Partida Rol por web

Bishoujo Senshi

Templo sagrado

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03/09/2015, 18:49
Schmella

- Es extraño que se haya negado tan rotundamente, Animae. Además, que una guerrera no acepte a su guardián es como si hubiera decidido abandonar su procedencia. No todas lo tienen porque el vínculo entre guerrera y guardián es algo especial. Comprendo su dolor pues o hubiera pasado por algo similar si hubiera sido el caso - obviamente se refería a su guerrera.

- Solo queda una guerrera más, de la cual no sabemos nada: Storm Angel. Ella es la última, aunque no conocemos su identidad. Sabemos que se encuentra en la misma clase que todas ustedes. Es todo- dijo algo desalentada.

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05/09/2015, 17:13
Director
Sólo para el director

Notas de juego

- CAPÍTULO 3 -

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05/09/2015, 17:13
Narrador

Te fuiste a dormir esa noche tranquilamente, pero con la preocupación por la posible muerte de Arjimae y todo lo que te había pasado en las últimas semanas. Hasta hace poco, eras una ordinaria chica quien ahora se enfrentaba a guerras antiguas, rivales mortales y unos poderes que nunca hubieras esperado conseguir.

Entonces, aquella extraña sensación que te había acompañado en dos ocasiones, se hizo presente una vez más y esta vez sabías que lo que verías sería una de tus antiguas y aún ocultas memorias. Memorias de Calíope, la guerrera mágica de Andelivian.

Reaccionaste y te viste a ti misma en la Sala de Trono, solo que, esta vez, la tumba no se encontraba allí y Andelivian parecía encontrarse en un tiempo glorioso. Miles de animales volaban y corrían por todas partes y los contemplabas desde uno de los balcones. Entonces, te diste cuenta que no estabas sola, tus otras compañeras se encontraban allí: Lightning y Animae, aunque había otras dos que no habías visto todavía y no lograbas recordar sus nombres pero sabías en tu corazón que eran tus amigas. Todas observaban el cielo, el cual parecía más oscuro de lo habitual y había una extraña sensación en el ambiente. Entonces, viste a Arjimae llegar en su forma animal y decir con aquella gentil voz - [Color=#5F9EA0]Guerreras, la reina las recibirá ahora[/Color] - todas le siguieron, sabiendo que algo se vendría. Algo no estaba del todo bien.

Entonces, pudiste ver a una mujer sentada en el trono de cristal, viva, sonriente, con un rostro gentil y una figura amable. Arjimae siguió su camino hasta llegar a ella y se sentó a su lado, como siempre lo hacía. Era el guardián más fiel de todo Andelivian y el más sabio también.

- [Color=#00CED1]Mis guerreras [/Color]- dijo la reina y todas se hincaron de rodillas. La reina se puso de pie y comenzó a hablar - [Color=#00CED1]El eclipse se acerca y sé que lo saben. Sé que pueden sentir el cambio en el universo. El planeta de la oscuridad se alineará pronto con la luna terrestre y el poder de la oscuridad llegará a su punto máximo. He tenido visiones al respecto y sé que una Gran Guerra se acerca, una guerra que no podremos ganar[/Color] - dijo con melancolía en su voz. En ese momento, Arjimae se acercó a ella, tratando de brindarle  la seguridad que solo él podía darle y así, la reina continuó.

- [Color=#00CED1]Los dragones equiparan o puede que superen nuestro poder y sé que pelearían a nuestro lado, pero eso no será suficiente. Necesitamos un arma tan poderosa que pueda detener su avance. Necesitamos su fuente de poder[/Color] - Arjimae abrió los ojos sorprendido mientras la reina hizo aparecer su báculo frente a sus ojos y, con él, el cristal sagrado. Una hermosa piedra blanca como su cabello y brillante y hermosa.

- [Color=#00CED1]Necesitamos el Orbe del dragón[/Color] - la sorpresa fue generalizada y todas comenzaron a objetar, dando a entender sus posiciones pero entonces, la reina dio un golpe en el suelo y una ráfaga de viento se desplegó. Esta fue lo suficientemente fuerte que las sacudió a todas y así comprendieron la severidad de su acción y sus palabras - [Color=#00CED1]No hay otra opción, es lo único que nos queda. Si no lo hacemos, seremos destruidos[/Color] - todas asintieron y se retiraron de la sala con las órdenes de prepararse para la batalla. Los dragones estaban indefensos, de seguro se rendirían y entregarían el orbe sin problema. Tal vez pensabas que podría ser devuelto luego. Una esperanza insulsa pero fue el consuelo que te llevó a continuar.
Entonces, la voz de Arjimae resonó en tu cabeza - [Color=#5F9EA0]La reina ha tomado una decisión pero no sabe la dimensión de lo que hace. Traten de al menos persuadir a los dragones[/Color] - consejo que sería ignorado, ya que las órdenes habían sido claras. Desobedecer a la reina era algo impensable e inaceptable. Y más por las cinco guerreras más fuertes y que dirigían sus ejércitos.

El momento de marchar a Hardak, la tierra de los dragones, se acercaba y con ello, el momento de la batalla. Solo esperaban que los dragones entregaran el orbe sin oponerse, aunque sabían que era imposible. Eran una raza de fieros guerreros y no lo entregarían sin oponerse. Mientras tanto, las palabras de Arjimae daban vueltas una y otra vez en tu cabeza. ¿La reina no sabe lo que hace? ¿Cómo es eso posible? ¿Acaso Arjimae sabe algo que la Reina desconoce? Todos estos pensamientos se agolparon justo antes de pisar la tierra de Hardak. No había guardias, no había vigilancia y todos los dragones parecían estar reunidos alrededor de su templo, mientras la sacerdotisa tocaba una canción con la flauta. Lucía su cabello blanco como la nieve suelto y un vestido blanco que la hacía ver pura como el agua. Entonces, algunos dragones comenzaron a notar su presencia y así, la sensación llegó hasta la sacerdotisa, quien detuvo su flauta inmediatamente.

Ningún dragón se encontraba en armadura ni con una sola arma. Todos estaban indefensos, cosa que les impulsó a retroceder. Entonces, Ephorus, uno de los guerreros más fuertes de Andelivian, dijo apretando los puños y con un tono de voz fuerte.

