Partida Rol por web

Desde luego no era lo que había esperado de la noche. Tenía hambre con tanto jugueteo, y lo peor es que aquello pasase a un segundo plano en comparación con la presencia de aquel tipo con pinta de proxeneta. Por no hablar de aquella chica, ¿de dónde narices había salido?, olvidarse de todo o investigar... No lo tenía claro, pero se dirigió directo a su zona de confort donde no necesitó decir nada para que le sirviesen un bourbon, ya lo conocían de sobra. Lo cual le sirvió para pensar más detenidamente sin quitarle la mirada de encima a su nueva amiga. Nunca había visto algo así, pero no parecía haber hecho nada de aquello a propósito, ¿había sido igual de inesperado para ella que para él?
En aquel momento la música solo era ruido molesto de fondo que no le ayudaba precisamente a pensar, y es que normalmente la usaba precisamente para todo lo contrario, evadirse. Acertada o no, finalmente tomó una decisión. Necesitaba saber quien era exactamente.

El muchacho cogió su vaso y y se acercó hasta Dayanne sin problema de apartar de un pequeño empujón a cualquiera lo suficiente molesto como para no hacerlo con su propio pie. Cuando finalmente llegó hasta ella brindó con su bourbon el vaso de la chica dedicándole una sonrisa burlona, para después dedicar una breve y casual mirada al escenario, que en aquellos momentos no podían interesarle menos. Entonces se acercó con precaución al oído de la chica para que la pudiera escuchar sobre el sonido del concierto.

-¿Es la primera vez que te enfrentas a uno?- Le preguntó sin cambiar la expresión entre divertida y burlona.- He de decir que lo has hecho extremadamente bien, ¿se puede saber quien te ha enseñado?- Le preguntó para retirarse un poco, era peligroso estar tan cerca de su cuello, podía sentir como sus olores se imponían a la nauseabunda mezcla del resto de la humanidad cuando se acercaba.

Intentaba mantener su expresión, que no se notase que le había sorprendido, así como tampoco su necesidad de saber de donde narices había salido. ¿Era un nuevo enemigo?, la verdad era que ya había tenido demasiado de eso por una noche... Pero desde luego debía asegurarse de que no supondría un peligro para él y su peculiar estilo de vida.

Estela no había dejado de moverse desde que había entrado y ni siquiera se preocupó al ver que su amiga tardaba en regresar. Una vez Pride comenzó a tocar, ya nada existía para ella, salvo moverse al ritmo, saltar y disfrutar.

Cuando vio a Dayanne de vuelta y sus miradas se cruzaron, saludó con una inclinación de cabeza a los demás y se fue hacia ella brincando. Cuando llegó, vio a su amiga hablando con Will, ese tiarrón que por cierto, estaba cañón.

-Eh, Dayi, ¿dónde has estado? ¡Te lo estás perdiendo todo!

Saltando sin parar, se colocó justo delante de Will.

-¿Alcanzaste a quien quiera que persiguieras? Porque ahora mismo no veo a nadie más. Yo soy más fácil de conseguir -le dijo, pasando sus brazos alrededor de su cuello y amenazando con juntar sus labios, aunque al final, se separó y volvió a incrementar los brincos mientras de volvía de nuevo hacia Dayanne, pero a esta ya se la había llevado Matt a un lado.

-Ey, ¿qué está ocurriendo? ¡No me dejes sola!

Había terminado de mandarle el mensaje a Leo cuando comencé a hablar con William y antes de que me respondiera apareció Estela como siempre tan animada y despreocupada como siempre.- Por ahí... he ido a tomar algo de aire.- respondo con una sonrisa a Estela.

En ese momento Estela se había lanzado a coquetear con William y quise pararla jalándole del hombro pero otra persona se me adelantó y me alejó a mi de ella. Matt me llevó hacia un lado para hablar a mi oído y aunque Estela intentó interrumpir le lancé una mirada de advertencia para que no se entrometiera, quería saber que me tenía que decir Matt. 

-¿Es la primera vez que te enfrentas a uno?

