Partida Rol por web

Bakunyu Ushimimi

Escena 3 - Dream Island, el resorte definitivo

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10/09/2014, 22:49
Kyo

Con la habitación ya vacía, ausente de la presencia de tu bellísima, encantadora y sorprendente secretaria, puedes empezar a plantearte cosas. O al menos podrías si toda tu sangre no pareciera querer fluir a tu “segunda cabeza”. En fin.

Alcanzas rápidamente uno de los terminales inalámbricos de la habitación y pides por Ginger. La eficiente chica de recepción no hace preguntas, te deja en espera unos escasos segundos y al volver el sonido puedes distinguir la voz sensual de vuestra guía:

-Señor Mori, dígame, ¿qué se le ofrece, en qué puedo ayudarle? Espero que el bungalow sea de su agrado…

Sin duda la chica tiene un móvil de esos 24h disponibles… y un sueldo a juego.

Notas de juego

Perdonado :-)

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11/09/2014, 23:43
Kyo Mori

Me aparto un segundo del teléfono mientras apoyo índice y pulgar en el puente de la nariz y cierro los ojos, pensando en lo que estoy haciendo.

<Estás quedando con una despampanante mujer para recabar información y para meterle todo lo que se tercie> Bien dicho, si señor, lógico y excusable.

<Y mientras tanto Ana, ahí, investigando> La conciencia tiene su parte de razón. Y es Ana de quien estamos hablando...

<Si, por supuesto. Está investigando las propiedades milagrosas de tranca en...> ... Precisamente ese es el problema. ¿Quien puede resistirse a esa mujer?

<Nah, Ana no es así. Ella es una profesional... ¿Verdad?>

<... ¿Tu que crees?>

-¡Ginger! Por fín logro dar contigo.- Deje escapar una sonrisa maquiavélica.- Estoy aburrido. Mi esposa ya se ha marchado a la playa, y yo soy mas de interiores. La verdad es que no tengo mucha idea de que actividades hay para... divertirse. Y esperaba que una mujer con tus... aptitudes y encantus supiere de algo que hacer para pasar un buen rato.- Puse la mano en el altavoz del teléfono mientras negaba con la cabeza. Si tenía que seguir interpretando el papel de amante millonario que quiere ligar pasando desapercibido me pegaría un tiro. Con un poco de suerte, la tal Ginger estará al día de este tipo de actos y quien sabe. Quizás con el incentivo adecuado (en su bolsillo o en su entrepierna) se muestre mas abierta a la hora de hablar. Dios estoy enfermo...

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14/09/2014, 21:54
Kyo

Aunque los celos te asaltan, eres también consciente de que son injustificados, pues, ¿qué derecho tienes a "aferrarte" a ella, a que sea "tuya"? Pero eso no borra el sentimiento... Grrr. Estás siendo poco profesional, al contrario que Anna. Y probablemente ese adonis caribeño...

En cualquier caso, pese a tus sentimientos y concentración desecha, consigues centrarte lo suficiente para seguir con la misión. Sí, ya sabes, aquello por lo que recibiréis un jugoso cheque al final de todo esto. Si es que todo sale bien y salís de una sola pieza como para poder disfrutarlo. Hay que centrarse, sí, definitivamente.

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14/09/2014, 21:54
Ginger

-Oh, señor Mori, encantada de hablar de nuevo con usted. Por desgracia me temo que no voy a poder... guiarle más intimamente en estos momentos, tengo obligaciones laborales a las que atender en el resort, pero le recomiendo que pase por el casino, sin duda allí encontrará todo el entretenimiento que pueda desear e incluso más. Las croupiers desbordan... simpatía, hay música en vivo, un ambiente muy agradable que seguro que le mantendrá bien entretenido. Aunque tal vez podamos vernos de nuevo más tarde, esta noche... -al otro lado de la línea notas un ruido apagado, indecisión y por fin Ginger prosigue un segundo después- acabo mi turno a las 9 de la noche y cenaré allí mismo. Ejem. Usted y su señora están invitados a compartir mesa conmigo si lo desean... -de nuevo vuelves a detectar el cambio de rumbo en la conversación. Sin duda Ginger es una mujer que ahora mismo se debate entre la obligación, la corrección... y otros factores.

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18/09/2014, 15:23
Anna Hayami Williams
Sólo para el director

La verdad es que una podría acostumbrarse a vivir en un lugar como Dream Island siempre que se cumplieran varios supuestos: el primero de ellos es que estuvieras soltera, porque ver tanto placer junto provocaba que mis ojos se pasearan con poco control disfrutando de las vistas; el segundo de ellos, que fueras lo suficientemente atractiva como para poder caminar sin sentirte el patito feo del lugar -aunque también podías tener la autoestima necesaria para ello; el último, que tuvieras dinero, porque el nivel de vida de un lugar como este debía ser demasiado elevado para cualquier persona normal. Yo, por mi desgracia, no cumplía con todos los requisitos: si bien mi autoestima y mi forma física eran los adecuados, ni me sentía soltera debido a la tensión con el jefe- ¡y ni mencionar nuestro teatrillo matrimonial!- ni tenía dinero como para permanecer aquí, pero eso era lo bueno de una investigación con gastos pagados. 