- [Color=#8B4513]¡Gran Sacerdotisa! ¡Venimos de parte de la Reina de Cristal y hemos venido por el Orbe del Dragón! ¡La guerra se acerca y debemos tomarlo![/Color] - las palabras de Ephorus resonaron por todo el planeta, mientras el aire parecía volverse frío y pudieran sentir las miradas de todos los habitantes de Hardak.

Entonces, la Sacerdotisa bajó su flauta y un tatuaje comenzó a brillar en sus antebrazos, su espalda y su mirada se volvió fiera. Se acercó sin ningún tipo de temor a Ephorus sin usar su armadura y le dijo con una voz amenazante para la suavidad con la que habló.

- [Color=#2F4F4F]Si han de traicionar nuestra alianza, entonces no tienen nada que hacer aquí. Márchense[/Color] - no dijo más y se giró una vez más. Ephorus sonrió y con un tono un tanto cínico, le dijo - [Color=#8B4513]No lo comprende. Es mandato de la Reina[/Color] - a pesar de la amenaza inminente, no tomó su espada. La Sacerdotisa se detuvo una vez más y agregó - [Color=#2F4F4F]Lo entiendo perfectamente. Ahora, largo. No tomarán aquello que no les pertenece[/Color] - se paró firme mientras, alrededor suyo, el paisaje comenzaba a cambiar, mostrando a Andelivian destruído, debastado, con miles de muertos y animales inertes.

Todos observaban confundidos mientras los cabellos blancos de la Sacerdotisa parecen elevarse ante un viento inexistente. El ambiente desaparece y pueden ver una vez más el paisaje de Hardak tal y como lo recuerdan.

- [Color=#2F4F4F]Esto es lo que le espera a su mundo si siguen por este camino. Váyanse. No lo repetiré más[/Color] - todos se encontraban asustados, no querían terminar así y eso parecía una amenaza. Entonces, Ephorus sacó su espada y la apuntó directo a la Sacerdotisa, quien no se movió un solo centímetro pero tres dragones saltaron en su defensa.

Sin más que una mirada de odio, la niebla cubrió a la Sacerdotisa, quien ahora tenía un traje de batalla y dijo - [Color=#2F4F4F]¡Ataquen![/Color] - todos aquellos dragones que se encontraban pacíficamente sentados, se lanzaron contra su ejército, mientras una última orden de la Sacerdotisa se escuchó - [Color=#2F4F4F]¡No los dejen llegar al templo![/Color] - y con el primer choque de espadas, te despertaste sobresaltada, preguntándote lo que había pasado después de eso. Ahora lo tenías claro, habían traicionado a los dragones por ansias de poder. Era seguro. Te sentías agitada y con unos grandes deseos de llorar, como si tu espíritu pudiera recordar, aunque tu mente aún no lo hiciera. No querías salir de tu cama y querías purgar tus culpas, pero se acercaba la hora de ir al instituto. 

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05/09/2015, 17:17
Narrador

Te fuiste a dormir esa noche tranquilamente, pero con la preocupación por la posible muerte de Arjimae y todo lo que te había pasado en las últimas semanas. Hasta hace poco, eras una ordinaria chica quien ahora se enfrentaba a guerras antiguas, rivales mortales y unos poderes que nunca hubieras esperado conseguir.

Entonces, aquella extraña sensación que te había acompañado en dos ocasiones, se hizo presente una vez más y esta vez sabías que lo que verías sería una de tus antiguas y aún ocultas memorias. Memorias de Commutatus Animae, la guerrera mágica de Andelivian.

Reaccionaste y te viste a ti misma en la Sala de Trono, solo que, esta vez, la tumba no se encontraba allí y Andelivian parecía encontrarse en un tiempo glorioso. Miles de animales volaban y corrían por todas partes y los contemplabas desde uno de los balcones. Entonces, te diste cuenta que no estabas sola, tus otras compañeras se encontraban allí: Lightning y Animae, aunque había otras dos que no habías visto todavía y no lograbas recordar sus nombres pero sabías en tu corazón que eran tus amigas. Todas observaban el cielo, el cual parecía más oscuro de lo habitual y había una extraña sensación en el ambiente. Entonces, viste a Arjimae llegar en su forma animal y decir con aquella gentil voz - [Color=#5F9EA0]Guerreras, la reina las recibirá ahora[/Color] - todas le siguieron, sabiendo que algo se vendría. Algo no estaba del todo bien.

Entonces, pudiste ver a una mujer sentada en el trono de cristal, viva, sonriente, con un rostro gentil y una figura amable. Arjimae siguió su camino hasta llegar a ella y se sentó a su lado, como siempre lo hacía. Era el guardián más fiel de todo Andelivian y el más sabio también.

- [Color=#00CED1]Mis guerreras [/Color]- dijo la reina y todas se hincaron de rodillas. La reina se puso de pie y comenzó a hablar - [Color=#00CED1]El eclipse se acerca y sé que lo saben. Sé que pueden sentir el cambio en el universo. El planeta de la oscuridad se alineará pronto con la luna terrestre y el poder de la oscuridad llegará a su punto máximo. He tenido visiones al respecto y sé que una Gran Guerra se acerca, una guerra que no podremos ganar[/Color] - dijo con melancolía en su voz. En ese momento, Arjimae se acercó a ella, tratando de brindarle  la seguridad que solo él podía darle y así, la reina continuó.

- [Color=#00CED1]Los dragones equiparan o puede que superen nuestro poder y sé que pelearían a nuestro lado, pero eso no será suficiente. Necesitamos un arma tan poderosa que pueda detener su avance. Necesitamos su fuente de poder[/Color] - Arjimae abrió los ojos sorprendido mientras la reina hizo aparecer su báculo frente a sus ojos y, con él, el cristal sagrado. Una hermosa piedra blanca como su cabello y brillante y hermosa.

