Partida Rol por web

-Ugh... Emily por Dios, ¡Sabes muy bien que si me puedo comportar! Tan solo mírame: Bien peinado, zapatos lustrosos, la exquisita colonia, traje coqueto. Es obvio que estoy en mi elemento.- Respondí de manera un tanto bromista, apuntando a cada uno de esos rasgos que mencionaba antes de darle el paraguas a uno de los que parecían ser la gente que tomaba los abrigos y demás de los invitados.

Entonces finalmente el profesor Cooper entró al asunto por el que veníamos, preguntando por el vampiro mientras guardé silencio por un momento. -Sí, fue una casualidad de que el profe también lo conociera y entonces escuché que vendría aquí, no me esperaba en lo absoluto que fuera trabajara para el organizador... Como sea. Emily, esta en definitiva está en mi lista de las 5 mejores fiestas que has organizado... El blanco y el dorado, la decoración, los músicos, todo es genial. ¿Donde está mamá, por cierto?-

El vampiro se estiró con cierta pereza tras llegar a una de las terrazas, aquello le apetecía entre cero y nada, pero no le quedaba otra, "hurra, soy un maldito héroe", pensó con ironía, pues sabía que los héroes siempre acababan muertos.
Comenzó a saltar de una terraza a otra intentando no ser visto por ningún ocupante de habitación indiscreto, más preocupado de ver una habitación vacía y con algo de ropa que por que la puerta estuviese o no cerrada, pues estaba bastante convencido que de un buen tirón el seguro cedería ante su fuerza sobrehumana.
Dedicó un momento a pensar en Chuckie, esperaba que no estuviese haciendo ninguna estupidez, podía decirse que ahora era su nueva familia. Y no dejaba de pensar en la antigua, Padre... su hermano.... aquello no podía acabar bien. Y Jackie, ¿qué iba a hacer con ella? no le cabía duda de que él y la pandilla de Scooby eran los que más en peligro estaban, pero aun así no quería que le pasase nada a Jackie... por muy zorra manipuladora que se hubiese vuelto.

Tras colgarle a Estela, os dirigisteis hacia la entrada, en donde los dos guardias, los mismos que le habían permitido el paso a Cooper y Arthur, se colocaron justo en mitad, impdidiendoos el paso. Por su mirada, cualquiera aseguraría que estaban dispuestos incluso a echaros a patadas de allí.

Sin embargo, en cuanto Dayanne dijo que formaba parte de "Destello", ambos se echaron a un lado y permitieron que entraseis en el hotel.

El vestíbulo era todo lujo y estaba bastante abarrotado, aunque no tanto como para no poder distinguir más guardias en todos los accesos. Parecía que quien quiera que hubiera organizado aquello, lo había hecho bien, y no era solo cosa de la hermana de Arthur, seguramente, sino del que estaba detrás de la fiesta.

No había rastro de Arthur ni de Cooper, pero sin duda habían debido entrar sin dificultades. Ahora era vuestro turno.

Lentamente os acercasteis al mostrador de recepción, en donde una mujer de aspecto serio y casi enfurruñado, no tardó en dirigirse a vosotros para atenderos.

-Bienvenidos al Hotel Emperador. ¿En qué puedo servirles? -os dijo, con tono casi indiferente, como si hubiese repetido aquella frase miles de veces antes de decíroslo a vosotros.

Emily estaba disfrutando de la fiesta casi tanto como de tus halagos en cuanto a lo bien que lo había organizado, y sonreía sin poder evitarlo.

-Al final no ha venido. Dijo que era demasiada gente en el mismo sitio y que ella prefería quedarse en casa, más tranquila. Y la comprendo. No esperaba que esto resultase así pero la verdad es que parece... la fiesta del año -explicó, consciente de lo que había organizado.

Cooper se adelantó un poco para colocarse a su lado.

-Ciertamente lo es, señorita Whitaker. Le aseguro que no se me ocurre nada que pudiera mejorarse. Creo que ha hecho un trabajo magnífico.

Era fácil dejarse llevar por toda aquella vorágine de personalidades, dientes blancos y dinero alrededor de los cuellos. Pero al final, lo importante era que estabais allí por un motivo concreto.

-Deberíamos esperar a la señorita Bennet, pero me parece que está tardando demasiado -te susurró Cooper al oído.

