Partida Rol por web

Katherine seguía en lo suyo: escribiendo en su cuaderno mientras se dejaba llevar por los murmullos de los recién llegados. Al fin y al cabo prefería concentrarse en ello y el ruido de fondo se estaba disipando cuando escuchó que alguien había hablado.

Who mentioned my name?*...

La pelinegra levantó la vista y descubre que fue la vicepresidenta. Sin muchos deseos, guardó sus cosas y se levantó para recorrer la estancia. Al menos eso es una actividad que podría hacer para ubicar sus compañeros. Fue notando que poco a poco los estudiantes llegaban y se incomodó, pero sabía que así era el protocolo y no iba a ser tan malo pues era una bienvenida a modo de festejo, tal vez para que la socialización sea efectiva. En fin, era mejor moverse a quedarse en un solo lugar y que ya no pudiese escribir. 

Cuando Jaycee entró a la estancia y éste saludaba con una sonrisa, ella hizo lo mismo. Le pareció un bonito gesto y, siendo guiada por un pequeño impulso, se encaminó hasta el chico y se detuvo a una distancia considerable para ambos.

Hola, Yamama... Yamamo... ¿Puedo decirte Jaycee? Me es más fácil de pronunciar...

Sus mejillas se colorearon en un tono rojo debido a su mal hablar del apellido del chico. 

Disculpa, es que aún me cuesta hablar este idioma...

Katherine se llevó una mano a su nuca por los nervios que la invadieron. Sus pensamientos se interrumpieron por la llamada de Irisu al cuerpo estudiantil y cuando ésta mencionó el nombre de Jaycee, entrecerró levemente sus ojos e hizo una mueca pequeña su boca. ¿Acaso no podían descansar luego de llegar al gimnasio? Claro, es importante que todos colaboren, pero parecía que a la vicepresidenta le agradaba dar órdenes. Sin embargo, en parte la entiende, es su deber.

La oji-azul nota cómo los demás parecen socializar, pues no escucha con claridad de qué hablan. Nuevamente sonríe y se centra en Jaycee mientras le tendía su mano.

¿Gustas que te ayude? Es mejor evitar que seas castigado en el primer día de escuela.

Chidori estaba hablando con Reimu cuando el chico occidental se les pone delante y le pregunta sobre como la llamaban, la mirada de Chidori cambia de tranquila a una mucho mas triste, desvia la mirada hacia un lado, en ese instante estaba a punto de marcharse de alli pero entonces escucha como la nombran, se trataba de la vicepresidenta de la clase, queria que acudiera a su lado a ayudar.

- Yo...no podria ayudar, solo haria que todos estuvieran realmente incomodos, y se tardaria mas, mejor no voy, mejor me voy de aqui del gimnasio, Chidori es como siempre sabe quien eres y solo le itneresa eso, es como pasa siempre

Pero entonces algo a lo que no estaba acostumbrada sucedio Reimu se puso delante y hablo, hablo defendiendola, la mirada de Chidori paso a una gran sorpresa, la realidad es que no sabia como actuar en esa ocasion, nunca nadie antes le habia defendido cuando alguien le atacaba, mas bien todo lo contrario, cuando le hace ir a donde esta la delegada en un principio no ofrece oposicion esta demasiado sorprendida, pero despues trato de zafarse de ella y en ese momento el chico le responde, ella le mira a los ojos, puede que no estuviera acostumbrada a tratar con la gente, pero su mirada era muy intensa, y le dice finalmente:

- No...hay muchos si soy una rareza ya lo se

Tras esto se puede ver como su mirada vuelve a ser muy triste y piensa:

- Si, tengo que asumirlo no soy mas que una rareza, un mono de feria, una pieza de museo, mes me convendria haber nacido sin ojos

Y ya se deja llevar por Reimu mientras mira al suelo fijamente aunque la realidad es que su mirada esta perdida

Al escuchar su nombre movió su mirada para saber quién lo había llamado, la vicepresidenta era algo escandalosa, pero bueno, era algo con lo que podría lidiar. Su mirada se cruzó con la de una de las chicas que estaba en la entrada, Tempus.san, ella lo saludaba y le tendía la mano de una manera muy natural y sincera.