- [Color=#00CED1]Necesitamos el Orbe del dragón[/Color] - la sorpresa fue generalizada y todas comenzaron a objetar, dando a entender sus posiciones pero entonces, la reina dio un golpe en el suelo y una ráfaga de viento se desplegó. Esta fue lo suficientemente fuerte que las sacudió a todas y así comprendieron la severidad de su acción y sus palabras - [Color=#00CED1]No hay otra opción, es lo único que nos queda. Si no lo hacemos, seremos destruidos[/Color] - todas asintieron y se retiraron de la sala con las órdenes de prepararse para la batalla. Los dragones estaban indefensos, de seguro se rendirían y entregarían el orbe sin problema. Tal vez pensabas que podría ser devuelto luego. Una esperanza insulsa pero fue el consuelo que te llevó a continuar.
Entonces, la voz de Arjimae resonó en tu cabeza - [Color=#5F9EA0]La reina ha tomado una decisión pero no sabe la dimensión de lo que hace. Traten de al menos persuadir a los dragones[/Color] - consejo que sería ignorado, ya que las órdenes habían sido claras. Desobedecer a la reina era algo impensable e inaceptable. Y más por las cinco guerreras más fuertes y que dirigían sus ejércitos.

El momento de marchar a Hardak, la tierra de los dragones, se acercaba y con ello, el momento de la batalla. Solo esperaban que los dragones entregaran el orbe sin oponerse, aunque sabían que era imposible. Eran una raza de fieros guerreros y no lo entregarían sin oponerse. Mientras tanto, las palabras de Arjimae daban vueltas una y otra vez en tu cabeza. ¿La reina no sabe lo que hace? ¿Cómo es eso posible? ¿Acaso Arjimae sabe algo que la Reina desconoce? Todos estos pensamientos se agolparon justo antes de pisar la tierra de Hardak. No había guardias, no había vigilancia y todos los dragones parecían estar reunidos alrededor de su templo, mientras la sacerdotisa tocaba una canción con la flauta. Lucía su cabello blanco como la nieve suelto y un vestido blanco que la hacía ver pura como el agua. Entonces, algunos dragones comenzaron a notar su presencia y así, la sensación llegó hasta la sacerdotisa, quien detuvo su flauta inmediatamente.

Ningún dragón se encontraba en armadura ni con una sola arma. Todos estaban indefensos, cosa que les impulsó a retroceder. Entonces, Ephorus, uno de los guerreros más fuertes de Andelivian, dijo apretando los puños y con un tono de voz fuerte.

- [Color=#8B4513]¡Gran Sacerdotisa! ¡Venimos de parte de la Reina de Cristal y hemos venido por el Orbe del Dragón! ¡La guerra se acerca y debemos tomarlo![/Color] - las palabras de Ephorus resonaron por todo el planeta, mientras el aire parecía volverse frío y pudieran sentir las miradas de todos los habitantes de Hardak.

Entonces, la Sacerdotisa bajó su flauta y un tatuaje comenzó a brillar en sus antebrazos, su espalda y su mirada se volvió fiera. Se acercó sin ningún tipo de temor a Ephorus sin usar su armadura y le dijo con una voz amenazante para la suavidad con la que habló.

- [Color=#2F4F4F]Si han de traicionar nuestra alianza, entonces no tienen nada que hacer aquí. Márchense[/Color] - no dijo más y se giró una vez más. Ephorus sonrió y con un tono un tanto cínico, le dijo - [Color=#8B4513]No lo comprende. Es mandato de la Reina[/Color] - a pesar de la amenaza inminente, no tomó su espada. La Sacerdotisa se detuvo una vez más y agregó - [Color=#2F4F4F]Lo entiendo perfectamente. Ahora, largo. No tomarán aquello que no les pertenece[/Color] - se paró firme mientras, alrededor suyo, el paisaje comenzaba a cambiar, mostrando a Andelivian destruído, debastado, con miles de muertos y animales inertes.

Todos observaban confundidos mientras los cabellos blancos de la Sacerdotisa parecen elevarse ante un viento inexistente. El ambiente desaparece y pueden ver una vez más el paisaje de Hardak tal y como lo recuerdan.

- [Color=#2F4F4F]Esto es lo que le espera a su mundo si siguen por este camino. Váyanse. No lo repetiré más[/Color] - todos se encontraban asustados, no querían terminar así y eso parecía una amenaza. Entonces, Ephorus sacó su espada y la apuntó directo a la Sacerdotisa, quien no se movió un solo centímetro pero tres dragones saltaron en su defensa.

Sin más que una mirada de odio, la niebla cubrió a la Sacerdotisa, quien ahora tenía un traje de batalla y dijo - [Color=#2F4F4F]¡Ataquen![/Color] - todos aquellos dragones que se encontraban pacíficamente sentados, se lanzaron contra su ejército, mientras una última orden de la Sacerdotisa se escuchó - [Color=#2F4F4F]¡No los dejen llegar al templo![/Color] - y con el primer choque de espadas, te despertaste sobresaltada, preguntándote lo que había pasado después de eso. Ahora lo tenías claro, habían traicionado a los dragones por ansias de poder. Era seguro. Te sentías agitada y con unos grandes deseos de llorar, como si tu espíritu pudiera recordar, aunque tu mente aún no lo hiciera. No querías salir de tu cama y querías purgar tus culpas, pero se acercaba la hora de ir al instituto.

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05/09/2015, 17:17
Narrador
Cargando pj

Te fuiste a dormir esa noche tranquilamente, pero con la preocupación por la posible muerte de Arjimae y todo lo que te había pasado en las últimas semanas. Hasta hace poco, eras una ordinaria chica quien ahora se enfrentaba a guerras antiguas, rivales mortales y unos poderes que nunca hubieras esperado conseguir.

Entonces, aquella extraña sensación que te había acompañado en dos ocasiones, se hizo presente una vez más y esta vez sabías que lo que verías sería una de tus antiguas y aún ocultas memorias. Memorias de Lightning, la guerrera mágica de Andelivian.

