Partida Rol por web

- La verdad es que la prioridad es encontrar el Cristal sagrado. Si damos con él, Andelivian tendrá el poder de antes y podremos hacerle frente a Kal'Ahd - te dijo mientras volaba girando a tu alrededor.

- Debes ayudar a tus compañeros, deben estar en problemas lidiando con esas bestias, además de Calíope y Lightning, no sabemos si los dragones están allí -.

Te despiertas en lo que parece un salón de baile y en el fondo, puedes ver un cristal con una forma bastante extraña, algo que nunca habías visto. A pesar de ello, no parecía ser solo un cristal de gran tamaño, sino un trono.

Cerca al trono puedes ver dos figuras: una era el zorro blanco que habías visto en tus sueños. Este parecía hablar con una chica de coletas la cual parecía hablar con una mariposa. Te encuentras en el suelo y cuando tratas de levantarte, ves que el zorro parece acercarse a ti.

Entonces, ves que el cielo se ilumina, materializando una figura en el suelo del salón donde te encontrabas con Arjimae. Tardas un poco en reconocerla pero se trata de una chica de tu clase de cabellos rosados que había sido nombrada en los titulares por Koichi, se trataba de Naoko.

Arjimae sonrió y parecía dirigirse hacia ella, pero antes dijo - Aquí está otra de tus compañeras. Mientras más sean, más pronto aparecerá el cristal sagrado y con él, nuestros recuerdos perdidos - continúa caminando hacia ella, dispuesto a darle la bienvenida.

,,,abro muy los ojos despacio.....-Mngh... ¿Ehh?...¿Donde estoy?...- ,,,mascullo... y me encuentro muy desorientada... 

,,,-donde esta kenta-san?? estaba con él, pensé que ibamos tener relaciones... pero luego,,, y esto??,,,- me siento en el piso,,, -estoy soñando de nuevo??- ,,,me pregunto.... veo el altar de cristal,,, 

,,,un fuerte sentimiento surge de mi corazón y me sujeto el pecho... -,,,por que siento tanta nostalgia y tanta tristeza de estar aquí,,, ,,,un sentimiento de perdida y desolación me abate... ,,,por que tengo tantas ganas de llorar??...- ,,,cuando alzo la mirada veo al zorro... y trato debilmente de alejarme confundida sin saber que sentir o que pensar...

Animae se quedó meditando acerca de lo que dijo Arjimae y quería decir algo, pero mejor se abstuvo de hablar y comentar algo impropio. Escuchó a Schmella y asintió en silencio, pero apenas iba a comentar algo cuando ve que una compañera de su escuela aparece y no puede evitar sorprenderse. ¿Casualidad?

La joven guerrera sonríe a la recién llegada y camina hacia ella. Con paso resuelto y afable, la pelinegra llegó al lado de Arjimae y le tendió la mano a Naoko.

-No te dejes intimidar, al principio lo parece aunque en realidad no lo es. Me llamo Commutatus Animae, pero puedes decirme Animae nada más.

Sus palabras parecen sonar un tanto forzadas, como si le costara hablar y con un acento extraño; sin embargo, a pesar de ello, reflejaba seguridad y querer tranquilizarla.

-Arjimae... -lo miró sin dejar de extender la mano a la chica para que se levantase-, debo ayudar a los demás. ¿Cómo regreso?

Arjimae llegó justo al lado de Naoko cuando Animae se acercó también. Sonrió y le dijo - Bienvenida a tu antiguo hogar, Naoko - sonrió el zorro mientras una voz llegaba desde tu mente.

- Estás aquí porque necesitamos tu ayuda. Sé que tus sueños te dicen que es la verdad, sé que reconoces un poco de este lugar, ya que tres de tus compañeras han despertado. Soy Arjimae, guardián de Andelivian y de la tumba de nuestra reina, la Reina de cristal - miró hacia la estructura que parecía un trono y su rostro reflejó tristeza.

