Partida Rol por web

Tras acabar de afilarse las garras guardó la lima y se transformó en gato, acurrucándose en el asiento y tras hacerse bolita se quedó dormido todo lo que restaba de trayecto. Si de normal se veía asocial y solitario ese día lo era bastante más que días anteriores.

Solo lo hizo moverse el frenar del autocar y el anuncio de Aizawa, volviéndose humano de nuevo para poder bajar junto a los demás aunque poniendo cierta distancia entre compañero y compañero. Al quedar frente al orfanato, viendo todos aquellos niños y niñas se puso algo nervioso pues sabía que se le daba fatal hablar con la gente, peor sería con los críos aunque uno se adelantó y sin darle tiempo a decir nada fue agarrado de la cola lo que lo hizo sonrojar muchísimo y apartarla con rapidez provocando ciertas cosquillas en el chiquillo. - La... La cola es sensible... Hace cosquillas o... o duele si tiras de ella, perdona...  Se agarró la cola con ambas manos, cuidadosamente y tras decir eso pudo escuchar la voz del cuidador quien los invitaba a pasar al interior,  entonces su vista se posó en Aizawa al igual que pasó con otros compañeros quienes esperaban indicaciones. 

No pude evitar ser víctima de cierta amagura ante la disculpa de Eby-chan, pues independientemente de la propuesta había quedado de mi el aceptar o no, si debían extenderse culpa tendría que ser como mínimo compartida, pues mi compañera solo quería llevar a cabo una estrategia efectiva; yo incluso me atrevería a asumir todo el peso de ese asunto, si me preguntaran.

— N-no, es culpa mía por no poder controlarlos, por ser débil... — dije con pesar y es que a diferencia de otros compañeros más hábiles e ingeniosos al momento de usar sus particularidades, yo parecía destinada a destacarme por lo contrario.

Una carga, una pesada piedra siempre interponiéndose.

 — Discúlpame tú, por traer preocupaciones innecesarias — bajé la cabeza y solo evité llorar para no crearle más problemas de los que ya parecía tener, pero ganas no me faltaron...

***

Ante la respuesta de Saori mi tamaño se redujo un poco más, así como mi temblor aumentó por no decir que mi cara estaba más nerviosa y preocupada combinado a mis lagrimas - N-n-n-n-no. N-n-no es tu c-culpa. T-tu l-l-lo hiciste bien. F-fu-fuiste muy p-precisa y f-f-fuerte... S-s-s-sin ti... N-no hubieramos g-g-ganado. - poco a poco fui yendo más cabizbajo hasta que finalmente confese - L-l-lo que d-digo es... P-perdón p-p-por mi comp-portamiento de a-ayer... - Volví a inclinarme en señal de disculpa

Me volví a incorporar y la miré aunque desviando mi mirada sin llegar a poder mirarla a los ojos - C-c-cuando llueve... N-no soy yo... A-al menos n-no soy c-como cuando n-no llueve... C-cuando llueve, s-soy m-mucho más... euforica y... y no p-pienso e-en las c-consecuencias de mis a-actos. P-por e-eso te p-pido perdón... P-por qué c-creo que t-t-te presioné y... te f-forcé... s-sin tener en cuenta t-tus opiniones n-ni tus s-sentimientos. A-aunque después lo hicieras g-genial, p-pienso que el m-modo en que te i-insté a hacerlo no f-fue el correcto. A-además... t-tu poder mola mucho y... d-durante el combate... s-se me ocurrieron un p-par de "c-combinaciones". Y... s-sigo pensando una cosa que dije ayer. - después de explicarlo todo al fin logré centrar mi mirada en la suya, siendo que aún tenía una expresión un tanto preocupada y... pese al temor de que Saori pudiera dejar de ser mi amiga, había parado de llorar. - Confio ciegamente en ti.

