Partida Rol por web

Will tenía ganas de entrar a la fiesta y comenzar a sentirse como una estrella del deporte. Sabía que tarde o temprano le invitarían a esos eventos y sería el centro de atención de todos los que acudiesen, así que lo mejor para él en ese momento era ir estudiando el terreno. Por eso, cuando Dayanne le preguntó que quería hacer, no dudó un instante en su respuesta -¡Entremos! Y no te preocupes por mí, yo sé desenvolverme bien. A esta gente le encanta hablar con los dioses del deporte Si, Will acababa de auto definirse como un dio del deporte sin ruborizarse siquiera. -Además, ¿Que más da que en la fiesta haya vampiros? Con tanta gente no creo que intenten nada. ¡Si está el alcalde!

Respondí de inmediato a Estela y antes de tener que decir nada Estela comenzó a hablar o mejor dicho, gritar tuve incluso que apartar el teléfono de mi oreja para que no me dejara sorda.- Tu siempre estás ocupada.- dije con ironía y una sonrisa sarcástica que se podía notar incluso a través del teléfono.- ¿Se puede saber donde estas? Bueno... a lo que iba, ¿sabes del evento que hay hoy en el hotel emperador? Necesito entrar al evento.- normalmente no tenía que darle mas explicaciones a Estela.- ...pero no estamos vestidos para la ocasión y tampoco tenemos invitación. ¿Conoces a alguien que asista que nos pueda ayudar? 

En cuanto vi a Will ir directo hacia el evento tan animado como si fuera una fiesta de la facultad le cogí del cuello de la camisa y le sujeté para detenerle y que no se fuera muy lejos.- ¿De verdad crees que te dejarán entrar así vestido y sin invitación? A parte no sabemos si cualquiera de dentro o incluso el alcalde podría estar involucrado por lo que no podemos confiar en nadie.- miré a cada uno de los presentes.- ...absolutamente en nadie ¿entendido? Da igual si es familia, amigos de toda la vida. Solo podemos confiar en los que estamos aquí y ya...

Estela sonó al otro lado del teléfono súperanimada.

¿El hotel Emperador? Allí es donde estoy ahora mismo. Te lo hubiera dicho pero es que sé que a ti estas cosas nunca te han interesado. ¡Es genial! ¡Hay un montón de gente famosa e importante aquí! Todos muy V-I-P, tía.

Entonces, adoptó una voz más seria.

Pues escucha. Entra en el Hotel y di que estás conmigo. Puedes entrar como parte de la Agencia de Modelos "DESTELLO", para la cual trabajo. Que has llegado tarde y que necesitas ir urgentemente a las habitaciones a cambiarte. Sube a la habitación, escoge el traje que quieras y ven al salón, que te espero. ¡Deprisa, que aquí hay para todas!

Cooper iba a dirigirse a la entrada cuando Dayanne recibió la llamada de Estela y entonces, se detuvo a escuchar un poco, lo suficiente como para entender que iba a poder entrar sin su ayuda. Así que sonrió y siguió a Arthur hacia el vestíbulo.

El lujo del hotel hacía que todo lo demás pareciese fuera de lugar, o simplemente, de otro nivel. Había además tanta gente que resultaba casi imposible moverse más de un metro sin chocar con alguien, pedir permiso para seguir avanzando o disculpas por haber tropezado.

En la entrada, había dos guardias de tamaño armario que os miraron con cierta desconfianza. Arthur iba muy bien vestido pero Cooper, en cambio, tenía su traje empapado. Eso despertó sus sospechas y os miraron con ánimo de detener vuestro avance allí mismo.

Sin embargo, rápidamente apareció la hermana de Arthur para acabar con aquello.

-Están conmigo, tranquilos -les dijo, llegando hasta Arthur y abrazándolo, para a continuación echarle un vistazo a Cooper. Este miró a Emily como embelesado.

-Eeehhh... buenas noches. Mi nombre es Dale Cooper... Profesor Dale Cooper -se presentó, ofreciéndole la mano para estrechársela.

Emily también se quedó un instante dudando, antes de hacerlo.

-Mucho gusto. Soy Emily Whitaker. Eh... será mejor que entremos -dijo finalmente. A continuación, se volvió hacia Arthur -. ¿Qué es lo que ocurre? Creía que ibas a venir con Jolyne.