- Sé que comprendes un poco de lo que sucede pero estoy dispuesto a escuchar y resolver tus preguntas - se quedó esperando mientras que Naoko decía algo, aunque se detuvo a escuchar a Commutatus por un momento y la miró detenidamente.

- Estarás allí en un momento - y después de que el cielo se abriera para iluminarla, la guerrera mágica se había ido.

http://images5.fanpop.com/image/photos/27600000/Mo...

Miro irse a Animae antes de que pueda contestarle... -¿Estoy soñando, o sigo desmayada?... me siento confundida... ¿Que hago aquí?...- Y miro al zorro como me habla y me asusto, ésto no era normal, yo no era tan soñadora como creer que esto fuera tan real como parecía... -...¿Hogar?... ¿Reina?... Jamás te he visto en mi vida pero... ¿Por que siento que te conozco desde siempre?... ¿Pero yo que puedo hacer, como podría ayudar...? Yo solo leo libros y como helado... no sirvo de mucho...-

- Me has visto en tus sueños, ¿No es así? Tu memoria está regresando - te hizo un gesto para que la siguieras a lo que parecía un trono de cristal esperando que lo acompañaras.

Al acercarte, pudiste ver una figura dentro de aquel cristal, parecía yacer allí.

- Nuestra reina descansa aquí y debemos reunir a todas sus guerreras para ayudarla. Su última voluntad fue que sus guerreras vivieran una vida normal, por eso nos envió a un lugar tranquilo como lo fue el planeta Tierra. Ella no contaba con que los dragones y los titanes nos seguiría. Por eso sucede lo que sucede en nuestra escuela -.

- Tu fuerza interna sigue dormida, Naoko. La guerrera mágica que llevas en ti lucha por salir. Por eso los recuerdos de batallas, guerra, muerte y destrucción. Hace mucho, luchamos contra los dragones porque la reina hizo algo terrible. Ellos eran nuestros aliados y la reina deseaba usar su cristal para luchar contra el Reino oscuro. Lo consiguió pero ese cristal nos destruyó a todos en la batalla. Hemos vuelto porque nuestra misión es restaurar el equilibrio que rompimos. El orbe del dragón debe volver a su lugar de origen para que todo vuelva a la normalidad. Lo malo es que tanto nuestro amado cristal sagrado como el orbe de los dragones está desaparecido. Cuando reunamos a todas tus compañeras, el cristal sagrado será revelado, al igual que el Orbe del dragón. Tienes más poder del que crees - y entonces, Arjimae sonrió mientras miraba al horizonte donde un pequeño conejo parecía acercarse.

Un conejo de blanco pelaje y ojos rojos se acercaba a ti el cual podías reconocer. Se trataba de Hunter. Te mira y dice - Hola, Naoko. Esperé mucho tiempo para hablarte - se acerca más a ti y continúa.

- No es un sueño y sí, estoy hablando - ríe y espera tu respuesta.

Escucho lo que dice Arjimae y permanezco tasiturna y reflexiva y bajo la cabeza... -... Mire, le creo Señor Zorro, creo en todo lo que me dijo, lo de la reina, lo de los cristales y este reino devastado pero... ¿Ahora me dice que yo tengo adentro a una especie de guerrera resucitada que tiene un nexo con todo esto?... en verdad perdóneme se lo ruego, pero último es demasiado como para poder creerlo... creo que se equivocó de persona, yo no soy una guerrera, nunca he levantado los puños en mi vida, no se pelear... ni soy una maga, no sé nada de magia, no creo en magic-girls con alteregos, yo soy más circunspecta y realista, creo en el poder de la razón humana, por eso estudio... no soy la persona que busca usted... lo siento, lo siento... por favor, solo dígame como puedo volver a mi casa Señor Zorro y ya no le daré molestias... éste lugar, me hace sentir mucha melancolía...-

