños y por simple compañerismo le deje los taran y los fandar para que no se muera de hambre... aunque por su displicencia al llevar sus monedas deberia darle una leccion, con tomar sus danteres sera mas que suficiente para ambos (para mi ganancia, y para su leccion). Una vez tome mi botin continue agazapada junto al paladin monitoreando los movimientos de la maga, con un suave gesto le deje un beso en el aire al inocente cobayo antes de volverme a mi lugar de descanso... no podia evitarlo, los bonachones eran mi debilidad.

Según el Calendario de Harptos hoy es:

El ùltimo turno de guardia, como lo habían acordado, lo encuentra a Magnus orando y preparàndose para una nueva jornada.

Este Crotar... Erratico como él sólo. Quizà haya ido por algo de caza...

El sol comienza a aclarar el panorama, y avivan la fogata nuevamente, por ùltima vez por si acaso quicieran calentar raciones, u otros menesteres.

Hugash ha descansado como un bebe, y la corta noche le ha rendido cual si fuera una completa. Poco tiempo le toma descubrir la ausencia...

El campamento vuelve a la actividad ràpidamente, y la compañìa se prepara para lo que les depara el camino.

Arshade, algo tímida a causa de su caotico accionar, y ante lo que sabe está por venir, guarda su petate lo mas ordenadamente que puede, sin sostener la mirada del clèrigo, de la enana, y mucho menos del paladín...

Samir por su parte, cae en la cuenta de que el reposo le ha venido de mil maravillas, y eso es bueno, ya que si desea acabar con la banda de trasgos (que ahora cuenta en su fuero interior, no eran muchos màs que quince, o veinte contando a los orcos) habrìa de estar preparado para enfrentar lo peor...

Tras una noche caótica y revuelta, me despierto algo descansado. Me incorporo, aún somnoliento y bostezando, y me acerco a Magnus, quien hizo la última guardia.

- Una noche horrenda, ¿no crees? - digo, serio. Desde lo que ocurrió anoche me cuesta sonreir. No he parado de pensr en la muerte de Crotar y si Durbara era culpable o no según el juicio de Tyr, pero según mi juicio ella era inocente al actuar en defensa propia, aunque había provocaciones previas por parte de ambos.

"Fue un error lanzarse como locos tras ese trasgo, ésa es la única conclusión que puedo sacar"

Hago caso omiso al buen tiempo que hace, y me pregunto qué cojo para desayunar...

Hugash abrió los ojos, lo primero que sintió fue la garn herida que aún estaba cicatrizando, aunque a buen ritmo gracias a las curas recibidas por el clérigo Magnus, se llevó la mano a la herida para palpalra, aún recordaba con pesar como el semiorco le alcanzó sin esperarlo, y le vino a la mente la pesadilla, maldita pesadilla. Por lo visto habían salido vivos de allí, lo último que recordaba era el tremndo dolor causado por el semiorco...Mira a su alrededor donde se encuentran sus compañeros...

 - Que ha sucedido... Se encuentran todos bien... Fuimos rodeados...

Arshade termina de acomodar sus cosas, y, sentada cerca del fuego para aprovechar el calor que contrarresta la humedad de la bruma matutina, saca su libro de conjuros.

Por primera vez la ven taciturna, y silenciosa. De hecho, parece absolutamente ajena al universo mismo...

Samir abri los ojos mirando al grupo por un par de segundo para volver a cerrarlos...... Habia visto las imagenes otra vez, pero no recordaba con exactitiud que habia pasado.... trataba de recordar sonidos.....caras, pero todo aprecia en blanco. Volio a la realidad...

- Gracias por su hospitalidad - Aseguro levantandose - Pero debo seguir mi camino...