Ñyankuro esperó a que ambos cruzaran para luego hacerlo él, no sin antes mirar por última vez el lugar donde Aimi había sido absorbida.
Era como un viaje a través de las estrellas, mientras un cálido viento los arropaba. Tal vez perdieron el conocimiento o solo cerraron los ojos, pero por un momento sintieron cómo tu cuerpo se descomponía para unirse a esa materia mutable y viajaba a toda velocidad hacia lo que parecía su destino final. ¿Heleth, tal vez Ephorus, Calíope o sus compañeros? Pronto lo sabrían.
- FIN DEL CAPÍTULO 4 -
Hunter se acercó para subirse al hombro del peligris con algo de dificultad - Sí, solo un poco magullado, pero sobreviviré - dijo moviendo sus bigotes.
Rió - Claro que no la ataqué a ella, lo ataqué a él - y señaló a Notah -. Sea que te hagas llamar Notah o Walker, eres tan testarudo como siempre - y se volvió a girar a la pelirroja -. Creo que sabes lo cabezadura que puede ser. Las palabras no siempre llegan a él, así que era necesario. Claro que debía ser creíble para que Heleth no sospechara. Me habría sacado antes de poderles entregar eso - y señaló la caja -. No pierdas la esperanza, niña. Aún queda la batalla más importante - sonrió y miró de nuevo a Notah.
- Yo soy Hardak y la estrella primigenia tanto como tú. Hardak es nuestro planeta de origen y la estrella primigenia es la que dio origen a Hardak. Lo que queda de la estrella son los tres cristales y los planetas. En resumen, todos somos lo que queda - sonrió -. Pero no, solo soy un fragmento del Gran Dragón, uno que creó hace mucho para cuidar de ti. En otras palabras de la Sacerdotisa. Estamos conectados aunque seamos diferentes... Claro que yo no ostento su poder, solo un porcentaje pequeño - rió.
Miró por última vez a Isabella - A veces es necesario perder algo para recordar por qué luchamos. Y esa era mi última lección. Yo debo irme y ustedes deben continuar - miró el portal mientras se deshacía en frente de los dos.
Un post más de su parte y cerramos el capítulo n.n.
No me moví mientras el anciano hablaba. En cierto modo suponía que tenía razón, estaba dándole vueltas a ello mientras mi cuerpo se sanaba poco a poco. Incluso en la razón que tenía, no cambiaba el hecho de la pérdida de Mariko.
Nos vemos, viejo.
Fueron mis últimas palabras ante su desvanecimiento. Me preguntaba si realmente tanto sacrificio merecía la pena. Aunque llegados a aquel punto, lo que no tenía sentido era volver atrás. Miré a mi compañera y tuve que esforzarme en sonreír, pese a que sólo tenía ganas de ponerme música y olvidarme un poco de todo aquello que me rodeaba.
Y yo debía protegeros. Hemos fallado porque no me he concentrado en la batalla, tú has hecho lo posible por ayudarme. Muchas gracias, Isy, de veras -entorné la mirada-. Ahora estamos un poco más cerca de acabar con todo esto. Su alma renacerá en algún momento, ahora no tiene sentido preocuparnos por ello.
Sin dejar de sanarme me acerqué para poner ambas manos en sus hombros. Quería abrazarla, pero tampoco quería agobiarla. No sabía exactamente qué diantres podía necesitar ella en un momento como aquel.
¿Te importa que esperemos medio minuto a que mis heridas terminen de sanar? -miré en la dirección en la que el viejo se había marchado- ¿Te puedes creer que aún a momento de ahora no lo entiendo? Conocí a ese viejo siendo pequeño, me enseñó mucho de lo que sé. Y ahora descubro que es parte del Gran Dragón. ¿No es como si de repente buena parte de tu vida fuese una mentira?
Además, no soy nadie.
Nadie que mereciera tanta atención, al menos. Claramente, incluso aunque estaba dándolo todo de mí, me sentía realmente perdido. No en cuanto a lo que tenía que hacer, sino en cuanto a lo que había sucedido en mi propio pasado.
Las palabras del anciano no hicieron que la einar se sintiera mejor. La mirada de Isabella iba y venía, pero de sus labios no salía nada. Cuando su compañero se acercó a ella, esta lo miró unos segundos, pero desvió la mirada poco después. Quiso sonreírle, pero de haberlo hecho hubiera sido algo falso y no lo deseaba.- Cuando decidimos venir... Sabíamos que no sería fácil, que incluso habría bajas. Aún así es tan doloroso.-Tomó aire con suavidad a la par que secaba las lágrimas y acomodaba una vez más las gafas.
El toque de las manos de Notah en sus hombros la hizo brincar, pero no se separó. Lo miró de nuevo y se esforzó en sonreírle. Con suavidad se aproximó a él y fue ella la que lo abrazó con delicadeza.- Podemos esperar...-Respondió desde su escondite en el pecho de él. Notah y Walker necesitaban curar sus heridas y ella... Tan sólo calmar otras que tardarían en cicatrizar. Por eso se quedó acurrucada en sus brazos esos minutos, al menos hasta que él empezó a hablar, esta entonces ladeó la cabeza.- ¿Qué no eres nadie? Claro que sí... Eres Notah, eres Walker. También eres una parte importante para mí, y para muchos de los que te conocemos. Ahora sólo falta que tú lo veas y sientas. Eres mucho más de lo que te imaginas.-Asintió.
- No creo que debas verlo así... Quizás sólo debas hacer un recorrido a lo largo de toda tu vida, para así comprender. No te precipites, las cosas ocurren por algo... Estoy segura de que las respuestas llegarán en algún momento.-Con suavidad se separó de él. Ayudándose abrió la caja para tomar una de las pociones y entregársela a su compañero.- Llévala contigo.-Tras eso ella cogió otra y se la tomó con lentitud. No le gustaba tener que hacer aquello... Pero ir herida a la batalla de poco serviría.
Mientras se tomaba la poción, Isabella empezó a contarle lo que había ocurrido en su "Pesadilla". Todo lo que le había contado Shado, incluso que sin saber cómo... Había acabado con la vida de su amigo con su propia lanza.*
*No me da la vida para narrarlo todo. El peque ya está mama mama mama... T_T
Esperaron un momento, tal vez para calmar sus corazones o para recuperarse tras tomar las pociones. Lo que era evidente es que ahora habían perdido a Mariko y cruzarían el portal pronto, mas Heleth no parecía estar dispuesta a darles el tiempo que necesitaban, ya que el portal se empezó a encoger. Era cruzarlo o quedarse encerrados allí.
Era como un viaje a través de las estrellas, mientras un cálido viento los arropaba. Tal vez perdieron el conocimiento o solo cerraron los ojos, pero por un momento sintieron cómo su cuerpo se descomponía para unirse a esa materia mutable y viajaba a toda velocidad hacia lo que parecía su destino final. ¿Heleth, tal vez Mariko o sus compañeros? Pronto lo sabrían.
Walker recupera 20 puntos de salud usando Rejuvenecimiento. Onírica recupera 40 puntos de salud y quedan en la caja 8/10 pociones.
- FIN DEL CAPÍTULO 4 -