En ese momento, Emily se volvió hacia Cooper.

-Dígame, ¿usted... baila?

Cooper no se esperaba esa pregunta, así que dudó un instante antes de responder.

-Eh... pues... hace algún tiempo, sí.

-¡Magnífico!

Emily separó los brazos para que Cooper la agarrase por la cintura y se dirigiesen al centro del salón, en donde ya se encontraba bailando una buena cantidad de gente, dejándote momentáneamente solo.

Y claro, ¡Justo cuando le iba a decir a Cooper que deje de babear por Emily, ella le invita a bailar! Me cago en... -Profesor! Recuerde a que vinimos.- Dije alzando momentáneamente la voz, solo un poco para que voltee, notándoseme ligeramente preocupado mientras miraba como se alejaban. Tomé un gran bocado de aire, lleve ambas manos a mi cara y solté un frustrado suspiro, antes de solo caminar por allí buscando la mesa donde estaría mamá, a menos de que ya estuviese bailando. Rápidamente Saqué mi móvil y traté de escribirle un mensaje a Dayanne.

Cooper literal me manda a matar a un vampiro en la cafetería y ahora está bailando con mi hermana. Espero que entren rápido, termines de darle un "adiós" a nuestro amigo y ustedes se vayan y se lleven a Cooper con ustedes.

Luego del mensaje finalmente alcé la vista de la pantalla, tratando de ver a mi alrededor.

Gracias a la amiga de Dayanne ya estaban dentro, y Will estaba alucinando con todo el lujo, aunque intentó no emocionarse demasiado para no llamar la atención de todos los guardas que había Imagino que estaremos seguros con tantos guardias. No creo que ningún vampiro se atreva a intentar nada raro o en este momento. Pensó Will mientras se acercaban al mostrador.
Will se acercó un poco más a la mujer mayor e intentó sacar su encanto para que no les pusiera ninguna traba ahora que habían conseguido entrar - Buenas noches encanto, somos modelos de la agencia Deseo... ¡No! perdona, ¿Cómo era? ¿Desmadre? Sin saber muy bien por qué, Will comenzó a ponerse nervioso y olvido el nombre de la agencia que había dicho Dayanne unos segundos antes - Joder, se me ha ido. Perdona. Mi amiga le dirá de que agencia venimos. Dijo avergonzado al saber que había metido la pata y esperando no haberla cagado mucho.

Por suerte no tuvimos problemas con la seguridad de la entrada, en cuanto pasamos me di la oportunidad de mirar hacia atrás intentando verificar que esa gente no fuera también vampiros aunque no tuve mucho tiempo para fijarme en seguida nos recibió una señora de la recepción. Me fijé a lo largo de la mesa si había algo que nos pudiera ayudar mientras Will parecía que se ponía nervioso mientras intentaba convencerla. Solté una pequeña carcajada y una sonrisa y me dirigí tranquilamente a la recepcionista:

- Buenas noches, venimos por parte de la agencia de modelos Destello. Disculpe por la actitud de mi compañero, en nuevo en la agencia y está muy emocionado por la fiesta. Como llegamos un poco tarde, nos han informado que fuéramos directamente a las habitaciones a cambiarnos, ¿puede indicarnos dónde se encuentra si es tan amable?

Solo esperaba que no diera muchos problemas y nos indicara la dirección sin muchos problemas. 

Finalmente, hallaste una de las terrazas abiertas. No habías tenido que probar más que dos de ellas, antes de encontrarla. Era preferible hacerlo así que romper un cristal, armar ruido y provocar una situación complicada, cuando lo que pretendías era entrar de manera sigilosa.

Encontrar ahora a Jackie y a Padre, y a tu hermano, y saber qué hacer con ellos o como evitar el conflicto que podía surgir con Dayanne y su chupipandi... eso ya era más complicado.

Cuando descorriste la puerta de la terraza y entraste, la luz estaba apagada, pero para tu sorpresa, no estabas solo. Del aseo salió una hermosa mujer que por lo visto acababa de tomarse una ducha, con una toalla enrollada alrededor de su cabello y completamente desnuda.

Su primer gesto no fue gritar o taparse, sino inclinar la cabeza, sorprendida por tu presencia, pero analizándote, hasta que finalmente, terminó por ocultar su cuerpo... lo justo y necesario.