Reaccionaste y te viste a ti misma en la Sala de Trono, solo que, esta vez, la tumba no se encontraba allí y Andelivian parecía encontrarse en un tiempo glorioso. Miles de animales volaban y corrían por todas partes y los contemplabas desde uno de los balcones. Entonces, te diste cuenta que no estabas sola, tus otras compañeras se encontraban allí: Lightning y Animae, aunque había otras dos que no habías visto todavía y no lograbas recordar sus nombres pero sabías en tu corazón que eran tus amigas. Todas observaban el cielo, el cual parecía más oscuro de lo habitual y había una extraña sensación en el ambiente. Entonces, viste a Arjimae llegar en su forma animal y decir con aquella gentil voz - [Color=#5F9EA0]Guerreras, la reina las recibirá ahora[/Color] - todas le siguieron, sabiendo que algo se vendría. Algo no estaba del todo bien.

Entonces, pudiste ver a una mujer sentada en el trono de cristal, viva, sonriente, con un rostro gentil y una figura amable. Arjimae siguió su camino hasta llegar a ella y se sentó a su lado, como siempre lo hacía. Era el guardián más fiel de todo Andelivian y el más sabio también.

- [Color=#00CED1]Mis guerreras [/Color]- dijo la reina y todas se hincaron de rodillas. La reina se puso de pie y comenzó a hablar - [Color=#00CED1]El eclipse se acerca y sé que lo saben. Sé que pueden sentir el cambio en el universo. El planeta de la oscuridad se alineará pronto con la luna terrestre y el poder de la oscuridad llegará a su punto máximo. He tenido visiones al respecto y sé que una Gran Guerra se acerca, una guerra que no podremos ganar[/Color] - dijo con melancolía en su voz. En ese momento, Arjimae se acercó a ella, tratando de brindarle  la seguridad que solo él podía darle y así, la reina continuó.

- [Color=#00CED1]Los dragones equiparan o puede que superen nuestro poder y sé que pelearían a nuestro lado, pero eso no será suficiente. Necesitamos un arma tan poderosa que pueda detener su avance. Necesitamos su fuente de poder[/Color] - Arjimae abrió los ojos sorprendido mientras la reina hizo aparecer su báculo frente a sus ojos y, con él, el cristal sagrado. Una hermosa piedra blanca como su cabello y brillante y hermosa.

- [Color=#00CED1]Necesitamos el Orbe del dragón[/Color] - la sorpresa fue generalizada y todas comenzaron a objetar, dando a entender sus posiciones pero entonces, la reina dio un golpe en el suelo y una ráfaga de viento se desplegó. Esta fue lo suficientemente fuerte que las sacudió a todas y así comprendieron la severidad de su acción y sus palabras - [Color=#00CED1]No hay otra opción, es lo único que nos queda. Si no lo hacemos, seremos destruidos[/Color] - todas asintieron y se retiraron de la sala con las órdenes de prepararse para la batalla. Los dragones estaban indefensos, de seguro se rendirían y entregarían el orbe sin problema. Tal vez pensabas que podría ser devuelto luego. Una esperanza insulsa pero fue el consuelo que te llevó a continuar.
Entonces, la voz de Arjimae resonó en tu cabeza - [Color=#5F9EA0]La reina ha tomado una decisión pero no sabe la dimensión de lo que hace. Traten de al menos persuadir a los dragones[/Color] - consejo que sería ignorado, ya que las órdenes habían sido claras. Desobedecer a la reina era algo impensable e inaceptable. Y más por las cinco guerreras más fuertes y que dirigían sus ejércitos.

El momento de marchar a Hardak, la tierra de los dragones, se acercaba y con ello, el momento de la batalla. Solo esperaban que los dragones entregaran el orbe sin oponerse, aunque sabían que era imposible. Eran una raza de fieros guerreros y no lo entregarían sin oponerse. Mientras tanto, las palabras de Arjimae daban vueltas una y otra vez en tu cabeza. ¿La reina no sabe lo que hace? ¿Cómo es eso posible? ¿Acaso Arjimae sabe algo que la Reina desconoce? Todos estos pensamientos se agolparon justo antes de pisar la tierra de Hardak. No había guardias, no había vigilancia y todos los dragones parecían estar reunidos alrededor de su templo, mientras la sacerdotisa tocaba una canción con la flauta. Lucía su cabello blanco como la nieve suelto y un vestido blanco que la hacía ver pura como el agua. Entonces, algunos dragones comenzaron a notar su presencia y así, la sensación llegó hasta la sacerdotisa, quien detuvo su flauta inmediatamente.

Ningún dragón se encontraba en armadura ni con una sola arma. Todos estaban indefensos, cosa que les impulsó a retroceder. Entonces, Ephorus, uno de los guerreros más fuertes de Andelivian, dijo apretando los puños y con un tono de voz fuerte.

- [Color=#8B4513]¡Gran Sacerdotisa! ¡Venimos de parte de la Reina de Cristal y hemos venido por el Orbe del Dragón! ¡La guerra se acerca y debemos tomarlo![/Color] - las palabras de Ephorus resonaron por todo el planeta, mientras el aire parecía volverse frío y pudieran sentir las miradas de todos los habitantes de Hardak.

Entonces, la Sacerdotisa bajó su flauta y un tatuaje comenzó a brillar en sus antebrazos, su espalda y su mirada se volvió fiera. Se acercó sin ningún tipo de temor a Ephorus sin usar su armadura y le dijo con una voz amenazante para la suavidad con la que habló.

- [Color=#2F4F4F]Si han de traicionar nuestra alianza, entonces no tienen nada que hacer aquí. Márchense[/Color] - no dijo más y se giró una vez más. Ephorus sonrió y con un tono un tanto cínico, le dijo - [Color=#8B4513]No lo comprende. Es mandato de la Reina[/Color] - a pesar de la amenaza inminente, no tomó su espada. La Sacerdotisa se detuvo una vez más y agregó - [Color=#2F4F4F]Lo entiendo perfectamente. Ahora, largo. No tomarán aquello que no les pertenece[/Color] - se paró firme mientras, alrededor suyo, el paisaje comenzaba a cambiar, mostrando a Andelivian destruído, debastado, con miles de muertos y animales inertes.

Todos observaban confundidos mientras los cabellos blancos de la Sacerdotisa parecen elevarse ante un viento inexistente. El ambiente desaparece y pueden ver una vez más el paisaje de Hardak tal y como lo recuerdan.

