Partida Rol por web

Cooper no dejaba de prestar atención a la carretera, pero también atendía a tus palabras y más que evidente preocupación. Por tus gestos y también tu enfado, era evidente que no había supuesto una tontería para ti.

-Señor Whittaker, no se preocupe. Llegaremos a tiempo para salvar a su hermana. Tenga en cuenta que ese vampiro tendrá una tapadera que mantener y no atacará abiertamente. Si su hermana ha organizado la fiesta, no será un objetivo en sí mismo. Pero eso no significa que otros no puedan caer. De todas maneras, no le estoy diciendo que se lance a por ellos, sino que esté alerta.

Cuando vio que te marchabas al asiento de atrás, sonrió ligeramente.

-Le aseguro que tengo cosas mejores en que fijar mi atención, señor Whittaker -te aseguró, pisando el acelerador.

- Está bien... estamos de camino.- le dije al profesor Cooper antes de calmarle por suerte no tardamos en ver un Taxi a disposición nuestra para que nos pudiera llevar al hotel embajador. Will fue el primero en subirse y estaba a punto de subirme pero no sin antes decirle a Matthew.- Creo que se han encontrado con el mismo vampiro que te encontraste tu y creo que están tan locos como para ir ellos solos a enfrentarse a él...- metí la bolsa primero en el taxi. Tal vez esto no hubiera pasado si hubiera ido a la cafetería tal cual me indicó Arthur. Se notaba en mi cara que estaba furiosa pero no con nadie en particular si no conmigo misma, tenía que haber estado allí.- Hasta otra...- me subí al taxi y le indiqué al taxista a donde dirigirnos y que se diera la mayor prisa posible.

Aquella información le dejó en trance por un segundo, pero supo reaccionar a tiempo para entrar por la otra puerta del taxi.

-Estás loca si crees que te voy a dejar ir sola.- Dijo visiblemente molesto por la situación.- Hay que impedir que se acerquen a él, sino están muertos...- Sentenció directamente sin importarle lo que el taxista escuchara.

Aquello era grave, no podía permitir que se cruzase con Martius, y eso significaba sacar al atolondrado y al profesor también de allí. No pensaba que fueran a poder ni ahora ni nunca con él, lo más sensato sería salir de allí. Pero si había algo que era claramente una mala idea era encararlo ahora, si de verdad lo habían encontrado más valía que no se enterase de quien era Dayanne, y tampoco iba a ser la mejor idea del mundo que le viera a él.
Tras un instante en silencio miró a Dayanne para asegurarse de que le escuchaba.

-Hay que recogerlos y marcharnos inmediatamente.- Le dijo muy serio con un tono que no solía usar, uno conciliador y sereno.

El Hotel Emperador era el más lujoso de la ciudad. Traspasar sus puertas era poco menos que imposible, a no ser que de verdad estuvieses inscrito en él, o que tu aspecto fuera lo suficientemente confiado y elegante como para hacer que los guardias de la puerta, diesen por hecho que de verdad, tenías algo que hacer allí.

En aquellos momentos, un desfile de coches de lujo y limusinas abarrotaban la entrada, hasta el punto de que el taxi en el cual viajaban Will, Matt y Dayanne, tuvo que detenerse a bastante distancia de las puertas. Tan pronto pisaron la acera, otro coche se detuvo a su lado. Era un impala con Cooper al volante y Arthur en el asiento de atrás. En esos momentos estaba empezando a llover, aumentando la sensación de que la noche era como poco, inquietante, y que lo que os esperaba no iba a ser sencillo.

-Veo que hemos llegado al mismo tiempo. Espero que se encuentren todos bien -dijo Cooper, saliendo del coche tras aparcar con rapidez.

Todos os encontrasteis de nuevo juntos y desde donde estabais observasteis la alfombra roja que había entrada y como conforme iban llegando los coches y abriendo sus puertas, también salían sus pasajeros.

No alcanzasteis a identificar a nadie, salvo cuando estabais más cerca, momento en el cual visteis que el propio alcalde de la ciudad asistía, rodeado de un enjambre de fotógrafos, con su esposa, a la celebración que tenía lugar en su interior.

Era sin duda una fiesta por todo lo alto.

Al ver a tanta gente vestida de gala me quedé unos instantes observando desde el taxi a ver si localizaba a Cooper, pagué al taxista y me bajé en cuanto lo localicé. Al salir del taxi y ver a gente conocida acceder al hotel me puse la capucha de la sudadera y fui hasta al lado del impala donde se encontraba Cooper y Arthur.- Bonito coche, profesor...- dije intentando evitar mostrar mi malestar.- ¿os encontráis bien? - dije obviamente preocupada mirando también a Arthur.