Por otro lado los pequeños parecían estar solo jugando algo que no me preocupaba, pero era extraño que alguien intentara meterte la mano dentro del cuerpo. Al final tuve que hacer figuritas con mis manos modelando esa parte de cuerpo para entretenerlos y que se olvidaran de meterse en mi cuerpo. Fue entonces que Takeshi me habló y me puso nerviosa al instante

-¡¿Que?! Y-yo... n-no... e-estoy b-bien... B-bueno... más o menos... P-puedo controlar e-esto p-pero... m-me g-gustaría hablar c-contigo l-luego. S-si puede ser. M-más t-tranquilos... A-así p-podrías a-ayudarme ¿T-te parece? - Pregunté mirandole con cierto temblor y desviando de tanto en cuando la mirada.

La pesada atmadura se arrodilló frente a la pequeña slime, pese a su aspecto nervioso, no dejaba de ser linda y adorable, incluso cuando buscaba entretener a los niños.

-Claro, puedes contar con ello Eby-chan-Dijo en un tono dulce y amable.

Sora se paró cerca de la slime con su postura confiada usual y cuando la "estampida" de niños pequeños llegó, fue naturalmente semi ignorada como la mayoría de los "no especiales" por decirlo así.

-Bueno, parece que tenemos a las estrellas del paseo -dijo contenta, y noto que un chiquillo se había quedado viéndola como si buscara algo- No, no, pequeño. Yo no tengo nada en especial en mi aspecto, ¡lo siento!

Saludó al encargado agitando una mano junto con sus palabras y una gran sonrisa.

-¡Buenos días, gracias por recibirnos! Por favor, déjenos saber si hay algo que podamos hacer para alivianar su día. Haremos lo que esté en nuestras capacidades para ayudar sin romper nada. Parece que los niños de aquí están muy enérgicos y con ganas de jugar, huh...

Dicho esto, avanzó un poco hasta estas más cerca del grupillo estelar en ese momento, compuesto de Eby, Takeshi y Eru y aplaudió dos veces para llamar su atención.

-¡Heeey! No quiero desestimar sus preocupaciones, ¡pero tener caras largas podría contagiar de tristeza o preocupación a los niños y a otra gente de la clase! Al menos a mi ya me tienen algo preocupada, ¡los interrogaré luego!

Volteó la cabeza al encargado, curiosa.

-¿Hay alguna actividad planeada o estaría bien que fuéramos al patio a jugar con ellos?

El viaje pasó rápido, hablando con Takeshi y jugando con la videoconsola. La perspectiva de aquella excursión no le hacía demasiada gracia a Takumi, pero aquello era la U.A. Los profesores bien sabrían lo que era mejor para ellos.

Cuando bajaron del autobús, los niños se lanzaron a por aquellos compañeros que tenían aspectos más peculiares. Takumi casi agradeció que nadie se lanzase a por él.

Dejó que sus compañeros disfrutasen de la atención mientras observaba a los niños. Todos parecían muy emocionados por verles, y eso que ni siquiera eran héroes todavía.

Takumi esbozó una media sonrisa, recreándose en la posible fama que tendría después de graduarse, y siguió a sus compañeros hacia el interior del orfanato.

Mientras andaba, se situó junto al profesor Aizawa y le habló sin alzar la voz.

- Aizawa-sensei, ¿qué se supone que tenemos que hacer? ¿Estar aquí con los niños y ya? - le preguntó sin alzar mucho la voz.

Sora le había preguntado también al encargado si había alguna actividad programada. Pero lo que le interesaba saber a Takumi era si el profesor los evaluaría de algún modo.

Un tanto decepcionado, el niño dejó de intentar meterse dentro de Eby. Por otro lado, no le evitó darle toques para ver el movimiento de su peculiar forma gelatinosa. Era simplemente divertido para él.

Por otro lado, los demás pequeños seguían curioseando con aquellos que más resaltaban, hasta que finalmente el encargado pidió a los niños que entrasen de vuelta al hogar. Allí, Aizawa dirigió su mirada a quién le había hecho una pregunta, Takumi.

-Hagan los que les gustaría que hiciese alguien si estuviesen en la situación de ellos... -dijo el profesor antes de entrar con el resto y tomar lugar en un sofa de la esquina, reposando y cerrando los ojos. No tardaría en dormirse así...

