Partida Rol por web

Saco la lengua a Neakail cuando dice que tengo una obsesión con la comida. Como se nota que a él le daba igual la merienda y los desayunos. Y todo lo importante en realidad, la hora del té era sagrada.

Abro los ojos mucho cuando nombran un dragón, eso quería verlo. De lejos. Quería ver el dragón de lejos, obviamente. Aunque si eran niños pequeños diciendo que era un dragón, podía ser desde un pájaro grande a una lagartija el culpable.

^{_{-¿Dónde están esos niños? Quiero que pinten cómo es el dragón que vieron, así podemos saber cómo es lo que sea que vieran-}} asiento para mí misma. Seguro que los niños podrían decirnos más cosas, si decían que se la habían llevado, yo me lo creía.

Veo cómo hablan de los guardianes y paseo la mirada de nuevo por aquel despacho. Inclino ligeramente la cabeza cuando oigo que la niña vino con sus padres y luego se la llevaron. -_{^{¿Y qué pasa con esa niña? ¿Tiene algo especial? Quiero decir MUY especial. Lo mismo se la han llevado por algo concreto… O sus papá, ¿dan problemas? ¿Cómo son? ¿Podemos hablar con ellos?}}

El caso comenzaba a intrigarle. Sin ser tampoco un insensible y carecer de preocupación real hacía el bienestar de esa niña, en el fondo las potenciales fuerzas de atracción en el caso residían en el peligro que corria el renombre de lady Ban y en las extrañas circunstancias que lo rodeaban. 

Entrecerró los ojos cuando la shide habló de dragones. 

- ¿Un dragón? - su voz se plagó de sorpresa, era lo último que esperaba – Sin duda es un hecho poco común y no puede ser una casualidad... Aparece un dragón y desaparece una niña ¿y si se la llevó? - miró al resto, buscando algo de apoyo para con la idea – Imaginad una niña curiosa ante semejante visión ¿pensáis que no querría acercarse? - bruzo los brazos sobre el pecho, seguro de aquella asociación - Si hay quimeras que custodian otros accesos al lugar, deberíamos intentar comunicarnos con ellas, quizá vieron algo raro también... 

La baronesa tenía claro que quería al Boggan al frente de la investigación y él se mordió la lengua. Era evidente que Orsy no pasaba por su mejor, pero no sería él quien pusiera en entredicho la decisión de Lady Ban, asi que simplemente aguardó.

Un dragón en el mundo otoñal sonaba raro, incluso para él que tampoco llevaba tanto tiempo bajo el tutelaje de Orsi. Las preguntas empezaban a sucederse y Kyran asintió con la cabeza a algunas de ellas. 

—¿Los niños vieron al dragón sobrevolar el patio? —preguntó por su parte—. ¿O lo vieron descender? ¿Vieron si Alice se iba con él o algo similar? Tal vez deberíamos preguntarle a su mejor amigo, el que vive aquí... ¿están en el mismo grupo?

Lo que apuntaba Leonore le hizo pensar en algo más. Se rascó la barba y volvió a mirar a la baronesa, que tan fuerte y frágil al mismo tiempo le parecía. 

—El evento de esta tarde... ¿No se puede cancelar con alguna excusa? Así podría atenuarse la alarma entre los padres. 

Spriggans y Sevartal. Había tantos nombres y linajes y cosas que habías estudiado bajo la tutela de Orsi, que era directamente imposible acordarse de todo.

Sin embargo, ambas denominaciones son claras para ti. Los Spriggans eran criaturas del Ensueño, parientes de las ninfas, pero más crueles y obviamente, Thallain. Se escondían en los lagos y cuerpos de agua, y usando sus poderes de cambiaformas, solían llevarse y ahogar a quien cayese en sus garras sin más. De hecho, probablemente Nessie, el famoso monstruo del lago ness, y otras enormes criaturas tan grandes y terribles como prehistóricos plesiosaurios o anguilas gigantes eran seguramente Spriggans transformados.

