Partida Rol por web

El móvil mostraba una enorme cantidad de llamadas, tuyas y de las demás miembros del grupo, a lo largo de toda la mañana, pero había nada más que te llamase la atención.

Cuando llegaste a las puertas del pub, tus amigas estaban esperándote y te miraron con curiosidad.

-Bueno, ¿qué has visto? -te preguntó Andrea, impaciente. Entonces, vio el móvil de Anna en tus manos -. ¡Ese es... parece el móvil de Anna!

Saya se acercó a verlo más cerca.

-Sí que lo es. ¿Y dónde está Anna? ¿Dónde has conseguido el móvil?

Ambas te observaron esperando tu respuesta.

Rina mira a sus amigas mientras sostiene el móvil, con ahora gran preocupación dice:

No se… es muy extraño, estaba su móvil ahí con dos montones de cenizas… me estoy asustando un montones

Dice mientras le pasa el móvil a una de las chicas y añade:

Voy a volver a mirar a ver si hay algo mas por ahí… vosotras llamad a la policía, estoy muy muy preocupada ahora

Rina respiraba con un ritmo acelerado, el descubrir allí el móvil era algo que no le gustaba y el hecho de las desapariciones era algo que le gustaba aun menos y hacia que estuviera muy preocupada por Anna, por lo que vuelve al callejón iluminando con la linterna de su móvil si es necesario para poder ver mucho mejor

Me quedé de pie con los brazos cruzados mientras le escuchaba de vez en cuando iba cambiando el peso de mi cuerpo de un pie a otro y según lo que fuera diciendo le miraba a él o al suelo de la habitación. Suspiré antes de hacerle una corrección.- Te recuerdo que yo entré sin ninguna intención de pelear, solo quería soltar un farol y que se asustaran fue ella la que se me abalanzó. En ningún momento quise entrar a pelear pero tampoco puedo quedarme de brazos cruzados cuando vi a una chica en el suelo y a otro acorralado contra la pared. Según mi punto de vista no lo tenías controlado... para nada...- dije tranquila sin ningún tono de haber estado enfadada por su comentario.- ¿Y que fue lo que te hizo involucrarte en la pelea?¿habías tenido un altercado anteriormente con ellos... o... podían ser por drogas? - la segunda opción era lo que aclararía todo lo sucedido y las cosas extrañas que sucedió con el cuerpo de la chica, aunque nunca había conocido un tipo de droga que deformara la cara temporalmente o que convirtiera el cuerpo en polvo.

Desde que le había conocido había hablado de las personas o la gente como si fueran seres diferentes a él y no entendía ese concepto que tenía arraigado. Normalmente una persona y que obviamente no sea un asesino en serie, queda traumada de por vida incluso en las ocasiones que son accidentes pero en mi caso, lo hice intencionalmente puede que actuara por instinto pero tuve que haber controlado mejor la situación. Me replico a mi misma.

- Solo me he metido en medio por el hecho de ver a dos personas en peligro y estoy segura que no hubiera sido la única si alguien más hubiera pasado por ese callejón...- aunque mas bien que pasar, estaba persiguiendo a la rubia que maté pero esa información me la guardaría para mi.- Ha sido mala suerte, instinto... como lo quieras llamar. Jamás había matado a nadie y no pienso empezar ahora precisamente. Solo conocía a la chica por los carteles que habían puesto con su desaparición, ni siquiera la conocía en persona...- dije mientras seguía pensando.- eso me lleva a saber, ¿cómo es que me conoces...? Antes mencionaste que trabajaba en la biblioteca y no recuerdo tu cara precisamente.

Por un breve momento, Will se interesó por la chica a la que estaba "cuidando" ya que le parecía interesante que rodase anuncios y que saliera en revistas. Iba a preguntarle si era actriz o modelo, pero la joven se dio cuenta de que él no estaba cien por cien centrado en ella y se cabreó hasta tal punto de dejarle sólo en mitad de la pista.

Entre la multitud, Will pudo ver a Arthur llamándole cuando acabó de tocar, y Will fue a acercarse a él, aunque antes se dirigió donde estaba Estela para volver a hablar con ella - Arthur, el chico que ha tocado el bajo en el concierto, nos está invitando a acercarnos ¿Quieres venir? Prometí a Dayanne que te cuidaría mientras habla con aquel capullo. Dijo Will poniendo cara de inocente como si no hubiera pasado de ella unos minutos antes. - Te prometo que esta vez sólo tendré ojos para ti.