Miré nuevamente hacia la entrada del hotel y viendo como seguía entrando gente para luego preguntar.- ¿se puede saber que hacemos aquí? - solo esperaba que no respondiera que veníamos a atacar la base del vampiro jefe cuando habían decenas de personas importantes en el mismo hotel y por lo tanto una seguridad que sería casi imposible de pasar.

Will se quedó mirando la puerta del hotel y se imaginó a sí mismo entrando allí como una gran estrella del deporte, acompañado de alguna modelo impresionante y sonriendo a las cámaras Pronto Will, pronto.
Al ver a Arthur y a Cooper allí también, Will se alegró de que finalmente no les hubiera pasado nada, y saludó a los dos con un gesto de cabeza -¿Todo bien? Entonces se dio cuenta de que si no estaban en peligro, ya no tenían por qué ir a ningún sitio - Ya está, ¿No? El profesor Cooper y Arthur están aquí. Ya podemos relajarnosy e ir a tomar algo, ¿No?

A pesar de que el profesor Cooper ya se había estacionado y había salido del coche yo me tardé un poco: Desde afuera se podía ver como me movía en el asiento trasero, algo que no se podía distinguir muy bien desde afuera. Pero luego de un rato, finalmente salí del asiento trasero, luciendo un traje formal con un patrón de cuadros por todo su saco, chaleco y pantalones, zapatos para vestir y por último el mohack que tenía, solo que ahora estaba algo más arreglado.

Al  abrirse la puerta primero salió lo que parecía ser un paraguas blanco, que al poner un fie afuera finalmente abrí, evitando que me cayese la tubia encima, llevando sobre mi hombro izquierdo una mochila y en la mano derecha tenía mi móvil, escribiendo un mensaje. Caminé al grupo y al reunirme con ellos finalmente alcé la vista de la pantalla. -¡Hey! Hola. ¿Y bien? ¿Que les parece?- Pregunté sonriente, claramente de buen humor mientras abría un poco los brazos y daba una vuelta. -No hace falta que digan nada, les fascina.- Sonreía ahora de forma algo divertida, volviendo a mirar la pantalla y enviarle así el mensaje a mi hermana Emily, el cual copié y se lo mandé también a mi mamá, en caso que Emily estuviese ocupada para verlo.

Oye, ya estoy aquí, con el montón de coches que hay el taxista me dejó unas calles un poco más lejos del Hotel. ¿Paso directamente por la entrada principal con la invitación o tengo que entrar por otro lado?

Di enviar y guardé el móvil en un bolsillo interno del chaleco. -Bueno chicos, yo tengo una invitación para la fiesta gracias a mi hermana, pero no sé como harán ustedes para entrar... Si mi hermana me dice que entre por mi cuenta por la parte de atrás o algo, con suerte el profesor Cooper podría entrar y pasar desapercibido por como va vestido, pero ustedes...- Volteé para ver a Dayanne, William y Matthew -No creo que estén vestidos apropiadamente. Con suerte se pueden meter por la cocina y decir que son ayudantes o algo, o simplemente buscar algún ascensor y evitar el lugar donde se está haciendo la fiesta para ir a la suit o el lugar donde se esconde el vampiro, pero eso es todo lo que se me viene a la mente.-

Cooper se dirigió sin perder tiempo hacia Dayanne, como si quisiera ver con sus propios ojos que se encontraba bien. Desde luego, así lo estaba, pero hasta que no la miró de arriba a abajo no pareció convencido. También le echó una mirada de desconfianza a Matt. No sabía por qué, pero aquel vampiro todavía estaba con ellos.

-Muchas gracias, señorita Bennet. Es... un regalo.

Después, miró hacia el hotel, dándose cuenta de que en efecto, no era lo que él había esperado.

-La verdad es que lo último que me esperaba era precisamente esto, pero Martha dijo que este es su refugio y que su maestro vive también aquí. Tenemos que acabar con él.

La preocupación asomó en el rostro de Cooper al referirse a Martha, lo que contrastaba con la indiferencia de Will ante los motivos por los que habían ido allí... e incluso de Arthur, que de repente hablaba sobre aquella fiesta como si fuese precisamente eso... una fiesta.

-Nada le obliga a quedarse, señor George. Estoy seguro de que podremos pasar sin usted -le dijo de manera cortante -. Señor Whitaker, quizás podría decirle a su hermana que saliese un momento a hablar con nosotros. Podríamos... persuadirla para que nos diese alguna invitación o acreditación.