El camino hasta el encuentro con Hugo se me hace bastante agradable, pero no dejo de pensar en el jefe por desgracia: aquel beso había formado parte de nuestro papel, pero los anteriores que nos habíamos dado no lo habían sido... y no habíamos vuelto a hablar del tema; lo cierto es que ambos éramos adultos y no necesitábamos tener una charla, pero yo estaba bastante confusa. Nos habíamos dejado únicamente claro que cualquier cosa se podía hacer por esta misión, como él ya había demostrado con la secretaria de nuestro jefe.  Con esos pensamientos me introduzco en el agua hasta llegar a la zona rocosa. Por suerte, logro situarme entre algunas rocas que no están siendo maltratadas por el sol. La espera se hace corta, o al menos tengo esa sensación cuando veo el escultural cuerpo de Hugo apareciendo como un verdadero Dios griego. Suspiro, lamentando toda aquella situación que tengo con el jefe -y nuestra maldita coartada- y trato de aparentar tranquilidad, aunque es imposible no fijarme en esos abdominales y en su sonrisa encantadora. 

Sus palabras hacen que me centre en la investigación y no en la idea que me pasa por la cabeza al estar en un lugar tan oculto y resguardado. ¡Era una mujer casada! O al menos, debía parecer para el resto del mundo que eso ocurría. La mano de Hugo sobre mi hombro hace que sienta que me derrito, y me muerdo el labio en un acto reflejo.  Me ha dado información bastante sugerente sobre el caso y estoy segura de que el jefe quedará contento. Acaricio la mano del hombre con cuidado, notando la fragancia que desprende y que me agrada tanto. Yo... te estoy muy agradecida, Hugo- le digo con una voz cálida- Me pareces un hombre encantador, y en otras circunstancias yo...- miro a otro lado y me acerco un poco a él, quizá dejándome guiar por el deseo más de lo que me gustaría- Pero soy una mujer casada...- comento, mirándole a los labios. A medida que le hablo me pego más a su cuerpo. No puedo dejar que se escape sin obtener información. Tenía muchas ganas de darles un pequeño mordisco, así como de arrinconarle- o que él me arrinconara a mi- contra una de aquellas rocas, pero debía contenerme.  Exhalo algo de aire, notando que la temperatura en mi cuerpo ha aumentado un par de grados- Esa mujer americana... ¿sigue alojándose aquí? ¿Se hospeda en el resort? Permanezco unos segundos en silencio, dubitativa. Me encanta como hueles, Hugo, de verdad.  Tienes una fragancia tan única que estás haciendo que me desconcentre... 

 

 

Notas de juego

¡Perdón por la tardanza! >_< 

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13/10/2015, 23:39
Kyo Mori

Aparté el teléfono con gesto contrito. ¿Croupiers? Claro que sí, viendo el panorama me sorprendería que fuesen capaces de ver las cartas con la delantera que tendrán. Aunque no creo que los jugadores estén muy concentrados en sus manos... No me atraía mucho la idea de ir a ese casino, a decir verdad. Instintivamente me llevé la mano a mi baraja de cartas, algo desgastadas y con los dibujos algo raidos, pero aun reconocibles. Casi sin darme cuenta empecé a calentar la mano izquierda con el truco de hacer desaparecer la carta con el reverso de la mano haciendo un gesto seco para que la gente creyera que la carta había desaparecido.

-Ahá... Ahá...- En mi mente se empezó a formar un plan algo abstracto, poco realista pero con ciertas posibilidades.- Muy bien señorita Ginger, le explicaré la situación.- Esto era mucho arriesgar, pero si salía bien, sería una recompensa que dejaría en ridículo el monto total del casino y mi paga. La sola idea de que Anna... Negué con la cabeza y me centré. Hice una impostura para poner mi mejor tono de poker, como si simplemente expresara lo que va a pasar, con un tono de voz sugerente para que la pelirroja picara el anzuelo.- Me enviará un smoking negro ónice y una corbata de color verde oscuro, junto a una camisa blanca sin ningún detalle, un vestido de gala de color rojo carmesí, ajustado de cintura y de escote generoso, ambos de la talla que más se ajuste a mi esposa y a mí. Dará aviso a mi mujer que se encuentra en la playa de la Roca para que se reuna conmigo en el casino dentro de dos horas llevando el traje que usted tan galantemente habrá dejado en nuestra habitación.