En cuanto a los Sevartal, eran más bien degenerados y asquerosas criaturas, idénticos a los sátiros, pero con la tendencia a ser verdaderamente maquiavélicos. Sus retorcidas intenciones no respetaban la tranquilidad de los niños y su único objetivo parecía ser corromper, destruir ilusiones y generar tristeza y angustia entre todos (pero en especial, entre los niños). 

La presencia de cualquiera de ambos en los alrededores de Glasgow simplemente deletreaba problemas en mayúscula, subrayado, y con tinta roja brillante.

Spriggans y Sevartal. Había tantos nombres y linajes y cosas que habías estudiado bajo la tutela de Orsi, que era directamente imposible acordarse de todo.

Crees recordar que los Spriggans son la antítesis de los Boggans. Crueles, ferales y envidian a los otros. Allá a donde van, se apropian de lo que creen es valioso... y lo protegen y acumulan con gran avaricia, enriqueciéndose a sus ojos y a costa de todo y de todos. Son indistinguibles de sus parientes Kithain, aunque normalmente donde suele haber uno... suelen haber varios más.

En cuanto a los Sevartal, recuerdas que Orsi mencionó que Sir Andreas era uno. Apenas si pudiste leer algo al respecto, cegado por la rabia, pero estás seguro que los textos hablaban de habilidades psiquicas capaces de alienar y engañar con gran facilidad, usando toda suerte de magias corruptas del ensueño para hacer que los otros a su alrededor hicieran su voluntad.

La presencia de cualquiera de ambos en los alrededores de Glasgow simplemente deletreaba problemas en mayúscula, subrayado, y con tinta roja brillante.

Spriggans y Sevartal. Había tantos nombres y linajes y cosas que habías estudiado bajo la tutela de Orsi, que era directamente imposible acordarse de todo.

Recuerdas que los Spriggans son criaturas perezosas, desagradables y codiciosas, con ciertas tendencias cleptómanas. Ciertamente el robarse niños no estaba por encima de su ética, si es que tenían alguna, y su presencia suele poner en alerta a los feudos cercanos.

Por otro lado, los Sevartal son criaturas nobles y más crueles y terribles que sus parientes los Sidhe. Manipuladores y desalmados, crees recordar que también disfrutan de torturar a los niños, aunque no recuerdas exactamente cómo. Son peligrosos de por sí, ya que actúan muchas veces como los líderes de facto de otros Thallain igual o más peligrosos que ellos.

La presencia de cualquiera de ambos en los alrededores de Glasgow simplemente deletreaba problemas en mayúscula, subrayado, y con tinta roja brillante.

Spriggans y Sevartal. Había tantos nombres y linajes y cosas que habías estudiado bajo la tutela de Orsi, y la información de los Thallain estaba especialmente fresca en tu memoria.

Recuerdas que los Spriggans son criaturas perezosas, desagradables y codiciosas, con ciertas tendencias cleptómanas. Además de ser sucios y crueles, tenían un cierto gusto por secuestrar niños para llevárselos, asustarlos, torturarlos y en ciertas ocasiones, desaparecerlos para siempre. Ciertamente su presencia en la cercanía de cualquier feudo es suficiente para generar todo tipo de alertas y cacerías en protección de los niños.

Por otro lado, los Sevartal son criaturas nobles y más crueles y terribles que sus parientes los Sidhe. Manipuladores y desalmados, no tienen absolutamente ninguna consideración por nada ni nadie salvo ellos mismos. Lo peor era que eran capaces de detectar Changelings jóvenes que no hayan pasado por su Crisálida y encantarlos para que despierten como Sevartal. 

Y no era raro que Sevartal y Spriggan trabajasen codo a codo, con nefastos resultados para todos los involucrados.

Definitivamente la presencia de cualquiera de ambos en los alrededores de Glasgow simplemente deletreaba problemas en mayúscula, subrayado, y con tinta roja brillante.

Vuestro mentor también replica -Milady, bien sabéis que prefiero obrar solo. Pero dada la gravedad del asunto y lo mucho que sufrís a causa de esto, podéis contar conmigo.- dice el Gruñón sin dudar en sus palabras y con otra reverencia amable y respetuosa ante la baronesa.