Era cuanto menos interesante ver como insistía en negarlo todo intentando buscar una respuesta racional que se sintiese en paz con sus propios cánones, básicamente como todos los humanos. Era cierto que muchas veces se escondían, no iban cantando sus secretos a los cuatro vientos, pero los humanos y sus cortas miras habían hecho la mayor parte del trabajo.
Entonces llegaron unas preguntas que le hicieron resoplar una sonrisa.

-No me involucré en ninguna pelea. Me tendieron una trampa en la terraza usando a una chica mona y me atacaron a traición. Y si bien me hago una idea del motivo, no se si los árboles me están impidiendo ver el bosque.- Le explicó bastante serio, aunque su sonrisa persistía.- Pero bueno, eso es cosa mía, lo que si te puedo decir es que lo único que hacía era defenderme.- Le dijo negando entonces ante su última duda, ¿drogas?- ¿Qué drogas hacen eso? Entiendo que aquel pavo tenía pinta entre camello y chulo, pero por favor, ¿tengo pinta de traficar con farlopa?- Preguntó poniendo los ojos en blanco.- Lo cual me recuerda... entiendo porqué me atacaron a mi, pero que leches le hiciste a la rubia para que se abalanzara sobre ti?

Le podría haber insistido en que su acto heroico de intervenir para salvar dos vidas había consiguiendo justo lo contrario, pero tampoco quiso hurgar en la herida, le daba igual que aquellas chicas estuvieran muertas, y aunque era divertido picarla probablemente solo conseguiría que se enfadase y se fuera.

-Ouch, eso ha dolido.- Dijo poniendo cara de pena al escuchar que no sabía quien era.- Estoy en la universidad en el turno de noche, te he visto alguna vez en la biblioteca, pero se ve que solo uno de los dos se había fijado en el otro. Eso me duele princesa.- Dijo con una sonrisa llevándose la mano al corazón.- Pero volviendo al tema... Se ve que eres nueva y tienes más preguntas que respuestas. ¿Nunca habías visto algo como lo de hoy? Cosas a las que no le des explicación...

Dicho aquello guardó silencio sin apartar los ojos de los de Dayanne, con aquella media sonrisa y dando un trago ocasional.

Me acerqué a la mesa para coger el vaso con alcohol que me había ofrecido antes y lo llevé a los labios bebí un poco lo justo para quitarme la sed. Me eché a reír cuando se refirió a si como un camello y solo respondí con una sonrisa: Quien sabe... 

Eso te pasa por solo fijarte en una cara mona. - digo sonriendo e intentándole quitar importancia al asunto y subiendo los hombros para evitar la seriedad del asunto dentro de lo que cabe.- Ya te he dicho, no la conocía para nada, jamás había tratado con ella por lo que no entiendo por qué se me abalanzó de esa manera...- intentaba recordar si alguna vez la había recordado pero negaba con la cabeza continuamente, no me suena haberla visto ni haber tratado con ella antes.

- Veo a cientos de personas al día, no puedo recordar la cara de todos y tu solo tienes que recordar 1 o 2 caras de los que colaboramos en la biblioteca.- le dije para intentar levantarle el ánimo y quitarle importancia a que se fijara en mi persona. No era que odiara los cumplidos pero era Estela quien era la coqueta por las dos, me sonrojé levemente con su comentario. Estaba acostumbrada a los cumplidos de Leo pero me resultaba extraño que lo hiciera un conocido.- No que yo recuerde...- no era mentira, lo único extraño fue las muertes de mis padres y yo era demasiado pequeña para recordar pero sentía que él sabía algo y no estaba segura si no quería decírmelo o tenía otra razón para ocultarme esa información.- ...por suerte o desgracia soy muy metiche en lo que capta mi atención...- le sonrío recordando la escena del callejón.

Estela se volvió hacia Will. Aquellos ojazos parecían capaces de convencer a una monja de entrar en un burdel, y desde luego, a Estela de darle otra oportunidad a aquel chicarrón, sobre todo después de haberle nombrado a Dayanne.

-Está bien. Te daré otra oportunidad para demostrarme de que estás hecho, campeón. 

Después sonrió, agarró su brazo y juntos se dirigieron hacia Arthur. Cuando llegaron, éste se encontraba ya más o menos en mitad de la sala y estela no se cortó un pelo. Se abalanzó sobre él y le dio un muerdo de los que hacen historia.

