Partida Rol por web

El enorme semiorco ahora de frente al combate que a la salida de la guarida se ha desatado, justo para ver como la enana casi corta un brazo de uno de sus lacayos...

Enanos! Arrrghh!!! Piensa furibundo al tiempo que carga su enorme arco, pero al tensar la cuerda, decide no apuntar a la criatura blindad, sino al salvaje desenfranado (y menos cubierto)

;STRRRRRRRRM""""

Grita en un tono que no deja lugar a dudas de que se trata de una orden, luego, deja volar la saeta en pos de Hugash...

Solo la suerte hace que el proyectil despedido a velocidades monstruosas por la exquicita pieza de armamento que la criatura posee (solo gurmuush sabe còmo fue a parar a sus brutales manos) no impacte en el flanco izquierdo del bárbaro a priori, incluso la maga lo ve pasar màs cerca de lo que hubiera deseado...

El ataque sorpresa habia terminado y ahora solo quedaba luchar hasta que uno de los bandos termine por caer. Estaba concentrada en la batalla y calculando la distancia para mi proximo ataque, cuando de repente vi pasar una saeta a una velocidad y fuerza descomunales. Mis ojos se centraron en el semi-orco que portaba lo que parecia un gran arco especial, y la capacidad de destruccion de esa cosa. Sin dudarlo me agache tras la roca que funcionaba como tapadera de la base de los trasgos y desde ahi volvi a lanzar una flecha contra nuestros enemigos

El momento de prepararse ya había acabado. El asalto había ido bien casi la mitad de los trasgos habían caido antes siquiera de que supieran lo que les atacaba, ahora sólo quedaba rematar la faena.
El clerigo del Caballero Rojo avanzó hasta uno de los pequeños seres y descargó su espada contra él. Pero ya estaba preparado contra su ataque y evitó que la espada de Magnus le golpeara.

La semielfa perfora el pecho de su objetivo, dejando escapar por tal orificio el aire y la vida de la triste criatura, al tiempo que uno de los trasgos de la vanguardia da un rodeo haciendo caso de las òrdenes del semiorco brutal para lanzar un proyectil (una jabalina pequeña, de las que ya vieron anteriormente) contra el enemigo más cercano, que no es otro que Durbará...

La jabalina viaja por el aire dibujando una parabola para ir a estrellarse y hacerse añicos contra el firme escudo de la enana...

Magnus por su parte avanza para ultimar a otra de las pequeñas criaturas, pero esta evita el mortal filo de su espada larga... Todo esto al tiempo que otra de las alimañas del frente, se posiciona a unos quince pies del clèrigo para intentar alcanzarlo con un proyectil... Cosa que, al estar el humano aún intentando dar muerte a uno de los pares del bichejo, logra hacer, perforando el hombro derecho, armadura ropas y carne de por medio...

 Otro de los trasgos, ya de frente a la escaramuza armada por el grupo de aventureros, deja que ensucie el impoluto aire una jabalina para buscar el cuerpo de la enana... Pero nuevamente su armadura superior le da la posibilidad de no sufrir mas razguño que el producido por un gato... O algo aún inferior...

Al mismo tiempo, el malherido humanoide al que la enana casi corta un brazo deja su jabalina caer al suelo para hacerse con su maza e intentar aplastar el craneo de la malhumorada blond. Ésta logra esquivar por poco y nada el brutal golpe lateral de la pequeña pero homicida criatura... Por poco, su cabeza sigue intacta!

Poco al sur del clèrigo, otra criatura imita a la que intentara aniquilar a la enana, dejando caer su jabalina, y empuñando su maza contra el clèrigo, pero este desvía el mal ejecutado golpe con su espada sin mayores complicaciones...

Entre tanto, otra de las criaturas da un rodeo al sur y luego al este hasta quedar directamente con la enana lista para recibir un jabalinazo... Pero nuevamente el intento es infertil contra la impenetrable armadura!

Entre tanto, el paladín se termina de incorporar para continuar con el combate...

Me moví, me quería acercar al semiorco aunque eso no fuera la mejor idea que hubiera tenido nunca, me sentía capaz y fuerte. Si, lo haría y luego algo se me ocurriría.

-Al menos vamos a crearle una distracción.

Lo miraba fijamente al mismo tiempo que avanzaba y era como estar hipnotizada y no saber exactamente lo que estaba haciendo pero no era de los que se echaban atrás.

El malogrado intento del trasgo se pierde en la nada, cuando intanta golpear al clérigo termina con la maza en su propia rodilla...

HHAAAAIII!!! Chilla la estúpida criatura.