En eso veo al pequeño conejito y sé que lo conozco, y conozco su nombre, pero no me atrevo a decirlo, podría equivocarme... mis ojos se humedecen... y yo lo tomo entre mis manos y lo levanto, y acariciando su cabeza y su suave pelaje le digo... -Que hermoso eres, y se los agradezco pero... perdóname en verdad lo lamento tanto, no soy la chica que buscan, yo no soy guerrera, me da miedo la violencia y morir... ustedes buscan a una chica valiente, hábil y fuerte, pero no soy esa, me temo que se equivocaron... solo déjenme ir, se los ruego...- 

Hunter agradece tu gesto al rascar su cabeza, pero su mirada se llena de tristeza y la posa en el suelo. Luego, se dirige hacia Arjimae y le dice - Tendré que quedarme aquí, ella ha rechazado su destino - se acerca al trono y permanece allí, inmóvil, alejado de ti.

El zorro blanco sigue su camino y lo mira entristecido mientras se gira hacia ti una vez más, aunque dice - No puedo obligarte a tomar tu deber, así lo creas en tu corazón. Te devolveré al mundo humano entonces, aunque te pido que no reveles mi identidad ni la de tus compañeras. Si lo haces, será fatal para todos. Guarda silencio, así no vayas a guardar tu voto - sus palabras eran duras pero cargadas de tristeza.

- Si cambias de opinión, sabes dónde encontrarme -.

-Lo lamento, lo lamento tanto...- Fue todo lo que dije, muy avergonzada...  al parecer había chicas mágicas por ahí, pero de todas formas,  yo ni siquiera sabia quienes eran, y desde luego el contar cosas como zorros de hablan era algo que nadie me creería... -por favor, deje que me vaya...-

Hunter se alejó con mirada triste mientras Arjimae sopló en tu dirección. Parecía que no volverías a ver al conejo más.

La voz de Arjimae resonó en sus cabezas mientras el maltrecho cuerpo de Kenta era acomodado en una camilla - Mis queridas guerreras - entonces, sus consciencias se separaron de sus cuerpos, permitiéndoles estar en ambos sitios a la vez.

Se vieron una vez más en el templo de cristal, justo al lado del lugar donde reposaba su reina y la figura de un Arjimae pero difusa, casi como si de una ilusión se tratara.

- Siento no haber podido reunirlas a todas, no sé cuánto tiempo me queda pero debía arriesgarme para poder hablarles. Debo pedirles que... Protejan a Naoko. Es una de las nuestras pero se ha negado a aceptar su destino, no sabe el peligro que corre, el que corremos todos - Su figura era evanescente, lo cual denotaba su debilidad.

- Hay algo más, mis queridas guerreras. Podrán comunicarse a partir de ahora de esta manera, sin necesidad de hablarse como humanas. He descubierto la identidad de la chica de cabello azul - su imagen se debilitaba y Arjimae se estremecía del dolor - Es... Mariko Kitsune... Mi... Hermana - en ese momento, su figura desaparece, dejándolas solas en el castillo de cristal. A pesar de eso, allí estaban sus compañeros animales, los cuales parecían preocupados por el estado de Arjimae. Además, pudieron ver a un pequeño conejo de ojos rojos mirándolos con un rostro bastante triste. Parecía que los demás guardianes lo conocían.

Animae estiró su brazo para intentar alcanzar a Arjimae antes de que éste desapareciese, pero no lo logró y cerró su mano cuando la presencia se desvaneció.

-¡Arjimae! ¡Presidente!

La pelinegra no pudo evitar que sus ojos se humedecieran un poco por la frustración. Le había tenido cariño a Arjimae apenas lo conoció, además de tenerle respeto como su presidente de clases y verlo de esa manera le caló en lo más profundo.

-Why? Why is this happening? ... 

Entonces recordó que la chica que era su enemiga había invocado zorros para atacarlas. Si era la hermana de Kenta y la forma original de él era ser un zorro blanco. ¿Existía la posibilidad de que el Reino Oscuro, Kal'Ahd, la hubiese manipulado? Y de ser así, ¿a cuántos más tendría bajo su poder mediante esa dominación? La guerrera meneó su cabeza una vez más y con sus ojos rojos se volvió a sus compañeras.