''Bueno, no era la primera vez que intentaba defenderme de alguien...'' si eso era lo que preguntaba. No le respondí y solo le dirigí una mirada extrañada de como se refería a aquellas personas como ¿uno? qué es exactamente lo que eran para él 

He de decir que lo has hecho extremadamente bien, ¿se puede saber quien te ha enseñado?

- No tengo por qué responderte y siguiendo el consejo de un chaval que me ha dado ahí fuera, no deberías meterte en algo que no comprendes ¿no crees? - dije con una sonrisa irónica y me crucé de brazos en frente suyo antes de que respondiera. 

Antes de que Will pudiera contestar a Dayanne, el chico con el que estaba en el callejón se acercó a ella dándole un pequeño empujón que le molestó considerablemente. Cuando Will fue a replicarle, otra persona apareció en aquel mini grupo, aunque esta era del agrado de la joven estrella deportiva. La rubia prácticamente se le lanzó a los brazos de Will coqueteando descaradamente con él, aunque curiosamente esa actitud no era del agrado del chico, ya que él prefería conquistar con una ligera dificultada.

Ya libre del abrazo de la rubia, y sin dirigirle ninguna mirada si quiera, Will le dio dos toques en el hombro al chico que le había empujado y que estaba hablando con Dayanne - ¡¿Tú de que vas?! ¿Me empujas, no pides perdón y encima te metes en mitad de una conversación? Will había tenido un mal día para que encima alguien le ninguneara de esa forma.

Matt la miraba con curiosidad, como quien acaba de descubrir una joya en mitad de un montón de basura, pero sin dejar de sonreír con cierto toque de socarronería. No se lo iba a poner fácil, eso estaba claro, pues la chica estaba totalmente a la defensiva. Si algo se notaba en las cosas que no decía, es que estaba bastante perdida. Si cabía alguna duda de que no había entendido nada de lo que había pasado esta se esfumaba, pues estaba cada vez más claro que era su primera vez.
Su sonrisa se ensanchó aun más por lo que si que le respondió, al menos usaba sus propias palabras contra él.

-Chica lista.- Le dijo divertido.- Pero yo no intento meterme en nada, solo entender.- Respondió algo críptico.

Parecía que Matt se iba a acercar a decirle algo más, pero entonces alguien lo interrumpió, haciendo que el chico frunciese un poco el ceño confuso.

Matt Le dijo algo a Dayanne antes de que el musculitos de turno lo interrumpiera haciendo que el muchacho frunciera el ceño algo confuso.
Se volvió con cara de no entender porque aquel tío le cantaba las cuarentas como si se hubiese encelado por él y negó con la cabeza perplejo ante el hecho de que hubiera venido a hablar con él deshaciéndose de la encantadora jovencita que lo había estado seduciendo de una forma concisa y directa.

-¿Y tú quien eres?- Le preguntó confuso, no porque no le recordase, sino porque no entendía porqué debería importarle nada de lo que le dijese.- Me temo que no te puedo corresponder en tus sentimientos.- Dijo llevándose una mano al pecho como si acabase de comprender la situación con fingida consternación.- Es que no me gustan los tíos, lo siento.- Dijo encogiéndose de hombros con una mueca en la cara.- Te recomiendo que no seas maleducado y vuelvas con la jovencita que te estaba cortejando antes de que se de cuenta del terrible error que ha cometido al elegirte como objetivo.- Le dijo divertido mientras movía una mano a forma de despedida.

Dicho aquello le dio la espalda con completa indiferencia sobre cualquier tema que quisiese sacar el chico. Encarando al único objeto de su interés en aquel momento, la joven bibliotecaria.

-Igual podríamos ir a un lugar más privado a hablar, si es que te interesa algo de... en fin, ya sabes...- Le dijo a Dayanne con una amplia sonrisa, pues allí sería complicado seguir con la conversación.

Aquel chico parecía estar demasiado cuerdo para haber tomado cualquier tipo de sustancia. ¿Tal vez estaba equivocada...?¿O los efectos secundarios eran tan... diferentes...? Antes de poder darle una respuesta vino William con su dosis de feromonas alocadas a interrumpir. 