El bárbaro después del tropezón intentó estabilizarse para intentar acabar con algunas de las criaturas que tenía a su lado, pero sin poder conseguiro pues las criaturas estaban dispuestas para atacarle cuanto antes, así que se dispuso a intentar aguantar los golpes o intentar esquivarlos, tendría que esmerarse más si no quería acabar muerto por esas horribles criaturas...

Durbara resultó un valladar inexpugnable para los ataques de los trasgos. Cuando la dieron un respiro no perdonó y destrozó el cuello del trasgo al que había herido antes de un hachazo certero.

El enorme semiorco, que había esperado para ver como se desenvolvían sus "muchachos", ve a la maga acercarse por uno de los flancos... Tensa su arco, y apunta a su corazón... La flecha pasa por entre el follaje de un abeto a una velocidad monstruosa... La maga apenas si ve la muerte avecinarse, cuando ZAZ! La flecha rompe tela, piel, costillas y... Se deposíta a milímetros por sobre el corazón de la hermosa muchacha... Tamaño golpe debiera haber matado a un hombre fuerte... Casi dan por seguro que la pelirroja ha ido a parar a los nueve infiernos... Pero al verla caer de rodillas, sus manos aún se agitan...
GRRRAAAAAAAAAA!!! Brama el semiorco, sediento de más sangre!

Frío, gris, rojo, calor, negro, frío, calor, rojo, negro, frío, gris.

El golpe retumbó en mí con una potencia inusitada, sabía que era factible recibir un ataque de esa magnitud pero pensé que tendría la buena suerte de las mujeres de mi familia. En realidad la estaba teniendo; el dolor me doblegó y mis piernas no me respondieron más provocando que cayera de rodillas. Bajé la mirada incrédula hasta donde estaba la herida y sentí la tibieza de mi sangre recorrer mi cuerpo hacia abajo, era una sensación algo extraña como si aún pudiera aferrarme a la vida que se escapaba con aquel líquido rojo y espeso. Moví las manos intentando llegar a la flecha pero quizás arrancarla no era una buena idea, además, estaba segura de que el semiorco atacaría de nuevo, sólo estaba esperando el momento.

Comencé a sentir frío pero no era algo insoportable.

Las cosas no iban bien para nosotros, el impetu con el que el barabro arranco la batalla se habia esfumado en el aire, el paladin todavia no lograba meterse de lleno en el combate, y el clerigo hacia lo que podia. La unica que parecia mantener la compostura era la enana. De repente vi como la maga salia corriendo en plan suicida hacia el gran semiorco armado con tan terrorifica herramienta. Lo que iba a suceder era predecible, pero aun asi me dolio tener que verlo... el colosal monstruo descargo su ira y su proyectil en el pecho de la maga que milagrosamente parecia aun permanecer con vida.

Solo podia intentar cubrirla desde donde estaba, pero si la bestia con el super arco descargaba otro proyectil contra ella seria el fin... y tenia que admitir que estaba empezando a simpatizar con la pelirroja, asi que no estaba dispuesta a dejarla morir tan facil. Primero acabria con el trasgo que esta flanqueando al Clerigo... despues de todo es el unico capaz de curarla.

Estaba bien agazapada sobre mi cobertura y por algun motivo mi punteria me fallo, la flecha no dio en el blanco y por poco se la dejo de decorado en la espalda de nuestro lider... maldita sea.. no tengo tiempo para fallar ahora.

Un trasgo aún rezagado , moviendose casi agazapado para buscar un resquicio... Sin embargo, su ataque es magro y la enana evita el mazaso con un simple movimiento de su hacha...

UUIAAAAAHH!!!!! "brama" otro trasgo...El que diera a magnus un jabalinazo, ahora maza en mano (más no escudo, que no se lo ha puesto) sale a la carrera para intentar golpear tanto como pueda al clérigo,  que se encuentra plantado en firme contra su oponente al sur ...  Sin embargo, tropieza consigo mismo y su maza golpea fuertemente la espada del clérigo, sin hacer daño alguno a éste...

Magnus tenía a tres enemigos encima, por lo que necesitaba abrir un poco la situación. Además Arshade había caido y no sabía si estaba herida o muerta. Tenían que acabar con los trasgos ya mismo.
El clérgio dio un paso para colocarse en mejor posición y lanzó un fuerte tajo al goblin que no llevaba escudo y acababa de carcar contra él. Así evitaría que lo pudieran flanquear despues, y si Nathan venía a apoyarle tendría hueco suficienta para cargar contra los trasgos que dejaba atrás.

Pero lamentablemente una cosa era la teoría y otra la practica ya que al avanzar se hizo un lio y no calculó bien el ataque.

