Partida Rol por web

Aves de verano

Aves de verano

Cargando editor
11/10/2022, 11:32
Director

Aves de verano

La presencia del Bucle se sentía por todo el lugar, desde la Red Mountain hasta la presa Hoover. Los padres de los niños trabajaban allí; los vehículos de mantenimiento de DARPA patrullaban las carreteras y los cielos; por los bosques, los claros y los pastos, rondaban máquinas extrañas. Grandes cargueros magnetrínicos sobrevolaban el desierto trayendo toneladas de mercancías desde lugares remotos. Nada nuevo. Rick Astley acababa de lanzar Never gonna give you up y los chicos mayores se peinaban como él y llevaban gafas de sol como las del vídeoclip, las chicas buscaban carpetas con su fotografía para el curso que venía y se aprendían los pasos de baile de la canción. Los suertudos que tenían MTV podían verlo casi a diario mientras que el resto de los mortales tenían que conformarse con esperar al programa musical semanal de la NBC o tener algún amigo amable que le grabase el videoclip en una cinta. Entre tanto, el calor del cercano desierto del Mojave caía de forma tan plomiza que solo apetecía quedarse jugando al Super Mario Bros hasta que se hiciera algo más tarde y refrescase un poco, entonces sí se podrá coger la bici y salir en busca de algún robot estropeado o de alguna maquina varada en las afueras de Boulder City, o subir a lo alto de la colina desde donde se apreciaba una increíble vista del lago Mead y las colosales torres de refrigeración de la central que hacían funcionar el acelerador de partículas que todo el mundo conocía como el Bucle.

La mayoría de las personas con dos dedos de frente no salía a las calles de Boulder City en pleno verano, no al menos hasta que el sol caía un poco y la temperatura refrescara. Ningún insensato se atrevería a enfrentarse a los 38º que reinaban en aquellos días y que provocaban que las suelas de las zapatillas se pegasen al humeante asfalto. Ni siquiera se podían consolar con la esperanza de que algún chaparrón veraniego pasajero descargara algo de agua para refrescar las calles, ya que en esta zona desértica apenas caían 100 litros por metro cuadrado a lo largo de todo el año. La gente solía decir que el calor de Boulder City era un calor seco, pero cuando puedes freír un huevo en la acera que hay frente a tu puerta, poco importa que el calor sea seco o húmedo. La forma más común de aguantar el calor era gracias a los ventiladores o a el agua fresca de las piscinas, poca gente tenía uno de esos aparatos de aire acondicionado, aunque quienes querían gozar de ese frescor artificial acudían al centro comercial o a algún supermercado que dispusiera de tales dispositivos. Por las tardes, cuando el sol se estaba poniendo y la temperatura ya por fin descendía, la gente saleía de sus casas para disfrutar de un poco de viento fresco mientras bebían algo. Pero hasta que llegara ese momento, lo mejor era quedarse en casa y jugar a algo para pasar el rato y matar el aburrimiento o moverse sigilosamente para evitar que una madre igual de aburrida, o un padre que alterna los canales en el aparato de televisión en desesperada búsqueda de algo entretenido que ver, considerase que su vástago estaba demasiado ocioso y decidiera endilgarle alguna tediosa tarea de la casa o recordarle que hay deberes de verano que los simpáticos profesores dejaron para amargarles la libertad veraniega. Pero cuando el sol bajase podrían salir a disfrutar del inmenso mundo de aventuras que existía en los alrededores, sin deberes, sin tareas, sin colegio ni instituto... sintiéndose libres como aves de verano.

Cargando editor
11/10/2022, 11:47
Director

¿Rick Astley? ¡Venga ya! ¿Quién en su sano juicio quiere escuchar esa mierda cuando puede partirse el cuello con Helloween. Aunque seguro que la panda de pijos amigos de las Ashleys andan repeinados como el Beach Boy en Technicolor de Astley. Aquella panda de panolis no entendía nada de música y eso era lo único que Cindy tenía en claro mientras pensaba en cómo podrían hacerles una buena jugarreta a los pijos esos. Mientras la frenética batería de Ingo Schwichtenberg provocaba que las membranas de los altavoces de sus cascos vibraran como locas al ritmo de Twilight of the Gods, Cindy se encontraba tumbada en la cama, maquinando algún plan al respecto.