- ehh...hola....s....si - no podía hablar bien, era extraño que le hablaran - claro ,llámame Jaycee...no hay...problema... eres Tempus. san, verdad?

     "Qué bonita es!...quisiera ser su amigo, me gusta su sonrisa y sus mejillas....es bonita!"

- jejeje gracias - dijo tomando su mano y sonriendo un poco - sí, no sería bueno ser castigados desde el primer día... "qué le digo??" ehhh....y qué tal..las va...caciones?

Trataba de hablarle mientras iban camino hacia la vicepresidenta, que no paraba de hablar, tortuosa voz para su oídos. No paraba tampoco de observar a sus compañeros, de todo tipo definitivamente, eso se suponía que era bueno. Mientras se centraba en su compañera, trataba de ser amable, era algo nuevo para él.

En contra del protocolo habitual japonés , Edwin se dejó llevar como europeo que era y se acercó hasta una distancia muy cercana a la par que tomaba a Chidori suavemente con su dedo indice por la barbilla haciendo que alzara la vista tras ponerse claramente triste dejando que la mirada de ambos se fijaran en la otra . 

Rubí y esmeralda . 

Dijo esbozando una sonrisa parcial en su rostro . 

Muchas matarían por tenerlos , solo unos pocos afortunados lo tienen . 

Tras sus últimas palabras volvió a su pose habitual y se retiró un par de pasos hacia atrás . 

Soy Edwin , ya nos veremos por ahí . 

Dijo simplemente para despedirse y volver a la marabunta de alumnos antes de que la vicepresidenta se pusiera a gritar de nuevo . 

Cuando aquel chico le agarro no pudo evitar sentirse muy nerviosa, siente como un escalofrio le recorre el cuerpo, la ultima vez que un chico le toco no fue precisamente para algo agradable y termino como siempre terminaban las cosas cuando la gente del instituto y del colegio se le acercaba, mal para ella, pero lo que le dijo le dejo totalmente sin palabras, no sabia que decir, le habia halagado por sus ojos, eso era imposible.

- No, seguro que se quiere reir de mi haciendose el amable, los occidentales pueden llegar a ser muy retorcidos y esa...esa forma de acercarse a mi....

Mientras seguia caminanod arrastrada por Raimu

Una chica tímida aparece entre la multitud también y se une al grupo, aunque la vicepresidenta no la había llamado. Parecía hacer parte del grupo también.

Se acerca a todos y mira a Jaycee por un momento, para luego hablarle a Irisu con una mirada tímida y decirle con voz suave y tranquila - Disculpa, soy Shiro Kuroryuu y también pertenezco a esta clase - le hace una reverencia tímida y el brillo de su cabellera blanca es notorio gracias a la luz del día, lo cual contrasta con una profunda mirada de sus ojos negros.

- Es un placer conocerlos a todos - hace una reverencia general y permanece en silencio, aunque lo suficientemente cerca del grupo.

A pesar de la timidez que te caracterizaba, no puedes evitar observar el rostro de esa recién llegada y por un momento, tu mirada se cruza con la suya, un momento donde todo a tu alrededor se pausa, donde todo parece diferente a lo que era, la humedad del suelo se hace palpable bajo tus manos y cuando parpadeas, puedes ver a aquella chica tocando una flauta, una flauta que emite una melodía nostálgica pero hermosa, la cual relaja tus sentidos y te hace sentir en paz. Ella sonríe y tú le respondes, disfrutando del suave hormigueo del césped bajo tu piel.

Te miras en un reflejo del agua y tu apariencia es radicalmente diferente, tu rostro, tu cabello, tu apariencia... Todo es diferente pero sentías que todo estaba en paz. En ese momento, la flauta deja de sonar como un recuerdo vívido y se convierte en la compañía de fugaces imágenes sobre aquel terrible sueño que habías tenido esa noche. Estabas frente a la reina y junto al zorro, pero yacías en el suelo con tu sangre rodeándote. Era el momento de partir y en lo único que podías pensar era en la melodía de aquella joven de cabellos blancos, la cual te guiaba por tu camino al creador. Mientras más fuerte era, más te ibas.