Maldición o mera mala suerte, Magnus, clérigo del Caballero Rojo lanza un golpe al trasgo en cuestión, el cual es detenido por la maza del bichejo... Una maza ordinaria, y de inferior calidad que la espada del siervo del  estratega (si bien no es Jaque Mate la espada del clérigo)... Pero, aún contra las posibilidades, el acero de la espada cede ante el contundente material del arma enemiga, recibiendo una melladura importante... Que sin duda habría de afectar el equilibrio y balance de la hoja para ser utilizada como herramienta de combate!

Al ver como magnus se zafa de la encerrona armada por sus compañeros, uno de los bandidos trasgos ve la espalda del clérigo como una excelente oportunidad para partirlo al medio... Cosa que ejecuta no sin antes proferir un agudo

WIIII!!!!!!!!!

Pero la armadura del clérigo evita que este reciba más daño que el simple toque en el homóplato izquierdo!

A menos de diez piés, enfrascado en combate cuerpo a cuerpo con el bárbaro, otro pequeño bandido trasgo lanza un golpe contra el enorme carnicero, encontrando un pequeño espacio en lo bajo, para golpearlo fuertemente en el punto que el cuádriceps deja lugar a la rodilla... Machacando la carne, sin poder romper el hueso... Pero obsequiando un enorme dolor al poderoso Hugash!

Sobre la derecha del clérigo, el enemigo intenta sobrepasar el escudo y la guardia del siervo del Caballero Rojo, pero la instrucción con los primohermanos de la iglesia de Tempus sirve sus frutos cuando, rodeado y asediado por doquier, Magnus logra evitar el nuevo ataque enemigo, no sin esfuerzo físico de por medio...

Algo más alejado de la escaramuza, puede observar como su compañero impacta al bárbaro, y, por medio del instinto, decide situarse tras la enana, aprovechando la posibilidad de amenazar en combate cruzado tanto al bárbaro como a la acorazada guerrera de la Marca Argentea... Habiendo visto a sus compañeros intentar sin ningún tipo de éxito herir a la enana, se decide por el enemigo de las pieles al hombro, y busca su codo izquierdo, para evitar al menos que empuñe a dos manos el espadón... Ataca, y lastima... Pero solo un moretón (si bien duro), que no impediría al encarnizado combatiente seguir en la lucha blandiendo su arma como un demonio desenfrenado...

Sin embargo, estos dos derramamientos de sangre bárbara parecen alterar los sentidos de otro trasgo más, al noreste de Magnus, atrayendolo como tiburones a un náufrago malherido flotando en el negro océano...

GUAAAAAHHHH!!!! Brama el pequeñajo con la maza de armas en alto y el escudo en la zurda cuando se lanza camino al bárbaro, pero este lo ve venir y logra detener su ataque arma contra arma...

Tras reincorporarme, veo que las cosas empiezan a ponerse feas, así que me lanzo contra uno de los trasgos que rodean al clérigo, aunque lamentablemente no consigo golpearle con la espada

El bárbaro ve como sus compañeros y el son rodeados por la batida de trasgos, la cosa no estaba saliendo como el esperaba y además había sido herido por una de esas asquerosas criaturas, la cosa se estaba poniendo realmente complicada, por el rabillo del ojo pudo ver como la maga caía de un increíble flechazo, eso no podía significar nada bueno. Hacía un rato que se estaba cabreando, pero la situación lo estaba sobrepasando, y enfureciendo por momentos. Con un grito de rabia los ojos se le empezaron a inyectar en sangre y levantó su espadón como si de un trozo de madera se tratase y lo descargó al trasgo que tenía a su espalda, el cual le dio el último golpe. Casi parte a la criatura en dos, la cual cae al suelo sin más, pero antes de que caiga el bárbaro se gira poderosamente para golpear al que en esa situación estaba de nuevo a su espalda, para aprovechar el impulso, pero la criatura pudo poner el arma y parar la embestida, aunque le hizo temblar el brazo entero la criatura aguantó tanto como le fue posible, hasta que su extremidad dejó paso a la brutal fuerza que empuñando la mortífera hoja llegó hasta su craneo, para abrirlo en dos como un zapallo maduro...

 - Os mataré a todos, desgraciadas criaturas estúpidas!!!!- El bárbaro utilizó toda su voz para que las criaturas le oyeran y miraran su estado de furia, pero sobretodo al trasgo que tenía en esos momentos delante, momento en el cual la criatura en cuestión sintió como evacuaba su cuerpo todo cuanto había comido, al  literalmente cagarse en las patas...