-Calíope, espero que tu herida sane... y Lightning, nos reencontramos de nuevo... en mi forma humana soy Katherine.

Esbozó una sonrisa triste, pero en eso su gesto se esfuma para buscar a Schmella y verificar que estuviese a salvo. Al verla, las ganas de llorar volvieron y se acercó a ella con paso pesado.

-¿Qué pasó, Schmella? ¿Por qué tuvo que pasar esto...?

Miró al conejito  y se acercó a él con cautela.

-¿Estás bien?

Una mariposa blanca revoloteaba alrededor de Animae cuando ocurrió lo de Arjimae. Esta trató de alcanzar a Arjimae también pero no fue posible pues el zorro no permaneció mucho tiempo.

La mariposa se posó sobre la tumba de la Reina de Cristal y comenzó a hablar con una voz dulce y delicada, tanto como el color de sus alas.

- Arjimae usó su fuerza para darnos un último mensaje, pero no sé cómo supo que era ella. Cuando la gran guerra, una pequeña criatura fue secuestrada por la Reina Oscura. Esa pequeña criatura era la hermana de Arjimae. Desde entonces, la ha estado buscando y aunque la ha encontrado... - recoge sus alas triste, sin ánimo de terminar la oración.

- La líder de los dragones podría curarle, pero no sabemos quién es ni si accedería a hacerlo. Ella es la única que puede hacer algo así -.

Animae se acercó a Schmella, dejando atrás a sus dos compañeras evitando hacer algún movimiento descortés. Lo que había pensado entonces era cierto.

-Sí... si la Reina Oscura fue capaz de hacer eso con la hermana de Arjimae, significa que cualquiera de nosotras, los chicos de la escuela o si se topa con las reencarnaciones de los dragones les puede hacer lo mismo...

Se reflejó en su voz cierto temor y recelo. No comprende muy bien aún todo lo que está pasando, pero espera que poco a poco todos sus recuerdos regresen y así ayudar mejor.

-Schmella.. ¿De... de pura casualidad... la líder de los dragones o al menos alguno de ellos tiene cabello blanco y una especie de armadura? Alguien así curó a Koichi y... la descripción no concuerda con las guerreras, igual no creo que alguien de los enemigos lo hubiese hecho..

Miró al conejito debido a que éste no le había respondido. Si quería guardar silencio no lo obligaría.

El pequeño conejo miró a Animae y le dijo - Lo siento, solo sigo triste. Naoko me miró a los ojos y me rechazó - se quedó a un lado mientras Schmella intervino.

- Por siglos había sido un rumor, pero creo que podemos deducir que es una prueba fehaciente de ello. La Reina Oscura puede cambiar los corazones de quien desee. Esperemos que eso no pase con las dos guerreras dormida - dijo seriamente.

- No conozco rasgos físicos sobre la líder de los dragones, solo sé que posee una flauta. Se decía que su cabello era blanco como la nieve y su apariencia totalmente inocente, pero es difícil saber si ha cambiado con la suya. ¿Planeas hablar con ella? Recuerda que masacramos a su pueblo, Animae. Dudo que acepte ayudarnos tan fácilmente -.

Te fuiste a dormir esa noche tranquilamente, pero con la preocupación por la posible muerte de Arjimae y todo lo que te había pasado en las últimas semanas. Hasta hace poco, eras una ordinaria chica quien ahora se enfrentaba a guerras antiguas, rivales mortales y unos poderes que nunca hubieras esperado conseguir.

Entonces, aquella extraña sensación que te había acompañado en dos ocasiones, se hizo presente una vez más y esta vez sabías que lo que verías sería una de tus antiguas y aún ocultas memorias. Memorias de Calíope, la guerrera mágica de Andelivian.