Nanashi sirvió entonces la comida para los niños y un buen desayuno para ustedes, aunque no se comparaba con el de la U.A. El caso es que luego de eso, dejó más libres a los niños para que pudiesen estar con ustedes y hacer lo que quisiesen.

De aquella forma...

El niño liebre, una niña con alas, y un niño con dedos elásticos pintaban la cara de Eraser mientras dormía. Otra chiquilla bombardeaba a preguntas a Eby sobre su singularidad y la academia, al igual que hacia un niño con Hitoshi. Eru era el objetivo de múltiples bromas de los niños, que competían por atrapar su cola o tocarle las orejas. Otros intentaban subirse sobre Takeshi. Nadie, ninguno, ni uno solo, se acercaba a Ciel, quién mantenía esa sonrisa de "estoy bien". 

Los niños se terminaron por aburrir un poco de experimentar con los de singularidad más llamativa, empezaron a interesarse por aquellos cuya singularidad permanecía oculta a simple vista: Sora, Takumi, Ao... En ese momento, ellos tenían la atención.

Luego de que los niños probasen por ellos mismos, el encargado propuso una actividad para entretenerlos más: un concurso de singularidades, donde ustedes serian las participantes. Como no, ellos votarían cuales eran sus favoritos...

Takeshi estaba feliz de qué los niños jugaran sobre el, es más les animaba a jugar sobre la armadura, se sentia en la dicha cuándo lo hacian, recordándole los momwntos mas dulces con Tamaki, recordando cómo se trepaba y bromeaba sobre el, trabajando duro para levantarle el ánimo y hacerle olvidar su forma nefasta e incorporea.

Pese a ese momento de gozo, los niños se aburrieron de el, lo qué lo dejó un poco decepcionado de si mismo por no mantener el interés en su forma de armadura.

Pero eso le duró un respiro, ya qué la propuesta el coordinador lo dejó estupefacto, no queria usar su singularidad ni mucho menos, por qué esta podria causar pánico en los pequeños.

¿ Eh? ¿EH? No gracias, yo... Yo prefiero no participar ya qué no... No...

"No tengo cuerpo, soy más bien cómo un fantasma"

Es lo qué queria decir, no queria usar su posición en un osito de peluche o en un juguete cualquiera, se sentia inseguro sobre sus reacciones, y por eso se mantuvo al margen.

Ellos... Ellos tienen mejores habilidades qué yo, yo solo soy esto.

Dijo trantando de disuadirle para qué el participara en la demostración

Imposible, un chico gato entre críos de orfanato con curiosidad y ganas de jugar. Al final, después de unos minutos luchando contra el destino acabó resignado y siendo estirado de orejas y cola, pudiendose ver en sus ojos y en como se le crispaba el cabello de ambas partes que no era algo de su agrado precisamente. Por suerte, la indiferencia hizo, irónicamente la diferencia, los niños se aburrieron rápido de tener lo que querían y se fueron a otros compañeros para curiosearles a estos, momento que aprovechó para acercarse un poco a su profesor y mantenerse ahí hasta que se le dijera lo contrario. 

-¿Eh?... Concurso de singularidades, lo acababa de proponer el dueño del lugar y los críos parecían emocionados así que no tenían opción realmente aunque Takeshi se estaba negando a participar lo que le hizo alzar una ceja y sentir cierta preocupación por el antes de sentirla por si mismo, si como humano le dolía que le agarraran de la cola y las orejas, ¿Como sería si lo maltrataban ( inocentemente) siendo un gatito de no más de tres meses aparentes? 

Tragó saliva y esperó a que todo comenzara, en el momento que le tocara a el actuar, se quitó los zapatos y calcetines sacando las garras de manos y pies, largas y afiladas como cuchillas las cuales usó para cortar como si se tratara de manteca una de las baldosas del lugar aunque quienes prestaran atención notarían que le había dolido hacer aquello, luego de eso se decidió a saltar de una vez al tejado del lugar como si se tratara de bostezar mismamente y en el salto de vuelta al suelo se transformó en gatito a medio camino, aterrizando en un charquito como tal y finalizando con un lindísimo maullido. 
                                                 

Quise dar una palmada sobre la cabeza de la pobre Eby-chan, decirle que no se preocupara más y que intentaría ser fuerte para corresponder a sus sentimientos...pero la voz no me salió, sentí pánico de que alguien tuviera ese tipo de expectativas en alguien como yo, pero a la vez me dio inusitada determinación...