Inspiré hondo dos veces, separándome del teléfono un instante para hacerlo sin que la recepcionista se diera cuenta. Anna con un traje de ese estilo... Negué con la cabeza fuertemente para liberar esa imagen de mi mente y me centré en la señorita Giger. 

-Necesitaría la ropa cuanto antes mejor, ya que cuando termine mis ejercicios estaré sudado y necesitado de una... muda, al igual que mi esposa, no sabe lo que puede cansarse una auténtica maestra del yoga como ella. Su flexibilidad es uno de los motivos por los que la escogí para ser mi esposa. ¿Hará esto por mi, querida? Créame que sabré... Sabremos, agradecérselo de una manera de la que jamás se olvidará.- Por amor de Kami, Buda, Dios o quien sea, que esto funcione... 

Por lógica una persona poco acostumbrada a manejar tales cantidades bien podría verse tentado de multiplicar la misma, probando un poco de suerte con las tragaperras, cartas y ruletas... Si esto salía bien podría dar con O'bolic y regalarme la vista con el panorama de Anna... Digo, con Anna. Si eso. Con Anna...

Notas de juego

Mory en estos instantes...

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18/10/2015, 14:15
Hugo

-¿La mujer americana? -pregunta Hugo con el tono "salsero" propio del inglés de estos lares- Sí, sigue aquí, no he oído que se fuera. Debe estar en la planta de arriba, con los jefes. No baja al comedor del servicio del hotel, con nosotros. Pero señora Mori, hágase un favor y no se acerque a esa gente, es peligrosa... Y usted es tan bella, sería una lástima... Váyase cuanto antes, por favor -añade con tono de preocupación, sus fuertes manos en tus hombros, apretándolos ligeramente, de forma afectuosa, paternal. Tus pechos, con intención o no, llegan a rozar levemente su pecho de alabrastro. Su rostro está serio, su mirada de ojos oscuros revela preocupación por ti, una mirada conmovedora. Y en el fondo de su mirada, el fuego pasional caribeño, luchando por abrirse paso entre todas las cadenas.

Recobrando el raciocinio, Hugo retrocede un paso y, enrojeciéndose a pasos agigantados se gira. Tus entrenados ojos de fémina aciertan a entrever una notable erección que ahora trata de ocultar a toda prisa. La ropa de baño, típicamente, no ayuda mucho al respecto.

- Tiradas (1)
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18/10/2015, 14:20
Ginger

Cartas... ummm, sí, parecía una buena idea. Tal vez una manera de justificar un viejo vicio, a veces rentable, a veces una forma clásica de buscarse problemas, pero siempre emocionante.

-Por supuetos, señor Mori, no se preocupe, ahora me encargaré de hacerle llegar todo lo que me pide. Un smoking negro ónice y una corbata de color verde oscuro y camisa blanca lisa para usted, talla L, vestido de noche rojo carmesí, ajustado al talle y con escote profundo, talla, mmmm, M, para su esposa. Si quiere que le hagan arreglos tenemos un servicio de sastrería muy eficiente, no tiene más que pedírnoslo. En seguida me encargo de dar aviso a la señora Mori. Disfrute de sus ejercicios, señor Mori. No espero recompensa alguna, es mi trabajo... -Curiosamente jurarías que al otro lado del teléfono Ginger ha hecho pequeñas reverencias antes de colgar.

Al parecer no ha habido demasiado suerte. Tal vez la elección de las palabras, el tono, quién sabe. Puede que tenga trabajo ahora, o que esté al lado de alguien que no le permita hablar libremente. O puede que simplemente no tengas tanto gancho por teléfono como en persona. Sea como fuere, no has notado a la pelirroja *interesada*. Eso puede dificultar las cosas, o no facilitarlas. En fin, ya se verá.

En cualquier caso, si todo sale como planeas, vas a estar jugando en un casino rodeado de bellezas, con la pelirroja al abasto y Anna con un escotazo de quitar el hipo. Ummmm, sólo de pensarlo...

Bueno, y ¿ahora qué?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Dejaré "aviso" a Anna, que se reunirá en breve contigo en la habitación para arreglarse, imagino. Detalla un poco qué haces hasta la cena, si quieres.

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18/10/2015, 21:13
Anna Hayami Williams

Hugo parecía realmente inquieto ante la idea de que pudiera sucederme algo, lo cual era un halago.  Su insistencia sobre que no jugara con fuego –porque a fin de cuentas esos tipos eran un peligro más duro de lo que me imaginaba yo, seguramente- no dejaría que pasara desapercibida por mi parte, pero lo cierto es que no podía abandonar a Kyo en este caso –ni en ningún otro, creía yo-.    Sólo puedo decirte que tendré cuidado, ¿de acuerdo? Siempre lo tengo.  No me meteré en líos-  le dije manteniéndole la mirada. No me gustaba tener que estar mintiendo –y conteniéndome- por alguien con quien finalmente podía no lograr absolutamente nada, pero ese era el problema de sentir tal atracción por alguien.