Reaccionaste y te viste a ti misma en la Sala de Trono, solo que, esta vez, la tumba no se encontraba allí y Andelivian parecía encontrarse en un tiempo glorioso. Miles de animales volaban y corrían por todas partes y los contemplabas desde uno de los balcones. Entonces, te diste cuenta que no estabas sola, tus otras compañeras se encontraban allí: Lightning y Animae, aunque había otras dos que no habías visto todavía y no lograbas recordar sus nombres pero sabías en tu corazón que eran tus amigas. Todas observaban el cielo, el cual parecía más oscuro de lo habitual y había una extraña sensación en el ambiente. Entonces, viste a Arjimae llegar en su forma animal y decir con aquella gentil voz - [Color=#5F9EA0]Guerreras, la reina las recibirá ahora[/Color] - todas le siguieron, sabiendo que algo se vendría. Algo no estaba del todo bien.

Entonces, pudiste ver a una mujer sentada en el trono de cristal, viva, sonriente, con un rostro gentil y una figura amable. Arjimae siguió su camino hasta llegar a ella y se sentó a su lado, como siempre lo hacía. Era el guardián más fiel de todo Andelivian y el más sabio también.

- [Color=#00CED1]Mis guerreras [/Color]- dijo la reina y todas se hincaron de rodillas. La reina se puso de pie y comenzó a hablar - [Color=#00CED1]El eclipse se acerca y sé que lo saben. Sé que pueden sentir el cambio en el universo. El planeta de la oscuridad se alineará pronto con la luna terrestre y el poder de la oscuridad llegará a su punto máximo. He tenido visiones al respecto y sé que una Gran Guerra se acerca, una guerra que no podremos ganar[/Color] - dijo con melancolía en su voz. En ese momento, Arjimae se acercó a ella, tratando de brindarle  la seguridad que solo él podía darle y así, la reina continuó.

- [Color=#00CED1]Los dragones equiparan o puede que superen nuestro poder y sé que pelearían a nuestro lado, pero eso no será suficiente. Necesitamos un arma tan poderosa que pueda detener su avance. Necesitamos su fuente de poder[/Color] - Arjimae abrió los ojos sorprendido mientras la reina hizo aparecer su báculo frente a sus ojos y, con él, el cristal sagrado. Una hermosa piedra blanca como su cabello y brillante y hermosa.

- [Color=#00CED1]Necesitamos el Orbe del dragón[/Color] - la sorpresa fue generalizada y todas comenzaron a objetar, dando a entender sus posiciones pero entonces, la reina dio un golpe en el suelo y una ráfaga de viento se desplegó. Esta fue lo suficientemente fuerte que las sacudió a todas y así comprendieron la severidad de su acción y sus palabras - [Color=#00CED1]No hay otra opción, es lo único que nos queda. Si no lo hacemos, seremos destruidos[/Color] - todas asintieron y se retiraron de la sala con las órdenes de prepararse para la batalla. Los dragones estaban indefensos, de seguro se rendirían y entregarían el orbe sin problema. Tal vez pensabas que podría ser devuelto luego. Una esperanza insulsa pero fue el consuelo que te llevó a continuar.
Entonces, la voz de Arjimae resonó en tu cabeza - [Color=#5F9EA0]La reina ha tomado una decisión pero no sabe la dimensión de lo que hace. Traten de al menos persuadir a los dragones[/Color] - consejo que sería ignorado, ya que las órdenes habían sido claras. Desobedecer a la reina era algo impensable e inaceptable. Y más por las cinco guerreras más fuertes y que dirigían sus ejércitos.

El momento de marchar a Hardak, la tierra de los dragones, se acercaba y con ello, el momento de la batalla. Solo esperaban que los dragones entregaran el orbe sin oponerse, aunque sabían que era imposible. Eran una raza de fieros guerreros y no lo entregarían sin oponerse. Mientras tanto, las palabras de Arjimae daban vueltas una y otra vez en tu cabeza. ¿La reina no sabe lo que hace? ¿Cómo es eso posible? ¿Acaso Arjimae sabe algo que la Reina desconoce? Todos estos pensamientos se agolparon justo antes de pisar la tierra de Hardak. No había guardias, no había vigilancia y todos los dragones parecían estar reunidos alrededor de su templo, mientras la sacerdotisa tocaba una canción con la flauta. Lucía su cabello blanco como la nieve suelto y un vestido blanco que la hacía ver pura como el agua. Entonces, algunos dragones comenzaron a notar su presencia y así, la sensación llegó hasta la sacerdotisa, quien detuvo su flauta inmediatamente.