De vuelta al presente, la situación con los niños era bastante animada, como se esperaría, aunque ya que yo era menos solicitada que otros, desde mi perspectiva pude ver que justamente algunos de ellos estaban un poco inquietos con tanta atención ¿cómo culparlos? seguro era bastante imponente el hecho de tener fans, de que la gente pusiera en ti esperanzas al nivel de admirarte; la situación en si también me recordó, aunque en menor medida, a lo que muchas veces seguro experimentarán los héroes populares, aquellos que son símbolos...

Recordé entonces las palabras de Eby-chan, el rostro que me dedicó incluso cuando su ánimo estaba bajo, y curiosamente la prueba propuesta del encargado llegó entonces como una...¿señal? ¿inspiración?

Ni siquiera lo pensé, pues de haberlo razonado seguro terminaría echándome para atrás, sino que solo avancé aprovechando que nadie me rodeaba inmediatamente y salí un poco del salón, de otro modo sería peligroso. Retiré acto seguido uno de mi guantes, solemne, y no sin tomar un profundo respiro y cerrar mis ojos para buscar la mayor armonía posible, me agaché flexionando las rodillas hasta poder tocar el piso con las yemas de mis dedos.

Sería algo de naturaleza "ofensiva", como lo intentado durante la prueba anterior, solo que sin objetivos, pretendía congelar la superficie del patio más próximo para crear una especie de "pista de hielo" o lo más cercano que pudiera hacer; sin posibles víctimas accidentales a la vista pude concentrarme solo en la forma que quería alcanzar...y eventualmente salió.

Antecedido por el ruido como de cristales crujiendo, un manto cristalino se extendió presuroso desde mi mano...deteniéndose solo cuando aparté mi toque del piso, ya que el campo se había vuelto helado.

"Ojalá alguien lo vea" pensé, cayendo en un bajón nervioso apenas me di cuenta de lo que había hecho...

Cuando nos dejaron a nuestra suerte con los niños, pensaría que sería facil, pero en un momento me acorralaron muchos niños y empezaron a hacer preguntas y preguntas, una y otra vez acerca de mi poder. Al principio era simple, solo tenía que responder, luego tenía que dar ejemplo, y luego acabé medio mareada con tanta atención hasta que al final se fueron a atender a otros compañeros. Me tiré en plancha al suelo del puro agotamiento, casi igual que Eru. - Necesito agua... - era lo único que decia mientras trataba de recuperarme.

Pasó un tiempo más cuando entonces el monitor de aquel lugar propuso una especie de reto, un concurso para ver cual sería la mejor habilidad. - Por supuesto... ganará Sora, puede construir un parque de atracciones si quiere y todo. Pero al menos se podría intentar - Miré la reacción de abstención de Takeshi, y me preocupó, podría decir que puede mover objetos con la mente...

Luego Eru hizo su genial exhibición de transformación ante lo cual sonreí para luego hacer una mueca de tristeza. No obstante pronto se borró al ver como Saori no se iba, sino que iba a usar su poder fuera - Guau... si tuvieran patines de hielo, sería genial. Eso me da una idea pero... no es bueno intentarlo ahora. Igual puedo hacer algo similar - B-bien... me toca. - Dije levantandome, al fin con un poco más de altura que antes.

Me concentré solo en lo que quería transformarme y poco a poco fue cambiando mi forma mientras cogía aire, agrandandome lo suficiente y agarrando suficiente aire para levantar paredes mullidas de aire, así como un suelo también blando y rebotante. Solo había una pared que no estaba completa, la entrada. Por encima mi cabeza formaba una especie de cono - ¿Q-quien quiere botar? - pregunté ya con mi forma de castillo hinchable

Sora se quedó pensativa durante varios minutos, incluso se sentó en el suelo donde estaba...luego, se levantó de la nada y se ausentó unos momentos, revisando la estructura y demorando un poco. Luego habló unos momentos con el encargado, asegurándole que nada de lo que hiciera era permanente excepto que así lo prefiriera. Cuando volvió, dio dos enérgicos aplausos para llamar la atención de los pequeños, y de todos realmente.

