Partida Rol por web

Con un gran suspiro acepta la chaqueta de Katherine y después de colocársela se sienta al lado de Ono. –Nada, no ha sido nada. Se coloca a su fiel peluche en su rodilla dejándose medio caer. –Pero yo no me hago enfermera, no tendré suficientes camisas. Cierra durante unos instantes los ojos sin dejar de sonreír, en este momento más relajada tras ver que todo había acabado parcialmente. Mas no podía hacer por el joven y por el momento ya lo había dado todo por la situación. Lo único que le faltaba era esperar. Tanto a lo bueno como a lo malo. Lo único que molestaba a Reimu era la actitud de la joven cantante. Las chicas tenían escusa, se habían cepillado a los zorros de sombra con lo que habían encontrado. Incluida la chica mágica de los rayos. Pero no era justo que se abrazara a Mamoru como si fuera su mayor salvador cuando se había encargado ella sola del tratamiento del enfermito. Reimu miro al herido. Bueno, como mínimo estaba bien. Reimu susurro un par de palabras a su peluche y miro un poco cansada a sus compañeros. –Id tirando, yo me quedo aquí. SI fuera y nos emboscan no serviría de nada. Si me pillan aquí al menos no os entorpeceré.

Mientras las chicas peleaban, la sombra que este extraño ser emanaba se hacía cada vez más intensa y cubría por completo a cada una de las chicas.

Completamente aisladas, no podían verse la una a la otra, no podían escuchar ni sus voces, ni la voz de aquel que trataba de llevarse a la profesora. Si con la niebla era desesperante, ahora una sombra que parecía petróleo y que inhibía total contacto con todo a medio centímetro de distancia.

De repente, las dos chicas sintieron unos fuertes brazos que las aprisionaban y a pesar del ímpetu en intentar soltarse, el agarre no cedía. Estaban a merced de su captor y quién sabe qué sucederá ahora.

Una extraña sensación de vacío las rodeaba y sentían sus moléculas partirse, desmoronarse, deshacerse, como si de una teletransportación se tratara.

Te apartas del grupo y corres a toda velocidad. Cuando te encuentras sola nuevamente, Hook te habla - Algo terrible se acerca, pero la niebla se disipará y no podremos hacer nada más por ahora. Debes regresar a tu forma humana antes de que la niebla desaparezca o podrás ser fácilmente descubierta - le dice con urgencia y te pide que te agaches para poder tocar tu frente. Después de eso, una luz se desprende de ti y cuando menos lo notas, eres de nuevo Shiro, como si todo lo que había pasado fuera solo un invento de tu imaginación.

- Nos veremos cuando llegues a casa - dice alegremente y se va.

A pesar del agónico dolor que te representaba moverte con el tobillo lastimado, tu temple y determinación te permiten llegar hasta la pared.

Tratas de abrirte paso torpemente entre la niebla  hasta que te chocas con una burbuja de oscuridad absoluta. No logras discernir quiénes son pero dos figuras están siendo cubiertas por ella. A pesar de lo incómodo que era la niebla, podías ver un poco a tu alrededor, pero esta burbuja parecía hecha de petróleo, casi como si pudieras tocarla.

Sea lo que fuere, no podía ser algo bueno.

Lightning parece ver algo entre la niebla y corre hacia ello dejándolos nuevamente solos. Parecía tener mucha prisa en salir de allí, aunque no se explicaban la razón.

Mientras el grupo se separaba, era posible ver que le sangrado del baterista parecía haber cesado por completo, aunque era difícil de distinguir entre tanta niebla, sangre y ropa ensangrentada. Mientras tanto, Ruka seguía abrazada a Mamoru, a pesar de que este último no le prestara mucha atención.

El dolor punzante era terrible pero no me quedaría ahí para ver como terminaba todo esto, el dolor de mi pie y lo que había pasado con la chica de pelo azul me había dejado muy claro que esto no era un sueño. Seguí andando intentando abrirme paso entre la espesa niebla y haciendo caso omiso a los gritos que oía a mi alrededor, aunque el recuerdo del chico al que había intentando salvar me perseguía constantemente.

Mientras avanzaba vi una burbuja negra, dos figuras se encontraban siendo atrapadas por ella aunque no sabría decir quienes, y alcé mi mano para tocar aquella burbuja, cierto era que quería escapar, pero no podía dejar que la gente cayese en manos de estas criaturas, no me perdonaría jamas si les ignoraba de esa manera, así que me acerco con cuidado - ¿Estais bien? - pregunté con voz dudosa, no podía ser buena idea hacerme notar, pero peor era dejarlos ahí sin hacer nada.