Al ver que después de soltarle la charla a Will, éste chico le dio la espalda casi sin pensar en las consecuencias. En ese momento me crucé por su lado para ponerme en medio y de cara a Will.- William, ¿te puedo pedir un favor...? - dije calmadamente.- ...necesito hablar con...- caí en la cuenta de que no conocía el nombre del chico del callejón.- ...y no quiero dejar a Estela sola. ¿Puedes cuidarla de mi parte hasta que vuelva...? No tardaré mucho...- aunque sabía que a Estela no hacía falta que cuidara nadie de ella pero estaría entretenida con las atenciones de William y evitaría que éste se alterara mas queriendo romper la cara del chico a mi espalda. Entre otras razones no quería que interrumpieran el concierto de mi amiga...

Me di media vuelta dirigiéndome a Matt.- Me parece bien que quieras hablar yo también tengo algunas preguntas...- digo cruzando los brazos justo debajo de mi pecho.- pero no puedo salir del local, le prometí a mi amiga que estaría aquí durante su concierto...- digo señalando con la cabeza hacia el escenario.- ...así que si quieres hablamos aquí o si tanto quieres saber al igual que yo, podemos quedar mañana por la tarde y hablar del tema. ¿Qué prefieres?

Aquel tipo había conseguido cabrear a Will, quién ya estaba a punto de soltarle un puñetazo en toda la cara para bajarle los humos, pero Dayanne se interpuso ante los dos y consiguió calmarle un poco. - Está bien, pero enseña modales a tu amigo antes de que alguien le parta la cara. Dijo Will cogiendo otra cerveza y girándose para acercarse a Estela.
No le apetecía mucho hablar en ese momento, pero le había prometido a Dayanne que cuidaría de ella, y Will era un hombre de palabra. - Así que Estela, ¿No? ¿Vas a la universidad? No recuerdo haberte visto antes. Por el ruido de la música, Will se tuvo que acercar a la chica rubia para que esta le pudiese oír bien. Mientras hablaba, el joven atleta miraba a su alrededor para ver que hacía su amigo Joe Lee y para ver si veía a alguna otra tía que estuviese buena. En caso de encontrar una mejor que Estela, intentaría empaquetarsela a su amigo para que este la vigilase por él.

El muchacho siguió a Dayanne con la mirada al ver que interfería con el muchacho afroamericano, que antes de irse tuvo que dejar un último regalito en forma de vacilada. No podía negar que le decepcionaba un poco no haberlo puesto en su lugar, pero él no era así, prefería no pelearse si no era del todo necesario, y menos con un niñato como aquel.
Matt amplió su sonrisa y alzó un par de veces las cejas al ver que la chica se refería a él, y además que lo anteponía al cansino del amigo. Tampoco es que le importase mucho la relación entre aquellos dos, pero la consecuencia de aquella pequeña victoria era cuanto menos divertida.

El muchacho hizo una mueca divertida al ver que Dayanne volvía a centrarse en él, ignorando al muchacho que se fue con la rubia. Se llevó un dedo a los labios pensativo mientras le dedicaba una sonrisa traviesa. Como había supuesto ella parecía tener preguntas, puede que más que él mismo.

-En realidad no pretendía salir de aquí.- Le dijo divertido manteniendo la incertidumbre, algo de lo que disfrutaba.- Conozco el lugar perfecto sin salir del local, así no incumples tu promesa.- Le dijo con una pequeña y algo anticuada reverencia a la vez que le tendía la mano con una sonrisa entre traviesa y sincera.- Si es que me quieres acompañar.

No hizo referencia ninguna a la otra posibilidad de aplazar aquella cita. Prefería zanjar todo en aquel momento, además de que no estaba seguro de poder acudir al día siguiente como había ofrecido.
El muchacho no cambió el gesto, simplemente se quedó quieto esperando a que la chica tomase su mano mientras la miraba a los ojos con aquella expresión llena de picaresca.