Aquella paz, sin embargo, se fue al garete cuando su devota madre entró en la habitación de golpe. Gesticulaba mucho y movía la boca enfadada, pero Cindy no escuchaba nada de lo que decía. Su madre le hizo gestos para que se quitase los cascos. Estaba enfadada, así que era mejor hacerle caso. 

Por el amor de nuestro señor Jesucristo, Cindy Woods. ¿Cuántas veces te he dicho que esa tecnología que te pones en las orejas va a fundirte el cerebro? Y además escuchando esa música satánica a todo volumen, ¡si puedo escucharla desde el pasillo! ¿Qué hemos hecho mal contigo, Cindy? Antes eras una niña adorable que vestía tan hermoso y ahora... Mírate —su madre contempló con horror los dibujos que ella misma hacia y colgaba en las paredes de su habitación para suplir la carencia de pósters de bandas de heavy metal—. Y.. estos... estos dibujos del Diablo. ¡Se acabo, Cindy! Esta misma tarde vamos a ir a hablar con el reverendo Stephenson. 

¡Oh, no, mierda! Justo cuando el bueno de Liam iba a traer a la guarida ese libro suyo de los dragones y los dados extraños. Tenía que inventarse algo para salir de aquella o convencer a su madre para que le dejara marchar. No podía perder la tarde aguantando otro de los largos y aburridos sermones del reverendo Stephenson. ¡Aquel hombre era un despiadado! Lo mismo le daba si estaba en el púlpito o si te lo encontrabas en la cola del supermercado, te podía tener horas dándote la brasa. 

Cargando editor
11/10/2022, 12:29
Director

Bueno, ya sabía que Liam había dicho el día anterior que llevaría su libro con el dibujo del dragón en la portada y los dados extraños a la guarida para probar de qué iba ese juego, y que a todos les había entusiasmado la idea. Pero Astrid pretendía aportar algo de nivel cultural a aquel grupo y si iban a jugar a un juego, no había ninguno mejor que el ajedrez. Un juego sofisticado, elegante y de alto nivel intelectual. Y por eso cargaba con su tablero y con la caja de piezas que iba resonando en su mochila al ritmo de sus pasos. 

Astrid dobló en una esquina y se topó de bruces con la pandilla de Ashley Grealy y sus crueles amigas disfrutando unos heladas en uno de los bancos de la calle. Ashley G. era la líder de las animadoras de los equipos deportivos del instituto de Boulder City, y como tal, era quien marcaba tendencias en el instituto, quien decía qué estaba bien y qué estaba mal en cuestión de moda y de quién era digno de recibir su conversación y quién merecía ser ignorado sin piedad. Las demás chicas de aquella pandilla de niñatas superficiales, y bastantes chicos que se juntaban con ellas, le hacían caso sin dudarlo, vestían como ella, se maquillaban como ella, se peinaban como ella y marginaban o insultaban a quienes Ashley tomaba por indignos. Por supuesto, ni la ropa, ni el tablero de ajedrez que llevaba bajo el brazo ni nada de lo que Astrid lucía era del agrado de Ashley, que había amargado bastantes de sus días en el instituto.

 ¡Mirad!  Dijo Ashley con una sonrisilla cruel en los labios, señalando a Astrid con la mano que sostenía su helado.  Es la princesa pringada.  Un coro de risas maliciosas sonó a su alrededor mientras planeaban alguna maldad para hacerle a la pobre.

Cargando editor
11/10/2022, 12:48
Director

El bueno de Liam había prometido que aquella tarde llevaría a la guarida el libro ese con el dragón en la portada y los dados extraños para echar una partida, pero Becca tenía un problema: estaba castigada. El día anterior, su madre había vuelto pronto del Bucle, donde trabajaba como arquitecta, y aunque le había dado tiempo de tirar el cigarro que estaba fumando por la ventana, el humo y el pestazo a tabaco se había quedado flotando en su habitación. Su madre se puso echa una fiera en cuanto notó el olor y le dijo algunas palabras no muy agradables, como que era tan parecida a su padre que terminaría como él. Pero lo peor era que le había castigado sin salir durante una semana, y Becca tenía muchas ganas de ir a probar el juego de Liam. 

