Partida Rol por web

 -Ataulfo, deja al arbol en paz y ataca a los pájaros-

Digo mientras arrojo una daga al pájaro mas cercano

Siriel se acercó al árbol e intentó espantar a lo pájaros enarbolando su espada.....Fuera, fuera, pajarracos del infierno, os ensartaré con mi espada y luego os cocinaré a fuego lento, dejad al arbolito en paz.- gritó

La situación es la siguiente: una bandada de una docena de "pajaros" a llegado a la zona, 6 atacan al arbol que se agita con fuerza incluso diriais que con dolor, y los otros seis atacan a los 10 elfos y a Duncan. La mayor parte de los bailarines siguen bailando y cantando excepto Duncan y dos más, que comienzan a gritar en elfico y desenvainan unas dagas para defenderse, aunque unos de ellos cae herido bajo los picos dentados de los extraños pajaros que le arrancan trozos de carne y la devoran con deleite.

En un primer momento Duncan lanza una daga que pasa volando cerca de un pajaro, Raangar conjura un poderoso hechizo que impacta contra otro de los seres, y mientras Romualdo y Siriel se lanzan entre ellos hiriendolos con sus armas Ataulfo lanza otra javalina que de nuevo es rechazada por el arbol que sigue agitandose con fuerza.

Actaundo raudos Raangar, Siriel y Romualdo atacan pero fallan sus ataques

Asombrado el clerigo observo la escena y aunque no sabia muy bien lo que estaba sucediendo desde luego los pajaros tenian un aspecto bastante malvado, o terrorico más bien.

- Tenemos que ayudar a esos pobre elfos - grito con fuerza y comenzo a avanzar pesadamente hacia los pajaros.

Duncan rueda por el suelo hasta ponerse a la atura del pájaro que está despedazando al elfo y lo sujeta clavándole la daga hasta la empuñadura. 

Duncan clava su daga con fuerza en el extraño pajaro (5 daños) y este se gira atacandolo con furia y mordiendole el brazo con inusitada fuerza para su pequeño tamaño. El resto de los que estan atacando a los elfos se vuelven contra vosotros al sentirse en peligro y cominzan a intentar morderos mientras emiten agudos chillidos, pero todos sus ataques son futiles.

Romualdo ve como las aves se revuelven contra ellos al sentirse amenazadas, dejando al menos a los elfos en paz. El guerrero consigue cubrirse con su escudo y los pocos que consiguen morderle no hacen mella en su armadura, asi que decide trazar un arco con su espada intentando golpear a cuantos pueda.

- Morid malditas aves del averno!!- Grita a la par que lanzaba estocadas.

Ataulfo enarbola su mandoble ante los pájaros que se acercan, y arremete cotra ellos con dureza - ¡está bien! ¡Primero, los bichos voladores, después, ya veré lo que hago con ese árbol hechizado!

Lentamente el clerigo se acerco a los veloces pajaros intentando golpearles con su maza pero era tal su rapidez que fue incapaz de darles.

- ¡Malditos dejad en paz a esta gente! -

Uno de los elfos conscientes de lo que pasa muere entre horribles gritos y graznidos debido a las heridas producidas por los pajaros y el otro golpea con su daga a uno de ellos causandole una pequeña herida que no consigue incapacitarlo para seguir atacando. Mientras entre el revuelo de plumas, alas y armas golpeando el aire Romualdo de un certero espadazo ensarta a uno de esos bichos causandole la muerte, ante esto los espeluznantes pajaros que revolotean por el suelo deciden enfrentarse a vosotros olvidandose por un momento de los cantantes que parece que cada vez aumentan mas el tono de su canción.

Los pajaros no dejan de atacar, y arrojo otra de mis dagas a otro acertándole de pleno

-que criaturas mas molestas- comento para nadie en particular

-AAHH¡¡-. Un grito de rabia cruzó el aire, la estirge se removía intentando librarse del abrazo, mientras Duncan le clava una vez más la daga en el costado.

Quedaba claro que una mandoble no era el mejor arma para atacar a esos pequeños pájaros, no obstante, el empeño que mostró Ataulfo dió su fruto - Muerete, maldito bicho de los siete infiernos - gritaba mientras aplastaba al pequeño ser.

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Animado por su último golpe el pequeño guerrero volvió a intentar golpear a uno de aquellos extrañoa pájaros que atacaban al bonito árbol

Despues de haberos enfrentado a orcos y a muertos vivientes parece que estas estirges no suponen demasiado problema para vosotros y asi segun pasan al vuelo las golpeais sin problemas acabando cada uno de vosotros con una de ellas e incluso Raangar con un increible lanzamiento de su daga consigue ensartar a dos de ellos que caen entre graznidos al suelo llevandose un gran golpe contra el suelo. Ante esto los otros "pajaros" que mordian al arbol comienzan a bajar para intentar vengar a sus congeneres y los dos supervivientes del suelo atacan a omualdo y a Vasily pero fallando sus moridscos debido a la dura armadura de ambos.

Duncan se aparta del cadaver sujetando la sangre que mana de su brazo-Malditos medio-pajarracos, me han mordido.-