-Sumándome a las preguntas de mis compañeros- dice mientras se vuelve a enderezar. -Estaban los otros niños en otros salones, ¿verdad? ¿Percibieron ellos algún rastro de este supuesto dragón?- y luego hace una pausa para añadir -Además de los niños, ¿quiénes están hoy en vuestro feudo?- pregunta

La baronesa, con el tono y la elegancia que la caracteriza, aún en su oscura preocupación, se dispone a responder todas vuestras preguntas.

-Me temo que no, Deanna- responde a la Pooka. -Normalmente cuando los pequeños comienzan a percibir el Ensueño de forma más vívida y a tener pequeños estallidos de glamour, están próximos a entrar en su Crisálida. Pero sólo entonces descubre su linaje, antes es imposible saberlo- explica brevemente. -Pero en realidad poco importa su linaje, o incluso el que fuese una futura kithain. Es tan sólo una pequeña...- reitera con cierta suavidad.

-Sí, su maleta con sus cosas están todavía en su salón. Y sí...- dice mirando a Kyran -...su mejor amigo es del mismo grupo y está allí, junto con todos los demás que vieron. Ahora mismo el profesor Cid está con ellos, cuidándoles- explica. -Podréis ir en un momento...- dice sin aclarar exactamente la razón de la espera tácita.

-Alice es muy creativa y especial, en efecto.-dice ahora en respuesta a Leonore- Sus padres son comprensivos y cariñosos, aunque los expertos mortales les han convencido de que la pequeña tiene principios de autismo. Hemos logrado que se sintiera cómoda aquí y sus padres no podrían estar más contentos. En realidad desconocen su verdadera naturaleza. No son problemáticos, pero si no os importa, quisiera no tener que comentar esto con ellos... aún. - su voz se corta durante un instante. 

-No descarto nada- dice mirando a Neakail -Pero ¿para qué se expondría un dragón a tanto por una pequeña? Aún con el glamour de su crisálida, es preferible permanecer en el Ensueño a ser contaminado con la Banalidad. Y bueno... los dragones cantan bastante. No hay forma de que una criatura así entrase sin haber dejado un rastro visible y cientos de testigos. He consultado con todas las quimeras que os he comentado, y no sólo no han visto ni siquiera rastros de un dragón, dicen que no han visto entrar o salir a nadie. Y son criaturas leales, muchas de ellas fueron creadas por niños aquí mismo y se toman en serio su responsabilidad de guardar el feudo... si supieran algo, nos lo habrían comentado- aclara

Vuelve a mirar al sátiro ahora -Eso es lo extraño. Todos lo vieron sobrevolar, sin que llegase a posarse, pero... cada chico cuenta la historia con detalles... diferentes. Puede que sea sólo su imaginación, pero separar realidad y fantasía es... imposible en muchos casos. Sin embargo, ninguno comenta que el dragón se haya llevado a alguien, sólo le vieron pasar y desaparecer tan rápido como apareció.- explica. Luego a su siguiente pregunta se queda silenciosa. -El evento es a partir del atardecer, si lo canceláramos, tendríamos que enviar a los chicos a casa temprano... y sus padres podrían enterarse más pronto. Prefiero mantenerlo y darnos algo más de tiempo para encontrar a Alice...- dice con su voz desvaneciéndose en un hilito nuevamente.

-Ningún niño de otra clase vio al dragón- responde a Orsi negando con la cabeza. -O sintieron nada raro. Para ellos, fue una jornada común con nosotros.- y luego mira al Boggan fijamente y responde. -Hay cuatro Changelings, además de mí. Y otros cinco mortales encantados. Tres de ellos trabajan como profesores, y dos en nuestra cocina. Y...- luego os mira y vuelve a depositar su mirada sobre Orsi.