Solo un parpadeo tomó todo aquello, pero era vívido, era real. Sientes un terrible mareo al ver una y otra vez el sueño que te había levantado agitado esa noche y te toma unos cuantos segundos recomponerte pero no pudiste evitar el malestar y al reincorporarte, ves que todo sigue como antes, parece que nadie ha notado lo que tú, parece que nadie ha visto eso ni ha notado tu extraña reacción.

Unos pasos acelerados, casi corriendo resuenan en los pasillos que dan acceso a la sala, un jadeo de haber estado corriendo durante mucho rato rompe el silencio de los pasillos. Sin llamar ni nada entra de repente en la sala. Cuando de repente se da cuenta que es la última en llegar, cuando todos giran sus cabezas para mirarla, baja de repente la mirada y se sonroja. Sin decir nada se adentra y se sienta en el primer asiento libre de la sala

-Entonces será Jaycee.

Katherine esbozó una sonrisa, aliviada que pueda pronunciar bien ese nombre y que haya entablado conversación con alguien agradable. Mientras caminaban hacia donde se reunían los demás, la joven escuchó la pregunta hecha por él y alzó la vista para meditar qué decir.

-Estuve saliendo con unos amigos y en las tardes leía cosas de este país. Me parece interesante la cultura oriental a comparación de la occidental, así que me enfoco en parte a la espi... espiti... espiritualidad, eso.

Una sonrisa tímida se curvó en su rostro y aclaró su garganta para retomar la conversación.

-¿Y a ti cómo te fue?

La llegada de Shiro Kuroryuu y Hikaru Misaki le tomó por sorpresa, pero no le inquietó en absoluto, algo raro a pesar de que se conglomeraban varias personas en un solo punto. Al parecer su clase ya estaba casi completa...

El inicio de un nuevo semestre... ¿Qué nuevas aventuras y aprendizajes habrá en el ciclo? ... My god... debo contarle todo a mi papá, se alegrará.

Por ahora, Katherine se limitaba a prestar atención a lo que ocurría y a las respuestas de Jaycee, pues este día podría ser decisivo para los otros momentos venideros. Intentará llevarse bien con todos.

Su mirada y su actitud reflejaban una voluntad de tal paragón como el mar mismo.

Irisu solo descanso su pase al devolver la reverencia de Kuroryuu Shiro, a la cual devolvió una sonrisa encantadora.

Dairokuten Irisu Mao a tu servicio Shiro.

Con suma naturalidad volvió a dirigirse a los demás.

Agrúpense, nuestro grupo está casi completo.
Este es un anuncio del comité. Saluden si así se les pide, mantengan el orden y recuerden el honor de ser estudiantes. Cualquier móvil será confiscado si interrumpe a los directivos o maestros.

Por más natural que fuera eso, todos reconocerían que aquellas eran las reglas básicas de cualquier escuela nipona, instrucciones que se daba a niños de menos de diez años.

Deberán tener permisos para  salir de clases o de la institución, u invitar a alguien.
Si tienen algún problema médico, religioso u otra índole avísenlo a sus compañeros y personal debido.
Cualquier ausencia deberá ser avisada.
Cualquier objeto prohibido por la academia será requisado, armas, materiales inflamables y tóxicos.

Eso es todo. Esperaremos a nuestros compañeros  y las instrucciones de la directora. Como grupo.

Realiza otra reverencia a modo de terminado su introducción. 

Qué extraña era chica recién llegada, Shiro era su nombre, no podía dejar de mirar su extraña aura, y así como se quedó embelesado mirándola por un momento le sonrió y.."What the hell!"... Qué había sido eso...?,se sentía confundido mientras intentaba darle respuesta a la pregunta de Tempus.san, por un momento había creído... vaya, qué extraño había sido todo eso..

-yo...?...ehh.. - no quería decir algo que revelara su posición - estuve de paseo por Seúl con mi fam... con mis allegados, sí...con ellos... - trataba de decir en un sencillo japonés - comí mucho y.. - se quedó mirando una pequeña ventana en la parte superior del gimnasio, había una hoja que lentamente se posaba allí, en aquel rellano, no podía evitar mirarla.