Emily le echó un último vistazo a Cooper, que no dejaba de sonreír embobado, mientras entrabais en el hotel.

No sabía si estaban mal de la cabeza o eran jodidamente estúpidos, absolutamente nada de lo que les había contado había servido. Estaba totalmente convencido de que los iban a matar, pero no sabía como leches impedirlo. Encima la llamada ni si quiera le había dado ocasión de explicarle a Dayanne como podían saber quien era, no se daba cuenta de que todos podían percibir que era diferente...
Se pasó la mano por la cara angustiado, no había nada que hacer, solo le quedaba meterse en la maldita boca del diablo. Aun así él no pensaba jugar a los detectives con la pandilla de Scooby-Doo, por lo que en cuanto pudo se separó del grupo para ir por su cuenta. Sus ropas podían llamar la atención, pero esperaba poder moverse lo suficientemente rápido, parecía que iba a tener que hacer frente a todo quisiera o no...

Así que Matt deambuló un poco, primero intentando captar cuantos vampiros había entre los invitados, y es que se fiaba entre muy poco y nada de toda aquella fiesta.

Antes de que os dieseis cuenta, Arthur y Cooper estaban ya entrando y Matt se había escabullido entre la confusión de la multitud. En esos momentos, estabas solos Dayanne y Will. Dayanne hablaba todavía con Estela, mientras que Will, miraba nervioso para ver todo el lujazo y las tías buenorras que estaban entrando en la fiesta.

Pensándolo bien, la verdad es que estar allí no parecía una mala idea, puesto que era un fiestorro por todo lo alto. Seguro que podía llevarse a alguna, incluso a pesar de no ir vestido adecudamente.

Will había visto a Dayanne en acción y sabía que era rápida y fuerte, pero nunca había sido realmente consciente de la fuerza de la cazadora hasta que esta le agarró del cuello de la camisa para detenerle ¡Joder! Casi me arranca la camisa pensó volvía a ajustarse el cuello de la camisa. Era cierto que con esas pintas no podría entrar por la puerta principal, pero seguro que habría alguna forma de colarse en la fiesta.

Antes de que pudiera darse cuenta, Cooper y Arthur entraron gracias a la hermana de este y Matt desapareció sin decir ni pio, dejando a la cazadora y al atleta completa en solos. En otras circunstancias Will habría aprovechado la situación para intentar ligarse a Dayanne, pero entre que esta seguía al teléfono y que tenían una misión entre manos, entendió que no era el momento ideal.
- Oye, ¿Y si nos colamos por la entrada de servicio y noqueamos a un par de camareros y nos ponemos sus uniformes? Comentó Will interrumpiendo la conversación de Dayanne al teléfono -Quizá un par de ellos salgan a fumar y les podemos pillar desprevenidos. Aunque esas cosas sólo pasaban en las películas, Will estaba convencido de que sería un plan genial.

Matt suspiró con fuerza, estaba cansado, era como cuidar de un montón de críos, y como padre los pillara... "No les hará nada peor que lo que te hará a ti...". Estaba haciendo una estupidez, pero aun así no le quedaba otra, además, por más que le pesara tenía la oportunidad de descubrir que tramaba. ¿Porqué estaba en aquel hotel alojado? ¿y había dado la coincidencia de que a la vez había un evento importante en el mismo? No, no creía en las casualidades.

Rodeó el edificio buscando una escalera de emergencia, o un balcón, incluso una ventana, algo que los humanos descartasen como una vía de acceso, pero que para un vampiro efectivamente lo fuese. No llevaba la ropa más apropiada, pero quizás podría mezclarse con los clientes ordinarios del hotel, y de hecho los ricos hacia tiempo que habían dejado los trajes atrás para tener cada uno su propio aspecto, igual lo tomaban por un excéntrico. Pero lo primero era encontrar un acceso...

Le iba a deber una a Estela aunque por otro lado sabiendo que también estaba en la fiesta sería mejor que la tuviera vigilada. Sonreí y le agradecí a Estela antes de colgar, esperaba no tener ningún problema para identificarnos en la entrada y el resto había desaparecido cada uno por su cuenta.- No es necesario Will, pero tendrás que hacerte pasar por modelo para que no nos pillen... Vamos...- dije mientras enrollaba mi brazo con el suyo y le guiaba a la entrada del hotel.