- [Color=#2F4F4F]Esto es lo que le espera a su mundo si siguen por este camino. Váyanse. No lo repetiré más[/Color] - todos se encontraban asustados, no querían terminar así y eso parecía una amenaza. Entonces, Ephorus sacó su espada y la apuntó directo a la Sacerdotisa, quien no se movió un solo centímetro pero tres dragones saltaron en su defensa.

Sin más que una mirada de odio, la niebla cubrió a la Sacerdotisa, quien ahora tenía un traje de batalla y dijo - [Color=#2F4F4F]¡Ataquen![/Color] - todos aquellos dragones que se encontraban pacíficamente sentados, se lanzaron contra su ejército, mientras una última orden de la Sacerdotisa se escuchó - [Color=#2F4F4F]¡No los dejen llegar al templo![/Color] - y con el primer choque de espadas, te despertaste sobresaltada, preguntándote lo que había pasado después de eso. Ahora lo tenías claro, habían traicionado a los dragones por ansias de poder. Era seguro. Te sentías agitada y con unos grandes deseos de llorar, como si tu espíritu pudiera recordar, aunque tu mente aún no o hiciera. No querías salir de tu cama y querías purgar tus culpas, pero se acercaba la hora de ir al instituto.

Cargando editor
05/09/2015, 17:18
Narrador
Cargando pj

Te fuiste a dormir esa noche tranquilamente, pero con la preocupación por la posible muerte del presidente Kenta y todo lo que te había pasado en las últimas semanas. Hasta hace poco, eras una ordinaria chica quien ahora se enfrentaba con una realidad que no comprendía y que trataba de negar como suya.

Entonces, aquella extraña sensación que te había acompañado en dos ocasiones, se hizo presente una vez más y esta vez sabías que lo que verías sería parte de esa guerra que viste en tus sueños, sueños que se hacían cada vez más vívidos. El mundo que visitaste pero te negabas a aceptar y todo lo que implicaba sumergirte en ese extraño sueño.

Reaccionaste y te viste a ti misma en la Sala de Trono, solo que, esta vez, la tumba no se encontraba allí y Andelivian parecía encontrarse en un tiempo glorioso. Miles de animales volaban y corrían por todas partes y los contemplabas desde uno de los balcones. Entonces, te diste cuenta que no estabas sola, tus otras compañeras se encontraban allí: Lightning y Animae, aunque había otras dos que no habías visto todavía y no lograbas recordar sus nombres pero sabías en tu corazón que eran tus amigas. Todas observaban el cielo, el cual parecía más oscuro de lo habitual y había una extraña sensación en el ambiente. Entonces, viste a Arjimae llegar en su forma animal y decir con aquella gentil voz - [Color=#5F9EA0]Guerreras, la reina las recibirá ahora[/Color] - todas le siguieron, sabiendo que algo se vendría. Algo no estaba del todo bien.

Entonces, pudiste ver a una mujer sentada en el trono de cristal, viva, sonriente, con un rostro gentil y una figura amable. Arjimae siguió su camino hasta llegar a ella y se sentó a su lado, como siempre lo hacía. Era el guardián más fiel de todo Andelivian y el más sabio también.

- [Color=#00CED1]Mis guerreras [/Color]- dijo la reina y todas se hincaron de rodillas. La reina se puso de pie y comenzó a hablar - [Color=#00CED1]El eclipse se acerca y sé que lo saben. Sé que pueden sentir el cambio en el universo. El planeta de la oscuridad se alineará pronto con la luna terrestre y el poder de la oscuridad llegará a su punto máximo. He tenido visiones al respecto y sé que una Gran Guerra se acerca, una guerra que no podremos ganar[/Color] - dijo con melancolía en su voz. En ese momento, Arjimae se acercó a ella, tratando de brindarle  la seguridad que solo él podía darle y así, la reina continuó.

- [Color=#00CED1]Los dragones equiparan o puede que superen nuestro poder y sé que pelearían a nuestro lado, pero eso no será suficiente. Necesitamos un arma tan poderosa que pueda detener su avance. Necesitamos su fuente de poder[/Color] - Arjimae abrió los ojos sorprendido mientras la reina hizo aparecer su báculo frente a sus ojos y, con él, el cristal sagrado. Una hermosa piedra blanca como su cabello y brillante y hermosa.

- [Color=#00CED1]Necesitamos el Orbe del dragón[/Color] - la sorpresa fue generalizada y todas comenzaron a objetar, dando a entender sus posiciones pero entonces, la reina dio un golpe en el suelo y una ráfaga de viento se desplegó. Esta fue lo suficientemente fuerte que las sacudió a todas y así comprendieron la severidad de su acción y sus palabras - [Color=#00CED1]No hay otra opción, es lo único que nos queda. Si no lo hacemos, seremos destruidos[/Color] - todas asintieron y se retiraron de la sala con las órdenes de prepararse para la batalla. Los dragones estaban indefensos, de seguro se rendirían y entregarían el orbe sin problema. Tal vez pensabas que podría ser devuelto luego. Una esperanza insulsa pero fue el consuelo que te llevó a continuar.
Entonces, la voz de Arjimae resonó en tu cabeza - [Color=#5F9EA0]La reina ha tomado una decisión pero no sabe la dimensión de lo que hace. Traten de al menos persuadir a los dragones[/Color] - consejo que sería ignorado, ya que las órdenes habían sido claras. Desobedecer a la reina era algo impensable e inaceptable. Y más por las cinco guerreras más fuertes y que dirigían sus ejércitos.

El momento de marchar a Hardak, la tierra de los dragones, se acercaba y con ello, el momento de la batalla. Solo esperaban que los dragones entregaran el orbe sin oponerse, aunque sabían que era imposible. Eran una raza de fieros guerreros y no lo entregarían sin oponerse. Mientras tanto, las palabras de Arjimae daban vueltas una y otra vez en tu cabeza. ¿La reina no sabe lo que hace? ¿Cómo es eso posible? ¿Acaso Arjimae sabe algo que la Reina desconoce? Todos estos pensamientos se agolparon justo antes de pisar la tierra de Hardak. No había guardias, no había vigilancia y todos los dragones parecían estar reunidos alrededor de su templo, mientras la sacerdotisa tocaba una canción con la flauta. Lucía su cabello blanco como la nieve suelto y un vestido blanco que la hacía ver pura como el agua. Entonces, algunos dragones comenzaron a notar su presencia y así, la sensación llegó hasta la sacerdotisa, quien detuvo su flauta inmediatamente.