En aquellos momentos su madre se estaba a punto de llegar del trabajo. Su hermana, por supuesto, ya estaba llorando porque Becca no quería jugar con ella al ¿Quién es quién? Pero ella tenía mayores preocupaciones en esos momentos, tenía que conseguir que su madre le diera permiso para ir a la guarida con la pandilla, y tenía que hacerlo de manera que evitara que le endilgara a su hermana pequeña. O también podía fugarse, no era muy difícil saltar desde su ventana al árbol que crecía en el jardín y cuyas ramas estaban cerca. Ya lo había hecho otras veces. Solo tenía que tener el cuidado suficiente para moverse sigilosa como un gato y que nadie se enterara. O tal vez, si pensaba un poco más, se le ocurriera alguna manera de librarse de aquel tormento y pudiera salir con los demás. 

Cargando editor
13/10/2022, 02:19
Director

Liam estaba preparando las cosas para aquella tarde. Había quedado con su pandilla en que llevaría el libro con el dragón en la portada y los dados extraños para jugar una partida de ese raro juego. A todos les había parecido bien, y él estaba entusiasmado con la idea. Llevaba poco tiempo en Boulder City y por fin tenía un grupo de amigos con el que poder salir y hacer cosas. 

Se encontraba metiendo el libro en su mochila cuando escuchó un ruido proveniente de la cocina. Un cristal, probablemente un vaso se había roto. Escuchó a su padre toser. Llevaba un tiempo así: estaba tan tranquilo y de pronto le daban unos accesos de tos incontrolada que no era capaz de calmar. Luego, cuando se recuperaba, completamente rojo, decía que no era nada y que se encontraba bien. Lo achacaba todo a un catarro mal curado que había pillado un par de meses atrás. Cuando Liam bajó aquella tarde para irse, lo pudo ver en la cocina desde las escaleras barriendo los restos del vaso roto. Advirtió en su mano un pañuelo ensangrentado, lo cual le provocó un hormigueo desagradable en el estómago y una sensación de que detrás de aquel catarro había algo peor. 

Cargando editor
13/10/2022, 02:35
Director

Ahora que las clases habían terminado y que muchos chicos se habían ido de vacaciones a la playa o a campamentos de verano distribuidos por estados cercanos pero a bastantes millas de distancia de Boulder City, Theo esperaba que las cosas estuvieran más tranquilas en lo que respectaba a su hermana y el grupo de Ashley Grealy y las otras animadoras. Por alguna razón, que tal vez tuviera que ver con la peculiar forma de ser de Astrid, aquellas chicas se la tenían jurada y no la dejaban en paz. Aquel había sido un curso difícil para ella. Pero también para Theo, que había entablado amistad con Stan Harmon, el capitán el equipo de fútbol americano y cuyo grupo de amigos iban con las animadoras a todos lados. 

Aquel día, Theo había quedado con su otra pandilla. La menos popular. La de Astrid, Becca, Cindy y Liam. Este último había prometido traer un juego raro con el que se había hecho y que todos querían probar. Era un libro con un dragón en la portada y unos dados extraños de diferentes caras. Theo nunca había visto un dado con más de seis caras, como los de los juegos familiares que tenían en casa, así que le costaba creer que existieran. 

Iba de camino a la guarida que tenían en aquel viejo anuncio abandonado, estaba solo porque su hermana había insistido en volver a por el tablero de ajedrez por si el juego del dragón no era todo lo sofisticado que ella esperaba, cuando al doblar una calle se dio de bruces con Stan y los chicos. 

¡Eh, Korklan! Que bueno encontrarnos contigo. Hemos quedado ahora con las chicas, ¿te vienes? —Theo tenía que inventarse una excusa creíble para pasar de Stan y los demás sin que eso afectara a su buena relación con ellos, y por supuesto no iba a decir que había quedado con la otra pandilla, se reirían de él. 

Cargando editor
13/10/2022, 11:47
Theo Korklan
Sólo para el director

Desde que Liam había nombrado el juego del dragón, la aspiración secreta de Theo había sido dominarlo pronto y poder machacar a su hermana. Nunca jugaba con ella al ajedrez. De hecho, Astrid no sabía que solía hacerlo con el señor Fairbrass, su vecino, amigo y confidente. Hasta que no se sintiera lo suficientemente seguro de tener una oportunidad de ganarle no pensaba jugar con ella, y por eso se alegraba de que Diane Petersen se hubiera largado de Boulder; ahora Astrid tenía que conformarse con practicar con Cindy y el resto de miembros del club de ajedrez del instituto, si es que los había.

