Partida Rol por web

La computadora de tu dormitorio sonó solo una vez, lo suficiente como para que te pusieras en pie y la activaras. El rostro de la Capitana apareció en la pantalla.

-Por fin. Menos mal que tú si tienes el comunicador activado -dijo, con una voz que parecía transmitir ansiedad y preocupación -. Joy, ve a buscar a Richard. No tengo forma alguna de comunicarme con él. Id inmediatamente a los apartamentos Luxury. Acaban de encontrar brutalmente asesinado al segundo de los miembros del Consejo, Robert Largo.

La capitana hizo una pequeña pausa antes de continuar.

-Y Joy. No quiero errores. Con éste ya van dos miembros del Consejo de SintFood así que no os quepa ninguna duda de que se me van a echar los perros encima. 

- ¿Tiene su comunicador apagado? - Preguntó con cierta preocupación. Eso no era propio de él. - Entendido capitán... - Fue a cerrar la comunicación, pero se detuvo. Había recordado algo, no debía ser tan brusca. - Le mantendré informada... - No sabía muy bien porqué debía gastar saliva diciendo aquello. Al fin y al cabo se presuponía que iba a mantenerla informada y no hacía falta dejar constancia de ello, pero hacerlo parecía que tranquilizaba a los humanos y a ella no le costaba demasiado. Podía permitirse perder unos pocos segundos.

Inmediatamente salió de su lecho y se vistió de forma rápida con la misma ropa que el día anterior. De haber tenido tiempo se hubiera retocado el maquillaje, pero estaba preocupada realmente por Richard. Así que cogió su blaster y salió inmediatamente de su bloque de edificios cogiendo el primer taxi que pasaba por allí y le indicó la dirección de la vivienda de Richard. Debía llegar cuanto antes allí y la noche anterior fue su compañero quien la dejó en su casa, por lo que no tenía vehículo con el que desplazarse.

- Rápido... - Le dijo Joy al taxista. - Por favor... - Añadió.

El taxi llegó con rapidez a la casa de Richard. Te bajaste incluso sin cerrar la puerta, preocupada por lo que le hubiera podido ocurrir, porque no era normal en él que no hubiera respondido. Cuando llamaste a su casa... nadie respondió.

La luz se filtró por las rendijas de la persiana, haciendo que tus ojos se entrecerraran. A tu lado, en la cama, Louise parecía estar aún dormida. Ambos estabais abrazados, como si aquello fuese un sueño. Miraste a tu alrededor. Era su casa, sí. El apartamento de Louise. Te acordaste también del tío extraño que os asaltó al llegar.

Todo muy raro. 

Menos mal que al menos, no os fastidió la noche.

Tu cabeza se giró instintivamente hacia la mesita, en donde solías tener el comunicador, pero Louise lo había colocado en otro lugar. Allí no había nada más que un reloj y marcaba las siete y ocho minutos. Era pronto todavía. Buscaste con la mirada la ropa encima de la silla. No había silla y la ropa, debía estar en alguna parte del suelo del apartamento, junto con tu arma y tu comunicador. ¡Valiente plan! Ya podáis ver los comentarios al verte llegar a la comisaría con la misma ropa con la cual te habías ido. Ge-nial.

Joy estaba preocupada. Podía haberle pasado cualquier cosa a su compañero, pero era realmente extraño que no contestara a su comunicador. Lo que también le espinaba era recordar lo que había sucedido la noche anterior con ella y Artemisa. ¿Tendría algo que ver? Era improbable, aunque la casualidad apestaba. Una vez allí sólo quedaba hacer dos cosas, violentar la puerta y entrar en busca de su compañero o avisar a la capitana. Agarró su comunicador y trató de conectarse con Joanne Taylor.

- Capitana, estoy en su casa y no abre la puerta. - Dijo sin saludar. - Creo que debería llamar a Kerry. Ayer cuando nos separamos tenía la intención de ir a hablar con ella. Puede que se ala última persona conocida con la que habló ayer. Puede que sepa dónde está o que le dijera algo que pudiera ser de utilidad para dar con su paradero...

La capitana escuchó el mensaje de Joy. 

Louise. Tenía que habérseme ocurrido antes.

-Entendido. Espera un momento, Joy -le dijo, mientras pulsaba para hablar con Louise.

La señal de que estaba entrando una comunicación resonó por toda la habitación. Louise empezó a despertarse, aunque tú aún tuviste tiempo de mirar de quién se trataba.

Era la capitán.

La capitán estaba llamando a Louise.

La luz me dió en plena cara y parpadeé varias veces hasta que enfoqué la visión, durante el primer segundo no sabía dónde estaba pero en cuanto vi a Louise a mi lado durmiendo, todo cobró sentido y los recuerdos volvieron a mi mente, la cena, el hombre extraño, el sexo...sonreí pletórico y feliz de verdad, pero pronto se acabó la felicidad cuando sonó mi comunicador, alargué la mano para cogerlo pero en la mesilla no estaba.