Ningún dragón se encontraba en armadura ni con una sola arma. Todos estaban indefensos, cosa que les impulsó a retroceder. Entonces, Ephorus, uno de los guerreros más fuertes de Andelivian, dijo apretando los puños y con un tono de voz fuerte.

- [Color=#8B4513]¡Gran Sacerdotisa! ¡Venimos de parte de la Reina de Cristal y hemos venido por el Orbe del Dragón! ¡La guerra se acerca y debemos tomarlo![/Color] - las palabras de Ephorus resonaron por todo el planeta, mientras el aire parecía volverse frío y pudieran sentir las miradas de todos los habitantes de Hardak.

Entonces, la Sacerdotisa bajó su flauta y un tatuaje comenzó a brillar en sus antebrazos, su espalda y su mirada se volvió fiera. Se acercó sin ningún tipo de temor a Ephorus sin usar su armadura y le dijo con una voz amenazante para la suavidad con la que habló.

- [Color=#2F4F4F]Si han de traicionar nuestra alianza, entonces no tienen nada que hacer aquí. Márchense[/Color] - no dijo más y se giró una vez más. Ephorus sonrió y con un tono un tanto cínico, le dijo - [Color=#8B4513]No lo comprende. Es mandato de la Reina[/Color] - a pesar de la amenaza inminente, no tomó su espada. La Sacerdotisa se detuvo una vez más y agregó - [Color=#2F4F4F]Lo entiendo perfectamente. Ahora, largo. No tomarán aquello que no les pertenece[/Color] - se paró firme mientras, alrededor suyo, el paisaje comenzaba a cambiar, mostrando a Andelivian destruído, debastado, con miles de muertos y animales inertes.

Todos observaban confundidos mientras los cabellos blancos de la Sacerdotisa parecen elevarse ante un viento inexistente. El ambiente desaparece y pueden ver una vez más el paisaje de Hardak tal y como lo recuerdan.

- [Color=#2F4F4F]Esto es lo que le espera a su mundo si siguen por este camino. Váyanse. No lo repetiré más[/Color] - todos se encontraban asustados, no querían terminar así y eso parecía una amenaza. Entonces, Ephorus sacó su espada y la apuntó directo a la Sacerdotisa, quien no se movió un solo centímetro pero tres dragones saltaron en su defensa.

Sin más que una mirada de odio, la niebla cubrió a la Sacerdotisa, quien ahora tenía un traje de batalla y dijo - [Color=#2F4F4F]¡Ataquen![/Color] - todos aquellos dragones que se encontraban pacíficamente sentados, se lanzaron contra su ejército, mientras una última orden de la Sacerdotisa se escuchó - [Color=#2F4F4F]¡No los dejen llegar al templo![/Color] - y con el primer choque de espadas, te despertaste sobresaltada, preguntándote lo que había pasado después de eso. Ahora lo tenías claro, habían traicionado a los dragones por ansias de poder. Era seguro. Te sentías agitada y con unos grandes deseos de llorar, como si tu espíritu pudiera recordar, aunque tu mente aún no o hiciera. No querías salir de tu cama y querías purgar tus culpas, pero se acercaba la hora de ir al instituto. 

Animae miró con ternura a Hunter.

-Hay que darle tiempo... Es una buena chica.

Después escuchó a Schmella y parpadeó un par de veces.

-¿Alguna idea de quién es la chica que falta?

Luego se quedó dubitativa por lo que la mariposa comentó de la líder de los dragones y su mirada se entristeció. No era una sensación por no recibir ayuda, sino que reflejaba cierto arrepentimiento.

-Lo vi en mi sueño... No... I don't know... Solo quiero que nadie sufra más.

Miró a sus compañeras y se hizo a un lado para pensar sola.