-¡Todavía no toquen nada! ¡Aún no terminamos!

Levantó las manos, y la habitación pareció cobrar vida, con ligeros temblores. Y literalmente pareció hacerlo porque todo se fue modificando a la vez, al punto de que era difícil seguir lo que pasaba. En esto, comenzó a...¡cantar! definitivamente no era la canción completa ni suya, pero su voz tenía tanto entusiasmo que incluso la falta de instrumentos se le perdonaba un poco.

¡Pensemos en canciones!
¡Pensemos en flores!
Pensemos en divertirnos y jugar por horas.
Hay un montón de cosas desagradables
que podrían meter presión,
¡pero aunque sea por hoy pensemos en diversión!

La pista de hielo fue rodeada de un bordecillo que delimitó y se elevó a modo de rejas de piedra para delimitar y que nadie se saliera de la pista por accidente terminando en el suelo. Había barandillas sujetas a lo anterior en distintas alturas, calculadas a ojo en base a las alturas promedio de los pequeños, y quizá lo más impresionante de todo era un estante completo con patines de hielo para niños cerca de la ahora delimitada entrada.

Alrededor del castillo inflable rosa crecieron múltiples toboganes con bordecillos de seguridad apropiados para niños pequeños, desde los comunes hasta los que trazaban múltiples vueltas en su recorrido hasta aterrizar en la parte central del Ebycastillo, al igual que una línea de barrotes pasándole por encima por si algún niño se sentía intrépido.

Cerca de Takeshi se crearon varias hamacas en su debido soporte, de piedra y cuerda, al igual que un cartel junto a la armadura.

"Takeshi-kun: ¡Es muy fuerte y muy gentil, pero no muy bueno con las palabras! Si se lo piden amablemente probablemente los alce muy alto o los empuje en las hamacas."

De hecho los carteles aparecieron junto o sobre TODOS. Tenían letras grandes e infantiles, y algún dibujo relacionado al mencionado, usualmente bien en posturas heróicas o resaltando lo que hacían en el momento.

"Estos son Ryusei-kun y Ra-san. Ryusei-kun jugará a cualquier cosa que le pidan de buena gana, y Ra-san es muy viejo y puede contestar a muchas preguntas ¡así que pregúntenle todo!...y cuando Ra-san está hablando, se enciende una llamita en la cabeza de Ryusei-kun."

"Eby-chan: ¡sean cuidadosos al jugar en el Ebycastillo, no le molestará que estén ahí mientras no sean rudos con la estructura!"

"Saori-chan creó el hielo de esta pista, no olviden darle las gracias."

"Este es Ciel-kun, ¡es un vampiro gentil! Tiene muchos trucos y podría trepar o saltar en segundos a cualquier lugar."

"Takumi-kun seguramente brillará cuando entre a la pista de patinaje, ¡esperen para ver!"

"¡Sean muy gentiles con el Eru-gatito! No le tironeen nada, y no sean bruscos y seguramente agradecerá que le rasquen las orejas o le acaricien el lomo. Probablemente haga alguna gracia si se lo piden"

"Aizawa-sensei, profesor dormilón: Probablemente esté bien estar cerca de él mientras no lo despierten."

Y así con todos y cada uno, claramente el cartel de presentación estaba teñido por la visión de Sora de sus compañeros. Incluso a los que parecía que no tenían nada que ofrecer se esforzó en resaltarles algo, de modo de que pudieran participar ahora o luego dependiendo de como fueran rotando los chiquillos. Tuvo algunas creaciones propias, sube-bajas, monturas infantiles de piedra recubiertas de tela y con el borde ovalado para poder mecerse en ellas, una jaula metálica y un pequeño carrusel infantil de colores vivos, entre otros.

-¡Después...después de ustedes...!