Ante la idea del profesor Cooper frunzo un poco el ceño, hago una mueca, pero luego mi mirada se desvía hasta la entrada del hotel, pensando un poco... Hasta que entonces asiento. -Sí, puedo hacer eso, trataré de hablar bien de ustedes para ver si los ayudo, pero será muy raro... Igual, estoy seguro que además de conducir de maravilla como lo haces, podrás convencerla de que te permita entrar.-

Nuevamente saqué el móvil y esta vez solo le escribí a Emily.

¡Hey! Cambio de planes, dime donde podría entrar a la fiesta y nos vemos allí, ¿Sí? Me traje mi ropa con la mochila y me gustaría guardarla en tu coche en lugar de tenerlo encima en todo momento. Además, también necesito decirte algunas cosas.

Le di enviar y ahora guardé el móvil en mi bolsillo. Es allí cuando me doy cuenta que igual y soy el único que tenía un paraguas en el momento, así que trato de acercarme más en el grupo, tratando de que al menos una persona más se cubra aunque sin querer que yo tampoco me moje.

A Matt no le pasó desapercibida la mirada del buen profesor, tampoco importaba, el sentimiento era mutuo, y al vampiro parecía importarle mucho más el letrero con el nombre del hotel que ninguna otra cosa. Ya había atado algunos cabos, pero había sido el verlo allí delante lo que había hecho que se preocupase de verdad. ¿Qué pretendía escondiéndose en un lugar como ese? ¿Y querían aprovechar una fiesta para cazarlo? ¿o más bien era él quien había organizado aquella fiesta con a saber que propósitos?

Matt le dio la mano a Dayanne directamente, si el resto quería suicidarse era cosa suya, pero no dejaría que la chica se suicidase sin motivo. La miró a los ojos con seriedad, pero sobre todo con miedo dibujado en ellos.

-Tenemos que irnos de aquí Dayanne.- Le dijo tirando levemente de su mano, si la lluvia le molestaba no lo parecía.- Ya has visto que la pandilla está bien, vámonos antes de que sea tarde, no puedes con él...- Sabía que estaría allí esperándolos, seguramente incluso a él, no iban a tomarlo por sorpresa, solo iban a morir todos.- Con un poco de suerte aun no sabrá quien eres. Por favor, escúchame.- Le acabó rogando.

Matt seguía tirando de ella, pero no usaba apenas fuerza, pues sabía que al final el único modo de que le siguiera sería si ella quería, si la arrastraba por la fuerza solo conseguiría que se revolviese con fuerza para entrar en lo que sería una misión imposible.

Esperé a que Cooper comenzara a explicar y aunque Arthur salió elegantemente vestido del coche no aparté la mirada de Cooper e incluso crucé los brazos sobre el pecho esperando que hablara.- Vale, genial, sabemos donde está su refugio pero tengo varias preguntas, para empezar... ¿tenéis algún plan en mente? y me refiero un plan de verdad, no entrar ahí a saco y ver que nos vamos a encontrar cuando primero, no hay forma de pasarnos desapercibidos y segundo entrar durante un evento en la que asisten varias personas importantes por lo tanto que la seguridad del lugar se habrá duplicado por no decir triplicado a causa de la fiesta... - relajé los brazos incluso haciendo alguna seña con los dedos hacia la entrada del hotel donde se podían ver coches de lujo y gente famoso entrando al hotel. Fue en ese momento que Matt me agarró y me tiró hacia atrás perdí ligeramente el equilibrio dejando que me arrastrara unos pasos hasta que me detuve en seco aunque sin soltar su mano.

- Matt, espera... Pueden que ahora estén bien pero Arthur y Cooper entrarán ahí y si como han dicho ahí está el jefe de los vampiros tampoco puedo irme tan tranquilamente y esperar que nada suceda.- Cogí aire y esta vez intenté tirar yo de Matt para seguir dirigiéndome al grupo.- Cooper entiendo que quieras acabar con él pero tu mejor que nadie debes de entender que no es precisamente el lugar idóneo y sin haber preparado antes un plan metódico. No solo podemos poner en peligro nuestras vidas si no también la de toda esa gente que asistirá en la fiesta.- volví a respirar hondo antes de continuar.- Profesor se que quieres tanto o mas que yo acabar con él pero no voy a permitir cometer una locura o ir a ciegas a poner en peligro a todos... 

Estuve pensando igualmente de que manera entrar y al ver la gente entrando los únicos que se me podían ocurrir que habían sido invitados eran los padres de Estela o la propia Estela por lo que cogí el teléfono e intenté llamarla mientras los tonos sonaban hablaba con el grupo.- Puede ser que conozca a gente que nos pueda meter en la fiesta si la hermana de Arthur no puede pero no podemos entrar así vestidos...- por lo que podría aprovechar y pedirle a la misma Estela que cogiera unos trajes de Leo para Will, Matt o incluso Cooper y un vestido para mi, eso siempre y cuando consiguiéramos la forma de entrar.