De pronto se separó y se giró mientras su rostro se sonrojaba. A mí no se me escapó la incipiente erección que nacía en su entrepierna y realmente, aunque debí apartar la mirada, lo cierto es que me quedé observando su trasero unos segundos.  Tengo que centrarme.  Cuando acabe esto, si Kyo y yo no hemos avanzado creo que tendré que buscarme un ligue o algo. Ya hasta me cuesta pensar a veces.  Di un par de pasos hacia él y le di un beso en el omoplato.  Gracias por todo, Hugo, de verdad.  Intentaré marcharme cuanto antes.  Espero que, si nos vemos de nuevo, sea en otras circunstancias.

Tampoco quería incomodar al atractivo trabajador, así que me dispuse a marcharme hacia mi habitación de nuevo. Al menos tenía cosas que contarle a Kyo y esperaba que él también hubiera aprovechado el tiempo, como yo.  Bueno, como yo no, espero que él no haya tonteado más de lo necesario. Ten cuidado tú también, no quiero que te pase nada.   Le eché un último vistazo a Hugo y me lancé al agua para nadar hasta el otro lado.  La verdad es que ahora lo que mejor me venía era enfriarme el cuerpo, y las ideas. 

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19/10/2015, 11:19
Hugo

-Ojalá, señora, ojalá. Gracias.

El atlético monitor se aparta un poco y observa cómo te alejas de él, de regreso a la playa común de Dream Island.

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19/10/2015, 11:20
Anna

Cuando regresas a la playa, a parte de las despampanantes y voluptuosas clientas tostándose al sol mientras se toman una copa (de aquellas que inevitablemente llevan una sombrillita), de sus parejas bastante menos despampanantes, de los camareros y chicos de las toallas, ves a una suerte de botones con un móvil de trabajo a través del cual logra reconocerte.

-Señora Mori, el señor Mori ha pedido que acuda a su bungalow.

Tras lo cual, sonriente, hace una pequeña reverencia y se esfuma a atender otros asuntos.

Notas de juego

Dado que ya era tu intención ir a la habitación, os reuno.

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19/10/2015, 11:24
Director

Os reunís en el bungalow. Es todavía media mañana, pues aunque el cansancio acumulado durante el viaje hizo mella en vuestros cuerpos y de haber podido habríais comenzado tarde el día, el hidroavión os marcaba un horario que tuvísteis que cumplir.

Ahora, casi simultáneamente a la llegada de Anna a la habitación, una señorita vestida de algo así como porno-chacha francesa (incluyendo escotazo a punto de explotar, delantalito blanco lleno de florituras y minifalda negra plisada) llama a la puerta. Trae dos cajas de ropa a estrenar, a saber: un smoking negro con corbata verde oscura y camisa blanca por un lado y, por el otro, un vestido rojo carmesí de noche con evidente escasez de tela.

Notas de juego

Todavía no habéis ni comido. Según indicaciones generales, tenéis a disposición una cabaña-comedor común donde os pueden servir multitud de platos internacionales. También podéis llamar por teléfono para que os traigan la comida o incluso hacer la petición por internet (en el resort tienen una web privada, con applet para móvil incluido).

El sol comienza a apretar en el exterior, pero el aire acondicionado ya funciona, silencioso, aportando una temperatura ideal.

Vosotros diréis qué hacéis y cómo pasáis la tarde hasta la hora de la cena.

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19/10/2015, 20:26
Anna Hayami Williams

Era interesante observar la disparidad de personas que podía encontrar en un resort como ese: podría apostar mi escasa –nula- fortuna en que en la mayoría de los casos era el hombre el adinerado y la mujer la que había recibido los presentes que las habían dejado en ese estado.  Yo tenía la suerte de haber recibido los dones más occidentales de mi familia que me habían ayudado a tener un cuerpo de escándalo: bendita genética.

En mi paseo pude notar como algunas miradas se clavaban en mí y cuando me di cuenta de que los botones estaban atentos me entró el pánico, pensando que venían a por mí. Instintivamente aceleré el paso pero uno de ellos me interceptó,  diciéndome que mi “esposo” deseaba verme.  Claro, iré ahora mismo- dije sonriendo.  Siempre que no vinieran conmigo me sentiría lo suficientemente segura como para andar por mi propia cuenta. Igualmente me di algo de prisa porque la promesa de encontrarme con mi jefe me había animado lo suficiente.