Cuando Chidori llega adonde estan todos escucha lo que dice la vicepresidenta pero no la mira  la chica hablaba sobre el orgullo de ser estudiante, cuando lo dijo no pudo evitar esbozar una leve sonrisa sacastica. Cuando empieza a habla sobre las normas sasaca el movil de nuevo y se pone a leer esas normas no le interesaban las aprendio con 10 años y el que esta ahi arriba dicindolo no le interesaba

El tiempo parecía pasar demasiado lento para todo lo que estaba ocurriendo y mientras Irisu seguía tratando de organizar a todos y algunos no le hacían caso, la profesora Natsume los conglomeró a todos y les pidió que se acercaran a ella. Tras ella, apareció Kenta, el presidente y Yuuko a su lado.

La profesora hace una reverencia formal y dice - Buenos días a todos. Disculpen el retraso pero estaba ultimando unos detalles sobre la recepción de hoy. Como algunos ya deben saber seré la profesora responsable de ustedes este año y junto a Kenta, Irisu y Yuuko, trataremos de hacer de este año un excelente año - su voz era dulce y melodiosa, sus cadencias eran cuidadas y por la forma en que se expresaba, era casi imposible molestarse con ella.

- Ahora nuestro presidente se encargará de explicar lo que vendrá hoy para todos - sonríe y mira a Kenta, quien se gira hacia sus compañeros.
 

Él la mira sorprendida pero no opone mayor resistencia antes de intervenir - Buenos días - también hace una reverencia y sonríe abiertamente. Su sonrisa podía ser cautivadora para muchas de las chicas de la escuela e incluso se sabía que era uno de los más populares.

- Para mí también fue una sorpresa todo esto pero espero que podamos disfrutarlo. Después de esto, tendremos una reunión grupal donde trataremos temas importantes como nuestro horario de clases y las actividades que realizaremos para el festival del instituto - parecía sentirse especialmente emocionado por esta parte, mientras dice - Y sé de buena fuente que un grupo vendrá a darnos un concierto. Es una banda llamada Red Stones, aunque yo no la conozco mucho, me han dicho que es bastante popular - admite con una sonrisa y subiendo los hombros para luego girarse y decir - Creo que ha llegado el momento de escuchar a la directora -.

El grupo Red Stones era un grupo de jóvenes recién graduados del instituto que se habían dedicado a la música y todos sabían que se habían graduado de allí mismo. Se decía que la cantante era un poco presumida pero bueno, era hermosa y exitosa. Estaban sonando en todas las estaciones de radio actuales y su fama iba en ascenso.

Los micrófonos se encienden y la voz de la directora resuena en el escenario, aunque pueden ver a un grupo de jóvenes ya posicionados con sus instrumentos que de inmediato, reconocen como los integrantes de Red Stones.

Muchas chicas gritaban para admirar al guitarrista y líder Takeshi, quien parecía apreciar bien las ovaciones, además de muchos chicos gritando por Ruka, la vocalista y única mujer de la banda, cuando la directora interrumpe.

- Bienvenidos a un nuevo año escolar. Los integrantes de Red Stones quisieron dar un regalo a su instituto para honrar su primer sencillo, así que por eso tenemos su presencia como sorpresa para el brillante inicio de un próspero año escolar - silbidos y aplausos se destacaban entre el público, mientras ella alzaba sus manos para pedir silencio y continuar hablando - Nos acompañarán un rato, mientras todos pueden disfrutar de un delicioso ponche, bocadillos y del coliseo. Sin más preámbulo... Red Stones - un aplauso general y la directora entrega el micrófono a Ruka.

Takeshi toma su micrófono y dice - Somos Ono, Tenma, Ruka y Takeshi y somos ¡Red Stones! - los aplausos no se hacían esperar mientras la instrumentación comenzaba.

La suave y delicada presencia de Ruka contrastaba con la potencia de su voz y a medida que el concierto avanzaba, todo el instituto se conglomeraba en el centro del gimnasio mientras se reunían a bailar y tomar ponche con el sonido de la música. Aunque muchos no podían quitar sus ojos del grupo y no podían olvidar a sus favoritos, tratando de robar algunas miradas de ellos o de alcanzarlos por un momento.

