Partida Rol por web

Tras los barrotes de una celda aguardan los tres jóvenes todavía uniformados con sus respectivos mamelucos naranjas correspondientes a su área. Miran al comandante con semblantes lapidarios, mas aun al contemplar que el máximo responsable de la nave en persona les está interrogando. – uno se levanta de su silla, aparta sus grilletes para hacer el saludo militar y hablar.

• ¡Cadete primero George Hexia, Señor! Estoy en la Kelvin para servir a la flota y a las Doce Colonias, para patear traseros Cylon y para  lo que usted ordene. – al decir esto los otros dos se ponen de pie y también hacen el saludo militar. Se les ve algo nerviosos ahora.

- Descansen. - hizo una pausa - Cadete - dijo el capitán sin apartar la vista de los papeles. - ¿Le puedo hacer una pregunta personal? ¿Saben por qué están aqui? 

Esperó su respuesta con paciencia. No habia que precipitar los acontecimientos. Robau no tenia demasiada experiencia con los interrogatorios, pero no se le daba mal leer a la gente. Trató de estudiar las respuestas y los movimientos de cada uno, esperando que algo les delatara.

El cadete Hexia toma la posta ya que parece ser el líder del grupo de técnicos. Tarda unos segundos en esbozar algún tipo de respuesta.

- Señor creo que estamos aquí por la pelea en el bar de la semana pasada y en mi defensa declaro que quien comenzó la pelea fue un piloto. –

Ahora parece haber tomado algo de valor tras lo cual vuelve a sentarse. Sus compañeros aguardan expectantes.

Robau puso una mano a la espalda, era un tic que tenia cuando queria sacar algo de información de alguna persona bajo su mando.

 - ¿Cree que su salario es bajo, señor Hexia? ¿Cree que puede hacer usted lo que le venga en gana en mi nave sin que me entere? ¿QUé puede decirme de las cajas de licor de scorpia que hemos encontrado de contrabando?

Le dejaba que fuera contestando una a una sus preguntas. Asi le iria llevando a donde queria.

Una mueca de nerviosismo asoma por el rostro del cadete Hexia. Algo esconde, de eso Robau está plenamente seguro.

- Comandante. Desde que la guerra empezó a dar perdida a las Doce Colonias nuestros salarios se congelaron como león en un iceberg pero le prometo no comenzar ninguna pelea en el bar. Sobre las cajas de licor no se absolutamente nada. ¿Están a la venta?

Motivo: Conocimientos

Tirada: 1d10

Resultado: 5(+9)=14

 . Cuando los demás comandantes hablan sobre el “antiguo culto divino” y “fanáticos religiosos” es evidente que habla de una religión no autorizada en la cual sus fanáticos se hacen llamar “Soldados del único”. Ellos profesaban un paraíso donde los muertos podrían volver a la vida, pero aquello fue antes de la guerra . Hasta allí llegan tus conocimientos porque desde el comienzo de la guerra las noticias cambiaron de objetivo.

- ¡NO! - dijo enfadado. - No están a la venta. Y quiero que me digan que tienen ustedes que ver en todo esto. Dijeron que se habian perdido y aparecen, misteriosamente, al lado de unas cajas de licor de contrabando, han de saber que no se tolerará eso en mi nave. ¿Cual es su procedencia, la de cada uno de ustedes?

El cadete temiendo lo peor del Comandante decide abandonar el juego del gato y el ratón.

- ¡ Esta bien, esta bien.! Las cajas son nuestras... las trajimos a bordo durante la visita al astillero. Solo costaron treinta Cubits, fue todo un negocio mientras duró. - los animos de los tres parece desplomarse al suelo tras la declaración de Hexia. - Y ya que lo pregunta los tres somos de caprica. ¿Nos dejará ir? Prometemos dejar el "negocio" definitivamente señor. ¡Lo juro por todos los dioses y mi madre!

- Señores, pasarán el resto del viaje en el calabozo. No puedo tolerar un comportamiento como este en la nave, supongo que lo entenderán. Después, cuando haya realizado el informe pertinente, les dejaré marchar. Y supongo que recomendaré su congelación de rango. - dijo Robau. Era un hombre duro, siempre lo habia sido, pero todo tenia una razón - Cuando yo dejo a alguien subir a mi nave, se convierten en mi familia. Alguien en quien confio ciegamente y que deseo que haga lo mismo conmigo. Y lo que ustedes han hecho ha sido clavarle un puñal a esa confianza. Por lo que no esperen de mi un trato de favor.

Pero ya estaba. No habia mas. Poco tenian estos tipos que ver con los famosos "terroristas" que estaban asolando a la flota. O al menos no lo parecian.