-¿Pero...que?-susurré para no despertar a Louise, me incorporé con cuidado en la cama y comencé a buscarlo, estaba todo hecho un desastre, toda la ropa por el suelo y el comunicador no dejaba de sonar-Mierda, dónde estas...-mascullé mientras revolvía entre las prendas hasta que al final lo localicé, pero era el comunicador de Louise y...¿la Capitán? ¿qué coño quería contarle a esas horas de la mañana?.

-Buenos días cariño..¿por qué te llama tan pronto la jefa?-pregunté extrañado sentándome a su lado.

Louise estaba dormida, pero al revolverla logró abrir los ojos mínimamente.

-Oh, qué... Richard, por favor. Es muy pronto.

Buenos días cariño..¿por qué te llama tan pronto la jefa?

Louise cogió el intercomunicador, se frotó los ojos y activó el dispositivo.

-Diga, capitán -respondió con desgana.

¡Louise! Dime que está ahí Richard. ¡Y dile que se ponga ahora mismo!

La voz de la capitana estaba tan cabreada como su rostro.

Vaya. Esto no va conmigo.

Louise le dio el comunicador a Richard, y en cuanto lo hubo hecho, se levantó para ir al baño. Necesitaba una buena ducha para poder despejarse. Pero algo sí que tenía claro. Si la capitana llamaba, era porque sucedía algo grave.

Otra vez.

¡RICHARD! ¡MALDITA SEA! ¡LLEVO TODO EL RATO INTENTANDO COMUNICARME CONTIGO! ¿CÓMO SE TE OCURRE TENER DESCONECTADO TU COMUNICADOR? MUEVE EL CULO AHORA MISMO HACIA TU CASA, RECOGE A JOY E ID INMEDIATAMENTE A DONDE LE HE DICHO.

Evidentemente, estaba cabreada, muy cabreada.

Una vez dijo eso, se desconectó.

Al poco rato, la capitana volvió a llamar. Su rostro lo decía todo.

-Joy. He encontrado a Richard. Se reunirá contigo en unos minutos. Espérale ahí y en cuanto llegue, id a la escena del crimen. Maldito hijo de...

La frase quedó cortada por la interrupción de la comunicación. La capitana estaba muy cabreada.

- Entendido. - Dijo Joy nada más recibir instrucciones por parte de su furibunda jefa.

Sabía por experiencia que en esos momentos era mejor no profundizar en el paradero de Richard. Sólo provocaría que la capitana se enfadara todavía más y eso no era bueno. Al fin y al cabo todo hacía indicar que Richard había pasado noche con Kelly. Nada extraño al fin y al cabo, pues solían intimar y mientras lo hicieran en su tiempo libre...

Joy se apoyó contra la pared. Debía esperar a que su compañero se vistiera y saliera echando chispas hacia su domicilio. Tenía todavía un rato de espera.

- Suerte que no he echado la puerta abajo... - Se dijo a si misma y una sonrisa se dibujó en su rostro.

Fue durante el rato de espera cuando recordó el ataque de celos que sufrió durante la noche anterior. Ese sentimiento tan humano no había regresado una vez supo que Richard había pasado la noche intercambiando fluidos con Kelly. Joy se preguntó a si misma porqué. Supuso que tenía mejores cosas en las que ocupar su mente en esos momentos.

Cuando Louise consiguió abrir los ojos se notaba que le apetecía seguir durmiendo -Ésta mujer creo que no duerme nunca y vive a base de cafeína- refunfuñé por lo bajo mientras Louise contestaba y cuando alargó su mano pasándome el comunicador fruncí el ceño

-¿Para mí?- pregunté extrañado mientras cogía el dispositivo-Dígame jefa-

Lo que escuché ca continuación desde luego no fue un buenos días, estaba hecha una furia.

Cita:

Abrí los ojos como platos por el desagradable tono que había empleado-Si, jefa, me pongo en camino-dije con desgana colgando la llamada.

Miré a Louise fastidiado chasqueando la lengua y fui tras ella, aún desnudo. Entré en el baño y vi que ya tenía el agua en marcha-Joder, no sé que mierdas ha pasado, pero algo gordo, tengo que ir a recoger a Joy...-la miré con verdadero pesar, verla en la ducha y desnuda era un espectáculo demasiado tentador-El desayuno tendrá que esperar cariño...- me acerqué hasta ella y le di un profundo beso-Te quiero, luego te llamo-dije con una sonrisa mientras me separaba de ella a duras penas.

Ahora tocaba vestirse con mi ropa arrugada e ir a buscar a Joy, para que la jefa llamase con esos humos debería de haberse jodido bastante la cosa. Me molestaba soberanamente dejar así a Louise pero ella sabía bien como era éste trabajo. Con suerte ésta noche podría llamarla y hablar con ella.