Intenté que pareciera que estábamos entrando por nuestra propia casa, me aparté un poco la capucha lo suficiente para que los de seguridad vieran que no nos ocultábamos a propósito e intentamos entrar como si nada hubiera pasado.

Finalmente, tras dar varias vueltas entre la gente y explorar la zona, descubriste que en el callejón lateral, a pesar de estar bastante iluminado, no había apenas tránsito, y que había ventanas medianamente accesibles. Si bien todas ellas estaban cerradas y protegidas, no le costaría demasiado dar un salto para llegar a una de ellas.

Así lo hiciste, dando un salto, casi un brinco podríamos decir, hasta agarrarte de una de las protecciones metálicas, y tras asegurar tu posición, volviste a saltar, encaramándote a una de las terrazas de la primera planta.

Ya estabas casi dentro. Ahora solo te restaba entrar por alguna de las terrazas, forzando una de las puertas, o buscar una que estuviese abierta. Había peligro de ser descubierto pero también era una buena forma de entrar evitando la puerta principal, además de poder conseguir ropas más... adecuadas, para mezclarte con el resto de invitados.

Porque los demás no tardarían en entrar por su cuenta y formar parte de aquel... misterioso sacrificio que parecía estar preparando Padre.

Al final no tendrían que usar el plan peliculero de Will ya que parecía que Dayanne había conseguido que los dos pudieran entrar en el hotel. - ¿Hacerme pasar por modelo? ¡Mola! Será divertido Dijo Will emocionado, otras vez sin pensar en lo peligrosa que podía ser aquella misión. Mientras caminaban hacia la puerta del hotel, Will iba practicando la forma de andar de los modelos que había visto alguna vez en la tele y preparó su mejor sonrisa para demostrar seguridad ante los “gorilas”.

No me preocupaba para nada los tipos de la entrada, incluso estaba apunto de mostrarles la invitación, pero que Emily apareciera fue suficiente. Sonreí ampliamente antes de corresponder a su abrazo. -¡Te ves muy hermosa Emi! Wow...- Y entonces me volteé para ver al profesor Cooper, el que estaba por presentar de no ser porque este ya estaba haciéndolo, pero era esa sonrisa que me lo decía todo. De momento no le dije nada y me encogí de hombros cuando Emily volteó para verme como buscando una explicación.

-Ah sí, Jolyne... Algo pasó, no me dijo qué pero no se sentía bien para venir conmigo al evento... Le insistí y todo pero no quiso, así que solo la acompañé a casa y dije que hablaríamos mañana. De verdad me hubiera encantado que viniera-

Emily sonrió ante  tu galantería, pero no tardó en centrarse en Cooper y te diste cuenta de que este también parecía tener ojos solo para ella. Tras explicarle lo que había pasado con Jolyne, simplemente se dio la vuelta y empezó a caminar hacia el vestíbulo.

-Esta fiesta es muy selecta. Han acudido toda la gente importante de la ciudad, así que será mejor que te comportes, hermanito, o tendré problemas -te avisó. Después, se volvió hacia Cooper, que había igualado su paso y situado al lado.

-Disculpe mi atrevimiento, señorita Whitaker, pero supongo que no conocerá a un amigo nuestro. Es un hombre joven, de unos treinta años, con el cabello blanco. Es que habíamos quedado en vernos aquí...

Emily no tardó en responder.

-¿Conocerle? Claro que lo conozco. Es el chico de los recados del organizador de esta suntuosa fiesta. ¿Cómo es que lo conocen? No pensaba que estuviese en la universidad.

Cooper sonrió ligeramente.

-Eh, no lo está, pero nuestros caminos se han cruzado por casualidad.

Finalmente, subisteis las escaleras, largas y lujosas, y llegasteis a la planta de arriba, en donde había un salón lujosamente decorado, con mesas dispuestas por todas partes, a excepción de una zona central, la sala de baile, amenizada por una orquesta.

Había gente por todas partes y no os costó reconocer algunos rostros conocidos de la televisión y de la política. Era desde luego, una fiesta por todo lo alto. También habían hermosas mujeres y atractivos hombres por doquier, con aspecto de modelos o de haber salido de una película.