Ningún dragón se encontraba en armadura ni con una sola arma. Todos estaban indefensos, cosa que les impulsó a retroceder. Entonces, Ephorus, uno de los guerreros más fuertes de Andelivian, dijo apretando los puños y con un tono de voz fuerte.

- [Color=#8B4513]¡Gran Sacerdotisa! ¡Venimos de parte de la Reina de Cristal y hemos venido por el Orbe del Dragón! ¡La guerra se acerca y debemos tomarlo![/Color] - las palabras de Ephorus resonaron por todo el planeta, mientras el aire parecía volverse frío y pudieran sentir las miradas de todos los habitantes de Hardak.

Entonces, la Sacerdotisa bajó su flauta y un tatuaje comenzó a brillar en sus antebrazos, su espalda y su mirada se volvió fiera. Se acercó sin ningún tipo de temor a Ephorus sin usar su armadura y le dijo con una voz amenazante para la suavidad con la que habló.

- [Color=#2F4F4F]Si han de traicionar nuestra alianza, entonces no tienen nada que hacer aquí. Márchense[/Color] - no dijo más y se giró una vez más. Ephorus sonrió y con un tono un tanto cínico, le dijo - [Color=#8B4513]No lo comprende. Es mandato de la Reina[/Color] - a pesar de la amenaza inminente, no tomó su espada. La Sacerdotisa se detuvo una vez más y agregó - [Color=#2F4F4F]Lo entiendo perfectamente. Ahora, largo. No tomarán aquello que no les pertenece[/Color] - se paró firme mientras, alrededor suyo, el paisaje comenzaba a cambiar, mostrando a Andelivian destruído, debastado, con miles de muertos y animales inertes.

Todos observaban confundidos mientras los cabellos blancos de la Sacerdotisa parecen elevarse ante un viento inexistente. El ambiente desaparece y pueden ver una vez más el paisaje de Hardak tal y como lo recuerdan.

- [Color=#2F4F4F]Esto es lo que le espera a su mundo si siguen por este camino. Váyanse. No lo repetiré más[/Color] - todos se encontraban asustados, no querían terminar así y eso parecía una amenaza. Entonces, Ephorus sacó su espada y la apuntó directo a la Sacerdotisa, quien no se movió un solo centímetro pero tres dragones saltaron en su defensa.

Sin más que una mirada de odio, la niebla cubrió a la Sacerdotisa, quien ahora tenía un traje de batalla y dijo - [Color=#2F4F4F]¡Ataquen![/Color] - todos aquellos dragones que se encontraban pacíficamente sentados, se lanzaron contra su ejército, mientras una última orden de la Sacerdotisa se escuchó - [Color=#2F4F4F]¡No los dejen llegar al templo![/Color] - y con el primer choque de espadas, te despertaste sobresaltada, preguntándote lo que había pasado después de eso. Ahora lo tenías claro, habían traicionado a los dragones por ansias de poder. Era seguro. Te sentías agitada y con unos grandes deseos de llorar, como si tu espíritu pudiera recordar, aunque tu mente aún no o hiciera. No querías salir de tu cama y querías purgar tus culpas, pero se acercaba la hora de ir al instituto.

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07/09/2015, 19:58
Arjimae

Con la llegada el nuevo día, había algo nuevo en el ambiente, una sensación de incomodidad latente en el aire.

La presencia de Arjimae apareció una vez más, débil, casi transparente y con un gran esfuerzo por mantenerse allí. Las miró a todas y dijo - El eclipse rojo se acerca. Deben prepararse para ello, mis guerreras. El Reino oscuro atacará - y después de una mueca agónica, su presencia desapareció.

Todos los guardianes parecían inquietos, mirándose unos a otros mientras discutían lo que habían escuchado de su líder.

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09/09/2015, 23:22
Commutatus Animae

Animae se acercó hasta un metro aproximadamente al lugar donde Arjimae había aparecido para la advertencia del Eclipse. Percibió el aire como si pudiese tocarlo y miró a sus compañeras con decisión.

-Debemos proteger a Naoko y buscar a Storm Angel. Seguramente todos tuvimos un nuevo recuerdo acerca de esta vida y si algo es seguro, es que la desventaja de aquél entonces será aprovechada de nuevo. Probablemente busquen tendernos una trampa, si saben de la identidad de Kenta porque vieron que su hermana reaccionó así al verlo, les será fácil intentar hacer algo en su estado.

Aunque su acento reflejase que aún se impone su lado humano, tanto Katherine como Animae estaban de acuerdo en que se debía hacer algo.

-Algo me dice que los que desaparecieron saben más. ¿Será conveniente intentar hablar con Chidori, Hikari o Edwin?

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07/12/2015, 00:12
Hunter

Algo extraño estaba sucediendo en ese lugar donde el planeta entero lloraba el estado de su guía, se podía sentir el dolor en el viento por Arjimae y por lo que le había sucedido pero algo sucedió.

El pequeño conejito alzó sus orejas algo sorprendido, como si no supiera muy bien dónde buscar aquello que sentía pero parecía feliz, parecía entusiasmado.

Justo al lado de Animae, una luz violeta destellaba con fuerza mientras la figura de Scarlet Light se materializaba en ese lugar. Entonces, Hunter corrió hacia ella y con lágrimas en sus ojos se le acercó, conmovido e ilusionado - Bienvenida - le dijo y se apoyó en sus pies, esperando que la guerrera lo cargara en sus brazos.

Una guerrera mágica más se había reunido con sus compañeras, dejándolas con solo una compañera más que encontrar.

Notas de juego

Scarlet Light, esta es una escena paralela a la principal, por lo tanto, podrás hablar en ambas a la vez sin ningún temor. No es que debas de concentrarte en la otra para hablar ni nada. Puedes compartir lo que ves en la otra escena igualmente.