Se sentó en sus rodillas apenas se sintió satisfecha, agotada a nivel mental de pensar en tantos detalles. Necesitaba un momento para sacudirse el breve agotamiento.

Takumi se encogió de hombros ante la respuesta del profesor. Al principio se mantuvo alejado de los niños, cruzado de brazos apoyado contra una pared, mirando como jugaban con aquellos compañeros que tenían singularidades más llamativas.

Pero eventualmente los niños se cansaron de ellos y vinieron hacia él. ¿Y qué podía hacer Takumi para entretenerles?

- Ehhh…

Pero fue “salvado por la campana” cuando el encargado del orfanato propuso hacer una especie de… ¿concurso?

Takumi observó como sus compañeros hacían gala de sus singularidades, haciendo demostraciones cada vez más alucinantes. La de Sora, justo al final, le hizo abrir la boca de par en par. Se quedó allí, aturdido con todo el detalle que la singularidad de su compañera había creado.

Había gente que de verdad pertenecía a ligas superiores…

Cuando tocó su turno, Takumi carraspeó. Suponía que debía mostrar aquello que mejor se le daba de su singularidad. Se quitó los zapatos rápidamente y tanteó el suelo varias veces con los pies descalzos.

- Pues eso, me toca - anunció mientras se acercaba a la pista de hielo que Saori había creado anteriormente.

¿Tenía sentido patinar descalzo por el hielo para demostrar su singularidad? No lo sabía, pero al menos no se le pegarían los pies desnudos al suelo.

Takumi tomó carrerilla y comenzó a patinar por el suelo, cogiendo cada vez más velocidad. Dio un salto sobre la barandilla que Sora había creado alrededor de la pista, y comenzó a patinar por esta con habilidad. Ahogó un gritito por súbito frío que le inundó los pies, pero siguió patinando. Hizo un par de piruetas y, tras dar unas pocas vueltas a la pista, saltó sobre la barandilla y siguió patinando en ella, bordeando la pista mientras saludaba a los niños con una sonrisa.

Al menos se lo estaba pasando en grande.

Si se pudiese describir de alguna manera la reacción de los niños, era "explosión mental", puesto que a pesar de que Takeshi no tenía ánimos de participar, los peques no sabían a donde observar al encontrarse con tantas cosas más allá de su imaginación: un parque hecho en un solo instante, personas con llamas en el cuerpo, los pies de resorte de vuestro compañero que alcanzaba las alturas, la velocidad de Takumi... El brillo en los ojos de los niños y niñas eran más que suficiente para que supiesen que lo habían hecho bien.

El tiempo fue pasando más rápido de lo que pensaban. La mayor parte de los niños terminaron agotados, y ustedes también. El dueño del orfanato, por otro lado, estaba como una lechuga: tenerlos a ustedes realmente había hecho su trabajo más fácil ese día, pero no diría nada al respecto.

-Muy bien, es hora... ¡Del Show! -Nanashi llamó a los niños al interior del orfanato, invitándolos a ustedes también. Allí en el salón esperaban varias almohadas en el suelo donde tomarían asiento los peques, dejando detrás de ellos unas sillas para ustedes.

Las sillas y las almohadas estaban orientadas hacia una puerta, la cual estaba decorada con algunas cortinas y poco más.

-Hoy... ¡Tú,y tú! -el encargado señaló a un par de  niños, y entonces fue con ellos al cuarto al otro lado de la habitación.

Tras varios minutos de espera, donde pudieron apreciar nuevamente a Aizawa dormido en el rincón, Nanashi salió: usaba un pequeño delantal y un pañuelo en la cabeza. De esa manera, sacó de su camisa lo que parecía un micrófono, el cual no estaba conectado en ninguna parte, ni siquiera tenía cable.

-Muy bien, empecemos... Era un día como cualquier otro: el sol brillaba, las personas paseaban, y el peligro asechaba...

Desde el otro cuarto empezó a oírse una suave música, segundos antes de que uno de los niños saliese vistiendo igual que Nanashi; a diferencia del anterior, el niño se tiró al suelo nada más salir.