Katherine observó cómo aquella chica se perdía entre la bruma. Por un momento tuvo el impulso de seguirla, pero sólo fue una sensación de menos de un segundo y lo olvidó rápidamente. La pelinegra notó cómo la hemorragia del baterista se detenía y se alivió aún más, aunque sabía que las cosas no habían acabado.

-I think... Perdón, pienso que lo recomendable es que Tsukaima acompañe a la señorita Irisu a buscar a los demás. Yo me quedo con Reimu por si las cosas se tornan malas de nuevo...

Acto seguido, la ojiazul tomó las flechas que aún quedaban dispersas y las guardó en su carcaj. En su mente agradeció haber sido de ayuda y miró hacia arriba a pesar de que no había foco de atención. <<Jaycee, girls...>>.

Después optó por ver a los demás y saber qué opinaban de su sugerencia.

Chidori sabia que no podia hacernada, sentia la fuerza de aquel ser aprisionandole,mira hacia donde deberia estar su compañera y le grita

No seas idiota y vete, aprovecha que puedes irte, sal corriendo en cualquier direccion, vete de aqui que seguro que a ti al menos alguien te extrañara.

Chidori sabia que no iba a poder escapar, aun asi trata de morder a la criatura para soltarse y salir corriendo, aunque no tiene mucha fee

Hikaru al oír las palabras de la muchacha de ojos rojos está tentada a hacer lo que le dice, pero como viviría ella sabiendo que ha dejado a su nueva compañera de clase ahí sola ante semejante bicho? Niega para si y en su mente vuelven las palabras de su abuela "quien tiene un amigo tiene un tesoro" una frase muy habitual pero carente de significado para la mayoría de los humanos en la sociedad en la que vivimos. Hikaru hace fuerza con los brazos para soltarse de lo que le aprisiona. Intenta sacar fuerzas de su interior cierra los ojos y empieza a rezar en voz alta, como si el hecho de hacerlo en voz alta sirviera de algo.

Adorada dama de la Luna,
acoges el crepúsculo por tus besos de plata.
Maestra de la noche y todas las magias,
cabalgas las nubes en estos cielos oscuros,
y difundes tu luz por la tierra helada.
Oh creciente de plata,
Oh Diosa Lunar,
creadora y destructora de sombras,
reveladora de los misterios presentes y pasados,
soberana de las mujeres, esposas y madres.
Luna Madre omnisciente,
saludo tu joya celeste,
al apogeo de su potencia
por un ritual en tu honor.
Rezo delante de la luna.

Oh Diosa Lunar,

libranos de esta oscuridad y del mal que habita en ella.

Hikaru tas recitar esta plegaria abre los ojos y empieza a forcejear con fuerza.  

Al desaparecer Hook, Shiro se sintió tremendamente débil y casi desconsolada, como si le hubiesen robado algo. Pero sabía que había sido cierto todo. De repente, se encontró sola y se puso a mirar alrededor a ver si encontraba a alguien. La niebla aún estaba ahí y no alcanzaba a ver.

Debería volver a casa y hablar con Hook. Era raro, pensaba en hablar con Hook como si fuese lo normal, cuando obviamente... Esto le hizo sacar una leve carcajada. Se levantó y sacando fuerzas renovadas, fue a buscar a alguien.

-A mi me va bien. Comenta Reimu sin dejar de acariciar su peluche, en ese momento no tenia muchas ganas de caminar por aquella sombra y menos si no tenían a la chica mágica a su lado. -Me quedo con Katherine aquí cuidando del enfermito. No vaya a ser que le pase algo y no pueda hacer mas que apretarle la herida. Confiesa dejando caer su cabeza pensando en que habría pasado con los demás compañeros, solo se había topado con tres mas la cantante y batería. Esperaba que Maki estuviera bien y no estuviera con nadie que le hiciera la vida imposible.

La situación se habia calmado pero aún estaban atrapados, Mamoru queria ayudar pero las contradictorias indicaciones entre la presidenta y Katherine lo tenian algo confundido. Para aumentar su confusión noto que la chica rockera estaba pegada a el como si el fuera una especie de oso de peluche, al notarlo se sonrojo y le dijo:

-Rockera-san. Ya no hay peligro por ahora, le agradeceria que me soltara un poco por favor.

Mamoru penso en las indicaciones de las chicas y entonces les dijo:

-Deacuerdo chicas, ire a buscar a los demas a través de la niebla con ¿Irisu-san?, no importa. Si así puedo ayudarles a todos entonces esta bien.

Decidido lo que habia que hacer Mamoru esperaba a la que la presidenta a la cual las demas identificaban como Irisu se preparaba para la salida.
 

Irisu tras esperar que se decidieran, tomo rumbo en dirección donde desapareció la chica. Antes de desparecer le deseo buena suerte.