Te encontrabas distraída, como casi siempre te encontrabas, pero la voz de Kenta llamó especialmente tu atención. Lo habías escuchado hablar ya pero tal vez fuera su tono, su gentileza, su sentido del humor innato que hizo que te fijaras en él por unos instantes, mientras él te devuelve la mirada y sonríe.

En ese momento, sientes que tu cuerpo se ha trasladado a otro espacio, un lugar donde todso los animales y personas conviven en paz, donde todo parece armonía, donde tu apariencia es radicalmente diferente pero aún te sientes como tú. Te encuentras acariciando gentilmente a un zorro de gran tamaño quien parece sonreirte con su mirada. Puedes notar el agradecimiento en el brillo de sus ojos y tú sientes paz en este lugar.

De repente, te encuentras viendo imágenes a toda velocidad de aquel sueño extraño que te había hecho despertar con el pulso acelerado, tu corazón estaba en tu garganta mientras lo veías, una y otra vez, cómo tu inocente apariencia se llenaba de la sangre de inocentes dragones y malvados seres, todo por tu reina, por tu gente y por tus amigas. La muerte llega a por ti pero en ese momento, tu visión se desconecta y sientes un terrible dolor de cabeza, parpadeas y te das cuenta que has regresado, que ya no estás en aquel lugar, sino en tu instituto, donde la fiesta de bienvenida apenas había comenzado. Nadie parecía notar lo que te había sucedido y tratas de que se mantenga así al tratar de reincorporarte lo más rápido posible del mareo que te había atacado. Respiras profundo y en un parpadeo, todo parece normal aunque no podías sacar el extraño sueño de tu cabeza.

Gracias a tu entrenamiento sobrenatural, puedes percibir una energía extraña en el ambiente, había algo en todo ese lugar que te daba un horrible sensación de inseguridad. ¿Qué sucedía? No había cómo saberlo con seguridad pero sabías que algo sucedería pronto.

La joven pelinegra escuchaba con atención las recomendaciones de Irisu. Las normas dictadas eran similares o compartían la esencia disciplinar de las escuelas a las que asistió en su otro hogar, aún así mantenía su interés para convivir bien con los demás y llevarse de la manera correcta.

Katherine notó distracción por parte de Jaycee. Is he worried about something?* Sin embargo, ató cabos rápidamente al percatarse que se comportó así cuando Shiro le dedicó una mirada. Una sonrisa divertida apareció en su rostro. Affection?** Soltó una leve risita y apenas iba a preguntarle sobre su viaje a Seúl cuando apareció la profesora Natsume, Kenta y Yuuko. Su atención se enfocó a su maestra y al tomar palabra el presidente, la oji-azul no evitó abrir sus ojos para verlo con detalle.

Había escuchado rumores sobre el presidente Kenta y de cómo las otras chicas lo catalogaban como "el chico perfecto". Sin embargo, ella sabía que él era una buena persona y era lo que más le agradaba, ya que un buen líder debe tener cualidades que permitan la unión de los miembros. La voz de la directora sonaba algo lejana, pues la joven seguía pensando en qué hacer para mejorar su condición social...

De pronto, sus pensamientos fueron interrumpidos con la voz de Takeshi, miembro de la banda Red Stones... al menos sí comprendía a la perfección el significado del nombre del grupo. Ya había escuchado hablar de ellos por sus amistades seguidores y que le habían recomendado sus canciones para mejorar su japonés. No podía negar que tenían una buena música y menos cuando comenzaron a tocar.

Buscó la mesa de las bebidas y, aunque una voz le indicaba que se fuera a un lugar tranquilo, Katherine le pidió a Jaycee que la acompañara y fue hasta Shiro, a quien le dedicó una mirada y sonrisa dulce.

-Hello, mi nombre es Katherine Tempus, puedes llamarme como gustes, seremos compañeros de clase. ¿Gustas una bebida? ... Por cierto -señala al chico distraído-, él es Jayce Ya..ma...mo..to-se emocionó, pues pronunció bien el apellido-. ¿Vamos todos juntos?

Esperaba no intimidar a Shiro, pues entiende cómo es ser la nueva en un lugar donde no conoces a nadie. Su invitación era sincera y quería ayudarle un poco.