Al llegar a la puerta y abrirla me di prácticamente de bruces con una porno-chacha que provocó que levantara una ceja, escéptica.  No me había dado tiempo ni a saludar a Kyo cuando ya nos entregaban algo de ropa. Cariño, ya estoy aquí- dije buscando a mi jefe con la mirada- ¿has pedido algo de ropa? Aquí hay una simpática trabajadora con algo para nosotros, creo.

Esperé a que Kyo hiciera aparición y recogí los trajes que nos habían dado.  –Estoy muerta de hambre, el paseo ha sido agotador- estaba bastante más interesada en él que en la trabajadora, pero tenía que despedirla de algún modo- Muchas gracias por su trabajo.

Para cuando Kyo terminó de despedirse de la mujer, yo ya me había tumbado en la cama bocarriba. Sinceramente lo que más se me apetecía era comer algo y dormir un rato porque tenía el horario de sueño ligeramente cambiado. Ya, cuando estábamos solos, le hice una señal para que se tirara en la cama. Ven aquí, cariño. Apenas he disfrutado de ti en todo el día- decir esas cosas me ponían realmente nerviosa si se trataba de él, pero tenía que atraerlo para susurrarle lo que había averiguado. Lo cierto era que no podíamos estar seguros de que no hubiera algún tipo de micrófono o cámaras en la habitación.  Por si acaso no lo había pillado le guiñé un ojo y golpeé la cama en un par de ocasiones para que se acercara.  Por cierto, vaya traje me has buscado… de lo ajustado que es me vas a tener que ayudar a abrochármelo.  

Notas de juego

Mi intención es contarle a Kyo lo que he averiguado, comer algo y hacerle caso, que para algo él es el jefe :P. 

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19/10/2015, 21:48
Kyo Mori

La asistenta había llegado con prontitud, bueno, quizás sirvienta era demasiado amable, ya que parecía haber conseguido el uniforme en una tienda erótica cualquiera, bueno, uno con una dependiente realmente despampanante, cabe decir. Estaba a punto de ofrecerle algo de beber, simplemente por tener algo que hacer, cuando Anna llegó a la habitación.

Me las arreglé para volver a mi papel de marido ricachón suertudo y compuse una sonrisa y la recibí con un guiño.

-¿Servirá de algo decir que una mujer vestida de doncella en nuestra habitación no es lo que parece?- Comenté con soltura. Luego miré a la trabajadora, y le indiqué la salida con una mano al tiempo que hacía un pequeño gesto con la cabeza- Muchas gracias por su tiempo, puede retirarse.

Por las acciones de Anna, comprendí que quería algo de intimidad, por lo que cuando se tumbó en la cama la aferré de las manos y la hice levantarse. No se si mi cordura soportaría el hecho de tumbarme a su lado, tan cerca de ella y volver a susurrarnos como dos enamorados ante la duda de si hay o no micros por la sala.

-Nada de tumbarse, amor. Vamos a darnos una ducha los dos juntos.- Sin darme cuenta, cuando la hice levantar, la atraje hacia mí. Quizás con demasiada fuerza, pero cuando nuestros rostros quedaron tan cerca el uno del otro, apenas a unos milímetros de distancia, mirando esos ojos suyos, preciosos como dos estanques de agua calmada... No se cómo pero me las arreglé para besarla en la frente algo torpemente. Olía a mar y sudor, suave y penetrantemente.- A la ducha... Ahora.

Aferré sus manos un solo instante antes de apartarme suavemente, entrando en el baño, donde dejé escapar todo el aire que parecía haber estado reteniendo por una eternidad. Me dirigí al grifo de la bañera y la hice salir a chorro, caliente, provocando un ruido fuerte mientras trataba de serenarme. Vamos Mori, céntrate, No lo jodas todo... No con Anna.

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20/10/2015, 00:08
Anna Hayami Williams

Me reí al escuchar la frase que servía a modo de excusa para la situación formada con la pornochacha y negué con la cabeza.  La verdad es que si hubieran estado muy cercanos sí que habría querido arrancarle el uniforme a la mujer como si de una lucha en el barro se tratara, pero por suerte aquel no había sido el caso. Yo podía mantener mi integridad y mi apariencia profesional sin tener que mostrar un lado más desagradable y casi estúpido si me paraba a analizarlo bien.   Ni que nos hubiéramos bes… sí que nos hemos besado. Ni que nos hubiéramos acostado… bueno, hemos dormido juntos, con la ropa del otro.  Maldita sea, ojalá recordara esa noche.  Me había distraído nuevamente en mis pensamientos, pero es que tenía demasiadas cosas que analizar y mis sentimientos me guiaban por donde no debían.

Kyo me hizo levantarme de la cama, lo cual respondí con un gruñido a modo de broma. A pesar de que quería estar en la cama tumbada su plan sonaba mucho mejor, y su cercanía era prácticamente un regalo divino.  Me quedé mirándolo a los ojos, prácticamente perdida en el brillo de ellos, deseando que se lanzara a la aventura, pero en vez de eso me besó la frente, lo que provocó una sonrisa estúpida por mi parte, de esas que ponías cuando te daban el primer beso o algo similar.   A la ducha, sí- le dije mientras me tocaba el lugar que había besado con suavidad.