-Hola, esto era por si no te acordabas de mí. Estela, la amiga de Dayanne. Además, así tengo algo con lo que comparar -le dijo a Arthur.

Con la misma sonrisa, se volvió hacia Will.

Saya cogió el móvil.

-¿La policía? Sabes que no nos harán ningún caso. Dirán que ya es mayorcita o algo así -te comentó, mientras veía como te acercabas de nuevo al callejón.

Andrea intervino en ese momento.

-Déjalo. Tú llama, a ver qué te dicen.

En él no encontraste nada más, aparte de lo que había visto, los dos montones de ceniza y algunas pisadas, de hombre y de mujer. 

En realidad, de no ser por el móvil y la ceniza, parecía un callejón de lo más normal.

El muchacho esbozó una tranquila y sincera sonrisa al ver que Dayanne se relajaba lo suficiente como para aceptar la copa, e incluso empezaba a bromear. No era precisamente del tipo de chicos que se picaban porque una chica guapa le diera un poco de caña.
Matt apoyó la frente en su puño mientras seguía con la mirada a la chica. Puede que si tuviese un problema con las caras monas.

-Ya, eso me decía mi madre...- Respondió divertido con mucha calma.

No parecía que fuese a ocultarle nada, o por lo menos no parecía ese tipo de chica, así que suponía que decía la verdad con respecto a la rubia. Pero entonces ¿porqué se había lanzado sobre ella como una fiera? En circunstancias normales no habría sido extraño, pero viendo el control que ejercía aquel maromo sobre la pareja se le hacía raro que cambiase de objetivo por iniciativa propia... Y menos con aquella fiereza...

-No hace falta que te disculpes.- Dijo finalmente con relación a la biblioteca, dejando el teatro de lado.- No es tan fácil herirme los sentimientos.- Añadió después, al fin y al cabo ¿seguía teniendo de esos?

No le dejó tan convencido eso de que no recordase cosas extrañas, más por su tono que otra cosa, lo que hizo que frunciera el ceño al mirarla, pero no dijo nada, solo bebió. No parecía que fuese a sacar nada de ella, por lo menos de momento. Pero puede que observarla fuese una buena idea, eso por no mencionar de que ahora los dos probablemente se hubiesen ganado un enemigo, uno del que no sabía nada. A primera vista habría dicho que era un mindundi, pero bajar la guardia no era buena idea. A pesar de sus pintas había estado observándolos, poniéndolos a prueba, y si bien perder a dos de las suyas podía haber sido un error por su parte. A Matt no se lo parecía, más bien debían ser peones sin importancia que habían cumplido con su deber.
Tras unos segundo Matt pareció salir de sus pensamientos en los que se había perdido. Cogió algo de papel y apuntó algo para arrastrarlo por la mesa hasta dejarlo junto a la copa de la chica.

-Te aseguro que este no es mi estilo.- Le dijo con una sonrisa de lado. Además de verdad, por lo general evitaba darle su teléfono a nadie, pero aquello era demasiado extraño como para dejarlo pasar.- Te recomiendo que dejes de salir por la noche. Ni tu ni tu familia invitéis a nadie a pasar a vuestra casa. Y bueno, si tienes algún problema, llámame. Haré lo que pueda.- Dijo señalando al papel y recostándose otra vez en el sofá.

Dicho aquello guardó silencio mientras la observaba, sin duda ella tendría muchas más preguntas de las que él tenía, además las suyas no parecían tener respuesta.

Cuando vi acercarse a Will me sentí algo más tranquilo, y al parecer vino con aquella chica que era amiga de Dayanne... No recuerdo muy bien su nombre, pero sí que la había visto y hablado varias veces. Estaba por saludar pero justo cuando llegaron ella se me abalanzó y me besó. Por mi parte me quedé todo inmóvil y sorprendido, dejándome besar antes de separarla.