Estela miró a su amiga. Estaba claro que algo le sucedía y que parecía que solo podía o quería hablarlo con aquel tío, que tenía aspecto de ser mayor que los demás. 

-Mira la mosquita muerta -murmuró, mientras veía con una media sonrisa como se alejaba de su lado.

Al mismo tiempo, el otro chicarrón sí que se acercó a ella. A este no lo conocía bien, pero desde luego, al menos sí que parecía tener claro para qué estaba allí.

-Eso es. Estela es mi nombre. Nah, la universidad está bien, pero no tengo tiempo para ella. Ahora mismo estoy rodando tres anuncios de cosméticos y tengo contratos para unas cuantas revistas. 

A Estela le pareció que William recorría con la mirada el lugar.

-Si te aburro no tienes más que decírmelo, ¿Sabes? No necesito conformarme con lo primero que veo -le dijo, irritada, dándose la vuelta y caminando para perderse entre la gente y buscar a otro tío que le prestase atención.

La música continuaba sonando en el Fraggle Rock Pub. Arthur, Rina y el resto de las chicas de Pride, tocaban con motivación. Wendy saltaba tímidamente y a su lado, Brooke miraba también como si buscase a alguien. Al ver a William, su rostro cambió. Joder, ni siquiera iba a poder librarse de su ex en una noche de fiesta. ¡Eso sí que era increíble!

Rápidamente, Brooke le dijo algo a Wendy y se perdió entre la multitud. Wendy miró hacia Will y después asintió, antes de que se fuera, para continuar moviendo las manos a ritmo.

Y por ahí estaba también Joe Lee, que se apretaba contra todas las tías que podía, sin conseguir nada.

Finalmente, Pride terminó de tocar, ante el aplauso de todos y Chuck volvió a subir a la tribuna.

-¡Guauuuu! ¡Ha estado.... súper genial! ¡Un fuerte aplauso para... PRIDE!

Todo el local irrumpió en un sonoro aplauso y segundos más tarde, volvió la música automática a los altavoces.

En cuento acabó la música supe que iba a tener que disculparme con Rina por no haber estado tan atenta a su concierto por lo que me giré hacia el chico que me tendía la mano para guiarme a su sitio secreto. Tenía que sacar toda la información que pudiera para poder hablar mañana con Leo así que no dudé en sujetar su mano y que me guiara a través de la multitud. 

Mientras me guiaba le lancé una mirada a Estela de advertencia y que no hiciera ninguna locura mientras no estuviera bajo mi supervisión. Al ver como se llevaba con William sonreí y puso los ojos en blanco. 

Y finalmente el concierto termino, Rina estaba sudando en esos momentos del ejercicio de haber estado tocando la guitarra. Al despedirlas ella saludo a todos con una amplia sonrisa, lo cierto es que estaba realmente animada y contenta aunque en el fondo seguía preocupada por su amiga. Ya bajando del escenario comenta a Arthur y al resto de las chicas:

Ha estado genial, muchas gracias Arthur, nos has salvado

Comenta con una amplia sonrisa, entonces mira a todos y dice:

Ahora vengo, voy a tomar un poco el aire y aprovecho y voy a intentar localizar a Anna otra vez mientras me da un poco le aire

Comenta mientras se ponía una chaqueta, ya que estaba sudando, con rapidez coge un botellin de agua y sale fuera para llamar por teléfono de nuevo a Anna sin el ruido ambiental del bar.

Al acabar el concierto seguía con la energía a tope, sonriente antes de inclinar un poco la cabeza como agradecimiento al público para así bajar del escenario, y al pasar junto a Chuck le di una palmada amistosa en el brazo como saludo antes de seguir a las chicas.

-¿Es una broma? Esto me encanta. Pueden contar conmigo cuando algo así pase de nuevo.- Respondí alegre antes de que Rina se fuera, y en eso miré a las chicas. -Oigan, mejor vayan con ella y también traten de llamar a Anna, no me gusta mucho la idea de que esté allá sola...- Luego de eso tomé también una botella de agua y una toalla para dirigirme hacia el baño, donde me lavaría un poco las manos y la cara antes de volver con Wendy y los demás.