-¡Ayudaa! ¡Un villano! -gritaba el niño intentando controlar ineficazmente su risa.

Y poco luego de eso, el otro niño salió dando una patada a la puerta, usando un disfraz de buena calidad del mismísimo All Might.

-¡Watashi ga kita!

Entonces, el pequeño héroe empezó a saltar de un lado a otro en el "escenario", antes de que Nanashi empezase a asomar figuras de cartón que se asemejaban a villanos típicos; con espíritu heroico, el niño apalizo a los villanos, y rescató a su amigo.

Con aquella pequeña actuación, todos los niños saltaron de sus asientos emocionados entre risas. Ahora que se daban cuenta, en ningún momento ninguno de los peques se mostró acomplejado o triste por el hecho de no tener padres; en aquel lugar, todos se consideraban una familia enorme, y obviamente se llevaban tan bien como cualquier otra familia feliz.

El atardecer estaba cerca. Era momento de volver a la U.A. y Nanashi les acompañó al autobus de la academia mientras los niños les despedían desde el orfanato.

-Les agradezco todo esto, la verdad -dijo el encargado con una cálida sonrisa. -. Este orfanato es todo lo que tienen estos niños: ver a unos futuros héroes como ustedes les ha llenado de felicidad y esperanza de tener un futuro maravilloso. El niño que interpreto hoy a All Might es el más nuevo del orfanato; me había costado hacer que participase en las actividades y se sintiese cómodo, pero con ustedes aquí... No puedo agradecerles lo suficiente haberle hecho sonreír -Nanashi hizo una reverencia de agradecimiento a todos ustedes. Al verle, los niños al fondo hicieron lo mismo. -. Espero que sean grandes héroes en el futuro...

Tras la emotiva despedida, todos volvieron al autobus y se dirigieron de vuelta a la academia. De camino hablaron un poco, y Aizawa menciono algo sobre haber evaluado vuestro comportamiento y desempeño en el orfanato, pero antes de poder ponerse a dar detalles, el vehículo se detuvo rotundamente.

-¿Hm? -Aizawa se dio la vuelta para ver que había pasado adelante, pero entonces se dio la vuelta rápidamente mientras sujetaba sus vendas. - ¡A un lado! -agilmente, lanzó sus vendas por el pasillo del centro para apartar a todos los que estuviesen de pie hacia los costados del bus, el cual repentinamente dio un salto por los aires y empezó a girar de manera descontrolada. Finalmente, el vehículo se abrió justo por la mitad, y Aizawa fue uno de los primeros en caer por andar en el centro; alguien como él no tendría problemas para aterrizar, ¿pero podrían hacerlo ustedes igual de bien?

Todo fue muy divertido y especial para ellos, al menos los niños estaban encantados con lo qué veian y no pensaban mucho en el armatoste qué componia su cuerpo.

El tiempo pasaba muy rápido, los pequeños habian preparado una obra qué fue la mar de entretenida, al menos a el le gustó, añgo bueno para olvidar un poco su dificil situación.

-Agradezco mucho vuestra hospitalidad... Espero volver en un futuro próximo-

Dijo afablemente, agradeciendo al coordinador a cargo del orfanato.

El sensei comenzo a dar explicaciones sobre nuestraactividad y actitud en dicho lugar, cuando iban de camino a la Academia, Aizawa extendió sus vendas por el medio del autobus, Takeshi no pudo entender por qué pues el no alcanzó a ver por qué.

Fue en ese instante qué el vehículo se levantó por el aire, girando y partiendose a la mitad, pese a haber dado muchos tumbos, de alguna manera magistral, no se vió afectado, el peso de la armadura se incorporó en el aire, volviendo al suelo cómo si nunca se hubiera despegado de el.

Todos demostraban sus habilidades de forma increíble, era muy hermoso y parecía que los niños se lo pasaban bien, incluso el más tímido de todos se atrevió a hacer la pequeña obra que prepararon para la clase de futuros héroes que les veían. Le sacó una pequeña sonrisa el ver aquello siendo que el mismo decidió despedir con palabras también a los niños cuando fue hora de marchar, algo que era sumamente difícil para el y le daba cierta vergüenza al parecer, por como se pusieron sus mejillas y sus orejas hacia atrás. 
-G-Gracias por este rato... Ha sido... ha sido divertido... 