-S-Sí sí, me acuerdo de ti pero no me acordaba de tu nombre...- Respondí, y cuando ella volteo para ver a Will yo vi a este completamente confundido, mientras le apuntaba a la rubia y moví los labios como diciendo "¿Y a esta que le pasa?" Pero luego de eso solo negué con la cabeza y dije. -Will, necesito tu ayuda. Esta mañana cuando conocí a Wendy un idiota de mi clase se le abalanzó encima cuando estábamos hablando, logré que nos dejara en paz pero sorpresa, el idiota se encuentra aquí y de nuevo está molestándola.- En eso hago una pausa mientras me acerco a Will y le apunto al sujeto. -Me amenazó antes, así que quisiera que me acompañes por si acaso se le suben los humos y quiere que nos demos de ostias. ¿Puedo contar contigo?-

Aunque el muchacho aparentaba ser gracioso notaba algo mas en su voz pero desconocía que era.- A cualquiera le puede suceder así que tampoco le pongas tanto interés pero siempre es bueno tener presente los consejos de las madres...- sonreí con la cabeza ladeada como si buscara alguna expresión diferente en su rostro.

- Ahh entonces... ¿cuál es tu estilo...? - pregunté con una sonrisa picaresca pero tampoco esperaba una respuesta a esa pregunta. Cogí el papel que me dio y en cuanto me fijé en su número, saqué mi teléfono del bolsillo de atrás del pantalón y pulsé varias teclas grabando el número mientras le escuchaba. En cuanto lo grabé pulsé en llamar hasta que diera uno o dos tonos y volver a colgar.- Bueno, me gustaría seguir tu consejo pero ya has visto a la rubia de antes que se tira a los brazos de cualquiera y de ella es quien menos me fío para que se cuide. Aunque es inteligente cuando quiere...- puse los ojos en blanco intentando recordar sus locuras anteriores pero aún no se me iba la sonrisa.- ...igualmente gracias por tu preocupación. Espero que el apoyo sea mutuo o no lo aceptaré.- aunque ahora mismo no creía servir mucho de ayuda pero era lo mínimo que podía hacer.

Aunque tenía muchas preguntas mas, no sabía ni por donde empezar y tampoco podía quedarme allí toda la noche mientras mi mente daba vueltas y vueltas al asunto.- Bueno... gracias por todo pero creo que ya me voy retirando.- pegué un último sorbo a la copa dejándola vacía y me giré de camino hacia las escaleras y antes de comenzar a subir estiré mi mano en su dirección y le pregunté.- ¿Me acompañas...?

Rina observa el lugar, estaba preocupada y no sabia muy bien que hacer, suspira profundamente y vuelve con sus amigas:

No se… no se donde ha podido meterse

Como era de esperar, Will se cameló a la amiga de Dayanne y la convenció para ir junto a Arthur. Cuando Estela se acercó a Arthur y le besó como si intentase comérselo, Will se quedó con cara de asombro y el interés que podría haber tenido por ella desapareció completamente, ya que el joven atleta no era de los que les gustase compartir.
Ante la pregunta silenciosa de Arthur, Will se encogió de hombros sin saber que contestar, ya que no sabía si es que la chica estaba un poco loca o que era muy cariñosa con todo el mundo.

Cuando Arthur le comentó el problema que tenía con un tío que estaba intentado besar a su chica y que le había amenazado, Will se puso más serio y se acercó más a su compañero para hablarle - Ok, tú dime dónde está y yo me ocuparé de él. Aunque Arthur no podía considerarse exactamente amigo de Will, a este le caía bastante bien desde que se conocieron en una fiesta ya que le pareció un chico auténtico, que no se juntaba con él por su popularidad, por eso estaba dispuesto a defenderle. Antes de que Arthur le indicara quién le había amenazado, Will buscó con la mirada a Joe Lee para ver si podía contar con la caballería en una posible pelea.

Cuando veo a Will tan decidido de ayudarme no puedo sino sonreír y asentir con la cabeza. -Gracias amigo. Y no no, espera, primero quiero darle un susto, que cuando te vea respaldándome se lo piense dos veces antes de seguir metiéndose conmigo o con Wendy. Así nos deja tranquilo y le quedará claro que tiene que apartarse ¿Va?- Luego miré a Will a los ojos para ver si entendía el plan una vez dejó de mirar a nuestro alrededor, de seguro buscando a Joe Lee, aquel amigote que nos saludó antes.

Sin querer perder más el tiempo y esperando a que tal vez Joe Lee lo haya visto y nos siga, le doy un par de palmadas en el brazo a Will y apunto al tipo que estaba bailando con Wendy. -Allí está, vamos antes de que quiera hacer alguna estupidez.- Y con una gran seguridad comienzo a caminar hacia el sujeto.