-Bueno, hablando de eso, también quería pediros algo. Por la confianza que te tengo Gui... y por ende a vosotros, los pupilos de Gui, necesito... que despejéis cualquier sospecha sobre los demás profesores. -hace una pausa -No me malentendáis, ellos son como mi familia y todos están acá habiendo hecho un juramento de no lastimar jamás a ninguno de los niños. Un Juramento.- reitera con un énfasis que aclara la naturaleza mística de dicho acuerdo -Pero quiero despejar toda posible duda que pueda recaer sobre ellos. Y lo mejor es tener a una tercera parte que pueda encargarse de eso. Me parte el alma tener que pediros esto, pero espero que entendáis y que ellos entiendan el por qué lo hago. Pero es preferible esto, a seguir pensando que quizás alguien de adentro haya podido estar involucrado y que haya podido encontrar una manera de burlar el Contrato...- dice con rostro de visible preocupación.

^{_{-Sigo pensando que los niños deberían pintar el dragón que vieron, eso nos daría pistas. Los niños a veces se cuentan historias entre ellos que luego se creen, pero si vieron algo de verdad pintarán algo parecido}}- asiento con mi lógica, para mí era simple. Si uno había dicho un dragón y el resto les había seguido, el dragón que pintaran no sería parecido entre ellos. Pero si habían visto algo y a eso lo llamaban dragón, pintarían ese algo y sabríamos qué buscar. -^{_{¿Podemos hablar con esos niños?}}

Me siento inquieta, que se lleven a un niño era preocupante, kithain o no. Quizás sea porque a diario en la biblioteca tenía niños y me preocupaba un poquito por ellos. No es como si fuese a ser su mamá ni nada así, pero una preocupación de no poder volver o verlo.

_{^{-O puede que el dragón fuera para despistar y que los niños miraran para otro lado mientras se llevaban a Alice-}} sigo tratando de razonar qué pintaba un dragón ahí. Cuando dice de los profesores, me alarmo. Eso era peor, que alguien a quien confiabas a tus hijos hiciera algo así. _{^{-¿También podemos hablar con ellos? ¿Podemos saber más de ese Contrato? No sé cómo van esas cosas creo…}}

El sátiro escuchó con atención cada una de las palabra que pronunció la sidhe y se quedó algo pensativo tras ellas. Había un punto en concreto que le había llamado la atención y que enlazaba directamente con lo que dijo la sluagh a continuación. 

—Que sólo lo vieran esos niños y que cada uno lo relate de forma diferente es extraño. —dijo, dando un par de pasos para estirar las patas—. Podrían haberles inducido una ilusión para distraerlos mientras se llevaban a la niña y que no hubiese ningún dragón. Tal vez la sugerencia de Leonore sea una buena idea. 

Hablar con los niños, especialmente con el mejor amigo de Alice. Hablar también con los adultos, changeling y kinain por igual. Echarle un ojo a ese patio donde había tenido lugar el secuestro. Revisar las pertenencias de la chiquilla... Parecía que ya tenían algunos puntos desde los que partir. El sátiro buscó la mirada de Orsi y le hizo un gesto con la barbilla. 

—¿Por dónde empezamos, viejo? —preguntó, poniéndose a sus órdenes con diligencia. Puede que Kyran disfrutase más del placer que del deber, pero nunca había tenido problema para trabajar duro por las cosas que valían la pena. Asegurar la Crisálida de una cría era una de esas cosas, sin duda—. ¿Nos repartimos el trabajo?

No sabía exactamente como de buena o mala era la idea de Leonore, pero no estaba de más probar. Estábamos en una situación desesperada, asi que había cabida para cualquier posible forma de hallar respuestas. Es por eso que el Nocker asintió conforme a la idea de su compañera irritante. 

Lo que dice Kyran tampoco le suena descabellado.

- No estaría de más probar - añade - Porque, sea como fuere, la presencia de un dragón aquí, justo en el momento en que desaparece una niña... Para mi no es casualidad ni de lejos. Creo que es algo a tener en cuenta y no podemos dejar de relacionarlo con lo acontecido - asiente de nuevo.- Kyran no puede estar muy equivocado.

La petición de Lady Ban posterior no le pilla de sorpresa. No había que fiarse a ciegas de nadie realmente, pues los Contratos se pueden romper. 