Sin duda, Arthur parecía otro con ese traje, y aunque fuese demasiado llamativo para el gusto de Will, este tuvo que admitir que era elegante - La verdad es que te queda bien. Quizá el peinado sea demasiado rebelde para los asistentes a una fiesta formal, pero el traje hará que pase desapercibido. Ahora que Arthur iba bien arreglado, Will quería también un traje, pero el único que tenía de la fiesta de promoción del instituto estaba en casa y quizá olía un poco a cerrado al no haberlo utilizado en bastante tiempo Tengo que comprarme uno guapo para la noche del draft pensó soñando con un futuro cercano olvidando momentáneamente el peligro de los vampiros.

Cuando el profesor Cooper comentó que la presencia de Will no era necesaria después de que este dijera que ya estaba la misión terminada, él joven atleta no se pudo quedar callado - Ya se que nadie me obliga a quedarme, pero me quedo. Simplemente pensé que la misión ya había acabado. Si hay que ir dentro y darse de hostias con los vampiros, pues se van sin miedo.

La respuesta de la hermana de Arthur se hizo esperar pero mientras hablabais entre vosotros sobre lo que ibais a hacer, su teléfono sonó, avisando de que había llegado algo.

Mientras tanto, Cooper estaba valorando la situación. Era evidente que cuanta más gente hubiese allí dentro, menos probabilidad habría de caer en una trampa, puesto que no podrían hacer mucho contra ellos, en público. No, mientras estuviesen allí, en la fiesta, estarían seguros. Pero era evidente que les verían venir.

-Me alegra ver que finalmente se queda con nosotros, señor George. En cuanto a nuestro plan... creo que lo primero que deberíamos hacer es... conocer a nuestro enemigo. Señor... Bell. Está usted insistiendo mucho para que nos marchemos y no le tengo por alguien cobarde, por lo que deduzco que sabe más de lo que nos dice. Creo que ya es hora de que nos ilumine. Mientras tanto, señor Whitaker, si hay una manera de entrar, su hermana sería de una gran ayuda, desde luego. Me gustaría hablar con ella.

Cooper se arregló ligeramente el traje, aunque bajo la lluvia, su aspecto distaba mucho de ser el mismo de siempre. A pesar de todo, tanto él como Arthur podrían entrar por la puerta principal sin demasiados problemas... de tener una invitación, por supuesto.

Puedes entrar por la puerta principal. Te estaré esperando en el vestíbulo. 

Por el comentario de William le sonreí de forma cómplice, antes de poner mi puño hacia él para hacer un saludo. -Muchas gracias, amigo.- Y lo decía en serio. Nada me alzaba más el autoestima e inflaba mi ego que usar un traje e ir así de formal, era simplemente genial. Entonces de pronto escuché el sonido default de notificación en mi móvil que rápidamente lo saqué del bolsillo, y al leer el mensaje asentí decidido con la cabeza.

-Sí, dijo que entráramos por el frente y ella nos iba a recibir en el vestíbulo...- Dije alzando la vista hacia el grupo, justo para darme cuenta lo mojado que estaba Cooper, rápidamente acercandome a él para colocarnos debajo del paraguas. -C-Carajo, hasta yo mismo dije que vendrías conmigo y dejé que te empaparas. Lo lamento Profesor.- Y también traté de acomodar un poco su traje. Guardé el móvil de nuevo, le entregué el paraguas al profesor y así empecé a buscar debajo de él algo en mi mochila, así sacando la invitación* del evento.

-Bueno, esto es simple. Vamos por la entrada, les enseñamos la invitación, entramos, le presento a mi hermana y usted trate de convencerla de alguna forma para entrar todos, y si el plan de Dayanne funciona, tendrán ropa acorde para el evento y podrán entrar. Vamos profesor.- Y así estaba por empezar a caminar, para detenerme por completo sin dar siquiera el primer paso. -Esperen. Profesor, déjele las llaves del coche a Dayanne y ellos esperan en el coche para que no se empapen más. El vampiro se fue bastante herido de la cafetería y al menos yo no sé que tan rápido puede haberse dirigido hasta aquí. Si ustedes esperan en el auto y aún no ha llegado al hotel, con suerte podrán verlo venir o ver si acaso entra por un callejón o algo, y es cuando ustedes podrán llamarnos y avisarnos si lo ven.-

Miré al grupo por un segundo, como esperando que les quedara claro antes de asentir con la cabeza. -No soy el lider pero igual es una buena idea. Ahora sí, vamos Profesor.-

Dayanne hablaba con cabeza, o al menos lo hacía al principio, hasta que empezó a valorar la opción de entrar en aquel lugar. No parecía entender la gravedad de la situación, ni ella ni el resto, y por desgracia parecía que tener que convencerlos a todos si quería alejar a Dayanne de allí.