Lo seguí mientras me fijaba en su cuerpo, casi embobada: prácticamente me sabía de memoria cada milímetro de su cuerpo de todo el tiempo que me había pasado observándolo.  Tener un jefe así debería incluir algún tipo de cláusula para rebajar la tensión.  No sé, es algo indispensable, ¿eh? Suspiré y negué con la cabeza, intentando apartar algunos pensamientos de mi cabeza que se iban colando a medida que nos encerrábamos en una sala juntos.  Cerré la puerta tras de mí y apoyé mi espalda en la misma mientras me soltaba el pelo.

-He estado hablando con uno de los empleados- susurré a medida que me acercaba. Al final acabé sentándome en el borde de la bañera y me deshice de mis zapatos, con lentitud, mientras giraba la cabeza para mirarlo.  Al parecer nuestra americana está por aquí, en la planta alta.  Al parecer nunca baja.  También me ha dicho que han desaparecido tres mujeres… y que el director de seguridad me mencionó. ¿Cómo ha ido tu búsqueda, cariño?- pregunté para dedicarle después una sonrisa encantadora, una de esas que solo le podía poner a él.  Por cierto, pon el agua más fría o nos vamos a tener que quitar la ropa de verdad- bromeé, aunque luego sí que giré la cabeza para otro lado porque esa idea me parecía demasiado buena y demasiado mala a la vez. 

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20/10/2015, 00:19
Kyo Mori

Bien, analicemos la situación. Parte buena, entre el ruido de la ducha y el posible vapor, ni cámaras ni micros. La parte mala... Bueno, quizás no tan mala. Anna. Nada más entrar, ya se deshace el moño del pelo. No puedo evitarlo, me quedo un instante embobado mirando como esa cascada de pelo rubio sedoso cae por su cuello y espalda... Niega con la cabeza con resignación. ¡Céntrate!

-Hummm ¿Eh? Ahhh si. Espera.. ¿Que empleado?- Mi mente viajo unas horas cuando el chulo de playa entró en nuestra habitación. No me fiaba, pero siendo sincero, esa opinion no era muy objetiva. Pero aun así.- No hay manera de contrastar la información de ese hombre. ¿Te fías de él, Anna? Se que tienes buen criterio, buen ojo y ejem... ¡Buen gusto! -¿Gusto o busto? Ambos, pero así no me ayudas cerebro.- Pero... 

Mi mirada fué directa hacia ella, craso error. La rubia tenía razon, lo cual no era raro. El vapor tenía el inconveniente de que humedece la ropa. Y esta, de alguna manera se había pegado a su cuerpo, realzando... Todo lo que no debería realzar. Dejé escapar un suspiro, pero no cambié la temperatura. Tendría que ser así. No podía arriesgarme a que las cámaras... Si es que las había.

-He estado tratando de sacarle información a Ginger, pero se ha mostrado poco receptiva a compartir palabras, por otro lado no le importará compartir una cena con nosotros esta noche. En el casino, razón por la que nos he pedido algo de ropa.-Sin pensar muy bien lo que hacía me quité la parte superior de la ropa, deshaciéndome de la camisa y dejándola sobre el aparador, sobre el que me apoyé, quedando enfrente de Anna, mirándola con una sonrisa.- Me habría gustado que fuera de otra manera, que pudieras elegirlo tu y demas... Pero tranquila, el vestido correrá de mi parte del beneficio neto final de la empresa. 

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20/10/2015, 20:51
Anna Hayami Williams

Sonreí al escuchar las dudas de Kyo respecto al tío cachas que me había dado la información. Realmente podía ser que Hugo me estuviera mintiendo y que nos estuviera conduciendo a una trampa, pero realmente no me había dicho nada que pudiera ponerme en peligro, sino que más bien me había advertido.  Bueno… no me ha dicho que vayan a tendernos una emboscada ni nada extraño, solo que esa mujer está aquí. Parecía bastante convincente, pero solo es una pista.  Podemos seguirla o no, tú eres el jefe- dije con un tono conciliador. Si él pensaba que no era fiable yo guardaría las distancias, aunque por un segundo me pregunté si esa desconfianza era una mezcla de su instinto y de posibles sentimientos.  Olvídalo. Nos hemos besado un par de veces y esto no ha ido a más… probablemente sea su olfato investigador. Tendré cuidado, ¿vale? –le prometí cuando se me quedó mirando.  Además, sino siempre estarás tú para protegerme, ¿no?- aquello sonaba más íntimo de lo que había querido decir, motivo por el cual me mordí el labio de forma automática.