-Vaya. No creía que pudiera interesar a los ladrones, aunque por otro lado, de haber sabido que era como tú quizás me habría esforzado más. ¿Debo... asustarme, gritar, pedir ayuda? -te preguntó. 

La mujer se aproximó un poco más a ti.

-Por otro lado, quizás debiera aprovechar que estás aquí para tomar un tentempié.

La mujer no pareció muy convencida sobre lo que estabais diciendo. Para empezar, si aquel chico negro era modelo, ella era azafata. Tenía más de niñato de instituto que de otra cosa. En cuanto a la chica, no le pareció que fuese precisamente despampanante. La ausencia de maquillaje o de una vestimenta más lujosa, e incluso de anillos o pulseras, no le convencía sobre lo que estaba diciendo.

Pero sí que tenían a la agencia en la fiesta, le habían avisado.

Así que se quedó un momento pensativa, valorando lo que debía hacer.

-Esta es una fiesta selecta. ¿Podéis enseñarme alguna acreditación? Hay mucha gente que quiere entrar en ella y por lo que a mí me consta, podríais ser un par de chicos buscando una habitación gratis -os comentó -. Además, él no parece modelo y si lo es... creo que le haré un favor a la agencia no dejándole pasar.

Después, se encogió de hombros.

-Claro que para gustos, colores. Yo nunca habría contratado a una agencia de acompañantes para una fiesta como esta, pero quién soy yo para quejarme. En fin, que necesito algo más para dejaros pasar, guapos.

En ese momento, sonó también el móvil de Dayanne.

Había un mensaje de Arthur en la pantalla. 

Cooper literal me manda a matar a un vampiro en la cafetería y ahora está bailando con mi hermana. Espero que entren rápido, termines de darle un "adiós" a nuestro amigo y ustedes se vayan y se lleven a Cooper con ustedes.

Atenué la mirada a la recepcionista y no disminuí la sonrisa en ningún momento confiada de lo que decía.- Tiene razón, él no es modelo sino un colaborador y acompañante de una de las modelos ahí dentro.- saqué mi móvil mientras revisaba en el almacenamiento lo que necesitaba buscar.- La verdad me gustaría llamar a la representante encargada que se encuentra en el evento pero seguramente se encuentra reunida con algunos patrocinadores que asisten a la fiesta y le puedo asegurar que no le gustaría verla aquí enfadada con nosotros por llegar aún mas tarde.- dije aún sonriendo y con cierto temor de la persona que podría aparecer en cuanto localicé en la galería las fotos que buscaba, lo coloqué en su dirección mostrando una foto de lo que parecía ser la recepción de unas oficinas con un gran cartel al fondo que ponía ''Destello''. En la foto aparecía tres mujeres, una mujer alta morena, despampanante; Estela y yo.

Esa foto era de cuando a Estela la nominaron ya que llevaba en la mano un ramo de flores y una especie de trofeo por un premio de modelaje que había ganado hacía unos meses. La otra mujer morena era su representante, Nicole, una antigua modelo de la agencia que se dedicaba a ello.- Ambas se encuentran en la fiesta y como ya le he dicho no me gustaría tener que molestarlas pero si es necesario las llamo aún con el riesgo que eso supone en mitad de una fiesta tan importante para el hotel.- dije calmadamente.- Este chico es la acompañante de la modelo Estela...- le señalé con el dedo.- ...por lo tanto le agradecería si nos dejara pasar para no demorar mas en este asunto, si lo desea nada mas subir a la habitación y cambiarnos, bajaremos y le devolveremos las llaves o si lo desea puede acompañarnos para asegurarse de lo que hemos comentado.- me acerqué a la recepcionista.- Me gustaría al menos cambiarnos antes de ir a la fiesta como entenderá y como ha comentado no estamos correctamente presentables para asistir de esta manera.- en ningún momento dejé de sonreír o de mantener la voz calmada.

Casualmente llegó un mensaje de Arthur al móvil, lo recogí y le respondí;

Me encantaría ayudarte pero tenemos un problema con la recepcionista, espero que se solvente. Si no te pediré un favor que también podría ayudarte con tu problema... puedes pedirle a tu hermana que venga a buscarnos diciendo que somos de la agencia de modelos Destello. 