De hecho fantaseaba ya con que su hermana había vuelto a casa a por el ajedrez porque se sentía insegura ante un juego nuevo del que no sabía nada y con el que no podría darse aires. Una sonrisa de desdeñosa satisfacción se dibujaba en su cara cuando giró una esquina para toparse con Harmon y los otros.

El instinto de Theo solía funcionar rápido en esas ocasiones, así que aquella sonrisa viró automáticamente hacia otra un tanto plana pero sin rastro de ese aire displicente. No podía ser un momento más inoportuno. No acudir a la cita con Liam lo dejaría en directa desventaja con Astrid: ya podía imaginársela sabiendo todo sobre el juego esa misma noche y a él, como ahora, no recordando ni siquiera el nombre.

Qué mierda, tío, me pillais mal —comentó mientras torcía el gesto con fingida contrariedad—. Me toca buscarme un curro este verano y tengo que ir ahora mismo a una casa para hablar de horarios y tal. Ya sabes, cortar césped y esas cosas —soltó el aire como si se aburriera solo de pensarlo—. Si no voy mi padre me corta los huevos.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Madre mía!, empezamos bien con la tirada. XD

Cargando editor
13/10/2022, 12:00
Becca White

Qué terrible era eso de fumarse un cigarrillo de vez en cuando. O dos. No era tan grave ni tan malo. Si casi todo el mundo fumaba. Su madre era una tía guay pero también un plomazo. Que vas a terminar como tu padre. Pues ni tan mal, ¿no? Bueno, su padre bebía un poco, su nueva chica hacía lo que quería con él, y era un músico ya de capa caída. Pero, bah, eso lo decía su madre para intimidarla. 

Becca reflexionaba sobre estas cosas encima de la cama, con las piernas cruzadas, en camiseta de tirantes y braguitas, mirando hacia el exterior a través de la ventana, fumándose un cigarrillo. Era una reacción normal, osada, rebelde, al castigo de su madre. En esta ocasión recordó el ambientador, muy a mano. Le dio una profunda calada al pitillo, y lanzó volutas de humo hacia el techo, intentado dibujar círculos. Cada vez se le daba mejor esto de fumar con arte. 

Tomó la resolución de largarse. Que vale, aumentaría su castigo, pero su madre no la iba a atar con cadenas, ¿no? Ni de coña pensaba pasarse la tarde, y menos la semana, jajajaja , (una carcajada retumbó entre las cuatro paredes de su amplia habitación), metida en casa, y que quería probar el juego del alelado de Liam. La última calada, apuró el cigarrillo, saltó de la cama, esparció el humo afuera por la ventana, más o menos, y una buena rociada de ambientador. Se vistió rápidamente, tejanos, camiseta, zapatillas deportivas, metió algunas cosas en su mochila y salió, resuelta, de su habitación.

-Beth, qué pasa enana. Ah, el quién es quién, mola este juegazo. Deja de llorar, pareces una mocosa, ¿eres una mocosa? Beth la Mocosa, como una de esas muñecas que les das cuerda y se ponen a llorar.

-Has fumado, se lo diré a mamá.

-¿Ah, sí? ¿Y sabes lo que te haré yo? Usaré tu cabeza de cenicero, y luego la tiraré por el retrete. Te parece. En fin, oye, se me ocurre algo -sus ojos brillaron de astucia maligna- Voy a comprar helados, que mamá me dio unas monedas, prepararemos helados con nata, y plátanos, un regalo para mami, ¿vale? Tú y yo, las superhermanas molonas. Ves preparando el juego, que ahora vuelvo. Si viene mamá, dile eso, que he ido a comprar los helados.

Becca se marchó corriendo, antes de que llegase su madre, por la puerta de la cocina. Se escabulló por el camino de los pinos, medio agachada, saltó una valla, continuó corriendo. Cuando se alejó lo suficiente, se puso los patines y se esfumó veloz como el viento. 

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

He usado un poquito a la hermana, espero que no re moleste ;)

Uso cuerpo + sigilo. 3+2 . ¿Es suficiente un éxito?