-Verá profe.- Le dijo de mala gana.- No he intentado ocultar nada, conozco al vampiro que está allí dentro, se llama Martius, y si nos descubre nos podemos dar todos por muertos. Quizás la sección inútil de este club salga ileso.- Dijo refiriéndose al profesor y los dos chicos.- Pero si me ve, en fin, podríamos decir que no soy su mejor amigo.- Dijo con mucha ironía.- Y le aseguro que en cuanto vea a Dayanne sabrá quien es, y la convertirá en su objetivo principal.- Dijo lanzándole una mirada muy seria a Dayanne mientras la lluvia le empapaba.- Si tiene suerte, si tiene mucha suerte la matará rápido.- Dijo con total sinceridad.- Sino hará de su vida un infierno y matará a cualquier persona a la que le tenga el más mínimo aprecio antes de encargarse de ella.- El vampiro paró un momento a coger aire, más para coger fuerzas que otra cosa.- ¿Queréis jugar a cazar vampiros? muy bien, pero no os metáis con Martius, intento salvaros vuestra estúpida vida. No podéis hacer nada contra él.- Concluyó Matt, aunque la verdad era que no tenía mucha esperanza en que le escucharan.

Estaba siendo un día de mierda, primero Chuckie, y ahora esto, parece que las estúpidas estrellas se hubiesen alineado para llevarle a aquel hotel. El joven observó una vez más la fachada con el nombre del mismo. ¿Estaban allí de verdad?

Me parecía bien la idea del profesor Cooper de acceder e intentar recopilar información puede que incluso averigüemos exactamente que quiere o que es lo que busca para que haga tanto daño a muchachas y las convierta en vampiros por otra parte sabía lo que le había pasado a Matthew y que no quisiera involucrarse.- Creo que sería mejor que Matthew no entrara precisamente por que si lo ven con alguno de nosotros podrían atar cabos, Arthur parece que conoce el ambiente que hay y puede que se pueda disimular dentro si tiene experiencia en este tipo de eventos.- miré a William para preguntarle.- ¿Qué quieres hacer? Si entras tendrás que desenvolverte con gente y pasar desapercibido. 

Los tonos seguían saltando y Estela no me respondía, por lo que aproveché para mandarle un mensaje:

Estela, necesito que me llames cuanto antes, es urgente...

Por el comentario que hizo Matthew me hizo extrañar, ¿cómo es posible que Martius sepa que yo era la cazavampiros? - No creo que tenga tatuado en la frente que soy la cazadora, ¿cómo sabrá si no quien soy? - hice la pregunta a todo el grupo ya que si conseguía entrar al igual que le había dicho a William intentaría pasar desapercibida pero eso era secundario. Como había sugerido Arthur también podríamos entrar por la zona de servicio pero con esta ropa llamaría la atención por lo que intenté preguntar mas acerca del evento.- ¿Sabéis que están celebrando hoy en el hotel, es alguna gala, un evento...? - pregunté esperando tener mas idea de que se trataba y así poder averiguar como acceder.

Estela tardó en dar señales de vida. Cuando ya habías colgado y escrito el mensaje, tu teléfono sonó y el nombre de tu amiga apareció en la pantalla.

-Hola, "Dayi". Perdona que no te cogiese antes. Es que estaba ocupada -te dijo, mientras de fondo podías oír música y también muchas voces. Era evidente que no estaba en su casa, sino en alguno de sus sitios de fiesta favoritos.

Eso era muy de Estela; el no parar en su casa y tener más vida fuera que nadie, en un intento por promocionarse y lograr que su carrera despegase definitivamente. Si por ti fuera, sería la modelo principal de todas las revistas de moda, pero las cosas no funcionaban así y tal y como te había dicho en muchas ocasiones, en la vida de una modelo se pasaba más tiempo "mostrando" que "demostrando".

-¿A qué viene tanta urgencia, qué te ocurre? Oye, ¿estás en la calle? ¡No me digas que has salido de fiesta otra vez! Esta no es mi Dayanne. ¡Me la han cambiado! -comentó entre risas.

Estabais todos tan cerca de Dayanne y Estela gritaba tanto, que resultaba difícil no oír lo que decía, al menos parcialmente.