Estuvo a punto de contestar sobre cual era su estilo, pero el chico se olvidó de ello al verla apuntar su teléfono, y más aun cuando recibió aquel toque, sinceramente no había esperado que fuese tan confiada como para darle el suyo. Aquello la podía meter en problemas, aunque la hizo ganarse una pequeña sonrisa de Matt. Pero enseguida dejó claro que se iba a seguir metiendo en líos, ya fuera por su amiga o lo que fuese.

-A tu amiga no la persigue nadie.- Le dijo en tono bastante más serio del que había tenido.- Hazme caso, ten cuidado...

Entonces la chica le sorprendió nuevamente con aquella muestra de apoyo. No es que le fuese a resultar de mucha ayuda, ni si quiera sabía en que se estaba metiendo. No obstante hacía mucho que no sentía algo como aquello. Y eso ya era extraño por si mismo. Así que Matt le dedicó una pequeña sonrisa de lado. Y aunque no dijo nada asintió con la cabeza.
Le extrañó que no le preguntara nada más, pero guardó silencio cuando la chica decidió retirarse. No había mucho que hacer por su parte, y a fin de cuentas puede que no hablar la mantuviese más a salvo.
Aun así le sorprendió nuevamente cuando se dio la vuelta para invitarlo. El chico se quedó clavado en el sofá, mirándola y parpadeando, como si no acabase de comprender. No era una persona tímida ni mucho menos, más bien todo lo contrario, y no era fácil pillarle con la guardia baja, aun así Dayanne lo consiguió. Así que tras tragar saliva y reaccionar abruptamente, se levantó para ponerse nuevamente la chaqueta.

-Claro, ¿por que no?- Respondió intentando apagar la sorpresa de su cara.

No obstante cuando llegó a su altura se quedó mirando su mano como si no acabase de comprender que pretendía, y lentamente acercó la suya sin acabar de entender que estaba haciendo, ¿Quería darle la mano?, la vez anterior había sido diferente, al fin y al cabo había sido parte del juego para ponerla a prueba, pero ahora...

Joe Lee se dio cuenta de la mirada que le echaba Will. En esos momentos estaba acercándose a un grupito de chicas que no parecían tener demasiado interés por él, y lo sabía, así que se dirigió al encuentro de su amigo, llegando todos al mismo tiempo a donde estaban Wendy y Ronnie.

Cuando este se vio de repente rodeado por los tres, sonrió altivamente.

-Bueno, bueno, bueno. Parece que el muchacho ha traído refuerzos. Se ve que hace lo que sea por proteger a su novia. ¿No es así, Wendy?

Wendy enrojeció al instante, deseando estar en otro lugar.

-E-el no es mí... no lo es -consiguió decir tímidamente.

Joe Lee entendió rápidamente de lo que iba todo aquello. Si Will quería librarse de aquel enano, él le echaría una mano, aún sin saber por qué. Así que se crujió los dedos amenazadoramente.

-Tu dirás, colega -soltó, dirigiéndose a Will -. Una palabra tuya y lo hago picadillo aquí mismo.

-P-por favor, nada de violencia. Yo... solo quiero divertirme.

No dejaba de ser extraña la relación que había surgido entre los dos. Dayanne, sorprendida en una pelea de la cual nunca quiso formar parte, y en la que no esperaba entrar, y Matt, que inesperadamente había recibido ayuda de quien jamás hubiera imaginado. Aquella chica tenía genio, sabía defenderse y también matar cuando era necesario, pero al mismo tiempo que deseaba alejarse de ti, también te ofrecía la posibilidad de continuar juntos.

Era de lo más curioso.

Cogidos de la mano, aun sin entender muy bien por qué, subisteis de nuevo al bullicio del pub, en donde nada parecía haber cambiado. A vuestro alrededor chicos y chicas bailando, bebiendo, metiéndose mano, besándose y en definitiva, dejándose llevar por sus deseos más instintivos, en busca de olvidar el presente y no pensar en el mañana.

También distinguisteis caras conocidas, sobre todo Dayanne. En esos momentos, Rina no estaba, pero sí Will, Arthur, Joe Lee y Wendy, formando una especie de corrillo junto a otro chico que te sonaba de la universidad, y la amiga de Dayanne. Allí casi todos iban a la universidad.

Pero de alguna manera, la noche ya había sido suficiente, al menos, para Dayanne.