Los tres cadetes por instantes imaginaban el pelotón de fusilamiento o un destino mucho peor y aterrador, el tubo de lanzamiento de vipers. Pero al oír el dictamen de Robau no pueden evitar esbozar una sonrisa de alivio pese al castigo que reciben por sus acciones ilícitas.

Pese a ganarse una temporada en el calabozo no podían dejar de agradecer a su comandante por su decisión y prometían ser voluntarios para las misiones que pudiesen surgir, como por ejemplo reparaciones de emergencia en el casco durante un ataque.

Al finalizar el interrogatorio casi como si el diablo metiera la cola, las alarmas de alerta comienzan a chillar por toda la nace. Robau no es menos y rápidamente llega al CIC para hacer lo que mejor sabe, combatir al enemigo.

El centro de comando de la Kelvin es un hervidero de gente corriendo de u sitio a otro y ordenes cruzadas junto a alarmas y llamados por intercomunicador.

Robau mira fijamente la pantalla de tácticas y sabe que algo no anda bien. Hay algo fuera de sitio en esa pantalla. ¿Que será? ¿Que es esa cosa Cylon? Nunca había visto algo parecido y nuevamente ese zumbido entre tanto caos, tanto ruido. Hace mucho tiempo que no escuchaba aquello...

(por favor tira Percepción 5 + mente 7 + 1d10)

Robau miraba con atención aquel pedazo de chatarra, pero el caos que habia en el CIC parecia también relevante.

En medio del caos reinante y las luces de emergencia un sonido peculiar se cuela entre todo y llega a ti… al principio parece un zumbido, algo típico del efecto aturdidor de una explosión pero ahora lo escuchas claramente por encima de todo lo demás… voces, muchas voces gritando al unísono. Voces? … es casi imposible pero es cierto… proviene de fuera del CIC como la música de las sirenas llamando a los marineros, desde el pasillo y mas allá.

Todo comenzó luego del primer combate durante la defensa de Tauron allí donde Richard fue gravemente herido al comienzo de sus funciones como XO, cuando protegía un transporte civil bajo fuego enemigo camino a la Andromeda, que desafortunadamente por negligencia del capitán civil la nave fue destruida junto a su viper para luego ser posteriormente rescatado del espacio profundo. Robau paso mucho tiempo en rehabilitación por la pérdida temporal del control de su pierna derecha pero hubo algo que nunca conto a nadie. Durante aquellas primeras semanas por las noches despertaba escuchando llamados de auxilio, gritos y voces inexistentes… Richard recuerda la radio del transporte transmitiendo la llamada de socorro mientras era destruida junto a las voces de cientos de pasajeros clamando por sus vidas. Aquello fue algo que costo dejar en el olvido hasta ahora que todo inexplicablemente regresa sin razón…

Robau levantó la cabeza. Miró hacia afuera después de comprobar a sus compañeros en el CIC.

- Mike, estas al mando - le dijo - e inmediatamente salió al exterior tras decirle a un par de soldados que salieran junto con él. ¿Qué serian aquellas voces? ¿Y ese zumbido?
 

Luego de cruzar la puerta blindada que da acceso al CIC y dejar a los guardias atrás te aventuras un par de metros por el pasillo donde la tripulación corre de un puesto a otro hasta sus estaciones de batalla. Nada parece estar fuera de lo común pero al final del pasillo logras ver varios civiles dar la vuelta y salir de tu línea de visión. Ahora las voces provienen de aquella dirección, como si algo dejase un camino de migajas de pan para que Richard siga.

- Ustedes dos, abran la marcha. Y tengan cuidado, no se sabe que nos espera detras de cada esquina.  -le dijo a dos de los soldados. Miró a un lado y a otro, buscaba un dispositivo de explosión. Si habian explotado algo en la andrómeda, no dudaba de que también lo harian alli.

En tu persecución no encuentras ningún dispositivo pero para estar seguro que no hay objetos ocultos designas rápidamente un par de marines para que revisen minuciosamente el pasillo.

Al girar en la esquina del pasillo en tu persecución por los civiles encuentras una escena espeluznante. Ahora el pasillo es el interior de aquella nave de transporte en el momento que es destruida y el soporte vital estalla en llamas quemando a todos sus tripulantes en vida. Suplicas, aullidos y pedidos de socorro de decenas de personas muriendo bajo el fuego llega a ti en una escena que se repite sin parar, incluso el calor del fuego llega a ti abrazando tu rostro hasta que te cubres con una mano.

Robau se llevó las manos a la cabeza mientras soltaba un pequeño grito. Tenia que concentrarse. Aquello no era real, no era real... eran solo retazos del pasado. ¿Por qué le asediaban ahora? Pero... ese calor era tan real...