Cargando editor
13/10/2022, 13:08
Astrid Korklan

El caballo era la pieza favorita de Astrid. La más ágil, la más astuta, la más bonita y sofisticada. Siempre acechante era la única que podía saltar otras piezas y, por ejemplo, hacer jaque al rey y a la reina a la vez manteniéndose fuera de su alcance. También le gustaban las negras. Porque eran las más desfavorecidas, aunque podían ganar.

Y ahora la reina blanca enrocada entre sus deleznables peones amenazaba al caballito negro, que era ella. Le hubiera gustado saltar sorpresivamente frente al banco, hacerle jaque a esa zorra con una frase ingeniosa que la dejara en evidencia ante su séquito, algo como “solo eres una necia, paleta” para luego vencerla con un jaque mate en forma de patada en la entrepierna. Pero, al menos por esta vez, no podría ser. Todo el mundo lo sabe, incluso los que apenas conocen el juego que la reina es la más poderosa de todas las piezas del ajedrez, sobre todo si te la encuentras a campo abierto, girando una esquina. Y el caballo, cuando está solo, paradójicamente no puede correr mucho, como lo haría el alfil. Solo puede dar un paso al frente y uno a un lado, y eso es lo que hizo Astrid, agachar la cabeza y dar un paso al frente y uno a un lado, asiendo con fuerza su querido ajedrez magnético y fingiendo no haber oído nada mientras vigilaba por el rabillo del ojo, atenta a la jugada de las blancas, en una partida que que pintaba realmente mal para las negras.

Cargando editor
14/10/2022, 08:06
Theo Korklan
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Forzar tirada. :-)

Como han salido dos 6, utilizaría uno para añadir el efecto de carisma "intentará persuadir a otros para que te crean." Ya que está hablando con el líder, si algún otro de los chicos duda, él podría convencerlos de que dejen a Theo en paz.

Cargando editor
14/10/2022, 10:59
Cindy Woods
Sólo para el director

Cindy no aguantaba ni una palabra de su madre, aunque le daba pena que fuera tan devota y a veces se compadecía de ella haciéndole caso e intentando que entrara en razón. Pero no iba a ser así en esta ocasión. Puso los ojos en blanco al quitarse los auriculares y escuchar lo que su madre decía de nuevo. Le había sacado el tema mil veces y le creaba una especie de rabia y ansiedad que intentaba controlar. 

- Mamá... Entiendo que te altere y tienes razón; quizás el reverendo me podría guiar un poco para enseñarme por qué se supone que esta música es satánica... Pero, ¿podemos aplazar la charla con el reverendo para mañana? Es que tengo un trabajo grupal para clase y tan solo hoy podíamos quedar todos. Cuenta mucho para la nota y me gustaría aprobar y aportar mis ideas.

Miró a su madre apenada, con una cara prácticamente de súplica. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

He forzado porque he visto que esta vez no hay estados. Juraría que vi en algún lugar que se tenía que narrar todo en primera o tercera persona, pero no encuentro nada. 

Cargando editor
15/10/2022, 00:51
Liam Brown

Liam se paró frente a la cocina sin saber muy bien qué decir. Sabía que, preguntase lo que preguntase, su padre iba a quitarle hierro al asunto. Pero aunque sería como predicar en el desierto, no podía irse así sin más.

Papa, ¿te encuentras bien? —preguntó con timidez—. ¿Por qué no vas al doctor como dice la mama?

Esperó la respuesta como si se preparase para recibir un globo de agua helada. Sabía lo que iba a pasar, siempre era igual, pero era su padre y podía dejarlo pasar.

Cargando editor
15/10/2022, 17:16
Director

Vaya, tío, qué faena —Dijo Steve, quien solía ser menos suspicaz que Stan y se creía todo lo que uno dijera —. Es verdad que el otro día escuché a tu padre soltarte la brasa con eso —añadió el muchacho, aunque Theo dudaba de que hubiera escuchado nada semejante de la boca de su padre, pues se lo acababa de inventar sobre la marcha. 

Pero aquello fue suficiente para que Harmon no le insistiera ni le pusiera en un compromiso con aquella situación. Simplemente le dio ánimos para poder terminar el trabajo cuanto antes y le dijo dónde estarían por si acababa pronto y quería  unirse a ellos más tarde. Poco sabía Harmon de juegos como el ajedrez o el otro del dragón al que pretendía jugar Theo, y menos mal que no lo supiera. Theo sospechaba que si averiguaba algo al respecto se burlaría cruelmente de él y del resto de sus compañeros. 