Richard se vistió y salió de casa de Louise batiendo el record mundial de velocidad. Solo unos minutos más tarde, aparecía con su coche justo delante de su casa, en donde Joy le esperaba, desde hacía quién sabe cuánto tiempo, apoyada contra la pared.

Joy se agachó y miró a través de la ventanilla del vehículo, descubriendo a Richard en su interior. Sin realizar ni un solo gesto se introdujo en el asiento del copiloto y entonces Richard se puso en marcha. Joy no esperaba excusas. No creía que hubiera hecho nada mal pese al evidente enfado de la jefa. No había comenzado su turno de guardia todavía y Richard podía hacer con su tiempo libre lo que le diera la gana. Aunque si era cierto que convenía que estuviera localizable en todo momento.

- Supongo que ya lo sabes, pero debemos ir a los apartamentos Luxury. Han asesinado al segundo de los miembros del Consejo, un tal Robert Largo. - Comentó la replicante y antes de que pudiera responder hizo una pregunta. - ¿Qué tal anoche, hiciste las paces con Kelly? - Y entonces esbozó una sonrisa.

Por suerte había semáforos flotantes, porque si hubiese circulado por tierra me habría saltado más de un semáforo en rojo, ni yo mismo supe como pude llegar tan pronto hasta el piso de Joy, pero aún así ella ya estaba esperándome en la puerta con una cara que no sabría describir muy bien, neutra y sin emoción alguna, era extraño pues ayer cuando la dejé era totalmente diferente, pero bueno, tampoco podía pararme a pensar en eso mucho tiempo pues había cosas más importantes. Se subió y no abrió la boca en ningún momento y justo iba a preguntar cuando ella se me adelantó.

Cita:

-No...no sabía dónde teníamos que ir la jefa ha llamado con una mala leche impresionante y no sé por qué mi comunicador no ha sonado...se habrá quedado sin batería-Joy ya se lo imaginaría y también por eso preguntó por Louise lo que me hizo sonreir.

-Oh si, al final accedió a verme y la invité a cenar, la pedí perdón y ya las aguas han vuelto a su cauce-mantuve mi sonrisa durante unos segundos y luego continué-¿Y tú hiciste algo? ¿qué tal el chino? un día de éstos me invitas allí a comer y te daré mi opinión-contesté animado. Realmente casi todos los chinos cocinaban igual, pero me pareció buena idea comentarselo a Joy, seguramente la haría sentirse mejor.

- El chino como siempre... - Respondió ella. - ¡Claro, un día de éstos vienes conmigo! Te presentaré a Tao, aunque no es un hombre demasiado hablador... - Hizo una breve pausa. - Cocina bien. Al menos a mi me lo parece...

Se marcharon rápido hacia el lugar que la jefa les había indicado. Un segundo asesinato era algo que empezaba a ser preocupante. Sin duda estaban frente a un asesino en serie que seleccionaba sus víctimas de entre los miembros del consejo de administración. Por lo tanto, esa no iba a ser la última víctima a menos que lograran atrapar al asesino antes. Fuera como fuera, Joy Blessing no tardó demasiado en soltar algo que le venía rondado por la cabeza desde que viera a Richard por primera vez esa mañana.

- ¿Puedo confiar en ti, Richard? - Le preguntó la replicante. - Creo que... - Le miró como tratando de descubrir en su mirada la profundidad de su alma. - ...creo que he tenido un sueño. Ha sido algo extraño... - Le agarró de la pechera. - ¿No se lo dirás a nadie si te lo cuento, verdad? - Y entonces sonrió y le soltó. ¿Había sido una broma? Posiblemente sí, pero aun así esperaba una respuesta.

Asentí contento al ver la tan buena y positiva reacción de Joy, así que sonreí con sinceridad-Confío en tu paladar-dije guiñándole un ojo divertido.

-Claro que puedes confiar en mí Joy, somos compañeros..-dije con interés creciente, nunca me había dicho cosas así y la verdad es que no es que me preocupaba, pero no dejaba de llamarme la atención y la miré con curiosidad y sorpresa-¿Has soñado? ¿en serio?-pregunté parpadeando varias veces seguidas. En ese punto no sabía muy bien que pensar, si sería parte de su programación más avanzada o quizás su humanidad se estaba desarrollando de una manera exponencial llegando a generar sueños propios..¿era eso posible?.

Me puse en tensión cuando me cogió de la pechera, fue un simple acto reflejo, pero aún así me contraje ligeramente, para relajarme al instante cuando me soltó-Te prometo que no se lo diré a nadie Joy, quedará entre tú y yo-puse cara seria y con tono solemne acentuando que lo decía totalmente en serio.

-¿Qué es lo que has soñado?-