- Yo me puedo ocupar de eso - dijo,  seguro. - Os puedo decir si hay un mentiroso aquí...*

- Los niños y los borrachos siempre mienten, lo sabe todo el mundo. Pero quién sabe... -dijo, encogiéndose de hombros, ante la sugerencia de Leonore, dejando que fueran otros los que opinasen sobre el asunto de inmiscuir la honorabilidad y confiabilidad de profesores y empleados de aquel instituto en aquel entuerto tan complicado. 

- Yo creo que es mejor que Leonor y Neakail se encarguen de los niños y los profesores, que ellos se llevan tan bien que Kyran y yo deberíamos dejarlos trabajar juntos e ir nosotros por nuestra cuenta a revisar las cosas de la niña e inspeccionar el perímetro. -indicó, alzando el dedo índice, tras lo cual asintió, mesándose la barbilla como si de hecho estuviese convencida de la veracidad y la funcionalidad de sus palabras- Aunque antes tendré que pasar por el excusado... Creo que mi gato va a entrar por la ventana del baño de las damas. 

-Estoy de acuerdo- dice mirando a Leonore y a Kyran -Bien parece una distracción. Pero hasta que no sea aclarado el origen, no sabremos el motivo. Si ha sido una quimera o una ilusión, es importante saberlo- comenta.

Orsi, silencioso y dubitativo, cavila unos instantes antes de responder. -Creo que podéis trabajar en varias cosas a la vez. Podéis buscar pistas entre las cosas de la pequeña y hablar con los profesores. Pero si me lo preguntáis, prefiero que estéis juntos, cómo lo ha dicho Deanna. Aún estáis algo verdes y siempre es bueno teneros al alcance de un grito.- dice mirándolos a todos uno a uno. -No os separéis a menos que sea absolutamente necesario.- aconseja con suavidad.

-Empezad aquí adentro. Es mejor hablar con los niños antes de que pase más tiempo y su memoria sea menos confiable. Para cuando acabéis, seguro que habrán llegado más Changelings y podremos coordinar una búsqueda alrededor. Hablad con los maestros como la baronesa nos pide. Confío en tu criterio, Neakail- dice dándole un voto de confianza.

-Por supuesto que podéis- responde la baronesa a Leonore. -Podéis. De hecho...- dice mientras ahora se dirige hacia su escritorio. Podéis observar que sobre él hay un teléfono antiguo de disco, un frasco alargado de cristal con un líquido negro sobre el que descansa una pluma verde y esponjosa, y un gordo libro, así como varios pedazos de pergamino. La baronesa, aún con su prisa, se mueve fluida, como las turbulencias heladas de una ventisca en invierno cargando multitud de copos de nieve. De uno de los cajones extrae cinco documentos escritos y los deposita con suavidad sobre el escritorio.

-Vosotros también tendréis que firmar esto. Es un juramento simple en donde os comprometéis a proteger a los niños y a no hacerles daño de ninguna manera.- dice repasando con su mirada a cada uno de los presentes, incluido a Orsi. -Me disculpo si os parece excesivo, pero todo Kithain que quiera permanecer en mi feudo debe firmar uno de estos, aunque sea temporalmente. Nuestros estudiantes son lo más vulnerable y haré todo lo que esté en mi poder para tenerlos seguro- dice con absoluta certeza y seriedad.

-Podéis leerlo y si estáis de acuerdo, firmaremos de acuerdo con el protocolo. Podéis negaros... pero entended que si ese es el caso, tendré que pediros que os retiréis de mi feudo, por mucho que necesite vuestra ayuda. Los niños están primero...- reitera con seriedad mientras corre las hojas hacia vosotros y espera que os acerquéis para leer el documento.

El documento reza, en letras elegantes y redondeadas, con espirales y elegancia lo siguiente:

"A través de este contrato
Yo, en presencia de Lady Ban, Baronesa de Goldtree
Bajo la autoridad del Duque de Srath Chluaidh, Lord Ogmios 
Bajo la autoridad del Archiduque de Alba, Finn de Fidacht
En presencia del Ensueño, su magia, y todas las criaturas que viven en él
Juro, por mi nombre, por mi honor, por la sangre feérica de mis venas
Que protegeré a todos los niños del Feudo de Goldtree con mi vida
No dejaré que caiga sobre ellos daño alguno por acción u omisión
Y que ninguno de ellos jamás deberá temer mi presencia.