Volvió con sus compañeros al autocar y se quedó tranquilo mirando por la ventana hasta que de pronto le sobresaltó aquel aviso que lo hizo levantarse rápido y en segundos impulsarse hacia arriba cuando veía como el autocar se partía y hacía caer a su profesor hacia abajo lo que provocó un acto impulsivo

-SHOTA

que no se perdonaría después de aterrizar con perfecta estabilidad, viendo que Aizawa se encontraba a salvo pues había gritado su nombre, esperaba con todas sus fuerzas que con todo aquel lío nadie echase cuenta de eso o al menos que no supieran de quien venía en aquel tono preocupado. Su corazón aún iba acelerado a causa del susto pero no podía quedarse quieto, si algún compañero había sufrido daños o estaba en apuros debía ayudar junto a los demás, echó un último vistado de disculpa al profesor y empezó a ayudar al que hubiera sufrido daños*. 

Al final la visita al orfanato había sido menos rollo de lo que Takumi pensaba. Habían podido usar sus singularidades para divertirse un rato, e incluso habían podido ver una pequeña obra de teatro interpretada por los niños.

En el fondo había sido más divertido que las clases corrientes en la escuela, quitando las clases específicas del curso de héroes, por supuesto.

Takumi estaba en el autobús, apoyado contra la ventana sin prestar mucha atención a lo que decía el profesor Aizawa cuando éste gritó de pronto.

El joven, sobresaltado, dio un respingo sobre su asiento antes de que el autobús saliese disparado y se partiese en dos.

- ¡AAAAAH! - gritó Takumi, pillado por sorpresa mientras se deslizaba de su asiento y caía.

No le dio mucho tiempo a pensar, ni siquiera a tratar de amortiguar su caída con su singularidad. Simplemente trató de absorber el impacto lo mejor posible mientras daba una vuelta de campana en el aire.

Al final todo había salido a pedir de boca. Me preocupé al ver como Sora gastó tanta energía, pero no podía hacer mucho, estabamos haciendo disfrutar tanto a los niños que apenas si pude concentrarme en los demás. Todo fue genial y maravilloso y... me hizo quitarme los problemas de la cabeza, me hizo relajarme y tranquilizarme por momentos, sin pensar que tenía que pedir disculpas a toda la clase por mi comportamiento del día anterior. Quería hacerlo pero, me relajé tanto que lo olvidé

Tras el fabuloso teatro y las gratas palabras del señor del orfanato, hice una reverencia ya en mi cuerpo de estatura normal - Muchas gracias a ustedes. Espero que podamos volver otro día, a jugar con todos otra vez - dije un feliz y sin tanta timidez como al principio o tanto corte, pero con aún un deje en dicho tono.

En el autobus la vuelta fue tranquila y agradable y traté de hablar un poco con los demás sin empequeñecer mi cuerpo, algo dificil pues aún temblaba la dirigirme a ellos. No fue hasta que Aizawa habló que toda la atención se fue hacia el y sobre el ejercicio de hoy, hasta que... Sus vendas nos encerraron en las partes laterales del autobus sin dejarnos moverme y yo siendo aplastada contra mi compañero. El autobus perdió su gravedad por un momento y poco después su estabilidad.

Estaba siendo partido para la mitad. En cuanto lo vi supe que caería contra el suelo - Tengo que evitarlo - Me dije a mi misma - Soy blanda, tengo que ayudar a los demás - Di un pequeño impulso en el autobus para salir disparada al suelo - Cambio forma: Forma origen - para durante el aire volver todo mi cuerpo una masa uniforme de Slime que al impactar al suelo se deformó y volvió a la forma bolita no sin antes correr viendo si necesitaba ayudar a alguien*

Cuando ya todos estuvieran en el suelo recobré mi forma humana-no tan humana y mirando hacia abajo intentando evitar las miradas de los demás al ver mi forma más primaria.