Regresare pronto. Quienes me acompañen, solo hay una velocidad… la mía.

Tras eso se internó en la niebla tratando de seguir a la chica Ligthing, si ella se movía tan segura por la niebla es que sabía algo, tal vez donde estuviese la salida.

Corrió tanto como sus pies podían, debía alcanzarla, ya que si había mas peligros, seguirla era lo más seguro.  

Tal vez encuentre a los demás. 

Ilify escuchó con atención las palabras de la chica del cabello azul, aun reflexionaba también sobre sus escuetas y osadas palabras... *batalla perdida!?... hmm...! así no será!*

- Deberías dejar tanta seguridad, mujer!.. - no puso terminar de hablarle, puesto que ella poco a poco se fue del lugar, y sólo quedó con Healing Dragon que lo miraba escrutándole algo.

El ambiente ahora era otro.

Quedó se de pie escuchando las palabras de Healing Dragon que un toque suave de flauta comenzaba a cambiar de forma y le hablaba como la Shiro que lo llevó a ese lugar; del mismo modo, ne medio de la neblina que lentamente se iba del lugar Ilify volvía a su imagen original, la del chico líder de la mafia que aun seguía tratando de organizar todo lo que había pasado a su alrededor.

Cuando volvió a la normalidad vio a su amiga, a su nueva amiga, de la cual no se separaría de ahora en adelante, la cual le prometió hablar de todo esto posteriormente; algo que no iba a dejar pasar, claro, enterarse con detalle de todo lo que se comenzaba a gestar alrededor del Cristal de los Dragones.

Las cosas comenzaban en aquel momento, era el punto de partida de la verdadera guerra.

Mientras te vas acercando y tratas de comunicarte con las personas que se encuentran dentro de esa burbuja oscura, sientes lo pegajoso de la oscuridad y de inmediato retiras tu mano. La sensación era parecida a tocar la brea o el petróleo y, ciertamente, no era una sombra normal.

Segundos más tarde, la oscuridad termina de absorberlas y como si se tratara de un as de luz oscura, se desplaza a toda velocidad, a la par de la niebla que parece volverse menos densa cada vez. No hay rastro de las dos personas ni de la burbuja que viste.

Comienzas a caminar después de Hook marcharse y te sientes normal nuevamente, aunque bastante confundida por todo lo que sucedió. A pesar de ello, buscas recobrar tus fuerzas y caminas buscando a alguien con quien puedas toparte. A pesar de no saber muy bien a dónde te diriges, parece que tus instintos de guerrera mágica no han desaparecido completamente y tras dejarte guiar por una corazonada, te topas con una de tus compañeras de clase, la cual se ve malherida: Naoko tiene un tobillo cubierto de sangre y parece sufrir un terrible dolor.

Apenas miras a tu alrededor te percatas de algo. Naoko no se encuentra tan cerca de ti, eso quiere decir que la niebla parece comenzar a dispersarse.

Los rezos de Hikaru parecían ser bastante molestos para esa criatura pero más allá de incomodarse, no mostró ningún tipo de flaqueza que les permitiera zafarse de su prisión.

La risa escalofriante de aquel ser era lo único que sus oídos escucharon antes de ser arrastradas por la oscuridad absoluta a toda velocidad hacia un lugar desconocido y como una ráfaga, abandonaron la escuela. El dolor de la descomposición molecular fue tan atroz para ambas que, al llegar a su destino, habían perdido el conocimiento.

Shiro toma su flauta entre sus manos y antes de comenzar a tocarla, te dedica una última sonrisa. Toca la misma canción que escuchaste cuando la niebla apareció pero una versión más corta.

Tu rango de visión se ampliaba poco a poco, mientras la niebla perdía espesor y el aislamiento en el cual te habías visto sometido llegaba a si fin.

Cuando menos te das cuenta, estás de vuelta en el gimnasio pero te encuentras en tu forma humana y cuando buscas a Arjimae, encuentras es al presidente Kenta, a quien tienes agarrado por el brazo. Te sueltas con algo de urgencia y te dice - Bueno, ya sabes quién soy, ¿Verdad? - te guiña un ojo de manera encantadora y por más que tratas de relacionar su actitud habitual como presidente y su comportamiento como bestia, no lo consigues; son dos seres completamente diferentes.

Miras a tu alrededor y ves cómo la niebla va perdiendo espesor para disolverse poco a poco, permitiendo que el panorama sea cada vez más claro. 

- Sé que no debo decírtelo, pero no debes hablar de todo esto con nadie en público. Solo Shiro es de fiar por el momento - su tono se había vuelto severo, casi como el que recordabas de Arjimae hace tan solo un momento.