Esta es mi palabra, y la cumpliré sin dudarlo
Mientras esté en el feudo Goldtree y
hasta cuando mis servicios no sean requeridos más.

Que sean el cielo, el mar y la tierra mis testigos
Y que si faltase a mi juramento
Que sea el Ensueño mi jurado".

La sugerencia de Deanna sobre cómo repartirse hizo que el sátiro le dedicase una mirada más intensa de lo habitual y que sus labios se ladeasen en una media sonrisa pícara que parecía sugerir que en ese momento cientos de travesuras pasaban por su mente. Tardó en recuperar la seriedad lo mismo que Orsi en hablar, empezando ya a organizarlos. Kyran estaba dispuesto a comenzar cuanto antes, pero cuando el boggan insistió en que no debían separarse, le echó una mirada de lástima a la pooka, acompañada de un leve encogimiento de hombros. 

Después se acercó a leer el contrato que la baronesa les ofrecía. Sus ojos pasaron por cada línea con cuidado, con esa desconfianza que le provocaba siempre cualquier cosa desconocida. Se sumaba a eso su rechazo a cualquier tipo de compromiso y cierto era que no le importaría jurar que no dañaría a los niños, incluso que los protegería... Pero aquello de que fuese a costa de su propia vida no le hizo ninguna gracia. Enarcó un poco la ceja al releer esa parte varias veces pues a todas luces a él sí le parecía que el contrato era excesivo, como la misma Bán había dicho. 

Miró al boggan y suspiró entre dientes antes de tomar la pluma y mojarla en el tintero. Acudir en ayuda de una niña lo hacía por principios y en parte por su propia infancia. Pero firmar aquel contrato lo haría únicamente por el viejo. Se inclinó sobre la mesa y se dispuso a dejar su rúbrica.

Pese a algún intento de organización previo, Orsi acaba manifestando lo que piensa de que actúen por separado. Neakail no pudo sino sentir alivio... Trabajar a solas con la Sluagh le ponía los pelos de punta. Tendría que soportar sus comentarios fuera de lugar y todas sus excentricidades, para finalmente tener que tragarse su malestar porque el problema que tenían ante las narices era más importante que todo eso. Aparte de eso, era cierto que todos estaban bastante verdes y quizá trabajar por separado no fuera la mejor de las ideas. 

Miró el contrato que Lady Ban exigía firmar. Un contrato no era moco de pavo, por eso hubiera puesto ciertos reparos de no tratarse de quien se trataba. Ya no solo era Orsi, también era ella. Desde luego no quería defraudarla. Dejó que su mirada se pasease por aquellas lineas.

- Cómo deseéis... - dijo finalmente, una vez finalizada de lectura, mirando a la baronesa.

Deanna recibió la sonrisa del sátiro, dibujando igualmente una media sonrisa disimulada, un tanto marcada por el sonrojo. Una que no resultaba más evidente o amplia debido a la circunstancia, y que pronto mutó en un rostro que procuraba mantener la atención a medida que Orsi hablaba. 

La pooka abría la boca entonces, como si estuviese a punto de protestar, apretando acto seguido los labios, con evidente decepción- Exactamente. Eso mismo quería decir, Orsi. Mejor todos juntos.-dijo, mordiéndose la mejilla por dentro, mientras tomaba entre sus manos el contrato que Lady Ban entregaba, palideciendo sin remedio al leer que debía de hecho proteger con su mismísima vida a los niños del feudo. Algo ante lo que estuvo a punto de protestar nuevamente, antes de recordar cuál era el pensamiento concreto que había encogido su estómago al enterarse de la noticia de aquella desaparición. 

Era posible que hubiese en juego más de lo que había a simple vista. Al menos, esa hipótesis existía hasta que determinados detalles concretos se perfilasen en medio del desconocimiento de aquel asunto.