Partida Rol por web

Me temo que no puedo sacar conclusiones. Después de todo, solo soy un hombre de negocios.

Lentwood se puso en pie y os miró a ambos.

Y la verdad es que no se me ocurre nada relevante, así que supongo que no puedo ayudarles, lo lamento.

La paciencia comenzaba a acabarse y eso no era bueno para nadie y menos aún para nosotros, así que andarme con rodeos no era lo mío, para bien o para mal.

-Mire señor Lentwood, intentamos velar por su seguridad y buscamos respuestas. No nos interesan sus teje manejes con otras empresas con a saber que programas o experimentos- endurecí la mirada-Un Replicante de la Tyrell está metido en todo esto y dos hombres cercanos a usted han muerto, no es nada difícil pensar que usted es otro objetivo potencial y que puede ser otro fiambre tendido en el suelo dentro de un día, dos o ésta noche-miré de soslayo a la mujer que nos observaba.

-Usted verá que le conviene, pero si no nos echa un cable con éste problema...- saqué la tarjeta de seguridad y se la puse ante los ojos-No podrá usarla más- miré fijamente al hombre.

-Nadie tiene que saber que usted nos ha dado información alguna, es su vida la que corre peligro y no la nuestra, quizás la de ella también se vea comprometida...-

Lentwood miró la tarjeta, pero no parecía sorprendido ni tampoco inquieto. Lo que hizo fue llevar su mano al bolsillo y extraer otra tarjeta exactamente igual en apariencia.

-Esa no es mi tarjeta. Yo dispongo de la mía. Seguramente, será una de las tarjetas emitidas por la empresa, pero cualquiera de los miembros del Consejo pudo pedir una. Yo, desde luego, tengo la mía. Y en cuanto a mi seguridad, les puedo decir que esta es la única tarjeta que puede abrirla. Nadie más. Lo lamento, agente Willis.

-No se si me he explicado claramente, pero ésta tarjeta era de un hombre que ahora está muerto ¿Quiere ser el siguiente? Usted mismo, ese Replicante es imparable y no dudará en machacarle el cráneo en cuanto pueda y se quedará sin su preciada...pieza-posé mis ojos de nuevo sobre la mujer-Encanto, si sabes lo que te conviene, será mejor que te vayas a casa- sugerí con voz tranquila mientras me encogía de hombros-En fin vayámonos de aquí...- gruñi por lo bajo, me estaban dando ganas de estrangular a aquel capullo.

- Es su vida, señor Lentwood... - Dejó caer la replicante. - No dude que haremos todo lo que esté en nuestras manos para protegerle y para desenmascarar al asesino, pero si no nos ayuda...

Entonces se le ocurrió algo. Podía ser que estuviera en el ajo, o podría ser que simplemente fuera un cretino. Joy le daba un cincuenta por ciento de posibilidades a ambas circunstancias, pero lo que tenía claro era que necesitaban empezar a conseguir algo con lo que trabajar.

- Una cosa más, señor Lentwood... - Dijo al fin mientras buscaba algo en la carpeta que llevaban con los datos sobre la investigación. - ¿Ha visto a este hombre con anterioridad? - Le preguntó mostrándole la foto del replicante sacada de la cámara de seguridad del segundo asesinato.

Tras mirar con atención la foto, Lentwood respondió con cierta desgana.

-Me temo que no. Lo lamento. Como comprenderán, a pesar del miedo que intentan crearme, todo esto me suena a cuentos. Sin duda alguna hay un asesino suelto en las calles, pero no veo que tiene que ver conmigo. Espero que lo encuentren, de verdad, pero no me amenacen. Podría hacer que le desconectaran en un abrir y cerrar de ojos, agente Blessing, o que estuviese mañana mismo recogiendo desperdicios en las afueras de la ciudad, agente Willis. Qué tengan un buen día.

Mis ojos, gélidos, se clavaron en los del trajeado, por un momento fantaseé con la idea de pegarle un tiro en la frente y ver como sus sesos terminaban vaporizados, pero sería un grave inconveniente para la investigación, apreté la mandíbula con fuerza y apoyé la mano en el hombro de Joy.

-Es inútil, déjalo, vámonos-aseguré, cuando más nos quedásemos allí peor y dado que no íbamos a sacar nada en claro, sería mejor dejar a aquel capullo y seguir la lista, quizás con el siguiente tendríamos más suerte...

Era evidente, de allí no iban a sacar nada en claro. Algo le decía a Joy Blessing que iba a suceder lo mismo con cada uno de los miembros del consejo de administración de la Sintfood. Igual cuando sólo quedase uno podrían dedicar todos sus esfuerzos y sospechas sobre él.

