Partida Rol por web

Darvok, Fray Tuck, Jena, tiradas de Sigilo por favor.

Llegais a una cueva oscura, la guarida del dragón, no esta protegida, o el dragon es muy poderoso o muy temerario.

LLegamos a lo que parece una cueva oscura y siniestra, sin duda la guarida perfecta para un dragón. Lo extraño era q no había nadie custodiando la entrada, al menos en apariencia o tal vez solo estaban esperando en la oscuridad. Era importante tener mayor claridad sobre el asunto asi que invocando su magia evitar que la oscuridad le impidiera examinar el terreno.

Davrok se mantiene mirando la entrada. - Argetlam, Jena ustedes tienen capacidad para explorar mejor que nosotros, algo no me calza de esto, vayan a investigar que hay y si es seguro seguir... Vayan con cuidado.

Argetlam se adentra con precaución en la cueva. Esto no me gusta nada, ese bicho es muy poderoso.

La cueva parece tranquila, sin nada, entrais, Jena y Fray Tuck ven a Yenros atado al final del tunel, aprece estar despertando. Fray Tuck indica al resto del grupo este hecho.

Cuando despiertas ves a tres personas mas una criatura que vuela, probablemente tu grupo, a tu lado, donde ellos no puedne ver esta la dragona acechando.

Davrok se aproxima al lugar luego que Jena le informara de lo que observó, entra con cuidado a la cueva y logra ver a Yenros al final.

- Vamos con cuidado, los otros de antes pudieron haber avisado nuestra presencia... Hey Yenros, estás bien?. Dice mientras se aproxima con cuidado hacia el caballero. Mira hacia sus compañeros. - Miren hacia todos lados y cuidenme la espalda.

Argetlam se desvanece y acto seguido se pone a ir mirando a su alrededor, buscando si les han preparado alguna emboscada. No se atreve a acercarse como Darvok, todo la escena le da mala espina de lo fácil que es.

Miro al grupo y de reojo a la dragona, la situación es critica pero si dejo que se aproximen más podrían caer en la misma trampa que yo... Me incorporo un poco y grito para avisar a mis compañeros.

- ¡El dragón esta aquí, tened cuidado!

Intento desatarme y conjurar protección contra el mal sobre Darvok.

Jena observa la situación con suficiente zozobra, no lograba ver con claridad las posibles amenazas y todo estaba cada vez mas confuso. De repente las palabras de Yenros resonaron en todo el lugar. Jena había observado lo pilla y astuta que era esa dragona, podía estar bajo el manto de la invisibilidad, actuó lo mas rapido que pudo para volver a realizar aquel sortilegio que le permitía ver lo invisible, pero antes de que la Mephit pudiera seguir meditando sobre el asunto, Darvok se adelanta para prestarle ayuda al paladín, Jena no puedo hacer mas que seguirle de inmediato cuidando su espalda.

-Maestro tenga cuidado, esa dragona puede transformarse en una bella mujer, el mismo Yenros quedo paralizado con solo verle a los ojos-

Davrok trata de hacer el menor ruido posible. - Espero que no haya escuchado las palabras de Yenros. Sigue camino para llegar a Yenros y poder liberarlo de sus ataduras.

Mientras camina susurra. - He visto aquel rostro angelical, es algo inigualable, despampanante, una vil trampa para los que sueñan con el nectar de sus labios.

Darvok consigue ver a tiempo el dragón, de no haberlo visto podria haber acabado muy mal, el dragon se lanza sobre el grupo, su mirada asesina indica que no esta dispuesta a ofrecer cuartel.

- Debisteis haber huido cuando os di la oportunidad.

Jena se asombra el ver como la dragona sale practicamente de la nada para abalanzarse sobre el grupo. De inmediato, la Mepfhit se pone delante de Davrok en tono de interferir ante cualquier ataque contra él. Luego de esto se prepara para invoca la fuerza del elemento aire y concentrar toda su energía en su boca buscando lanzar sobre Muerte blanca una ráfaga de viento cortante y con ello contrarestar cualquier posible ataque y conseguir algo de distracción que sirva como oportunidad para que el resto del grupo logre tener una mayor libertad para atacarle o defenderse.

-Maestro yo la distraere para que usted pueda liberar a Yenros- dice Jena en tono lo suficientemente decidido, si era preciso sacrificaria su propia vida si con ello Davrok lograba alcanzar el cometido de salvar a su compañero.

Argetlam alza una mano en alto y cierra los ojos un momento, un pentagrama de convocación aparece unos metros mas adelante. Rescata al paladín.

Davrok al ver a la dragona, y casi sin pensarlo, se lleva la mano hacía su espadón, pero Jena de inmediato se ubica delante de él impidiéndole desenfundar su arma. 

Davrok asiente ante las palabras de los demás. - Necesitamos a Yenros con nosotros... es un combatiente más. piensa mientras se lanza a liberar al paladín.

- Como estás para un combate, eh? Le dice al humano de armadura.