Notas de juego

Puedes rolear la despedida y todo lo demás a tu gusto. En el siguiente post ya os meto en la guarida. 

Cargando editor
15/10/2022, 17:29
Director

¿Qué era un castigo para Becca? Una puerta cerrada más que tenía que abrir, y qué más daba. Se encargaría de las consecuencias cuando llegaran, si es que llegaban, no se le daba mal camelarse a su madre para evitarse castigos. Como acababa de hacer con su hermana bajo la promesa de unos helados —que probablemente nunca llegaran— para evitar que la mocosa se chivara de que estaba fumando nuevamente en su cuarto. 

Se preparó en un santiamén y se escabulló con sigilo entre los pinos de la entrada. Una vez se puso los patines y salió rodando por el asfalto de la calle no había nadie que pudiera detenerla. Solo tenía que evitar un par de calles donde su madre se entretenía comprando o hablando con alguna conocida y no habría problema alguno. Salir de Boulder City en dirección a la guarida que compartía con sus amigos y listo. Con un poco de suerte se encontraría con alguno de ellos de camino. Incluso le pareció ver a Astrid siendo acosada por la payasa de Ashley G. y el resto de su séquito de pardillas con ínfulas de reinas del baile que iban con ella. 

Notas de juego

Al contrario, cuanto más rico hagas tu post mejor. Precisamente pretendía que tuvierais libertad en estos post introductorios para hacer lo que quisierais. 

Cargando editor
15/10/2022, 17:46
Director

¿Adónde vas, pringada? —Preguntó Ashley G. al ver que Astrid se movía hacia delante y a un lado para intentar esquivarlas. 

A Astrid le hubiera gustado soltar una frase ingeniosa para dejar en ridículo a Ashley, y seguro que tenía más vocabulario que ella para hacerlo. Ya que por muy jefa de animadoras que fuera, parecía que lo único que sabía decir como insulto era "pringada", lo cual repetía una y otra vez como ella misma había comprobado en multitud de ocasiones. Pero Astrid optó esta vez por moverse, algo en lo que Ashley probablemente tuviese ventaja. Al ver que iba hacia ella con tanta determinación la animadora se lanzó a por Astrid con intención de empujarla. Por el rabillo del ojo, la muchacha pudo ver que otra de las chicas de su cohorte de reinas del baile estiró un pie por la espalda de Astrid con intención de zancadillearla después del empujón de la jefa de animadoras. 

Notas de juego

Lanza Movimiento (Cuerpo) si vas a huir, o cualquier otra habilidad con la que quieras afrontar el Conflicto. En este sistema siempre tiráis vosotros, si fallas te alcanzan y si aciertas te libras. 

Cargando editor
15/10/2022, 17:52
Director

Aquella milonga del trabajo grupal parecía haber convencido a su madre, que si había algo en el mundo que le preocupara casi tanto como la salvación del alma de su pecaminosa hija era que sacara buenas notas. Así que pareció relajarse cuando Cindy le contó que iba a hacer algo para clase. 

Está bien, hija. Me gusta que estudies en verano —dijo su madre, complacida de que su hija no dedicara todo el tiempo libre que tenía a la vida contemplativa y el ocio y dedicase algo de tiempo a los deberes que los profesores habían mandado para el siguiente curso—. Pero no llegues tarde a cenar, ¿vale?

Notas de juego

En tercera persona, lo puse en el hilo de reclutamiento. Como lo has hecho, está perfecto. :)

Puedes rolear la despedida y todo lo demás a tu gusto. En el siguiente post ya os meto en la guarida.

Cargando editor
15/10/2022, 17:59
Director

Sí, claro, ¿por qué lo dices? —Dijo su padre después de carraspear la garganta para aclararse la voz—. Nada hijo, esto es un catarro, no hay de qué preocuparse. Ya sabes que tu madre lo exagera todo. ¿Vas a salir? —Preguntó rápidamente para cambiar de tema—. ¿Te importaría hacer un recado? ¿Puedes pasar por el desguace de Pearson para que te dé la pieza que le encargué el otro día? Llamó antes para decir que ya la tenía. 