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07/12/2015, 00:19
Sombra

Mientras tanto, una figura de pelaje oscuro pero de rostro bondadoso apareció y dijo - No sé si pueden recordarme pero yo soy el guardián de Storm Angel, Sombra, la última de ustedes que no ha despertado. Debo advertirles algo sobre ella, hay algo malo en ella que causará una tragedia. No sabemos de qué se trata pero ella siente eso. Ella no sabe que soy quien soy, sigue durmiendo. Por favor, ayúdenla - desapareció tan rápido como vino, dejándolos con su nueva compañera.

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07/12/2015, 10:42
Lightning

Contemplé con sorpresa la luz hasta que la nueva guerrero apareció de ella. Sorprendida por un momento, sonreí a la recién llegada. Era bueno haber encontrado a otra más de nuestras compañeras. Me acerqué dándole la bienvenida.

- Bienvenida, compañera, estábamos buscándote - la saludé amablemente.

Después, me volví a la sombra que había venido detrás de Scarlet Light. Creí recordarle vagamente. Tras escuchar sus palabras, una sombra de preocupación me embargó - haremos todo lo que podamos, pero lo primero que debemos hacer es encontrarla. ¿Tienes alguna idea de dónde puede estar?

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07/12/2015, 17:45
Commutatus Animae

Animae seguía esperando alguna respuesta de sus compañeras, se alguna manera se sentía preocupada porque aún faltaba cohesión en el equipo. Lo entendía, pero si esto seguía así no podrían sobrellevar los problemas que aparecerían de un momento a otro.

No obstante, la reacción del pequeño Hunter le provocó un leve arqueo de sus cejas y comprendió de inmediato lo que sucedía. <<Naoko, It is Naoko>>, pensó con un deje de alegría y alivio, pues parecía ser que otra guerrera había despertado. A su lado le llamó la atención aquella luz y miró a una chica de cabellos rojos  y una mirada atrevida que le pareció familiar y supo enseguida que era una compañera más. Se conmovió por Hunter y se alegró por él, pues por fin estaba la persona que más quería.

Entonces otra criatura apareció para hablar de Storm Angel y sus sensaciones positivas se iban desvaneciendo. Aún aparecían piedras en el camino que debían esquivar. De todas maneras, al igual que Lightning saludó a al recién llegada con una cálida sonrisa genuina.

-Bienvenida-había algo en el tono de voz que la pelirroja podría detectar, un acento muy particular si se le dedica la debida atención*-. Me alegra que por fin estés con nosotras y que Hunter esté a tu lado.

El rostro de Animae se contrajo en una especie de incertidumbre y calló por  varios segundos como si quisiera mirar algo que hubiese más allá del suelo.

-Estaba con Hikaru, Reimu, Irisu y Yuuko esperando a que Mamoru, Kuroryuu y Chidori salieran de la habitación de Kenta cuando el ambiente comenzó a cambiar de nuevo... ya no pude entrar a la habitación, está muy oscuro y sólo estamos nosotras 5, ya no puedo ver a los otros tres compañeros de Katherine. Algo está pasando. ¿Estará relacionado con lo dijo esa sombra? Lightning, Calíope, Nao... Las tres, ¿están bien?

Notas de juego

*No es metarol, solo describo algo que Scarlet Light puede detectar porque considero ese detalle muy evidente xD si no lo hice bien, entonces que se omita todo ello.

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11/12/2015, 19:47
Scarlet Light

El símbolo luminoso de Scarlet Light resplandece en el Templo... 

Seguido de una silueta humana que paulatinamente va apareciendo...

Hasta que aparezco por completo... la impulsiva, bravucona y hocicona(habladora) Scarlet Light aparece... XD 

-Hola Famila. Ya llegué...-

-Vaya, al fin pude despertar, Gracias "Chachinae", ya me sentía algo atrofiada y aburrida allá adentro.- ;D

Y lentamente me inclino a mis pies, para levantar con mucho cariño y cuidado a mi querido Hunter... lo miro con sonrisa tierna y de nostalgia... y con los ojos medio humedos froto mi nariz con la suya... y sonriendo le digo... -...Hunty... Hola Corazón Bebé Mio. ¿Me extrañaste? Te eché mucho de menos... por favor disculpa a mi contra parte humana, es que Naoko sufre de leve retraso mental... lamento haber tardado tanto... ya no volveré a dejarte solo... lo prometo...- Y lo pongo sobre mi hombro...

 Entonces me vuelvo hacia LIGHTNING ANIMAE -Je je je, Gracias Chicas, es un placer estar aquí... solo diganme por favor a quien tengo que patearle el trasero... tras tantos siglos de atrofia, mi cuerpo y mi alma requieren de acción urgentemente...- Entonces oigo lo que nos dice Sombra... y yo empiezo a hacer un poco de calentamiento muscular mientras respondo... -OooK Sombras... serenese Shadows, relax chico, que las chicas buenas ya estamos aquí de vuelta, usted nada más dígame en corto y al punto. A quien tengo que ir a partirle el hocico(boca) y en 5 minutos lo arreglo, faltaba más, para eso estamos aquí...-

-Aaah Naoko, pues creo que se quedo con Jaycee por ahí; de pronto llegó una psicopata muy mala, que traía consigo una sombra asesina, pero no se preocupen, ya en breve voy y le parto la cara al monstruo, ya saben, lo de rutina en los viejos tiempos...-

-Bienvenida-había algo en el tono de voz que la pelirroja podría detectar, un acento muy particular si se le dedica la debida atención*-. Me alegra que por fin estés con nosotras y que Hunter esté a tu lado.

-..Pero pasando a temas más interesantes... escucho por ahí una voz extranjera que me ablanda las piernas...- Entonces miro fijamente a COMMUTATUS ANIMAE y me le acerco a ella con una sonrisa coqueta... -Holaaa Ángel del Paraíso. ¿Como te llamas Corazón?... me fascina tu uniforme de magic-girl, te vez genial...- 

Y de forma muy atrevida la tomo por la cintura y la jalo hacia a mi para quedar cuerpo con cuerpo con ella... -¿Sabes? Tu Lengua Extrajera hace que se me detenga el corazón, ding-dong, ping-pong, ding-dong, me encanta... ¿Puedo probar a que sabe?...- Y con una sonrisa picara me voy acercando muy despacio a su rostro*...