A la que le saltaron las alarmas fue a mí cuando escuché el nombre de la pelirroja ardiente, Ginger.  Si el primer asalto había sido contra Elvira, la potente secretaria, la segunda rival con la que enfrentarme podía ser perfectamente la pelirroja. Bueno, tampoco es que vaya a pelearme con ella. Quizá le vayan las pelirrojas.  Solté un bufido que no venía a nada con lo que Kyo estaba hablando porque me había perdido en la parte más agria de mi carácter y por suerte logré retomar lo que estaba diciendo sin problema.  ¿Ginger? Ella era la pelirroja potente, ¿no?- pregunté a pesar de que ya lo sabía.  Iba a seguir hablando pero enmudecí de forma inmediata al ver como se quitaba la camiseta y me mostraba su torso desnudo, regalándome una visión digna de los Dioses.  Parpadeé un par de veces en medio de mi episodio de mutismo transitorio y sentí que iba a atragantarme con mi propia saliva si seguía tan atenta a sus abdominales.

-Eh… -comenté cuando volví a sentir que podía articular alguna palabra- No te preocupes, seguro que me gustará.  Además, es un regalo, sería idiota si no lo quisiera.  ¿Te fías de Ginger?- porque si él no se fiaba de Hugo la verdad es que yo tampoco podía confiar en una pelirroja explosiva.  Me puse en pie y tras darle la espalda, sin pensármelo demasiado, empecé a quitarme la ropa que llevaba, dejando tan solo el erótico bikini negro que había escogido para el viaje.  Si de verdad tienen cámaras- susurré- tendremos que salir mojados de aquí.  Por suerte tenía el bikini preparado. Esto es una prueba de concentración y… una gilipollez.  No puedo meterle mano en la ducha, no queda profesional. Lucha contra tu instinto.  Me agaché un poco para regular el grifo de la ducha: no me molestaba el agua caliente pero tampoco quería quemarme la piel.  Empecé a respirar profundamente para prepararme para lo que me tocaba si decidía meterse conmigo. ¿Entras o me hablas desde fuera? 

Notas de juego

He cambiado el avatar de Anna, pero la esencia sigue siendo la misma :). 

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25/10/2015, 22:52
Kyo Mori

El vapor se fué rebajando un poco en medida debido a que Anna reguló el agua, pero eso no me ayudó a concentrarme, a excepción de mi entrepierna, que decidió que era el mejor momento para izar la bandera. Y la verdad es que no podía negar que gran parte de razón tenía. Anna en bikini era un auténtico regalo para la vista. Esta chica siempre lo tiene todo. Ya tenía un bañador bajo la ropa, al contrario que yo, que bajo los pantalones llevaba... ¡Mierda! ¡NO LLEVO ROPA INTERIOR!

-¿Potente? No me van las vacas lecheras.- A mi me gustas tu... O eso me habría gustado decirle. Lo cierto es que era innegable que Ginger era atractiva, pero se ve a la legua que es una "mujer" artificial. Mi gusto era mas verídico, me gustan las mujeres de verdad, no las que recurren a las cuentas de papa o de su marido para convertirse en vacas operadas con más plástico en la cara que una juguetería.- Aquí, en esta isla solo me fío de ti, Anna.

Pero cuando dijo lo de protegerla, dejé escapar un suspiro. Ella era mi compañera, mi amiga, no solo el objeto de mis fantasías. Me puse a su espalda, mientras ella regulaba la temperatura y la rodee la cintura en un abrazo, apoyando mi cabeza en su hombro, respirando su aroma- Yo siempre te voy a proteger Anna. Ya lo sabes, y sabes que me fío de tu instinto, solo... Solo quiero que todo esto salga bien. 

No me quise separar de ella, ni siquiera cuando dijo lo de:

 ¿Entras o me hablas desde fuera? 

-Yo... Me quedo. Quiero decir... Sería muy extraño que una pareja que se ducha juntos no... Saliera al mismo tiempo ¿No? Es decir...- Cerré la boca, el pelo de Anna me hacía cosquillas. Su piel suave, ligeramente resbaladiza por el vapor y el sudor, si. Era mi infierno personal, echo única y exclusivamente para tentarme.- Pero... La ropa se... mojará.

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25/10/2015, 23:45
Anna Hayami Williams

No pude evitar reírme cuando Kyo llamó a la recepcionista “vaca lechera” y negué con la cabeza mientras lo miraba.  Venga ya, si ella tiene de todo. Incluso demasiado “todo” si nos paramos a analizarla- continué su broma.  En cambio me quedé enmudecida cuando dijo que solo se fiaba de mí en esta isla.  Pues ya somos dos. Menos mal que nos tenemos aquí el uno al otro-  mierda, no te pongas a hablar de sentimientos y menos en una ducha cuando estás vulnerable.  Piensa en otras cosas.  En el trabajo, céntrate en el trabajo.