Su padre había recuperado la compostura. Tomó aire profundamente y carraspeó la garganta un poco más mientras esperaba la respuesta de su hijo, probablemente conteniendo la tos que luchaba por salir. Se giró para no mirar directamente a Liam y llenó otro vaso con agua del grifo. A su lado había un recogedor con los cristales del que se le había caído y el charco de agua que todavía tenía que fregar. 

Cargando editor
15/10/2022, 19:48
Liam Brown

Una queja estuvo a punto de brotar de los labios de Liam, pero se contuvo al ver los restos de vidrio que aún estaban en el recogedor. Había quedado con sus amigos y no le apetecía cargar con una pieza del desguace. Sin embargo, viendo a su padre intentando quitarle gravedad al asunto de su tos, no se atrevía a contradecirle.

Antes de contestar, ordenó su mente como pudo y tragó saliva.

Sí, papa, creo que me pilla de camino. Espero que no sea muy pesada. Cuando vuelva de jugar te la traigo, ¿vale?

Ya había preparado las copias de las fichas de personaje y tenía lápices y dados para todos —Cindy les había dicho dónde encontrar la tienda de cómics donde comprar todas las cosas chulas que necesitaban para el juego—. Había estado devorando el libro de cabo a rabo tras espiar a Charlie y sus amigos cuando berreaban cosas sobre espadas +1, goblins y mazmorras. Al fin se sentía preparado para probarlo y hasta tenía una aventura escrita por él mismo en la mochila (con dibujos y todo).

Su hermano le había dado permiso para llevarse el libro con la condición de siempre: si le pasa algo a alguna de mis cosas por tu culpa, sale de tu paga.

Cargando editor
15/10/2022, 20:59
Becca White

Allá iba Becca, patinando a media velocidad, mascando chicle de menta y escuchando The Talking Heads en sus auriculares nuevos, recién conseguidos de su papi, gracias a unos pocos besos, sonrisas cariñosas y tibias promesas. 

Becca se marcaba unos rollos sutiles o tremendos, según el día, le asombraba que su padre se los tragara. O eso, o su papá representaba muy bien que confiaba en ella. Como fuese, ella lucía sus auriculares plateados. Lo último de lo último.

Cruzó una calle solitaria, canturreando, mirando a un lado y a otro, no era probable que su madre tomase este camino, pero a saber. Y bueno, por si se encontraba con alguien de la pandilla. 

Y entonces vio a su ratón de biblioteca preferido, Astrid. Se detuvo con habilidad, una vuelta sobre sí misma y clavando patines, explotó un globo de chicle y observó la escena. Algunas no aprenden nunca, se dijo, pensando en las animadoras 

Becca tenía trece años, no es que fuese menuda, pero tampoco sobresalía en altura o fuerza. Eso sí, de decisión y malas ideas, iba sobrada.

Emprendió la marcha, acelerando paulatinamente, hasta que hizo como si perdiese el control, frenó a medias, giró lo suficiente y golpeó con su cuerpo y la mochila a Ashley G. En plan bolos.

Más bien, frenó su carrera con ella y sus pardillas. 

-¡Buahhhh, qué torpeee soyyyy!

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Cuerpo - fuerza.

Pues un poco mal XD

He forzado gratis, tampoco, jajaja.

Cargando editor
17/10/2022, 11:31
Theo Korklan
Sólo para el director

Ante el comentario de Steve sobre su padre, Theo levantó las cejas algo sorprendido y asintió despacio, como dándole la razón resignado. A veces le admiraba lo acomodaticia que podía ser la percepción de alguna gente, en especial la de aquel muchacho al que imaginaba dándole la razón aunque viniera a contarle que había visto un ovni. Incluso pasó un momento por su cabeza tratar de hacerlo algún día.

Como fuera, el comentario de Steve dio a su excusa un aire de lo más convincente y respiró aliviado, asintiendo para parecer agradecido cuando Harmon le deseó ánimos.

Claro tío, si me da tiempo me paso —respondió comprometiéndose sin la más mínima intención de cumplir su palabra.

Se marchó caminando con aire despreocupado y, una vez ya no lo veían, sonrió tirunfante y aceleró el paso dispuesto a llegar a la guarida antes que su hermana.