- Un placer, señor Lebtwood. - Dijo la replicante acercándole la mano con el claro objetivo de estrechársela. - Nos ha sido de mucha utilidad. - Mintió con una amplia sonrisa artificial en la boca. - Tenga muy buena tarde.

Acto seguido se encaminó a la salida acompañada por su compañero. Debían seguir con aquellas infructuosas entrevistas y cómo decía Richard, igual tenían más suerte en la siguiente.

A la hora que era, había llegado el momento de descargar las frustraciones en un plato de comida, o al menos, eso era lo que pensaba el estómago de Richard. Las calles estaban llenas de puestos ambulantes invitando a envenenarse con alimentos radiactivos, pero era o eso o morir de hambre. Joy no tenía esa necesidad, pero un descanso les vendría bien a ambos, antes de proseguir, sobre todo porque disponían de muchas pistas... y ninguna prueba.

El General, muerto por uno de sus compañeros, pero no podían demostrarlo; una tarjeta en su mano... y no era de nadie; dos muertos y seguramente, muchos más en camino; ¿qué vendría ahora?

- Supongo que tendrás hambre... - Dijo entonces. - Podemos detenernos a comer algo rápido. Total, algo me dice que hasta que no suceda un nuevo asesinato no vamos a conseguir pistas sustanciales. - Dijo con evidente fastidio. - Parece como si todos los miembros de la compañía hubieran hablado entre ellos para dejar bien claro que cuando recibieran nuestra visita, no podrían saber nada ni dar pista alguna acerca de los sucedido. No me fío de nadie...- Concluyó.

Salimos de aquel edificio totalmente decepcionados y gruñía por lo bajo-Maldito yupis de pacotilla, no saben más que cubrirse su propio culo y les da igual todo lo demás, caso hasta diría que se merecen lo que les pase Joy-refunfuñé con un largo suspiro mientras con ambros brazos en jarra me acercaba al vehículo junto con la N4.

Cita:

-La verdad es que sí, tengo hambre-no me había dado cuenta hasta ese momento de que las tripas comenzaban a pedir combustible-Cualquier sitio es bueno para comer unos tallarines-contesté con una ligera sonrisa mientras me subía en el coche para buscar cualquier lugar de comida rápida, me sentía frustrado enormemente y comer siempre mitigaba aquella horrible sensación.

Los puestos de comida china abundaban por todas partes. Al menos, mientras estuvierais comiendo, no tendríais que preocuparos por nada más, aunque la muerte parecía ir delante y detrás de vosotros. Siempre llegabais tarde y ya empezaba a haber demasiados cadáveres.

Después de comer, el día se había quedado pequeño. Tarde o temprano tendríais que volver a la comisaría y sin duda, tendríais que hablar de la muerte del General.

Joy se acercó al camarero que se ocultaba tras la barra. Ese no era el local de Tao, pero al fin y al cabo, la comida asiática era muy parecida en todos los establecimientos de comida rápida. Distinto era si se iba a uno de lujo, pero ese sin duda alguna no era el caso. Y a Joy Blessing le gustaba mucho comer en ese tipo de locales, pues aunque no lo necesitaba para seguir funcionando, se había acostumbrado a comer pues le hacía más humana y le daba cierto placer.

- Unos fideos con pollo y verduras... - Pidió al chino y acto seguido se sentó en una mesa cercana.

Esperó a que Richard tomara asiento para comenzar a hablar sobre sus planes más inmediatos. Lo cierto era que estaban en un callejón sin salida y la muerte de Mr. General era un nuevo contratiempo. En el fondo le daba pena aquel hombrecillo. Era un desperdicio social, pero no parecía tener maldad y al fin y al cabo era un buen contacto que les podría servir en un futuro. Aunque ahora el futuro era algo que se les antojaba complicado. Estaban de mierda hasta la boca.

- Richard. - Llamó la atención de su compañero. - La capitana dijo que ahora dependí sólo de nosotros. Volver a base puede ser un error. Creo que antes de volver tenemos que tener algo. Algo bueno me refiero. - Soltó sin más ni menos. - Siento lo de Eugene, pero... - Hizo una pequeña pausa. No sabía como le iba a sentar lo que le iba a decir. - ...nadie va a preguntar por él hasta que empiece a olor. Si nos preguntan podemos decir que estuvimos allí, pero que cuando nos marchamos estaba vivo. De hecho solo mentiríamos en que luego fuimos testigos de su muerte y bueno... está el tiroteo... - Aquello si podía salir a la luz con mayor facilidad. - Estamos jodidos lo mires por donde lo mires. ¿Qué opinas tú?

Pedí lo mismo que Joy y comencé a masticar con desgana, en el fondo tenia hambre, pero aquella situación me empezaba a desesperar de manera importante. A los miembros de aquella empresa les daban igual las muertes, o las amenazas, pensaban que estaban por encima de todo y de todos ignorando nuestras advertencias y preguntas.