Se me calentó en exceso la sangre cuando sentí el abrazo de Kyo.  Su cuerpo, esbelto y preparado, chocó contra mi espalda haciéndome sentir un cosquilleo que me recorrió desde la cabeza a los pies.   Sus palabras fueron increíblemente dulces y aproveché para acariciar su brazo con la yema de mis dedos.   Lo sé, Kyo.  Todo va a salir bien, ¿vale? Estoy segura de que si nos apoyamos no habrá nada que se nos resista.  Este trabajo irá perfectamente. Giré mi cara y le di instintivamente un beso en el rostro.  Desde luego habría querido dárselo en otro lugar pero tenía que tener claro que había que separar el negocio del placer.  De momento. Y yo tampoco pienso dejar que te pase nada.

Me encantó que quisiera quedarse conmigo allí mismo, porque la verdad es que yo no quería que se alejara.  Mencionó lo de la ropa y en ese momento me di cuenta de que estaba vestido, pero no solo de eso: también pude darme cuenta de que había una parte de él que se había alegrado con esta conversación, o quizá llevaba su móvil en el bolsillo.   Me giré para encararme a él y traté de evitar a toda costa el fijarme en su entrepierna, para que no se sintiera incómodo. Seguramente estás confundida. Las cosas nunca son lo que parecen. 

-Estamos en una bañera, bueno, fuera de ella- dije resaltando lo evidente. Si no quieres entrar en ropa interior pues… tengo una idea-  volví a girarme para coger uno de los botes de sales de baño que había en esa enorme bañera.   La cuestión era que, al agacharme, acabé pegando mi trasero más contra su cuerpo, pero fue de un modo totalmente inconsciente.  Mierda, mierda, mierda. Arregla esto.  Carraspeé ligeramente y abrí el bote, soltando las sales en la bañera para que hicieran espuma.  Ahora entraré en la bañera y cerraré los ojos. Te puedes deshacer de la ropa y meterte en la bañera, así no veré nada. Aunque en teoría creo que te he visto desnudo- dije con naturalidad, aunque me corregí rápidamente- Ya sabes, cuando bebimos tanto. 

Me incorporé y me agarré a él para no resbalarme dentro de la bañera. Ya en ella tomé asiento y cerré los ojos. No veo nada, puedes entrar.  E intentaré no abrir los ojos para mirar aunque sea lo que quiero hacer. Joder, es que no puedes trabajar con alguien que está bueno y a quien no te puedes tirar. 

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25/10/2015, 23:56
Kyo Mori

-Las cosas buenas en exceso son perjudiciales.- Sonreí uniendo en la aportación totalmente imparcial hacia la pobre secretaria. Quizás fue un poco cruel, pero en ese momento no me pareció relevante.- Una vez más solo nos tenemos el uno al otro.

Noté sus labios sobre mi rostro, que si no estaba colorado era por que toda la sangre estaba en otro lugar, lugar que era imposible que Anna hubiera pasado por alto... Por suerte debió tener la gentileza de ignorarlo. O al menos eso creia yo hasta que cuando buscaba algo decidió comprobar el "paquete" con su trasero. Fue solo un instante, pero pude apreciar las nalgas duras y torneadas firmemente presionadas contra mi, ehem.- Bueno... Seguro que entre los dos llevaremos esto a buen puerto...- Bien, buena maniobra. La mente me iba a mil por hora, con la espuma cubriendo el agua y viendo lo voluminosa que era la bañera no debería haber ningún problema para poder ponernos cómodos sin molestar al otro. Ella entró y cerró los ojos un instante y yo me dediqué un instante para observarla.

Los labios carnosos, la suave curva de su cuello, la piel pálida, el cabello rubio, mojado por el agua espumosa... Tuve una idea y me dí un golpe en la frente.- Dame un segundo, querida...- Miré a mi alrededor y lo encontré. Sabía que en un sitio tan pijo tendrían un cacharro de estos. Encedí la cadena y las notas empezaron a sonar, curiosamente poniendo una cancion tradicional china bastante relajante.

-Ya se nos podría haber ocurrido antes...- Comenté girándome y entrando en la bañera. Perfecta temperatura, que te hace exhalar un suspiro de satisfacción en cuanto te metes dentro. Al entrar, rozé con la pierna a Anna, no se muy bien donde, solo recé para que no hubiera sido en una zona comprometida.- Perdona... Bueno. ¿ALguna idea para atrapar a nuestra ehhh amiga?

El recuerdo de cómo acabó nuestra última aventura me hizo reir suavemente, sonrojado.-Oh, ¡Es verdad!¡Pero te puedo asegurar que el conjunto te quedaba mucho mejor a ti que a mi!