Te alejaste mientras intentabas hablar con Anna, pero el teléfono se desviaba automáticamente al contestador automático y no daba señal. No parecía que hubiese forma de contactar con ella. El resto de las chicas no sabían nada y no sabíais muy bien qué ocurría.

Fuera todo era tranquilidad y el aire de la noche resultaba refrescante a aquellas horas, sobre todo después de haber tocado y con tanta intensidad. Las puertas se abrieron y cerraron varias veces, pero en ninguno caso para dejar salir a alguien que conocieras, hasta que tus dos compañeras de Pride aparecieron.

-Supongo que no has conseguido nada. Es muy extraño -dijo Andrea, acercándose a Rina.

Detrás de ella, apareció Saya.

-Es más que extraño. Creo que ha debido pasarle algo -insistió Saya. 

Andrea sacó también su móvil y volvió a llamar y esta vez, os pareció oír algo, un sonido de teléfono que sin embargo, apenas era audible.

-¿Qué es eso? Suena por allí -indicó Saya, señalando hacia el callejón que había al acabar la manzana. Sonaba amortiguado, pero también era evidente que se trataba de una cuestión de distancia. Solo gracias al silencio que os envolvía, pudisteis oírlo. De no ser por eso, ni siquiera os habríais dado cuenta.

Rina se sentía aun preocupada, estaba tentada en llamar a la policía cuando escucha a sus amigas, ella les mira y dice:

Nada, no la localizo para nada… estoy preocupada...no es normal que pase esto

Comenta mientras suspira y mira hacia arriba, realmente no le gustaba aquello, una cosa era desaparecer tras una juerga y otra muy diferente lo que estaba sucediendo. Fue cuando escucho aquel sonido y miro a sus amigas con una expresión de duda en su rostro:

No lo se…, voy a ir a mirar, ahora vengo, no os preocupéis

Comenta mientras se dispone a ir en busca de aquel sonido. Por un momento se le paso por la mente un pensamiento que no le gusto, pero rápidamente lo desecha, a fin de cuentas, seria demasiada casualidad

La sonrisa del chico se amplió al ver que la chica le daba la mano, como si hubiese invitado su invitación a bailar. La guió agarrándola con sutileza, aun así se aseguraba de que ninguna fuerza externa los separase. Evitó cualquier molestia e ignoró por completo a cualquiera que le hablase, pues en aquel momento solo una persona captaba toda su atención, algo que a decir verdad no le había pasado en mucho tiempo.
Finalmente llegó hasta su objetivo, una puerta discreta con el cartel de "solo personal", que para cualquiera que estuviese lo suficientemente atento habría descubierto como un almacén o algo del estilo.

Tras evitar a la última de las parejas el joven acompañó a Dayanne para acto seguido cerrar la puerta tras ellos.

Tras cerrar la puerta el muchacho la miró una vez más travieso. No era fácil leer su expresión ni mucho menos sus intenciones, y es que llevaba mucho tiempo practicando precisamente para estos casos. Por lo que el muchacho podía salir literalmente por cualquier lado.
Este apoyó la espalda contra la puerta entretenido por la situación, un juego que parecía disfrutar.

-Ya casi hemos llegado.- Dijo finalmente con su permanente sonrisa y sin apartar su mirada de los ojos de la chica.

Si había algo que podía arrojar un matiz diferente en su expresión eran sus ojos. Sonrisa, postura, gestos, todo apuntaba a la travesura y la socarronería, pero su mirada era más bien triste y cansada.

-Si quieres respuestas están tras esa puerta...- Dijo algo más serio señalando a una puerta un tanto destartalada semi oculta por una estantería.- Está conduce al sótano, si es que no tienes miedo princesa.- Dijo nuevamente con un tono juguetón.

Su mirada la repasó de arriba a abajo mientras él permanecía apoyado en la puerta por la que habían entrado, casi como si la estuviese evaluando.