Notas de juego

*Animae-Chan, tu puedes darle un puñetazo en la nariz, darle una cachetada, hacerla besar el piso o la pared, tirarle un diente, empujarla, descargar tu poder, decirle que te suelte, haz lo que tu quieras, Scarlet Light se lo merece y mas, ella es una vil rufiana y patana mano larga de lo peor, Ja ja ja ja... XDD

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11/12/2015, 22:39
Calíope

La nueva compañera tenía fuerza, desde luego. Una sonrisa le cruzó el rostro mientras se presentaba, ignorando las palabras del can de pelaje oscuro por unos momentos.

-Etto... Hola.- Miré a Scarlet. No sabía que sería tan activa, pero eso era bueno. Señal que estaba llena de energía.- Una cosa, ¿No sería mejor soltar a Ani- Amni... A Ani? Así dificilmente podrá hacer mucho.

Igual trataba de estrechar mas los lazos pero era un tanto desconcertante verlas a ambas así tan juntas... Bueno, quizás a Ani le gustase. Me acerqué a la morena mirándola con curiosidad.

-Vaya... te has puesto muy colorada...- Acerqué un dedo a su rostro.- No será...- Sonrío- Te va el ecchi... -Me tapé la boca riendo suavemente.- Pues a ver que recuerde. Estábamos visitando a la sensei cuando noté una fuerte energía oscura, dejamos a la sensei con Edwin el chico europeo que viste tan elegante y marchábamos a comprobar el origen de la energía oscura cuando, bueno... Os pusisteis tan acarameladas.- Terminé riendo divertida.

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11/12/2015, 22:56
Commutatus Animae

-Hola, soy Commutatus Animae, pero puedes decirme Animae...

El tono en el que habló Animae era quedo, pues estaba extrañada por lo que Katherine estaba viendo y por ello le tomó por sorpresa que la recién llegada le hablase de esa manera y no logró hacer nada cuando la pelirroja se le acercó para sujetarla de la cintura. Se sobresaltó y se sonrojó demasiado como para intentar ocultarlo, más con Calíope que parecía secundar lo que ocurría.

-I ... this ... no ... I ... Your name...?

Su acento inglés la delató aún más y con un movimiento ágil retrocedió con su cabeza para así deslizarse de los brazos de la guerrera con un movimiento grácil y rápido. Aprovechó el velo de Isis que portaba con la intención de que no la volviese a abrazar, pero antes de guardar distancia y aún moviéndose, la abrazó con calidez y se acercó a su mejilla. Se apartó y lanzó un suspiro.

-I think... creo que este no es el momento... Reimu es una enemiga, puedo asegurar que es una titán dispuesta a atacarnos. ¿Alguien puede ir a ayudarnos? Estamos o estábamos frente a la habitación de Kenta. No quiero transformarme delante de ellas.

El rostro de Animae era una mezcla extraña entre pena y tristeza. Seguía sobresaltada por lo que hizo su compañera y preocupada por lo que ocurría en el Hospital. Su mente era golpeado por esos choques emocionales.

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11/12/2015, 22:58
Commutatus Animae

Aprovechando todo el movimiento que hacía para librarse de su compañera, Animae se acercó a su mejilla para así dirigirse a su oído y susurrarle lo siguiente.

-Me has puesto en un gran aprieto... no estoy enojada. Eres nuestra compañera y me alegra que estés aquí. Dile a Naoko que cuide a Katherine, por favor.

Se apartó y lanzó un suspiro.

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12/12/2015, 18:22
Lightning

Oculté una ligera sonrisa ante la escena del ''beso''. Scarlet Light era una chica con mucho carácter y sabía lo que quería. Estaba segura de que no nos aburriríamos con ella. 

Presté atención a lo que Animae nos contaba. No podía creer que Reimu fuera enemiga, ella había estado a mi lado en todo el problema del gimnasio. Seria, miré a Calíope.

- ¿Te parece bien si voy a ayudarla y tu ayudas a Scarlet?

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12/12/2015, 19:00
Calíope

Ladee la cabeza mirando a Lightning.

-Hum, no veo por que no. Aunque algo me dice que Scarlet seguiría prefiriendo no separarse mucho de Ani.- Comenté sonriendo divertida.- Me reuniré con Scarlet donde sea que esté con Jaycee.

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13/12/2015, 03:00
Scarlet Light

Te hago un guiño... -Tu puedes apretarme todo lo que quieras, cuando quieras, donde quieras y como quieras Tesoro... Y puedes pedirme Todo lo que desees, con excepción de una sola cosa... descuida linda Ángel, se lo haré saber cuando despierte la sosa de Nao, mientras tanto yo cuidaré de la pequeña Kathy... y a mi tambien me alegra verte...-

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13/12/2015, 03:21
Scarlet Light

ANIMAE se suelta de mis brazos y me ruborizo cuando ella me abraza y me susurra al oído... -a mi tambien me alegra verte, Animae...-

 Y me vuelvo hacia CALIOPE y LIGHTNING... -Tienen toda la razón Chicas, los negocios antes que el placer.... descuiden, Naoko Ya No Está, Naoko se fue, Naoko está dormida, ahora solo está Scarlet Light, y gracias a Dios, porque esa niña es tan exasperante como un dolor de muelas... Yo ya me he transformado por allá y "PUM"... estoy lista para trabajar... ya me cansé de ver que el enemigo solo nos pegue y nos pegue... llegó la hora de devolverles el golpe al enemigo con una patada en su entrepierna, será a ojo por ojo y diente por diente... comenzando por esa Remiu o Ramio o como se llame esa cretina, con ese nombre tan feo y rancio Merece Morir...- 

-"Justa Venganza. Por Nuestro Kenta"-

Escucho el plan de ataque y asiento gustosa con el pulgar arriba... -Me parece bien... Venga entonces ¿Que esperamos? Vamos Calíope, estoy  en el pasillo afuera del tocador de Señoritas... es hora de patear un titanico trasero mal-vibroso...- (:<