-El pobre Eugene es el que menos me preocupa ahora Joy, vive sólo y como mucho le echarán de menos en la Raid de ésta noche en su juego online favorito-dije sin emoción con una amarga sonrisa-Lo que más me preocupa es ésta situación, no tenemos pistas, los que pueden arrojar algo de luz nos ignoran por completo empiezo a pensar que es un camino sin salida, quizás tengamos que volver sobre lo que sabemos, el Replicante N4 que disparé- miré a mi compañera pensativo. Estaba herido de muerte y eso no lo arreglan en cualquier lugar...

- Podría haber ido al taller de la comisaría, pero no lo creo... - Dijo entonces. - De haberlo hecho tendría que dar muchas explicaciones. - Negó con la cabeza. - Estoy convencida de que la Tyrell tiene algo que ver en todo este asunto. Puede que nuestros compañeros estén trabajando para ellos. ¿Qué mejor que ir a la misma fabrica para repararse? - Joy empezaba a cansarse de aquellos callejones sin salida. - Creo que tenemos que agotar todas las vías antes de volver a base. ¿Vamos a entrevistarnos con el siguiente de la lista? - Le preguntó a Richard.

Al final él era quien mandaba. Además, la capitana dijo que no quería saber nada más del asunto, al menos hasta que estuviera resuelto. No había sido muy valiente por su parte. Lo cierto era que les estaba dejando el marrón a ellos sin que ella pudiera ser salpicada de ninguna manera. Al menos no les iba a delatar... o puede que sí, empezaba a no fiarse ni de ella.

-No, al nuestro taller no habrá ido ni de broma, ellos saben que sería nuestra primera parada y sería perder el tiempo, la otra opción es que si ellos están pringados con la Tyrell sería la segunda opción más lógica, pues no le quedaba mucho tiempo de vida a ese N4, así que seguramente habrán ido allí, de todas formas no nos dejarán entrar...-negué con la cabeza abatido, la frustración me reconcomía por dentro pero no podía hacer mucho más.

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Me encogí de hombros ligeramente aceptando la proposición de Joy-Podemos seguir intentándolo, tampoco perdemos nada...quizás alguno de ellos sea un eslabón débil que quizás sea más sensible a una amenaza de muerte inminente..-una pequeña sonrisa apareció en mi rostro, dudaba que aquello fuera resultar bien, pero es de lo poco a lo que nos podíamos agarrar, la jefa no podía ayudarnos ni quería saber nada.

- Bueno Richard... - Dijo entonces la replicante. - La siguiente de la lista es Leyla Sanders. La única mujer dentro del consejo de adminsitración. ¿Probamos con ella? - Preguntó mientras introducía en la base de datos del ordenador del vehículo los datos de aquella mujer. Con un poco de suerte les diría algo interesante acerca de ella.

Precisamente cuando Joy iba a introducir su nombre en la base de datos, sonó el comunicador de vuestro vehículo. Era la capitana, llamando desde la comisaría.

Nerviosos, os mirasteis antes de pulsar para oír de qué se trataba.

-Chicos, no sé qué estaréis haciendo, pero aquí hay un agente de asuntos internos encargado de investigar la desaparición del replicante de Hobbart. Éste dice que le habéis disparado sin ningún motivo y que os lo llevasteis. ¿Es eso cierto?

El rostro de la capitana estaba a medio camino entre la ira y la preocupación.

- No jefa. No es eso cierto. - Respondió Joy Blessing.

Técnicamente no había mentido y también había respondido a la pregunta de la capitana. Realmente Richard había disparado a ese Nexus, pero tenía un motivo y ante la otra afirmación, no se lo habían llevado, se había marchado por su propio pie.

Poco más podían sacar en claro de aquella conversación. La jefa parecía enfadada con ellos. Eso sólo podía indicar una cosa, confiaba más en Hobbart y en asuntos internos que en ellos.

Estaban bien jodidos. Si no resolvían el caso Richard acabaría en prisión y ella reciclada. Era el momento de seguir actuando al margen del departamento. Era momento de colgar el comunicador.

Joy miró a Richard y luego miró el botón de colgar. Cada vez se entendían mejor y la comunicación no verbal era cada vez más fluida entre ellos dos. Lo hubiera hecho ella misma pero, le indicó a Richard que tomara la decisión.

Él tendría más tacto. La idea era colgar abruptamente, pero sin duda Richard tendría más tacto. Igual tenía en mente un: "confíe en nosotros, jefa" o un "se lo explicaremos todo cuando acabe". Joy era más partidaria de cortar sin explicación alguna. Empezaba a pillarle tirria a Joanne Taylor.