Probablemente fuera por lo preocupante de la situación, pero había sido tan torpe que no se había dado cuenta de la presencia de aquella mujer hasta que fue demasiado tarde. Su actitud no obstante fue aun más sorpresiva, lo que le hizo fruncir el ceño, para acto seguido acabar por sonreír, y es que desde luego, no quería que gritase, aunque tampoco parecía que fuese a hacerlo.
No se privó de echar un vistazo al hermoso cuerpo de la mujer mientras le dedicaba una sonrisa, permitiéndose por primera vez en varios días tener un pequeño reposo de tanto cacao mental y dramas.
Matt acabó por apoyar la cabeza sobre su mano, ladeando la misma, sin dejar de mirar a la mujer con interés genuino mientras esta le hablaba con aquella calma.

No obstante aquella ultima frase le alertó haciendo que abriera los ojos un poco, ¿le estaba invitando a algo? ¿o pretendía que él mismo fuese su tentempié? El vampiro intentó centrarse en el corazón de la mujer asegurándose de que este latiese aun.

-Los gritos los suelo dejar para la cama.- Le dijo juguetón con una sonrisa de lado, pero manteniendo la distancia.- No quisiera alarmarla, pero se la ve increíblemente tranquila para haber descubierto a un intruso en su habitación.- Le dijo manteniendo un tono que iba entre lo travieso y provocativo.

No obstante, y aunque disfrutaba de aquel momento, no olvidaba que aquella mujer quizás fuese una subordinada de su padre, por lo que permanecía alerta a cualquier movimiento que hiciese. Aunque quizás un tanto distraído por sus curvas.

Will sintió las palabras de la recepcionista como un duro golpe a su ego ¿Que no tengo pinta de modelo? ¡Será cegata la vieja esta! En su vida habrá visto a un tío tan atractivo como yo. ¡Maldita momia! A punto estuvo de soltar todo eso en alto, pero entendió que si lo hacía, las probabilidades de quedarse allí disminuirían muchísimo, por lo que aguantó en silencio y dejó que Dayanne solucionara el tema.

Ver a Coop y tu hermana bailando se te estaba atragantando más que un filete reseco. Ambos se movían con bastante gracilidad, sobre todo Cooper, que parecía haber tomado clases de baile y ser todo un especialista en la material, a pesar de que por su apariencia, daba la sensación de ser torpe.

Ambos se movían por la pista de baila, sosteniendo sus manos elevadas, hablando y riéndose como si se conociesen desde hacía años, con una confianza que pocas veces habías visto y menos, con tu hermana interviniendo directamente.

A pesar de que te costaba apartar la vista de ellos, dedicaste un poco de tiempo a mirar por los alrededores, aunque quizás debido a tu falta de concentración, no viste nada, ni a nadie, que llamase tu atención.

Entonces, sonó tu teléfono. Era un mensaje de Dayanne.

Me encantaría ayudarte pero tenemos un problema con la recepcionista, espero que se solvente. Si no te pediré un favor que también podría ayudarte con tu problema... puedes pedirle a tu hermana que venga a buscarnos diciendo que somos de la agencia de modelos Destello.

No solo no podía ayudarte sino que encima, necesitaba que tu hermana fuese a rescatarla. Tenía narices el asunto. 

Con leer el mensaje, sufriendo un poco al ver a Cooper coquetear de esa forma con mi hermana, bloqueé la pantalla del teléfono antes de colocarla esquina del teléfono en mi frente, cerrando los ojos y conteniendo la respiración. -Ya trágame tierra, por favor... O trágate a Cooper por unas horas, maldita sea, al menos hasta el final del evento- Pensé dentro de mi cabeza, repitiendo esa grase como 2 o 3 veces antes de negar y erguirme, buscando nuevamente con la vista donde habría alguna barra libre o siquiera alguien con una bandeja con algunas copas. -Maldita sea, necesito un trago...- Pero antes de mi búsqueda por algo de alcohol empecé a escribirle otro mensaje a Dayanne.

Escríbeme ya sea que puedan entrar o no, si en la recepción siguen así de necios con mucho gusto le diré a mi hermana que les echen una mano.

Sin querer quedarme parado y tratando de ignorar todo lo posible a Cooper bailando con mi hermana empecé a caminar, buscando algo de alcohol para beber.

