Partida Rol por web

Ante de guardar silencio la Mephit señalo:

-Los orcos se lo han llevado a las cuevas. Ella hablo algo sobre que le haría conocer el dulce sabor de la senda del mal-

A pesar de la gravedad de la situación, no pudo evitar sonreir por las posibles interpretaciones de hacer conocer el dulce sabor del mal. En cuanto pudo adoptó un gesto mas serio. Debemos encontrar una forma de rescatarlo. Podríamos colarnos en las cuevas cuando sepamos que Muerte Blanca anda lejos. ¿Sabe alguien si las cuevas pueden estar conectadas a otras próximas?

Davrok escucha atentamente las palabras que emitía Jena, no bastó nada para que su cara se pusiera más seria que lo normal, denotando un pequeño palpitar en su ceja derecha. - Eso no es para nada bueno Jena, necesitamos refuerzos... deja pasar un tiempo Pero en este caso no tenemos tiempo de conseguirlo. Davrok desenfunda su gran espada que trae consigo a sus espaldas. - Mi espada está dispuesta a enfrentarse a lo que sea hasta rendir mi vida si fuese necesario... Necesitamos a Yenros para concluir nuestra misión. Cuento con ustedes?

Sonrie a la afirmación del semiorco. Bueno ya hemos insultado juntos a un dragón, no nos vendrá de aquí.

Davrok mira a Argetlam, su rostro demuestra un diminuto gesto de risa, propio dentro de la preocupación del tema.

- Jeje... estás en lo cierto.

-Mi senda sera su senda, si así lo desea- dice Jena, aun postrada ante semiorco. -A perdida de mi maestro, no veo quien podría ser mas digno de seguir- sus palabras se acompañan con una fija mirada dirigida los ojos de Darvok, pretendiendo poder escudriñar en el interior de aquel frente a ella y que este hiciese lo mismo con ella. Si él la encontraba digna de ser su aprendiz, ella le pagaría sirviendole.

"La marca del guerrero solo puede ser ganada por la aprobación de un gran guerrero. El maestro sera quien decide cuando el aprindíz pueda seguir su propio camino?"

Kallpa había muerto antes de darle su aprobación a Jena, aunque era seguro que ella estaba muy cerca de conseguirla. Ahora la Mephit se encontraba frente a otro gran guerrero, uno reconocido así por su antiguo maestro.

Parecía obvio que no conpartian el mismo estilo, pero ya la suerte estaba trazada, sería Darvok quien podría darle aquella aprobación que Jena buscaba antes de poder seguir su propio camino.

Davrok miraba con extrañeza a Jena, él jamás había compartido una misión con más personas, y mucho menos que le hablaran como líder del grupo, era algo extraño y desconocido. Por otro lado tampoco podía creer que Kallpa haya caido antes de cumplir su promesa y enfrentarse a él con todo su poder.

Davrok saca su espada gigante de atrás de su espalda. - Arrodillate y baja tu cabeza mirando al suelo. No me gusta la compañía, menos ser maestro de alguien... Soy un ser solitario, un mercenario. Mi trabajo es matar gente a encargo, pero Kallpa era un gran ser, y si él era tu maestro sería un honor para mi reemplazarlo.

Al ver a Jena arrodillarse y bajar su cabeza Davrok fuertemente lanza su espada al aire y al caer enterrandose justo al frente de Jena.

- Mi espada luchara contigo y te enseñará todos sus conocimientos en el arte del combate.

Los ojos de Jena se inundan de felicidad al escuchar la noticia, solo atina a alzar la cabeza y dedicar media sonrisa a su interlocutor, para luego volver a agacharla para seguir demostrando su respeto. Ahora ella estaba mas cerca de cumplir el objetivo con el que emprendió lejos de su hogar ya hace 2 años.

Esperando a nuevas ordenes la Mephit espera, su lealtad ya estaba puesta en Darvok al igual de sus esperanzas de ser reconocida bajo la marca del Guerrero.

Davrok arranca su espada del suelo, lo vuelve a su espalda.

- Bien, es hora de partir, Jena guianos, Argetlam me encantaría que exploraras por los aires el territorio desconocido de adelante... Vamos a ver como está el campo táctico.

Si, a eso iba. Se desvanece y flotando empieza a explorar la zona para encontrar un camino libre de enemigos.

En cada puerta del campamento orco hay varios guardias, la susodicha cueva esta dentro del propio campamento orco.

Vuelve sobre sus pasos para informar a sus compañeros. Todas las puertas del campamento estan bien vigiladas, la cueva esta dentro del campamento.

-Maestro, si me permite... seria prudente reclutar nuevo personal, pero también es cierto que podríamos aprovechar la espesura de la noche cuando el cansancio venza a los orcos y tal vez a muerte blanca, pero lo mas seguro es que esta noche estén mas prevenidos de lo normal- dice casi que pidiendo disculpas por dar su opinión sin permiso. 

Pero el la difícil de esta misión radicaba en vencer a aquella dragón era realmente poco probable que solo 4 guerreros se encargaran de una cuadrilla de orcos y de su líder dracodemonico, pero ya Kallpa había hecho cosas mas locas y arriesgadas que esas y había vivido para contarlo, aunque claro a veces le había tocado a Jena salvarle por los pelos.

Davrok escucha las palabras recibidas por Argetlam, da la media vuelta y piensa. - No puedo arriesgar la vida de ellos... sería imprudente. El tiempo me ha enseñado a ser reflexivo y calculador. Esto me mantiene vivo. Luego mira al grupo y dice.

- Vamos a volver, necesitamos reclutar gente... lo más importante es rescatar a Yenros además de nuestras vidas.

No podemos dejar al Paladin en sus manos por tanto tiempo, volved vosotros, yo intentare rescatarlo de la msima manera que nos fugamos en la tienda. 

Jena escucha las palabras y los gestos determinados del frailer. Darvok ya había tomado una posición la Mefit lo voltea a mirar para notar en su rostro si lo que dijo era su ultima palabra o se persuadiría ante la posibilidad de un mas pronto rescate de su camarada. 

Ellos ya habían escapado de muerte blanca, Jena no sabia muy bien exactamente como, pero fue algo relacionado con magia del tipo de control de espacio-tiempo. El legado de estudio magico de Kallpa tambien se encontraba en ella es por eso que puedo entender las ultimas palabras del frailer "... de la misma forma en que nos fugamos en la tienda".

Davrok termina de ajustar su equipo y amarrar sus armas a su cuerpo, sus ojos se juntan sin cerrarse mostrando una cara fria y seria. - Pensadolo bien, el tiempo es lo que menos tenemos, el religioso tiene razón, el paladín no debe estar recibiendo un trato cordial... Debemos partir ahora.

Estoy de acuerdo, vayamos directamente y arranquemosle al paladín de las garras de esa zorra.  Empieza a andar hacia el campamento, llevados unos cuantos pasos se desvanece y empieza a flotar invisible.