La mujer observó a Dayanne con atención, pero en su rostro no tardó en dibujarse la más pura indiferencia. Quizás no estuviese segura del todo de lo que decías o a lo mejor simplemente estuviera valorando lo que debía hacer. El caso es que al final, se volvió, cogió la llave de uno de los casilleros y os la entregó.

-Habitación cinco-cero-tres, guapa. Allí es donde está vuestro cuartel general. Pero nada de escándalos en el hotel. Ya se ha quedado en que cualquier cosa que se haga, en las habitaciones personales de cada cliente. Y la llave la quiero de regreso en diez minutos o mandaré a los agentes de seguridad a buscarla. ¿Lo has entendido, preciosa? -al decirte esto, pasó una mano por encima del dorso de la tuya, acariciándola, mientras mostraba una sonrisa inquietante.

Tras coger la llave, el teléfono de Dayanne volvió a sonar.

Mientras tanto, la mirada que la "momia" le dedicó a Will, era como poco, de absoluto desprecio.

El mensaje era de nuevo de Arthur.

Escríbeme ya sea que puedan entrar o no, si en la recepción siguen así de necios con mucho gusto le diré a mi hermana que les echen una mano.

La despreocupación de aquella mujer ante la presencia de un extraño dentro de su suite, no era para nada lo esperado. Hizo que pensaras si de verdad tenías delante a un ser humano o se trataba de alguna otra cosa. Concentraste todos tus sentidos y oíste latir un corazón, si bien lo hacía más rápidamente de lo normal, lo que contrastaba claramente con el aspecto sosegado y casi indiferente que mostraba la mujer.

Tu comentario pareció hacerle gracia y acto seguido, dejó caer su toalla, mostrando todo su cuerpo.

-Bueno, es que no todos los días tiene una tanto apetito como tengo yo. Y la verdad, tú me pareces... exquisitamente apropiado -te dijo, caminando hacia ti lentamente, casi de manera hipnótica.

Su cuerpo era ciertamente excitante y su boca, deliciosa.

Además, podías sentir el calor que emanaba de cada poro de su piel y oías la sangre fluyendo con velocidad a través de sus arterias. En verdad, se te hacía casi irresistible, porque su sangre te llamaba con fuerza.

- Muchas gracias, nos daremos prisa.- cogí la tarjeta y agarré el brazo a Will para tirar de él hasta la habitación.- Vamos... tenemos que darnos prisa...- cogimos el ascensor y mientras estaba en él aproveché para mandarle un mensaje a Arthur.

No te preocupes todo Ok, nos cambiamos y bajaremos al salón. Necesito que tu o Cooper intentéis localizar al jefe de los vampiros por si se encuentra en la fiesta pero no os acerquéis a él.

Will y yo iremos fingiendo que somos parte de la agencia por lo que no nos conocéis ni a Will ni a mi ¿entendido? Transmíteselo a Copper también, tengo una idea pero necesito que se cumpla esto a raja tabla.

Espero tu mensaje si localizáis a ese vampiro...

El ascensor sonó en cuanto abrió las puerta y localizamos la habitación en seguida. Como no era la primera vez que acompañaba a Estela a estos eventos sabía lo que me iba a encontrar nada mas entrar por lo que accedí, encendí las luces y fui hasta los dos percheros portátiles. En uno estaba la parte de los hombres por lo que fui directa hasta allí, miré rápidamente y escogí un conjunto de pantalón y chaqueta y se lo lancé.- Ponte ese, te quedará bien con esta camisa blanca... - dije escogiendo una camisa blanca.- ...creo que mas o menos te quedará bien aunque el chaleco no me lo pondría, parece muy formal...- dije mientras me dirigía al perchero de los vestido y escogí un vestido color burdeos largo que fuera fácil de llevar.- Voy a cambiarme al lavabo, aprovecha y cámbiate aquí, no tenemos mucho tiempo...

Ya en el baño me cambié y me arreglé. Me miré en varias ocasiones al espejo asegurándome de que todo estuviera en su sitio, respiré hondo. Improvisé una especie de liguero rompiendo una media y coloqué dos estacas en la pierna contraria al corte del vestido para que no se notara que las llevaba, solo esperaba no tener que usarlas. Toqué la puerta del baño desde el interior y le toqué a Will.- ¿Estás listo...? - pregunté antes de salir.